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21 de noviembre de 2024

Una inscripción romana 'engañó' a arqueólogos durante años sobre la localización de Lucentum (Alicante)

Un hallazgo relacionado con los emperadores Marco Aurelio y Cómodo cambió la ubicación donde se creía que estuvo la ciudad romana de Lucentum. El director del MARQ, Manuel Olcina, desvela en un libro la historia de este desconcierto.
Yacimiento de Tossal Manises. Marq

La ciudad romana de Lucentum, antigua Alicante, se desarrolló en un solar en el barrio de La Albufereta, junto al mar, a 38 metros de altura y a 3,5 km del centro de la ciudad moderna.

Este histórico lugar, conocido como el Tossal de Manises, es uno de los yacimientos más importantes de la Comunitat Valenciana, pero no siempre fue considerado así.

En la década de 1970, la voracidad urbanizadora de la zona amenazó parte de su muralla. Sin embargo, lo peor fue la devaluación histórica que sufrió el patrimonio debido a una interpretación errónea de una inscripción que "le desposeyó de ser el solar donde se desarrolló Lucentum", según explica Manuel Olcina, director del Museo Arqueológico de Alicante (Marq), en su libro Lucentum (Tossal de Manises, Alicante): Arqueología e Historia.

El descubrimiento que desconcertó a los arqueólogos fue el hallazgo, en el barranco de San Blas, cerca del barrio de Benalúa, de una inscripción incompleta en mármol. En ella, los emperadores Marco Aurelio y Cómodo (entre 176 y 180 d. C.) mencionan "algo en beneficio del municipio de Lucentum".

La inscripción, encontrada en el yacimiento de Els Antigons (hoy Óscar Esplá), menciona la condición municipal de Lucentum, lo que reafirma el estatus que se cree que adquirió en tiempos de Augusto, según otras pruebas arqueológicas.

Además, "nada indica que César fuese quien la concedió, y emperadores como Tiberio, Calígula, Claudio o Nerón no se caracterizaron precisamente por otorgar privilegios jurídicos integradores a individuos o ciudades de las provincias hispanas", detalla Olcina.

Inscripción en mármol de Marco Aurelio y Cómodo.
 Ayuntamiento de Alicante
Cambio de ubicación
Aunque el descubrimiento de la inscripción tuvo lugar a finales del siglo XIX, fue la interpretación errónea de Manuel Rico, Miquel Tarradell y G. Martín en un libro publicado en 1970 la que puso en entredicho el yacimiento del Tossal de Manises. Su tesis se apoyaba en "la pobreza de sus restos" y en la inscripción de los emperadores hallada en el barrio de Benalúa.

Según Olcina, los nuevos argumentos llevaron a pensar que Lucentum ocupaba 30 hectáreas, frente a las 2,5 del Tossal. Este cambio de paradigma motivó una serie de excavaciones coordinadas por el Ayuntamiento de Alicante desde los años 80 hasta inicios del siglo XXI. 

Sin embargo, las expectativas de encontrar una mina de tesoros romanos que revelaran una gran urbe se desvanecieron. Olcina aclara que únicamente se halló un pequeño núcleo habitado, posiblemente villas, centrado en época tardorromana (siglos V y VI). "Los restos anteriores a esta fecha son totalmente anecdóticos y de ninguna manera hacen vislumbrar un municipio romano altoimperial", explica.

Fueron estudios posteriores y los hallazgos encontrados en el Tossal de Manises los que devolvieron a Lucentum su verdadera ubicación. Gracias a ellos, se confirmó nuevamente que el Tossal era el corazón urbano de una auténtica ciudad romana.

11 de noviembre de 2024

Concluye con éxito la extracción del barco fenicio de Mazarrón

Tras dos meses de riguroso trabajo, se extrae la quilla del pecio, última de las 22 porciones en las que se dividió la embarcación para desarrollar los trabajos. Las piezas seguirán ahora un proceso de conservación, restauración y estudio en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena.
Los submarinistas extraen la última pieza del pecio para su traslado al Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena.

Con la extracción de la quilla han concluido los trabajos de extracción de la embarcación fenicia 'Mazarrón II', sumergida en la playa de la Isla, en Mazarrón. Termina así el riguroso proceso que comenzó el pasado mes de septiembre para sacar a superficie los restos del pecio, datado en la segunda mitad del siglo VII antes de Cristo.

La quilla, eje axial de la embarcación, es la última de las 22 piezas en las que se dividió el barco para su extracción, una tarea que se ha desarrollado de popa a proa, abriendo la caja metálica protectora en la que se ha mantenido para asegurar su conservación bajo el agua.

La consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, Carmen Conesa, destacó que los trabajos "han seguido un riguroso plan elaborado, consensuado y meditado por un equipo de expertos de alto nivel, dirigidos por el investigador de la Universidad de Valencia Carlos de Juan, que ha contemplado y previsto todos los escenarios posibles como garantía de éxito".

Tras culminar los trabajos de extracción, comienza en el ARQVA, Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, la fase de estudio, restauración y conservación de la madera, con el fin de que pueda permanecer en el medio aéreo, y el proceso de volver a encajar las piezas de la embarcación para una futura exhibición al público. Participarán en esta fase científicos e investigadores, y permitirá conocer mejor los hábitos de vida y costumbres de la época.

Carmen Conesa subrayó que todo el proceso "es el fruto de la colaboración entre administraciones para poner en valor uno de los barcos antiguos más completos hallados en el mundo hasta la fecha, pues se conserva casi entero y es un ejemplo único de la navegación y la arquitectura naval fenicia".

El trabajo desarrollado en el marco del proyecto de extracción se presentará en el Consejo de Patrimonio Histórico que se celebrará en la ciudad de Murcia.

Proyecto de extracción

La UNESCO incluyó en su Registro de Buenas Prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático el proyecto de extracción del pecio 'Mazarrón 2', acreditando, por consiguiente, el rigor del trabajo planificado.

