google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Resultados de la búsqueda de Museo Íbero
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30 de diciembre de 2011

Arqueología accesible: Cómo ver un poblado íbero con las manos

El poblado íbero de "La Bastida de Les Alcusses" (Valencia) dispone de tres maquetas táctiles de bronce instaladas en el recorrido por los restos arqueológicos
Con motivo de la celebración de la festividad de Santa Lucía, un grupo de personas con deficiencia visual, asistido por los responsables de animación sociocultural de la organización, visitó el poblado ibérico de la Bastida de les Alcusses de Moixent.
 Grupo de visitantes ante una de las maquetas dispuestas en el yacimiento. 
El grupo pudo conocer el yacimiento a través de tres maquetas táctiles de bronce instaladas en el recorrido por los restos arqueológicos. También visitaron la reproducción, a escala real, de una casa ibérica en la que se pueden tocar réplicas de objetos de la época. 
En la vivienda ibérica, técnicos del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia explicaron cómo es hoy en día, y también como fue, este gran poblado ocupado durante el siglo IV antes de Cristo.
Las tres maquetas de bronce forman parte de un programa de acondicionamiento y mejora de la accesibilidad del yacimiento desarrollado a lo largo del año 2011 por un equipo de técnicos del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia y de la Universidad Politécnica de Valencia.
El proyecto incluye, además, elementos de adecuación, delimitación y seguridad en el itinerario diseñado para la visita al yacimiento, así como la creación de dos miradores que permiten disfrutar del entorno y de la perspectiva paisajística que se disfruta desde el poblado, ubicado en lo alto de un promontorio sobre les Alcusses i els Alforins.
 Vista del yacimiento de La Bastida de Les Alcusses. 
Las tres maquetas reproducen diveros aspectos del poblado. Una primera maqueta general está situada en la entrada y reproduce el estado actual del lugar, con restos de estructuras visibles, excavados y consolidados, otras áreas por excavar y zonas con las estructuras sin consolidar. Una segunda maqueta, ubicada en la zona de las casas, permite conocer cómo eran las casas y el tipo de arquitectura y materiales utilizados. Finalmente una tercera maqueta se ubica en la entrada norte, y reproduce una puerta del poblado. En cada maqueta una serie de textos en braille describe y completa la información.
 Proyecto integral
 Esta intervención forma parte de un ambicioso proyecto de gestión integral del patrimonio dirigido desde el Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia a través de la excavación y conservación de los restos in situ, la investigación del monumento y las colecciones, la conservación de los objetos hallados en el propio museo, y la difusión y la divulgación de los resultados a varios niveles, aplicando las últimas innovaciones didácticas.
 El aspecto más visible de la difusión se realiza en el propio yacimiento, que está abierto al público todo el año. Un equipo de guías especializados, itinerarios de visita con paneles explicativos y reconstrucciones hacen comprensible este sitio histórico al gran público. El objetivo principal es consolidar la Bastida de les Alcusses como un referente en Valencia de turismo cultural y como patrimonio visitable. 

17 de marzo de 2016

Preparan la segunda campaña de excavaciones en el oppidum ibérico de Giribaile, en Víches (Jaén)

Con un presupuesto de 25.000 euros retomarán los trabajos en el "Área 11" y se comenzarán las prospecciones en la zona de la necrópolis. De cara al verano esperan repetir los campos de trabajo con vecino de Vílches.
Luis María Gutiérrez atiende una visita de medios de comunicación sobre la planicie del oppidum de Giribaile.
Las excavaciones volverán al enclave íbero de Giribaile en las próximas semanas, una vez que la Junta de Andalucía autorice los trabajos cuya solicitud se va a presentar estos días. Así lo anunció el director del proyecto, Luis María Gutiérrez Soler, que adelantó que la de este año será una campaña en la que se retomará lo que resta del área once. “También comenzaremos las prospecciones en la zona de la necrópolis del yacimiento de Vilches”, argumentó Gutiérrez.

El director remarcó, por otro lado, que será una campaña austera, ya que disponen de algo menos de 25.000 euros de presupuesto. La reducción de la partida económica permitirá contratar solo a dos operarios durante unos dos meses. Por otra parte, confía que en verano se puedan repetir los campos de voluntarios con vecinos de Vilches, lo que les beneficiaría.

LIMPIEZA

La actividad del proyecto de Giribaile se encuentra, ahora, en unas salas de la Universidad de Jaén, donde un grupo de universitarios se encuentra limpiando los fragmentos de las 36 ánforas que fueron encontradas en 2014. Se trata de un trabajo “laborioso”, en palabras de Soler, ya que algunas de estas vasijas alcanzan una altura de un metro.

Estos objetos fueron recuperados en el almacén que se encontró en el área once hace ahora dos años. “Su futuro puede estar en el Museo íbero de Jaén, una vez que abra sus puertas”, subrayó el máximo responsable de las excavaciones. Luis María Gutiérrez desvela que algunas de las ánforas tienen un dibujo en el cuello, lo que podría indicar que tipo de alimento tuvieron en su interior.

Soler calificó de “excepcional” un hueso trabajado que formó parte de un telar pequeño y que ha sido encontrado junto a las piedras del telar. Actualmente, la osamenta se encuentra en el Museo de la Carolina, donde está siendo sometida a una proceso de escaneo para obtener una imagen en tres dimensiones. Los hallazgos del área once se completan con una serie de clavos que han permitido reconstruir cómo se encontraban fijadas las vigas de madera que formaron el almacén. Por último, cabe destacar que prácticamente ya está concluida la clasificación de los fragmentos de las zonas tres y seis, donde se encontraron principalmente huesos de animales y materiales cerámicos, respectivamente.

19 de julio de 2022

La Policía interviene 115 piezas arqueológicas de distintas épocas en un establecimiento hotelero de Jaén

Durante las obras en el Balnerario de Canena (Jaén) afloraron numerosas piezas arqueológicas os unas obras afloraron numerosos restos arqueológicos de épocas prehistórica, romana, íbera e islámica que los dueños tenían expuestos en el propio establecimiento.
Francisca Hornos y Jesús Estrella informaron de la actuación policial. 
FOTO: LA CONTRA DE JAÉN // ESPERANZA CALZADO

La Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía ha intervenido en un establecimiento hotelero de la provincia de Jaén 115 piezas arqueológicas de distintas épocas, desde la íbero-romana hasta la medieval pasando por la árabe. Proceden de diversas obras realizadas en las instalaciones, pero los propietarios no habían comunicado su aparición.

El delegado del Gobierno andaluz en funciones, Jesús Estrella, ha comparecido este martes para informar de esta actuación, junto al jefe provincial de la citada unidad adscrita, Alfonso Ortega, y la directora del Museo de Jaén, Francisca Hornos.

Ortega ha explicado que una de las funciones principales que tienen encomendadas es la protección del patrimonio histórico y, entre otras cosas, los agentes navegan por Internet para detectar posibles piezas que puedan ser expoliadas o compraventas.

Así fue como "compañeros de la jefatura de Almería detectaron que en el balneario de Canena, dentro de la publicidad del propio balneario, aparecía piezas que podían ser de interés cultural". Tras confirmar arqueólogos ese posible interés, se llevó a cabo una inspección "y se procedió a la incautación de las piezas".

