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26 de febrero de 2015

Un hito funerario ibérico del S. V a.C coronaba el Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

En el Museo Arqueológico de Cabra, que reabrirá sus puertas el próximo día 28, se exponen, entre otros,  los últimos hallazgos en el yacimiento del Cerro de la Merced que incluyen una enorme piedra de gola y varios fragmentos de moldura que los arqueólogos han relacionado con un pilar-estela de origen oriental, muy similar al encontrado en Monforte del Cid (Elche, Alicante) y datado entre los Siglos V y IV a.C.
Algunos de los fragmentos de moldura encontrados el pasado verano en el Cerro de la Merced.
El Museo Arqueológico de Cabra, que reabre sus puertas el próximo día 28 de febrero después de más de siete años de reformas, ha dispuesto de algunas sorpresas para sus visitantes entre las que destacan los últimos hallazgos en el yacimiento del Cerro de la Merced, la reproducción de un santuario mitraico y algunos de los mosaicos recientemente recuperados de la villa romana en la que se hallaron las esculturas del dios Mitra, de Dionisos, el "Niño de la liebre" y un Eros dormido.

PILAR-ESTELA
Según nos ha informado Antonio Moreno, arqueólogo y director del Museo Arqueológico de Cabra que también ha formado parte del equipo que el pasado verano trabajó en el Cerro de la Merced bajo la dirección de Fernando Quesada, este tipo de monumentos se caracteriza por tener un pilar cuadrado sobre un basamento rematado por una cornisa moldurada sobre el que se solía colocar alguna figura zoomorfa, como una esfinge, un león o un lobo... que de momento no hemos encontrado aunque creemos tener localizada.
Piedra con gola aparecida en el Cerro de la Merced y que aprecia la cornisa.

La funcionalidad de este pilar-estela, nos comenta Moreno, sería por una parte como hito fronterizo por su situación en la parte superior del cerro, que lo dotaría de gran visibilidad para los viajeros que desde la Bastetania atravesaran este paso natural hacia la Turdetania. 

Por otra parte, según Moreno, este pilar también tendría como es lógico, una función de monumento conmemorativo  representando a un individuo, una familia o una dinastía.

El pilar-estela está datado entre los siglos V y IV a.C. que se correspondería con el periodo de ocupación ibérica del Cerro de la Merced, un yacimiento que sin embargo ha tenido una ocupación continuada desde el Neolítico hasta la Alta Edad Media, como podrán apreciar los visitantes del Museo, por los vestigios que de estas épocas hemos encontrado.
El renovado aspecto que presenta el Museo Arqueológico de Cabra.

EL MITHREUM DE CABRA
Pero ésta no es la única sorpresa que les espera a los visitantes del reabierto Museo de Cabra, ya que en su interior también se puede visitar una recreación de un santuario dedicado al dios Mitra, una antigua deidad cuyo nombre es citado por vez primera hace 3.400 años. 

Mitra es un dios de la antigua India y fue una divinidad del imperio Persa (actual Irán), del que en Europa sólo se conservan tres: uno en Londres nos comenta Antonio Moreno, otro en los Museos Vaticanos de Roma y el tercero que sería el de Cabra.
Acceso al Mitreo del Museo Arqueológico.

El culto a Mitra aparece en el S. I d.C. en el Imperio Romano, y se mantiene hasta ser desplazada por el Cristianismo en el S. IV d.C.

La escultura del Mitra, que actualmente se expone en el Museo Provincial de Córdoba, se encontró en Cabra en 1952, de forma casual por unos agricultores y no fue hasta 1972-73 cuando se realizaron las primeras excavaciones en el lugar, donde se descubrió una suntuosa villa romana y en la que lógicamente debería encontrarse el Mitreo o Mithreum

PENDIENTES DE LA DECLARACIÓN BIC DE LA VILLA DEL MITREO
Según nos comenta Moreno, actualmente sólo se han excavado aproximadamente 400 metros cuadrados de la villa romana, que estimamos ocupa más de 5.000. Pero estamos a la espera de que la Junta de Andalucía active el proceso de declaración como Bien de Interés Cultural (B.I.C.) de la zona, paralizado desde 2009, esta declaración hará que podamos iniciar los procesos de expropiaciones para seguir excavando en el área que ocupa la villa romana.
El Mitreo del Museo Arqueológico de Cabra con la reproducción del MItra.
El actual Mithreum que será visitable en Cabra está inspirado en el de la ciudad italiana de Ostia, que también es conocido como el "Mitreo de las Siete Puertas" y actualmente está sirviendo de inspiración para la construcción de uno similar en Londres.

La mitología clásica dice que Mitra nació en una cueva un 25 de diciembre momento en el que lanza una flecha y hace brotar un manantial sagrado. Después captura al toro primigenio, a quien lleva a una cueva y lo sacrifica. De la columna vertebral del toro sale trigo  y de su sangre mana vino para finalmente celebrar un banquete con el Sol y ascender juntos a los cielos.

25 de septiembre de 2015

Nuevas excavaciones en un edificio monumental podrían sacar a la luz el teatro romano de Torreparedones

En los próximos días comenzará la excavación de un imponente edificio que, según los arqueólogos -y siempre con las debidas cautelas- podría albergar el teatro de la antigua Ituci Virtus Iulia. Por otra parte, en lo que va de mes ya se han descubierto unas nuevas termas romanas (ya son tres) y un complejo edificio industrial compartimentado que incluiría un importante alfar cerámico.
José Antonio Morena junto a uno de los accesos al edificio que podría albergar el teatro romano de Torreparedones
y en el que se centrarán las próximas excavaciones.
"No se trataría de un teatro de grandes dimensiones ni de gran monumentalidad como otros que conocemos, por ejemplo en Mérida o en Itálica, sería más bien un pequeño teatro con cabida aproximadamente para 500 espectadores, que serían los colonos romanos asentados en la Ituci Virtus Iulia que cita Plinio y que serían los veteranos de la 33 legio establecidos aquí en el S. I." Así nos lo comenta José Antonio Morena, arqueólogo municipal de Baena (Córdoba) y responsable de las excavaciones que se vienen realizando el parque arqueológico de Torreparedones.
Decumano máximo al oeste del templo por el que se accedería al foro
y al posible teatro.
UN LUGAR PARA EL ESPARCIMIENTO
Estamos convencidos de la existencia de un teatro romano en Torreparedones, nos comenta Morena, y además no concebimos una urbe romana de estas características, donde ya hemos documentado tres edificios destinados a termas, sin un espacio de esparcimiento como el teatro para sus habitantes. 

De momento -dice Morena- no pensamos en la posible existencia de un circo romano ni siquiera de un anfiteatro, a pesar de que durante los trabajos de excavación en el edificio de la Curia encontramos parte del casco de un gladiador. Lo más lógico es pensar que la ciudad dispondría de al menos un teatro. 

UN IMPONENTE EDIFICIO PÚBLICO AL OESTE DEL TEMPLO
Según Morena, las excavaciones que comenzarán en unos días, se centrarán en el edificio que ocupa la manzana ubicada al Oeste del templo y a la que se accede desde el decumano máximo.  A todas luces parece un edificio público, que bien pudiera albergar el teatro romano, aunque manteniendo las cautelas necesarias, también podría tratarse de una domus de gran porte, nos comenta el arqueólogo. 

Una vez hemos descubierto el Foro, la Basílica, la Curia, el Templo, varias necrópolis con imponentes sepulturas y varios edificios termales -nos cuenta Morena- todo parece indicar que éste edificio podría albergar una construcción dedicada al ocio, y pensar en un teatro es lo más normal, pero conviene destacar que las lecturas del georadar no nos han mostrado ninguna estructura constructiva enterrada que así lo indique. "En unas semanas saldremos de dudas", concluye.

