Menos mal que lo que parece fue sarcófago de San Vicente Mártir, alguna alma sensible y piadosa lo rescató de ser abrevadero de animales y lo llevó al Museo de Bellas Artes de Valencia, por si acaso al final no queda nada del monumento.
La de Sant Vicent de la Roqueta es la ecclesia mater cristiana de Valencia, que hoy se nos muere de pie, como su convento. El lugar que fuera siempre, sobre todo en la Edad Media, lugar de grandes peregrinaciones europeas, lleva muchos años en ruina. Es sabido que cuando un edificio no interesa se le abandona, se le dejan las puertas y ventanas abiertas, se le agujerea el tejado y los vientos y las lluvias acaban con él con el tiempo. La iglesia en pleno centro de Valencia. En esta imagen se muestra la "mutilización" del ábside para ensanchar el "Camino Real de Madrid". |
Cabe apelar al poder civil y al eclesiástico. Menos mal que lo que parece fue sarcófago del santo alguna alma sensible y piadosa lo rescató de ser abrevadero de animales y lo llevó al Museo de Bellas Artes, por si acaso al final no queda nada del monumento.
La puerta muestra el estado de abandono. |
La romanización, iniciada tres siglos antes de Cristo, fue la vía de entrada del cristianismo en tierras valencianas. El cristianismo llegó primero al medio rural, no a la grandess urbes, a la luz de los restos arqueológicos cristianos hallados en las últimas investigaciones. Sagunt, Camp del Turia, Xàtiva (San Félix), Santa Pola, Villajoyosa, Benimarfull, Benidoleig, la Plana de Castelló,… son lugares donde se ha encontrado indicios de presencia de comunidades y culto cristiano de la época de colonización romana. Una tradición medieval afirma que San Pablo pudo haber recalado en puertos de la costa valenciana para afianzar las primeras comunidades cristianas.
La iglesia resistió la dominación islámica
Murió (304 d. J.C), san Vicente mártir y su cuerpo sin vida fue enterrado sub sacro altari extra eisudem civitatis Valentiae ad quietem reponitur, en la Iglesia de la Roqueta, conservada durante dos mil años y salvada de sus destrucción incluso durante la dominación islámica, excepto cuando llegó la «civilización del progreso». Su ábside fue mutilada para ensanchar el Camino Real de Madrid en 1837 y su subsuelo perforado en tiempos recientes para la construcción del Metro, por lo que se cree que estas obras pudieron haberse llevado por delante como escombros importantes restos arqueológicos y, por qué no?, el cuerpo del protomártir valenciano.
(Fuente: Levante / Baltasar Bueno)
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