Los arqueólogos sospechan que la construcción de 40 metros cuadrados daba algún tipo de servicio auxiliar a la Villa.
La villa romana de La Estaca va camino de convertirse en una caja de sorpresas arqueológicas. Si bien la campaña de este año tenía como objetivo descubrir una habitación contigua a la del mosaico descubierto en 1958 en el mismo yacimiento, un sondeo realizado recientemente obligó a cambiar ligeramente los planes. La aparición de una nueva construcción de 40 metros cuadrados y de origen romano situada a escasa distancia de la construcción principal ha obligado a los investigadores a dividirse en dos grupos hasta el fin de los trabajos, el día 24 de este mes.El georradar permitió al equipo encabezado por el arqueólogo Juan Muñiz descubrir hace escasos días la existencia de la construcción. Desde ayer, parte de ellos se encuentran trabajando en una zona en la que ya han aflorado parcialmente los muros y en los próximos días se conocerá más acerca de lo que albergaban en su interior. "Sospechamos que daba algún servicio auxiliar a la villa", apunta Muñiz acerca de un inmueble "de indudable origen romano" y "alineado con el resto del conjunto de edificios".
Debido al apremio de los plazos solo se descubrirá una pequeña parte del nuevo hallazgo y se marcará de cara a futuras campañas. Para los investigadores, el hallazgo supone corroborar la hipótesis de que la villa romana de La Estaca formaba parte de un complejo mucho más grande que abarcaría todo el valle situado a medio camino de varias ciudades romanas de Asturias y Galicia.
INICIATIVA POPULAR
La excavación de este año ha sido posible gracias a los 8.500 euros recaudados por el colectivo creado por vecinos de Las Regueras para impulsar las investigaciones en La Estaca. Se trata de la segunda campaña financiada por iniciativa popular tras la exitosa de finales de 2018 que hizo aflorar un gran mosaico romano de 14 metros cuadrados, mejor conservado incluso que el localizado en esa misma finca por José Manuel González en 1958.
Los trabajos iniciados para descubrir la habitación contigua a la del mosaico hallado hace 62 años y trasladado posteriormente al Museo Arqueológico, donde continúa, permitirán ubicar mejor dicha decoración en el contexto de la villa. Por su parte, las indagaciones sobre el nuevo edificio podrían despejar las dudas sobre la existencia de más mosaicos y el modo de vida de los habitantes del conjunto.
(Fuente: La Nueva España / L. Blanco Foto: Irma Collín)
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