Manuel Cobo dirige la excavación en las nuevas termas romanas,
en las que ya han aflorado tres espacios aterrazados.
NUEVAS TERMAS ROMANAS
Por otro lado, con la apertura de una serie de zanjas, de pequeña profundidad, para plantar romero y otras especies autóctonas, bajo la dirección del arqueólogo Manuel Cobo, se ha descubierto en el sector oriental de la antigua ciudad, entre la puerta oriental y la ermita de la vírgenes, los restos de tres grandes espacios aterrazados y delimitados por potentes muros de mampostería, pavimentos de opus tessellatum y de opus signinum, con paredes internas revestidas de mortero hidráulico. 

La presencia de numerosos ladrillos, algunos de ellos con dos apéndices laterales, a modo de orejetas, apuntan a un complejo de carácter termal, y que en un primer momento datan en el Siglo I d.C.

APODYTERIUM, TEPIDARIUM y FRIGIDARIUM AL DESCUBIERTO
Según nos comenta Manuel Cobo, en el relleno interior de uno de los espacios detectados se han recuperado varios elementos arquitectónicos de gran porte, entre los que destacan varias cornisas de piedra caliza, algunas de ellas in situ, sobre las cuales se disponían unos pequeños huecos u hornacinas que corresponden a las taquillas donde los usuarios dejaban sus ropas antes de bañarse. Estaríamos, por tanto, en el apodyterium o vestuario de unas termas públicas de la colonia Virtus Iulia Ituci. 

Una de las hornacinas del apodyterium recientemente descubierto.
De momento, en la cata de 20 x 20 metros ya han salido a la luz, además del apdyterium, el tepidarium (o sala templada) y el frigidarium (o sala fría).  Faltaría por descubrir el caldarium, o sala de agua caliente, que los arqueólogos ubican a pocos metros en una zona sin excavar.

YA SON LAS TERCERAS TERMAS ROMANAS
Este es tercer edificio de estas características que se documenta en la ciudad, junto al balneum tardorrepublicano localizado cerca del foro y las termas sobre las que se erigió en el siglo XVI la Ermita de las Vírgenes, que podrían corresponder al construido por un tal Marco Calpurnio y que se encuentran a escasos 60 metros de las ahora descubiertas.

DE HORREUM A IMPORTANTE ZONA ALFERERA 
Antonio Moreno, Laura Fernández y José Antonio Morena.

Por otra parte, y en la cata de 15 x 20 metros que se viene realizando se ha descubierto una nueva calle que conserva su pavimentación original y un complejo edificio, en cuyo interior se han encontrado gran cantidad de semillas y restos cerámicos que en un principio hicieron pensar a los arqueólogos que pudiera tratarse de un de un horreum. Si bien posteriormente, nos comenta el arqueólogo Antonio Moreno, al intentar sacar a la luz lo que en un primer momento parecían los contrafuertes de los muros del horreum, hemos comprobado que se trataba de diferentes compartimentaciones dentro del mismo edificio, en el que además hemos encontrado restos de vidrio, clavos de hierro, fíbulas, lucernas y más restos cerámicos.

Además, comenta Moreno, en uno de los extremos de la construcción hemos descubierto un horno cerámico y gran cantidad de escorias de alfar que nos hacen pensar que tal vez nos encontremos ante un complejo alfarero de primera magnitud.

16 de marzo de 2015

Nuevos hallazgos revelan la existencia de otra importante villa romana en Cabra (Córdoba)

Las donaciones realizadas por un particular al Museo Arqueológico de Cabra han servido para localizar una posible villa romana de la que no se tenía conocimiento hasta ahora. Podría tratarse de la segunda villa romana en importancia en el municipio después de la del Mitra, cuya declaración B.I.C. podría producirse en las próximas semanas.
El delegado de Cultura y Patrimonio de Cabra, Javier Ariza junto al director del Museo Arqueológico, Antonio Moreno.
Parte de una nereida o ninfa del mar de época romana, que podría haber formado parte de una fuente decorada con conchas, piñas y animales marinos donada por el egabrense Rafael López al Museo Arqueológico Municipal han servido al Ayuntamiento de Cabra para descubrir, gracias a la colaboración ciudadana, la existencia de un posible yacimiento arqueológico de una villa rural romana de primer orden de la que no se tenía constancia hasta el momento.

Así lo ha explicado el delegado municipal de Cultura y Patrimonio, Javier Ariza, junto al director de museo, el arqueólogo Antonio Moreno, indicando que la existencia de la villa, ubicada en la zona norte del término municipal egabrense y en el entorno del arroyo de la Marcenilla, ha sido ya puesta en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

HALLAZGO FORTUITO

La pieza, que está siendo estudiada por especialistas de la Universidad de Barcelona por la rareza que presenta en su fisonomía, fue encontrada de forma fortuita en una zona en la que se han hallado desde la existencia de sillares a restos de cerámica y de columnas de épooca romana entre otros restos, añadía el arqueólogo, si bien en superficie no se han detectado restos de estructuras de muros pertenecientes a algún tipo de edificación.


150 YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS
De confirmarse, sería la segunda villa rural romana de importancia existente en Cabra junto a la del Mitra y para la que su declaración como Bien de Interés Cultural podría ser decretada por la Consejería de Cultura en las próximas semanas. Y es que como recordaba el arqueólogo, el término municipal de Cabra es muy rico en patrimonio arqueológico, ya que se tienen constatados unos 150 yacimientos, de los cuales unos 80 serían de época romana.

El hallazgo fue dado a conocer en el transcurso de la presentación de la donación de la pieza que Rafael López ha hecho al Museo Arqueológico Municipal, junto a otras donadas recientemente por fray Guillermo Triano, Miguel Martínez Ecija y Francisco Payar, encontradas fortuitamente y cuyo gesto agradecían tras calificarlos como "ciudadanos ejemplares", por lo que han invitado al resto de vecinos a hacer lo mismo.

Las piezas que estos últimos han donado al museo, que ha registrado 1.859 visitas desde su reapertura el pasado 28 de febrero, son un instrumento musical de viento y una jarra doméstica decorada de época andalusí; dos ánforas --una de época moderna y un fragmento de época romana-- y una pieza metálica de la iluminación doméstica del siglo XVIII procedente, según testimonio, de la casa de Doña Leonor de Guzmán.

(Fuente: DIario Cördoba / José Moreno)

7 de febrero de 2023

Descubren el mitreo de la villa romana de Cabra

El hallazgo se ha producido durante la actividad arqueológica de consolidación y restauración de sus estructuras que, desde el pasado mes de noviembre, dirige el director del Museo Arqueológico Municipal, Antonio Moreno Rosa. Hasta el momento solo se conocían dos mitreos, el de la villa Els Munts de la localidad tarraconense de Altafuilla y el de la ciudad gallega de Lugo.
Se trata de una zona destinada al culto al dios Mithra, vinculada a la estatua de esta deidad descubierta alrededor de 1950, un hecho insólito en la arqueología internacional. EFE/Salas

El hallazgo del mitreo (templo dedicado al dios Mitra) en el yacimiento de la villa romana del Mithras Tauroktonos sitúa a Cabra como referente mundial y uno de los tres lugares que en la Península Ibérica cuentan con este tipo de templos. El hallazgo se ha producido durante la actividad arqueológica de consolidación y restauración de sus estructuras que, desde el pasado mes de noviembre, dirige el director del Museo Arqueológico Municipal, Antonio Moreno Rosa. Esta excavación se espera que esté concluida a finales del próximo mes de marzo. Hasta este momento, solo se conocían dos mitreos, el de la villa Els Munts de la localidad tarraconense de Altafuilla y el de la ciudad gallega de Lugo.

