Los trabajos en el sector norte concluyeron el pasado mes de abril. |
SUELO DE LOSAS
Los arqueólogos han querido confirmar que la existencia de dicha estructura era uno de los principales objetivos de la intervención arqueológica y su hallazgo se produjo a una profundidad de aproximadamente dos metros bajo tierra. Se trata de un suelo de losas de grandes dimensiones, que gracias a los hallazgos cerámicos ha podido ser fechado entre los siglos V y III a. C.
Probablemente, este pavimento y el edificio al que pertenezca motivaron el desvío de la calzada romana para respetar dicha estructura. Identificar muros asociados a este suelo, que ayuden a identificar la estructura a la que pertenece, será el objetivo prioritario de las siguientes campañas de excavación.
EQUIPO HISPANO ALEMÁN
La campaña ha sido realizada por un equipo de investigación hispanoalemán: por un lado el grupo de Investigación HUM 882 Antiguas Ciudades de Andalucía, que dirige el profesor Carlos Márquez en la Universidad de Córdoba; por otro, el Instituto de Arqueología de la Universidad de Tubinga.
El proyecto surgió tras observarse que en una zona al norte del foro de la ciudad el estricto y rígido sistema de distribución de las calles de la ciudad romana fue interrumpido intencionalmente, quizás para respetar una estructura ibérica preexistente a la fundación de la colonia romana de Torreparedones.
Este ha sido un proyecto de investigación internacional que ha estado coordinado por las dos universidades y ha contado con un presupuesto de 24.000 euros, de los que 18.000 han sido aportados por el Gobierno alemán y 6.000 euros por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español.
(Fuente: El Día de Córdoba / Sara Núñez)
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