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4 de noviembre de 2016

Los arqueólogos preparan una nueva investigación en el Tolmo de Minateda (Albacete)

Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que todavía no se han hecho trabajos de excavación arqueológica. Los arqueólogos probarán la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la Universidad de Alicante en el marco del proyecto ideaARQ+SIA 
La campaña implementará los datos obtenidos adaptándolos al proyecto ideaARQ+SIA,  
Dentro de unos días se retomarán los trabajos de investigación arqueológica en el Tolmo de Minateda, en Hellín (Albacete) gracias a una subvención para la realización de proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha para el año 2016, promovida por la Junta de Comunidades y para la que solicitó un proyecto de trabajo el equipo de investigación habitual, integrado, entre otros, por miembros de la Universidad de Alicante (UA) y el Museo de Albacete.

Este año se pretende continuar la labor iniciada en 2015 por parte del equipo, colaborando tanto con el Museo de Albacete como con el Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla La Mancha.

PUBLICACIÓN DE MONOGRAFÍAS
Por una parte, se continuará con la revisión de aquellos contextos materiales de especial interés, con el objetivo de finalizar el estudio previo a la publicación de las monografías generales que recogerán los 30 años de trabajos arqueológicos llevados a cabo en el Tolmo de Minateda, una edición prevista para el 2018. Por otro, se probará la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la UA en el marco del proyecto ideaARQ+SIA para la gestión online de la documentación arqueológica del Tolmo de Minateda.

Los objetivos que se persiguen en la presente campaña, que se extenderá a lo largo del mes de noviembre, son la realización de trabajos de prospección arqueológica georreferenciada (teledetección y reconocimiento del terreno con GPS) en algunos sectores de la plataforma superior del cerro todavía sin excavar, la revisión y adaptación del sistema de documentación de campo y laboratorio al nuevo modelo de datos planteado dentro del proyecto ideaARQ+SIA, que incluye la conversión para su uso de la documentación fotográfica, topográfica y planimétrica antigua, así como realización de nuevos trabajos de campo en los casos en que se considere necesario, la implementación del Sistema de Información Geográfica, iniciado en 2014, que recoge todos los datos espaciales del yacimiento y su entorno inmediato, y el análisis y estudio de materiales arqueológicos conservados en el Museo de Albacete y procedentes de campañas anteriores.

ALMAZARAS RUPESTRES
Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que, a día de hoy, no han sido llevados a cabo trabajos de excavación arqueológica y en los que es factible diseñar una estrategia efectiva de reconocimiento y prospección. El área potencialmente elegida será la parte septentrional de la meseta, dónde parece intuirse anomalías estructurales relacionadas con la producción de aceite (almazaras rupestres), así como ambientes domésticos, que serán comprobadas en el campo en futuras actuaciones.

NUEVAS TECNOLOGÍAS
El uso de nuevas técnicas de prospección como la teledetección (LiDAR-Light Detection And Ranging, aéreo-fotointerpretación), permite hoy en día realizar un tipo de arqueología no invasiva que puede ser muy útil a la hora de establecer futuras estrategias de excavación. A este tipo de análisis se suma el reconocimiento superficial del terreno, sobre el que se comprobarán las anomalías estructurales detectadas a través del LiDAR y la fotografía aérea. Todas aquellas estructuras confirmadas, así como los materiales arqueológicos adscritos a las mismas y vistos en superficie, serán georreferenciados e incorporados como una capa shape a la plataforma SIG del yacimiento, así como a las nuevas bases de datos que se están diseñando junto al IDR-UCLM.

De forma paralela se prevé completar el estudio de los materiales conservados en el Museo de Albacete con vistas a su publicación, así como catalogar algunos fondos antiguos (previos al inicio del proyecto de intervenciones arqueológicas iniciado en 1988) para su incorporación en las bases de datos del proyecto.

La Dirección científica correrá a cargo de Sonia Gutiérrez Lloret, Catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, Lorenzo Abad Casal, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, Blanca Gamo Parras, Técnica de Museos de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha del Museo de Albacete, y Víctor Cañavate Castejón y Pablo Cánovas Guillén, arqueólogos profesionales.

El presupuesto de todas las intervenciones asciende a 22.800 euros, de los que la Junta aporta el 90% y la Universidad de Alicante el 10% restante.

11 de marzo de 2012

Arqueología accesible: Alicante tendrá "signo-guías" para móviles en LSE

El Museo Arqueológico (MARQ) y la Universidad de Alicante desarrollan una aplicación para dispositivos móviles que permitirá las visitas al Museo y yacimientos arqueológicos de la provincia en Lengua de Signos Española (LSE).
La aplicación en el APP Store de iTunes.
Las nuevas tecnologías se han aliado con la arqueología. La Fundación MARQ CV y el Museo Arqueológico de Alicante trabajan conjuntamente con el Taller Digital de la Universidad de Alicante en el proyecto Un museo para todos, subvencionado por el Ministerio de Industria y el Fondo de Desarrollo Regional FEDER, con el que mejorar la accesibilidad de las visitas, tanto del MARQ como de los yacimientos arqueológicos del Tossal de Manises o L'Illeta dels Banyets.

A través de este proyecto, que estará acabado en los próximos meses, los visitantes de estos tres espacios museísticos podrán disfrutar de su recorrido con información adicional que mejorará sensiblemente la comprensión de los vestigios conservados desde hace miles de años en Alicante.

El proyecto se ha llevado a cabo a través de una aplicación en un dispositivo móvil, en este caso un iPod, que permite al espectador hacerse una idea de cómo era la antigua ciudad romana de Lucentum, ubicada en el parque arqueológico del Tossal de Manises de Alicante. El visitante podrá realizar la visita a este yacimiento arqueológico -al igual que al de L'Illeta dels Banyets en El Campello- y ver a través del dispositivo electrónico una reconstrucción virtual de los principales puntos de interés, como la entrada a la antigua ciudad, las termas, el foro, o el interior de las casas de los romanos. Esta recreación se contemplará in situ durante el recorrido con un simple click en el aparato, que contendrá además toda la información sobre el itinerario con comentarios y planos del lugar.

La recreación virtual se ha realizado a partir de las imágenes de reconstrucción infográfica elaboradas por Jorge Molina y los técnicos del MARQ para otro proyecto europeo anterior, que han sido aprovechadas para colocarlas ahora en los dispositivos móviles mediante el programa informático desarrollado por la Universidad de Alicante, mientras que los técnicos del MARQ han proporcionado la documentación y los contenidos, en coordinación con el departamento de didáctica del museo.

Arqueología en LSE para iPods
El director técnico del MARQ, Manuel Olcina, señala que estas guías multimedia "tienen mucho más impacto en el espectador porque esta información la puede ver en el propio yacimiento y la comprensión siempre es mayor. Si estás en la entrada al recinto, en la pantalla ves cómo era esa puerta de acceso con la reconstrucción".
Otra de las opciones que contendrá este dispositivo, y una de las principales novedades incorporadas, es la posibilidad de realizar una visita guiada al MARQ adaptada a la lengua de signos. A través de la pantalla del iPod, las personas con discapacidad auditiva tendrán oportunidad de entender las explicaciones de cada sala traducidas a este lenguaje.

Al contrario que las audioguías, las "signoguías", prácticamente inexistentes en los museos alicantinos, "no están todavía muy extendidas en los museos españoles", indica Olcina. De acuerdo con los datos del proyecto, en España hay aproximadamente un millón de personas con discapacidad auditiva, de las cuales 400.000 emplean la lengua de signos española como lengua natural.

Con esta medida, el MARQ contribuye a la aplicación de la ley de 2007 que reconoce y regula esta lengua y que conmina a fomentar su uso en las administraciones públicas. El Taller Digital de la Universidad de Alicante es, además, experto en accesibilidad web y dispone de un departamento dedicado al desarrollo, investigación y difusión de la lengua de signos.

El MARQ cuenta por el momento con una veintena de dispositivos electrónicos para desarrollar estas opciones, que se prevén ampliar con el tiempo, así como sus posibilidades, ya que la idea es que en el futuro sea el propio usuario el que se pueda descargar estas aplicaciones a su propio smartphone, tableta u ordenador y utilizarlo durante la visita, sin necesidad de emplear los aparatos de los centros.

Guías para mayores y niños
El proyecto también contempla la implantación de guías visuales y auditivas de manejo sencillo para personas mayores y otras específicas para los niños que visiten el museo en formato multimedia, así como un sistema de confirmación de reservas para visitas de grupo en la web.
A falta de rematar los detalles del proyecto para su próxima presentación pública, el diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, señaló que estas herramientas "supondrán una novedad importante para los visitantes porque les acercará más a lo que están viendo" y constituyen "un avance innovador para la accesibilidad de los espacios arqueológicos".