Se trata de un importante hallazgo que destaca al yacimiento de época romana no solo por su importancia patrimonial sino también para profundizar en el conocimiento de esta religión procedente de Oriente, como ponían de manifiesto en la presentación del mismo el propio alcalde, Fernando Priego, junto a Moreno; Francisco Casas, delegado municipal de Patrimonio; José Carlos Gómez, investigador de la Universidad de Málaga, y Jaime Alvar, catedrático de Historia Antigua de Universidad Carlos III de Madrid.

Alvar, máximo especialista a nivel nacional y uno de los más destacados a nivel internacional en religión romana y, especialmente, en la romanización de los dioses orientales, Mitra, Isis y Serapis, Cibeles y Atis, así como en aquella serie de procesos de transformación religiosa en los que se vio inmerso el mundo indígena peninsular al entrar en contacto con otros pueblos mediterráneos, expresaba que en el caso egabrense se da una singularidad insólita como es que estén en un mismo espacio, “ya que no hay ningún lugar en las tres provincias hispanas romanas donde se hallen en un mismo espacio un mitreo y una tauroktonía”.

La excavación de algunos sectores del yacimiento a través de la actividad arqueológica en curso tiene como objetivo, además de la restauración integral de todas las estructuras que componen el edificio de la villa, la colocación de copias de los mosaicos en algunas de las estancias cuyos originales se encuentran en el Museo Arqueológico Municipal, y la instalación de cartelería, para así musealizar el yacimiento.

Hallazgo del templo de culto a Mitra
El hallazgo del templo de culto a Mitra ha tenido lugar en la primera fase de esta actividad arqueológica durante la excavación de tres sectores que quedaban dentro del nuevo vallado y limpieza de las estancias excavadas anteriormente. Ello ha permitido la identificación del acceso principal a la villa por el lado oeste, un posible postigo de servicio (posticum), una nueva fase constructiva en el recorrido termal (baños) y un nuevo espacio situado al suroeste que se identifica como el mencionado mitreo.

Este espacio consiste en una estancia de planta rectangular, situado al suroeste de la villla (domus), presentando unas dimensiones de 7,28 m de fondo y una anchura de 2,52 m, con una entrada estrecha, de unos 0,80 m, con uno o dos escalones descendentes. A la derecha existe un pequeño depósito de agua de 1,70 por 0,65 m. Sus elementos más significativos son dos bancos corridos (de mampostería y fragmentos de ladrillos) de 0,65 m de anchura adosados a los dos muros laterales; el banco del lado derecho presenta dos huecos u hornacinas (funículos). Entre ambos bancos queda un pasillo de 1,22 m. Igualmente, al final aparece un poyete adosado al muro de cierre que tiene una anchura de 1,28 m.

Esta disposición de las estructuras, inclusive la existencia del depósito de agua, indican que se trata de un mitreo o lugar de culto a Mitra como atestiguan numerosos ejemplos similares en diversas partes del Imperio Romano. El muro de la cabecera, como explicaban los arqueólogos, sería la cimentación del altar, en primer término, y de la gran hornacina que albergaría la escultura del Mithras Tauroktonos, mientras que los bancos serían los asientos donde se situarían los devotos mitraicos para realizar los rituales (entre ellos, el banquete).

Presenta particular relevancia la existencia de un estrato de tierra oscura que cubre todo el pasillo central donde se han recogido numerosos restos faunísticos de cerdo, ave y conejo, identificados como “residuos de plato”, pequeños fragmentos de huesos con evidencias de cocción.

A la espera de los estudios de la cerámica y otros análisis radiocarbónicos sobre huesos y carbones, se supone una construcción del mitreo en el siglo II d.C., siendo identificada una segunda fase constructiva a finales del siglo III d.C.

Villa del Mitra
El yacimiento arqueológico de la villa romana del Mitra cuenta con una pieza principal es la escultura del dios Mithras Tauroktonos, que ha estado expuesto temporalmente en el Museo Arqueológico Municipal del 17 de noviembre al 25 de enero pasados, con motivo del 70 aniversario de su hallazgo y medio siglo después de realizarse la primera excavación arqueológica y que se puede contemplar en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba,

La escultura es un ejemplar excepcional por su talla y por ser la única figura completa y en bulto redondo conocida en la Península Ibérica. Tiene 93 centímetros de alto, 35 de ancho y 96 de largo. La figura representa al dios con el atuendo oriental común, al modo persa, es decir con pantalones largos ceñidos en los tobillos, túnica corta, clámide atada al cuello y gorro frigio. El joven somete al toro sujetándolo por el morro mientras hunde la daga en su cuello y gira la cabeza para mirar al Sol. De la sangre purificadora que brota del toro bebe el perro, fiel amigo de Mitra, que guarda el alma. Una serpiente a los pies de Mitra produce las plantas y el alacrán devora sus testículos de los que nacen los animales y las personas.

El yacimiento arqueológico, cuya datación es del siglo III, fue hallado en el año 1952 en las inmediaciones del paraje de la Fuente de las Piedras y fue formalizada la compra de su parcela por el consistorio en enero del 2018.

En este yacimiento, declarado como Bien de Interés Cultural, se realizaron dos excavaciones, una en 1972 y otra en la década de los años 80. En él se hallaron junto a la mencionada escultura del dios Mitra otra serie de tallas como son Niño con liebre, una imagen del dios Dyonisos y otra de un pequeño Eros dormido, además de los mencionados grandes mosaicos pertenecientes a esta lujosa villa que se pueden contemplar en el Museo Arqueológico Municipal de Cabra.
(Fuente: Diario Córdoba)

4 de noviembre de 2022

Descubren los restos de 20 neonatos del s. XIV en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria

Los arqueólogos todavía están pendientes de realizar más análisis para determinar si son los muertos son familiares entre sí, si su muerte se produjo en un mismo momento o si hay separación temporal entre los fallecimientos. Se trataría, en suma, de la cueva aborigen con mayor población infantil hallada en Canarias.
El descubrimiento de los restos de 20 neonatos del siglo XIV "produce asombro" entre los arqueólogos que trabajan en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria, donde se ha encontrado "un amasijo de huesos" que resulta "realmente confuso" al no estar "perfectamente depositados" sino desperdigados. EFE/ Elvira Urquijo A.

El descubrimiento de los restos de 20 neonatos del siglo XIV "produce asombro" entre los arqueólogos que trabajan en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria, donde se ha encontrado "un amasijo de huesos" que resulta "realmente confuso" al no estar "perfectamente depositados" sino desperdigados.

Así lo ha explicado este jueves a los medios de comunicación el arqueólogo Marco Moreno, quien lidera los trabajos de exploración y excavación en este enclave de Santa Lucía de Tirajana, donde ahora el Gobierno de Canarias, el Cabildo de la isla y el Ayuntamiento buscan promover el primer parque arqueológico de la comunidad autónoma de acuerdo a lo que la ley establece como tal.

El descubrimiento de los 20 neonatos se produjo durante las excavaciones que se han llevado a cabo en 2022 y "no hay nada con qué compararlo", según ha reconocido Moreno, que ha calificado el hallazgo de "muy curioso", porque contrasta con la llamativa escasez cuando no ausencia, de restos de niños en los enterramientos aborígenes más conocidos de Canarias.

De este modo, los arqueólogos todavía están pendientes de realizar más análisis para determinar si son los muertos son familiares entre sí, si su muerte se produjo en un mismo momento o si hay separación temporal entre los fallecimientos.

Se trataría, en suma, de la cueva aborigen con mayor población infantil hallada en Canarias.

COMO SI SE HUBIESEN IDO CORRIENDO
Los vestigios de la presencia de los antiguos pobladores del yacimiento de La Fortaleza se encuentran "como si se hubiesen ido ayer corriendo", ha abundado el arquéologo, que ha enumerado varios elementos que han podido encontrar a lo largo de los años, como cereales (cebada y trigo), higos o carpintería.

