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29 de junio de 2022

Los arqueólogos se inclinan por "Bora" como el nombre de Torreparedones

Un estudio de los responsables de los museos cordobeses de Baena y Cabra señala que el yacimiento no fue la colonia Ituci Virtus Iulia, sino otro lugar en el que hasta, probablemente, nacieron dos santas mozárabes siglos después de su fundación

A partir de ahora, el yacimiento arqueológico de Torreparedones debería comenzar a llamarse Bora. Varios estudios arqueológicos comienzan a afinar la hipótesis más plausible sobre el nombre de la ciudad romana excavada en el término municipal de Baena, de la que se sabe que formó un oppidum previo a la romanización y que incluso estuvo habitada en la época del emirato. Hasta ahora, y por la monumentalidad del yacimiento arqueológico, que disponía hasta de anfiteatro, siempre se optó por identificar a Torreparedones como la colonia Ituci Virtus Iulia, una de las ciudades romanas más importantes de la Bética identificadas por Plinio El Viejo. Pero son 43 monedas y una tubería de plomo las que parecen indicar que no, que Torreparedones no fue una colonia y que tampoco tuvo un rango administrativo tan importante. Eso sí, Bora habría sido tremendamente rica gracias al cultivo del cereal, tanto que sus habitantes se habrían permitido el lujo de construir un anfiteatro, una puerta monumental y un espectacular foro.

Un reciente estudio firmado por José Antonio Morena, del museo arqueológico de Baena, y Antonio Moreno Rosa, del de Cabra, sostiene como principal la hipótesis de que Torreparedones es Bora. La clave ha estado en el hallazgo, ya comentado por el arqueólogo Ángel Ventura, de una tubería de plomo en las termas orientales del yacimiento. Por las dos caras, la tubería tenía una inscripción: M . BOREN que podría aludir al nombre del artesano que fabricó la tubería pero también y quizás más probable, al nombre de la ciudad, Municipio Borense.

Esta es la tesis de Morena y Moreno en su nuevo estudio. Para cruzar esta inscripción se han basado también en el hallazgo a lo largo de los siglos de hasta 43 monedas acuñadas en la ceca de Bora. Las monedas se habrían encontrado principalmente en los alrededores de Torreparedones, siempre al sur del Betis y especialmente en lo que hoy es la provincia de Córdoba. Es decir, esa ciudad de Bora no debería haber andado muy lejos. 11 de esas monedas están en el propio museo de Baena. Se sabe que Bora acuñó moneda en los siglos II-I antes de Cristo con un busto femenino en el anverso y un toro en el reverso sobre el que figura la leyenda Bora. Es decir, se sabe que la ciudad ya tenía historia antes de la época de Augusto, similar al oppidum existente en Torreparedones.

Este nuevo nombre rebajaría la categoría que se le presuponía a Torreparedones y dejaría aún en el aire la localización de la colonia Ituci Virtus Iulia. Los expertos intentan afinar para saber si Bora fue o no un municipio como tal, algo que se podría afirmar por la M. de la inscripción en la tubería de plomo. “La epigrafía aparecida en el oppidum de Torreparedones nos indica que, por la tribu de sus ciudadanos, Galeria, y por la presencia de los magistrados municipales desde época augustea, esta población ostentó el ius adipis­ cendae civitatis romanae per magistratum, un elemento que confirmaría esta posible identificación”, señalan los autores.

Es más, es probable que se tratase de uno de los municipios nombrados por Plinio El Viejo en su descripción de todo el territorio que se extendería entre el sur del río Betis y el Océano. Según los autores, Bora podría corresponder al nombre de Ebora Cerialis. Este cognomen que se acompaña al nombre de la ciudad tendría una explicación por la importancia del cultivo de cereal en la zona. Los monumentos de Torreparedones están repletos de espigas de trigo.

Y como último refuerzo a su hipótesis está el caso del emirato. Torreparedones estuvo habitado durante Al Andalus. Y un estudio posterior de los libros sobre martirio de San Eulogio reinterpretan el lugar de nacimiento de las santas mozárabes Nunilo y Alodia. Traducciones posteriores del original aseguraron que habían nacido en Osca. En el texto original se señalaba lo que podría leerse como Bosca, que los autores corrigen ahora y señalan que la SC podría tratarse de una R, y que estas santas mozárabes, por tanto, habrían nacido en Bora, en las inmediaciones de lo que hoy es Baena.

“En este panorama, no cabe duda de que los argumentos que hemos presentado permiten considerar que quizás Torreparedones deba empezar a identificarse con la ciudad de Bora. Este enclave, que acuña moneda en época republicana, con una distribución coincidente con este territorio, podría ser la Ebora Cerealis pliniana”, concluye este nuevo estudio.

22 de octubre de 2012

Un sondeo sitúa el origen de Torreparedones entre el Neolítico y la Edad del Cobre

Un sondeo en el sector norte secuencia las primeras fases de ocupación del asentamiento ibero-romano de Torreparedones, en Baena (Córdoba). Ahora se procederá a un estudio del material arqueológico junto con semillas carbonizadas.
Imagen del sondeo realizado en Torreparedones.
Foto: M. Ariza
Un sondeo descubre los orígenes del yacimiento de Torreparedones. Con motivo de la campaña de excavación que se realiza en la zona del entorno del foro romano se ha realizado un sondeo en el sector norte con el objetivo de secuenciar las primeras fases de ocupación del asentamiento, que se sitúan entre el Neolítico y la Edad del Cobre.

En el sondeo, de dos metros cuadrados, se han documentado 17 unidades estratigráficas anteriores a la época ibérica. Según informa el arqueólogo municipal de Baena y director de la excavación, José Antonio Morena, la lectura de la estratigrafía "documenta una primera fase de ocupación del asentamiento, que se inaugura con la realización de una fosa irregular de aproximadamente un metro de diámetro, excavada en las margas terciarias que afloran a dos metros de profundidad con respecto a la cota actual y sobre la que se traza, una vez colmatada, un pequeño murete dotado de calzos de poste", quizá perteneciente a una habitación tipo choza o cabaña. La datación más probable de esta fase, que se completa con diversos sedimentos que cubren estas estructuras, se situaría en torno al 3100-2900 a.C., cronología que se confirmará con el análisis de semillas mediante el sistema de radiocarbono. Según Rafael María Martínez, arqueólogo y experto en Prehistoria de la UCO, la fundación de Torreparedones se situaría a caballo entre el Neolítico y la Edad del Cobre, coincidiendo con la primera ocupación a gran escala de la campiña por parte de agricultores y ganaderos prehistóricos.

A continuación, se ha identificado un largo período de abandono, en el que el yacimiento parece deshabitarse a lo largo de la mayor parte de la Edad del Cobre y del Bronce, durante prácticamente dos mil años. Tras este período de despoblación, cuyas causas continúan siendo un misterio, el yacimiento vuelve a poblarse durante el período tartésico. De esta fase ha podido documentarse una estructura de combustión perteneciente a un área de hábitat, constituida por una plataforma de piedras planas recubierta con arcilla apisonada y endurecida por el fuego.

