Poco, muy poco o casi nada se sabe de la Córdoba del siglo VIII. De esos años oscuros apenas nos han llegado documentos. Sin embargo, fue en el siglo VIII cuando cambió todo en la ciudad. La historia oficial dice que fue entonces cuando se estableció en Córdoba el primer omeya, Abderramán I, que en una epopéyica huida de varios años sobrevivió a la matanza de todos sus familiares en Damasco (Siria) y vino a parar a Córdoba, a crear el primer emirato, tras recorrer todo el Norte de África y guerrear con media Península. La historia oficial ha asumido que esto fue así por los escritos que se redactaron dos siglos después, pero a día de hoy la huella del primer omeya en Córdoba apenas si existe. No obstante, eso podría estar cambiando.
La excavación bajo el Instituto Oftalmológico se va a conservar. FOTO: TONI BLANCO |
La arqueólogoca Fátima Castillo lleva más de seis años trabajando en unos restos arqueológicos que podrían ser los del palacio o la finca del primer omeya.
Castillo ha expuesto su hallazgo y descubrimiento en una conferencia en el Museo Arqueológico de Córdoba, que atesora parte de lo poco que se conserva en la ciudad del siglo VIII.
El gran hallazgo de Castillo está en la excavación bajo el Instituto Oftalmológico que ha construido el hospital de la Arruzafa y cuyos restos se van a conservar.
El gran hallazgo de Castillo está en la excavación bajo el Instituto Oftalmológico que ha construido el hospital de la Arruzafa y cuyos restos se van a conservar.
UN GRAN PALACIO DEL SIGLO VIII
La arqueóloga Fátima Castillo durante la presentacion de los resultados de la excavación. FOTO: TONI BLANCO |
Así, el equipo de Castillo ha localizado los restos de dos grandes edificios de época emiral. Unos restos son del siglo VIII (contemporáneos al primer omeya) y otros del siglo IX (el anterior al Califato).
Los restos, según Castillo, no son más que el extremo de lo que supone una gran edificación de esa época y que podría corresponderse con la gran finca o palacio o almunia de Abderramán I, habitado posteriormente por Abderramán II. Es decir, al famoso y perdido palacio de la Arruzafa (o Al-Rusafa).
La arqueóloga identifica el primer edificio como uno de los “castillos del desierto de Siria y Jordania” por la aparición de un “contrafuerte” muy similar a los que se construían en el siglo VIII en Oriente Medio. Junto a él habría encontrado también los restos de una “gran tapia” que se extiende al menos hacia la avenida del Brillante e incluso al plan parcial O-1 y que le apuntaría a sospechar que está ante ese gran edificio que sería el palacio de la Arruzafa, que se sabe que existió pero que todavía no ha sido descubierto.
OTRO EDIFICIO CON ESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS
El segundo edificio localizado también es curioso. Así, Castillo asegura que se ha encontrado que la edificación tenía una estructura subterránea y una segunda planta, algo que “no es usual en una época tan temprana”. En la zona han aparecido restos arqueológicos también que apuntan a una presencia humana continuada durante al menos 3.500 años.
Hasta ahora, según la arqueóloga, se pensaba que la zona del entorno del hospital de la Arruzafa tenía pocos restos arqueológicos. Por eso, asegura que “ha sido una sorpresa” el hallazgo que, con todos los condicionales, apunta a que ahora sí, Córdoba ha descubierto por fin el palacio del primer omeya y que sus piedras pueden dar respuesta a muchas preguntas.
La arqueóloga identifica el primer edificio como uno de los “castillos del desierto de Siria y Jordania” por la aparición de un “contrafuerte” muy similar a los que se construían en el siglo VIII en Oriente Medio. Junto a él habría encontrado también los restos de una “gran tapia” que se extiende al menos hacia la avenida del Brillante e incluso al plan parcial O-1 y que le apuntaría a sospechar que está ante ese gran edificio que sería el palacio de la Arruzafa, que se sabe que existió pero que todavía no ha sido descubierto.
OTRO EDIFICIO CON ESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS
El segundo edificio localizado también es curioso. Así, Castillo asegura que se ha encontrado que la edificación tenía una estructura subterránea y una segunda planta, algo que “no es usual en una época tan temprana”. En la zona han aparecido restos arqueológicos también que apuntan a una presencia humana continuada durante al menos 3.500 años.
Hasta ahora, según la arqueóloga, se pensaba que la zona del entorno del hospital de la Arruzafa tenía pocos restos arqueológicos. Por eso, asegura que “ha sido una sorpresa” el hallazgo que, con todos los condicionales, apunta a que ahora sí, Córdoba ha descubierto por fin el palacio del primer omeya y que sus piedras pueden dar respuesta a muchas preguntas.
(Fuente: Cordópolis / Alfonso Alba)
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