"Todo ello con una conservación bestial", ha detallado Marco Moreno, que ha recordado que, antes de hallar la zona funeraria este año, así como una cueva del siglo VII de apenas dos metros por uno, en 2021 se centraron en la ladera oeste de La Fortaleza, donde se encuentra el poblado de casas datadas en los siglos XIII y XIV, así como un granero "del que todavía falta procesar información".

Moreno ha destacado que La Fortaleza es un "yacimiento vivo" que demuestra la capacidad de cambio de los aborígenes grancanarios, que según el momento histórico fabricaban sobre esas mismas casas de formas diferentes.

"Los pueblos a veces tienen momentos conservadores y en otros aceptan ideas nuevas y cambian y empiezan a hacer casas circulares, por ejemplo, mientras que otras veces optaban por mantener estructuras previas. Estamos en tierra ignota", ha declarado el arqueólogo, que ha destacado también que se han encontrado en las construcciones piedras que solo se pueden encontrar a más de 1.200 de distancia.

1.200 AÑOS EN LA FORTALEZA
La Fortaleza, que será el núcleo de ese parque arqueológico al que aspira el Cabildo grancanario, "reúne 1.200 años de todo el libro de la historia indígena de Gran Canaria y ningún yacimiento tiene tanta historia acumulada como este".

En ese parque se podrán ver "las tres calles" en las que se configura el yacimiento, donde se pueden observar casas "con fachada única y alcoba".

Moreno ha explicado que solo han excavado una casa y media mientras que otras simplemente las han despedregado. Todo ello en una zona que a mitad del siglo pasado se utilizó como suelo agrícola e incluso se llegó a arar algunas partes.

"No se debe excavar todo. Tiene que dejarse algo para que se excave en un futuro, con tecnología y medios más modernos y arqueólogos más listos", ha apuntado.

Sobre la puesta en marcha de ese parque arqueológico, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha destacado en declaraciones a los medios que el yacimiento de La Fortaleza es de los que presenta "mayor diversidad de expresiones indígenas", ya que reúne espacios de culto, santuarios, grabados rupestres o viviendas.

Asimismo, Morales ha abogado por que la gestión del futuro parque arqueológico la asuma la institución más cercana y ha incidido en que este espacio fomenta diversificación turística "más allá del sol y playa".

Por su parte, el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Francisco García, ha reivindicado la necesidad de "espacios de memoria donde la ciudadana conozca el remoto pasado y recuperar parte de la memoria grancanaria".

Así, la directora general de Patrimonio Histórico del Gobierno canario, Nona Perera, ha destacado el aumento de la capacidad del centro de interpretación y ha dicho que La Fortaleza ayuda a regenerar al memoria colectiva para encontrar las referencias que permiten entender el pasado.

"Es un lugar vivo, gestador y gestor de patrimonio, con un profundo componente identitario. Lo que el olvido destruye, la memoria lo restituye", ha concluido.
(Fuente: EFE / Cope)

20 de diciembre de 2016

Descubren una torre del castillo medieval de Cabra (Córdoba)

Se trata de la torre oeste bajomedieval de los siglos XIV-XV que flanqueaba la puerta principal de la fortaleza.
Paramento descubierto en la entrada al castillo. FOTO: JOSÉ MORENO.
La delegación municipal de Patrimonio y Cultura ha procedido, tras comunicarlo a la Junta de Andalucía, a la paralización de las obras de ajardinamiento que el Consistorio realiza en la entrada al castillo de los condes de Cabra, donde se ubicará una escultura en bronce del poeta Muqaddan Ibn Muafa Al Cabri, que realiza el escultor egabrense Rafael Pastor Santisteban.

PARAMENTO DE MAMPOSTERÍA
En el transcurso de esos trabajos ha aparecido la parte baja de la torre oeste bajomedieval de los siglos XIV-XV de la puerta principal del castillo, según ha confirmado el director del Museo Arqueológico Municipal, Antonio Moreno, señalando que se trata de un paramento de mampostería con verdugadas de ladrillo que flanqueaban la mencionada puerta y que tras su restauración quedará a la vista de los visitantes.

El enlucido, ahora picado con motivo de las obras, se corresponde con la segunda mitad del siglo XIX una vez que la iglesia de Capuchinos regresa a manos de la Casa Condal tras la desamortización, permitiendo ese revestimiento una conservación importante, según ha manifestado a este periódico la historiadora egabrense Lourdes Pérez Moral,

Estos vestigios ponen de manifiesto la importancia de la construcción original de finales de la Edad Media, tras la destrucción de la fortaleza en el año 1331 por Muhámmad IV, soberano nazarí de Granada.

10 de octubre de 2012

Encuentran una necrópolis romana en Cabra

Las fuertes lluvias de la pasada semana dejan al descubierto varios enterramientos y una cisterna romana en Cabra (Córdoba) que según los expertos es similar a la de la cercana villa romana de El Ruedo, en Almedinilla.
Ariza y Moreno junto a algunas de las piezas donadas
el pasado mes y que han dado pie al descubrimiento de la necrópolis.
Foto: El Día de Córdoba. 
Técnicos de la Delegación de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Cabra han descubierto un nuevo yacimiento arqueológico en la zona norte de la ciudad, concretamente una necrópolis de época romana datada entre los siglos II y IV d.C. El hallazgo se produjo de manera casual puesto que las fuertes lluvias caídas la pasada semana provocaron un movimiento de tierras que dejó al descubierto, además de varios enterramientos, una cisterna de similares proporciones a la que se encuentra en la villa romana de El Ruedo, en Almedinilla.

A mediados de septiembre, un ciudadano anónimo donó 44 piezas arqueológicas encontradas en esta misma zona, entre ellas dos estelas funerarias romanas - las actuales lápidas -, lo cual puso sobre aviso a los técnicos municipales. Para el arqueólogo municipal, Antonio Moreno, estamos ante un posible asentamiento rural "de primer orden" que presenta varias particularidades que lo hacen si cabe más atractivo.

La primera de ellas es la existencia de un enterramiento extenso en zonas eminentemente agrícolas, lo que sumado a la cantidad de restos que se van encontrando en la zona hace suponer a los investigadores que allí hubiera podido concentrarse un núcleo poblacional importante. Por otro lado la cisterna y la existencia de piezas domésticas como asas de vasijas, platos cerámicos o molinos, dan si cabe más peso a esta teoría.

El delegado de Cultura y Patrimonio, Javier Ariza, anunció que el hallazgo ya ha sido puesto en conocimiento de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba "para proteger la zona", anunciando que se facilitará a todos los expertos que lo deseen el acceso al yacimiento para su estudio más pormenorizado. "Este es un dato más de la importancia de la antigua Egabro en ese periodo, y especialmente en el ámbito agrícola", apuntó Ariza.

El personal del Museo Arqueológico estudiará las dos estelas funerarias con técnicas fotográficas que combinan los rayos infrarrojos y las luces ultravioleta para determinar si aún quedan restos de pigmentos en las lápidas, pues los romanos solían realizar inscripciones en colores vivos para determinar la identidad y la posición social del fallecido. Otra de las curiosidades que presenta una de estas piezas es la existencia de una cruz que, en su parte superior, aparece tímidamente tallada lo que la situaría en los inicios del cristianismo en nuestra región, en torno al siglo II d.C.

Estas y otras piezas formarán parte del catálogo que el Museo Arqueológico de Cabra mostrará a los visitantes después de haber permanecido cerrado desde el año 2010 a raíz de las obras de remodelación de la Casa de la Cultura. Según comentó Javier Ariza, las vitrinas ya están posicionadas permitiendo que las piezas puedan empezar a colocarse esta misma semana, tras la instalación de los pertinentes sistemas de alarma.