Esta ocupación parece dilatarse aproximadamente entre los años 1000 y 800 a.C., continuando a lo largo del período ibérico y romano, hasta su definitivo abandono durante la Baja Edad Media. Morena recuerda que ya se excavaron contextos similares en los años 90 cuando se investigó parte de la puerta oriental del yacimiento por la Universidad de Oxford, fechándose los estratos más antiguos a comienzos del II milenio a.C. Sin embargo, "los estudios y excavaciones realizados en las últimas décadas han ampliado nuestro conocimiento de la prehistoria de la campiña y han permitido fijar con mayor precisión su secuencia cronológica".

Tras la excavación del sondeo, se procederá al estudio del material arqueológico, sobre todo cerámica, muy abundante, instrumentos de sílex y huesos animales, junto a restos de semillas carbonizadas, a fin de trazar de forma exhaustiva el panorama de los modos de vida de las sociedades que habitaron este yacimiento antes de la llegada de la escritura a la Península Ibérica. Por otra parte, los análisis polínicos permitirán conocer el tipo de flora existente entonces.

4 de mayo de 2023

Hallan una estructura semicircular que podría ser el teatro romano de Torreparedones

La topografía del terreno insinuaba que "había algo raro porque los teatros se suelen construir en pendiente acusada para hacer el graderío", dice el arqueólogo municipal de Baena
El yacimiento durante las obras de recuperación del foro.

El parque arqueológico de Torreparedones sigue deparando sorpresas. La alcaldesa y candidata por el PP en Baena, Cristina Piernagorda, ha visitado el yacimiento junto al delegado de Cultura de la Junta, Eduardo Lucena, y ha informado de que “un informe de la Universidad de Córdoba a raíz de unos trabajos de prospección realizados en el yacimiento parecen confirmar la existencia de un teatro”.

A este respecto, el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, ha recordado que ya en su día se llevó a cabo la prospección geofísica (geomagnética y con georradar) en la zona suroriental enmarcada por la muralla de Torreparedones, y ha adelantado que “ya la topografía del terreno insinuaba que había algo raro porque los teatros se suelen construir en pendiente acusada para hacer el graderío”.

Morena ha indicado que, tras estos trabajos, “se ha confirmado la existencia de un semicírculo de unos 50 metros de diámetro”, así como se puede ver que “hay una calle que se dirige claramente a la entrada al teatro”. En opinión del arqueólogo municipal, “este hallazgo permitiría sumar otro atractivo más a Torreparedones, porque sería el segundo o tercer teatro de la provincia de Córdoba y con posibilidad de excavarlo todo porque se encuentra en propiedad municipal”.

Piernagorda ha incidido en la importancia de la financiación llevada a cabo por la Junta en este yacimiento, ya que ha permitido realizar trabajos que han derivado “en un informe por parte de la UCO en el que parece indicar la existencia de este inmueble, que permitiría dotar de más importancia si cabe a Torreparedones”. Piernagorda ha adelantado que “la Junta ha mostrado su interés en seguir colaborando para seguir realizando sondeos que certifiquen la total existencia de esta estructura”.

Finalmente, el delegado de Cultura y Deporte de la Junta, ha puesto en valor “la necesidad de invertir en la provincia para ir ganando el máximo esplendor posible en los pueblos” y ha incidido en que “estos trabajos en colaboración con la UCO nos permiten ir afianzando el yacimiento”.

22 de mayo de 2017

Las termas romanas de Torreparedones disponían de calefacción con suelo radiante

Para Ángel Ventura, profesor de la UCO, las termas orientales de Torreparedones «son el edificio mejor conservado de índole termal de Andalucía y puede que de España» y las califica como «una de las joyas del parque arqueológico» dado que su estado de conservación es «extraordinario».
EL sistema de calefacción ya está completamente excavado. FOTO: S.N.T. / BAENA
La pasión de los romanos por los baños públicos y que no les gustaba el frío queda patente en la ciudad íberorromana de Torreparedones. Lo constata las terceras termas halladas en la colonia, las segundas en construirse, a finales del s. I d.C., aproximadamente. Nada más comenzar la excavación salía a la luz una curiosa particularidad, según explicaba el profesor de la Universidad de Córdoba, Ángel Ventura, en la sala caliente o caldarium se ubican las taquillas del vestuario, cuando lo normal es que éstas estuvieran en una habitación en la entrada. Para Ventura esto obedece a «las condiciones climatológicas».

El frío de invierno en Ituci Virtus Iulia hacía optar a los romanos por instalar en estas termas para su calefacción lo que hoy es suelo radiante, hypocaustum para los romanos. Este sistema lo inventó el ingeniero Cayo Sergio Orata y se extendió por todo el imperio. Este sistema ya esta completamente excavado en la termas orientales de Torreparedones. Según indica el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, «el hypocaustum era el suelo radiante que sería para calentar la sala mediante unos hornos que estaban en otra estancia, al exterior, pero conectada por el caldarium por unos conductos por los que circulaba el aire caliente».

FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA
La instalación de este sistema en las terceras termas de Torreparedones consistía en «el pavimento de la sala que era de opus sectile, formado por piezas romboidales de caliza y triangulares de mármol, que se sustentaba sobre unos grandes ladrillos y estos, a su vez, sobre unas pequeñas columnas de ladrillo o pilae», explicaba Morena. Con el fin de conseguir más temperatura, «entre los ladrillos y el pavimento se colocó una lámina de plomo por toda la superficie». El arqueólogo municipal lamentaba que «solo se ha conservado una parte del pavimento ya que tras el abandono de las termas fue expoliada la mayor parte del plomo y las piezas romboidalesy los triángulos se removieron de su lugar original» aunque apuntaba que «se han recuperado la mayor parte de ellas y se podrán reutilizar cuando se acometa la restauración del edificio».

Para Ángel Ventura, las termas orientales de Torreparedones «son el edificio mejor conservado de índole termal de Andalucía y puede que de España» y las califica como «una de las joyas del parque arqueológico» dado que su estado de conservación es «extraordinario».

29 de septiembre de 2014

Comienza la restauración de las esculturas romanas encontradas en Torreparedones, en Baena (Córdoba)

El Ayuntamiento de Baena ha iniciado los trabajos de la primera fase del proyecto de reintegración y limpieza de tres esculturas encontradas en la curia del yacimiento arqueológico de Torreparedones y que permitirán que estas colosales estatuas tomen forma para su posterior exposición en el Museo Histórico y Arqueológico Municipal.

Con motivo del inicio de estos trabajos, el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, recordó que pronto hará dos años que se encontró este conjunto escultórico en el parque arqueológico baenense, lo cual fue "una gratísima sorpresa" y señaló que "hoy -por ayer- se inician los estudios previos, así como la primera fase de restauración de las tres grandes esculturas que quedarán instaladas en un principio en el patio del Museo Histórico".

RÉPLICAS PARA EL FORO
De igual forma, Morena precisó que "la idea es que cuando concluya la primera fase se hagan unas réplicas para colocarlas en la fachada del templo del foro de Torreparedones, donde debieron ser algo espectacular" y detalló que "se trata de tres esculturas sedentes de mármol de tamaño superior al natural y que debieron estar instaladas sobre un pedestal de un metro".

