Han sido unas de las primeras prospecciones subacuáticas realizadas en los fondos marinos de Tabarca. Y su principal objetivo pasaba por confirmar las informaciones orales, los materiales sustraídos y los hallazgos casuales que han tenido lugar en este entorno, catalogado como Reserva Marina, a lo largo de los años. El Museo Arqueológico de Alicante acometió esta tarea del 1 al 15 de octubre y el principal resultado ha sido el hallazgo del cepo de un ancla romana.
Rafael Azuar (sentado a la izquierda), director del MARQ junto a otros miembros del equipo. Foto: La Información |
Con 1,40 metros de largo y un peso aproximado de 130 kilogramos, esta pieza de plomo correspondía, según los primeros estudios, al ancla de un navío mercante romano, muy probablemente del Alto Imperio. La pieza se encontraba oculta bajo las hojas secas de la posidonia, en una zona de intenso fondeo de embarcaciones que llegan a la isla, por lo que se optó por informar del hallazgo a la Conselleria de Cultura y solicitar su extracción para garantizar su conservación. De esta manera se procedió a sacar del agua el cepo, con la ayuda del barco Punta Falcó, con el que se consiguió recuperar la pieza de plomo, que posteriormente se traslado al MARQ donde permanece para su tratamiento y posterior estudio.
Este hallazgo viene a confirmar la importancia de la isla en las rutas de navegación de la antigüedad, ya que se ha comprobado la información que existía hasta ahora sobre pecios hundidos y se han documentado nuevos hallazgos, aunque se trata de restos puntuales y no de estructuras de barcos. Todos estos datos van a permitir actualizar la Carta Arqueológica del Patrimonio Cultural Subacuático de las costas de la provincia de Alicante que está llevando a cabo el MARQ, según los acuerdo de la Convención de la Unesco 2001.
Momento del izado del cepo del ancla romana. Foto: La Información. |
Las prospecciones se han realizado en más de una treintena de puntos de la isla, entre otros, los Farallones, el Campo de Ánforas, citado en los escritos del padre Belda, y frente a la Puerta de la Trancada. Así, se han localizado, identificado y referenciado diversas concentraciones de ánforas, lugares de fondeo y las dos anclas fenicias de piedra -cuya existencia se conocía y que se han documentado in situ-, así como restos de hundimientos y naufragios de finales del siglo XIX.
Esta campaña se ha realizado bajo la dirección del arqueólogo del MARQ Rafael Azuar, José Lajara y Omar Inglese, con un equipo integrado por Arturo Rey, técnico para la convención de la Unesco; Sergio Moreno, de la Universidad de Málaga; César Martínez, de la Universidad Autónoma de Madrid; Daniel Calatayud, fotógrafo subacuático; Alberto Bravo-Morata, de la Universidad de Alicante; Carlos Monfort, de la Universidad de Valencia, y Daniel Sirvent, profesor asociado de la Universidad Alicante, entre otros.
Además, este equipo ha contado con la colaboración de José Manuel Pérez Burgos, director del Museo Nueva Tabarca, y de Felio Lozano, técnico de la Reserva Marina, así como de la Concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Alicante que ha puesto a disposición del equipo el Aula del Centro de Educación Ambiental de Tabarca.
(Fuente: La Información / Cristina Martínez)
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