29 de junio de 2022

Los arqueólogos se inclinan por "Bora" como el nombre de Torreparedones

Un estudio de los responsables de los museos cordobeses de Baena y Cabra señala que el yacimiento no fue la colonia Ituci Virtus Iulia, sino otro lugar en el que hasta, probablemente, nacieron dos santas mozárabes siglos después de su fundación

A partir de ahora, el yacimiento arqueológico de Torreparedones debería comenzar a llamarse Bora. Varios estudios arqueológicos comienzan a afinar la hipótesis más plausible sobre el nombre de la ciudad romana excavada en el término municipal de Baena, de la que se sabe que formó un oppidum previo a la romanización y que incluso estuvo habitada en la época del emirato. Hasta ahora, y por la monumentalidad del yacimiento arqueológico, que disponía hasta de anfiteatro, siempre se optó por identificar a Torreparedones como la colonia Ituci Virtus Iulia, una de las ciudades romanas más importantes de la Bética identificadas por Plinio El Viejo. Pero son 43 monedas y una tubería de plomo las que parecen indicar que no, que Torreparedones no fue una colonia y que tampoco tuvo un rango administrativo tan importante. Eso sí, Bora habría sido tremendamente rica gracias al cultivo del cereal, tanto que sus habitantes se habrían permitido el lujo de construir un anfiteatro, una puerta monumental y un espectacular foro.

Un reciente estudio firmado por José Antonio Morena, del museo arqueológico de Baena, y Antonio Moreno Rosa, del de Cabra, sostiene como principal la hipótesis de que Torreparedones es Bora. La clave ha estado en el hallazgo, ya comentado por el arqueólogo Ángel Ventura, de una tubería de plomo en las termas orientales del yacimiento. Por las dos caras, la tubería tenía una inscripción: M . BOREN que podría aludir al nombre del artesano que fabricó la tubería pero también y quizás más probable, al nombre de la ciudad, Municipio Borense.

Esta es la tesis de Morena y Moreno en su nuevo estudio. Para cruzar esta inscripción se han basado también en el hallazgo a lo largo de los siglos de hasta 43 monedas acuñadas en la ceca de Bora. Las monedas se habrían encontrado principalmente en los alrededores de Torreparedones, siempre al sur del Betis y especialmente en lo que hoy es la provincia de Córdoba. Es decir, esa ciudad de Bora no debería haber andado muy lejos. 11 de esas monedas están en el propio museo de Baena. Se sabe que Bora acuñó moneda en los siglos II-I antes de Cristo con un busto femenino en el anverso y un toro en el reverso sobre el que figura la leyenda Bora. Es decir, se sabe que la ciudad ya tenía historia antes de la época de Augusto, similar al oppidum existente en Torreparedones.

Este nuevo nombre rebajaría la categoría que se le presuponía a Torreparedones y dejaría aún en el aire la localización de la colonia Ituci Virtus Iulia. Los expertos intentan afinar para saber si Bora fue o no un municipio como tal, algo que se podría afirmar por la M. de la inscripción en la tubería de plomo. “La epigrafía aparecida en el oppidum de Torreparedones nos indica que, por la tribu de sus ciudadanos, Galeria, y por la presencia de los magistrados municipales desde época augustea, esta población ostentó el ius adipis­ cendae civitatis romanae per magistratum, un elemento que confirmaría esta posible identificación”, señalan los autores.

Es más, es probable que se tratase de uno de los municipios nombrados por Plinio El Viejo en su descripción de todo el territorio que se extendería entre el sur del río Betis y el Océano. Según los autores, Bora podría corresponder al nombre de Ebora Cerialis. Este cognomen que se acompaña al nombre de la ciudad tendría una explicación por la importancia del cultivo de cereal en la zona. Los monumentos de Torreparedones están repletos de espigas de trigo.

Y como último refuerzo a su hipótesis está el caso del emirato. Torreparedones estuvo habitado durante Al Andalus. Y un estudio posterior de los libros sobre martirio de San Eulogio reinterpretan el lugar de nacimiento de las santas mozárabes Nunilo y Alodia. Traducciones posteriores del original aseguraron que habían nacido en Osca. En el texto original se señalaba lo que podría leerse como Bosca, que los autores corrigen ahora y señalan que la SC podría tratarse de una R, y que estas santas mozárabes, por tanto, habrían nacido en Bora, en las inmediaciones de lo que hoy es Baena.

“En este panorama, no cabe duda de que los argumentos que hemos presentado permiten considerar que quizás Torreparedones deba empezar a identificarse con la ciudad de Bora. Este enclave, que acuña moneda en época republicana, con una distribución coincidente con este territorio, podría ser la Ebora Cerealis pliniana”, concluye este nuevo estudio.

20 de febrero de 2023

Documentan los primeros vestigios de la ciudad romana de Ipolcobulcula en Carcabuey (Córdoba)

Aunque era una conclusión admitida que el 'municipium' se situaba en el cerro del Castillo, hasta ahora no se habían encontrado restos. La rehabilitación del entorno de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción dio como resultado el hallazgo de diferentes estructuras que, concluyen los arqueólogos, se trata de elementos constructivos de época altoimperial romana que atestiguan la existencia del antiguo municipio.
Estructuras junto a la iglesia. / A. ROLDÁN / R. MARTÍNEZ / A. MORENO

Aunque se daba por hecho que el municipium romano de Ipolcobulcula se encontraba en el cerro del Castillo de Carcabuey, su existencia concreta era un auténtico misterio. Hasta ahora. La rehabilitación del entorno de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción dio como resultado el hallazgo de diferentes estructuras que, concluyen los arqueólogos, se trata de elementos constructivos de época altoimperial romana que atestiguan, al fin, la existencia del antiguo municipio. El hallazgo, firmado por Andrés Roldán, Rafael Martínez y Antonio Moreno, acaba de ser publicado en la revista Antiquitas, que edita el Museo Histórico Municipal de Priego de Córdoba.

La zona donde se llevaron a cabo los trabajos se encuentra en el límite actual del suelo urbano, en la ladera occidental de la elevación que identifica a Carcabuey como un pueblo-fortaleza. El entorno -profundizan los autores- es un "excepcional" yacimiento donde se ha constatado un primer asentamiento de la Edad del Bronce, una primera ocupación que se prolongaría de forma ininterrumpida hasta época romana.

Pese a los debates, el topónimo Ipolcobulcula es el más aceptado para denominar el sitio -el gentilicio de Carcabuey es carcabulense-, pues así lo probarían diversos hallazgos epigráficos. El más destacado es una escripción funeraria encontrada tiempo atrás durante una obra en Carcabuey dedicada a un tal Fortunatus, un esclavo público perteneciente, precisamente, a Ipolcobulcula. Como explican distintos autores, rara vez una persona con este estatus iba a encontrarse alejado de la ciudad a la que servía, por lo que el topónimo que aparece en la inscripción debía hacer referencia al lugar donde se encontraba. La lápida, además, mostraba la condición jurídica de municipium del asentamiento, se cree que a partir de época flavia como ocurre con muchos otros núcleos hispanos.

"La consecución de este estatus jurídico supondría, además de reformas de carácter urbano, una reordenación del territorio y la necesidad de establecer unos límites claros", explican los autores. Y, aunque existen diferentes teorías, lo más habitual es que quedara delimitada por los principales accidentes geográficos situados a unos diez kilómetros a la redonda desde el Cerro del Castillo.

Es decir, se conocía Ipolcobulcula por diferentes fuentes históricas y por inscripciones, y se daba por hecho que este municipium romano se situaba bajo la actual Carcabuey, pero había permanecido oculto. Hasta que, durante la ejecución de una zanja para introducir el cableado eléctrico en la calle Virgen, aparecieron una siere de estructuras que desde un primer momento se identificaron como de época romana.

