Uno de los hallazgos más importantes ha sido el de pinturas esquemáticas
en el interior de cuevas que podrían formar parte de los ritos funerarios
del final del Neolítico.
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Se trata de nueve nuevos conjuntos de arte rupestre, localizados en diversos barrancos que vierten al río Canyoles. Una cantidad con la que se duplica el numero de estaciones rupestres inventariadas hasta ahora en esta comarca valenciana.
Un interesante tesoro arqueológico que invita a seguir reflexionando sobre los primeros «valencianos» que habitaron en la región.
Asimismo, sus características principales los han convertido en un conjunto de pinturas que pueden arrojar luz a los investigadores y arqueólogos que trabajan en esta zona.
Arte levantino esquemático
Entre las primeras conclusiones que se han extraído se ha podido saber que pertenecen a los artes levantino y esquemático. Entre los primeros destaca el localizado en el barranc de Terrasos (Vallada) que conserva diversas escenas con figuras humanas de color negro, correspondientes a un estilo hasta ahora no documentado por los científicos.
Sin embargo, uno de los resultados más significativos ha sido el de las pinturas rupestres esquemáticas halladas en el interior de cuevas, en algunos casos en zonas de total oscuridad y penumbra. Este es el caso de las encontradas en la Cueva Santa de Fuente la Higuera. Según explicó el coordinador de arqueología de La Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts, Rafael Martínez Valle, la importancia de estas pinturas rupestres radica en que se encuentran dentro de la propia cueva un hecho insólito hasta el momento. «Puede que visualmente, su calidad no sea considerada de las mejores, pero este hallazgo no se había dado nunca».
En estos casos las pinturas rupestres se asocian a enterramientos colectivos. Su realización formaría parte de los ritos funerarios efectuados por los grupos humanos del Neolítico final, a finales del III milenio a. C. En el interior de ella se conservan diversos motivos pintados que técnica y formalmente se aproximan al Arte Macroesquemático, un estilo hasta ahora exclusivo de las tierras alicantinas relacionado con los primeros agricultores que ocuparon estas tierras hace 7000 años.
Unos descubrimientos, los nueve realizados hasta la fecha, que aseveran que esta comarca valenciana es la «Altamira» valenciana.
Arte abstracto neolítico
Realizadas con pigmentos naturales, estas pinturas rupestres ejemplifican motivos naturales. Estas representaciones son simbólicas, no figurativas. Este arte esquemático podría ser una de las primeras expresiones abstractas de la historia. Por ello, los arqueólogos resaltan el que se encuentren situadas dentro de las cuevas, lo que hace que se asocien a enterramientos colectivos de los ritos funerarios del Neolítico final.
Sin embargo, uno de los resultados más significativos ha sido el de las pinturas rupestres esquemáticas halladas en el interior de cuevas, en algunos casos en zonas de total oscuridad y penumbra. Este es el caso de las encontradas en la Cueva Santa de Fuente la Higuera. Según explicó el coordinador de arqueología de La Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts, Rafael Martínez Valle, la importancia de estas pinturas rupestres radica en que se encuentran dentro de la propia cueva un hecho insólito hasta el momento. «Puede que visualmente, su calidad no sea considerada de las mejores, pero este hallazgo no se había dado nunca».
En estos casos las pinturas rupestres se asocian a enterramientos colectivos. Su realización formaría parte de los ritos funerarios efectuados por los grupos humanos del Neolítico final, a finales del III milenio a. C. En el interior de ella se conservan diversos motivos pintados que técnica y formalmente se aproximan al Arte Macroesquemático, un estilo hasta ahora exclusivo de las tierras alicantinas relacionado con los primeros agricultores que ocuparon estas tierras hace 7000 años.
Unos descubrimientos, los nueve realizados hasta la fecha, que aseveran que esta comarca valenciana es la «Altamira» valenciana.
Arte abstracto neolítico
Realizadas con pigmentos naturales, estas pinturas rupestres ejemplifican motivos naturales. Estas representaciones son simbólicas, no figurativas. Este arte esquemático podría ser una de las primeras expresiones abstractas de la historia. Por ello, los arqueólogos resaltan el que se encuentren situadas dentro de las cuevas, lo que hace que se asocien a enterramientos colectivos de los ritos funerarios del Neolítico final.
(Fuente: La Razón / N.Camacho)