(Fuente: Diario Información / África Prado)

28 de octubre de 2012

El "tesoro" romano de la isla de Tabarca

Las prospecciones realizadas por el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) en aguas de la isla localizan el cepo de un ancla del Alto Imperio, de 1,40 metros y 130 kilogramos de peso. Estos datos van a permitir actualizar la Carta Arqueológica del Patrimonio Cultural Subacuático de las costas de la provincia de Alicante.
Han sido unas de las primeras prospecciones subacuáticas realizadas en los fondos marinos de Tabarca. Y su principal objetivo pasaba por confirmar las informaciones orales, los materiales sustraídos y los hallazgos casuales que han tenido lugar en este entorno, catalogado como Reserva Marina, a lo largo de los años. El Museo Arqueológico de Alicante acometió esta tarea del 1 al 15 de octubre y el principal resultado ha sido el hallazgo del cepo de un ancla romana. 
Rafael Azuar (sentado a la izquierda), director del MARQ junto a otros
 miembros del equipo. Foto: La Información
Con 1,40 metros de largo y un peso aproximado de 130 kilogramos, esta pieza de plomo correspondía, según los primeros estudios, al ancla de un navío mercante romano, muy probablemente del Alto Imperio. La pieza se encontraba oculta bajo las hojas secas de la posidonia, en una zona de intenso fondeo de embarcaciones que llegan a la isla, por lo que se optó por informar del hallazgo a la Conselleria de Cultura y solicitar su extracción para garantizar su conservación. De esta manera se procedió a sacar del agua el cepo, con la ayuda del barco Punta Falcó, con el que se consiguió recuperar la pieza de plomo, que posteriormente se traslado al MARQ donde permanece para su tratamiento y posterior estudio.

Este hallazgo viene a confirmar la importancia de la isla en las rutas de navegación de la antigüedad, ya que se ha comprobado la información que existía hasta ahora sobre pecios hundidos y se han documentado nuevos hallazgos, aunque se trata de restos puntuales y no de estructuras de barcos. Todos estos datos van a permitir actualizar la Carta Arqueológica del Patrimonio Cultural Subacuático de las costas de la provincia de Alicante que está llevando a cabo el MARQ, según los acuerdo de la Convención de la Unesco 2001.
Momento del izado del cepo del ancla romana.
Foto: La Información.

Las prospecciones se han realizado en más de una treintena de puntos de la isla, entre otros, los Farallones, el Campo de Ánforas, citado en los escritos del padre Belda, y frente a la Puerta de la Trancada. Así, se han localizado, identificado y referenciado diversas concentraciones de ánforas, lugares de fondeo y las dos anclas fenicias de piedra -cuya existencia se conocía y que se han documentado in situ-, así como restos de hundimientos y naufragios de finales del siglo XIX.

Esta campaña se ha realizado bajo la dirección del arqueólogo del MARQ Rafael Azuar, José Lajara y Omar Inglese, con un equipo integrado por Arturo Rey, técnico para la convención de la Unesco; Sergio Moreno, de la Universidad de Málaga; César Martínez, de la Universidad Autónoma de Madrid; Daniel Calatayud, fotógrafo subacuático; Alberto Bravo-Morata, de la Universidad de Alicante; Carlos Monfort, de la Universidad de Valencia, y Daniel Sirvent, profesor asociado de la Universidad Alicante, entre otros.

Además, este equipo ha contado con la colaboración de José Manuel Pérez Burgos, director del Museo Nueva Tabarca, y de Felio Lozano, técnico de la Reserva Marina, así como de la Concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Alicante que ha puesto a disposición del equipo el Aula del Centro de Educación Ambiental de Tabarca.

15 de noviembre de 2021

La UJA inicia su 13ª campaña de excavaciones en la necrópolis de Qubbet el-Hawa en Asuán (Egipto)

La Universidad de Jaén (UJA) ultima también los preparativos para la inauguración durante el mes de noviembre de la exposición ‘Una década de excavaciones en Qubbet el-Hawa. Los resultados de la Universidad de Jaén’, que podrá visitarse durante dos años en el Museo Nubio de Asuán

La Universidad de Jaén (UJA) ha comenzado su 13ª campaña de excavaciones en la necrópolis de Qubbet el-Hawa en Asuán (Egipto), que este año desarrolla en colaboración con el Ministerio de Turismo y Antigüedades Egipcio (MoTA). Los trabajos arqueológicos, que comenzaron el pasado día 6 de noviembre, se extenderán hasta el 16 de diciembre.

El director del proyecto, el profesor doctor de Egiptología de la Universidad de Jaén Alejandro Jiménez, explica que los objetivos de esta campaña 2021 son el estudio de materiales descubiertos en años anteriores, procedentes de las tumbas QH32, QH33, QH34ee, QH35p y QH36. “Estos estudios son de diferente naturaleza, antropológicos, ceramológicos, geofísicos y de restauración”, concreta. En este sentido, se intervendrá arqueológicamente en tres hipogeos: QH31 (Sarenput II), QH32 (Ankhu) y QH36 (Sarenput I). Se trata de tres tumbas que ya fueron excavadas en el siglo pasado, pero parcialmente. Paralelamente, se llevará a cabo el estudio de los materiales cerámicos encontrados por Elmar Edel y almacenados por el Ministerio de Antigüedades en Asuán. Este proyecto se llevará a cabo por un equipo egipcio del MoTA con la colaboración de algunos miembros del proyecto que dirige la UJA.

Para la campaña de 2021, el Proyecto Qubbet el-Hawa incorpora nuevos investigadores al equipo. Se trata de José Antonio Peláez, profesor titular de Física de la Universidad de Jaén, Juan Luis Soler Llorens, profesor asociado de la Universidad de Alicante y Rashad Fewriz Zaky Sawires, docente de la Universidad de Assiut. Los tres realizarán un sondeo terrestre con un radar a una zona de más de 30.000 metros cuadrados que va desde la tumba QH23 hasta 300 metros al Sur. “Gracias a su trabajo podremos obtener una imagen preliminar de la organización de esta parte de la necrópolis antes de la excavación, lo que permitirá diseñar un diagnóstico científico para las futuras campañas”, indica Alejandro Jiménez.

También se ha unido al equipo la arquitecta e investigadora de la Universidad de Málaga, María Dolores Joyanes, que se encargará de la arquitectura del paisaje de la necrópolis, como investigadora principal del proyecto ‘Paisaje como fuente de conocimiento, investigación y transferencia de los valores patrimoniales de la necrópolis de Qubbet el Hawa, Asuán, Egipto’. Por último, hay que añadir a Dámaris López, becaria predoctoral de la UJA que se encargará de estudiar parte de la cerámica de la tumba QH33, así como del registro de los materiales de la tumba QH36, y a Regina De Luca, licenciada en Literatura e Historia del Arte, que llevará a cabo la documentación fotográfica de los materiales. Además de estos 6 investigadores, en esta campaña trabajarán otros 12 investigadores de diferentes universidades españolas y de múltiples especialidades.

Exposición
Por otro lado, la UJA ultima los preparativos para la inauguración durante el mes de noviembre de la exposición ‘Una década de excavaciones en Qubbet el-Hawa. Los resultados de la Universidad de Jaén’, en la que se mostrará una selección de más de 200 objetos que van desde el Reino Antiguo hasta el Periodo Tardío pertenecientes a las tumbas que han sido excavadas durante los últimos trece años por el Proyecto Qubbet el-Hawa que dirige la Universidad de Jaén. La exposición, que podrá visitarse durante dos años en el Museo Nubio de Asuán, ha sido posible gracias a la colaboración del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, al propio Museo Nubio y a la Nubia Fund.

El Proyecto Qubbet el-Hawa cuenta con la financiación de la Universidad de Jaén y la Fundación Palarq, así como con el apoyo de la Asociación Española de Egiptología y las empresas jiennenses Construcciones Calderón y Guillermo García.

6 de junio de 2024

Un nuevo método para medir el tiempo entre hogares neandertales

La revista Nature publicó ayer 5 de junio una investigación basada en técnicas que permiten concretar, como nunca hasta ahora, el tiempo transcurrido entre varios fuegos prehistóricos. Investigadores de las universidades de Burgos, Complutense de Madrid, La Laguna, Valencia y Alicante y del Instituto de Geociencias ha analizado una secuencia de fuegos neandertales, estimando que pasaron al menos 200-240 años entre el primero y el último.

Un equipo interdisciplinar conformado por investigadores de la Universidad de Burgos, la Universidad de La Laguna, la Universidad de Valencia, la Universidad de Alicante, la Universidad Complutense de Madrid, y el Instituto de Geociencias, ha logrado determinar con enorme precisión el tiempo mínimo transcurrido entre varios fuegos neandertales, vinculados a asentamientos temporales de mayor o menor duración, en el yacimiento de El Salt (Alcoy, Alicante). 