Para el arqueólogo municipal "ahora se inicia la cuenta atrás de unos trabajos con los que el museo va a ganar muchísimo ya que va a acoger unas piezas que son únicas en el mundo y son fragmentos que casan unos con otros". "Podemos decir que tenemos entre el 80% y 90% de estas tres esculturas", concluyó.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Córdoba (UCO), Ángel Ventura, subrayó que en estos trabajos va a continuar la colaboración ya iniciada hace años entre el Ayuntamiento y la UCO y explicó que, concretamente, la universidad va a financiar los análisis previos de mármol que se van a llevar a cabo, así como los trabajos con el láser scan, mientras que el Consistorio costeará el estudio de policromía y el ensamblaje de las piezas para que la estatua obtenga corporeidad.

En diciembre de 2011, el Ayuntamiento de Baena dio a conocer que los trabajos en la curia del Parque Arqueológico de Torreparedones habían dejado al descubierto los restos de tres nuevas estatuas que en esta ocasión tenían la particularidad de ser sedentes, esto es, debían de estar sentadas en tronos tal y como se desprende de sus posiciones.

(Fuente: El Día de Córdoba / Sara Núñez Baena

23 de noviembre de 2010

Arqueología: La escultura romana hallada en Córdoba representa a un emperador

La estatua se ha encontrado en el zona del pórtico norte del foro del yacimiento de Torreparedones (Córdoba) y no se descarta que la cabeza aparezca en las proximidades.

El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explicó que esta escultura thoracata se ha encontrado en la zona del pórtico norte del foro romano de Torreparedones. Está labrada en mármol blanco y presenta un excelente estado de conservación, faltándole la cabeza y las extremidades, y pesa unos 600 kilos. Es posible que la pierna calzada con bota militar descubierta en la campaña anterior en esta misma zona pertenezca a esta escultura.
El personaje lleva una túnica interior de manga corta (colobium), que se aprecia en el antebrazo izquierdo y en la parte inferior del tronco. A continuación lleva la coraza y sobre ella el manto (paludamentum), que se deja ver sobre el hombro izquierdo cayendo. En la coraza destaca la decoración con motivos alegóricos. En la parte superior, "sobre el pecho, encontramos la cabeza de la gorgona Medusa, más abajo en lo que sería el motivo principal hay dos Victorias aladas que portan un yelmo y una espada, quedando en el centro un candelabro".

En la parte inferior hay una figura femenina semidesnuda y recostada, "sin atributos, que podría interpretarse como la personificación de una provincia vencida y pacificada". En el "faldellín destacan las dos hileras de lambrequines o pteryges que protegían la zona inguinal".


Añade Morena que el personaje está en una posición de ad locutio bien conocida en este tipo de piezas, con el brazo derecho levantado arengando a los soldados, y apoyado sobre la pierna izquierda, quedando la derecha semiflexionada. "Lo más probable es que se trate de un emperador con la indumentaria que lo identifica como comandante supremo de las legiones".

Ahora confían en que en la misma zona aparezca la cabeza, que será un retrato del personaje y el pedestal, en el que pondría el nombre del personaje y del municipio que le dedica este homenaje y se resolvería de esta manera el nombre de la ciudad de Torreparedones.

El yacimiento se abrirá a mediados de diciembre

El alcalde confirmó que el último hallazgo de Torreparedones formará parte del nuevo Museo Histórico de la ciudad que se construye en el edificio de la Casa de la Tercia, junto a los dos togados y al busto del emperador Claudio encontrados en el foro hace unos meses. "Torreparedones se está presentando como una fuente inagotable de restos arqueológicos de excepcional valor; los historiadores ya califican la ciudad romana como una de las mejores de la Península Ibérica. Ahora nos queda descubrirla al turismo".

Ayer, el alcalde anunció la apertura del yacimiento a mediados de diciembre, una vez que el arreglo y acondicionamiento de la carretera de acceso esté totalmente terminada.

Moreno insistió en que Torreparedones "solo acaba de comenzar" y durante los próximos meses y años contribuirá al "modelo del conjunto de ese proyecto que tiene esa perspectiva de futuro socioeconómico, no solamente de identidad, cultural y estético, que es Baenacultura".

Pasado y futuro

La apuesta que hace años hizo el Ayuntamiento de Baena, con su alcalde al frente, era arriesgada. Invertir en poner en valor el pasado. Ahora, los numerosos hallazgos avalan esta "aventura" y confirman la importancia del yacimiento de Torreparedones. En unos días abrirá sus puertas y podrá conocerse sobre el terreno esa ciudad romana cuyo nombre permanece oculto, una visita que nos llevará por unas calles que contribuirán a mejorar el futuro de la zona.

24 de julio de 2011

Hallan la tumba de un militar romano en la necrópolis este de Torreparedones (Córdoba)

Con motivo de la intervención arqueológica que el Ayuntamiento de Baena está llevando a cabo en el terreno donde se construye el centro de recepción de visitantes del yacimiento arqueológico de Torreparedones, se ha puesto al descubierto una gran zona funeraria de época romana que se localiza a unos 200 metros al Este de la puerta oriental de la ciudad y donde ha tenido lugar "uno de los hallazgos más recientes consistente en una tumba que podría pertenecer a un miembro del ejército romano", según informó ayer el arqueólogo municipal, José Antonio Morena. 

Asimismo, Morena explicó que "aunque la tumba en sí es muy sencilla, ya que se trata de una fosa excavada en el terreno revestida de losas de piedra y con cubierta del mismo material, lo singular es que podría tratarse de un militar pues no son muy abundantes este tipo de tumbas" y "a pesar de que no se ha conservado la inscripción que seguramente tuvo este enterramiento, a través de la cual conoceríamos el nombre, edad y otros datos sobre la persona allí enterrada, tenemos otros indicios para plantear la posibilidad de que se trate de un soldado". 

En concreto, en la zona de los pies se han encontrado 40 tachuelas de hierro de tamaño variable (de 8,64 hasta 15,40 milímetros), algunas con la punta vuelta y la cabeza redondeada, que suelen ser típicas del calzado militar, las clavis caligae, unas sandalias atadas hechas con correas de cuero y con una suela tachonada que proporcionaba una mayor tracción al soldado. Pero hay otro dato más: en el dedo corazón de la mano izquierda llevaba dos anillos, uno de hierro con chatón y un aro de bronce, constituyendo el anillo de hierro una señal propia de los soldados romanos tal y como mencionan varias fuentes (Plinio, Apiano). 

La ciudad de Ituci Virtus Iulia en Torreparedones (Baena, Córdoba).



Hasta el momento se han localizado en esta zona un centenar de enterramientos, la mayoría de inhumación, destacando cinco monumentos hipogeos de tipo familiar con nichos en sus paredes para colocar las urnas con restos incinerados. La alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano, indicó con motivo de este último hallazgo que "Torreparedones no deja de sorprendernos día a día" y añadió que "no se puede imaginar el alcance y potencial del mismo, siendo ya uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de nuestro país, más aún cuando podemos confirmar la hipótesis, gracias a los últimos hallazgos, de que se trata de la ciudad de Ituci Virtus Iulia".