El jefe provincial ha apuntado que, según los dueños del establecimiento, "las piezas procedían de los mismos terrenos del balneario", donde iban apareciendo "en las diferentes reformas que han sufrido las instalaciones" y "las tenían expuestas para que los visitantes pudiesen verlas".

En este sentido, ha destacado que las piezas estaban "en perfecto estado de conservación, expuestas al público, con lo cual la única falta que cometieron fue no comunicarlo a las autoridades culturales de la Junta".

MORALEJA
"La moraleja es que, aunque aparezca en terreno de nuestra propiedad, las piezas no son propiedad nuestra, sino de la administración, en general de los ciudadanos", ha manifestado el responsable de la unidad adscrita.

Ha precisado que "en este caso no conlleva ningún tipo de sanción porque no se ha apreciado mala fe". Por ello, "ni desde el punto de vista administrativo ni penal se va a proceder" contra los responsables del balneario, cuya colaboración para la incautación de piezas "fue total".

El delegado en funciones de la Junta ha precisado que, en total, se han intervenido 115 piezas, de las que una parte se ha trasladado al Museo Provincial y otra parte, por su tamaño y peso, se ha quedado en depósito en el lugar donde se han intervenido.

De las 88 que están en el Museo, 54 son de procedencia romana y 24, íbera, mientras que hay diez pendientes de datar. Las depositadas en el balneario también son en su mayoría de procedencia romana.

Estrella ha indicado que "evidencian varios tipos de utensilios típicos de la época, desde fragmentos de juguetes romanos, restos de ánforas, mosaicos...". Igualmente, hay partes de columnas y elementos asociados a la molturación, como morteros.

En definitiva, ha hablado de un "importante valor arqueológico y patrimonial" y ha puesto de relieve que, al margen de los cuerpos de seguridad y las administraciones, la conservación de esa riqueza del pasado compete a la ciudadanía en general.

CONTEXTO
Al hilo, ha subrayado la importancia de "evitar expolios", ya que "se deja de recibir información". "No sólo es importante lo que consigue, sino cómo se consigue, lo que hay alrededor de lo que se excava y eso se pierde cuando se expolia", ha comentado.

En esta idea ha hecho hincapié la directora del Museo de Jaén al señalar que "muchas veces no sabemos hasta qué punto cuándo se utiliza el patrimonio arqueológico descontextualizado podemos estar respondiendo ese libro de la historia".

"Por eso, cada vez que ingresa por orden judicial o por disposición de las fuerzas de seguridad o la Delegación elementos del pasado que llegan en un puzzle, completamente descontextualizados, nosotros tenemos la capacidad, tipo hospital, de regenerarlos y darlos al contexto", ha dicho.

De este modo, por ejemplo, en el caso de las piezas intervenidas ahora "se pueden observar los parecidos de ese mosaico con otros aparecidos en la provincia" o "valorar esos pequeños vasos de época íbero romana y ver dónde han salido y han sido documentados y dar todo su valor".

De ahí que haya resaltado el "trabajo diario de las personas que están vigilando por que se cumpla la ley". "Y aquí, con los medios que tenemos, procuraremos añadirle el valor del estudio y el conocimiento", ha comentado Hornos.

2 de julio de 2014

Confirman que el poblado íbero del Cabeçó de Mariola fue arrasado por los romanos entre los siglos II y I a.C.

Las excavaciones que se están llevando a cabo en el Cabeçó de Mariola, en el término municipal de Alfafara (Alicante), han revelado que el importante poblado íbero situado en este enclave fue destruido como consecuencia de un ataque de los romanos.
El profesor Ignacio Grau, destaca que la importancia de este poblado venía dada por su situación estratégica.
Foto: DIARIO INFORMACIÓN
Los trabajos llevados a cabo han sacado a la luz vestigios de destrozos e incendios que avalan esta conclusión. También han salido a la luz restos de una muralla de 70 metros de longitud, así como de casas adosadas a la misma.

Por segundo verano consecutivo se están llevando a cabo excavaciones en el Cabeçó de Mariola. Bajo el amparo del Museo Arqueológico de Alcoi, y con la dirección de su responsable, José María Segura, y del profesor de la Universidad de Alicante, Ignacio Grau, se trabaja en intentar conocer los máximos aspectos posibles de este importante poblado íbero de 4,5 hectáreas de extensión que, según se ha podido averiguar, estuvo habitado durante cinco siglos y llegó a tener más de 700 vecinos.
Vestigios de destrozos e incendios en el poblado ibérico.

Grau destaca que la relevancia de este asentamiento radicaba en su situación estratégica: controlaba el acceso a las actuales comarcas de l'Alcoià y El Comtat y se supone que tendría una importancia notable a nivel comercial y económico. Esa trascendencia llamó la atención de los romanos.

Las excavaciones que se están llevando a cabo han permitido constatar signos evidentes de incendios y destrucción, lo que apunta a que el poblado íbero, según Grau, fue arrasado como consecuencia de un ataque registrado entre los siglos II y I antes de Cristo.

12 de abril de 2023

Salen a la luz restos íberos en una iglesia de Monforte del Cid (Alicante)

Parroquia Nuestra Señora de las Nieves
Las excavaciones realizadas han sacado a la luz restos cerámicos de la Edad del Bronce, de hace entre 3.000 y 4.000 años, y de Época Ibérica, durante el periodo comprendido entre los siglos V al III antes de Cristo.

La concejalía de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Monforte del Cid (Alicante), encabezada por Juan Manuel Sabater, ha llevado a cabo nuevas catas arqueológicas, ahora en el interior de la parroquia Nuestra Señora de las Nieves. Las excavaciones realizadas han sacado a la luz restos cerámicos de la Edad del Bronce, de hace entre 3.000 y 4.000 años, y de Época Ibérica, durante el periodo comprendido entre los siglos V al III antes de Cristo.

Sabater destaca que los primeros pobladores de la zona aprovecharon las defensas naturales que les proporcionaban los lugares elevados para tener un control visual de la zona como medio de defensa natural frente a posibles ataques.

Pero este no es único trabajo de arqueología llevado a cabo ya que, según asegura Sabater, se trata de un proyecto que abarca mucho más, como la nueva exposición permanente del Museo íbero, con la réplica del pilar estela de Monforte del Cid, cuyo original se encuentra en el Museo Arqueológico de Elche; o las excavaciones que se realizarán próximamente en la zona ubicada junto a la A-31 conocida como El Portichol.
(Fuente: Intercomarcal)

31 de octubre de 2022

Documentan en La Alcudia 50 metros de muralla y huellas de urbanismo

Las excavaciones de los investigadores de la Universidad de Alicante confirman que el lienzo del muro ocupaba el frente sur y oriental de la antigua ciudad y la identificación de casas pegadas a él
Excavaciones en La Alcudia llevadas a cabo por la Universidad de Alicante el pasado verano.