La investigación, encabezada por la investigadora de la UBU Ángela Herrejón-Lagunilla y publicada en la revista Nature, aborda uno de los grandes desafíos de la arqueología prehistórica: la escala temporal en la que se llevaron a cabo actividades humanas en el Paleolítico. Los profesores del Grupo de Investigación en Paleomagnetismo de la Universidad de Burgos Juan José Villalaín Santamaría y Ángel Carrancho Alonso firman, junto a Ángela Herrejón, este artículo, además de Francisco Javier Pavón-Carrasco, Mario Serrano Sánchez-Bravo, Santiago Sossa-Ríos, Alejandro Mayor, Bertila Galván, Cristo M. Hernández y Carolina Mallol.

La propuesta abre la puerta a conocer mejor el comportamiento de grupos neandertales concretando, por primera vez con gran precisión, el tiempo mínimo implicado en la acumulación de restos arqueológicos resultantes de sus actividades. Este avance ha sido posible gracias al estudio de los fuegos u “hogares”, y sus restos arqueológicos asociados, mediante una metodología muy novedosa que combina análisis arqueomagnéticos y arqueoestratigráficos.

El estudio, desarrollado durante casi 10 años, analiza una secuencia de 6 hogares procedentes de una misma unidad arqueológica (unidad X, de unos 52.000 años de antigüedad) en el abrigo de El Salt, un conocido yacimiento neandertal, y determina que, con altísima probabilidad, transcurrieron como mínimo unos 200-240 años entre la realización del primer hogar y el último, con diferencias que van de 2-3 décadas entre algunos de ellos a 100 años en otros.

“Se trata de una resolución sin precedentes en la arqueología paleolítica y que cambia de manera significativa las concepciones previas sobre la frecuencia de las ocupaciones humanas en las sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas”, destaca Ángela Herrejón, investigadora del Departamento de Física de la Universidad de Burgos y primera autora del trabajo.

Este estudio pone en tela de juicio la práctica arqueológica habitual de estudiar los materiales como si pertenecieran a un único grupo cultural o a un único periodo y lleva a los investigadores a “replantear la importancia de la forma en la que se excava para no ofrecer interpretaciones sesgadas del comportamiento de los grupos humanos prehistóricos”, asegura Ángela Herrejón.

Hasta ahora, las técnicas de datación disponibles para contextos tan antiguos como la unidad X de El Salt suelen tener incertidumbres temporales muy altas. No es posible aplicar la datación por carbono 14 a materiales más antiguos de 50.000 años y otras técnicas, como la luminiscencia, suelen tener errores de varios miles de años. En el trabajo publicado por Nature, mediante estudios de arqueoestratigrafía se infirió la posición estratigráfica relativa en la que se encuentran los hogares y sus restos asociados. Es decir, qué es anterior y qué posterior, seriando la secuencia de fuegos.

La enorme cantidad de restos arqueológicos de estos contextos, la topografía irregular del sustrato y los complejos procesos de formación y alteración implicados dificultan mucho aislar las ocupaciones neandertales. Ello requiere de un proceso de excavación y registro del material arqueológico muy minucioso, donde cada resto arqueológico y cada facies sedimentaria o porción de sedimento de diferente textura o color que las adyacentes, es coordenada tridimensionalmente y relacionada entre sí.

Una vez inferido el orden estratigráfico de los fuegos, se procedió a cuantificar el tiempo mínimo transcurrido entre sus quemas y este es el principal aporte metodológico del estudio. Para ello se recurre al arqueomagnetismo, disciplina geofísica que estudia el registro de la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre (CMT) en materiales arqueológicos quemados.

“Generalmente, el arqueomagnetismo se utiliza como técnica de datación para un rango temporal de aplicación que no supera los últimos 4.000 años. Aquí estamos hablando de cronologías mucho más antiguas, por lo que el enfoque es diferente” señala Francisco Javier Pavón, investigador del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM).

El método usado por este equipo multidisciplinar no puede brindar un máximo de años, pero sí un mínimo. En el caso de la unidad X de El Salt, los resultados obtenidos tienen implicaciones muy importantes e inesperadas. Los restos de fuegos que calentaron estos asentamientos, que se distribuyen en unos pocos centímetros de espesor de sedimento y algunos de ellos aparentemente en la misma superficie, representan al menos dos siglos.

Que el tiempo mínimo de formación de la secuencia de fuegos sea de unos 200-240 años implica que los grupos humanos que los hicieron estuvieron separados por varias generaciones de individuos que, incluso, nunca llegaron a conocerse. No hay que olvidar que son grupos cazadores-recolectores, que se mueven constantemente en busca de recursos.

Las implicaciones arqueológicas son enormes. Lo que se excava en un yacimiento como este no es más que una imagen aislada y concreta de todo un conjunto de actividades realizadas en un territorio mucho más amplio. Lo que aquí se ha obtenido son pequeños fotogramas de escenas de comportamientos humanos separadas por una secuencial temporal que, por primera vez, se plasma con una precisión hasta ahora desconocida, lo que permitirá entender mucho mejor el comportamiento humano en el pasado a través de la Arqueología.

5 de septiembre de 2017

Los arqueólogos regresan al Cerro del Calvario de Tabuenca (Zaragoza)

Tras los buenos resultados de la excavación arqueológica de 2016, se desarrolla en Tabuenca un curso de arqueología práctica reconocido con 2 créditos de formación por la Universidad de Zaragoza.
El poblado está vinculado a la minería del hierro entre los siglos II aC y II dC.
Tabuenca vuelve a convertirse en el lugar elegido para continuar la investigación arqueológica sobre los paisajes mineros en la Antigüedad en el Sistema Ibérico desarrollada por el Grupo de Investigación URBS-IUCA de la Universidad de Zaragoza. Las actuaciones arqueológicas de 2016 en Tabuenca permitieron evaluar el enorme potencial científico que ofrece esta localidad en la que se sitúa el yacimiento arqueológico “Cerro del Calvario”.

El poblado está vinculado a la minería de los óxidos de hierro de la Sierra del Moncayo y a su transformación en metal en decenas de escoriales asociados a la presencia celtibérica y romana en este territorio. La actividad minero-metalúrgica documentada en la intervención de 2016 evidencia la producción de cientos de toneladas de hierro entre los siglos II a.C. y II d.C. en el entorno del asentamiento minero del Cerro del Calvario. Junto a esta actividad minero-metalúrgica, las excavaciones de 2016 en el Cerro del Calvario permitieron conocer el urbanismo del poblado, la cultura material y actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería.

EQUIPO TÉCNICO
Los trabajos arqueológicos estarán dirigidos nuevamente por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada. El equipo técnico estará formado por los arqueólogos Ángel Santos Horneros, Alicia María Izquierdo, Carlos Valladares Lafuente y la restauradora Miriam Pérez Aranda. En el curso participarán 14 alumnos de los grados de Historia y Arqueología de la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Granada, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Jaén, la Universidad de Alicante y la Universitè Sorbonne Nouvelle de París en Francia.

Durante las tres semanas de duración del curso las actuaciones arqueológicas se centran en prospectar de forma intensiva el entorno del Cerro del Calvario, las minas y los lugares de transformación del mineral en metal. Así mismo se continúa con la excavación arqueológica de los sectores 1 y 2 excavados parcialmente en la campaña del año anterior. En el curso de arqueología reconocido con 2 créditos ECTS por la Universidad de Zaragoza se están realizando prácticas de excavación, prospección y conservación preventiva de estructuras y materiales arqueológicos, talleres de topografía, limpieza, siglado, inventariado, clasificación, dibujo, digitalización y fotogrametría de los materiales y las estructuras arqueológicas documentadas.

PUERTAS ABIERTAS
Las actividades de investigación se combinan con una decidida apuesta por la difusión y la divulgación científica mediante una política de “puertas abiertas” a los trabajos arqueológicos en el Cerro del Calvario y con una visita guiada a la excavación arqueológica. El sábado 26 de agosto a partir de las 17:30 se realizarán en el pabellón municipal de Tabuenca talleres infantiles y conferencias para todos los públicos centradas en la temática del “juego y los espectáculos en la antigüedad”, totalmente gratuitas y abiertas para todos los públicos.

El proyecto está organizado y financiado por el Ayuntamiento de Tabuenca. Además cuenta con la colaboración del Grupo de Investigación URBS-IUCA de la Universidad de Zaragoza, el Grupo de Investigación ISTVRGI de la Universidad de Granada y la Asociación Cultural Villardajos.

Los avances de los trabajos arqueológicos se pueden seguir diariamente en la página de Facebook “Excavación arqueológica Cerro del Calvario de Tabuenca” en la que se publican las novedades del proyecto de investigación: https://www.facebook.com/cerrodelcalvario y en Instagram en el perfil “@cerrodelcalvario”.

