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12 de noviembre de 2024

La Guardia Civil investiga indicios de expolio en el yacimiento romano de Cáparra (Cáceres)

Se han encontrado más de medio centenaro de pequeñas excavaciones y movimientos del terreno en la antigua necrópolis de este yacimiento romano de la provincia de Cáceres. La voz de alarma la dio un trabajador y los primeros indicios apuntan a que el expolio se realizó por la noche, con detectores de metales y presumiblemente con éxito.
Objetos incautados en la Operación Tamussia, en abril pasado, tras expolios en Cáparra y Villasviejas del Tamuja en la provincia de Cáceres. EFE/ Jero Morales
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cáceres ha abierto una investigación tras la aparición de un número elevado de pequeñas excavaciones o remociones de terreno en el yacimiento arqueológico de Cáparra, en Oliva de Plasencia (Cáceres). Según ha informado a la agencia Efe la Guardia Civil, los agentes ya han inspeccionado el terreno en busca de indicios para aclarar si la aparición de los pequeños agujeros en la tierra en una parcela del yacimiento se corresponde con un nuevo caso de expolio.

Por su parte, la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes ha confirmado la apertura de la investigación y que se están analizando los posibles daños al patrimonio si los hubiera. Así, la directora general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, Adela Rueda, ha declarado en Madrid, a pregunta de los medios, que los agujeros fueron detectados por un trabajador y que “algo encontraron”. Cuando hay muchos agujeros, como en este caso, es señal de que van encontrando poco “hasta que ya les parece suficiente”, ha apuntado.

Ha recordado que la Junta de Extremadura tiene un servicio especializado frente a este problema que trabaja con la Guardia Civil, ya que, al margen de lo que expolian, destrozan estratos arqueológicos y provocan un daño al conocimiento “incalculable”. Rueda ha señalado que están trabajando en un sistema de seguridad más específico para Cáparra, que tiene la dificultad de que la superficie es enorme, y también en cuestiones como que las máquinas detectoras de metales puedan tener certificados asociados a nombres específicos.

No es la primera vez que el yacimiento de Cáparra es objeto de una acción de expolio. El pasado mes de abril, la Guardia Civil dio a conocer, en el marco de la operación “Tamussia”, la desarticulación de un grupo criminal dedicado al expolio de yacimientos arqueológico en la provincia de Cáceres. Seis personas fueron sido detenidas y otras tres investigadas por los presuntos delitos de daños continuados contra el patrimonio histórico, hurto agravado, blanqueo de capitales, receptación y pertenencia a grupo criminal.

La operación “Tamussia” comenzó a finales de 2023 tras detectarse un elevado número de pequeñas excavaciones realizadas con herramientas manuales, en el interior de los yacimientos arqueológicos de Cáparra y en el de Villasviejas del Tamuja, en el término municipal de Botija (Cáceres).

Ambos enclaves están considerados de gran interés por la relevancia de los restos arqueológicos existentes en ellos. El grupo criminal utilizaba sofisticados aparatos de detección metálica para realizar un barrido sistemático del interior de las zonas protegidas siempre en horario nocturno.

Se apropiaban de piezas y objetos de interés arqueológico, omitiéndose con ello cualquier tipo de rigor científico en su estudio, causando además, la pérdida del contexto arqueológico y de la información histórica asociada a las mismas. Posteriormente a través de redes sociales, en grupos cerrados y especializados, vendían parte de las monedas expoliadas a precios muy inferiores a su valor real en el mercado legal.
(Fuente: El Diario.es)

11 de noviembre de 2024

Intervienen en el aeropuerto de Palma gran cantidad de piezas arqueológicas expoliadas de «valor incalculable»

La investigación del SEPRONA de la Guardia Civil se saldó con la recuperación de más 1.000 piezas históricas, entre las que se encuentran numerosas monedas, ánforas, ungüentarios, lámparas, vasijas, joyas, figuras y espadas, entre otras.
Las piezas son de alto valor arqueológico.

La Guardia Civil ha intervenido en el aeropuerto de Palma una gran cantidad de piezas arqueológicas pertenecientes al Patrimonio Histórico Español cuando iban a ser sacados del país de manera ilícita y que podrían haber sido expoliadas en aguas de Mallorca.

Según ha informado la Benemérita en una nota de prensa, a raíz de este hallazgo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) dentro de las competencias que se le atribuyen en este tipo de delitos, inició una investigación que se saldó con la recuperación de más 1.000 piezas históricas, entre las que se encuentran numerosas monedas, ánforas, ungüentarios, lámparas, vasijas, joyas, figuras y espadas, entre otras.

Todo este patrimonio, a falta de un informe definitivo más detallado, se estima que tendría un valor incalculable.

Todo el material arqueológico, será entregado por la Guardia Civil al servicio de Patrimonio Histórico, para su estudio y catalogación, pero su destino final es la devolución a los ciudadanos de Baleares y para que queden expuestas en el Museo de Mallorca.

14 de octubre de 2024

Desvelada la trama urbana de la urbe vacceo-romana de Saldania (Palencia)

En las últimas semanas se ha desarrollado una prospección en aproximadamente 10 hectáreas de las 53 que comprende el yacimiento arqueológico, que ha permitido sacar a la luz parte de la trama urbana, así como varios edificios de época romana, entre los que destacan unas termas públicas.

La primera fase del estudio se centrará en las particularidades del asentamiento urbano y su desarrollo desde época prerromana.

Investigadores del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), centro de investigación mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Junta de Extremadura junto al arqueólogo Jaime Gutiérrez Pérez, han desvelado la trama urbana de la urbe vacceo-romana de Saldania.

Este yacimiento se localiza a pocos kilómetros de la villa romana de La Olmeda, en la localidad palentina de Saldaña, algo que los arqueólogos ven como una oportunidad única para relacionar la vida urbana y el desarrollo de las villas tardías en el medio rural en la época tardo-antigua a partir del siglo III d.C. Sin embargo, esta primera fase del estudio se centrará en las particularidades del asentamiento urbano y su desarrollo desde época prerromana.

En las últimas semanas, los arqueólogos Jaime Gutiérrez, Carlos Cáceres y Jesús García, investigador del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM-CSIC), han trabajado en la urbe vacceo-romana de Saldania para sacar a la luz la trama urbana mediante la aplicación de la prospección geofísica con georradar.

Gracias a la colaboración de la Diputación de Palencia, el Ayuntamiento de Saldaña y el Laboratorio de Arqueología de Mínima Invasión del IAM-CSIC, se ha desarrollado una prospección, en aproximadamente 10 hectáreas de las 53 que comprende el yacimiento arqueológico, que ha permitido sacar a la luz parte de la trama urbana, así como varios edificios de época romana, entre los que destacan unas termas públicas.

Junto a los trabajos de prospección, realizados mediante un potente georradar de 32 antenas y 600 megahercios (mhz) de frecuencia, se ha desarrollado un proyecto de fotografía aérea con drones multiespectrales que permite confirmar algunas de las estructuras localizadas con el georradar. “Queremos ampliar la prospección geofísica a las laderas del yacimiento. Creemos que el patrimonio cultural es imprescindible para el desarrollo del pueblo”, señala Adolfo Palacios Rodríguez, alcalde de Saldaña.

Jesús García Sánchez, investigador del IAM, recalca la importancia de los métodos geofísicos para a ampliar el conocimiento sobre la arqueología romana: “la prospección geofísica es la mejor técnica para comprender la extensión de los yacimientos, nos permite formular nuevas hipótesis y garantizar el éxito de las futuras campañas de excavación en el yacimiento”.

Asimismo, la protección del yacimiento es fundamental para respetar la labor de investigación, es la razón por la que el enclave será vigilado por agentes del Seprona de la Guardia Civil: “Hemos detectado expolios en el yacimiento, y junto a la labor de investigación, avanzaremos en los trabajos de concienciación del valor de la arqueología entre la población local”, concluye el arqueólogo Jaime Gutiérrez.

