google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: neandertales
Mostrando entradas con la etiqueta neandertales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta neandertales. Mostrar todas las entradas

26 de agosto de 2024

Un yacimiento arqueológico en los Pirineos revela nuevos datos del comportamiento de los neandertales

Un nuevo yacimiento arqueológico, Abric Pizarro, en las estribaciones de los Pirineos meridionales, está ayudando a los arqueólogos a comprender un período poco conocido de la historia de los neandertales y les está dando pistas sobre su caída.
Arqueólogos trabajando en Abric Pizarro. Crédito: Sofía Samper Carro

Un área previamente inexplorada de las estribaciones de los Pirineos del Sur, Abric Pizarro, ha proporcionado información vital sobre un período poco conocido de la historia de los neandertales, ayudando a los arqueólogos a desvelar el misterio de su caída.

La investigación fue realizada por la Universidad Nacional Australiana (ANU) y científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (CEPAP-UAB) y publicada en el Journal of Archaeological Science.

Abric Pizarro es uno de los pocos sitios arqueológicos en todo el mundo que datan de hace entre 100.000 y 65.000 años durante un período llamado MIS 4. El equipo reunió cientos de miles de artefactos, incluidos huesos de animales, herramientas de piedra y otros elementos, proporcionando nuevos datos increíbles sobre cómo vivían los neandertales en esa época, que es en gran parte desconocida hasta ahora.

Estos hallazgos han revelado que los neandertales se adaptaron a sus entornos, desafiando la teoría de que eran cavernícolas de pies lentos, y brindando información valiosa sobre sus habilidades de caza y supervivencia.

Entendiendo el comportamiento de los neandertales
La autora principal, la Dra. Sofia Samper Carro, arqueóloga de la ANU, dijo que los hallazgos muestran que los neandertales entendían las mejores formas de explotar el área y el territorio y eran resistentes a los climas severos.

“Nuestros sorprendentes hallazgos en Abric Pizarro muestran cuán adaptables eran los neandertales. Los huesos de animales que hemos recuperado indican que explotaban con éxito la fauna circundante, cazando ciervos, caballos y bisontes, pero también comiendo tortugas de agua dulce y conejos, lo que implica un grado de planificación que rara vez se consideró para los neandertales”, dijo.

El equipo de investigación afirma que los nuevos conocimientos aportados por el yacimiento desafían la creencia de que los neandertales sólo cazaban animales grandes, como caballos y rinocerontes.

“A través de los huesos que estamos encontrando, que muestran marcas de corte, tenemos una prueba directa de que los neandertales eran capaces de cazar animales pequeños”, afirma el Dr. Samper Carro. “Los huesos de este yacimiento están muy bien conservados y podemos ver marcas de cómo los neandertales procesaban y descuartizaban a estos animales. Nuestro análisis de los artefactos de piedra también demuestra la variabilidad en el tipo de herramientas producidas, lo que indica la capacidad de los neandertales para explotar los recursos disponibles en la zona”.

Al arrojar luz sobre una parte crucial de la historia neandertal, los arqueólogos están acercándose a resolver la antigua pregunta de "¿qué llevó a los neandertales a la extinción?"

El equipo de investigación sugiere que el hallazgo de yacimientos como el de Abric Pizarro, de este período desconocido de la historia, proporciona información valiosa sobre cómo vivían los neandertales cuando los humanos modernos aún no habían llegado a la zona, y demuestra que los neandertales prosperaban.

“Los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años. De repente, los humanos modernos aparecimos en esta región de los Pirineos y los neandertales desaparecieron. Pero antes de eso, los neandertales habían vivido en Europa durante casi 300.000 años.

Claramente sabían lo que hacían. Conocían la zona y cómo sobrevivir durante mucho tiempo. 

Esta es una de las cosas más interesantes de este yacimiento, tener esta información única sobre cuándo los neandertales estaban solos y vivían en condiciones duras y cómo prosperaron antes de que aparecieran los humanos modernos”.