10 de septiembre de 2022

Descubren una villa romana de grandes dimensiones en Altea (Alicante)

Las excavaciones esperaban encontrar una explotación agraria, en su lugar han aparecido los restos de una vivienda de la alta sociedad.
Los técnicos han visitado el trabajo en la partida de Sogai donde han encontrado la villa.

De una explotación agraria a una villa romana de la alta sociedad. Eso es lo que se han encontrado el grupo de arqueólogos que estaban excavando en el proyecto de la partida de Sogai de Altea. El descubrimiento se ha presentado este viernes con los expertos de la Universidad de Alicante que lo dirigen.

La gran cantidad de cerámicas en superficie fueron el punto de partida para estos trabajos. Así lo relata el arqueólogo y catedrático de la UA, Jaume Molina, al recordar el origen del proyecto. En colaboración con el Ayuntamiento de Altea iniciaron las primeras prospecciones con georradar con las que se encontraron muros, restos de techos columnas y baños. Habían encontrado la prueba de que era una villa romana.

Gracias a estos trabajos "tenemos la oportunidad de conocer cómo vivían y aprovechan los recursos naturales en la antigüedad". Así lo explica el arqueólogo alteano, Alejandro Pérez. Como autor de investigaciones de yacimientos en su municipio avanza que aún hay mucho por delante que hacer. "Tenemos que investigar más para saber por qué estaban en este sitio, estos primeros resultados son muy esperanzadores y nos dirán la importancia que tenía Altea en la época".

Apoyo van a seguir teniendo para conseguirlo. Así lo ha destacado durante la visita institucional el alcalde de Altea, Jaume Llinares. "Desde el Ayuntamiento hemos dado apoyo a los trabajos de intervención arqueológica con un convenio con la Universidad de Alicante", ha apuntado. "La excavación ha sido un éxito por el descubrimiento y se merece más campañas de excavaciones para saber nuestro pasado e historia".

De momento lo que está claro es que los trabajos de intervención tienen duración aproximada de un mes. En ellos están investigadores y estudiantes de la Universidad de Alicante, así como voluntarios y colaboradores. Como explican a través de un comunicado municipal, se trata de una tarea "muy compleja ya que los bancales están abandonados y los arqueólogos han tenido que excavar entre dos y tres metros de superficie de tierra muy dura".

Este yacimiento es de de gran importancia para el estudio de la evolución histórica y cultural en la Marina Baixa, ya que, se trata de época romana, una villa de grandes dimensiones, con un patio de trabajo y con estructuras tremares. Se han confirmado que los restos son de la primera etapa de la época romana, aproximadamente del siglo I o II de nuestra era.

Esta acción se enmarca dentro del convenio de colaboración que han firmado las Concejalías de Urbanismo y Cultura con la Universidad de Alicante. El consistorio ha aportado ocho mil euros para llevar a cabo este proyecto que empezó llamándose Explotación del espacio agrario rural en el mundo antiguo alrededor del río Algar pensando en que iba a tratarse de una explotación agrícola.

El primer edil, Jaume Llinares, ha avanzado que "desde el consistorio se realizarán acciones para adquirir los terrenos y que estos sean municipales para seguir trabajando en estas excavaciones". Con ello ha remarcado el interés de su gobierno por "seguir investigando para saber el papel de Altea en la época romana, además de entender nuestro presente y conocer nuestro pasado".

14 de noviembre de 2023

Finaliza la segunda campaña de excavación en el yacimiento íbero de Los Saladares, en Orihuela (Alicante)

La campaña de este año ha consistido en excavar la vivienda del Bronce Final descubriéndose por debajo de ella un basurero de cronología ligeramente anterior y en la zona baja se terminó de excavar la vivienda orientalizante descubierta en 2021, delimitándola completamente.
Visita, este lunes, al yacimiento de Los Saladares. Eva Moya

El Ayuntamiento de Orihuela ha culminado la segunda fase de actuaciones en el Yacimiento de Los Saladares con la protección y consolidación de éste. Las concejalías de Patrimonio Histórico y Medio Ambiente, que dirigen Matías Ruiz y Noelia Grao respectivamente, han anunciado este lunes que uno de los objetivos será la complementación del BIC, ya declarado, con la redacción del Plan Director.

El concejal de Patrimonio, Matías Ruiz, ha explicado que el yacimiento arqueológico de Los Saladares fue objeto de varias campañas de excavaciones arqueológicas en los años 70 del pasado siglo, en ellas se puso de manifiesto la importancia del factor fenicio en el proceso de iberización y el nacimiento de la cultura ibérica, por ello se convirtió en un importante referente en la arqueología nacional. En 1978 fue declarado monumento histórico-artístico y arqueológico de carácter nacional, Bien de Interés Cultural de acuerdo con la Disposición Adicional Primera de la Ley 13/1985, de 15 de junio, del Patrimonio Histórico Español.

A pesar de ello, con posterioridad, sufrió múltiples agresiones mediante el abancalamiento para su uso agrícola y la extracción de gravas, trabajos que fueron paralizados en varias ocasiones por el Ayuntamiento de Orihuela, lo que no impidió que el yacimiento llegase en 2019 en muy mal estado de conservación lo que motivó su compra por parte del Ayuntamiento, por un total de 54.400 euros.

En 2020 se redactó un Proyecto de Investigación del yacimiento arqueológico, dirigido por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Alberto Lorrio, y financiado por la Concejalía de Patrimonio Histórico, que contempla la realización de cuatro campañas arqueológicas y de consolidación.

En 2021 se realizó la primera campaña con importantes resultados científicos. En la parte alta del yacimiento se reexcavó un importante edificio ibérico fechable en el siglo VI o V a. J.C. y una cabaña del Bronce final datada en el siglo VIII a. J.C., con unas fechaciones por C14 de 803/774 y 796/780 a.n.e. Y en la parte baja se documentó la mayor parte una vivienda orientalizante con hogar central fechada en el siglo VII a. J.C. y una esquina de una vivienda ibérica fechada en entre los siglos IV-III a. J.C.

La segunda campaña, realizada este año ha consistido en terminar algunas cuestiones planteadas en la campaña anterior, así en la zona alta se terminó de excavar la vivienda del Bronce Final descubriéndose por debajo de ella un basurero de cronología ligeramente anterior y en la zona baja se terminó de excavar la vivienda orientalizante, delimitándola completamente.

Pero las actuaciones más importantes han sido las de protección y consolidación. Se ha protegido totalmente la zona excavada situada en el bancal inferior y se ha consolidado el edificio ibérico de la zona alta, trabajos estos últimos que han corrido a cargo de la empresa Alebus. Para el conjunto de las actuaciones se ha contratado a la Universidad de Alicante por un total de 18.148,79 euros, IVA incluido

Con esta actuación se inicia la consolidación de las estructuras de una parte importante del yacimiento de cara a su puesta en valor, en sucesivas campañas se irán documentando y consolidando nuevas estructuras arqueológicas. Por su parte, el Ayuntamiento pretende incidir en aspectos legales importantes para la conservación del yacimiento como son la complementación del BIC, la redacción de un Plan Especial de Protección tal como establece el artículo 39 de la LEY 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat Valenciana, del Patrimonio Cultural Valenciano.

En el olvido hasta 2019
En este sentido, el jefe del Servicio Territorial de Cultura, José Antonio López, ha expresado la satisfacción que supone para la Generalitat Valenciana la puesta en valor de un elemento del patrimonio cultural en el territorio valenciano como es el Yacimiento de Los Saladares que estaba en el olvido y que gracias al Ayuntamiento, desde 2019, está en candelero. La actividad realizada ha estado consensuada desde el primer momento con la Conselleria de Cultura. «La investigación arqueológica es muy importante desde el punto de vista científico pero su puesta en valor lo es más porque supone la justificación del dinero público que repercutirá en la sociedad oriolana», ha señalado López.

Junto a esto ha explicado que el yacimiento arqueológico tiene ya la máxima protección al ser BIC, pero necesita una complementación para declarar su entorno que marcará los usos permitidos en éste y en el propio yacimiento. «Si además viene acompañada de la redacción de los planes especial y director, el proyecto estaría cerrado y será todo un ejemplo para seguir», ha concluido.

La tercera fase de trabajos, según ha explicado, el concejal Matías Ruiz se está ya planificando de cara a la primavera del año que viene «porque es cuando la meteorología es mejor y, en segundo lugar, porque será cuando tengamos presupuestos, donde ya tenemos previstos estos nuevos trabajos que continúan lo que se empezó en 2019». El Plan Director, por su parte, las previsiones que maneja Ruiz es que esté a lo largo de 2024, que será dijo cuando pueda salir a licitar su redacción.