Ubicado en el Alto de la Morterona, el yacimiento de Saldania, junto a la actual localidad de Saldaña (Palencia), sitúa sus orígenes en la Edad del Bronce, aunque no fue hasta la Segunda Edad del Hierro cuando se constata un importante núcleo celtíbero.

De hecho, el Ayuntamiento de Saldaña pretende poner en valor esta zona con un mirador sobre el Carrión y un monumento alusivo a los thieldones encontrados en este punto.

Ya en época romana, la ciudad tuvo un auge entre los siglos I y II d.C., para ir perdiendo, paulatinamente, importancia durante los siglos III y IV d.C., momento en el cual surgen las grandes villas, como la cercana Villa Romana La Olmeda.

En época visigoda el enclave perduró, siendo importante, como queda demostrado por la acuñación de monedas, con la leyenda SALDANIA PIVS, de cinco reyes visigodos, entre los que destacan Leovigildo (571-586) o Chindasvinto (642-653).

La vida en el enclave se mantuvo en época medieval, siendo asolada por Almanzor en el 995. Posteriormente, el núcleo urbano se trasladó a la zona del castillo, aunque no se abandonó definitivamente hasta el siglo XIII-XIV, manteniéndose una actividad alfarera de gran importancia.

9 de julio de 2024

Investigan a un 'pitero' por daños y expolio en una necrópolis catalogada de Burgos

Realizaba prospecciones arqueológicas sin autorización en un yacimiento catalogado en Burgos. En un registro al vehículo, el Seprona halló un detector de metales y una azada. Los agentes han incautado diversas piezas con valor histórico


La Guardia Civil ha investigado a D.R.M., de 39 años, como presunto autor de un delito sobre el Patrimonio Histórico en Burgos por daños en una necrópolis catalogada y expolio de piezas arqueológicas, ayudado de un detector de metales y de una azada, utensilios usados para localizar los objetos y hoyar el terreno, respectivamente.

Los hechos ocurrieron semanas atrás, tras la comunicación de un particular a la Central de Servicios de la Guardia Civil de Burgos, en relación a la presencia sospechosa de una persona que se encontraba en un paraje de la Merindad de Río Ubierna, 'barriendo' el suelo con una especie de detector de metales.

Una patrulla era comisionada al lugar y verificaba que el referido punto se hallaba catalogado como necrópolis; en los alrededores encontraron una furgoneta y también a una persona, que fue identificada. El individuo, vecino de otra provincia de Castilla y León, negó que se encontrara practicando remociones de terreno valiéndose de una azada ni buscando nada con un detector de metales.

Un somero registro al interior del vehículo destapó la presencia de uno de estos aparatos electrónicos tipo muleta y una azada de mano con restos de tierra fresca, con claros indicios de haber sido recientemente usada.

Un segundo registro, en esta ocasión más profundo y exhaustivo, permitió encontrar, ocultos en varios compartimentos, varios objetos de apariencia metálica y notable antigüedad, aún con restos de tierra del lugar; su apariencia hacía entrever que no eran el resultado de un hallazgo casual o descubiertas en superficie, sino que habían sido extraídas deliberadamente del interior del subsuelo.

Efectivos del SEPRONA de la Guardia Civil practicaban una inspección ocular en el lugar, lo que permitió descubrir la presencia de cerca de 60 hoyos de similares dimensiones, aunque de distinta profundidad, con evidencias de haber sido recientemente excavados, todos ellos ubicados en un importante yacimiento arqueológico declarado como necrópolis, según las indagaciones llevadas a cabo.

Las pesquisas han aclarado que carecía de las autorizaciones necesarias para llevar a cabo esta excavación arqueológica y tampoco había parado la prospección para comunicar inmediatamente el primer hallazgo a Patrimonio, sino que continuó con la búsqueda practicando más extracciones.

Las herramientas fueron intervenidas y los objetos -1 moneda, 3 clavos, 1 proyectil de un cartucho, 1 gancho y 5 pletinas metálicas- incautados para su estudio.

Se han instruido diligencias -por un delito sobre Patrimonio Histórico por daños y expolio de bienes con valor histórico sin haber comunicado los hallazgos- que han sido presentadas en los juzgados de la capital y en la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Burgos.

3 de abril de 2024

Condenados por expoliar y dañar un yacimiento arqueológico romano de Burgos

Los cuatro procesados deberán pagar 1.620 euros de multa por causar destrozos en el yacimiento de La Mesa, en Burgos. Cuando fueron detenidos por la Guardia Civil les requisaron detectores de metales con los que buscaban objetos de valor.
Imágenes del patrimonio arqueológico de Belorado expuestas en el museo de la localidad. / EPE

Cuatro individuos han sido condenados a pagar 1.620 euros de multa cada uno por expoliar y causar destrozos en el yacimiento arqueológico de La Mesa, en Burgos, donde se realizan desde hace años excavaciones sobre un asentamiento romano de entre el siglo I y II después de Cristo. Así lo establece una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos que confirma la condena anterior impuesta por el juzgado de lo Penal número 2 de la citada provincia.

Los hechos sucedieron el 24 de marzo de 2019, cuando las cuatro personas, equipadas con detectores de metales, azadillas y otros aperos de labranza, y vestidos con monos de trabajo y botas de monte, entraron en varias parcelas del yacimiento, situado en el valle alto del río Tirón, en la región conocida como Riojilla burgalesa.

Tras inspeccionar el suelo y el subsuelo con los detectores comenzaron a realizar pequeñas excavaciones donde podía encontrarse algún resto metálico. Su objetivo era hallar objetos de especial valor histórico en el que fuera una notable ciudad rural de unas 20 hectáreas de extensión para apoderarse de ellos sin autorización

Hoyos
Para lograrlo fueron marcando el terreno con piedras superpuestas una encima de otra y con cintas de plástico para señalizar los lugares por donde transitaban. Cuando fueron pillados por agentes del Seprona de la Guardia Civil, los acusados habían realizado seis hoyos de entre diez y 20 centímetros de diámetro y unos 10 centímetros de profundidad que formaron una línea imaginaria prácticamente recta y perpendicular al camino de acceso a las parcelas.

Con estas catas con las que rastrearon varias zonas, los individuos causaron daños "a la secuencia estratigráfica del terreno", dificultando así el estudio científico "reglado de la misma", tal y como recoge la sentencia de la Audiencia Provincial, fechada el 6 de noviembre de 2023.

Los cuatro acusados no consiguieron obtener ningún objeto de valor histórico o arqueológico especialmente relevante ya que fueron detenidos a las 3.20 de la madrugada cuando estaban en dos vehículos, un Opel Vectra y un Citroen Xsara Picasso, a 300 metros de las excavaciones, situadas al oeste de la población de Belorado.

Los individuos tenían los monos de trabajo y las botas de montes puestas con restos de tierra fresca. En el interior de los vehículos, estaban las azadas y el resto de aperos que presentaban también signos de acabar de ser usados.

Multa
La sentencia de primera instancia condenó a los cuatro acusados como autores penalmente responsables de un delito sobre el patrimonio histórico en la modalidad de actos de expolio a la pena de multa de nueve meses, con una cuota diaria de seis euros, lo que hace un total de 1.620 euros.

Los cuatro condenados recurrieron la sentenca, alegando, entre otras cosas, que se había vulnerado el principio acusatorio, se había errado en la valoración de la prueba en la tipificacion penal de los hechos "al no caber la tentativa en el delito de expolio sentenciado".

En su sentencia, la Audiencia Provincial ratificó el fallo y recordó que los cuatro acusados eran conocedores de la existencia del yacimiento y su carácter protegido, "principalmente por la existencia de carteles indicativos y por ser vecinos de la zona o residir temporadas otener vínculos con ella".

