El proyecto de investigación promovido por la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Servicio municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), en torno a las galerías subterráneas del municipio, hasta ahora apenas estudiadas pese a ser conocida su existencia, ha alcanzado hasta el momento la exploración del 40 por ciento de la red de estas galerías que servían para captar y canalizar el agua de los manantiales naturales.
José Millán, presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, ha informado que el equipo técnico que protagoniza esta investigación, formado por un arqueólogo, un geólogo y varios espeleólogos, ha explorado ya aproximadamente "el 40 por ciento" de las galerías que "pudiera haber" en el subsuelo de Carmona.
Desde antiguo se conocen algunos textos y noticias sobre las galerías excavadas que recorren las profundidades tanto de la ciudad de Carmona como de su término municipal, especialmente a cuenta del papel de "los poceros" en tales "minas de agua", según José Millán, quien explica que pese al conocimiento e incluso "limpieza" de tales conducciones, apenas se habían realizado algunos estudios sobre sus trazados o de la época en las que fueron construidas, ni había mediado un "tratamiento arqueológico".
"Había mucha información sobre las galerías, sobre todo gracias a los poceros, pero hay sectores (de la red de conducciones) en los que no había entrado nadie durante cientos de años", ha expuesto el presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, a la hora de detallar este trabajo de exploración de investigación arrancado desde la denominada mina de San Antón, que transcurre a unos 15 metros de profundidad entre las calles Real y San Antón, presentando varias ramificaciones.
"Había mucha información sobre las galerías, sobre todo gracias a los poceros, pero hay sectores (de la red de conducciones) en los que no había entrado nadie durante cientos de años", ha expuesto el presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, a la hora de detallar este trabajo de exploración de investigación arrancado desde la denominada mina de San Antón, que transcurre a unos 15 metros de profundidad entre las calles Real y San Antón, presentando varias ramificaciones.
RESTOS ROMANOS
Los investigadores han descubierto numerosas formaciones geológicas o espeleotemas de gran belleza, como estalactitas, nidos de pisolitas o perlas de las cavernas, chimeneas de hadas, coladas y calcitas flotantes, así como una estructura perfectamente conservada y construida en su totalidad con tegulae, tejas planas romanas que certifican el origen romano de estas canalizaciones subterráneas. Esta estructura corresponde a un refuerzo de la canalización en un tramo de la mina donde el terreno es de composición arcillosa y por tanto más inestable.
Según José Millán, los indicios apuntan a que las galerías comenzaron a ser excavadas "en el siglo I" después de Cristo, toda vez que a su juicio no es probable encontrar vestigios de mayor antigüedad, dada la "tecnología" a la que está asociada la construcción de estas galerías. Tras haber explorado ya "el 40 por ciento" de las galerías, y con trabajo "para varios meses" por delante, Millán avisa de que no será posible llegar al cien por ciento de las conducciones de agua, porque "muchas están inundadas o taponadas".
(Fuente: 20 Minutos / Europa Press)
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