En la visita realizada este lunes los ediles de Patrimonio Histórico y Medio Ambiente han estado acompañados de José Antonio López, jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Generalitat Valenciana; Isabel Beltrán Rico, directora del Secretariado de Estructuras para la Investigación de la Universidad de Alicante; Alberto Lorrio, director de la excavación y catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante; María del Carmen Sánchez, arqueóloga municipal y el arqueólogo Emilio Diz.
(Fuente: La Verdad)

19 de abril de 2013

Excavaciones para acreditar el origen romano del yacimiento de Tossal de la Cala (Benidorm)

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano" y no de un asentamiento íbero como se pensaba hasta ahora.
Encontrar los restos de la muralla que constaten que lo que hoy es el yacimiento arqueológico del Tossal de La Cala fue en su día una fortificación militar romana. Éste es el objetivo de la campaña de excavaciones que llevarán a cabo entre el 1 y el 12 julio el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante en el monte Tossal por un equipo de diez voluntarios. 
Aunque desde los años 40 se han hecho diversas intervenciones
en el yacimiento, estas serán las primeras excavaciones.
Foto: David Revenga.

"Vamos a constatar con el descubrimiento de la muralla lo que ya sabemos por los datos que hemos venido recogiendo", aseguró ayer la arqueóloga de la Universidad que dirigirá el equipo técnico Feliciana Sala. La concejal de Patrimonio, Eva Mayor, aseguró ayer que ésta serán las primeras excavaciones que se realicen en la zona gestionadas por el Ayuntamiento, aunque desde los años 40 se han hecho distintas actuaciones en la zona a la búsqueda de restos arqueológicos.

Fortificación romana

Los últimos estudios realizados por la Universidad de Alicante apuntan a que el yacimiento data del siglo I antes de Cristo, 300 años más tarde de lo que se pensaba y no fue un poblado íbero, sino que se trató de una fortificación militar romana. Para llegar a estas conclusiones, los arqueólogos han tenido que ir uniendo todas las informaciones dispersas que había sobre los hallazgos arqueológicos realizados en la zona o en otros yacimientos similares y ponerlos en común, como uniendo las piezas de un rompecabezas.

 Sala explicó que el yacimiento se encuentra desde la cota 85 hasta la cima del monte, lo que contribuye a la conclusión del origen militar de la fortaleza durante las llamadas guerras sertorianas romanas. En esta línea, se han encontrado otras construcciones similares en Altea, Calp, Teulada y Dénia. 

Las estancias visibles se corresponderían a viviendas de los soldados
romanos. Foto: David Revenga. 
En el Tossal se han desenterrado restos de armamentos y utensilios de la vida cotidiana, como instrumental médico y quirúrgico, que apuntan a que sus habitantes fueron romanos. 

Las hipótesis de los investigadores no descartan la presencia de íberos en el Tossal y se inclinan a pensar que los que se estaban allí fueron integrados como tropas auxiliares. Las estancias visibles que hay en los restos arqueológicos corresponderían a viviendas de los soldados romanos.

En los años 40 el yacimiento fue excavado por el Padre Belda; Miquel Tarradell y Alejandro Ramos en los 50; y en 1984, Francisco García Hernández. El equipo de la Universidad de Alicante ya lleva tres años investigando tanto éste como otros yacimientos próximos y recientemente ha renovado la subvención que recibían del Gobierno central para proseguir su tarea de descifrar la historia.

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano".

La experta de la Universidad de Alicante descartó que la edificación que se levantó en la zona durante los años 80 hayan destrozado el yacimiento aunque señaló que sí podrían haber sido afectados por las obras de la carretera.


La concejal de Patrimonio señaló que el siguiente paso una vez que se localicen los restos de la muralla será tratar de consolidar este yacimiento, para lo que habría que buscar fórmulas de financiación. "Somos una de las concejalías con un presupuesto más limitado, por lo que habrá que ver qué medios se buscan para garantizar la conservación", dijo.

Patrocinadores privados para lograr financiación

La edil de Patrimonio, Eva Mayor, repitió en hasta dos ocasiones en la rueda de prensa que su concejalía es una de las más pobres del Ayuntamiento. Por este motivo, se ha tenido que acudir a la busca de patrocinadores privados que puedan aportar su granito de arena para estos trabajos. El hotel Poseidón de Benidorm colaborará en la iniciativa encargándose de dar de comer al equipo de diez voluntarios que trabajará en la zona. Asimismo, la concejal no descartó que en un futuro, una vez que hayan salido a la luz los restos de la muralla, se pueda recurrir a empresas o a otros medios para obtener fondos para garantizar la conservación de los restos. Recientemente, el Ayuntamiento ya acometió una campaña de limpieza en el yacimiento en la que se extrajeron más de 700 kilos de escombros que permitieron descubrir zonas donde trabajar.

24 de julio de 2024

El hallazgo de una urna ibérica bajo las termas romanas abre una nueva perspectiva sobre el yacimiento de La Alcudia

La urna encontrada es una vasija cerámica decorada que, sellada con una tapa, guarda presumiblemente en su interior un enterramiento infantil. El poblado íbero podría ser mucho más grande de lo previsto. En las termas romanas se ha encontrado una nueva piscina, además de materiales curiosos como un colgante en forma de pene
Equipo de la UA: Irene Rodríguez, la estudiante que ha encontrado la urna, junto a dos compañeros: José Pastor, a su derecha, y Héctor Santos, a su izquierda.

El hallazgo de una urna bajo las termas romanas de La Alcudia de Elche abre una nueva visión sobre las dimensiones del poblado ibérico, que podría ser mucho más grande de lo previsto. Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia Antigua, y codirector del equipo del proyecto La Alcudia de Elche. Las Termas Orientales y áreas circundantes (ASTERO) junto a los investigadores de la UA Francisco Javier Muñoz Ojeda y Juan Francisco Álvarez Tortosa, califica como una "sorpresa" este descubrimiento.

La urna encontrada es una vasija cerámica decorada que, sellada con una tapa, guarda presumiblemente en su interior un enterramiento infantil, los únicos que se hacían en bajo el pavimento de las viviendas, según explica Jaime Molina, quien cuenta como se ha producido este descubrimiento: "El objetivo fundamental de esta campaña era conocer el urbanismo de la época romana y hemos excavado un tramo de una calle de más de 50 metros de longitud, con pavimentos y alcantarillados. Funcionaba la ciudad al mismo tiempo que las termas en su momento de máximo apogeo, en el siglo II, pero dentro del conjunto termal hemos excavado en profundidad y, para nuestra sorpresa, hemos descubierto niveles de época ibérica y una parte de viviendas, y la urna, enterrada en el suelo de una de ellas".

El investigador señala que, aunque tradicionalmente La Alcudia se ha asociado a la época ibérica, faltan todavía muchos datos sobre este periodo. "No sabemos cómo se configuraba el poblado o el núcleo ibérico original. Con el descubrimiento de estas viviendas, este enterramiento probablemente infantil, junto con los resultados que están ofreciendo los otros equipos de la Universidad de Alicante estamos seguros de que en los próximos años se va a dar una nueva visión total al poblamiento ibérico y a su importancia".

Las termas
Respecto a las termas, las grandes novedades que aportan las excavaciones recientes tienen que ver con la historia de la ciudad. "Nos hemos encontrado que son aún más grandes de lo esperado, alcanzando de momento los 1.160 m2, y todavía faltan espacios y habitaciones por excavar", cuenta Jaime Molina, quien informa que también se han hallado nuevas dependencias como una piscina para refrescarse dentro del conjunto termal.

Los resultados de las excavaciones van construyendo el relato de estos grandes baños públicos, que se construyeron a principios del siglo II d.C., momento de máximo crecimiento económico y demográfico de la ciudad y que, durante los siglos III-IV d.C., sufrieron abandonos e importantes deterioros, lo que sugiere que hubo problemas socioeconómicos y un probable descenso de la población. A finales del siglo IV y la primera mitad del siglo V d.C. se restauraron parte de los baños, aunque tendrían menores dimensiones, indicando una reducción de la población, para, después de distintas destrucciones y remodelaciones quedar abandonadas a partir del siglo VI d.C.

A lo largo del proceso de excavación la campaña de 2024, que se ha llevado a cabo durante todo el mes de junio, se han recuperado, además, diversos materiales arqueológicos de gran interés como nuevos fragmentos de las pinturas de las paredes del conjunto termal, fragmentos de pilastras de mármol con hojas de acanto y flores esculpidas y objetos de uso cotidiano, entre los que destaca un colgante de carácter sexual en forma de pene y las decoraciones de un joyero realizadas con fragmentos de hueso con relieves de carácter mitológico.

