«Año I de la nueva era de Iruña Veleia: la muralla, restaurada en parte, ya puede recibir a los visitantes sin temor a derrumbes. La nueva ciudad aparecida extramuros empieza a enseñar sus tesoros. Esta excavación permanece prácticamente virgen, a pesar de que hace casi un siglo fue declarada Monumento Nacional y se empezó a horadar. Nos va a seguir dando mucha información sobre el pasado romano en nuestra tierra».
Una arqueóloga trabaja en el muro de la nueva zona de excavaciones. |
Una fotografía aérea tomada por un profesional de la Universidad de Burdeos en 1984 dio con una pista, hasta entonces impensada. Cerca del exterior de la muralla se adivinaban, a pesar de los campos cultivados durante siglos, estructuras, pilares y hasta calles a lo largo de 17.000 metros cuadrados. El hallazgo quedó ahí y sólo hace algo más de un año -tras el escándalo por los presuntos falsos hallazgos, que continúa en los tribunales y que llevó al cierre del yacimiento-, la Diputación como propietaria y la UPV, nueva gestora, retomaron ese descubrimiento. «Aquél borrón hay que olvidarlo porque si no, no avanzamos», comenta convencido el director de las excavaciones Julio Núñez, quien, además, se felicita del nuevo rumbo. «No sabemos nada de qué fue Iruña Veleia. Está prácticamente virgen. Seguro que guarda muchos tesoros y claves del alto Imperio Romano».
El nuevo equipo investigador respira entusiasmo. «Nuestra idea era localizar la vía romana a la entrada de la muralla y comprobar qué clases de construcciones se adivinaban. Comenzamos a trabajar en una extensión cercana a los 8.000 metros cuadrados y enseguida apareció esta trama urbana extramuros. De momento, nos centramos en este tramo pero cuando se terminen de excavar los 17.000 metros cuadrados, Iruña Veleia se verá desde otra perspectiva mucho mayor». Núñez piensa en alto a futuro, aunque es muy consciente de que con el nuevo Plan Director 2010-2020, los pasos son anuales, al igual que el presupuesto. Para el presente ejercicio, son 200.000 los euros transferidos desde la Diputación a la UPV para actuaciones arqueológicas y difusión. El Gobierno vasco también tiene aprobada otra partida de 270.000 euros.
Uno de los mosaicos aparecidos en el interior del recinto amurallado. |
«Patrimonio de todos»
El Museo Bibat mantiene actualmente una exposición que muestra tanto los descubrimientos antiguos del yacimiento como los pertenecientes a la última campaña. De las excavaciones de 2010, destaca una placa de bronce con las figuras de los dioses del comercio y de la guerra, Mercurio y Marte, respectivamente. También el museo guarda los restos de placas de mármol rojo Ereño (procedente de Vizcaya), mármol verde Cipollino de Grecia y mármol blanco de la mina italiana de Carrara. Todas estas piezas aparecieron en la misma habitación, por lo que los arqueólogos apuntan a que esa estancia pudiera haber sido una especie de templo sagrado.
Aroa, Roberto y Oier, voluntarios con experiencia en excavaciones. |
Abierto por obras
La nueva etapa de este yacimiento lleva adherida una dimensión divulgativa parecida a la de la catedral de Santa María. El cartel de 'abierto por obras' también está colgado en estas instalaciones. Los ciudadanos pueden acercarse mientras los arqueólogos trabajan.
María Izquierdo es la guía turística este verano. «Los visitantes salen muy contentos y también sorprendidos; convencidos de que volverán para ver cómo hemos avanzado», relata. A su lado, están Gema y Óscar, una pareja de turistas con dos niños pequeños. «No lo esperábamos así. Sobre todo impresiona la extensión. Habíamos visto otros yacimientos, pero estaban mucho más explotados. Aquí, hay mucho trabajo pendiente todavía. Habrá que volver».
(Fuente: El Correo)
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