Un depósito que pudo servir a la oleicultura
Los arqueólogos identifican varias estructuras. La primera es una pequeña construcción de opus camenticium, justo en la esquina entre la iglesia y la casa parroquial contigua. Se trataría de un depósito destinado a contener líquido, similar a otros existentes en la Subbética, y los expertos teorizan con que podría tratarse de un “mero” recipiente destinado al almacenamiento de agua para consumo o riego, o bien estar relacionado con un espacio productivo. “Considerando la cantidad de evidencias arqueológicas ya documentadas en la zona, parece claro que, al igual que en la actualidad, la oleicultura debió ser un sector importante en la economía, por lo que no debería extrañarnos la presencia de este tipo de elemento en el ámbito urbano”, exponen.

Tras su abandono, el recinto quedó colmatado por un “interesante” paquete estatigráfico del que se han recuperado fragmentos de cerámica correspondientes a platos y lucernas que los expertos datan en el siglo I después de Cristo, durante el reinado de Claudio.

Una vez amortizado el depósito, su pared meridional sirvió para delimitar un espacio subterráneo o semisubterrráneo, explican los historiadores a la luz de los restos encontrados durante las pequeñas catas.Entre los vestigios, hay numerosos restos cerámicos correspondientes a distintos tipos de recipientes, aunque lo que más llamó la atención fue el hallazgo de cinco pesas de telar junto a dos fragmentos de cerámica con forma de disco que podrían estar vinculados al trabajo textil.

A estos elementos habría que sumar una pieza que los arqueólogos consideran “de gran interés”: un asta o candil derecho de ciervo adulto de seis puntas. Reducida a numerosos fragmentos, se conservaría completa. Como hipótesis, los arqueólogos consideran el hallazgo “un elemento de trabajo desechado o interrumpido, ligado a la elaboración de cilindros de bisagras, usadas con frecuencia en el mobiliario”.

¿Y qué pasó con Ipocobulcula?
Pese a la escasa extensión de los espacios localizados, ya que se prolongan bajo edificios actuales, los arqueólogos lo tienen claro: “Nos encontramos ante los primeros restos conocidos de la Ipolcobulcula de época romana que se excavado, y que muestran, aunque de un modo muy parcial, cómo podría ser el entramado urbano de la ciudad”, exponen Roldán, Martínez y Moreno.

Los arqueólogos, en concreto, vislumbran una disposición en terrazas típica de los poblados de tradición íbera construidos en lugares de elevadas pendientes. Y es que –recuerdan– los espacios documentados se encuentran excavados en la ladera, de forma que sirven para “aterrazarla”, lo que generaría un nivel de “circulación horizontal” a una cota inferior, y por tanto quedan como subterráneos o semisubterráneos en una de sus caras.

“En la arquitectura doméstica romana era bastante común utilizar espacios de estas características con diversas funciones, por ejemplo, para hacer más llevaderas las altas temperaturas del verano”, recuerdan.Se sabe por fuentes documentales que, en época flavia, municipios como Ipolcobulcula vivieron su auge económico y los personajes acaudalados locales invirtieron en la monumentalización del espacio público. En este caso concreto, se conoce la existencia de L. Porcius Quietus, que llegó a costear el foro y un templo.

Los autores teorizan con que, coincidiendo con este florecimiento, la parte más alta del municipio –la hallada durante las catas arqueológicas– pudo abandonarse, pues así se ha documentado por ejemplo en Ategua. Y, con el paso de los siglos, las antiguas estructuras quedaron sepultadas bajo calles, viviendas, jardines e iglesias hasta desaparecer por completo.

8 de enero de 2015

El Gobierno apoyará hasta 2017 las excavaciones en los yacimientos ibéricos de Cabra y Almedinilla (Córdoba)

El Ministerio de Economía y Competitividad financia con unos 36.000 euros durante un periodo de tres años las excavaciones en los cerros de la Merced en Cabra y de la Cruz en Almedinilla, ambos en la provincia de Córdoba. Esta ayuda complementará los 30.000 euros anuales que ambos ayuntamientos vienen destinando para cada campaña.
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo Kabanach y Mónica Camacho durante la campaña del pasado verano en el Cerro de la Merced.
Los objetivos del proyecto de investigación sobre la 'Resistencia y asimilación: la implantación romana en la Alta Andalucía. Estudio y musealización del Cerro de la Merced y Cerro de la Cruz y su territoriohan sido presentados ayer en rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, junto con los alcaldes de ambos municipios, Fernando Priego y Antonio Cano, respectivamente, y el investigador principal y director del proyecto, Fernando Quesada, profesor titular de Arqueología y actualmente director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

En concreto, destacan que "el impacto" que se espera de este proyecto es "múltiple", por sus diversos niveles de análisis. En primer lugar, contribuirá a mejorar el conocimiento sobre el proceso de expansión romana en época republicana, entre los siglos II y I antes de Cristo (a.C.), porque afecta a cuestiones relacionadas con varios temas críticos en el Mediterráneo durante la época en que Roma se convirtió en una gran potencia.

Así, citan la presencia púnica en la Bética como base para la guerra de Aníbal --y en particular, el control territorial púnico, a partir de las minas castulonenses y la recluta de mercenarios--, las diferentes actitudes de Roma frente a fenómenos como el enfrentamiento con Viriato o el espinoso problema sertoriano.

De hecho, el director del proyecto destaca que la forma en que Roma abordó la conquista de las regiones que se le oponían, y la transición de un proceso de extrema violencia, documentado en el Cerro de la Cruz con matanzas de civiles y destrucciones sistemáticas a gran escala, y en el cerro de la Merced, con lo que parece una obra sistemática de demolición, es un tema que afecta a todo el Mediterráneo centro-occidental.

Al respecto, subraya que la investigación internacional, especialmente la anglosajona, alemana y francesa, sigue desde hace tiempo con mucha atención las novedades que en este sentido se ha producido en yacimientos como Valencia en época sertoriana, Santo Tomé/Baecula en la Segunda Guerra Púnica, a lo que añade los propios trabajos en el Cerro de la Cruz y el Cerro de la Merced.

LA CULTURA IBÉRICA
En segundo lugar, apunta que el proyecto "mejorará sustancialmente" el conocimiento de las últimas fases de la Cultura Ibérica en Andalucía, de manera que los estudios de Almedinilla son "esenciales" para entender la economía, la cultura material, el urbanismo y en general la Cultura Ibérica en el siglo II a.C..

Por su lado, el estudio del Cerro de la Merced en Cabra y de otras fortificaciones del entorno puede ser "decisivo" para solucionar la cuestión de las 'torres de Aníbal' en la zona y su cronología, que, a su juicio, "parece ahora sertoriana o ligeramente anterior, sin llegar a mediados del siglo II".

Por otra parte, señala que los estudios previstos de economía --carpológicos, análisis de pastas cerámicas, etc.-- tendrán un impacto en los estudios sobre comercio, relaciones culturales y economía en la época de la República tardía de Roma, dado que ambos yacimientos proporcionan una 'foto fija' muy completa de la actividad y la vida diaria en unos momentos muy precisos entre 141 a.C. y 50 a.C.

REFERENCIA ESPAÑOLA
Además, indican que la propuesta de musealización de los yacimientos como vía de fomento turístico y de apoyo al desarrollo sostenible enlaza de pleno con las propuestas de organismos internacionales relacionados con la cultura, y puede llegar a convertirse en una de las referencias españolas al respecto.

En este sentido, el proyecto tiene un plazo normativo de ejecución de tres años entre 2014 y 2016, pero dadas las circunstancias administrativas se ha solicitado ya una extensión para que su plazo real de trabajo abarque los años 2015 a 2017.