(Fuente: El Día de Córdoba)

10 de septiembre de 2012

Identifican la basílica civil en el foro romano de Torreparedones, en Baena (Córdoba)

El edificio estaba destinado a la administración de justicia de la colonia Virtus Iulia Ituci y a las operaciones comerciales. Se han conservado los pilares de las 20 columnas que rodeaban la nave central.
Trabajos de excavación en la zona donde ha salido a la luz
la basílica civil de Torreparedones. Foto: M. Ariza
Los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en Torreparedones desde finales de julio han puesto al descubierto los restos de la basílica civil en el foro. El arqueólogo municipal de Baena, José Antonio Morena, explica que ahora el complejo forense de la ciudad se podrá reconocer en su totalidad, ya que han quedado definidos la mayor parte de los edificios exhumados.

Descubrir los restos de uno de los edificios más significativos de una urbe romana era el objetivo principal que se perseguía con esta campaña de excavaciones en el centro monumental de la colonia Virtus Iulia Ituci, localizada en el yacimiento de Torreparedones y que fue autorizada por la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía. El director de la excavación añade que, "pese al estado de conservación de los restos, se ha logrado identificar como pertenecientes a la basílica civil". En este edificio se realizaban importantes operaciones comerciales pero, sobre todo, "primaba la acción judicial". También servía como lugar de reunión de los ciudadanos para tratar diversos asuntos, protegidos de las inclemencias del tiempo.

Morena explica que debido a la topografía del sector oriental del foro en la que se encuentran los nuevos vestigios, que presentan una pendiente acusada en sentido norte-sur y oeste-este, y como consecuencia de la erosión tanto natural como antrópica, no se ha conservado ni tan siquiera el pavimento, aunque sí los muros de cierre y los pilares donde apoyaban las columnas que rodeaban la sala interior. Es de planta rectangular, con una superficie de unos 350 metros cuadrados y dispuesta con el lado mayor en sentido norte-sur, de modo que cerraba la plaza forense por el lado oriental, quedando justo enfrente del templo. La basílica se convertía así en un elemento delimitador del conjunto del foro dentro del marco arquitectónico-urbanístico del mundo romano, en un esquema que se repite en otras ciudades del Imperio.

El pavimento, posiblemente de mármol, no ha llegado hasta nuestros días pero quedan evidencias de la cota a la que estaba (superior a la de la plaza) y también se han conservado los 20 pilares que sustentaban las columnas de la peristasis (8x4) que rodeaba la gran nave central, conformando a su vez un pasillo o deambulatorio de 2,8 metros de anchura. Se conserva parte del alzado de los muros oeste y norte con fábrica de opus vittatum , y se han recogido fragmentos de estuco pintado en diversos colores que revestían las paredes, mientras que del resto solo quedan las cimentaciones. Disponía como mínimo de tres puertas de acceso desde la plaza del foro: una central más ancha, de la que se conserva un peldaño del escalón inferior; y otras dos laterales que permitían el ingreso al pasillo en sus extremos norte y sur, y tenía, como suele ser habitual en este tipo de construcciones, dos plantas en altura.

Estos trabajos forman parte del proyecto Baniana II y suponen más de 2.500 jornales.

(Fuente: Diario Córdoba / Mari Luz Ariza)

24 de enero de 2023

Un historiador descubre tres castillos andalusíes en la Sierra de Honachuelos

El investigador Emilio J. Navarro Martínez localiza en el corazón de la sierra de Hornachuelos tres antiguas fortalezas defensivas en el interior de grandes fincas de caza. Una de ellas es un castillo de grandes dimensiones, el del Comendador, de más de 2.700 metros cuadrados. Navarro Martínez ha logrado llegar a uno de estos castillos. Al segundo y al tercero le ha sido imposible, pero los ha logrado identificar gracias a fotografías aéreas, al Lidar y al satélite.
Restos del castillo del Comendador, repleto de vegetación. Emilio J. Navarro Martínez

El parque natural de la Sierra de Hornachuelos, al noroeste de la provincia de Córdoba, se extiende por más de 60.000 hectáreas y fue declarado reserva de la biosfera por la Unesco en 2002. Pero apenas se conoce los tesoros que esconde por una razón: la mayor parte de sus 60.000 hectáreas son privadas y están repartidas en un puñado de fincas gigantescas dedicadas a la caza. La familia Koplowitz, por ejemplo, posee una de esas grandes fincas: La Aljabara. Su uso es casi exclusivo cinegético. Las fincas están rodeadas por vallas y mallas que impiden la salida y entrada de los animales que se cazan. Y también de los investigadores.

Por eso es tan difícil conocer el pasado de la Sierra de Hornachuelos. Tanto que el historiador Emilio J. Navarro Martínez, del grupo de investigación Meridies, acaba de descubrir los restos de tres fortalezas andalusíes de las que hasta la fecha no se tenía noticia. Una de ellas es un castillo de grandes dimensiones, el del Comendador, de más de 2.700 metros cuadrados, que sigue conservando en algunas zonas muros de hasta dos metros de altura. Navarro Martínez ha logrado llegar a uno de estos castillos. Al segundo y al tercero le ha sido imposible, pero los ha logrado identificar gracias a fotografías aéreas, al Lidar y al satélite.

Este historiador acaba de publicar un descubrimiento que podría permitir, según la ley andaluza de Patrimonio, que se pudieran estudiar las fortalezas. La norma señala que todos estos recintos históricos son automáticamente declarados Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que sus propietarios están obligados a facilitar su estudio y su conservación, en su caso. También, en un futuro, a su difusión.

La Sierra de Hornachuelos es una de las grandes extensiones de Andalucía que más deshabitadas están. Pero eso es algo más o menos reciente. El río Retortillo siempre ha sido la frontera entre Córdoba y Sevilla. En época romana separaba los conventus de Hispalis y Corduba. La zona, hace dos mil años, estaba repleta de minas que pervivieron hasta época andalusí. Hace unos mil años, cuando el califato comenzó a desintegrarse, se pobló de castillos y fortalezas. Los reinos cristianos atacaban a los musulmanes del Valle del Guadalquivir a través de Sierra Morena, por lo que se configuró una red defensiva con construcciones de fortalezas muy próximas entre sí y prácticamente en cada promontorio. Muchas de esas construcciones siguen siendo visibles. O al menos sus cimientos. El castillo de Almodóvar (reconstruido en el siglo XX) es su mayor exponente. Junto a él, Hornachuelos, e incluso la ciudad fortificada de Palma del Río, con su enorme muralla almohade, son testigos de aquellos años convulsos en los que la frontera entre reinos y dos mundos muy diferentes estaba ahí.

Tierra de frontera
Con la conquista cristiana, poco a poco estas fortalezas dejaron de tener sentido. En la Sierra de Hornachuelos se fueron abandonando. Algunas sirvieron para la actividad cinegética, para el ganado y para el retiro espiritual. Diversas órdenes religiosas se instalaron en la zona y crearon conventos. El más popular es el de Los Ángeles. Pero no fue el único. En el siglo XIX, las desamortizaciones de las propiedades de la iglesia volvieron a transformar este espacio. Grandes familias aristocráticas se hicieron con la propiedad de enormes fincas que dedicaron a la cacería. Y hasta ahora.

