Vista aérea del Mar Menor.FOTO: LA CRÓNICA DEL PAJARITO. |
Según sus investigaciones esto fue debido a que lo que hoy se conoce como La Manga hace dos mil años no existía. “Entre Las Amoladeras y Calnegre (desde Cabo de Palos hasta la plaza Bohemia) había una enorme apertura natural de cinco kilómetros por donde pasaban las naves cargadas de mercaderías, tanto cartaginesas como romanas, que atracaban en numerosos asentamientos constatados desde El Vivero hasta El Carmolí, de Los Urrutias”, explica Del Toro.
El tráfico habitual y mayoritario de estas naves eran, según García del Toro, el famoso garum y la plata y el plomo extraído de las montañas de la cercana Sierra de Cartagena.
VARIOS PUERTOS LOCALIZADOS
El profesor afirma tener localizados varios puertos:
-Puerto de Las Amoladeras, donde se descubrieron restos de naves a menos de dos metros de profundidad que, por su cercanía a la orilla, descarta que fueran naufragios “sino atraques”.
-Puerto de El Vivero, un perímetro antaño semicircular y hoy completamente colmatado donde está convencido de conservarse naves completas sin pudrirse dado el fondo fangoso sin oxígeno que tenía. García del Toro advierte que tanto él como la Dirección General de Cultura estarán “atentos” a todo posible dragado que se realice al considerarse lugar de “especial impacto arqueológico”.
-Playa de El Castillico (cercano al camping Caravanning) donde aún se pueden observar restos de sus instalaciones industriales y comerciales romanas “hasta el mismísimo mar” junto a la villa o domus del patricio de turno al haber podido constatarse la presencia de muros de puerto bajo el mar, lo que incrementa el valor del lugar al añadirse, al varadero, una casa. En la zona se han encontrado fragmentos de mosaicos romanos opus tessellatum polícromos y muñecas de terracota de la época del emperador Antonino Pío por su tipología y peinado.
-Loma de El Escorial en la desembocadura de la rambla de La Carraqueta en Los Nietos existen aún restos muy mal conservados de unas instalaciones portuarias “de primer orden con un poblado comercial cartaginés y otro romano documentado desde el siglo IV adC.
-Finca de Lo Poyo. Cuenta, según el profesor, con unos enormes almacenes portuarios con muros de piedra y gran cantidad de restos minerales aún perfectamente visibles.
-El Carmolí, dado que su origen volcánico servía de cantera para la extracción de piedras para los espigones que se construyeron.
Por todo ello García del Toro considera que cualquier actividad que implique movimiento de suelo o alteración de éste, en toda esta gran área del Mar Menor Sur, debe ser vigilada por la propia Dirección General de Patrimonio Histórico por su alto valor arqueológico
Por último el profesor denuncia que la última excavación que Cultura ordenó en la zona fue a la empresa que iba a construir en Lo Poyo y Novo Cartago donde aparecieron “almacenes e instalaciones portuarias romanas con unos muros de aúpa. Estas excavaciones pagadas por la empresa -afirma García del Toro- fueron publicadas hasta con planos y fotos pero, más tarde, o se taparon o se destruyeron porque estar ya no están, a pesar de haberse publicado la memoria arqueológica de la excavación en unas jornadas de Arqueología regional del Instituto de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Cultura y Educación”.
(Fuente: La Crónica del Pajarito)
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