google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: El Puig
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20 de julio de 2016

Los íberos ya construían viviendas de dos alturas

Las excavaciones realizadas por la Diputación de Castellón en el yacimiento del Puig, en Vinaróz, revelan nuevos datos acerca de la arquitectura del siglo VI a.C.
Tras dos campañas el yacimiento ya tiene una fisonomía visible. FOTO: JAVIER FLORES
Las excavaciones realizadas por la Diputación de Castellón en el poblado ibero del Puig, situado en Vinaròs, han sacado a la luz restos que por primera vez pertenecen al poblado original, que data del siglo VI a.C. Entre otros avances, se ha descubierto que en esa época los pobladores ya construían edificios con dos alturas.

Así lo explicó el arqueólogo que coordina los trabajos, Ferran Falomir, para quien los hallazgos “están siendo muy positivos”, porque los restos constructivos y toda la trama urbana que ven les da mucha información “del sistema de construcción y de la arquitectura de la época”. De esta forma, la hipótesis con la que trabajan los investigadores es que las construcciones originales sean más robustas que las posteriores, descubiertas en la anterior campaña, porque la actividad bélica era mayor en los orígenes del enclave. En cambio, en el siglo II a.C., las guerras habrían pasado y los edificios estarían pensados para la explotación agraria del entorno.

Esta nueva campaña de excavación se inició el pasado 4 de julio con el objetivo de poner en valor el poblado del Puig, y concluirá el próximo sábado 23. Gracias a este proyecto se han alcanzado por primera vez los niveles del siglo VI a.C., cuando el poblado fue construido. Además, Falomir destacó que los últimos datos indican que este yacimiento “es mucho más extenso de lo que se pensaba inicialmente”, por lo que se trata de un trabajo de largo plazo y recorrido en el que los expertos esperan obtener todavía mucha más información.

CERÁMICA

Según el arqueólogo de la Diputación, las tareas de estos días también han permitido sacar a la luz “mucho material metálico y cerámico de la época, que aportan mucha información del momento cronológico” que están excavando, “que es el siglo VI a.C.”, concreta.

Los estudiantes que realizan las excavaciones proceden de la Universitat de València, de Murcia, de la UNED, entre otros centros universitarios.

Estos no son los primeros trabajos que se realizan en el Puig este año, puesto que en febrero se limpiaron las arenas y gravas del poblado para dejarlo listo para el verano.

El verano pasado el hallazgo más importante fue el de un bastión, el de mayor tamaño encontrado hasta ahora en el yacimiento, y el 2014 se descubrió un campo frisio en su perímetro, un sistema defensivo avanzado para la época.

(Fuente: Mediterráneo / Javier Flores)

23 de julio de 2010

Tras las pistas de los íberos en El Puig (Alicante)

Reinterpretar la vida de hace 2.500 años a través de las ruinas. Este es el objetivo del equipo de arqueólogos que trabaja desde hace seis años en el yacimiento íbero de El Puig, sobre el Barranco de la Batalla en Alcoy, y la campaña de este año arroja nuevos datos sobre cómo vivían y se relacionaban las familias que habitaron la zona en la Edad del Hierro. La excavación actual se centra sobre una barriada de 400 metros cuadrados en la que residieron unas seis familias, que se vieron obligadas a abandonar el poblado de forma repentina, según las primeras hipótesis, por una rivalidad vecinal. Las cerámicas halladas constatan que a partir del año 325 a.C., El Puig quedó desierto.

El proyecto de investigación en El Puig se inició en el año 2004, y está dirigido por el profesor titular de Arqueología en la Universidad de Alicante, Ignasi Grau, y el director del Museu Arqueològic Municipal de Alcoy, Josep María Segura. El pasado 28 de junio se inició una nueva campaña de trabajos, en la que colaboran catorce alumnos de forma altruista, que se prolongará hasta el próximo domingo. Para este día, según anuncia Segura, «se celebrará una jornada de puertas abiertas para dar a conocer la tarea llevada a cabo, desde las 10.30 hasta las 12 horas, y se pondrá a disposición de los interesados un servicio de autobús gratuito que partirá desde la Tourist Info».
El Puig, que se localiza en un extremo de la urbanización del Estepar, sobre el Barranco de la Batalla, se convirtió en un asentamiento humano durante gran parte del primer milenio antes de la Era. Los restos más visibles son los de su último momento de ocupación en época ibérica clásica, en el siglo IV a.C. Una comunidad de alrededor de trescientas personas escogió este monte, que satisfacía las necesidades estratégicas y defensivas, para construir un poblado de casas cuadrangulares de piedra, articuladas en torno a calles rectas, así como sólidas fortificaciones en el único camino de acceso. El Ayuntamiento de Alcoy concluyó hace dos años la restauración de un torreón de forma cuadrangular.
Según informa Ignasi Grau, «este año estamos trabajando sobre una barriada que ocuparía unos 400 metros cuadrados, en la que vivirían unas seis familias, de las cerca de 90 que llegaron a habitar en todo El Puig, y hemos encontrado documentación de primer orden para poder interpretarla y saber cómo era la actividad diaria del siglo IV antes de Cristo».
A diferencia de campañas anteriores, en las que los arqueólogos detectaron en pequeños cuadros toda la historia del yacimiento desde sus orígenes, en el siglo VIII hasta finales del IV, ahora están obteniendo una imagen del último momento del asentamiento.
«Estamos dando color a una imagen que antes teníamos en blanco y negro, y es que ahora empezamos a conocer con detalle las formas de economía, de la vida doméstica, familiar, de agregación social y de estrategias para relacionarse entre ellos». En este sentido, Grau detalla que el hallazgo de una serie de vestigios han permitido recomponer dietas, pautas de consumo y saber los productos que cultivaban las familias de la Edad del Hierro. «Comían ovejas y cabras principalmente, después cerdos y alguna vaca en tiempos de fiesta. También consumían de forma habitual bellotas y cerveza, y vino en las fiestas. En una habitación también hemos encontrado copas áticas, lo que demuestra que bebían de forma extraordinaria y no ordinaria».
Por otra parte, el grupo de arqueólogos ha detectado niveles de abandono repentino en la zona, que quedó deshabitada partir del año 325 a.C. Grau explica que «las familias dejaron aquí todo lo que tenían, y hay evidencias de que en algunas casas se produjeron incendios, por lo que todo apunta a que les obligaron a marcharse». Asimismo, indica que «hay varias hipótesis a investigar, pero más que una invasión de gente venida de fuera, como cartagineses u otros grupos, puede que hubiese una rivalidad vecinal, y el candidato es La Serreta, que sí mantuvo su vida y vio incrementada su población, posiblemente porque las familias de El Puig fueron obligadas a trasladarse allí». (Fuente: lasprovincias.es)