Emilio J. Navarro Martínez ha tenido que bucear en los archivos antes de lanzarse a hacer un trabajo de campo que ha dado sus frutos. A través de planos del siglo XVIII, de apuntes históricos, de crónicas andalusíes y cristianas, ha logrado trazar cómo tuvo que ser una red defensiva de fortalezas cuyos restos, además, ha encontrado en el corazón de la sierra de Hornachuelos, abandonados y repletos de vegetación que los ocultan.

A través de toponimia y legajos, también ha identificado los nombres de estas fortalezas. El más importante, por dimensiones, es el llamado castillo del Comendador, en las inmediaciones del pantano del Águila. Este investigador logró llegar hasta el castillo subiendo “arroyo arriba por la servidumbre hidráulica”, que sí que es pública. El castillo tiene unos 2.500 metros cuadrados, con un perímetro de 210 metros. Posee una torre circular y en su interior se adivinan restos de lo que tuvieron que ser habitaciones. Está sobre una gran pendiente, que hace que muchos de sus muros se hayan derrumbado o que su altura no sea la que fue. En su interior la vegetación lo ha tomado. El investigador sostiene que este castillo sería el más importante de la zona, pudiendo albergar a población en su interior en caso de ataque.

Similar, aunque más pequeño, es el castillo de Comares, la segunda fortificación que ha descubierto. De planta cuadrangular, también está repleto de vegetación. Aunque las fuentes documentales señalan que su uso fue militar y defensivo, el investigador sostiene que también pudo dar cobijo al ganado. La fortaleza más pequeña es la atalaya de la Casa Fuerte, una torre de unos 90 metros cuadrados ubicada en el punto más alto de la zona. “La funcionalidad de este punto estaría relacionada con el control de una depresión del terreno, entre elevaciones de una altura parecida, que controlaría el ángulo noreste de todo el sistema defensivo de la Sierra del Águila”, señala el autor.

El investigador concluye urgiendo a la Junta de Andalucía a que ejerza sus competencias y que declare BIC estos tres espacios para poder protegerlos, investigarlos y darlos a conocer.

14 de noviembre de 2012

Encuentran el altar original de la curia de Torreparedones

Pertenece a la fase original del foro, de la etapa augustea. Diseñado para ir adosado a la pared, se utilizó para quemar incienso.
Las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Torreparedones, en Baena, han puesto al descubierto el altar original de la curia, que se había aprovechado como material de construcción con motivo de una reforma realizada en una época posterior. Según ha informado el arqueólogo municipal y director de la excavación, José Antonio Morena, se trata de un altar anepigráfico, que estaba diseñado para ir adosado a una pared, "toscamente desbastado por detrás".

El profesor Ángel Ventura mide las dimensiones del altar.
Foto: Mariluz Ariza.
Presenta en el coronamiento un focus con huellas de fuego, lo que demuestra que se utilizó para quemar incienso, y no es una pieza "a medio hacer" o desechada del taller. El coronamiento carece de pulvinos o frontón, como suele ser habitual, pero está rematado en las esquinas por acróteras, que en la cara frontal se decoran con volutas y en las laterales por un motivo de media palmeta; no obstante, le falta la parte inferior con su correspondiente zócalo.

Los expertos que lo estudian se muestran convencidos de que pertenece a la fase original del foro de Torreparedones, de la etapa augustea, por la ausencia de mármol.

"Al no llevar inscripción, hay que deducir que no se trata de la donación de un devoto, ni de un altar funerario, sino que debe ser el altar oficial de un edificio de culto, en el que la divinidad estaba ya indicada en otro epígrafe y/o a la vista en forma de simulacrum ", como apunta el profesor de la Universidad de Córdoba Angel Ventura.

Es un ara de interior porque está poco o casi nada desgastada y, además, resulta muy pequeña para ser del templo forense. Tampoco parece que proceda del sacellum de la Concordia, muy próximo a la curia, donde ya se encontró el coronamiento de su propio altar.

"Lo lógico, por tanto, sería pensar que se reutilizó como material de construcción porque procedía de allí mismo, siendo sustituida en la reforma antes comentada por otra de mármol, de la que queda el hueco de encaje en el suelo de mármol junto al nicho absidado", añade el profesor Ventura.

27 de diciembre de 2011

Encuentran varias esculturas romanas en la curia de Torreparedones (Córdoba)

Según los arqueólogos, la cabeza de Augusto aparecida a principios de mes podría ser de alguna de ellas
Las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Torreparedones siguen dando frutos. El último hallazgo han sido los restos de varias estatuas, que a falta de un estudio, serían hasta cuatro diferentes representando a divinidades sedentes o emperadores deificados en sus tronos, según el profesor de la Universidad de Córdoba Ángel Ventura.
Las esculturas , a la espera de ser extraídas para su estudio.
El catedrático Carlos Márquez indicó que «muy probablemente las cabezas de Claudio y de Augusto puedan tener un anclaje con algunas de ellas». Aún se desconocen a quién representan, ya que todavía se tiene que documentar «cómo están aquí las piezas puestas, si proceden de un derrumbe, un cúmulo o de un depósito», comentaba el profesor Ventura, algo que no se sabrá «hasta que no acabe la excavación».
Para el catedrático de la Universidad de Córdoba, saber a quién pertenecerían estas esculturas ayudará a «poder entender el contexto de una ciudad romana del siglo I después de Cristo y a poder ver los detalles del interior de los edificios». Los restos de estas estatuas se han hallado «en la misma zona y dentro de la misma estancia», según indicaba el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, en la que a principios del mes de diciembre se hallaba la cabeza del emperador Augusto, en la zona conocida como curia, que se está descubriendo «muy bien conservada y que va a tener muchas posibilidades».
Aunque estos nuevos restos escultóricos se han hallado en la curia, según indicaba Carlos Marquez, «no se sabe exactamente si todas proceden de la curia o alguna de ellas puede venir del templo». Para el profesor Ventura, «casi tan importante o más que los hallazgos escultóricos es el grado de conservación de la curia», ya que considera que «no hay una curia como esta, tan canónica».
Momento en el que es desenterrada la cabeza de la estatua
de Augusto en Torreparedones a principios de diciembre.
Según han avanzado las excavaciones en esta zona, los investigadores han podido identificar que «en el vestíbulo de entrada se encontraba el aerarium o tesoro local», afirmó Ventura, quien indicó también que «en la habitación donde se guardaban los fondos públicos está el hueco donde estaba la caja fuerte y enfrente del aerarium hay un nicho muy bien impermeabilizado con baldosas de barro con mortero y restos de madera carbonizada que es donde estaba el tabularium, el armario donde se guardaban los documentos públicos, el archivo de la ciudad».