Desde el año 2018 se han promovido desde el Gobierno regional, en colaboración con el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, una serie de intervenciones arqueológicas de seguimiento y control sobre el terreno del estado de conservación del pecio. En 2021, con el fin de garantizar su protección, salvaguarda y disfrute para las generaciones futuras, se acordó su extracción y posterior tratamiento de conservación en las dependencias del ARQVA, decisión que fue adoptada a partir del criterio técnico del grupo de trabajo creado años atrás al efecto y constituido por especialistas en la materia y representantes de todas las administraciones.

En estos trabajos han participado especialistas en arqueología subacuática y arquitectura naval antigua, así como profesionales de la restauración de piezas arqueológicas procedentes del mar.

Tras un proceso de debate, se llegó a la conclusión de que la solución más adecuada era extraer la nave fenicia, dada la inestabilidad de su situación en el fondo marino y el riesgo de deterioro o pérdida total que sufría. Esta decisión fue refrendada en la reunión internacional de expertos que se celebró en el ARQVA en mayo de 2021, bajo el auspicio de la UNESCO y con participación de la comunidad científica internacional que trabaja en patrimonio arqueológico subacuático.

El yacimiento
El barco fenicio forma parte de un conjunto de dos barcos hallados en la Playa de la Isla y tanto los pecios como el yacimiento subacuático están considerados Bien de Interés Cultural (BIC), protegiéndose así toda el área. Este yacimiento se caracteriza, hasta el momento, por la presencia de dos barcos datados en el siglo VI a.C. Del primero se conserva un tramo de cuatro metros de la quilla, un tablazón y unas piezas de madera con forma cilíndrica que parecen corresponder a las cuadernas de la nave, y se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA).

El Barco 2, prácticamente completo, se conservaba en el lugar del hallazgo, protegido por un armazón metálico y cubierto por arena con el fin de garantizar su conservación. Tiene una longitud de 8,15 metros y 2,25 metros de manga, fue construido con madera de ciprés, pino carrasco y olivo, y se localizó en 1995 con todo su cargamento, los objetos de la tripulación y el ancla, la más antigua de su tipo.
(Fuente: Gobierno de la Región de Murcia)

5 de noviembre de 2024

Nueva campaña de excavaciones en el taller de púrpura romano de la Isla de Lobos (Tenerife)

En esta IX campaña los investigadores se centrarán en intervenir en las zonas donde el pasado año se prospectó con Georadar y se observaron anomalías en el subsuelo, con el fin de definir su naturaleza y determinar la extensión del espacio arqueológico.
Vista aérea del yacimiento de Lobos 1, en el margen derecho de la Playa de La Calera. (Foto de C. Medina)

Desde ayer lunes y hasta el 23 de noviembre tendrá lugar una nueva campaña de excavaciones arqueológicas sistemáticas en el yacimiento romano de La Playa de La Calera (islote de Lobos). Se pone en marcha un año más la investigación de campo que se lleva efectuando desde 2012 en el marco de un proyecto de investigación interinstitucional, ‘Hacia la definición de las Islas Purpurarias. Desde el taller de púrpura de Lobos 1 (Islote de Lobos, La Oliva, Fuerteventura). Trabajos arqueológicos en el islote de Lobos y su contexto territorial próximo’, bajo la dirección de Isidoro Hernández Sánchez, director del Museo Arqueológico de Fuerteventura; Mercedes del Arco Aguilar, conservadora de Arqueología del Museo Arqueológico de Tenerife; y Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria y profesora honoraria de la Universidad de La Laguna.

El objetivo de esta campaña se centra en intervenir en las zonas donde el pasado año se prospectó con GeoRadar y se observaron anomalías en el subsuelo, con el fin de definir su naturaleza y determinar la extensión del espacio arqueológico. Actualmente se ha trabajado en un área sobre los 500 m2, identificando un taller de púrpura romano de época tardo-republicana y alto-imperial, compuesto por seis grandes concheros especializados en la explotación de murícidos (gasterópodos marinos de los que se extrae el tinte púrpura), estructuras arquitectónicas y espacios relacionados con la vida cotidiana de los murileguli (trabajadores de la púrpura), entre ellos un gran basurero.

El registro de materiales arqueológicos comprende ánforas de almacenamiento, cerámica de cocina, mesa y otros usos, las herramientas especializadas, líticas y metálicas, para la producción de la púrpura y la explotación de otros recursos del mar, así como ajuares de diferente naturaleza.

Los trabajos de campos se financiarán en el marco de un convenio de colaboración, renovado recientemente, entre el Cabildo de Fuerteventura y el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, contando también con el apoyo de Binter-Canarias para el traslado interinsular del equipo.

El equipo investigador, con un perfil interdisciplinar, integra en esta ocasión a arqueólogos de las tres instituciones, paleontólogos de la Universidad de La Laguna y el OAMC, así como investigadores de las áreas de Petrología y Geoquímica y Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna. 

La revista Spal ha publicado en estos días la última contribución de este equipo sobre el estudio de los Mortaria de Lobos.

7 de octubre de 2024

Descifrando los secretos de la ciudad romana de Carissa Aurelia

Ubicado en plena Sierra de Cádiz, entre los municipios de Bornos y Espera se encuentra el yacimiento, un lugar «virgen desde el punto de vista arqueológico» y que, gracias a un estudio, comienza a descubrirse
Excavaciones arqueológicas en Carissa Aurelia ANTONIO VÁZQUEZ

Un robo es el origen del proyecto que está llevando a los arqueólogos a estudiar el yacimiento de Carissa Aurelia. En torno a los años 60, un campesino, realizando sus tareas, descubre una escultura de Antonia Minor, «un miembro de la familia imperial cuyas representaciones son muy escasas a nivel de todo el imperio romano, solo hay diez», explica Diego Romero Vera, arqueólogo de la Universidad de Sevilla que codirige esta excavación. Este retrato se conservaba en el Ayuntamiento de Bornos, de donde fue robado. Años más tarde, en la ciudad de Munich se organiza una exposición de escultura romana a la que acude Pepe Beltrán, catedrático de la Universidad de Sevilla y que, con el retrato romano como especialidad, identifica la Antonia Minor de Carissa. En ese momento se inician los trámites para la devolución, completada a las autoridades españolas en agosto de 2020 y restituida en Bornos en 2022. Un caso que fue bastante mediático en Alemania y que despertó la curiosidad de los expertos por la falta de excavación en este yacimiento, «virgen desde el punto de vista arqueológico», como lo define Romero.