Las excavaciones de los investigadores de la Universidad de Alicante (UA) en el yacimiento de La Alcudia de Elche han finalizado por este año y lo han hecho con no pocos descubrimientos. Los últimos trabajos se han desarrollado durante el mes de septiembre y han conseguido documentar 50 metros de muralla y huellas de urbanismo en la zona donde se halló la Dama de Elche en 1897, de lo que, precisamente, se cumplen 125 años. El equipo «Damas y héroes. Tras la Ilici ibérica», es el tercer y último de los proyectos de excavaciones que ha acogido esta quinta campaña en el yacimiento de La Alcudia, que realiza la UA en colaboración con el Ayuntamiento de Elche.

Los trabajos han estado dirigidos por el catedrático de Prehistoria de la UA, Alberto Lorrio. Se plantean aportar información sobre las fases ibéricas de La Alcudia en el frente suroriental del yacimiento, lugar donde se halló el busto íbero. La campaña de excavaciones ha usado un georradar para identificar el urbanismo de la fase Ibérica Antigua, lo que ha permitido comprobar que los ambientes individualizados corresponden a viviendas.

Así, se ha podido documentar que en 50 metros de la zona oriental hay una muralla, que ocuparía todo el frente oriental de la antigua ciudad, y que su lienzo sigue hacia el sur. Además, se han identificado diversos espacios de viviendas, muros que salen de la fortificación que confirman que hay urbanismo también en esa zona.

«El próximo años seguiremos excavando en ese sector, para ver si encontramos la puerta de acceso a la ciudad», explica el catedrático de la UA, Alberto Lorrio. Se han sacado en estas excavaciones unos 50 metros lineales de muralla, no continuos. El georradar, cuyos resultados más concretos aún no los tienen, ha permitido detectar interrupciones en los lienzos.

Muralla de cajones
Se trata de una muralla de cajones que ofrece importantes singularidades, ya que los tres cajones que ocupan la mayor parte son distintos. Uno tiene grandes lajas, otro guijarros del Vinalopó de gran tamaño y el último es una construcción de barro amasado muy singular. La muralla es tan antigua como la Dama, lo que se ha determinado tras hacer la prueba del carbono-14. Tiene 2,20 metros de ancho.

Así, han podido seguir excavando muralla, muy alterada por una acequia moderna, pero lo que se ha hallado es muy significativo, ya que son diferentes ambientes de esas viviendas asociadas al muro, justo en la zona donde se localizó el busto íbero. «No hemos excavado ninguna, porque nos hemos limitado a los niveles más recientes, de época tardoantigua muchos de ellos», añade Alberto Lorrio, que esta semana ha participado en el seminario sobre el mundo íbero organizado por la UNED en Elche. «Lo que hemos dejado es el escenario ideal para el año que viene hacer una gran campaña donde entremos directamente, una vez excavados los niveles más superficiales», explica.

Ese lienzo continuo de la muralla que se ha hallado indica que esa zona está dentro de la ciudad y la muralla seguiría a lo largo del límite sur del yacimiento, algo que no se había documentado hasta ahora. Quedan aún dos años más de excavación y otro de restauración.

«La Dama de Elche tiene que estar asociada a un núcleo urbano, pero en La Alcudia no encontrábamos esos indicios, los restos materiales de las viviendas o las murallas o los lugares donde vivía la gente de la época», señala, por lo que la localización de los primeros vestigios de la civilización de la época permitirá también contextualizar mejor el busto íbero que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid.

29 de octubre de 2010

Las damas del arte íbero vuelven al Arqueológico

La Dama de Elche, la de Baza y la del cerro de los Santos, las más famosas piezas del arte ibérico, vuelven a estar a la vista del público junto a una exquisita selección de grandes obras de la antigüedad en el ala sur del edificio recientemente remodelada. Son 250 objetos instalados sobre una parte del nuevo emplazamiento, que sirve para dar una idea de cómo será el Museo Arqueológico del siglo XXI cuando abra totalmente sus puertas a finales del próximo año.
La Dama de Elche.
El arquitecto autor de la remodelación, Juan Pablo Rodríguez Frade, es también el responsable de esta versión del museo en formato reducido que ya se pudo ver hasta el pasado verano, antes de que el museo fuera cerrado totalmente al público por las obras. Permanecerá abierta hasta que ellifting concluya.
El recorrido abreviado arranca con un espacio dedicado a los sarcófagos y estatuillas de Egipto y Oriente Próximo y avanza con piezas únicas testigos de las culturas más antiguas, como las famosísimas damas ibéricas o el deslumbrante tesoro de Guarrazar. Monedas de la magnífica colección numismática del museo sirven de hilo conductor entre cada uno de los apartados de esta exposición de auténticos tesoros.
Fuente: El Pais

14 de noviembre de 2022

Almedinilla prepara su Carta Arqueológica

El municipio cordobés prepara su carta arqueológica, que incluirá sitios históricos importantes como la villa romana de El Ruedo junto a otros más modestos que constituyen la "arqueología de lo invisible". En el término municipal hay documentados 70 yacimientos arqueológicos.
Los puntos de interés, señalados con chinchetas. / EL DÍA

En Almedinilla ya se han acostumbrado a que, cada vez que se rasga la piel de la tierra, aparecen restos de su pasado lejano. Aunque no por ello deja de sorprender cada nuevo descubrimiento que se produce: enterramientos romanos donde nadie los esperaba, restos de cerámica íbera en mitad de un olivar, huellas de la Prehistoria en un mirador... El municipio, de apenas 2.500 habitantes, tiene ya documentados cerca de 70 yacimientos, lo que probablemente supone la densidad más elevada por población y territorio de toda la provincia. Y, para que ninguno de ellos se extravíe, el Ayuntamiento está inmerso en la elaboración de su primera carta arqueológica, un documento habitual en municipios de mayor tamaño pero que no es tan usual en los de su tamaño.

"Cuando se elaboró el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2007, el Museo Histórico recibió la solicitud de los técnicos que elaboraban el documento para que se contrastaran los datos que recibieron de la Consejería de Cultura en relación a los yacimientos documentados y poder considerarlos en sus trabajos, y se constataron errores importantes", describe el arqueólogo municipal, Ignacio Muñiz. Había nombres mal recogidos, no se incluían todos los restos conocidos y, lo que puede resultar más chocante, incluía yacimientos "inexistente".

A raíz de esto, el Museo Histórico remitió a los técnicos del PGOU las coordenadas reales y en el listado, que también envió a la Junta, se añadió igualmente el patrimonio arquitectónico y etnológico. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? "Hemos recogiendo datos de nuevos sitios a partir de hallazgos casuales e información de vecinos, nunca fruto de prospecciones sistemáticas o excavaciones necesitadas de autorización", de ahí la necesidad de contar con una carta arqueológica totalmente precisa, razona Muñiz. Ya son 70 los sitios inventariados y el arqueólogo calcula que al final del proceso serán un centenar.

En un trabajo preliminar, sobre el plano de Google Earth, aparecen una multitud de chinchetas virtuales con los nombres de los sitios históricos, algunos totalmente desconocidos hasta para los propios almedinillenses. Están La Rubia, El Montecillo, Los Corralones, Cerro Alcalá, Las Lomas, La Hoya, Las Escarihuelas...