Suelo de mármol íntegro

Del edificio de la curia, el profesor señalaba que «alcanzaría los quince metros de altura y tiene los mejores muros, la mejor obra arquitectónica para sostener el alzado y que, por lo que se ve en los pequeños sondeos en los que hemos llegado al suelo, conserva el pavimento de mármol íntegro».
Este edificio «era la pieza que faltaba para tener el foro completo», afirmó Ángel Ventura. Según el profesor, como el foro de Torreparedones «no hay en ningún sitio, completamente identificado en cada una de sus estancias». Para Carlos Márquez, «lo verdaderamente extraordinario del yacimiento de Torreparedones es la diversidad de esculturas, el número de ellas y la variedad de la tipología». Márquez señaló que «un descubrimiento de este número de piezas y de su variedad no se da en España desde el siglo XIX, cuando comenzó a salir a la luz la serie de esculturas de época adrianéa en Itálica».
(Fuente: ABC / Sandra Núñez)

22 de abril de 2016

La basura amenaza las pinturas rupestres de la cueva de Los Covachos (Sevilla)

En sus corredores, galerías y salas atesora las primeras manifestaciones prehistóricas documentadas en una cueva en Sevilla. Contiene hasta 1.286 signos grabados con trazos simples y pinturas esquemáticas,relacionadas con ritos de fertilidad del Neolítico final.
El vertedero, que ya ardió el pasado verano, incontrolado contiene algunos residuos peligrosos. FOTO: ABC
El conjunto arqueológico de la cueva de Los Covachos de Almadén de la Plata se libró en el siglo XX de saltar por los aires cuando proyectaron la voladura de la cavidad para explotar el yacimiento a cielo abierto y extraer los minerales del interior de la roca.

Casi cien años después de esta historia, Los Covachos vuelve a estar en el punto de mira de los vecinos, que reclaman su protección debido a la proliferación de basuras que hace peligrar este enclave de la Sierra Morena de Sevilla calificado de especial protección en el Parque Natural de la Sierra Norte.

Ecologistas en Acción ha denunciado el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, cómo en los últimos seis años basura y escombros se abren paso en las inmediaciones de esta cueva con las primeras pinturas rupestres de la provincia.

DESDE 2011
La primera denuncia la interpusieron en 2011 pero un lustro después no se han tomado medidas para la clausura del vertedero y la retirada de los residuos. La zona ardió el verano pasado y se encuentra a doscientos metros de un pozo gestionado por Aguas del Huéznar que, según el portavoz ecologista, Armando Cáceres, abastece a los vecinos de El Real de la Jara.

En el vertedero se acumulan residuos y escombros de todo tipo de manera incontrolada, según Ecologistas en Acción, algunos de ellos peligrosos como el fibrocemento, que contiene amianto. El basural,explican, tiene afección tanto para la vegetación autóctona del Parque Natural como para las aguas superficiales y subterráneas de la zona, por lo que afecta a todas las especies naturales que habitan este ecosistema. Rodeada de basura está también una cantera de época romana.

El interior de la cueva se encuentra cerrado al público con el propósito de salvaguardar el yacimiento de la incidencia de los hombres, que ya en otras etapas provocaron destrozos en su interior o expoliaron sus entrañas.

Tras las puertas de Los Covachos el pasado confluye con la vida de los murciélagos y otros seres que hoy, como hicieran los hombres desde4.000 años antes de Cristo y hasta la Edad Media, moran en este portentoso hábitat cubierto de estalactitas y estalagmitas situado a solo dos kilómetros de las calles de Almadén de la Plata.

VALOR NOTABLE
El valor de este yacimiento es notable. En sus corredores, galerías y salas atesora las primeras manifestaciones prehistóricas documentadas en una cueva en Sevilla. Desde el Neolítico final «se registran hasta 1.286 signos grabados con trazos simples y pinturas esquemáticas,relacionadas con ritos de fertilidad de los moradores de la cavidad», explica el historiador Miguel Ángel Vargas.

Los ecologistas quieren la retirada de la basura y revertir el daño causado, al tiempo que exigen que se investigue cómo proliferó este vertedero junto a la cueva, y que se abran los expedientes sancionadores oportunos para depurar responsabilidades.

La sociedad espeleológica Geos ha elevado a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta una candidatura para que este conjunto arqueológico sea declarado Monumento Natural de Andalucía. La iniciativa persigue avanzar en las investigaciones pendientes y extremar la protección y conservación del legado que conserva su interior. Los expertos abogan por poner en valor de este enclave con fines lúdicos.

20 de noviembre de 2012

La mina "Cobre las Cruces" afectó a 49 yacimientos de la Edad del Bronce en Sevilla

La campaña de excavaciones de 2006 se saldó con el descubrimiento de toda una necrópolis asociada a los poblados de la Edad del Bronce. La Fundación Cobre Las Cruces presenta en Sevilla la publicación  que recoge los resultados de las excavaciones e investigaciones arqueológicas en los terrenos de la mayor mina a cielo abierto de Europa entre 1996 y 2011.
Vista aérea de la mina a cielo abierto de Cobre Las Cruces en Gerena (Sevilla)
Foto: Europa Press
Una publicación titulada 'Intervenciones Arqueológicas en el Área del Proyecto Minero de Cobre Las Cruces (1996-2011): de la Prehistoria a la Época Contemporánea', recoge los resultados de las excavaciones e investigaciones arqueológicas promovidas durante todos estos años en los terrenos de Gerena, Guillena y Salteras donde la empresa minera 'Cobre las Cruces', filial de la multinacional canadiense 'Inmet Mining', explota la mayor mina a cielo abierto de Europa.

El director gerente de la Fundación Cobre Las Cruces, Juan Román, la directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Concepción San Martín Montilla, y el coordinador de las intervenciones arqueológicas y autor de la publicación, el arqueólogo Mark Hunt, presentan de hecho este lunes, en el propio Museo de Arqueología, los pormenores de esta publicación novedosa para el contexto del patrimonio histórico sevillano.



La necrópolis prehistórica de 'Las cruces'
Porque en el marco de las cautelas preventivas asociadas al proyecto minero, los equipos de arqueólogos han descubierto hasta 49 yacimientos históricos, muchos de ellos incluso asociados a los asentamientos humanos de la Edad del Bronce. Cabe recordar, en ese sentido, que en 2011 trascendía un estudio elaborado por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, con la participación del propio Mark Hunt, sobre la necrópolis prehistórica descubierta en 2006 en dos yacimientos del Coto Minero Las Cruces, cuya antigüedad se remontaría a finales del tercer milenio antes de Cristo según este informe.

Aquel estudio, recogido por Europa Press, parte de las excavaciones arqueológicas preventivas promovidas en 2006 en los términos municipales de Gerena y Salteras a cuenta del proyecto minero. Porque en el yacimiento SE-B del Coto Minero Las Cruces fueron localizados 12 enterramientos, dos de ellos en cista, con sus correspondientes restos óseos y vestigios de un ajuar formado principalmente por piezas metálicas y de cerámica. En el yacimiento SE-K, en este mismo entorno, los arqueólogos descubrieron 26 enterramientos con un número mínimo de 39 individuos y ajuares cerámicos, metálicos y "malacológicos". Las tumbas en cuestión habían sido formadas mediante lajas de pizarra (cista), fosas con cubierta de piedra o sencillamente fosas "sin cubierta conservada".