Así es como se decide hacer una serie de estudios. Entre finales de 2020 y comienzos de 2021, se hace una prospección geofísica, es decir, a través de diferentes aparatos se emiten ondas en el subsuelo y si hay un edificio debajo, algo sólido, rebota la onda, y de esa forma se puede saber la profundidad y lo que hay debajo.

Primeras conclusiones
En estas prospecciones se documentó la muralla, también aparecieron los restos de un posible teatro pero, sobre todo, permitieron conocer a grandes rasgos el urbanismo de Carissa Aurelia. «Sabemos que era una ciudad de 14 hectáreas, que no tiene un urbanismo típicamente ortogonal, que es el que tienen los romanos, es decir calles rectas y paralelas orientadas norte-sur y este-oeste, sino que la ciudad se adapta a la orografía complicada de la cresta rocosa en la que se encuentra», detalla Diego Romero. Precisamente, esta orografía es la causa por la que la ciudad estaba dividida en tres terrazas, «una terraza superior que tienen en su cúspide un promontorio en altura que nosotros llamamos acrópolis, en la cual habría un templo. Han aparecido diferentes restos que se pueden asociar a un templo que posteriormente fue desmontado y con esos materiales se construyó una torre medieval. Debajo, estaría el foro. En el foro tenían que tener un edificio que es la basílica y en el otro extremo, seguramente la curia que es donde se reunía el senado local. Más abajo están los contrafuertes hechos de hormigón romano que siempre han estado a la vista. Otra terraza más baja que es donde seguramente habría viviendas y todo el interior de la ciudad estaba conectado por dos vías que también se han documentado.

Pero para poder conocer mejor las entrañas de la ciudad era necesario excavar. De ahí es donde surge la unión de las universidades de Sevilla, Kiel y Colonia en Alemania y Groninga en Países Bajos en un proyecto internacional de gran relevancia. A esto se une la financiación de la fundación Thyssen, la colaboración de los ayuntamientos de Bornos y Espera y las facilidades que ofrece el propietario del terreno en el que se ubica el yacimiento. ¿Y por dónde comenzar a excavar? El arqueólogo comenta que «como sabíamos gracias a las prospecciones dónde podríamos encontrar ciertas cosas, hemos localizado tres excavaciones pequeñas en puntos estratégicos». Estas tres pequeñas excavaciones, llamadas sondeos, tienen una extensión limitada, de 5x5 metros. Una de ellas en lo que podría ser una vivienda, otra en el área del foro y otra en una calle «que tiene una monumentalidad extraordinaria» y que no se ha difundido hasta ahora. Romero cuenta que en ese punto iban buscando «lo que había aparecido en las prospecciones geofísicas. Sabíamos que aquí había un cruce de calles interurbanas. Una que iba desde la colina hacia abajo y otra que iba desde la puerta norte a la sur, de una necrópolis a la otra. No sabemos si tendría acerado, pórtico, pero las lastras de piedra hablan de una gran monumentalidad. Cuanto más grandes las lastras y cuanto más regulares, mejor calidad y estamos hablando de un urbanismo importante, muy monumental y que salta a la vista. En ningún yacimiento cercano hay calles con estas características». Además añade que es «una calle fantástica en un estado de conservación excelente y que nos anima a continuar con el estudio».

Además de las excavaciones, se está recogiendo cerámica y otros restos porque, una vez finalizada esta primera excavación que encara su última semana, «hay que hacer historia a través de esos restos materiales».

La vida en Carissa Aurelia
El máximo apogeo de Carissa Aurelia llega en época de César, en torno al año 50 a.C. y se estima que fuera hasta el 100 d.C. aproximadamente. «Hay mucha cerámica en superficie que remite a esa época. El hecho de que aparezca con tanta abundancia quiere decir que es la fase en la que más vitalidad tuvo este yacimiento. Y después, en contraposición, apenas encontramos restos cerámicos de fases posteriores. No hay nada de siglos II o siglo III. Eso nos da las pistas de cuáles fueron las fases de mayor apogeo», explica. Además, con el nombre de la ciudad también se pueden sacar conclusiones. «Aurelia era la madre de César y este nombre se debe, seguramente, a que Carissa se decantaría en las guerras civiles del bando cesariano y César, en contraprestación, le da un estatuto privilegiado. Es la ciudad que jerarquiza todo el territorio. La única ciudad importante de todo el entorno era Carissa. Y en torno a ella habría una serie de entidades poblacionales menores que en época romana no recibían el nombre de ciudad y que pagaban tributos aquí, y la gente que tenía que dirimir sus pleitos, quería orar o tomar unos baños, no sabemos si tendría baños, seguramente sí, vendría aquí», cuenta Diego Romero. Otra de las cosas que se creen es que posiblemente estuviera conectada con el mar a través del río Guadalete que desembocaba en el castillo de Doña Blanca en El Puerto.

La presencia de mármol en el yacimiento hace indicar la monumentalidad que se le dio a una ciudad que «sería visible en kilómetros a la redonda porque Roma utilizaba la arquitectura como mensaje de poder». «Los romanos encuentran un urbanismo prerromano. La arqueología tendrá que dilucidar cómo era, pero podemos decir que, seguramente, una vez que Carissa recibe ese estatuto privilegiado, que se convierte en municipio, los romanos monumentalizaron la ciudad para poner a la misma altura el aspecto de la ciudad, el urbanismo y el estatuto jurídico privilegiado y que se viera externamente», detalla.

Otra de las cuestiones llamativas es que se intuyen influjos de la cultura púnica en época romana. Ejemplo de esto son las monedas acuñadas y en las que aparece «un tipo monetal propio del mundo púnico». «En estas monedas aparece la cabeza de Hércules y también hay otro tipo monetal que son dos jinetes con una especie de escudo curvo que se llama rodela y los especialistas en numismática piensan que son jinetes númidas, del norte de África que vinieron a luchar en la segunda guerra púnica. Por tanto, utilizan ese tipo monetal en época avanzada bajo la órbita romana». Pero lo más conocido de este yacimiento son las necrópolis, que muestran que en época romana la gente se enterraba en hipogeo, es decir en huecos excavados en la tierra, y este es un tipo de necrópolis que se asocia al mundo púnico. Romero concluye que «eran romanos pero seguían conservando su cultura púnica. El sustrato cultural púnico nunca se perdió».