18 de enero de 2024

Denuncian la destrucción de un yacimiento arqueológico en Almedinilla (Córdoba)

El arqueólogo municipal y director del Museo Histórico de Almedinilla, Ignacio Muñiz, comunicó el pasado martes al SEPRONA de la Guardia Civil y a la Delegación de la Consejería de Cultura en Córdoba la destrucción parcial del yacimiento arqueológico conocido como “Casilla de Fito” en el término municipal de Almedinilla, destrucción acontecida el 14 de enero de 2024.
Sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas extraídos del yacimiento.

Según  informa la página en Facebook de Amigos del Ecomuseo del Río Caicena el 14 de enero de 2024 por la tarde-noche un vecino de la localidad se puso en contacto con el Museo Histórico de Almedinilla para informar sobre unos trabajos agrícolas (consistentes en retirar una plantación de olivos antiguos para plantar nuevos, con un fondeo de la tierra) que estaba afectando posiblemente a un yacimiento arqueológico por advertir el vecino que sacaban sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas.

El Museo de Almedinilla tiene catalogado un yacimiento muy cercano al lugar, denominado genéricamente “Casilla de Fito”, en principio con la adscripción cronológica romana (pero sin saber exactamente su extensión al no haber intervenido en él). De hecho ya en los márgenes del camino de acceso al lugar el Museo advirtió que de antiguo había algún sillar y restos de tejas y cerámicas de almacenamiento romanas dejados allí a manera de pequeños majanos o señalizaciones de fincas.

Después de una prospección visual del desmonte se comprobó que el mismo era aproximadamente de 1 hectárea de superficie, con la presencia de sillares, cerámica romana (dolia) y tejas romanas (tegulae e imbrices) que han dejado los trabajos agrícolas recientes junto al carril y en la linde de la finca.

Ya en el interior de la finca desmontada se encontraron más restos cerámicos, de construcción, así como ladrillos romanos para la elaboración de suelos (tal vez opus spicatum). También se documentaron manchas de cenizas asociadas a restos cerámicos romanos, y algún fragmento que parece de tradición ibérica, que consideramos urnas de cremación asociadas a una necrópolis.

Es posible, por tanto, que nos encontremos frente a los restos de una de esas primeras ocupaciones romanas consistentes en pequeñas villas romanas (tal vez fortificadas) o pequeños asentamientos rurales con alguna infraestructura industrial (tipo almazaras) con una pequeña necrópolis asociada de cremación que, junto a los fragmentos de cerámica de tradición indígena, nos lleva en principio a una adscripción cronológica en torno al siglo I. a. C o siglo I d. C.

El informe concluye que tras el fondeo de la tierra el yacimiento ha debido quedar muy afectado. Los materiales sin remover y con fracturas recientes nos advierten que el yacimiento estaba antes de los trabajos agrícolas relativamente bien conservado. La recogida de ladrillos romanos para hacer suelos nos señala que la afectación ha debido llegar a los niveles de base.

No obstante, los hoyos para plantar nuevos olivos aún no se han realizado y se hace preciso al menos un Seguimiento Arqueológico de ello.

Desde la página en Facebook informan que la sustitución de cultivos precisa comunicación al Ayuntamiento (que no pone pegas para ello, pero ha de estar informado), que una propiedad, por muy privada que sea, está sujeta a las normativas y a las leyes (uno no puede montar un negocio ilegal en una vivienda o echar venenos tóxicos en su finca, por ejemplo) y que en materia de yacimientos arqueológicos existe una Ley de Patrimonio Español y una Ley de Patrimonio Andaluz.

Señalan que aunque los yacimientos arqueológicos no estén protegidos como Bienes de Interés Cultural (como lo están el Cerro de la Cruz y El Ruedo) la destrucción de los mismos está penada (“y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”: sobre todo cuando los trabajos están claramente sacando muros y estructuras, haciendo responsables a propietario y maquinista). 

Desde el Ayuntamiento informan que todo trabajo agrícola se puede hacer en la inmensa mayoría de los casos sin problema alguno, pero que hay que comunicarlo al Ayuntamiento con tiempo. Una vez comunicado desde el servicio de arqueología municipal se lleva a cabo el seguimiento arqueológico “de oficio” y sin coste para los propietarios (como han hecho, sin problemas, muchos vecinos). De no hacerse así, intentando ocultar una destrucción, desde el Museo Histórico se comunica a las autoridades de la Guardia Civil y Junta de Andalucía para que ellas resuelvan…y ya no tan beneficiosamente como sí ocurre cuando se hace desde el Ayuntamiento.

16 de enero de 2024

Un agricultor destruye parte del yacimiento vacceo de Pintia (Valladolid)

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja de riego ejecutada por el agricultor se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia
La Junta de Castilla y León se personará contra él por causar «muchísimo daño» y destruir «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años», subraya el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja
Zanja para riego que ha afectado de forma irreversible a parte del yacimiento de Pintia en Padilla de Duero (ICAL).

Mal comienzo de año para el patrimonio cultural de Valladolid. Un agricultor ha destrozado 200 metros lineales del yacimiento arqueológico de Pintia en Padilla de Duero, al lado de Peñafiel. Son los restos de una ciudad vaccea, y por tanto milenaria, que a partir de ahora podrá contar con menos detalle el pasado de los hombres a orillas del Duero. El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la Universidad de Valladolid, coordinadora de las excavaciones y estudios realizados en el lugar, denunció el acto vandálico el pasado sábado, con un comunicado en su página web: «Abrimos el año de la peor forma posible, con un nuevo atentado contra la Zona Arqueológica Pintia (ZAP), recordemos, Bien de Interés Cultural desde 1993», apuntó el centro. «En esta ocasión, se trata de una zanja (otra más, cuánto picador desaprensivo suelto), realizada los pasados días 11 y 12, que ha venido a partir en dos el poblado de Las Quintanas».

La destrucción en el yacimiento «ha sido realizada a conciencia: 1,40 metros de profundidad x 0,5 metros de ancho x 230 metros lineales», detalló la entidad, dedicada al estudio de la civilización vaccea y con sede en Padilla de Duero. Los responsables del yacimiento avisaron al agricultor, explican en su comunicado, de que las rejas del arado «no pueden bajar en la ZAP más allá de 30 centímetros para no afectar a los niveles arqueológicos», a lo que el agricultor respondió que no lo sabía.

«El estrago se traduce en unos 1.200 metros cúbicos de terreno afectados, donde el patrimonio arqueológico ya ha sido alterado y carece por tanto de un contexto específico que permita su correcta interpretación», señalan desde la Universidad. El volumen de información destruida «supera en un tercio al volumen de excavaciones con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) realizado a lo largo de doce años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavación situada a tan sólo 120 metros del expolio realizado».

A la vista de los destrozos el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, visitaron en la mañana de este lunes el yacimiento, para conocer su estado después de que el agricultor ejecutara con dos máquinas y «sin ningún tipo de permisos», apuntó Santonja, la zanja, que iba a destinarse a riego, a lo largo de 230 metros de una tierra de cultivo situada en pleno yacimiento, provocando daños irreparables.

Agentes del Seprona paralizaron las obras tras la denuncia realizada por el director del yacimiento y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, Carlos Sanz, y este lunes Santonja confirmó que la Junta se personará en la causa contra el responsable de esta «fechoría» que ha causado «muchísimo daño», destruyendo «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años». apuntó en declaraciones que recogió Ical. «Hay que respetar las leyes y, si alguien las infringe, el estado de derecho tiene mecanismos para defenderse. En este caso ha intervenido el Seprona, la denuncia está cursada y nosotros vamos a hacer un informe exhaustivo y vamos a reclamar los daños que se hayan producido», explicó.