Descubrimientos en su contexto
El informe concluía que las inhumaciones prehistóricas del yacimiento SE-K serían "coetáneas" con las 27 cistas funerarias de la Edad del Bronce descubiertas entre 1992 y 1993 en la finca 'La Traviesa', en Almadén de la Plata (Sevilla), y con "la fase antigua" del poblado de El Trastejón, en Zufre (Huelva). Los ajuares de estas inhumaciones, especialmente las piezas de cerámica, tendrían además "cierta vinculación con las tradiciones de la Edad del Bronce de la Sierra Morena Occidental, suponiendo una de sus manifestaciones más orientales".

(Fuente: 20 Minutos / Europa Press)

4 de julio de 2014

Restos cerámicos y arquitectónicos evidencian el paso de Cartago por el oppidum ibérico de Giribaile (Jaén)

Las excavaciones en el oppidum ibérico de Giribaile, en Vilches (Jaén) muestran las huellas cartaginesas en la zona, corrobaradas -entre otras más recientes- por el hallazgo de abundantes fragmentos de ánforas cartaginesas así como de un monumento funerario torriforme, el empleo de casamatas en la muralla de barrera y un opus signinum con lechada de cal, todas ellas técnicas constructivas características de la antigua Cartago.  
Luis María Gutiérrez, director de los trabajos en Giribaile, atiende a los periodistas durante una visita al yacimiento. 
Según Luís Maria Gutierrez, arqueólogo del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, autor de la Guía Arqueológica de Giribaile y responsable de los trabajos de investigación en el oppidum íbero, los trabajos de campo "ya arrojan indicios claves para corroborar la huella cartaginesa en la zona», "como ya dedujimos en la recogida sistemática de materiales que realizamos entre 2004 y 2005, y en la que contabilizamos que aproximadamente el 15% de las piezas cerámicas recuperadas correspondían a ánforas cartaginesas."  

UN CAMPAMENTO CARTAGINÉS
Según nos comentó el propio Gutiérrez poco antes de comenzar las excavaciones en Giribaile, "en estos trabajos de recogida de materiales nos acompañó José Luis López Castro, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Almería y especialista en arqueología púnica y fenicia, quien ya nos apuntó entonces la hipótesis, basada en estos fragmentos cerámicos, de que se pudiera localizar un campamento cartaginés en Giribaile."
Parte del equipo de excavación que participa en la campaña de este año.
Foto: GIRIBAILE

CASAMATAS EN LA MURALLA DE BARRERA
Además, según nos contó Luis María Gutiérrez, en los trabajos previos a la excavación ya se constató la existencia de casamatas en algunos puntos de los 250 metros de la muralla de barrera que protegía el asentamiento, una técnica muy característica de la arquitectura defensiva cartaginesa.

Las casamatas eran unas estancias interiores que eran usadas como establos y también, para alojar a los soldados que custodiaban la muralla

OBRAS HIDRÁULICAS CARTAGINESAS
Otra de las evidencias que nos llevan a creer en la presencia cartaginesa en Giribaile, según Gutiérrez,  es el hallazgo de restos de opus signinum, una arquitectura hidráulica de mortero (cal, arena y fragmentos de roca silícea) muy propia de los romanos, pero con la peculiaridad de que el descubierto en Giribaile "cuenta con un revestimiento de lechada de cal, muy propio de las bolsas de agua empleadas en Cartago."

MONUMENTO FUNERARIO
"También descubrimos en su día, -prosigue el profesor Gutiérrez- la base de los que pensamos puede ser un monumento funerario torriforme, muy característico de Cartago que pudo estar erigido en el S. IV a.C y se mantuvo hasta la Segunda Guerra Púnica (aproximadamente el 207 a.C.)", que es cuando se data la destrucción de la ciudad de Oringis, que bien pudiera ser ésta.
Cueva-santuario de Giribaile.
Foto: GIRIBAILE

CUEVA-SANTUARIO DE GIRIBAILE
Ya se está trabajando en el conjunto eremítico de la cueva-santuario de Giribaile. Cuevas excavadas en la roca viva y que, recientemente sufrieron un gran deterioro al desplomarse varias de ellas a causa de las intensas lluvias. 


Ya en 1860 el investigador D. Manuel Góngora, que documentó este yacimiento por primera vez, ya decía que en esta cueva venían apareciendo "algunas figurillas de bronce similares a las de Sierra Morena", esto son exvotos como los aparecidos en la Cueva de la Lobera de Castellar y en El Collado de los Jardines Santa Elena, ambos enclaves también en la provincia de Jaén.  

Las otras dos zonas que se están excavando son: el área productiva -la zona de la muralla donde los habitantes trabajaban- y un almacén. El trabajo de campo se irá intercalando con el análisis de los materiales encontrados.

MUROS DE UN METRO DE ANCHO
Aunque queda mucho por excavar, descubrir y analizar, llaman la atención las dos áreas arqueológicas en las que se ha trabajado hasta junio, sobre todo, según ha comentado Luis María Gutiérrez,  por los muros exhumados que conservan un alzado de en torno a un metro.


CONFIRMAR LA PRESENCIA CARTAGINESA
Entre los objetivos de esta investigación está el de confirmar la presencia cartaginesa que, de corroborarse al final de este proyecto, «sería lo más novedoso, sumaría un elemento diferenciador al amplio y rico patrimonio cultural de la provincia». Según los arqueólogos, se cree que el oppidum de Giribaile llegó a estar poblado por unas 3.000 personas y que mantuvo una estrecha relación con el centro neurálgico de Cástulo, y los santuarios antes mencionados de Castellar y Santa Elena.  

El proyecto de excavación se va a extender durante más de cuatro años y cuenta con un presupuesto de 268.000 euros. 

21 de marzo de 2023

Desvelado el significado del mosaico romano hallado en Adamuz (Córdoba)

Fechado en torno al siglo IV, los arqueólogos destacan su contenido único por representar los meses no por medio de figuras mitológicas o fantásticas, sino a través de escenas de la vida cotidiana
Fragmento del mosaico romano hallado en un olivar de Adamuz. / EL DÍA

La tierra se abrió por efecto de las lluvias y de entre los olivos de Sierra Morena emergieron los restos de un mosaico romano de grandes dimensiones. Ocurrió en febrero del año pasado y provocó una sorpresa mayúscula en el municipio cordobés de Adamuz, donde se desconocía la existencia de este yacimiento, y ha transcurrido un año hasta que los arqueólogos han desvelado su singular significado: un calendario anual, en el que se representan las estaciones y los meses, que, por sus características, supone un ejemplo rarísimo en todo el Imperio Romano y un caso único en la península ibérica.

Los primeros estudios, a falta de pruebas más concretas, permiten datar el mosiaco en torno a los siglos IV y V después de Cristo, como aventura el doctor Sebastián Vargas, perteneciente al Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla y que ha tenido la oportunidad de estudiarlo sobre el terreno. En la investigación participaron Ángel Ventura, del departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música de la Universidad de Córdoba, y Alberto Villarejo, doctorando de la Universidad de Sevilla. Las conclusiones, que se han presentado este sábado en Adamuz con motivo de las I Jornadas del Patrimonio, serán publicadas próximamente en una revista científica especializada.