En el yacimiento de La Alcudia se encuentran los restos arqueológicos de la Colonia Iulia Ilici Augusta, la ciudad más importante entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia). Fundada en la segunda mitad del siglo I a.C., con el emperador Augusto se llevó a cabo el definitivo reparto de tierras a colonos, militares licenciados de las Guerras Cántabras.

Sin embargo, a pesar de su indudable relevancia, la información disponible acerca de su ocupación en época romana es, a día de hoy, muy parcial. De hecho, los únicos espacios públicos conocidos se reducen a una serie de tramos de muralla, a la basílica de época bajoimperial y a dos complejos termales. De la campaña arqueológica de este año, Molina ha querido destacar, sobre todo, la gran participación de estudiantes de grado y de master de la Universidad de Alicante, más de 50, además de los técnicos y los profesores.

Los proyectos en La Alcudia
En 2017, el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la Universidad de Alicante inició, dentro del programa propio de fomento de la investigación en proyectos I+D+I, una línea específica de proyectos para el yacimiento de La Alcudia. Desde sus inicios, los proyectos de excavación emprendidos en tres sectores del yacimiento cuentan con el inestimable apoyo del Excmo. Ayuntamiento de Elche. Cada uno de ellos constituye una importante contribución a algunas de las líneas prioritarias de actuación establecidas en el Plan director de La Alcudia para el periodo 2017-2029.

Los proyectos y sus investigadores principales son "Proyecto Domus: vivir en Ilici", en el sector 4F con la catedrática de Arqueología Sonia Gutiérrez Lloret; Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. Las Termas Orientales y áreas circundantes (ASTERO), dirigido por Jaime Molina Vidal; y Damas y héroes. Tras la Ilici ibérica, bajo la dirección del catedrático de Prehistoria Alberto Lorrio, en calidad de investigador principal, y el profesor de Historia Antigua Héctor Uroz, como co-director.

12 de julio de 2012

Aparece otro enterramiento infantil en la villa romana de l'Albir (Alicante)

Este es el cuarto cuerpo infantil que aparece en la villa desde que en 2008 se iniciaran las campañas de excavaciones. 
La quinta campaña de excavaciones en el museo de la villa romana de l'Albir, muy próxima a la localidad alicantina de l'Alfás del Pí , descubrió ayer un enterramiento infantil, el cuarto desde la primera campaña en 2008; el cadáver era un bebé, a juzgar por el tamaño del cráneo. Carolina Frías, arqueóloga y directora del Museo de la Villa Romana del Albir, declaró que es un hallazgo muy importante porque "pone de manifiesto que en el siglo VI d.C seguía habitada la villa, no funcionaba pero la zona se utilizaba como un área de enterramiento infantil, y por tanto, en las proximidades debe haber zonas habitadas".
En 2011 también se encontraron restos d eun niño de entre 4 y 6 años
en el interior de un ánfora.

La fosa es un espacio excavado en la tierra delimitado por piedras, donde se depositaba el cuerpo sin vida. Carolina Frías destacó que "a diferencia de otras veces, no estaba rodeada de ánforas ni objetos similares".

Las excavaciones se están llevando a cabo en la zona sur, donde pretenden localizar estructuras pertenecientes a la primera fase de construcción de la Villa alfasina. En esa parte del campo del trabajo también se descubrieron termas en campañas de excavación anteriores.
Carolina Frías, directora del Museo de la Villa Romana del Albir.
Foto: Terra Antiquae
El equipo de trabajo está siendo supervisado por Carolina Frías, la directora del Museo de la Villa, y Jaime Molina, profesor titular de la Universidad de Alicante (UA). La Universidad es uno de los organizadores junto al Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Cultura y Patrimonio, y el IVAJ (Institut Valencià de Joventut).

Los recortes también han llegado a las excavaciones y este año ha desaparecido la subvención del EMCORP (Programa de subvenciones en el ámbito de colaboración con las corporaciones locales para la contratación de trabajadores desempleados en la realización de obras y servicios de interés general y social) que proporciona el SERVEF (Servicio Valenciano de Empleo y Formación).

Contratación de trabajadores 
En esta edición trabajarán como voluntarios 53 chicos y chicas, universitarios y procedentes del IVAJ. La gran diferencia estriba en los diez trabajadores de promedio que se contrataban en los últimos 3 años con las subvenciones, como podían ser peones, arquitectos y restauradores. En total, gracias al programa Emcorp, las excavaciones del Albir acogieron a 31 trabajadores contratados (14 en 2009, 9 en 2010, 8 en 2011) con un coste total de 232.397,84? (115.858,89? en 2009, 69.452,69? en 2010, 47.086,26? en 2011).

Los trabajos se retomaron 25 años después del hallazgo
En 2008, coincidiendo con el 25 aniversario del descubrimiento de este yacimiento, el Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi y la Universidad de Alicante retomaron los trabajos para frenar su deterioro.Desde entonces se han encontrado varios restos de enterramientos menores que conforman una necrópolis infantil. En agosto de 2011 se encontraron los restos de un niño de entre 4 y 6 años dentro de un ánfora y bajo los cimientos de una vivienda. La peculiaridad de este hallazgo, a diferencia de los otros tres, es que estaban situados bajo los muros de una vivienda, con lo que los expertos suponen que corresponden a un rito de la época para proteger al edificio de posibles peligros.

En 2009 se encontró otro niño, también en un ánfora. Sin embargo, en esta ocasión se encontraba situado en las partes excavadas donde se descubrieron las Termas de la Villa Romana de l'Albir.

Las termas en la época romana constituían un evento diario que era considerado un modo de vida en la Antigua Roma.Actualmente, el equipo de excavación de l'Albir se está dedicando a investigar esta zona, donde esperan encontrar estructuras de la primera fase constructiva de la Villa.

La apuesta del Ayuntamiento, junto a la Universidad de Alicante, por recuperar los restos del yacimiento fue reconocida por la Generalitat Valenciana en marzo de 2011 con el reconocimiento del primer Museo al Aire Libre de la Comunidad Valenciana.

23 de febrero de 2018

Descubren una gran factoría romana de ánforas de vino y cerámicas en Gata (Alicante)

Los arqueólogos hallan en tres catas gran cantidad de vasijas en un extenso yacimiento que en los siglos II y III fue un destacado centro de producción cerámica de Dianium y de la Tarraconensis
El arqueólogo Daniel Mateo sostiene la boca de un ánfora Dressel. FOTO: INFORMACIÓN
El paraje de la Rana de Gata de Gorgos albergó durante los siglos II y III un destacado centro de producción cerámica y de ánforas de vino (una figlina). A los arqueólogos les ha bastado ahora dos semanas de excavaciones para sacar a la luz cientos de fragmentos cerámicos. «La producción de esta alfarería fue muy potente», afirmó ayer el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alicante, Daniel Mateo, quien, junto al catedrático Jaime Molina y al arqueólogo y director del Museo Soler Blasco de Xàbia Joaquim Bolufer, ha dirigido una primera excavación que termina hoy. «Hemos encontrado materiales en gran cantidad y de gran calidad», subrayó Mateo. Abundan las ánforas de vino.

El yacimiento lo descubrió en los años 90 Joaquim Bolufer. Los labradores araban y salían restos cerámicos. Hace unos años, las obras del gasoducto toparon con un tramo de basamento de la antigua factoría. Pero ahora, al excavar este extenso terreno (han participado 25 alumnos del grado de Historia y del máster de Arqueología de la Universidad de Alicante), por fin se vislumbra la magnitud de un yacimiento que, junto al de l'Almadrava, en Els Poblets, surtió de ánforas a Dianium. Las vasijas que se fabricaron en este destacado alfar de la Tarraconensis llegaron a Roma y a otras grandes urbes del Mediterráneo.

ANTIGUO ALTAR
Antes de iniciar el trabajo puro y duro de excavación, el georradar de la Universidad de Cádiz marcó tres puntos en los que debía haber gran concentración de materiales. Y bingo. Los arqueólogos han realizado tres catas de 5x5 metros. Han hallado estructuras del antiguo alfar y un vertedero al que iban a parar las cerámicas defectuosas. «Aquí se producían materiales de construcción, tejas, cerámicas comunes y, sobre todo, ánforas vinarias», explicó Bolufer. «En la Marina Alta, ya había entonces una importante producción de vino», recalcó el arqueólogo.

Los materiales hallados se estudiarán ahora en la Universidad de Alicante. Luego se depositarán en el Museo de Xàbia. El Ayuntamiento de Gata ha prestado una colaboración esencial. Se ha hecho cargo del alojamiento de los estudiantes.

Los arqueólogos confían en llevar a cabo el próximo año una segunda campaña de excavaciones. Las dos semanas se les han hecho cortas. Pero en cuanto a hallazgos han sido muy fructíferas. Este extenso yacimiento es un filón. Además, está junto a la carretera CV-134 y se asoma al Montgó. Su excelente comunicación lo hace ideal para convertirlo en un centro de interpretación de la alfarería romana. Todo se andará.

