El Parlamento gallego ha aprobado la puesta en marcha de una excavación arqueológica para sacar a la luz la villa romana que se presume bajo la plantación de kiwis de Boaventura, en la parroquia de Burgueira, en el municipio de Oia, y a catalogar todos los yacimientos existentes en la Serra da Groba. Todos los grupos parlamentarios apoyaron esta propuesta formulada tras las denuncias del Instituto de Estudios Miñoranos sobre los daños causados a este yacimiento de 1.800 años y a un petroglifo prehistórico por los movimientos de tierras realizados el pasado mes de abril para la explotación agrícola de 300.000 metros cuadrados.
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| La plantación de kiwis de Boaventura |
Existen más de cien yacimientos sin catalogar que corren peligro de ser arrasados, como ocurrió con el petroglifo destrozado en el lugar. Sus daños resultan ya irreparables, dado que la maquinaria de la empresa Kiwi Atlántico Fincas lo rompió en pedazos.
La excavación se pondrá en marcha en los próximos meses tras constatar un grupo de arqueólogos la existencia de una villa romana de unos 1.200 metros cuadrados de superficie. Los expertos realizaron en mayo –con la plantación ya en marcha– cinco catas y descubrieron la existencia de viviendas y pequeñas explotaciones agroganaderas de la época romana. Esta prospección permitió encontrar piezas como tégulas (tipos de teja utilizados por los romanos en sus construcciones), trozos de ánforas y restos de molinos.
Pero este material no fue el único hallado en la zona, ya que los aterramientos de la plantación de kiwis ya habían sacado a la luz diversas piezas de alto valor histórico, según habían asegurado miembros de la Sección de Arqueología del Instituto de Estudios Miñoranos, que vincula el asentamiento romano con las antiguas minas de oro existentes en las proximidades de Boaventura. Para estos expertos, el hallazgo resulta muy importante a nivel gallego dada su superficie y su riqueza de materiales.
El "atentado arqueológico" como consecuencia de la roturación de la tierra sin las autorizaciones correspondientes trajo imputaciones por delitos contra el patrimonio histórico a miembros del gobierno municipal de Oia, puesto que la Direccion Xeral de Patrimonio emitió hasta dos órdenes de paralización de las obras que, supuestamente, los representantes políticos ignoraron. De este modo, la plantación avanzó rápidamente sin que ninguna autoridad la frenase y los kiwis crecen en la finca sin que exista ninguna señalización del asentamiento romano.
(Fuente: El Faro de Vigo)
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