«Hay muy pocos yacimientos de esta entidad en todo el país, que abarquen desde la Edad del Bronce hasta los visigodos, que atesoren una ciudad vaccea, una ciudad-estado con su propia necrópolis y un barrio alfarero, como la ciudad de Pintia. Es un yacimiento importantísimo que está siendo muy bien estudiado en la Universidad de Valladolid», señaló Santonja. El consejero denunció que «no se puede entender» que un yacimiento como Pintia, que cuenta con la declaración como Bien de Interés Cultural desde 1993, hace más de treinta años, sufra un ataque así. «Estamos esperando los informes, pero la imagen es absolutamente desoladora», censuró antes de denunciar que «esto no es admisible». Según defendió, «la arqueología y yacimientos arqueológicos que son BIC son como las iglesias, como las catedrales, tienen exactamente la misma entidad. Son absolutamente sagrados, hay que respetarlos y es inadmisible que se atente contra ellos».

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja ejecutada se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia.

Se trata, apuntan, de una de las zonas más densamente pobladas, que pudo haber sido el punto de origen de la ciudad, por su trazado de orientación diferente, donde se acumulan más de cuatro metros de estratigrafía y una secuencia de 1.200 años de historia. La destrucción afecta a una superficie de 322 metros cuadrados y 1.610 metros cúbicos, y el volumen de información arrasada supera en un tercio al volumen de excavaciones realizadas con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) a lo largo de 12 años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavaciones situada a tan solo 120 metros del expolio realizado.

Gran tristeza y un mensaje claro
Por su parte, Carlos Sanz aseguró que «la riqueza del yacimiento es apabullante» y que en estos momentos se encuentran catalogando alrededor de 30.000 piezas. «Son muchos años de trabajo minucioso, intentando recuperar el contexto de las cosas, porque ese es el que nos sirve para reconstruir la historia. Los objetos en sí mismos tienen un valor relativo, pero lo importante es cómo se articulan», afirmó en alusión a «la esencia de la acción arqueológica».

A su juicio, «se ha destruido una parte sustancial del yacimiento, que puede parecer muy pequeña porque el yacimiento es muy grande». «Que en apenas dos días se pueda haber eliminado una información tan preciosa, en un yacimiento tan excepcional, solo deja una sensación de gran tristeza», valoró. Al mismo tiempo, Sanz aplaudió la «determinación» y la rápida reacción del consejero de Cultura, algo que «no se había producido en otros casos en legislaturas anteriores» y defendió que es fundamental transmitir la idea de que «el patrimonio hay que respetarlo en su integridad». «Frente a una tropelía como esta una acción inmediata es la forma más clara de mostrar a quien no quiere entenderlo después de 30 años de declaración de BIC que esto es un lugar estratégico», explicó.

«Poner puertas al campo y controlar los 23.000 yacimientos que hay catalogados en Castilla y León es muy difícil, pero hay que cuidar especialmente los que son realmente estratégicos y cuentan con la declaración BIC. Hay que lanzar un mensaje claro de que los bienes patrimoniales deben respetarse en su integridad», concluyó. Sobre los mecanismos de protección frente a otro tipo de expolios, Santonja recalcó que «no se puede entrar en un yacimiento con detectores de metales, ni se pueden hacer agujeros en esos terrenos de la misma manera que no se pueden robar carteras ni saltar semáforos. Es absolutamente ilegal. Es un delito y la ley hay que cumplirla. Si cualquier persona pasea por un yacimiento y ve a otro haciendo una zanja tiene la obligación de denunciarlo. El patrimonio es de todos, y quien tolera esto se está causando un año a sí mismo, a sus padres, a sus hijos y a sus nietos», remachó.

27 de octubre de 2023

La Guardia Civil de Cuenca investiga a una persona por la venta de monedas expoliadas

Dentro de los planes de prevención contra los delitos relacionados el Patrimonio Histórico Español y venta on-line de bienes culturales, que se llevan a cabo por parte de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, el SEPRONA de esta Comandancia ha investigado a una persona que puso a la venta un total de treinta y cuatro monedas con carácter de Patrimonio Arqueológico y que abarcarían una secuencia cronológica que engloba la época hispano-cartaginesa, romana, edad media, edad moderna y edad contemporánea.

El investigado dio versiones contradictorias sobre la procedencia de las monedas y no tenía documentación alguna que acreditase su legal procedencia, por lo que los agentes procedieron a su incautación y posterior entrega en el Museo de Cuenca dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Tras el exhaustivo y esclarecedor informe elaborado por técnicos del referido Museo, se pudo conocer que las monedas habían sido extraídas de yacimientos arqueológicos de manera ilegal. Igualmente se averiguó que, al no realizarse su extracción mediante los procedimientos idóneos para su conservación, se habría causado a los yacimientos arqueológicos afectados daños irreparables e irreversibles.

Entre las monedas incautadas, se encuentran algunas pertenecientes a la dominación cartaginesa y romana, datadas en los siglos III y I a.c.

Por todo ello, la Guardia Civil ha investigado al vendedor de las monedas por la supuesta comisión de un delito contra el patrimonio histórico y otro de apropiación indebida.

12 de mayo de 2023

La Guardia Civil sorprende a dos personas realizando prospecciones arqueológicas ilegales en Coca

El arqueólogo territorial determinó que cuatro de las monedas incautadas eran de la época del Bajo Imperio Romano. Del resto de las piezas incautadas destacan dos botones del siglo XIX: uno de ellos militar con el Escudo Nacional y de la Casa de Los Borbones y otro con una estrella en releve puntillada.


La Guardia Civil sorprendió a dos personas cuando realizaban prospecciones arqueológicas ilegales y señaló 19 piezas, entre las que destacan cuatro monedas romanas y dos botones.

A través del teléfono 062 de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia se recibió una llamada de un vecino que alertaba de la presencia de dos personas en un pinar que estaban usando aparatos detectores de metales.

Especialistas de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza, SEPRONA, se trasladaron al lugar indicado, situado en un monte de utilidad pública del término municipal de Coca, donde tras una activa búsqueda lograron encontrar dos detectores de metales y dos azadas, que fueron escondidos por sus dueños en el interior del pinar, así como seis botones de latón y bronce y otras seis piezas metálicas de diferentes características que se encontraban en el interior del vehículo.

Estos objetos fueron intervenidos a los expoliadores y posteriormente entregados en el Servicio de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León de Segovia.

El arqueólogo territorial determinó que cuatro de las monedas incautadas eran de la época del Bajo Imperio Romano. Del resto de las piezas incautadas destacan dos botones del siglo XIX: uno de ellos militar con el Escudo Nacional y de la Casa de Los Borbones y otro con una estrella en releve puntillada.

Por estos hechos se extendieron las correspondientes denuncias administrativas por la comisión de supuestas infracciones en materia de protección del patrimonio histórico, ya que esas personas carecían de autorización para efectuar prospecciones arqueológicas y por no haber parado la búsqueda para comunicar inmediatamente el hallazgo de las piezas.

La Guarida Civil destacó que esta actuación fue posible gracias a la inestimable colaboración ciudadana, que, como en otras tantas ocasiones, resultó fundamental para llevar a buen término los servicios dirigidos a combatir las actividades ilegales. En este sentido, está prohibido llevar a cabo este tipo de actividades sin contar con autorización previa de la Consejería de Cultura.

24 de febrero de 2023

Cinco detenidos por expolio en el yacimiento romano de Renieblas (Soria)

A los detenidos les fueron incautados cinco detectores de metales, cinco azadas, numeroso material utilizado para realizar la búsqueda y excavaciones, así como varias monedas romanas y medievales que habían sido expoliadas en el yacimiento arqueológico.

El pasado jueves día 16 de febrero la Guardia Civil de Soria detuvo a una banda de expoliadores de yacimientos arqueológicos, que fueron sorprendidos cuando se encontraban realizando hoyos y excavaciones ilegales sobre el terreno, provistos de potentes detectores de metales y azadas, en el yacimiento arqueológico de “La Gran Atalaya”, sito en el término municipal de Renieblas (Soria).

Las investigaciones de la denominada Operación Lanus se venían realizando desde hace meses, al haberse localizado en el citado lugar hoyos y prospecciones ilegales.