El último hallazgo, del pasado octubre, denominado Museo o Kmt. 0, son unas tumbas romanas de cremación, posiblemente pertenecientes a esclavos y población muy pobre. Como ocurría en otras ocasiones anteriores, se trataba de un descubrimiento "casual", cuando una máquina realizaba una pequeña intervención municipal en el kilómetro 0 de la carretera que lleva a la aldea de Brácana. En la misma linde de la vía, cuando los operarios ejecutaban un muro de hormigón para contener el terreno, quedaron al descubierto los nuevos restos. La zona no estaba catalogada.

De acuerdo a estas primeras observaciones, se trataría de una decena de tumbas romanas de cremación, "aunque es posible que algunas no lo sean" por encontrarse en un estado de conservación "muy alterado". A esto se suma, como explica Muñiz, que presentan características "muy humildes y sin apenas elaboración".

De la posible decena documentada, una de ellas, la más accesible y mejor observada, presentaba fragmentos de tegulae, ladrillos y piedras para cubrir las cenizas y los huesos mal creamos, sin urna cineraria y muy probablemente sin vajilla. Son, según el arqueólogo, similares a las recientemente halladas junto a la villa romana de El Ruedo y de las mismas características a las ya documentadas en Las Esperillas y Fuenteribera, que llevan al experto a hablar de "una población muy humilde que apenas tiene urnas cinerarias ni ofrendas, con cremaciones defectuosas y cubriciones con restos de material constructivo".

A falta de una investigación más profunda, las tumbas podrían fecharse entre los siglos I y III después de Cristo, pertenecientes a población esclava y trabajadora, que en aquella época "utilizaba los caminos para enterrarse en sus márgenes", según profundiza Muñiz, que propone hablar de la "arqueología de lo pequeño". Es decir, "son restos que normalmente no encuentran los arqueólogos aunque los vayas buscando, cosas casi invisibles que sirven para documentar cómo era la vida de la gente normal en el pasado", dice el experto.

Y en Almedinilla, cosa extraña, este tipo de yacimientos abundan, gracias en parte a la suerte o la casualidad pero, sobre todo, a la insistencia del servicio municipal de arqueología. "Hemos encontrado tumbas de gente muy pobre y huellas de chozas prehistóricas que realmente eran cuatro palos clavados en el suelo. Este tipo de vestigios no suelen estar documentados porque es muy difícil hallarlos, aunque también son de gran valor para reconstruir la historia. Es la arqueología de lo invisible", define Muñiz.

Estos últimos enterramientos se encuentran a los pies del camino ganadero que, partiendo de la localidad, llega hasta Las Esperillas atravesando la fuente del Piojo. En realidad, como atestigua el trabajo de décadas, todo el desfiladero del río Caicena es una zona muy rica arqueológicamente, algo que los historiadores vinculan a la concurrencia del río, el manantial de Fuente Ribera y una serie de caminos ganaderos que fosilizan vías antiguas ya desde época prehistórica.

Así, en escasos kilómetros cuadrados se encuentran la villa romana de El Ruedo con su necrópolis de cremación; la cantera romana de Las Llanás; el yacimiento iberorromano de La Hoya; Los Castillejos, de la época tardorromana-emiral e ibérico; el poblado íbero del Cerro de la Cruz o el yacimiento prehistórico de El Pingorote, cuyo descubrimiento en un soberbio mirador sobre el municipio, también fue fruto de la casualidad.


La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz, joyas de la corona

La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz son las joyas de la corona de la arqueología del municipio y, por el momento, los únicos dos enclaves visitables. El poblado data del siglo III antes de Cristo y, con una extensión de unos 50.000 metros cuadrados, es uno de los pocos pertenecientes a la Baja Época Ibérica excavados en Andalucía. Muestra el urbanismo de la época, donde se distinguen las estancias según el uso que tuvieran, como almacenes o talleres de artesanos, molinos de harina, aljibes, almacenes de ánforas o un telar. En cuanto a la villa romana de El Ruedo, data de los siglos I al VII después de Cristo y cuenta con una gran monumentalidad, pues conserva fragmentos de mosaicos, pinturas y pavimentos. En ella se distinguen claramente dos zonas: la pars urbana, que corresponde con la residencia de los propietarios, y la zona productiva pars rustica, destinada a las dependencias agrícolas. Las reservas pueden hacerse a través de la Oficina de Turismo de Almedinilla.

30 de noviembre de 2023

Una treintena de guías turísticos profundizaron en el conocimiento de Cástulo

Una treintena de guías turísticos participaron en las Jornadas de Formación Permanente del Conjunto Arqueológico de Cástulo que finalizaron el martes con un acto celebrado en el Museo Arqueológico de la ciudad. La acción tuvo como objetivo ofrecer información de primera mano sobre el yacimiento de la antigua ciudad íbero romana situada en Linares.

La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha impulsado la celebración de las Jornadas de Formación Permanente del Conjunto Arqueológico de Cástulo dirigidas a guías turísticos, y que han finalizado este martes con un acto celebrado en el Museo Arqueológico de la ciudad. Una acción que tiene por objetivo a ofrecer información de primera mano sobre el yacimiento de la antigua ciudad íbero romana situada en Linares.

José Ayala, delegado territorial, ha participado en la clausura y entrega de diplomas de este foro de formación e información que, como ha explicado “no sólo ha estado abierto a la discusión en el seno del propio equipo que conforma Cástulo, sino que también sirven para difundir las conclusiones de los trabajos más recientes realizados en el enclave”. Durante dicho acto, el delegado ha estado acompañado por el profesor José Ramón Ayaso, de la Universidad de Granada, investigador del judaísmo peninsular durante la Antigüedad y la Edad Media, quien ha impartido la conferencia “Unidad y diversidad de judaísmo hispano”.

A lo largo de la formación, los participantes de estas jornadas han podido conocer de primera mano los resultados de la recientemente concluida campaña de excavación ‘Cástulo, Sefarad: Primera Luz’. Los guías turísticos han podido observar los vestigios que han visto la luz tanto en el propio yacimiento arqueológico como los ya expuestos en el Museo Arqueológico de Linares.

Además de la entrega de certificaciones y diplomas al alumnado de las jornadas, este acto ha servido para homenajear a los más de voluntarios que han participado en la última campaña de excavación, tanto con trabajo de campo como en el laboratorio. Ayala ha agradecido “el esfuerzo realizado a la hora de colaborar de forma voluntaria para seguir descubriendo los tesoros que Cástulo guarda y que configuran nuestro legado y nuestra historia”. Voluntarios que proceden tanto de la Asociación de Voluntariado y Promoción Cultural “28 de febrero”, como de la Universidad de Jaén.
(Fuente: Hora Jaén)

5 de noviembre de 2015

La UJA prepara para marzo nuevas excavaciones en el oppidum ibérico de Giribaile, en Vílches (Jaén)

Según declaraciones de Luis María Gutiérrez al Diario Jaén, el inicio del segundo periodo de excavaciones en Giribaile podría comenzar el próximo mes de marzo, durará unos dos meses y se centraría en la necrópolis, un espacio reducido del cerro. Además, adelanta: “Tenemos previsto presentar la memoria del primer proyecto antes de final de año”. 
Luis María Gutiérrez dirige los trabajos en el oppidum ibérico de Giribaile, en Vílchez (Jaén).
El cerro íbero de Giribaile, ubicado en Vilches (Jaén), sigue en primera plana del espacio informativo después de que el pasado año se llevasen a cabo una serie de excavaciones arqueológicas. El director del proyecto, Luis María Gutiérrez Soler, miembro del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, viajó recientemente hasta Portugal para exponer, en un congreso, un balance global sobre los problemas de conservación del yacimiento ya que, según denunció, prácticamente todo está a la intemperie.