Como han explicado los autores, actualmente son visibles dos sectores del pavimento, lo que sugiere unas dimensiones totales que superan 18 metros cuadrados y que se integrarían en una villa rural, tan frecuentes en la Bética. Para su construcción se utilizaron teselas de piedra, principalmente mármol y calizas de varios colores, así como fragmentos de cerámica. Desde el punto de vista formal, consiste en un gran círculo inscrito en un cuadrado, un esquema "poco frecuente" en la zona, como apuntan los autores.

El marco exterior lo componen varias cenefas, una de ellas de esvásticas, aunque lo más interesante es la decoración figurativa que ha sobrevivido al paso del tiempo y que permanece sobre el terreno -su ubicación concreta nunca se ha desvelado- a pesar de los socavones causados por las escorrentías.

Uno de los dibujos recrea, en un ambiente campestre, a un personaje masculino que sujeta una jabalina en la mano derecha con la que parece alancear un animal, posiblemente una liebre, oculta entre los matorrales. La actitud de movimiento impetuoso del brazo se acentúa con la postura de la pierna derecha, que indicaría que se trata de un jinete aunque el caballo no se ha conservado. El epígrafe que lo acompaña, Autumnus, no deja lugar a dudas en cuanto a la utilización de esta escena como representación del otoño, concluyen los autores.

Un sirviente con zorzales

Sirviente con zorzales y un delfín. / EL DÍA

El otro personaje representado es un hombre, esta vez a pie, con túnica de color rojizo que porta en su mano derecha una percha con pájaros ensartados por el pico y que por sus características podrían tratarse de zorzales; en la mano izquierda parece portar una flor. "Lo más novedoso de esta escena es sin duda la presencia de los cuatro pájaros ensartados", subrayan los historiadores. Delante del personaje se contempla un arbusto y un delfín vertical cabeza abajo. A los arqueólogos, su interpretación le plantea por el momento ciertas dudas, y cuestionan si forma parte de una alegoría o si se configura como un elemento de transición que separa los distintos meses; incluso, sugieren que pueda tratarse de una restauración antigua.

El cazador a caballo, vestido con pantalón largo y camisa de manga larga, sugeriría que se trata de un individuo "de cierto rango social", porque además la caza era una actividad reservada a las élites. Por el contrario, no tienen duda de que el personaje a pie que porta los pajaritos se trata de un criado, pues siempre visten túnicas cortas y, además, los rasgos del rostro e incluso el color de su piel aventuran que podría tratarse de un siervo traído de algún país exótico.

La escena está acompañada del epígrafe Mensis Deceber, es decir, el mes de diciembre, y su actitud corporal, caminando hacia la izquierda del espectador, permite plantear que el personaje que se encuentra al otro lado del delfín, visible solo en parte, pudiera representar enero. Por lo tanto, todo el conjunto -que presumiblemente se encuentra bajo tierra bien conservado- sería un calendario organizado de manera circular en sentido contrario a las agujas del reloj.

En el centro del círculo, que se ha perdido por completo, es posible que, como reflejan otros ejemplos conservados en otros puntos, se encontrara representado el sol, el sol y la luna o lo que los romanos llamaban el Genio del Año, al que se encomendaban como propiciador de las labores del campo, aventuran los historiadores, que destacan que el mosaico de Adamuz "constituye de momento un caso único dentro de la musivaria hispano-romana".

Y es que, destacan, representa los meses y las estaciones no por medio de figuras mitológicas o fantásticas, como era frecuente, sino a través de escenas realistas relacionadas con actividades de la vida cotidiana, en este caso la caza. Y esto también constituye una peculiaridad, ya que lo habitual habría sido ilustrarlo con tareas agrícolas. Son escenas -explican- que se repiten con otro contenido sobre todo por el Norte de África.

Erratas del latín vulgar
Capítulo aparte merecen las inscripciones de los meses del año y de las estaciones, realizadas con teselas de color gris o negro sobre fondo blanco. Las dos que permanecen visibles, Autummnus (otoño) y Mensis deceber (mes de diciembre), incluyen lo que los historiadores han considerado "erratas" del musivario, que aplicó a su trabajo las formas de las palabras propias del latín vulgar.

26 de noviembre de 2011

El arte rupestre de Jaén, el Patrimonio de la Humanidad más olvidado

En 1998 la UNESCO otorgó a estos yacimientos el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad, y de ellos el de la Tabla de Pochico (Aldeaquemada, Jaén) ha obtenido además el distintivo de Itinerario Cultural del Consejo de Europa.

Con apenas 600 habitantes, el pequeño municipio jiennense de Aldeaquemada, en el parque natural de Despeñaperros, presume de tener el conjunto más importante de arte rupestre de Andalucía. Una treintena de abrigos se dispersan por toda la vertiente sur de Sierra Morena con pinturas que hacen referencia, principalmente, al mundo de la caza. Las figuras naturalistas corresponden fundamentalmente a cérvidos aunque también aparece alguna cabra.

El yacimiento principal, el de la Tabla del Pochico, es uno de los nueve destinos arqueológicos andaluces que han obtenido el distintivo de Itinerario Cultural del Consejo de Europa y que hemos tenido el placer de visitar de la mano de unos guías de excepción: D. Miguel Soria, responsable de la Sección de Arte Rupestre del Instituto de Estudios Gienenses, D. Sebastián Lozano, gerente de la Asociación para el Desarrollo Rural del Condado y Pablo Lozano, de la empresa de servicios turísticos SEMER.

"Los abrigos rupestres nos ayudan a potenciar el turismo rural, que centra, tras la actividad forestal y cinegética, la principal vía económica del municipio", resalta Manuel Fernández, alcalde de Aldeaquemada, localidad que ofrece la visita a través de guías turísticos. La importancia del yacimiento de la Tabla del Pochico, descubiertas en 1914 por Juan Cabré, es que acoge, por igual, pinturas del arte levantino y el arte esquemático. Las primeras de ellas, de las que se contabilizan 69 yacimientos en Jaén, Almería y Granada, están declaradas desde 1998 Patrimonio de la Humanidad.

Precisamente, todos estos yacimientos se agruparon en el verano de 2010 en la Asociación Arte Rupestre del Arco Mediterráneo-Patrimonio Mundial. Este colectivo engloba a seis comunidades autónomas que concentran un conjunto de 727 conjuntos rupestres, abrigos rocosos, cuevas, covachas o barrancos en los que se ha encontrado alguna representación figurativa que van desde trazos geométricos a escenas de caza, recolección, danza o guerra, incluyendo figuras humanas y de animales. "Lo que queremos es agruparnos para cumplir con las obligaciones y el compromiso que tenemos con la Unesco, es decir, la conservación de este patrimonio y su puesta en valor", explica Sebastián Lozano, gerente de la Asociación de Desarrollo Rural del Condado que ha impulsado esta asociación de ámbito estatal.

Os dejo con la galería fotográfica de nuestra visita a los yacimientos de Prado del Azogue y Tabla de Pochico.