El proyecto tiene una financiación para sus tres años de 36.300 euros, repartidos por anualidades, al tiempo que complementa la aportada por el Ayuntamiento de Cabra para la excavación arqueológica en el Cerro de la Merced prevista en 2015 en el marco del convenio de colaboración con la UAM que se firmó en 2012.

  • En los años anteriores, tanto el Ayuntamiento de Almedinilla (2006-2014) como el de Cabra (2012-2014) han financiado la totalidad de los trabajos de campo y gabinete que están en la base del actual proyecto de 'I+D+I'. Según el director del proyecto, los consistorios han aportado cada año en torno a 30.000 euros.
LA HISTORIA
Entretanto, Quesada ha recordado que hacia el año 150 a.C., derrotados los cartagineses hacía 50 años, Roma dominaba todo el valle del Guadalquivir, convertido en provincia romana, y avanzaba hacia la conquista de la Meseta y Lusitania. Corduba( Córdoba) o Hispalis (Sevilla) se iban convirtiendo en populosas capitales romanizadas.

Sin embargo, en las regiones montañosas de la Subbética, en la Alta Andalucía, zonas extensas de territorio montañoso continuaban bajo el control de líderes ibéricos, y llevando la forma de vida tradicional de sus ancestros. Aunque nominalmente estaban sometidos a Roma, seguían viviendo en 'oppida' (ciudades) y recintos fortificados.

Construidos con las técnicas y urbanística tradicionales --que no necesariamente significa primitivas--, estos poblados muestran la fase crepuscular de una cultura que en un siglo se extinguiría, o mejor dicho, se transformaría en algo muy distinto.

En ocasiones, estos principados ibéricos se enfrentaron a Roma, quizá apoyando a líderes como el lusitano Viriato, quien en estas décadas centrales del siglo II a.C. llegó a adentrarse profundamente en Andalucía durante sus luchas con los ejércitos romanos; o apoyando a alguno de los bandos romanos en las Guerra Civiles romanas del siglo I a.C., entre Sertorio y César.

El resultado fue que entre mediados del siglo II y mediados del I a.C. las comunidades ibéricas del sureste de la actual provincia de Córdoba, en la frontera de la antigua Bastetania, fueron derrotadas o forzadas a abandonar su hábitat tradicional, algunos de sus poblados y fortificaciones fueron incendiados y demolidos, y parte de su población masacrada o esclavizada, y el resto obligada a modificar su forma de vida.

EJEMPLOS "CASI ÚNICOS"
De este modo, las excavaciones en los asentamientos ibéricos del Cerro de la Cruz y del Cerro de la Merced son "una excelente muestra de este proceso de resistencia y asimilación". Hasta el momento, son ejemplos "casi únicos" en Andalucía y en el conjunto de España por la extensión de excavaciones y la magnitud de hallazgos.

Pero además, el estudio de este proceso histórico, afectando como lo hace al proceso de avance del poder romano, reviste interés para toda la cuenca del Mediterráneo central y occidental.

Así, el proyecto actual surge como un desarrollo natural de los trabajos de campo y gabinete aprobados por la Junta de Andalucía en los yacimientos ibéricos del Cerro de la Cruz y Cerro de la Merced. Ambos yacimientos forman parte del mismo entorno cronológico, geográfico y cultural, y la integración de los trabajos en un marco teórico y metodológico unitario permitirá multiplicar la importancia de los resultados.

Su objetivo no es sólo analizar un proceso histórico clave en la Alta Andalucía a través de dos yacimientos bien conocidos y en curso de excavación y sus territorios, sino contribuir a su proceso de puesta en valor y musealización, haciéndolos más accesibles al gran público, contribuyendo a mejorar su exposición en el terreno y en los respectivos Museos Arqueológicos de Almedinilla y Cabra.

(Fuente: Europa Press)

30 de junio de 2017

Nueva campaña arqueológica en la necrópolis de La Beleña, en Cabra (Córdoba)

Trabajarán sobre dos enterramientos neolíticos de la treintena que pueden existir. Las sepulturas permanecen selladas y un estudio isotópico y de ADN de los restos humanos ayufarán a conocer el perfil de la población originaria de Cabra y aspectos diversos de su desarrollo social, económico y cultural, entre otros.
Los arqueólogos trabajan en una necrópolis única a nivel europeo, que podría albergar restos de 200 individuos. 
Los trabajos de la tercera campaña de excavación que en el yacimiento arqueológico de la necrópolis de La Beleña de Cabra comenzaron el pasado martes y servirán no solo para ratificar todo el trabajo de investigación que se viene acometiendo desde el año 2015 sino también para situarlo a nivel mundial como una necrópolis única y excepcional a nivel europeo para el periodo del Neolítico comprendido entre los años 1400-3000 antes de Cristo.

Así lo ha señalado la arqueóloga Dolores Camalich, directora del equipo científico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, integrado por una decena de arqueólogos, antropólogos y personal técnico, que comienzan ya a trabajar sobre el terreno para desentrañar las claves de dos enterramientos de una treintena que se apunta que pueden existir en el subsuelo y que permitirán conocer más datos de este tipo de necrópolis colectiva en cueva artificial, única en su género en la Península Ibérica y donde podrían estar los restos humanos de unos 200 individuos junto a piezas de cerámica y otros utensilios propios del hábitat del periodo.

Según ha señalado la arqueóloga, entre los elementos que conforman la excepcionalidad de este yacimiento está el hecho que los enterramientos están tal y como quedaron sellados en su día, preservando íntegramente los restos humanos y cuyo estudio isotópico y de ADN podrán determinar notas claves para conocer no solo el perfil de aquella población originaria de Cabra sino también aspectos diversos de su desarrollo social, económico y cultural, entre otros.

INVESTIGACIÓN
Para desarrollar este trabajo, la Comisión de Arqueología de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, según ha señalado Camalich junto al delegado municipal de Patrimonio y Cultura, José Luis Arrabal (PP), y el director del Museo Arqueológico Municipal de Cabra, Antonio Moreno, ha concedido el carácter de proyecto general de investigación. Esto, sumado a los proyectos en los que ya se encuentra inmerso como el I+D del Ministerio de Economía y Competitividad y el Iberia, en el que participan para su estudio especialistas de varias universidades de Suecia y de Australia, subrayan aún más la importancia del mismo por lo que puede aportar al conocimiento científico y patrimonial, con el fin último de la puesta en uso público para el disfrute de los ciudadanos.

21 de septiembre de 2012

Descubren elementos medievales islámicos en el yacimiento íbero del Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

Junto a elementos prerromanos, aparecen otros de los que no se tenían constancia como son de época medieval islámica e incluso algunos indicios de la Edad del Bronce.
Trabajos de excvación en el muro esxterior
del lado oeste del yacimiento.
Foto: Cerrodelamerced.blogspot
Los trabajos realizados desde el pasado 3 de septiembre por todo un equipo multidisciplinar, están poniendo de relieve el interés que el yacimiento tiene para el conocimiento histórico, pues según ha subrayado su director Fernando Quesada, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y uno de los máximos exponentes de la cultura ibérica de toda Europa, sobre el yacimiento de época prerromana, hay un asentamiento de época medieval posiblemente de época emiral de los siglos IX-X, colocado sobre las ruinas de la antigua torre ibérica. Unos datos “de lo que nada se sabía hasta ahora”, añadía Quesada que junto al alcalde Fernando Priego (PP), el delegado de Cultura y de Patrimonio Javier Ariza (PA) y el arqueólogo municipal Antonio Moreno, visitaba la excavación en la tarde de este jueves 20 de septiembre.

Bajo esos niveles estratigráficos añadía, se encuentran unos restos prerromanos “que a juzgar por lo que hasta ahora tenemos, ni cartagineses, ni romanos, pues el material que está apareciendo en estos días es exclusivamente ibérico de época tardía, de la segunda mitad del siglo II a.C., cuando Roma ya controla Córdoba”.