Por otro lado, a finales de septiembre, participaron en el XIII encuentro europeo de cerámicas antiguas en Atenas, donde se centraron en los restos cerámicos encontrados. “En concreto, a la capital griega llevamos varios fragmentos de ánforas que hayamos durante las excavaciones del año pasado para intentar dar una explicación sobre el uso que recibieron”, explica Gutiérrez. 


ESTUDIO DE MÁS DE 6.000 FRAGMENTOS
De forma paralela, varios alumnos continúan con los trabajos de examen de los restos cerámicos encontrados en el cerro ubicado en el término municipal de Vilches, labores que se realizan en la Universidad de Jaén. Consisten, tal y como detalló el responsable, en lavar los materiales y quitar las suciedades de los 6.496 fragmentos recogidos de las áreas 11, 3 y 6 del yacimiento vilcheño. Hasta el momento, ya se ha evaluado el 80% de las piezas, lo que ejemplifica el buen ritmo de trabajo que se lleva en la Universidad jiennense, según Gutiérrez.

Luis María Gutiérrez también se muestra optimista sobre el futuro Museo Íbero de la capital, ya que espera que las ánforas puedan ser recompuestas con los fragmentos encontrados y se puedan contemplar en este centro. Además de las cerámicas, también se han recuperado otros objetos como metales, tales como fíbulas o puntas de flecha. Con vistas al año que viene, el inicio de un segundo periodo de excavaciones “está garantizado”, tal y como indicó Gutiérrez. Además, adelanta: “Tenemos previsto presentar la memoria del primer proyecto antes de final de año y podríamos comenzar el próximo mes de marzo”. El periodo de excavaciones duraría unos dos meses y se centraría en la necrópolis, un espacio reducido del cerro.

PROYECTO DE I+D
Por otra parte, todavía están pendientes de recibir la aprobación, por parte del Ministerio de Cultura, de un proyecto basado en el I+D. El director confía en recibir el sí de este departamento y poder investigar los restos que quedan de la fortificación que tuvo este oppidum. De conseguir esta iniciativa, los trabajos de prospección recibirían un fuerte espaldarazo por parte de diferentes instituciones públicas.

Este yacimiento fue excavado, por primera vez, en 1968, trabajos que fueron paralizados un año después. Recientemente, en 2015 se retomaron las prospecciones que duraron cerca de cuatro meses.

(Fuente: Diario Jaén / César García)

12 de febrero de 2012

Arqueólogos encuentran un "stylus" íbero y delimitan la ciudad romana de Allon (Alicante)

Nuevo hallazgo arqueológico. Las excavaciones realizadas en Les Ribetes con motivo de las obras de un colector pluvial destapan un "silo" del siglo II a.C. dentro del cual estaba, en perfecto estado, una pieza que revela la transición de la etapa íbera a romana. Los trabajos también completan el perfil de las fronteras de la gran Allon.

Vista parcial de la ciudad romana de Allon en Villajoyosa (Alicante).
El útil que una vez fue utilizado para escribir asuntos del día, allá por los siglos II ó I a.C (Ibérico final, hace 2.200 años), relata ahora un momento clave del pasado de la Marina Baixa, la transición de la etapa íbera a romana. Se trata de un "stylus" de hueso, un punzón que los romanos utilizaban para escribir en tablillas de madera encerada, que ha sido encontrado por el equipo de arqueología municipal de La Vila dentro de un silo circular de 1,8 metros de diámetro en un yacimiento íbero de la localidad. 


La excavación de Les Ribetes surge con las obras del colector de aguas pluviales que recorre el casco urbano de La Vila. Una superficie de más de 800 metros de longitud en la que se han realizado sondeos para proteger las zonas donde hubiera indicios de la existencia de restos arqueológicos. Los sondeos descartaron casi un 90% del área de obras, dejando otras, como ésta, para ser excavadas. Según explica Antonio Espinosa, director del Museo de La Vila, la zona en la que están trabajando es un saliente del antiguo talud costero que hubo entre los barrancos del Censal y el Barranquet, hoy ocultos por el relleno de metros de escombros que se pusieron para construir la carretera y la expansión de la ciudad. En ese espolón, "un lugar privilegiado por su control visual de la bahía de Allon, se estableció un importante asentamiento, primero ibérico, después romano, probablemente una villa suburbana propiedad de un personaje principal, o bien un barrio completo en la periferia de la ciudad". 



En una anchura de 3 metros de ese lugar (lo que corresponde a la zanja del colector de pluviales) es donde se ha encontrado el silo fechado en el II a.C y en su interior, el punzón. 
Según recuerda el concejal de Patrimonio Histórico, Pepe Lloret, los silos son grandes hoyos excavados en el suelo, enlucidos de arcilla y quemados para endurecerla, donde se almacenaba grano tostado para conservarlo todo el año. Cuando se abandonaban se rellenaban con lo que se tenía a mano, de ahí que se encuentren en ellos objetos interesantes, como es este "stylus" de hueso. Un punzón que se expondrá en un futuro en el museo, con otros dos decorados de bronce también encontrados en La Vila, uno de los cuales está ahora en el Museo de las Culturas de Valencia.


El "stylus", cuyo nombre da origen a la pluma estilográfica, tiene un extremo con forma de punzón para escribir y otro de una superficie biselada para hacer de goma de borrar, aplastando la cera.
El stylus un punzón que los romanos utilizaban para escribir
 en tablillas de madera encerada 
  

Perfilado el perímetro de la ciudad romana
Las excavaciones surgidas por el colector han desvelado los límites de Allon hacia el este. Antes de las obras de la antigua N-332, en los años 30 del siglo XX, su costa era una sucesión de espolones rocosos que dominaban el talud costero con un desnivel de 20 metros sobre la playa. Una especie de línea ondulada cuyos entrantes eran barrancos que penetraban en perpendicular al mar hacia el interior, obligando a subir hasta la plaza de "La Creueta" para sortearlos y seguir camino hacia la parte oriental del territorium de Allon, de la comarca. Ese rodeo se ha conservado fosilizado bajo La Vila durante 2.000 años. Muestra que si un carro romano quería ir, por ejemplo, la villa del Albir, partía del foro (Plaza de la Generalitat), subía por el Kardo Maximus o calle principal norte-sur (hoy calle Canalejas), hasta la Creueta, escoltado por cientos de tumbas, y, tras alcanzar un bivium (cruce de caminos) fosilizado tomaba el camino viejo de Valencia (actual avenida de Benidorm), para pasar junto a villas como la de Barberes Sur y la cantera romana de Cales i Alataies, recientemente descubierta. 