Seis años de proyecto
Estas son solo algunas de las cosas que se están aprendiendo de Carissa Aurelia, pero el proyecto de estudio arqueológico está previsto que dure al menos seis años. Además, las cuatro universidades participantes le han dado carácter pedagógico y son estudiantes los encargados de realizar las excavaciones bajo la supervisión de los profesores.

«Queremos enseñar a los alumnos a hacer arqueología y que sirva como práctica. Intentamos que todo sea pedagógico, explicarles por qué se hacen las cosas de determinada manera, vamos excavando de forma muy meticulosa. Una experiencia muy positiva y una oportunidad única en un yacimiento en el que todavía queda mucho por descubrir por lo desconocido.

Diego Romero tiene claro que «hacía falta el impulso de la investigación y esta es una oportunidad única. Este era un tren en el que había que subirse sí o sí». Y espera que en estos seis años «se pueda conocer con un alto grado de detalle cómo era la ciudad, su entorno y también la vida de los carissienses».

Proteger los restos
Una historia que comienza a construirse con la labor arqueológica: «no venimos buscando piezas de museo, que ojalá aparezcan, pero no es el objetivo primario. Queremos hacer historia. Los historiadores hacen historia con los manuscritos, con los textos, y nosotros con los archivos de la tierra. Ahora mismo es como si hurgáramos dentro de la tierra, cómo si abriéramos una pequeña ventanita por la que ver cómo vivían ellos».

Por eso, una vez que finalice la última semana de excavaciones y, antes de comenzar de nuevo las prospecciones, los hallazgos volverán a taparse con la finalidad de protegerlos y será el momento de investigación con los restos encontrados y de difusión de resultados por parte del equipo de arqueólogos de un proyecto que está generando mucho interés.

Los ayuntamientos de Bornos y Espera están interesados en su conservación y en que los vecinos de los municipios «se vinculen con Carissa, se vinculen con su patrimonio de forma que a través de la concienciación se entienda que esto es algo suyo y se puedan prevenir lacras como el expolio que aquí es continuo y eso que es un Bien de Interés Cultural y tiene la máxima protección que pueda existir en un yacimiento». Un expolio que se quiere evitar a toda costa para proteger un lugar que todavía tiene muchos secretos que desentrañar.

7 de agosto de 2024

Investigadores de la UCA descubren 57 nuevos yacimientos romanos en el valle del río Guadalete

Investigadores de la Universidad de Cádiz, coordinados por la profesora del área de Arqueología, Macarena Lara, están llevado a cabo nuevas investigaciones en la zona del valle medio del río Guadalete con la finalidad de conocer el poblamiento romano de este entorno e identificar la organización y estructura de nuevos yacimientos, así como la topografía de su entorno.
Las excavaciones, coordinadas por la profesora Macarena Lara, se han centrado en la villa romana de El Cañuelo en Bornos. Es la primera vez que se estudia de manera integral el poblamiento romano en este entorno

Estos trabajos, que se iniciaron en el año 2023 con financiación del Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·Mar), pretenden conocer estos asentamientos romanos, así como la organización territorial en los entornos de Arcos de la Frontera, Bornos, Villamartín y Puerto Serrano, profundizando en las vías de comunicación terrestres y fluviales, rutas comerciales y sus recursos económicos. De este modo, el objetivo es conocer la interacción de la bahía gaditana con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete durante el período romano, aspecto prácticamente desconocido hasta el momento.

La primera fase de los trabajos ejecutada por el equipo de investigadores, que consistió en una intensa prospección arqueológica en los cuatro términos mencionados, ha permitido localizar 57 yacimientos de época romana de carácter inédito y se ha podido delimitar y definir tanto espacial como cronológicamente algunos restos arqueológicos ya citados en los años 80 y 90, que no estaban catalogados.

Fotografía del yacimiento de El Cañuelo e imagen con cámara multiespectral en la banda de infrarrojo cercano.

Asimismo, en el mes de mayo dio comienzo la segunda fase de este proyecto, consistente en la excavación arqueológica en la villa romana de El Cañuelo (Bornos). En esta ocasión, los trabajos realizados en la zona aportaron datos inéditos sobre las áreas funcionales de la villa, tanto residencial como área productiva. Esta excavación marca un paradigma en los estudios de arqueología romana en la Sierra de Cádiz, ya que es la primera vez que se analiza de manera integral el poblado romano de este entorno. Se han realizado excavaciones arqueológicas en el marco de un proyecto de investigación con el objeto de recuperar el patrimonio arqueológico del valle medio del río Guadalete. Esta segunda campaña ha sido posible gracias a la financiación del Ayuntamiento de Bornos, que está colaborando intensamente con la Universidad de Cádiz, creando sinergias entre ambas instituciones con el objetivo de continuar estrechando lazos en los próximos meses.

Además de ello, en este yacimiento se ha explorado parcialmente con georradar para poder definir mejor la distribución de las estructuras murarias no visibles en superficie. 

Nuevas tecnologías para conocer mejor los yacimientos
Por otra parte, se ha recurrido al uso de nuevas tecnologías, como son las aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés) equipadas con distintos sensores, del Servicio Periférico de Drones del Instituto de Investigaciones Marinas (INMAR) – UCA. En concreto, la campaña ha consistido en la adquisición de imágenes para la documentación aérea mediante dron con cámara multiespectral y LiDAR sobre cuatro yacimientos arqueológicos de los municipios de Villamartín, Arcos de la Frontera y Bornos, consistiendo en tres villas romanas (una de ellas la de El Cañuelo) y un oppidum ibérico. El uso de este tipo de sensores es cada vez más frecuente para la investigación de yacimientos porque, por un lado, permiten tomar y procesar mucha información en relativamente poco tiempo y, por otro, no son invasivos, por lo que se obtiene una gran cantidad de datos sin afectar a los lugares de interés, como indican los responsables del proyecto.