La banda de expoliadores estaba compuesta por 5 personas de entre 24 y 56 años de edad y con domicilio en un pueblo de la provincia de Sevilla. Durante la investigación se tuvo conocimiento también que varios de ellos tenían antecedentes policiales por hechos similares y que se trasladaban desde su localidad de origen hasta el citado yacimiento, donde acampaban aprovechando el aislamiento y el arbolado existente en la zona. Mediante una acción coordinada y simultánea, el grupo cubría extensas franjas de terreno donde se apropiaban de objetos de valor histórico para luego supuestamente beneficiarse de su venta.

A los detenidos les fueron incautados cinco detectores de metales, cinco azadas, numeroso material utilizado para realizar la búsqueda y excavaciones, así como varias monedas romanas y medievales que habían sido expoliadas en el yacimiento arqueológico.

En la inspección ocular realizada por la Guardia Civil fueron localizados un total de 130 hoyos de reciente excavación, pudiendo encontrar otras monedas y objetos que habían sido arrojados por los detenidos en el momento de su identificación.

A la vista de los hechos, se instruyeron las correspondientes diligencias penales, que junto a los detenidos y el material incautado fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 3 de Soria, en funciones de guardia.

Así mismo, los hechos fueron puestos en conocimiento del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León en Soria, a fin de que por ese Servicio se valoren los daños causados en el yacimiento. En cuanto a las monedas y las piezas arqueológicas intervenidas a los detenidos, las mismas se van a entregar en el Museo Numantino de Soria para que se realice la correspondiente peritación de las mismas.

En la zona circundante al municipio de Renieblas se ubicaban diversos campamentos romanos desde donde se dirigió el conocido asedio de la ciudad celtibérica de Numancia, siendo una zona frecuentada por numerosos visitantes especialmente en épocas estivales, no solo por su interés histórico sino también por su valor paisajístico.

Éste tipo de delitos están castigados en nuestro Código Penal con la pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses y en cuanto a las infracciones administrativas, se enfrentan a infracciones muy graves a la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, con multas de hasta 600.000 euros.

Destacar que en el año 2008 por parte de la Guardia Civil de Soria se detuvo a otros 3 expoliadores que también procedían de una localidad de la provincia de Sevilla, cuando se encontraban realizando excavaciones en el mismo yacimiento arqueológico.

Entre los cometidos del Servicio Protección de la Naturaleza (SEPRONA) se encuentra la protección del Patrimonio Arqueológico y realiza la inmensa mayoría de las actuaciones por expolios en yacimientos arqueológicos.

Desde la Guardia Civil se quiere destacar la importancia de la colaboración ciudadana que contribuye en gran medida a la detección de todo tipo de actividades ilícitas y a la identificación de sus autores, contribuyendo a la mejora de la seguridad en las zonas rurales.

21 de febrero de 2023

Investigado por realizar obras dentro de un yacimiento arqueológico en Valladolid

La obra realizada consistió en el alzamiento de planta sobre un edificio protegido en el yacimiento protegido de Castroponce.
Lugar donde se ha llevado a cabo la obra ilegal. Subdelegación del Gobierno de Valladolid

La Guardia Civil de Valladolid investiga a una persona de 58 años por realizar obras no autorizadas en el Yacimiento Arqueológico de Castroponce, en Valladolid. La obra realizada consistió en el alzamiento de planta sobre un edificio protegido. El investigado se enfrenta a un posible delito sobre la ordenación del territorio y el urbanismo y a una pena de prisión de un año y seis meses a cuatro años y a una multa de doce a veinticuatro meses.

Según informa la Guardia Civil a través de un comunicado, la Benemérita tras tener conocimiento de la realización de obras ilegales en la zona protegida, procedió a la comprobación de los hechos y a la realización de las inspecciones (ocular y urbanística) de las obras denunciadas. Tras recabar información de las distintas administraciones competentes, concluyó que las obras realizadas no son autorizables.

La parcela, situada en el paraje 'El Castillo', se encuentra dentro de la delimitación del bien arqueológico denominado 'Castroponce', catalogado tanto en el Sistema Integrado de Gestión del Patrimonio Cultural (PACU) de la Junta de Castilla y León como en el catálogo de las normas urbanísticas territoriales de la provincia de Valladolid.

Además el lugar está adscrito al Régimen de Protección Común, como lugar arqueológico y al Régimen de Protección de los Bienes de Interés Cultural (BIC) denominada 'La Fortaleza', que se corresponde con el cerro fortificado de la Edad de Hierro y de un espacio catalogado como bien etnológico de la provincia de Valladolid.

El Seprona de Valladolid ha instruido las diligencias que fueron remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Guardia de Medina de Rioseco (Valladolid) y copia del mismo a la Fiscal Delegada de Medio Ambiente y Urbanismo de la Audiencia Provincial de Valladolid.

11 de enero de 2023

Denuncian en Lucena el robo del pilar de una fuente del siglo XVII

El Seprona solicita la colaboración ciudadana para aportar nuevos datos que ayuden a identificar a los causantes del delito contra el patrimonio histórico. Se trata de una pieza de piedra del S. XVII labrada en dos de sus caras.
El Seprona ha iniciado las gestiones oportunas para incluir el pilar robado en la lista roja de piezas de valor histórico-arqueológico.

El Ayuntamiento de Lucena (Córdoba) ha denunciado ante la Guardia Civil el robo del pilar de una sola pieza que daba agua en la Fuente del Cortijo Grande del Duque, una pieza de piedra del siglo XVII cuya desaparición supone un delito contra el patrimonio histórico de la ciudad.

Ubicada en el paraje del arroyo Capotas, junto a la carretera CV-218, y al pie del propio Cortijo Grande del Duque, esta fuente responsabilidad de la Consejería de Medio Ambiente al estar localizada en la cañada real que ocupa el actual camino, ha sido objeto estas últimas décadas de varias intervenciones de consolidación y restauración a cargo del Consistorio lucentino, la última en 2021, con una inversión que se aproxima a los 10.500 euros.

Con unas dimensiones de 1,10 cm de altura, 53 cm de ancho y 50 cm de espesor, presentaba dos caras labradas. La primera con la inscripción que alude al patrocinador del propio pilar, Ximez Manjon, Familiar del Santo Oficio, y la fecha de 1674. En la otra, en la que se incluye el caño de hierro, presentaba escudo con yelmo y campo ovalado, con cruz alisada en su interior (posiblemente de la orden dominica), además de hojas de acantos y plumas. La parte superior aparece labrada con molduras rematada en tronco-cono convexo.

Conocida la noticia del robo, técnicos de la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico se personaron en la fuente en la tarde del pasado 3 de enero, procediendo tras la confirmación del hurto de la pieza histórica, a la denuncia ante el puesto principal de la Guardia Civil en Lucena. Los agentes del Seprona de Rute han asumido la investigación de lo ocurrido, instando tras la primera fase de la instrucción a la colaboración ciudadana para el esclarecimiento del caso.

La concejala de Patrimonio Histórico-Artístico, Mamen Beato, ha señalado que “la pieza sustraída, de gran tonelaje, ha tenido que ser robada por una grúa o tractor, por lo que puede ser que alguna persona fuera testigo de lo ocurrido, de modo que pedimos la colaboración ciudadana para que si alguien tiene algún dato de la misma o alguna pista, por insignificante que parezca, la pueda ofrecer de forma anónima contactando con el Seprona (687 778 354) o la propia delegación municipal (957 509 990)”.

Por el momento, el Seprona ha iniciado las gestiones oportunas para incluir el pilar robado en la lista roja de piezas de valor histórico-arqueológico, al tiempo que se sospecha que este robo “pueda deberse a un encargo concreto de particulares desalmados que con esta pieza se han llevado una parte de la historia de Lucena”, en palabras de Beato.