(Fuente: Diario Información / Alfons Padilla)

22 de septiembre de 2014

Descubren el primer mausoleo cristiano con mesa de ofrendas en Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz)

El espectacular estado de conservación de la necrópolis oriental de esta ciudad hispanorromana, en la que se han exhumado siete nuevos sepulcros, ofrece nuevos e importantes datos sobre el ritual funerario. El mausoleo cristiano alberga una inhumación de un personaje relevante de la comunidad que se puede fechar entre el siglo V y VI d.C.
Excavaciones en la ciudad hispano-romana de Baelo Claudia. FOTOS: Fernando Prados Martínez.
El Área de Arqueología de la Universidad de Alicante, bajo la dirección del profesor Fernando Prados, está desarrollando en estos días la 3ª Fase del Proyecto General de Investigación de la Junta de Andalucía “Muerte y Ritual Funerario en Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz)”, con un equipo que engloba a cerca de veinte personas entre investigadores, técnicos y voluntarios. 

Este proyecto, que comenzó en 2012 y se prolongará hasta el año 2017, conlleva diversas actuaciones arqueológicas en la necrópolis oriental de la ciudad hispanorromana de Baelo, una de las mejor conservadas del panorama hispano, enclavada en un atractivo paraje de la costa gaditana que se ubica entre dos parques naturales, el del Estrecho de Gibraltar y el de Los Alcornocales. Este hecho, unido a su ubicación histórica en un área militar, ha permitido un espectacular estado de conservación de los restos, sepultados en gran parte bajo la arena de la playa.

La ciudad y su necrópolis son uno de los mejores laboratorios de estudio de la romanización y de las transferencias culturales entre las poblaciones nativas, norteafricanas y los aportes itálicos a lo largo del siglo I d.C. 


SIETE NUEVOS SEPULCROS
Este verano se está desarrollando una fase de excavación arqueológica en extensión que ha ofrecido nuevos e importantes datos sobre el ritual funerario, habiéndose exhumado hasta el momento siete nuevos sepulcros. 

En paralelo, junto a la detección de la continuación de la calzada que atravesó la necrópolis, construida a mediados del siglo I d.C., en esta campaña se ha localizado un imponente mausoleo cristiano, que alberga una inhumación de un personaje relevante de la comunidad que se puede fechar inicialmente entre el siglo V y VI d.C.

TRADICIÓN BÁSTULO-PÚNICA
Este tipo de mausoleo, con una mesa de ofrendas adjunta, es el primero de esta clase que se conoce en el lugar. Sus paralelos más próximos se encuentran en los conservados en la plaza de la Almoina de Valencia y se vinculan a la sede episcopal.

Otros sepulcros de cremación previos revelan la personalidad de los habitantes de la ciudad, su conservadurismo religioso y la tradición bástulo-púnica visible en los ritos de las fases más antiguas, así como la incorporación de nuevas creencias a partir de la segunda mitad del siglo I d.C. 
"CIUDAD DE LOS MUERTOS"
Junto a las deposiciones funerarias se están excavando diversas áreas de ofrendas, restos de banquetes funerarios ubicados en zonas comunes, diversos ajuares y los trazados de los ejes viarios que conformaron, durante varios siglos, esta ciudad de los muertos.

El proyecto incluye investigación y formación. Así, junto a profesores, estudiantes y licenciados de la Universidad de Alicante, en los trabajos participan alumnos de las Universidades de Cádiz, Sevilla, Autónoma de Madrid, además de técnicos procedentes de la Université de Toulouse, de la Universidad de Murcia y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

23 de junio de 2016

Un terremoto dejó a los fenicios sin casa en el Cabezo del Estaño de Guardamar (Alicante)

La actividad sísmica debió producirse en el primer tercio del siglo VIII a.C. y motivaron que la población se desplazara hasta La Fonteta.
La excavación arqueológica la están llevando a cabo varios licenciados y alumnos del Máster de Arqueología de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Murcia. FOTO: TONY SEVILLA.
Los arqueólogos que dirigen la nueva excavación en el yacimiento del Cabezo Pequeño del Estaño de Guardamar trabajan con la hipótesis de que durante el primer tercio del siglo VIII a.C. se registraron uno o varios terremotos que causaron numerosos destrozos y que motivaron que la población se desplazara hasta el yacimiento de La Fonteta, en la misma localidad.

Según explicó ayer el director del Museo Arqueológico de Guardamar, Antonio García, los indicios apuntan a que en un momento determinado las estructuras defensivas que bordeaban el poblado y ciertas casas se vinieron abajo, probablemente por la actividad sísmica. Aunque se pusieron refuerzos laterales, siguió habiendo problemas estructurales y algunas de las edificaciones se vinieron abajo. También hay que tener en cuenta la inestabilidad del suelo, formado principalmente por areniscas. Los investigadores creen que cuando empezaron a tener tantos problemas es posible que los pobladores dejaran la zona originaria para desarrollar actividades metalúrgicas y trasladaran sus casas a la otra zona. Ahora se ha encontrado una vivienda de planta circular ovalada con bancos de arcilla adosados a los muros y ánforas y vasos cerámicos que probablemente servirían para contener agua. A este respecto, no descartan la próxima aparición de hornos ligados a esa actividad con los metales.

La excavación arqueológica la están llevando a cabo varios licenciados y alumnos del Máster de Arqueología de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Murcia, junto con voluntarios de Guardamar y de Torrevieja. El promotor de dichos trabajos es el Ayuntamiento de Guardamar, quien subvenciona los gastos de la actuación. Los trabajos arqueológicos se enmarcan en un proyecto conjunto entre la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico del municipio.

MURALLA DE CASAMATAS
La actividad se retomará en otoño y los restos encontrados se someterán a un proyecto de consolidación y restauración para preservar el yacimiento de cara a su posterior puesta en valor ligado al turismo cultural. El Cabezo Pequeño del Estaño es a día de hoy el único poblado con murallas de casamatas de origen fenicio en la península ibérica, con una cronología que se remonta al primer tercio del siglo VIII a.C., dentro de la fase arcaica de la colonización fenicia del territorio español.

17 de mayo de 2017

Sale a la luz un segundo conjunto de termas romanas en La Alcudia (Elche, Alicante)

Las nuevas termas, mucho más grandes y lujosas, muestras sus espacios bien definidos y revelan el auge de Illici en el siglo I como capital. En ellas se ha encontrado además un mosaico polícromo y cinco piezas con grafitos que actualmente se estudian en la Universidad de Alicante.
El equipo de trabajo se afana en desenterrar las nuevas termas del yacimiento. FOTO: UNIVERSIDAD DE ALICANTE.
El grupo de investigación Patrimonio Virtual-Universidad de Alicante que trabajaba estos días en La Alcudia de la UA en Elche ha descubierto unas termas, construidas a continuación de las otras excavadas con anterioridad, mucho más grandes y lujosas, construidas con mármoles que revelan el auge de Illici como capital en el siglo I. 

El grupo está dirigido por el profesor y miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Jaime Molina Vidal, que explica que el objetivo era dar con la calle. Pero, además, el equipo del proyecto 'Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. 

Las Termas Orientales y áreas circundantes, no solo ha dado con ella, sino que ha encontrado la entrada a las termas, un mosaico policromo y una serie de grafitos. En época de Augusto, el periodo que oscila entre finales del siglo I antes de Cristo al siglo I después de Cristo, se construyeron unas termas que se quedaron pequeñas. Así, se levantaron otras muchísimo más grandes y más lujosas, con la natatio (piscina) que ya estaba excavada en el lugar. 

Estas segundas termas descubiertas ahora datarían de la segunda mitad del siglo I después de Cristo, entre los años 75 a 100 de nuestra era, explica la institución académica alicantina a través de un comunicado. En palabras de Jaime Molina, "esto significa que la ciudad está creciendo, que es mucho más rica y hay mecenas que pagan estas obras". 

MOSAICO
El detalle de los mosaicos hallados en las termas revela que hay dinero", agrega. El especialista y profesor de Historia Antigua confiesa que no les "cuadraban las enormes dimensiones de la natatio, para unas termas tan pequeñas". Por eso, cuando su equipo comenzó a excavar el pasado 1 de marzo y dio con el ciclo completo de las termas, comprendieron porqué habían construido esta natatio tan grande, considerada "una de las más grandes encontradas en España". 

El equipo se ha quedado en el perfil de la tercera sala, que acabarán de excavar el año que viene. Durante la segunda mitad de siglo I después de Cristo, la ciudad de Illici crece y, con ella, su población; aumentan los espacios públicos y las termas. A partir del siglo I después de Cristo, Lucentum se hunde y entra en una decadencia temprana. Illici se está convirtiendo en la capital y el Portus Illicitanus le quita el tráfico marítimo de la zona a Lucentum. 