Por otra parte, se ha descartado excavar de momento en la plaza de la Generalitat, donde se encontraron indicios del foro y de una calzada que bajaba al puerto, a una gran profundidad, ya que se pasará el colector a una profundidad por debajo de los yacimientos detectados, según informaron desde la Concejalía de Patrimonio Histórico.

(Fuente: Diario Información / Raquel López)

17 de junio de 2010

La cámara de Arjona (Jaén) facilita nuevos datos sobre la relación íbero.romana

Cráteras áticas, recipientes de cerámica tardía, un carro funerario con adornos en bronce e inscripciones íberas forman parte del rico ajuar hallado en la cámara funeraria del Príncipe Íbero de Arjona, del siglo I a.C., que aporta nuevos datos sobre la pervivencia de la cultura íbera en época romana.

El Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CCAI) de la Universidad de Jaén ha presentado hoy parte del ajuar encontrado en esa cámara funeraria, después de que se finalizase en abril la campaña de excavación realizada en la necrópolis de la Cuesta del Parral, en la localidad jiennense de Arjona, donde desde esta tarde y hasta mañana un grupo de expertos internacionales analizarán el hallazgo.
Alrededor de la cámara funeraria, que es de mampostería con grandes sillares, planta rectangular y estuvo semienterrada, se encuentran casi una treintena de tumbas separadas por la llamada zona de "respeto", según ha explicado a Efe el arqueólogo, Francisco Gómez.
Además se ha hallado una zona donde se realizaban los ritos funerarios y la cremación de los cuerpos, entre lo que se ha documentado un ritual de libación (ceremonia religiosa que consistía en derramar vino u otro licor después de probarlo), que pone de manifiesto, que a pesar de la presencia romana, eran íberos y pensaban como íberos, según el director del CCAI, Arturo Ruiz.
Al interior de la cámara funeraria se llegaba a través de unos escalones y enfrente se construyó una repisa sobre el suelo enlosado y dos nichos en un lateral a modo de cajas.


Foto: Francisco Gómez, arqueólogo de ICCAI
en la cámara mortuoria de Arjona (Foto: Diario Jaén).

Aunque lo más importante, además de la edificación de la cámara es el ajuar encontrado dentro de ella, todo revuelto, ya que fue profanada en una época reciente a su construcción, y que "caracteriza la riqueza propia de un príncipe y su familia", según Ruiz.

Otro de los hallazgos más sorprendentes es el de la inscripción en escritura íbera meridional, en una tapadera de una urna de plomo en la que aparece el que podría ser el nombre incompleto del Príncipe allí enterrado junto a su familia: ...ILTIR hijo de EKATERUTU, siendo ésta la primera vez que se documenta el nombre de un íbero.

Del conjunto de materiales encontrados destacan siete cráteras áticas (vasijas de gran capacidad para el vino o el agua) de figuras rojas del siglo V antes de Cristo, una de ellas con algo excepcional, una escena dedicada a temas de mujer.

Las cráteras conviven con un ánfora Dréssel, los restos de un gran vaso de vidrio, una espada corta, más de 148 tabas (huesos para juegos o apuestas) y un importante número de cerámica ibérica campanicense pintada.

También se han excavado los restos de un carro funerario de hierro y madera con apliques y adornos de bronce, del que destaca "un hallazgo excepcional": la cabeza de un guerrero ibero que está siendo devorada o vomitada por un animal, seguramente un lobo o un león, que recuerda a piezas existentes en el Museo Arqueológico Nacional procedentes de Cerro Maquiz en Mengíbar (Jaén), hallados en el siglo XIX. (fuente: www.elideal.es )

23 de diciembre de 2011

Alicante pondrá en valor los yacimientos íberos y musulmanes de Guardamar

La Dama de Guardamar volverá al museo de la ciudad el próximo verano
Los antiguos poblados de La Fonteta y La Rábita Califal volverán a lucir parte del esplendor que tuvieron hace varios milenios. La Diputación de Alicante firmó ayer un convenio marco para poner en valor ambos restos arqueológicos y protegerlos, ya que hasta el momento poco se ha hecho para potenciar ambos vestigios como parte del atractivo cultural del municipio.
Antiguo poblado íbero y musulmán de La Fonteta en Guardamar.
El diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, la alcaldesa, Carmen Verdú, y el concejal de Patrimonio, Jesús Huertas, visitaron los restos de la época íbera y del periodo musulmán en la localidad costera. Tras el descubrimiento de La Fonteta, hace alrededor de unos quince años, la muralla de la antigua colonia fenicia apenas se ha restaurado, por lo que desde equipo de gobierno se considera urgente una rápida actuación. Sobre todo se busca revalorizar un conjunto arqueológico que no se encuentra adaptado para turistas al carecer de accesibilidad ni de información contigua para su comprensión.
El diputado provincial comparó las instalaciones a La Illeta de El Campello o los restos de Lucentum, por ello «se va a poner en marcha un plan director para proteger, conservar y divulgar este patrimonio».
Técnicos de Diputación, especialistas del Museo de Arqueología Provincial (Marq) y también antiguos directores de excavaciones pondrán sus conocimientos en común para explicar cómo vivían las sociedades en el siglo IV antes de Cristo y durante los califatos medievales.
La alcaldesa recordó que «necesitamos convertir en una especie de museo estas ruinas que llevan mucho tiempo sin ningún mantenimiento», y apostó por el turismo arqueológico como complemento al sol y playa.
El plan director se va a centrar en varios puntos de interés, si bien se establecerá como punto de partida los trabajos ya realizados en La Rábita, y al mismo tiempo se intentará explotar la ciudad fenicia, cuya mayor parte se encuentra enterrada bajo las dunas, algo que ha permitido que se conserve en perfecto estado.
Visita de la Dama
La Dama de Guardamar estará varios meses en la ciudad donde se encontró, según anunció la primer edil. «Vamos a realizar un gran número de actividades para conmemorar el 25 aniversario de su hallazgo», dijo la edil. Además, el diputado informó que desde el Marq se enviará una gran colección de artículos íberos.
(Fuente: La Verdad)

13 de junio de 2020

Documentan una ciudad ibérica en Albalat de la Ribera (Valencia)

Datan el yacimiento en el siglo V aC y barajan que pudiera ser el eslabón que unía la costa con el interior y origen de la Sucro romana
Los especialistas hacen uso del georadar en el yacimiento de Albalat de la Ribera. FOTO: LEVANTE
Las primeras conclusiones de los arqueólogos que el pasado otoño descubrieron en Albalat de la Ribera un yacimiento que alimentó la hipótesis sobre la localización de la Sucro romana han fechado las estructuras y materiales recuperados en aquella campaña de excavaciones entre los siglos V y IV antes de Cristo, anteriores por tanto a la época imperial, por lo que consideran que podría tratarse de un asentamiento de origen íbero y el eslabón que uniese la costa con el interior.