Recuperadas tres ánforas romanas del s.I en el sótano de una casa de Alicante

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.
Recuperan tres ánforas romanas de cerámica del siglo I en el sótano de una casa de Alicante.

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.

La Universidad de Alicante ha realizado un primer un análisis preliminar y ha determinado que las tres ánforas romanas de cerámica son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Estas piezas históricas fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que había localizado las ánforas en su vivienda, "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".

Tras el aviso de la mujer, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Elche se personaron en su domicilio el pasado 5 de diciembre. La ciudadana había localizado en el sótano las tres piezas cerámicas de grandes dimensiones mientras limpiaba una casa que quería poner a la venta y pensó que podían tener valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas que pertenecían probablemente a la época romana.

El Seprona se puso en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad. Las piezas fueron trasladadas al museo, donde los especialistas realizarán una autenticación.

Un análisis preliminar realizado por expertos de la UA ha determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el museo de Santa Pola.

Transporte de aceite y salsas
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.

Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.

26 de octubre de 2022

Sorprendidos mientras realizaban prospecciones arqueológicas ilegales en Segovia

Agentes del Seprona incautaron a los infractores un total de 35 piezas, entre las que destacan 14 monedas de diferentes épocas. La intervención se realizó en la localidad segoviana de Navas de Oro y fueron cuatro las personas denunciadas.
La Guardia Civil desarrolla en toda España la Operación "Pandora VII".

En el marco de la Operación nacional Pandora, agentes del Seprona de la Comandancia de Segovia, con base en la localidad de Coca, sorprendieron en el interior de un pinar del término municipal de Navas de Oro a cuatro vecinos de Madrid que se encontraban realizando prospecciones arqueológicas ilegalmente. Se les incautó un total de 35 piezas metálicas de interés arqueológico, tales como monedas, botones y sortijas.

Para esta actividad ilegal, empleaban cuatro detectores de metales (pinnpointer), así como piquetas, palas y otros útiles para extraer las piezas enterradas en el paraje. Tras un registro de estas personas y de su vehículo todoterreno. Estos objetos fueron intervenidos a los expoliadores y posteriormente entregados en el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León de Segovia.

Tras un estudio preliminar, se determinó que las 14 monedas incautadas constituían un conjunto heterogéneo de diversas épocas históricas. Así había desde un as del Imperio Romano, hasta monedas más recientes del siglo XX, pasando por acuñaciones tanto de los Austrias como de los Borbones. Del resto de las piezas aprehendidas destacan por su singularidad un par de gemelos con el escudo de la Casa Real de Borbón en relieve.

Por estos hechos, se extendieron denuncias administrativas por supuestas infracciones en materia de protección del patrimonio histórico, al carecer todas esas personas de autorización para efectuar prospecciones arqueológicas y por no haber parado la búsqueda para comunicar inmediatamente el hallazgo de las piezas.

Durante el periodo de desarrollo de la presente edición de la operación Pandora, las diferentes Unidades del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia, han llevado a cabo un total de 409 vigilancias en los diferentes yacimientos arqueológicos de la provincia, especialmente en aquellos declarados como sensibles, singulares o que han sido objeto de expolios en los últimos años.

Además recordaron que este tipo de acciones efectuadas de forma ilícita e independientemente de que el lugar se encuentre catalogado o no, pueden ocasionar la pérdida irreparable de parte de la información contenida en los estratos arqueológico del lugar, además de alterar sus contextos, junto con la sustracción de los vestigios históricos, de forma que imposibilita cualquier acción posterior que pueda reparar el daño provocado.

Prohibiciones
Está prohibido realizar actividades arqueológicas sin contar con autorización previa y expresa de la Consejería de Cultura. Para la obtención de estos permisos se exigirá la intervención de profesionales o equipos que cuenten con la titulación o acreditación reglamentariamente determinada. Previamente, estos deberán presentar un programa detallado que justifiquen su necesidad e interés científico de esos trabajos.

La Guardia Civil desarrolla en todo el territorio nacional la operación Pandora VII destinada a la protección del Patrimonio Histórico y combatir el tráfico ilícito de Bienes Culturales, con el apoyo y coordinación de Europol, Interpol, OMA y la participación de FRONTEX. Para cumplir esta finalidad, entre sus múltiples objetivos se encontraba intensificar la vigilancia y protección de cuantos bienes componen dicho patrimonio, especialmente de los yacimientos arqueológicos terrestres y subacuáticos.

31 de agosto de 2022

Tres investigados por expoliar un espacio protegido en Baza (Granada)

Utilizaron detectores de metales y excavaron donde estuvo el campamento principal 
de los Reyes Católicos

Monedas de la época de los Reyes Católicos expoliadas en un enclave patrimonial de Baza.
FOTO: GUARDIA CIVIL


Tres vecinos de Macael (Almería), de entre 53 y 62 años, ha sido investigados por la Guardia Civil por utilizar detectores de metales y excavar en un espacio protegido de la época de los Reyes Católicos en el término municipal de Baza (Granada).

Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) averiguó que al menos dos personas habían estado utilizando detectores de metales en una finca agrícola donde estuvo el emplazamiento del Real o campamento principal de los Reyes Católicos durante el cerco de Baza para albergar las tropas y la propia residencia de campaña de los reyes.

Los agentes abrieron una investigación y consiguieron fotografías de los expoliadores con detectores de metales recorriendo la zona y haciendo excavaciones en este espacio protegido, y también averiguaron la matrícula del coche en el que se habían desplazado.

Con estas pistas y con la ayuda de otras patrullas de Almería, los investigadores han conseguido identificar a los presuntos expoliadores, ha informado el instituto armado.

La Guardia Civil ha comprobado además que estos carecían de autorización para realizar esta actividad y que habían conseguido expoliar cuatro monedas, tres de plata y una de bronce, de la época de los Reyes Católicos.

A la vista de lo dispuesto en la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, los agentes han investigado a estos tres individuos como presuntos autores de un delito de daños al patrimonio histórico.

La Guardia Civil ha decomisado monedas y los detectores de metal usados y han instruido diligencias que serán entregadas en el Juzgado de Guardia de la localidad de Baza.

Las monedas han sido depositadas en la Delegación de la Conserjería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía de Granada.

La Guardia Civil ha recordado que el uso de detectores de metales u otras herramientas o técnicas que permitan localizar restos arqueológicos, aun sin ser esta su finalidad, deberá ser autorizado por la Junta, competente en materia de patrimonio histórico.

24 de junio de 2022

Descubren una segunda estela en un complejo funerario en Cañaveral de León (Huelva)

Incluye elementos como una espada, arco y flecha y una lanza y se encuentra en un excelente estado de conservación. Está a escasos metros del lugar donde fue encontrada otra en 2018
Grupo de científicos con el hallazgo. / MARTA DIAZ-GUARDAMINO URIBE DE LA UNIVERSIDAD DE DURHAM

Una investigación internacional actualmente en curso en Cañaveral de León, que integra a expertos de las universidades de Durham, Sevilla, Southampton, Huelva y Gotemburgo, ha revelado hace unos días un gran complejo funerario en el lugar donde apareció originalmente la estela prehistórica en abril de 2018, así como estas excavaciones acaban de deparar una segunda estela prehistórica, en este caso del tipo conocida habitualmente como de guerrero, a escasos metros donde fue encontrada la primera.

Desde el Ayuntamiento han recordado que la primera estela prehistórica de la Edad de Bronce hallada en 2018 -la piedra data de 1700-1000 AC- es "de gran importancia" y que actualmente integrada en la exposición permanente del Museo de Huelva, toda vez que han explicado que el estudio científico llevado a cabo de esa pieza "estableció la importancia del lugar de hallazgo de la misma", ubicado en el camino de Las Capellanías, del mismo municipio, y la "originalidad de los motivos gráficos y técnicas de trabajo que incorpora". Con respecto al gran complejo funerario, han apuntado que este espacio incluye un gran túmulo de piedra provisto de dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras descripciones, todavía en curso de investigación.

