Intervención del pecio 'Matagrana', llevada a cabo por la Junta en 2008. FOTO: HUELVA INFORMACIÓN |
El doctor en Arqueología Subacuática Claudio Lozano los encontró el lunes, cuando paseaba por la bajamar, y lo puso inmediatamente en conocimiento de la autoridades. El martes presentó un escrito informando a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva sobre este asunto, documento al que ha tenido acceso Huelva Información y en el que defiende como principal tesis que pudieran tratarse "de restos del Matagrana que no descubrió la Junta en su primera intervención", pero donde también insta a la Administración autonómica a "que se descarte que se trate de otra embarcación, ya que se encuentran en una cota diferente de donde se ubicaba el pecio de Matagrana y además presentan otra orientación".
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Pero la importancia del San Medel y Celedón vas más allá. Su hallazgo vendría a rellenar un hueco importantísimo en la historia de la construcción naval, puesto que "marca la transición entre la nao y el modelo constructivo de los galeones".
PROTOCOLO DE HALLAZGOS CASUALES
La Delegación Territorial de Cultura, como consecuencia de la información aportada por el arqueólogo subacuático, activó ayer el protocolo marcado por la Ley de Patrimonio Histórico en caso de hallazgos casuales como el que se le ha notificado, trasladando a varios técnicos autonómicos a la zona de la aparición, donde ya han tomado muestras fotográficas y han realizado mediciones. Estos trabajos, según informó ayer a este diario la Administración andaluza, continuarán en la misma línea en la jornada de hoy.
Lozano lamentó que el descubrimiento del pecio de Matagrana no diera lugar a "ninguna publicación científica de referencia", así como que la embarcación no se acabara extrayendo para su exposición pública. "Lo lógico es que lo descubierto por el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática, dependiente del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, revertiera un poco en la sociedad".
Es más, pese al interés de los ayuntamientos de Punta Umbría y de Cartaya en que los ciudadanos pudieran acceder al barco en una instalación creada para tal fin, "se volvió a enterrar, como tantas cosas de interés arqueólogo de Huelva". El experto detalló que "llevaron una retropala, se hizo un agujero, llegaron al manto freático (la zona húmeda), colocaron un geotextil y allí enterraron el barco", justo en la zona donde está el chiringuito Fashion, donde sigue oculto a día de hoy.
(Fuente: Huelva Información / Raquel Rendon)