Los mecenas privados eran los que costeaban este crecimiento de la ciudad. Han encontrado la entrada a las termas, y se definen los espacios del vestuario, letrinas y salas para sudar. Los huecos de apoyo de las puertas permiten distinguir el lugar que ocupó la entrada. "Son termas públicas, para cuyo acceso se paga una entrada muy moderada", señala el investigador. "En las casas no hay baños; si acaso, sólo letrinas, si es persona pudiente". 

El equipo de Molina ha encontrado dos salas del ciclo de baño, una con mosaico policromo y, en la entrada, dieron con un trozo de pared caído que estaba lleno de grafitos. Se trata de escritura en paredes. Todo parece indicar que son nombres. La pieza se analiza estos días en el Museo de La Alcudia. Jaime Molina indica que son, al menos cinco grafitos distintos, de distinto tipo de letra y distinta mano. 

El proyecto se ha llevado a cabo con seis estudiantes de prácticas del Máster Universitario en Arqueología Profesional y gestión integral del Patrimonio y alumnado de la UA, alcanzando una media de quince personas al día. El investigador apunta que "La Alcudia está para esto, que sirva de campo de experimentación". Además, destaca el dato de que más de la mitad del alumnado del Máster en Arqueología vienen de fuera. "Nuestro objetivo era dar con la calle", indica Molina, espacio que han encontrado, además de la entrada a las termas con los grafitos. 

OTROS HALLAZGOS
A este descubrimiento, que escribe un nuevo capítulo de la historia de Illici, se suman lucernas, monedas, vidrios interesantísimos, fragmentos de pintura y otras piezas encontradas. Los investigadores han detectado un crecimiento de la población y de la ciudad de Illici, resultado científico calificado de "muy interesante". El proyecto cuenta con investigadores de la UA y externos. Coordinado por Jaime Molina Vidal, ha dirigido las excavaciones y coordina las acciones de protección y coordinación de restos arqueológicos.

EQUIPO
Los miembros del equipo pertenecientes a la UA son Juan Carlos Olivares Pedreño, especialista en epigrafía y numismática, Javier Esclapés Jover, ingeniero industrial y especialista en virtualización del patrimonio, quien coordina la toma digital de datos y el conjunto de actuaciones de modelad; Mateo Corredor, doctor en Historia especialista en cultura material romana, que coordina la gestión de fondos, inventarios y clasificación de materiales; y José Antonio Moya Montoya, experto en comunicación audiovisual y en divulgación de la ciencia, que dirige la gestión de RRSS y parte del proyecto de socialización del conocimiento.

6 de abril de 2020

Arqueología en tiempos de pandemia

La Universidad de Alicante (UA) inició la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia "Vivir en Ilici". Las excavaciones comenzaron el 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa

La Universidad de Alicante (UA) inicia la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici, que se lleva a cabo en el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH). Las excavaciones comenzaron 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según ha manifestado Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa en lo que, tomando prestada la metáfora de Gabriel García Márquez, ha dado en llamar su directora principal “arqueología en tiempos de pandemia”. Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici se desarrolla en el marco financiado por el Programa propio de ayudas del vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento, con el apoyo del Ayuntamiento de Elche, y con la participación de estudiantes del Grado de Historia y del Máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA.

El objetivo general del proyecto es documentar la historia de la ciudad a través de la secuencia arqueológica completa en un sector nunca excavado, indica el equipo, que cuenta esta vez con cuatro directores de la excavación: a la catedrática de Arqueología Sonia Gutiérrez se suman los investigadores Jesús Moratalla y Julia Sarabia, y el técnico Víctor Cañavate, aunque el equipo de investigación implicado es mucho más amplio e incluye profesores de las áreas de arqueología, prehistoria y construcciones arquitectónicas de la UA, de la Universidad de Murcia, investigadores del INAPH y del CSIC, entre otros.

En las campañas previas encontraron testimonios de ocupación islámica temprana, visigoda y romana bajoimperial, en concreto restos de una calle y algunas viviendas, y “este año aspirábamos a dar un salto más en la secuencia histórica del sitio”, señala Gutiérrez. De hecho, durante la primera semana de trabajo “empezamos a vislumbrar, a una profundidad de dos metros respecto al paisaje actual, la trama urbana correspondiente posiblemente al momento de la fundación de la Colonia Iulia Ilici Augusta”. Los derrumbes de las casas de esta época, construidas con muros de tierra sobre gruesos zócalos de piedra, proporcionan abundantes cerámicas, metales, monedas y todo tipo de objetos domésticos correspondientes al periodo Julio-Claudio (en torno al 20-60 d.n.e.), como detalla la catedrática. La excelente conservación de la estratigrafía en este sector y la proximidad al lugar donde aparecieron algunos de los vasos más emblemáticos de La Alcudia, como el de la famosa ‘Tonta del Bote’, en un potente nivel de incendio, generó “una gran expectativa e ilusión en el equipo, que esperaba poder documentar contextos similares a los hallados por Alejandro Ramos Folqués en la década de los años 40 del siglo XX. Y, por qué no, llegar a los niveles romanos republicanos e ibéricos antes de concluir los trabajos. Sin embargo, no contábamos con el enemigo silencioso y volátil que nos ha golpeado”, confiesa Gutiérrez.

Es por este motivo, en el marco de la alerta por coronavirus COVID-19 y siguiendo las instrucciones del gobierno y las autoridades académicas, la dirección del proyecto Domus-La Alcudia suspendió temporalmente su actividad arqueológica el viernes 13 de marzo, “con apenas dos semanas de trabajo de campo, para garantizar la seguridad de todos los miembros del equipo (estudiantes, investigadores, técnicos y peones), se protegieron in situ los vestigios descubiertos y se notificaron las medidas adoptadas a las autoridades competentes”, declara la investigadora.

ARQUEOLOGÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Pero dejar de excavar no significa dejar de investigar. En espera de poder retomar las excavaciones en mejores circunstancias y antes de marcharse a casa, el equipo recogió toda la documentación que genera una excavación en curso, tanto virtual como material, incluidos los materiales pendientes de limpieza y catalogación que se trasladaron con el equipo. Para continuar con el trabajo iniciado, han diseñado una estrategia de investigación compatible con el periodo de confinamiento. Desde entonces Domus “ha abierto las puertas de numerosas casas y ordenadores, los de todo el equipo, para seguir trabajando unidos en lo fundamental”, apunta la investigadora. Así, por ejemplo, Víctor Cañavate gestiona la información estratigráfica y fotogramétrica, realizando fichas, matrices, planos y ortofotos de lo excavado; Raquel Bujalance, con la colaboración de Violeta Martínez y Victoria Amorós, lleva al día el inventario de los materiales y cataloga los nuevos materiales; mientras Carolina Doménech estudia los repertorios numismáticos, ambas tareas cruciales para datar los contextos arqueológicos. Julia Sarabia y Sonia Gutiérrez trabajan en la memoria científica del proyecto, que en breve se ofrecerá en abierto a la comunidad científica en el Repositorio universitario, como en años anteriores (fase II y fase I).

Por su parte, Jesús Moratalla ha lavado, ordenado y estudiado los materiales de la última unidad excavada, crucial para establecer la cronología de los últimos restos arqueológicos hallados en la excavación, al tiempo que ha organizado un proyecto colaborativo a través de WhattsApp – el Programa “Tu cerámica me suena”- para que los estudiantes puedan seguir sus prácticas de forma no presencial, catalogando desde casa las piezas cerámicas que podían ser determinantes para la datación de esos restos. Para ello, cada uno ha recibido la fotografía de una pieza para que descubriera la forma, su origen y su cronología, de acuerdo a la bibliografía recomendada.

Las conclusiones han sido de calado, señala Jesús Moratalla, pues varias piezas corresponden al primer tercio del siglo I d.n.e (sigillatas sudgálicas y cerámicas de paredes finas, especialmente, el vaso decorado con un rostro humano, datable entre los años 25-75 d.n.e), “lo que nos permite situar la importante reforma arquitectónica del sector excavado en el gobierno de la dinastía Julio-Claudia. Como por debajo de estos niveles empezaba a aparecer una nueva fase arquitectónica, podemos suponer que la Colonia Iulia Ilici Augusta y los enigmas que su fundación entraña, están esperando que leamos una nueva página del libro de la tierra donde se compila su historia”, concluye Sonia Gutiérrez, resumiendo el sentir del equipo con esta afirmación: “volveremos nuevamente a La Alcudia, a las aulas y a las calles; pero entre tanto el proyecto Domus-La Alcudia sigue ‘abierto por excavaciones’ desde las ventanas virtuales y físicas de las domus de todos sus colaboradores y colaboradoras”.