Asimismo, en cuanto a la nueva estela encontrada la 'de guerrero', han señalado que presenta unos motivos gráficos centrados en un personaje caracterizado mediante una serie de elementos -espada, arco y flecha, espejo- y que se encuentra en "un excelente estado de conservación".

"Se trata de un descubrimiento excepcional, tanto porque la mayoría de estos monumentos prehistóricos conocidos fueron descubiertos de forma casual, y no como resultado de investigaciones científicas, como porque la nueva pieza descubierta se integra en la arquitectura funeraria del complejo, lo cual permitirá, por primera vez, conocer y entender el contexto social de este tipo de monumentos", han subrayado desde el Consistorio de Cañaveral de León.

Estas investigaciones se están desarrollando en el marco del proyecto Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea, financiado por Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), liderado por Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia) y por Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham) en la Península Ibérica.

Ya durante la presentación el pasado mes de abril de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada, la alcaldesa de Cañaveral de León, Mercedes Gordo, recordó que se trata de la única estela diademada encontrada hasta el momento en la provincia y que "ha dado lugar a que se hayan obtenido unos resultados muy importantes" que "están modificando todo lo que se conoce sobre las estelas diademadas en España y a nivel internacional", toda vez que destacó que "una de las características importantes" que posee es que "sigue conservando pigmentos".

Asimismo, explicó que se había hecho "una prospección del terreno durante varios meses para conocer si había indicios de asentamientos de población en aquella época" que habían dado como resultado que existía "un número muy importante de indicios de asentamientos en el territorio, en la zona limítrofe donde se encontró la estela".

Por ello, subrayó que en el mes de junio se iba a realizar un trabajo de excavación arqueológica por parte de un grupo liderado por el arqueólogo y miembro del Grupo de Investigación HUM 838 Universidad de Huelva, Timoteo Rivera, y el investigador de la Universidad de Sevilla, Leonardo García San Juan, en el que participarían otros investigadores internacionales.

Sobre la estela diademada

Se trata de una estela, un monumento conmemorativo, generalmente de piedra como la hallada en este municipio, que se erige sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna. Así, es el primer hallazgo en Huelva de una pieza de este tipo. El hallazgo de la pieza se produjo el 17 de abril en los trabajos de unas obras en un camino municipal. Estas obras se enmarcan en las subvenciones del Programa de Fomento del Empleo Agrario 2017. Ese día un trabajador, al preparar su merienda sobre una piedra, se dio cuenta que la misma tenía unos grabados.

La piedra en cuestión hacía aproximadamente una semana que había sido retirada del camino por los obreros, pues estaba enterrada en él, con la zona de los relieves boca abajo, sobresaliendo solo un trozo de la misma generando un bache. Al descubrir los dibujos tallados los trabajadores le hicieron fotos, que remitieron al Ayuntamiento donde se trasladó la pieza por cuestiones de seguridad, tras lo que se contactó con algunos especialistas para saber si tenía algún valor, y de ser así, cómo actuar.

Por su parte, los técnicos confirmaron que se trataba de un descubrimiento "relevante", por lo que se comunicó el hallazgo casual a la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte, tal y como exige la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía (artículo 50). Unos días después, el 24 de abril un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en campo por una patrulla del Seprona y uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.

Así las cosas, destacaron que se trata de un "magnífico y singular ejemplo" de Estela antropomorfa diademada' del suroeste. Destaca que es la primera de estas características aparecida en la provincia de Huelva, así como han remarcado su rica decoración y su "magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada (le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros).

Data de la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de Cristo, por lo que tendría más de 4.000 años. El grabado sobre la piedra hallado ha sido realizado mediante técnica de piqueteado, en una roca de forma rectangular, curvada en su parte superior, con unas dimensiones de 97 centímetros, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. El grabado es una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda.

Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probable una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.

7 de agosto de 2021

La Junta analiza los daños causados al yacimiento de la Viñuela, en Almedinilla (Córdoba)


Arqueólogos de la Junta de Andalucía ya se han personado en el yacimiento arqueológico de La Viñuela, ubicado en el término municipal de Almedinilla y fechado en el siglo I antes de Cristo, para hacer un primer análisis de los daños y estudiar “cómo dar solución a lo causado, si se puede hacer desde el Ayuntamiento o actuaría la Junta”.


Así lo han confirmado a Europa Press fuentes del Gobierno regional, que han apuntado que al tratarse de daños sobre el patrimonio, la Junta de Andalucía es parte en la investigación y elaborará un informe sobre el yacimiento que facilitará a la Guardia Civil, todo ello tras “activar el protocolo común ante un daño como éste”.

Al respecto, la Benemérita ha abierto una investigación por la denuncia del director del Museo Arqueológico de Almedinilla y arqueólogo municipal, Ignacio Muñiz Jaén, por la destrucción del yacimiento situado en la Subbética con el objetivo de plantar olivos en la zona.

El martes se personó Muñiz en el enclave tras recibir el aviso de un vecino por unos movimientos de tierra que, supuestamente “sin permiso municipal”, se habían llevado a cabo en los últimos meses y que podían haber afectado a dicho yacimiento, catalogado en su día desde el propio Museo Histórico de Almedinilla como recinto fortificado de época ibérica.

Según indica el arqueólogo municipal, se trata de un recinto amurallado, “algo diferente a los documentados en la comarca”, dado que tiene forma rectangular -20 metros de anchura y 75 metros de longitud-, creando un espacio interno de 1.250 metros cuadrados. Situado en una cota a 900 metros de altitud, se ubica en el farallón rocoso que queda en lo alto de la cortijada de La Viñuela y su ermita, estando su cara sur defendida por un profundo corte en la roca caliza natural.

En este sentido, Muñiz señala que “aunque esta cara tiene restos de la fortificación, en la cara norte se conserva un alzado visible de dos metros de altura y 75 metros de longitud con una edilicia de sillarejo sobre piedras de carácter más ciclópeo”.

Una vez en el yacimiento, el arqueólogo comprobó que el muro principal del recinto, el de la cara norte, había quedado “totalmente arrasado con máquinas pesadas para, tan sólo, plantar una docena de olivos”, indicando que una serie de majanos con las piedras del muro desgajado, algunas ciclópeas, habían quedado esparcidas por la finca, “como huella de la destrucción y el expolio, así como fragmentos cerámicos ibéricos tardíos pertenecientes a ánforas ibero-púnicas, cuencos y lebrillos”.

Un yacimiento estudiado por la Universidad
Tras ello, se ha cursado la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil y el servicio del Seprona y se ha comunicado a la Consejería de Cultura de la Junta, a la que se ha solicitado “una intervención arqueológica de urgencia en el yacimiento que permita documentar lo que haya quedado indemne”.

El yacimiento era estudiado desde el Museo Histórico de Almedinilla y la Universidad de Granada (UGR), habiéndose realizado en febrero de 2021 las planimetrías para próximamente ser comunicados los resultados a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. No obstante, era conocido por la vecindad y se habían publicado diferentes noticias al respecto.

En este sentido, Muñiz apunta que este yacimiento “al ser una fortificación emergente y visible entra dentro de la máxima protección que la Ley de Patrimonio de Andalucía establece para todo tipo de fortificaciones, protegidas en su totalidad como Bien de Interés Cultural por la Ley 14/2007, 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía”.

Así, precisa que el artículo 4 de la citada Ley dice que los ayuntamientos “tienen el deber de colaborar activamente con los organismos competentes en la protección, conservación, fomento y difusión del patrimonio histórico que radiquen en su término municipal, así como realzar y dar a conocer el valor cultural de los mismos, adoptando en caso de urgencia, las medidas cautelares necesarias para salvaguardar los bienes”.

Recuerda igualmente que el artículo 14 de dicha Ley, en referencia a los propietarios, titulares y poseedores, según el cual “tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, además de permitir la visita pública gratuita, al menos cuatro días al mes”.

