El Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA documenta un complejo termal de época romana, con parte del tepidarium y caldarium en buen estado de conservación.
El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, con el apoyo del Ayuntamiento de Mengíbar (Jaén), ha acometido durante los meses de mayo y junio una nueva campaña de excavaciones en el entorno del Arco de Augusto (Ianus Augustus), en el marco del Proyecto de Investigación PAIDI2020 denominado ‘Iliturgi: de Escipión a Augusto’.
En concreto, las excavaciones se han centrado en la localización de los restos de un posible puente romano sobre el río Guadalquivir, hipótesis planteada tras la realización de una prospección con georadar en 2019. Además, se pretendía realizar la documentación de los edificios que también revelaban los resultados de la citada prospección, realizados por el CAI de la Universidad Complutense de Madrid y, más recientemente, por el Instituto de Arqueología de Mérida (CSIC).
Las excavaciones han sacado a la luz los restos de un complejo termal de época romana, con parte del tepidarium y caldarium de las mismas, en buen estado de conservación, si bien, las dimensiones de los sondeos realizados no han permitido obtener una visión completa de la configuración del edificio.
“El sitio, localizado en la orilla del Guadalquivir, es más complejo. El georadar muestra la existencia de un enorme edificio de más de 40 metros de lado, con distintas dependencias, el cual se encuentra parcialmente soterrado bajo una carretera local. Tanto su localización, a escasos metros del Arco de Augusto, en plena Via Augusta, en la frontera de la Betica y Tarraconense, como su distribución y dimensiones nos sitúan ante un edificio de servicios, probablemente relacionado con la función propia de la calzada romana”, explica el responsable del proyecto Juan Pedro Bellón, junto a Miguel Ángel Lechuga, en el que participan además Mª Isabel Moreno, Mario Gutiérrez, Carolina Castuera, Darío Garrido y José Luís Pérez, investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA. Junto a estos, Antonio Pizzo, director de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC), realizaba en mayo el análisis arquitectónico de los restos del arco romano.
Tras la excavación, se va a proceder al estudio de materiales, para fijar la cronología de las estructuras excavadas y su correlación con el complejo monumental del Ianus Augustus. Los trabajos arqueológicos han servido para la realización del Practicum en el Grado Interuniversitario de Arqueología de la Universidad de Jaén, contando con la participación de alumnado de este título, así como del Máster Interuniversitario en Arqueología de los Paisajes Culturales.
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