Utilizando técnicas arqueológicas modernas
Las técnicas de excavación modernas permiten a los arqueólogos recopilar datos de gran detalle de yacimientos como Abric Pizarro y otros yacimientos neandertales.

“Trazamos en 3D cada uno de los restos encontrados de más de uno o dos centímetros de tamaño. Esto hace que nuestro trabajo sea lento, y llevamos excavando algunos de estos yacimientos más de 20 años, pero se convierte en un registro excepcionalmente preciso de los yacimientos”, dijo Samper Carro.

“Nos interesa cómo se relacionan entre sí los diferentes datos, desde las herramientas de piedra hasta los huesos y los hogares. Esta excavación más exhaustiva proporciona a los arqueólogos información sobre cómo vivían los neandertales y cuánto tiempo estuvieron en una zona", prosigue.

“No son solo los materiales individuales los que nos dan pistas, sino también dónde se encuentran exactamente en relación con otros materiales del yacimiento, lo que nos ayuda a entender cómo y cuándo los neandertales visitaban estos lugares. ¿Se establecieron allí o simplemente estaban de paso?”

Fuentes (Meteored // 
Hattie Russelly referencias de la noticia:
Samper, S.C., Susana Vega Bolivar, Jezabel Pizarro Barbera, Westbury, E., Connor, S., Allué, E., Benito-Calvo, A., Arnold, L.J., Demuro, M., Price, G.J., Martinez-Moreno, J. and Mora, R. (2024). Living on the edge: Abric Pizarro, a MIS 4 Neanderthal site in the lowermost foothills of the southeastern Pre-Pyrenees (Lleida, Iberian Peninsula). Journal of Archaeological Science.

6 de junio de 2024

Un nuevo método para medir el tiempo entre hogares neandertales

La revista Nature publicó ayer 5 de junio una investigación basada en técnicas que permiten concretar, como nunca hasta ahora, el tiempo transcurrido entre varios fuegos prehistóricos. Investigadores de las universidades de Burgos, Complutense de Madrid, La Laguna, Valencia y Alicante y del Instituto de Geociencias ha analizado una secuencia de fuegos neandertales, estimando que pasaron al menos 200-240 años entre el primero y el último.

Un equipo interdisciplinar conformado por investigadores de la Universidad de Burgos, la Universidad de La Laguna, la Universidad de Valencia, la Universidad de Alicante, la Universidad Complutense de Madrid, y el Instituto de Geociencias, ha logrado determinar con enorme precisión el tiempo mínimo transcurrido entre varios fuegos neandertales, vinculados a asentamientos temporales de mayor o menor duración, en el yacimiento de El Salt (Alcoy, Alicante). 

La investigación, encabezada por la investigadora de la UBU Ángela Herrejón-Lagunilla y publicada en la revista Nature, aborda uno de los grandes desafíos de la arqueología prehistórica: la escala temporal en la que se llevaron a cabo actividades humanas en el Paleolítico. Los profesores del Grupo de Investigación en Paleomagnetismo de la Universidad de Burgos Juan José Villalaín Santamaría y Ángel Carrancho Alonso firman, junto a Ángela Herrejón, este artículo, además de Francisco Javier Pavón-Carrasco, Mario Serrano Sánchez-Bravo, Santiago Sossa-Ríos, Alejandro Mayor, Bertila Galván, Cristo M. Hernández y Carolina Mallol.

La propuesta abre la puerta a conocer mejor el comportamiento de grupos neandertales concretando, por primera vez con gran precisión, el tiempo mínimo implicado en la acumulación de restos arqueológicos resultantes de sus actividades. Este avance ha sido posible gracias al estudio de los fuegos u “hogares”, y sus restos arqueológicos asociados, mediante una metodología muy novedosa que combina análisis arqueomagnéticos y arqueoestratigráficos.