Para seleccionar los lugares en los que se realizaron estos trabajos se valoraron diferentes aspectos como, por ejemplo, si estos estaban cultivados o no, la topografía o incluso si afloraban o no muros o estructuras en superficie. Con todo esto, los sensores equipados han permitido, hasta la fecha, conocer la topografía a través del MDE y MDT, y especialmente, el análisis de las imágenes de las distintas bandas espectrales, lo que se ha traducido en la obtención de más información sobre la distribución urbana (que en algunos de estos yacimientos no se conoce) y otras particularidades.

Asimismo, se está realizando un intenso estudio con la identificación y catalogación de todos los materiales arqueológicos encontrados, comprendiendo un enfoque interdisciplinar, donde confluyen profesionales de distintos campos, como el de la arqueología, la numismática, la arqueometría, etc., que ayudará a comprender mejor los aspectos fundamentales de estos yacimientos ubicados en la comarca serrana y las relaciones a distintos niveles con otros yacimientos.

Con todo, “los datos que tenemos nos han permitido generar una base sólida de información y documentación arqueológica para continuar con las investigaciones en las próximas anualidades en este entorno. Nuestro objetivo principal es continuar realizando excavaciones y prospecciones con técnicas y herramientas no tradicionales que se completarán con el estudio de los contextos hallados, así como técnicas de análisis en los materiales documentados que nos permitirán obtener una visión holística del poblamiento romano y del territorio en el entorno de los embalses de Bornos y Arcos de la Frontera”, como explica Macarena Lara.

Además de los miembros del grupo HUM-440, en estos trabajos participan expertos del grupo de investigación RNM-373: Geociencias, en colaboración con el Museo Histórico Municipal de Villamartín y el Ayuntamiento de Bornos. En cuanto a la financiación, como ya se ha señalado, esta ha sido posible al proyecto ‘Mare in rure. El paisaje cultural marítimo de la Bahía de Cádiz y su interacción con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete en época romana’, respaldado por el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, concedido dentro de las ayudas del eje de mejora científica de su Plan Propio 2022.

11 de julio de 2024

Desenterrando los secretos del castro judío de León

Una ‘brigada’ de alumnos de la Universidad de León volvió ayer al Castro Judío con pico y pala. El objetivo es desentrañar los enigmas que aún encierra este asentamiento, completar el entramado urbano de la judería y, al mismo tiempo, ofrecer formación de campo a los estudiantes.
Imagen de la anterior campaña de excavaciones en el ‘Castrum Iudeorum’ realizadas por alumnos de la Universidad de León. DL

Es uno de los yacimientos medievales más relevantes del Norte de España. Un equipo de 35 alumnos de Historia, Historia del Arte y Arqueología, bajo la dirección de los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, desembarca hoy en el Castrum Iudeorum . Buscarán restos de edificaciones en un asentamiento en el que habrían convivido judíos y cristianos entre el año 905 y el 26 de julio de 1196, cuando fue destruido por Alfonso VIII de Castilla.

Situado en la ladera sur del cerro de la Mota, en Puente Castro, es el único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa. Pese a que la utilización de drones, georradar y otras modernas tecnologías por satélite ha limitado en los últimos tiempos el número de excavaciones, en algunos enclaves se hacen imprescindibles. Los alumnos trabajarán con ‘pico y pala’ para desenterrar los secretos que aún guarda el subsuelo.

Se trata de la tercera campaña que lleva a cabo la Universidad de León en colaboración con el Ayuntamiento, tras un acuerdo firmado en 2021. En esta ocasión, las excavaciones concluirán a finales de mes.

«A partir de la interesante información recabada en los tres anteriores años, los arqueólogos han planificado para la presente campaña ampliar los sondeos abiertos en 2023, a fin de potenciar la visión de conjunto del complejo entramado urbano de la judería», explica la Universidad en un comunicado. También «llegar al nivel geológico para fijar del modo más nítido posible el momento en el que los judíos se asentaron en el castro». Además, buscarán más evidencias del final de la presencia hebrea, relacionada con el asedio de las tropas castellanas. El objetivo final es «conocer de forma clara cómo se articula urbanísticamente la aljama y aportar conocimiento al patrimonio histórico de la ciudad. La excavación persigue dar formación de campo a alumnos que pueden encontrar en la arqueología una salida profesional y, de paso, mejorar la oferta formativa del grado de Historia de la ULE. Tras la intervención, los materiales encontrados serán analizados y calificados en los laboratorios de la Universidad.

Hallazgos históricos
Las excavaciones en la aljama de Puente Castro estuvieron paradas durante dieciséis años, hasta que fueron retomadas en 2021. Los trabajos llevados a cabo en este enclave por el profesor José Luis Avello —principal artífice de que León ingresara en la Red de Juderías por sus investigaciones en la aljama de Puente Castro— destaparon que en el Castrum Iudeorum vivían los ciudadanos hebreos más importantes del Reino. Basaba esta afirmación no solo en la población que llegó a alcanzar (alrededor de mil personas), sino en el hecho de que la mayoría de los habitantes de este lugar recibían el tratamiento de ‘Mar’ —como se sabe por las lápidas encontradas—. Este título era utilizado tan sólo por aquellos judíos que habían alcanzado un grado de reconocimiento sobresaliente, tanto en la comunidad hebrea como en la cristiana.

Según Avello, los restos arqueológicos y las fuentes documentales existentes revelan de manera clara que el Reino de León tuvo desde el punto de vista de las poblaciones étnicas una doble capitalidad, la de los judíos (en Puente Castro) y la de los cristianos (al otro lado del río). El nombre que recibe el asentamiento, Castrum Iudeorum (un término cristiano) demostraría que los judíos nunca lo utilizaron, sino que se referían a «su ciudad» como León.

El Museo de León, depósito de todos los hallazgos arqueológicos, ha ido reuniendo desde las primeras excavaciones en el cerro de Puente Castro gran cantidad de munición, lo que hace sospechar que hubo ejecuciones aquí durante la Guerra Civil. Es posible también que exista una fosa común.