También, en su disposición adicional tercera, la normativa recoge que “quedan inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz los Bienes de Interés Cultural declarados conforme a la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español ubicados en Andalucía”. Disposición con la que todos los vestigios defensivos situados en territorio andaluz “se inscriben como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General Andaluz”.

La restitución supondría unos 500.000 euros
De esta manera, destaca que todos los “vestigios defensivos” pasan a ser de competencia exclusiva de la Junta de Andalucía -Consejería de Cultura- y quedan inscritos como Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, protegidos por tanto en su totalidad, “tanto las partes conservadas como las que puedan aparecer en las excavaciones arqueológicas, considerándose una infracción muy grave y un delito penal su destrucción”, asevera Muñiz.

Además, afirma que, “si bien el daño está más que hecho, es de esperar que una pronta intervención arqueológica de urgencia pueda documentar lo no expoliado, así como plantear la restitución del muro norte conforme a las planimetrías realizadas, cuyo coste ascendería a una cantidad cercana a 500.000 euros”.

30 de octubre de 2020

Un agricultor halla una leona íbera cuando araba un olivar de Córdoba

Las primeras dataciones la sitúan en el s VI aC. La pieza, en excelente estado de conservación, ha sido trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba
Gonzalo Crespo posa junto al hallazgo realizado en su campo.

"Estaba haciendo una faena entre los olivos y el tractor dio un golpe contra una piedra". Es el testimonio de Gonzalo Crespo, un vecino de la localidad cordobesa de San Sebastián de los Ballesteros y residente en La Victoria que acaba de desenterrar en su olivar una leona íbera en excelente estado de conservación y que las primeras dataciones sitúan en el siglo VI antes de Cristo. El hallazgo se produjo sobre las 08:30 de este miércoles. Era una jornada rutinaria en la finca de Cañablanquilla, situada a escasos 50 metros del casco urbano eballense.

Crespo, un profesional del transporte prejubilado, preparaba su olivar para la inminente recogida de la aceituna. "Pasé y noté que el tractor se había encontrado un obstáculo, pero estas máquinas modernas están preparadas para no romper. Continué y cuando me di la vuelta, lo vi", relata. La pieza arqueológica yacía semienterrada, de costado, las fauces y las patas adormecidas durante siglos bajo el suelo fértil de la campiña. "Llamé a un buen amigo que es cabo de la Guardia Civil y trabaja en la sede judicial de Lucena y me orientó", narra.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil llegaron poco más tarde y se realizaron las pertinentes labores de recuperación con la asistencia de técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. No hizo falta precintar la zona, pues el punto concreto no ha sido desvelado para evitar a los merodeadores. "Los arqueólogos están flipando", dice Crespo.

El alcalde, Francisco Javier Maestre, ha explicado que, aunque en el municipio existen vestigios de la época romana documentados, es la primera vez que se producen hallazgos arqueológicos de esta envergadura. La pieza ha sido trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y estudio completo. Mientras, Gonzalo Crespo bromea: "Tengo un sitio preparado en la chimenea".

En la provincia ya existen hallazgos anteriores, aunque no deja de sorprender cada vez que la tierra escupe un trozo de Historia. El más cercano a San Sebastián de los Ballesteros tuvo lugar en Santaella, igualmente en un cultivo, y se exhibe en el Museo Arqueológico local. En Nueva Carteya, Baena, Bujalance y La Victoria también se han recuperado esculturas zoomorfas de procedencia íbera.

29 de mayo de 2020

Intervención arqueológica de urgencia en el Cabezo Roma de Huelva ante un posible expolio

Aunque este promontorio está fuera de la Zona Arqueológica de Huelva, al encontrarse en las inmediaciones de esta área, tanto la Junta como el Ayuntamiento verificarán este posible atentado contra el patrimonio de la ciudad y que podría haber afectado a una tumba protohistórica de los siglos VII-VI aC.
Yacimiento de Cabezo Roma. FOTO: DIARIO DE HUELVA
El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Huelva, Manuel Gómez Márquez, ha informado que el Consistorio de la capital tomará medidas conjuntamente con la Delegación Territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, a la que ha sido remitida una denuncia alertando de un posible expolio de restos arqueológicos en las inmediaciones del Cabezo Roma o también llamado Diputación. Ambas administraciones han puesto en marcha el protocolo de actuación necesario para intervenir de urgencia y valorar el hallazgo arqueológico, los posibles daños causados y arbitrar las acciones de protección que procedan.

Como ha apuntado el concejal, aunque este promontorio “está fuera de la Zona Arqueológica de Huelva -declarada BIC (Bien de Interés Cultural) por la Junta de Andalucía-, por lo que no está sometida a dicha protección, al encontrarse en las inmediaciones de esta área, nos hemos coordinado con la Delegación para que los técnicos de ambas administraciones verifiquen este posible atentado contra el patrimonio de la ciudad”.

“Además -ha explicado Gómez Márquez- hemos iniciado los trabajos para tomar las medidas pertinentes para proteger los hallazgos, el posible yacimiento arqueológico. El daño está pendiente de evaluación, pero aparentemente no parece revestir una gravedad extrema, aunque con estas valoraciones hay que ser cautelosos”.

Por tanto, ha incidido, “las Administraciones estamos trabajando, tratando de adoptar con la mayor celeridad las medidas que protejan este hallazgo, y seguiremos, por supuesto, informando de todo a la ciudadanía”.

Por su parte, el delegado territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en Huelva, José Correa, ha precisado que su departamento, “al recibir hace unos días la denuncia del posible expolio, dio parte de las misma al Seprona y al Ayuntamiento de Huelva para investigar la importancia que tienen los actos denunciados y averiguar la autoría de una actividad no autorizada y delictiva, una barbarie con la que alguien ha buscado su enriquecimiento personal”. De resultas de dicho traslado, ha dicho, la Administración autonómica y la municipal “estamos en conversaciones con el Consistorio para realizar una intervención arqueológica de urgencia”, al objeto adoptar las medidas necesarias.


La denuncia, según el diario "Huelva Hoy",  podría hacer referencia al expolio de una tumba protohistórica, datada entre los siglos siglos VII-VI a.C.

21 de octubre de 2019

Recuperan más de 100 ánforas expoliadas en Formentera

Son de época romana y fenicia y habían sido extraídas de forma ilegal por pescadores de Formentera. Hay doce personas investigadas.
Imagen de las ánforas recuperadas en Formentera. GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil informó ayer sobre la recuperación de más de 100 piezas históricas que habían sido expoliadas de yacimientos subacuáticos de Formentera. En el operativo, un total de doce personas han sido investigadas por un supuesto delito de expolio del patrimonio histórico. Asimismo, se han registrado siete viviendas y once almacenes de pescadores en Formentera. Como resultado de la operación policial, las más de 100 ánforas han podido ser recuperadas, estando completas prácticamente unas 40.

Todas las piezas son de procedencia romana y fenicia y se podrían datar entre los siglos I y II A.C.

El Instituto armado explicó ayer que en el transcurso de la investigación los agentes constataron que las piezas recuperadas se habían expoliado del medio marino mediante la técnica de la pesca de arrastre.


REDES DE PESCA
Cuando los pescadores extraían una de las ánforas en las redes de pesca, en lugar de notificar el hallazgo a las autoridades, se apropiaban de estos restos y volvían a pasar reiteradamente las redes por el fondo hasta esquilmar el pecio submarino. Así, todo el material hallado ha sido extraído ilegalmente en aguas de Formentera.

Este servicio ha sido desarrollado por agentes pertenecientes al SEPRONA, que han contado con el apoyo de agentes pertenecientes al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Mallorca e Ibiza, quienes están llevando a cabo la inspección del fondo marino en donde se hallaban los pecios.

Por otro lado, se ha contado con técnicos del Servicio del Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca para la catalogación de las ánforas que serán trasladadas al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.