A ello se une la aparición de objetos no asociados a la vida estrictamente militar de un ejército en campaña sino elementos de la vida diaria como algunas piezas de telar y para trenzar el hilo o un molino de grano, entre otros, que forman parte “quizás de una comunidad de época ibérica tardía o quizás incluso, no lo sabemos todavía, de una comunidad con algún elemento con carácter militar de control del territorio”.

Elementos de interés a los que se unen otros de interés más puramente arqueológico, al haberse hallado evidencias en algún caso “de la posible presencia de un yacimiento anterior, de la Edad del Bronce, aún no confirmado”.

El yacimiento explicaba el arqueólogo, “está excepcionalmente bien conservado pues hay mucho que ver, hay unas estructuras imponentes, colosales, de bloques ciclópeos de más de un metro de altura en la mayoría de los casos, formando varias hiladas que no es habitual encontrar en este estado de conservación y además, no un trozo de muro, sino un recinto doble que al menos, tiene más de 18 metros de lado en el recinto interior y de más del triple, el recinto exterior”. Conjunto en el que se trabajará en campañas como la que ahora finaliza a lo largo de unos cuatro años que “permitirán estudiarlo no sólo arqueológicamente sino también limpiar, despejar y poner en valor, restaurando algunos bloques de piedras caídos in situ con la idea de hacer accesible el yacimiento y que se pueda convertir en un foco dinamizador de turismo local, comarcal e incluso nacional ya que recintos fortificados como este en la Subbética, hay cero, no están excavados”.

Todo ello sin olvidar explicaba Quesada, la faceta de su importancia patrimonial, ya que gracias al interés del Ayuntamiento de Cabra que está financiando la excavación tras convenio con la Universidad Autónoma de Madrid y con las respectivas autorizaciones de las delegaciones provinciales de Cultura y de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la colaboración también de la Diputación Provincial, han sabido ver, el interés que tiene “un yacimiento que forma parte de una cadena de fortificaciones de unos 2.200 años en principio, en toda la zona de la Subbética y que es uno de los más grandes y de los más complejos de la región”.

DINAMIZACIÓN TURÍSTICA Y CULTURAL
Por su parte el delegado de Cultura y Patrimonio destacaba la importancia del yacimiento para el patrimonio arqueológico egabrense, por lo que significa para la dinamización turística y cultural de la localidad y que ha llevado en estos días incluso ya al propio Quesada, a presentar sus primeras impresiones en la Universidad de Bolonia (Italia) y a permitir la presencia en el mismo de distintos especialistas de Universidades como las de Córdoba, Granada y Sevilla, entre otras.

A ello se une añadía el alcalde, el permitir la participación en el campo de trabajo de tres voluntarias universitarias egabrenses y de seis personas a través del programa “Solidarios” del Patronato Municipal de Bienestar Social, que tiene como finalidad, la contratación de personas con necesidades económica.

13 de marzo de 2018

Un estudio genético desvela la singularidad de los neoliticos peninsulares

Un estudio multidisciplinar, realizado por un equipo internacional de investigadores que combinó datos arqueológicos, genéticos y químicos y que hoy se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, confirma que los íberos neolíticos muestran diferencias genéticas con los agricultores migrantes que se establecieron en Europa Central y del Norte hace más de 7.000 años.
Idealización del enterramiento neolítico en la Cueva de Los Cuarenta. AUTOR: GUADALUPE GÓMEZ
El equipo liderado por Cristina Valdiosera, analizó restos humanos de 13 individuos del norte y sur de España, incluyendo de Atapuerca. El estudio también abarcó sitios importantes como la Cueva de los Murciélagos, en Zuheros (Cördoba), de donde procede el genoma de un granjero neolítico de hace 7.245 años, lo que lo convierte en el genoma secuenciado más antiguo del sur de España y representa al de los primeros agricultores de la zona. El nuevo estudio demuestra que los íberos neolíticos muestran diferencias genéticas con los agricultores migrantes que se establecieron en Europa Central y del Norte y viene a confirmar que los primeros agricultores llegaron a la región siguiendo una ruta costera a través del norte del mar Mediterráneo.

“Esto sugiere que los primeros agricultores se remontan a los primeros neolíticos que emigraron a la península y que las posteriores contribuciones de sus homólogos centroeuropeos fueron menores”, explica Valdiosera. A pesar de otras posibles entradas a Iberia, como el norte de África o Europa continental, los investigadores no encontraron diferencias regionales sustanciales dentro de la península. 
Enterramiento neolítico en la Cueva de Los Murciélagos
en Zuheros (Córdoba). FOTO: ANTONIO MORENO

Por otra parte, Juan Carlos Vera, profesor de Prehistoria de la Universidad de Huelva, coautor del estudio y responsable de las intervenciones en las Cuevas de los Murciélagos y de Los Cuarenta, destaca que "significativamente, el genoma secuenciado más antiguo de un agricultor neolítico de Andalucía, un individuo masculino de la Cueva de los Murciélagos perteneciente a la Cultura de la Cerámica a la Almagra, coincide a grandes rasgos con otros genomas secuenciados recientemente, procedentes de regiones como Cataluña pero asociados a la denominada Cultura Cardial".

Asímismo, Torsten Günther, genetista y coautor del estudio añade que “si bien las diferencias geográficas parecen menores, sí vemos algunas diferencias a lo largo del tiempo debido a la interacción y el intercambio genético entre grupos”.

Los primeros agricultores ibéricos muestran niveles notablemente bajos de diversidad genética, lo que indica que la primera ola de migración oriental para establecerse en la península fue relativamente pequeña. Después de este período inicial de baja diversidad, las poblaciones recién llegadas crecieron en tamaño y se mezclaron con los cazadores-recolectores locales, aumentando rápidamente la diversidad genética durante los períodos posteriores. Esto confirma que la historia genética de la zona fue única ya que ha sido influida fundamentalmente por la principal migración prehistórica asociada con la introducción de prácticas agrícolas, conocida como la revolución neolítica.

DIETA DE CULTURAS AGRÍCOLAS
Los autores también investigaron la dieta de estos agricultores neolíticos durante casi 4.000 años, y los resultados mostraron que, a pesar de la interacción biológica significativa entre grupos culturalmente diferentes, la cultura agrícola predominó desde el principio y continuó a lo largo del tiempo. El arqueólogo molecular Colin Smith, otro de los expertos involucrados en el estudio, señala que “curiosamente, si bien observamos una afluencia genética sustancial de ascendencia cazadora-recolectora en los agricultores a lo largo del tiempo, la dieta de estos primeros agricultores no cambia. la dieta es característica de las culturas agrícolas y persiste temporal y geográficamente a lo largo de milenios”.
El estudio ilustra la importancia de la investigación interdisciplinaria para comprender la complejidad de la prehistoria europea.

YACIMIENTOS E INVESTIGADORES 
De los seis yacimientos arqueológicos cuyas secuencias genómicas se presentan en primicia, la mitad son andaluces y más concretamente, cordobeses. Además de la Cueva de los Murciélagos de Zuheros (Neolítico Antiguo), se presentan genomas de la Cueva de los Cuarenta (Neolítico Final) con 5700 años de antigüedad, y del Abrigo rocoso de El Pirulejo, de aproximadamente 4000 años (Bronce Antiguo), ambos situados en Priego de Córdoba. TAmbién se han estudiado los restos humanos procedentes del yacimiento arqueológico del Portalón, en Atapuerca (Burgos). Los análisis genómicos se han llevado a cabo mediante ultrasecuenciación de última generación. 

Entre los expertos españoles que han participado en el estudio también se encuentra Rafael M. Martínez Sánchez, como investigador contratado del Programa "Juan de la Cierva" adscrito al Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, y miembro del equipo investigador de la Cueva de Los Cuarenta.