Del Castro Judío se han extraído millones de piezas. La gran variedad de recipientes encontrados demuestra la riqueza gastronómica, síntoma del bienestar de los habitantes de este lugar. Además, han salido a la luz decenas de monedas francesas, españolas y musulmanas, prueba de la gran actividad comercial que los judíos mantenían fuera del Reino. Este hecho se refuerza con hallazgos únicos, como el de una cantimplora andalusí, una muestra rarísima fuera del territorio musulmán y que da testimonio de la bonanza económica de la que gozaban los hebreos leones. También confirma que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.

8 de mayo de 2024

El plomo romano era cordobés

Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba
Tres lingotes inéditos que evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba

Miden unos 45 centímetros de largo y su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos. Tienen forma rectangular con tres lados, algo así como una tableta de toblerone. Son apenas 3 y uno de ellos está roto por la mitad. Pero estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha y provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (en Belmez, Córdoba) ofrecen información suficientes como para afirmar que la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente, un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas, canalizaciones....

Los lingotes, fechados en el siglo I d. C., vieron la luz del siglo XX durante las obras del gaseoducto Magreb-Europa y se guardaron en el Museo de Belmez y en casa de particulares. Dos de ellos cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana. Esta marca son en realidad dos letras, “S S”, y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), la tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba.

Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas. Unas piezas que luego se cargaban en barcos con otros productos. De esta forma, la actividad minera del norte de Córdoba no solo se limitaba a la producción de plomo y plata, algo que ya se sabía, sino que también estaba destinada a la exportación, situando a la zona entre los emisores principales de metales destinados al comercio mediterráneo como defiende un equipo internacional y multidisciplinar liderado por la Universidad de Córdoba en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.

El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes. Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.

El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce. La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino. Y es, precisamente, en el fondo del mar en donde han obtenido más datos ya que el equipo investigador ha contado con especialistas de la Université Toulouse que llevan años estudiando la composición y realizando un catálogo de los lingotes hundidos allí. Según los análisis, más de la mitad de los lingotes estudiados por los especialistas franceses provienen del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, lo que pone en evidencia la importancia de Córdoba como punto productor y exportador de los lingotes de plomo.

“Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo”, sostiene el investigador de la UCO Antonio Monterroso Checa, añadiendo que “esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación”. De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza. Pero, como afirma Monterroso Checa, “todo eso está por investigar”.

El estudio de los lingotes se ha realizado dentro del Proyecto MEI-Heritage. Medio, explotación minera e industria metalúrgica en el sector central de la Beturia de los Túrdulos/Conventus Cordubensis (s.VII a.n.e–s.II d.n.e). Ciencias aplicadas a la investigación de un paisaje patrimonial, financiado por el PAIDI 2020 de la Junta de Andalucía (ref. P20_00482) y Patricia. Unidad de Investigación y Transferencia en Ciencias del Patrimonio de la Universidad de Córdoba. La investigación se inserta igualmente en el proyecto Producción y circulación de bienes en el reborde meridional de la Meseta (sur de la provincia de Ciudad Real) entre la Prehistoria reciente y el fin de la Antigüedad, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

17 de abril de 2023

Burriana diseña un gran museo de 'estilo romano' para el yacimiento de Sant Gregori

El proyecto plantea la creación de un centro de interpretación sobre las ruinas arqueológicas de la villa romana de Sant Gregori que integre, en medio del privilegiado paisaje costero, dos volúmenes o pabellones.
El proyecto plantea la creación de un centro de interpretación sobre las ruinas arqueológicas de la villa romana de Sant Gregori que integre, en medio del privilegiado paisaje costero, dos volúmenes o pabellones.

Todos los detalles y secretos que esconde el yacimiento de Sant Gregori de Burriana (Castellón), la excavación arqueológica de este tipo más grande de la Comunidad Valenciana, incluyendo su espectacular Villa Romana y el reciente descubrimiento de una necrópolis de la edad de bronce, se revelarán al público en un futuro a través de un museo de dos edificios y la musealización de todo el yacimiento.

Es la idea que proyecta la Concejalía de Cultura de Burriana, cuyo titular, Vicent Granel, mira ya a fondos europeos para sufragar la puesta en valor de una excavación que da testimonio de cómo se vivía -y moría- en la capital de la Plana Baixa hace más de tres mil años.

De hecho, el Ayuntamiento cuenta ya con un anteproyecto, tal y como ha avanzado Granel a preguntas de este periódico, que se ha presentado ya en algunos foros especializados y que ya se trabaja adaptar a algunas de las subvenciones europeas Next Generation.

El proyecto plantea la creación de un centro de interpretación sobre las ruinas arqueológicas de la villa romana de Sant Gregori que integre, en medio del privilegiado paisaje costero, dos volúmenes o pabellones. Y es que el diseño prima la "mimetización de la arquitectura construida en un entorno caracterizado por la presencia del mar y las dunas, y la vegetación autóctona, y las visuales como telón de fondo de las zonas montañosas de la Serra d'Espadà", tal y como ha trasladado el concejal.

Estas dos infraestructuras también tratarán de minimizar el impacto sobre las ruinas arqueológicas existentes y el proyecto de urbanización PAI de Sant Gregori, que incluye 6.000 viviendas, tres hoteles y un campo de golf.

Para ello, explica el edil, se configuran dos volúmenes alineados a las direcciones que presentan las construcciones romanas y restos arqueológicos existentes y conectados entre sí. Son volúmenes de planta única con cubierta inclinada a cuatro aguas que recuerdan a las construcciones residenciales romanas, domus.

En el interior de los pabellones, por otra parte, se generarán diferentes recorridos perimetrales a través de plataformas elevadas y espacios de plazas.

El anteproyecto incluye así mismo espacios que complementarán la experiencia como salas multiusos, conferencias o espacios expositivos, de forma que el yacimiento pueda albergar actos y celebraciones permanentes.

El centro de interpretación se ubicará en el interior del edificio principal, en una caja cerrada con diferentes usos como espacio expositivo, espacio de interpretación, sala polivalente, tienda-museo y servicios.

