Murumendi, el mitológico y tan nombrado monte beasaindarra vuelve a ser noticia a lo largo del mes de agosto. No lo es por la recuperación de sus afamadas romerías de agosto de antaño sino por las prospecciones arqueológicas que desde la sociedad arqueológica Suhar vienen realizando, al igual que lo hicieron a finales de los ochenta del siglo pasado arqueólogos de Aranzadi. El objetivo de ir profundizando en la búsqueda de vestigios y restos arqueológicos datados en la Edad de hierro.
Los arqueólogos en plena prospección en Murumendi. |
En la campaña realizada en los ochenta, la sociedad de ciencias Aranzadi realizó «un trabajo de prospección inédito en una zona con todo el aspecto de ser un recinto fortificado con dos aterrazamientos en forma de escalón», según señalaba Carlos Olaetxea en el informe realizado en su día.
Ahora los miembros de Suhar, con el beasaindarra Ander Arrese al frente, han ido mucho más lejos; fruto de un trabajo muy paciente se han topado con muchos más vestigios de una Edad de Hierro bien avanzada. En el centro de la primera zona defensiva se toparon con una abertura y allí pudo ubicarse una torre y adosado a la pared donde encontraron un molino manual.
Cerámica con torno
En otras prospecciones cercanas encontraron gran cantidad de restos de cerámica, un colgante de bronce...Y es que trabajan al detalle, ya que entre la cerámica aparecida distinguen la realizada artesanalmente, es decir, manualmente y aquellos otros restos que fueron trabajados con un torno. Es impresionante que estos vestigios permanezcan 22 siglos en un sitio tan cercano.
Doble muralla concéntrica
Los miembros de Suhar ubicaron las zonas de los muros de defensa en forma de semicírculo concéntrico hasta llegar a la zona del barranco; y en un plano más elevado hay otros muros cuyo espacio interno era utilizado a beneficio del hábitat humano.
El molinillo manual encontrado en las catas de 2009. |
La pendiente sobre la que se encuentra el yacimiento a los mismos moradores de aquellas zonas hace 22 siglos les condicionó su forma de vida.
En otra de las zonas hallaron gran cantidad de escoria de hierro lo que les llevó a considerar que aquella zona era propia de una fundición al estilo de aquella época, pero no han podido dar con los restos del horno.
Prueba | |
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(Fuente: Diario Vasco/JuanTxo Unanua)