Equipo que ha participado en la campaña de excavaciones del pasado verano en Contrebia Leucade. |
Pérez Pastor, para quien Contrebia Leucade es «una segunda Pompeya», ha indicado que, aunque esta campaña arqueológica ha sido corta en el tiempo, ha sido «muy fructífera» y se ha centrado en una ladera que discurre de forma paralela a la muralla intramuros, en dos viviendas de carácter rupestre.
Los enterramientos encontrados están prácticamente completados y, de acuerdo con la dentadura y huesos encontrados, pueden corresponder a dos niños de entre 5 y 7 años. A ese hallazgo se ha unido una parte importante del trazado urbano de Contrebia Leucade, al excavar en la calle que discurre frente a las dos viviendas y descubrir huellas de carros.
«Se han descubierto bastantes restos de huesos de animales, en concreto de conejo, lo que nos aporta importante información sobre la alimentación de sus habitantes», ha indicado Pastor. También se han encontrado restos de cerámica similares a los hallados en los hornos de Tricio, fragmentos de olla del siglo VIII y una hebilla de cinturón de «cierto interés» realizada en bronce.
Cada excavación permite conocer mejor cómo se construía y cómo se vivía en Contrebia Leucade, yacimiento de que se han editado un millar de folletos divulgativos para acercar a los ciudadanos algunas de sus características más destacadas.
En esa información figuran datos sobre el contexto histórico en el que se desarrolló este asentamiento celtíbero, su función defensiva, la adaptación del urbanismo a la irregularidad del terreno y los sistemas de abastecimiento y canalización del agua que utilizaban sus habitantes a lo largo de los siglos.
PRESENCIA HUMANA EN CONTREBIA LEUCADE
Las muestras más antiguas de la presencia humana en Contebria Leucade datan del final de la Edad de Bronce y se encuentran en la 'Cueva de los Lagos', que fue utilizado como lugar de enterramiento por un pequeño grupo humano.
El primer asentamiento se produjo en la primera Edad de Hierro, cuando se construyó un poblado sobre la cumbre del monte más occidental, aprovechando las posibilidades defensivas de la zona.
Sobre esta base, surgió durante la segunda Edad de Hierro la ciudad celtibérica, hoy conocida como Contrebia Leucade, periodo en el que el asentamiento alcanzó su extensión definitiva de 12 hectáreas de superficie amurallada, se construyó su sistema defensivo y se organizó su trazado urbano.
En la época imperial romana, la ciudad registró un periodo de renovada actividad, se construyó la muralla que cierra el lado norte; en el siglo VII acogió un importante volumen de población, que perduró, tras a conquista islámica, hasta finales del siglo IX o inicios del X.
(Fuente: La Rioja / EFE)