Los técnicos municipales también han previsto un "acceso elevado" para la protección de las ruinas existentes. Así, la entrada al museo se ubicará al final de un recorrido peatonal entre dunas y vegetación autóctona y de reminiscencia romana.

De los hallazgos realizados hasta el momento en el yacimiento de Sant Gregori, destaca sin duda la villa marítima romana situada a escasos 100 metros de la línea de costa, la más grande excavada en la Comunidad Valenciana, ya que ocupa unos 18.000 metros cuadrados. Además, la última excavación ha sacado a la luz una necrópolis prehistórica que, igualmente, ya se ha catalogado como «la más importante de la Comunidad Valenciana», y también se ha descubierto un yacimiento con importantes nuevos restos íberos y musulmanes, conjuntamente con una villa romana.

13 de abril de 2023

Fundación Palarq anuncia los candidatos al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología


La tercera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq contará con 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los 6 finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del Premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del Premio. La gala se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento.

El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

Proyectos aspirantes

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

‘Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y documentación arqueológica subacuática de los pecios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en el Mar del Ebro’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor’. Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

‘Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte (Cueva Prado de Vargas. Cornejo, Burgos)’. El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

‘Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’. Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por  Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

‘Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric Romaní (Capellades, Barcelona)’. El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

‘La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares’. La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias en Oxirrinco. Desde la dinastía XXVI hasta la etapa cristiano-bizantina’. Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

‘Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde la época arcaica hasta hoy’. El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

‘Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la Edad del Hielo en América del Sur’. Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

‘Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia.’
El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

‘Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indígenas y de las estancias coloniales españolas en el Valle de Catamarca, Argentina (Siglos XVI-XVII)’. El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

‘Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo del Nilo’. Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’. El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

‘Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de vida del ganado de la villa romana de Vilauba’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Certamen único
Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González del Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.

3 de abril de 2023

La Villa Romana de Castellón abrirá sus puertas el próximo jueves

El Museu de la Ciutat estrena sede para historiografiar la villa de Castelló con una exposición, más de 50 actividades, recursos inclusivos y accesibles y un centro de interpretación del siglo XXI
La primera visita guiada programada será el 23 de abril, con un recorrido de 1 hora y media para 20 personas.

El Centro de Interpretación de la Villa Romana de Vinamargo de Castelló abrirá sus puertas al público el próximo 6 de abril. El Museo de la Ciudad de Castelló (MUCC) estrena su nueva sede con una exposición permanente que muestra la historia y el día a día del enclave romano de la ciudad entre los siglos I y V d.C. y que ya presenta más de 50 actividades programadas, con visitas dinamizadas para los centros escolares, visitas guiadas, concertadas y virtuales, además de presentar recursos audiovisuales, digitales y físicos de última generación que promueven la vertiente más didáctica, la inclusión y la accesibilidad, en un proyecto museográfico del siglo XXI.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Castelló, Verònica Ruiz, ha destacado "el momento histórico en que Castelló recupera una parte importante de su historia con la materialización de un proyecto que se hace realidad después de años de desidia y abandono de gobiernos anteriores y que supone la recuperación de un patrimonio único, el más importante de la provincia, que ahora podrá mostrarse a la ciudadanía tras completar las dotaciones necesarias de electricidad y seguridad y finalizar los trabajos de museización”. "Es un hito para Castelló, con el que recuperamos el pasado romano de la ciudad para las futuras generaciones", ha señalado.

La Villa Romana de Vinamargo, que abrirá al público el jueves 6 de 17.00 a 20.00 horas, se podrá visitar de martes a sábado de de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, y los domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 horas, con entrada libre.

La primera visita guiada programada será el 23 de abril, con un recorrido de 1 hora y media para 20 personas, que se repetirá, como las otras sedes del MUCC, una vez en el mes. Asimismo, se ofrecen visitas concertadas para grupos, con reserva previa en el Museu de la Ciutat.

Además, desde el Museo se han diseñado unas visitas didácticas dinamizadas para alumnado de 1º de ESO del 9 de mayo al 20 de junio, para comprender y contextualizar el periodo del Imperio Romano, y como se vivía a la Villa de Vinamargo, con cuatro personajes: Atticus, el alfarero, que firmó sus obras, según hay constancia a los hallazgos arqueológicos, igual que el gato, Cattus, del que hay una huella; además de Irene, la sirvienta, y los domines, Pompeya y Marc Licini, ficcionados e ilustrados en toda la exposición. Ellos son también protagonistas de la visita didáctica virtual, que se puede hacer ya al web del MUCC mediante un código QR.

Recursos de última generación para la inclusión
El nuevo centro pone en valor el alto valor didáctico del proyecto museográfico, firmado por la directora del MUCC, Ana Meseguer; y comisariado por los arqueólogos del yacimiento de Vinamargo, Ana Miguélez González y Joaquín Alfonso Llorens. Para ello, se han generado recursos que complementan desde una visión inclusiva y accesible, abierta y singular la exposición permanente, que muestra reproducciones de las piezas encontradas en las excavaciones arqueológicas, paneles explicativos y un audiovisual que expone el patrimonio romano de Castelló desde la perspectiva contemporánea, en cuatro idiomas y que incorpora el lenguaje de signos, gracias a la implicación de la Asociación de Personas Sordas de Castelló (Aspesocas). Esta entidad ha colaborado, mediante la Concejalía de Bienestar Social, también en las novedosas signoguies, haciendo accesibles los contenidos de las audioguías, gratuitas.

En la misma línea, se ha trabajado junto con la Concejalía de Educación en unas guías de lectura fácil para mejorar la accesibilidad a la cultura de las personas con necesidades especiales y eliminar barreras para la comprensión, el aprendizaje y la participación, que también están disponibles en el web del MUCC, haciendo del Centro de Interpretación de Vinamargo un espacio para todas y todos.

Una villa romana del siglo I al V d.C.
La villa romana de Vinamargo, situada fuera del casco urbano de Castelló y a un par de kilómetros del mar, fue descubierta el 2009 durante las obras de canalización del barranco de Fraga, que sacaron a la luz yacimientos arqueológicos de diferentes épocas: ibérica, romana y medieval. Según los estudios elaborados, sabemos que la villa fue habitada entre los siglos I y V d. C. y que es el yacimiento arqueológico excavado de época clásica más extenso de la provincia de Castelló, con aproximadamente 2.750 m² de superficie. Hay que señalar, pero, que solo ha sido excavada, parcialmente, el área afectada por las obras, y, por lo tanto, no se tiene una visión completa de su planta ni de su extensión real.