La excavación ha proporcionado un conjunto de fragmentos cerámicos en la que destacan los contenedores: ánforas y tinajas. Si se une a su localización en las inmediaciones del río lleva a los expertos a pensar que se trata de una zona de almacenes, un poco marginal respecto a lo que sería el núcleo urbano, pero no muy alejado de él, en un lugar un poco más elevado.

Estos resultados son los que han motivado que ayer se realizara una prospección con georadar para verificar si las estructuras excavadas se pueden relacionar con una zona portuaria donde se localizarían los almacenes necesarios para el desarrollo del comercio fluvial.


Los resultados del georadar determinarán las próximas actuaciones de grupo de trabajo. «De momento estamos en la buena línea, pero habrá que esperar un poco a ver qué conclusiones se pueden obtener del resultado de la prospección para decidir dónde se pueden realizar las catas de próximas campañas», indicaron fuentes del grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel, que a finales de septiembre y principios de octubre de 2019 iniciaron una primera campaña de excavaciones financiada por el Ayuntamiento de Albalat en la que encontraron vestigios que podrían cambiar la historia escrita hasta el momento.

La dirección de los trabajos la integraron los miembros de este grupo de trabajo: Salvador Pardo Gordó, investigador de la Universidad de València y natural de Albalat; Enrique Gandía Álvarez, el responsable del Museo de Historia y Arqueología de Cullera; Asunción Martínez Valle, arqueóloga del Museo de Requena; Ángel Velasco Berzosa, arqueólogo y director de los museos de Xátiva, y Juan José Castellano Castillo, arqueólogo del Museo Arqueológico Municipal de Enguera.

A pesar de que consideran que es prematuro adelantar conclusiones sobre los trabajos realizados en el yacimiento de la «Vint-i-huitena», ya que el equipo se encuentra en la fase de investigación de los restos exhumados en la campaña de 2019 y de las relaciones entre las estructuras arquitectónicas y los distintos estratos identificados, sí que se vislumbran resultados muy interesantes.

«ESTRUCTURAS BASTANTE POTENTES»
La arqueóloga Asunción Martínez, al referirse a los restos arquitectónicos excavados que se han identificado, destacó ayer que «se puede tratar de estructuras bastante potentes que se pueden interpretar como muros externos de algún tipo de habitación o almacén por las dimensiones. En el interior de este espacio se localizó un hogar y, por debajo, un nivel de arrastre y de acumulación de materiales que es muy interesante evaluar». Este nivel de arrastre por los materiales lleva a los expertos a establecer una cronología del siglo V a.C. Se ha constatado la presencia de restos de fauna, destacando la documentación de bóvidos con señales de descarnado, lo que está indicando que esta especie ya se consumía en esta época en el yacimiento de la «Vint-i-huitena». Todo esto se ha localizado a poca profundidad respecto el nivel de suelo actual.

El grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel tiene como objeto de estudio la zona irrigada por estos dos ríos y sus afluentes. En la actualidad está trabajando sobre la génesis de la cultura ibérica en este territorio, pero actuaciones futuras pueden desarrollarse en otros períodos cronológicos como el mundo romano o la edad media. Estos ríos además de ser fuente de riqueza sirven como vía de comunicación desde la antigüedad entre la costa y el interior valenciano, por lo que sus riberas articulan el territorio y están jalonadas de importantísimos yacimiento arqueológicos.

29 de abril de 2016

Documentan una gran villa romana de la época de Augusto en Dénia (Alicante)

Una gran concentración de cerámicas permite establecer el asentamiento rural en la partida de Francs, en el entorno del río Girona. El hallazgo arroja luz sobre la desconocida Dianium rural y subraya la importancia económica en el siglo I de esa zona, próxima a una vía romana y los yacimientos de l’Almadrava y l’Estanyó
Algunos de los restos cerámicos que han permitido localizar y datar la villa romana. 
Se sabía que estaba ahí, pero no exactamente dónde. Ahora ya sí. La colaboración ciudadana lo ha hecho posible. Un vecino que paseaba por el entorno del río Girona, en la partida de Francs, atisbó una gran concentración de cerámicas y avisó al Museo Arqueología de Dénia. Su gesto ha comportado una gran trascendencia histórica pues permitió al museo abrir una investigación histórica que ha concluido que las piezas son de una villa romana rústica de dimensiones notables perteneciente al siglo I.

Según el director del museo, Josep Antoni Gisbert, ese asentamiento rural habría registrado ya actividad en la última época de la República Romana, pero conoció su más ferviente apogeo en el Imperio, entre la era del emperador Augusto, al principio de esa centuria, y la de los emperadores flavios, ya en su tramo final.

Esta datación es posible porque según Gisbert la cerámica hallada por nuestro viandante, de mesa y cocina y de importación itálica y gala, pertenecería a ese siglo I, si bien también hay algunas piezas de época anterior. De hecho, la villa se encuentra próxima a Segària, donde hubo un poblado íbero en el siglo I a.d. C, antes pues de Augusto.

El yacimiento no se ha excavado porque no se va a realizar allí ninguna obra que afecte al subsuelo. Pero la gran concentración de cerámica localizada permite subrayar el notable carácter del hallazgo. También se han encontrado fragmentos de material de construcción. «Si se excavara, podríamos hallar en seguida la estructura de la villa», que a buen seguro estaría dotada de termas.

Su localización permite además «comenzar a conocer con más exactitud el pasaje romano rural que envolvía al núcleo urbano de Dianium» y que siempre había estado plagado de incógnitas. En este sentido, la villa se ubicó en esta zona por razones de comunicación: se encontraba próxima a una antigua vía romana que conectaba por el litoral el río Sucro (Júcar) con Dianium, que era a su vez un ramal de la emblemática vía Augusta y cuya versión contemporánea sería el Antic Camí de Gandia.

No era una villa aislada. Gisbert ve conexión entre la misma y otros yacimientos ya investigados, como el de l’Almadrava, una conocida y considerable factoría de producción de cerámica, o la de l’Estanyó. Así, se puede establecer que durante la era de los primeros emperadores romanos hubo una importante actividad económica y residencial en la Dianium romana en torno al río Girona que entró en declive a principios del siglo II, bajo reinado de los antoninos, «cuando es claro el abandono de estas villas y la concentración de la población en otras zonas de la Dénia romana».


LAS DIFICULTADES HISTÓRICAS
Gisbert señala que si bien la Dianium urbana sí ha estado sometida a un profundo proceso de investigación, con descubrimientos importantes en la línea portuaria que han incluido horrea y necrópolis, esta actividad científica ha sido mucho menos próspera por razones logísticas en el entorno rural. Otro síntoma de la trascendencia de este nuevo hallazgo.Al respecto, sí que es verdad que a finales del siglo XIX, las grandes transformaciones agrícolas con la implantación de los campos de naranjos permitieron el descubrimiento de asentamientos rurales históricos en zonas como Pont Sec y Bovetes. Pero fueron hallazgos aislados a los que no se pudo aplicar la actual metodología arqueológica. Por si fuera poco, la crisis de la naranja en la última parte del siglo XX dejó muchas de esas parcelas yermas y sin posibilidad de sondear en el subsuelo.