El estudio, desarrollado durante casi 10 años, analiza una secuencia de 6 hogares procedentes de una misma unidad arqueológica (unidad X, de unos 52.000 años de antigüedad) en el abrigo de El Salt, un conocido yacimiento neandertal, y determina que, con altísima probabilidad, transcurrieron como mínimo unos 200-240 años entre la realización del primer hogar y el último, con diferencias que van de 2-3 décadas entre algunos de ellos a 100 años en otros.

“Se trata de una resolución sin precedentes en la arqueología paleolítica y que cambia de manera significativa las concepciones previas sobre la frecuencia de las ocupaciones humanas en las sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas”, destaca Ángela Herrejón, investigadora del Departamento de Física de la Universidad de Burgos y primera autora del trabajo.

Este estudio pone en tela de juicio la práctica arqueológica habitual de estudiar los materiales como si pertenecieran a un único grupo cultural o a un único periodo y lleva a los investigadores a “replantear la importancia de la forma en la que se excava para no ofrecer interpretaciones sesgadas del comportamiento de los grupos humanos prehistóricos”, asegura Ángela Herrejón.

Hasta ahora, las técnicas de datación disponibles para contextos tan antiguos como la unidad X de El Salt suelen tener incertidumbres temporales muy altas. No es posible aplicar la datación por carbono 14 a materiales más antiguos de 50.000 años y otras técnicas, como la luminiscencia, suelen tener errores de varios miles de años. En el trabajo publicado por Nature, mediante estudios de arqueoestratigrafía se infirió la posición estratigráfica relativa en la que se encuentran los hogares y sus restos asociados. Es decir, qué es anterior y qué posterior, seriando la secuencia de fuegos.

La enorme cantidad de restos arqueológicos de estos contextos, la topografía irregular del sustrato y los complejos procesos de formación y alteración implicados dificultan mucho aislar las ocupaciones neandertales. Ello requiere de un proceso de excavación y registro del material arqueológico muy minucioso, donde cada resto arqueológico y cada facies sedimentaria o porción de sedimento de diferente textura o color que las adyacentes, es coordenada tridimensionalmente y relacionada entre sí.

Una vez inferido el orden estratigráfico de los fuegos, se procedió a cuantificar el tiempo mínimo transcurrido entre sus quemas y este es el principal aporte metodológico del estudio. Para ello se recurre al arqueomagnetismo, disciplina geofísica que estudia el registro de la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre (CMT) en materiales arqueológicos quemados.

“Generalmente, el arqueomagnetismo se utiliza como técnica de datación para un rango temporal de aplicación que no supera los últimos 4.000 años. Aquí estamos hablando de cronologías mucho más antiguas, por lo que el enfoque es diferente” señala Francisco Javier Pavón, investigador del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM).

El método usado por este equipo multidisciplinar no puede brindar un máximo de años, pero sí un mínimo. En el caso de la unidad X de El Salt, los resultados obtenidos tienen implicaciones muy importantes e inesperadas. Los restos de fuegos que calentaron estos asentamientos, que se distribuyen en unos pocos centímetros de espesor de sedimento y algunos de ellos aparentemente en la misma superficie, representan al menos dos siglos.

Que el tiempo mínimo de formación de la secuencia de fuegos sea de unos 200-240 años implica que los grupos humanos que los hicieron estuvieron separados por varias generaciones de individuos que, incluso, nunca llegaron a conocerse. No hay que olvidar que son grupos cazadores-recolectores, que se mueven constantemente en busca de recursos.

Las implicaciones arqueológicas son enormes. Lo que se excava en un yacimiento como este no es más que una imagen aislada y concreta de todo un conjunto de actividades realizadas en un territorio mucho más amplio. Lo que aquí se ha obtenido son pequeños fotogramas de escenas de comportamientos humanos separadas por una secuencial temporal que, por primera vez, se plasma con una precisión hasta ahora desconocida, lo que permitirá entender mucho mejor el comportamiento humano en el pasado a través de la Arqueología.