Aún así, la memoria histórica que anida en parcelas como la de Francs nunca fue olvidada. De hecho, llevan años preservadas: muchos de esos terrenos fueron incluidos en el catálogo de bienes culturales protegidos redactado por el Ayuntamiento de Dénia en 2004. En Francs se ha producido otra circunstancia: nuevas transformaciones agrícolas actuales han facilitado la localización exacta del punto donde duerme sus sueños la villa gracias al paso del ciudadano que protagonizaba el inicio de estas líneas.

17 de octubre de 2011

Recuperadas las armas de un guerreo íbero en Villajoyosa (Alicante)


Villajoyosa restaura un arma del siglo VI a. C., hallada en la tumba de un soldado de la élite ibérica primitiva

Más de 2.600 años han pasado para que las armas y los objetos más preciados de un guerrero íbero del siglo VI a. C., uno de los primeros de la sociedad ibérica que se asentó en La Vila Joiosa, vuelvan a cobrar valor. Han pasado de ser los instrumentos de defensa y de riqueza, que otorgaban estatus al caballero, a ser un tesoro arqueológico de la sociedad vilera y alicantina, tras un largo y laborioso proceso de restauración que comenzó hace una década con las excavaciones de la necrópolis de Casetes y que culmina ahora con la reconstrucción de algunas de las armas y objetos más antiguos hallados en los yacimientos vileros. 
El soliferrum ha sido restaurado siguiendo un largo y laborioso proceso.

Una de las piezas clave es un "soliferreum", una lanza de 1,80 metros de longitud que se construía de una sola pieza, y que los servicios arqueológicos han restaurado para devolverle su aspecto original. Al menos el que tenía cuando fue enterrada junto a los restos del caballero que la portó, pues está doblada y deformada, como era tradición hacer con los objetos que se introducían en las tumbas, "de modo que murieran con sus dueños legítimos y con el fin también de evitar expolios", según explicó el arqueólogo municipal, Antonio Espinosa, por lo que es habitual encontrar reliquias rotas e inutilizadas a conciencia. 


El "soliferreum" restaurado era armamento de un sólo uso. Se usaba antes del combate cuerpo a cuerpo, cuando el guerrero se iba aproximando a su enemigo, lo lanzaba con el propósito de atravesarlo y herirlo de muerte o, al menos, de inutilizar sus defensas, tratando de clavarlo en su escudo para obligarle a soltarlo por no poder maniobrar. 

Estado en que fue encontrado el soiliferrum.

La pieza se extrajo del yacimiento en la misma posición y ha permanecido en un entorno libre de humedad hasta su restauración. Varias de las reliquias se hallaron soldadas entre sí por la acción del tiempo, "en concreto el "soliferreum", un "pilum" (punta de lanza arrojadiza) y un magnífico broche de cinturón de guerrero de bronce, decorado con una lámina de plata repujada", explicó el edil de Patrimonio Histórico, Pepe Lloret. Esto ha jugado en favor de la conservación de una de ellas, gracias al fenómeno conocido como "pila seca", por el que, al unirse dos metales, se produce una corriente eléctrica que desvía o atrae más la corrosión hacia uno de ellos. En este caso, el "soliferreum" se ha "sacrificado" para conservar en perfecto estado el broche, que, de hecho, "será una de las 30 piezas clave del nuevo Museo de la Vila", indicó. 

Broche del cinturón del guerreo íbero.

Para separar las piezas entre sí ha sido necesario usar pequeños discos diamantados. A partir de ahí, un laborioso proceso de restauración las ha sacado de nuevo a la luz tras su largo reposo. Comienzan ahora una nueva vida, lejos de la del caballero, miembro de la clase social dominante y privilegiada que les dio valor entonces y del que siempre quedarán sus huellas. Prueba de ello es la misma empuñadura del "soliferreum" ahora rescatado, más deteriorada que el resto de la pieza, por las sales del sudor de la mano del guerrero, que la empuñó hace veintisiete siglos. 

(Fuente: Diario Información / B.García)

26 de febrero de 2016

La "revolución industrial" de la cerámica llegó a Jaén en el S. VII a.C.

El estudio de los materiales cerámicos descubiertos en la necrópolis calcolítica del Cerro de los Vientos, próxima a la localidad jienense de Puente del Obispo, demuestra la coexistencia de materiales cerámicos fabricados a mano con otros realizados con medios mecánicos como el torno.
Gustavo Pérez y Arturo Ruíz nos muestran diferentes tipos de cerámica encontrada en el Cerro de los Vientos.
Casi cinco años después del descubrimiento de la necrópolis del Cerro de los Vientos, en Puente del Obispo (Jaén) el equipo de técnicos del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ya están finalizando los estudios aplicados a las diferentes piezas cerámicas y ajuares funerarios recuperados de la pequeña necrópolis protoibérica y nos adelantan algunos de los resultados. 

Según nos cuenta Arturo Ruíz, director del Instituto Universitario, "en los enterramientos se documentaron de forma combinada fragmentos de piezas cerámicas manufacturadas con otras elaborada con medios más tecnológicos como el torno"."Éste descubrimiento, dice Arturo Ruíz, vendría a confirmar que la transición en la fabricación de elementos cerámicos, de la manufactura al torno se produjo en el S. VII a.C., al menos en ésta zona de Jaén.
Cazoleta esgrafiada fabricada con torno cerámico en el S. VII a.C.

En esta necrópolis, que debió estar asociada al poblamiento de Puente del Obispo se documentaron cuatro tumbas de lo que debió ser una estructura funeraria familiar. En ella se encontraron numerosos restos cerámicos de lo que habían sido cazoletas y urnas de incineración, cuya recuperación ya está en fase de finalización en el laboratorio del Instituto. 

Resulta asombroso, nos comenta Ruíz, que los enterramientos estuvieran intactos y fragmentos de la cerámica recuperada aún conservaran las cenizas de las ofrendas. Cenizas que por otra parte, también "se están sometiendo al análisis de nuestro laboratorio de arqueobotánica, del que esperamos obtener interesantes resultados" nos dice Ruíz. 

PIEZA ÚNICA
Entre las piezas que se han podido restaurar en el laboratorio del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica destaca una cazoleta con decoración esgrafiada en muy buenas condiciones de conservación que los arqueólogos han datado en el S. VII a.C. En ella se aprecian esquemáticamente las figuras de un árbol y un ciervo. Según Arturo Ruíz se trata de "una pieza única ya que pertenece a una época de la que no teníamos mucho material y con la que esperamos engrosar los fondos del futuro Museo Íbero de Jaén". 

EQUIPO DE EXCAVACIÓN La necrópolis del Cerro de los Vientos se excavó en 2011 por el equipo de la Universidad de Jaén integrado por Miguel Ángel Lechuga, Marco Soto y Francisca Pérez bajo la dirección de José Luís Serrano.

En las diferentes sepulturas, con sus ajuares funerarios intactos, se documentaron además de las piezas cerámicas, diferentes cuentas de collar, anillos de plata, fragmentos de una varilla de bronce, la hoja de un cuchillo con fragmentos de hueso en su empuñadura, fíbulas, una chapa de bronce y un brazalete del mismo material con incisiones decorativas.