La villa se encuentra muy próxima al Caminàs, camino histórico que comunica gran parte de los yacimientos de la Plana, cerca también de la Vía Augusta y del mar, así que se sitúa geográficamente en un lugar muy estratégico.

Las actuaciones
Las actuaciones de urgencia que se realizaron cuando fue descubierta la villa consistieron en el cierre del perímetro del yacimiento arqueológico en 2011 y una intervención puntual en 2012 para tratar de evitar los efectos de las inundaciones subiendo el nivel del suelo. En estas actuaciones no se realizó ninguna consolidación de la estructura, a excepción del ocasional desbroce de la vegetación.

Fue en 2016 cuando el Ayuntamiento de Castelló empezó a interesarse por el yacimiento arqueológico y en 2017 se realizó el Proyecto de consolidación de la villa romana al camino de Vinamargo de Castelló de la Plana, una actuación que consolidó las estructuras de la parte de la villa romana conocida.

Durante el año 2018 la Consellería de Cultura, con una inversión de 158.000 euros, construyó el edificio del centro de interpretación de la villa romana y el 5 de marzo de 2019 el Ayuntamiento de Castelló recepcionó las obras de la Consellería con el objetivo de hacer que el edificio funciono como centro de recepción de visitantes y zona de exposición, que se completará con la visita al yacimiento por medio de un itinerario exterior.

En este nuevo recurso, el proyecto museográfico incluye la instalación de paneles gráficos expositivos tanto en el interior del edificio como el exterior con información sobre el yacimiento, un tótem con los horarios, banderines señalizadoras del edificio, cartelas, reproducciones de piezas, un audiovisual y audioguías. Así mismo, durante el año 2021 se realizó la producción del material museográfico para la exposición permanente que se ha instalado en el centro de interpretación y que consta de paneles expositivos, audioguías y material audiovisual. La creación de este material museográfico fue subvencionado por parte de la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana (10.000 €).

A finales de 2021 empezaron los trabajos para la conexión del edificio en la red eléctrica, obras que finalizaron en 2022 y que se han completado posteriormente con la instalación de un sistema de seguridad que incluye cámaras de vigilancia conectadas a la Policía Municipal. Los trabajos de adecuación del edificio para su puesta a punto han finalizado este mismo mes de marzo de 2023.

La Villa Romana de Vinamargo se suma al Museu de la Ciutat, que ya cuenta con sedes como el Refugi Antieri, el Fadrí, el Centro de Interpretación del Castell Vell, el Museu d’Etnologia y el Museu de la Mar.
(Fuente: El Periodic)

9 de marzo de 2023

El Museo del Mar de Torrevieja recibe seis ánforas donadas por familias

Tres de los recipientes cerámicos están datados entre los siglos I y el III d.c y se empleaban para almacenar aceite y garum

El Ayuntamiento de Torrevieja (Alicante) ha recepcionado una donación de material arqueológico compuesto por seis ánforas, cuyo destino final será su exposición permanente en el Museo del Mar y La Sal. Las piezas provienen de dos familias torrevejenses que las han hallado en almacenes familiares.

Según ha explicado el concejal de Cultura, Antonio Quesada, tras el hallazgo se pusieron "inmediatamente en contacto" con la Concejalía de Cultura.

Con lo que, señala el edil, cumplen con lo dispuesto en la Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano, que establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público propiedad de la administración.

El concejal agradece "la responsabilidad" en el cumplimiento del artículo 65 de esta ley, que obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo.

Las piezas son las siguientes y se han analizado preliminarmente como:

1 ánfora Bética, datada del 50 al 125 d.c (siglo I)

1 ánfora Itálica, datada del 125 al 25 a.c.

1 ánfora Púnica, datada del 500 al 250 a.c.

3 ánforas de almacenamiento, datadas ampliamente del siglo XVI al XIX.
Aceite y garum

En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus para su traslado a Roma.

Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

Según las mismas fuentes, antaño era habitual que en la zona marítima de Torrevieja los pescadores de la flota artesanal recogieran envueltas en sus redes de pescar gran número de ánforas y objetos cerámicos que pasan ahora a formar parte del patrimonio arqueológico.

Las piezas se suelen encontrar según carta arqueológica subacuática en enclaves como los de Cabo Cervera, Punta del Salaret, Playa de los Locos (Torrevieja), Bahía – Puerto de Torrevieja y Cala Ferrís.

El museo
El actual Museo del Mar y de la Sal apenas presenta condiciones para poder exhibir e incluso almacenar esas piezas con garantías de conservación. Está ubicado en un bajo comercial alquilado a un particular desde 1994 en la calle Patricio Pérez.

En su acceso principal sigue figurando el cartel original de "provisional". El Ayuntamiento está redactando el proyecto para levantar un nuevo museo de la historia de Torrevieja en las Eras de la Sal.

27 de enero de 2023

Investigadores de cinco países se citan en Cádiz para potenciar la arqueología subacuática

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia
El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar.

El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar, un programa europeo Erasmus Plus concebido con el objetivo de potenciar la arqueología subacuática y contribuir al desarrollo de un turismo sostenible y creativo.

Durante la jornada, que se está desarrollando en el edificio Constitución 1812 de la Universidad de Cádiz, los socios de U-mar han expuesto las diferentes herramientas en las que están trabajando en el proyecto y han presentado el documento final que define la formación destinada que se llevará a cabo en cada país.

Según ha informado la UCA en una nota, el objetivo final es suplir la falta de un enfoque unificado en Europa sobre esta materia y la baja especialización de los operadores culturales y turísticos a la hora de crear itinerarios arqueológicos debajo del mar. El coordinador General del CEI·MAR, Darío Bernal, ha dado la bienvenida a los socios del proyecto U-Mar a Cádiz, recordándoles que fue «una de las más importantes y antiguas ciudades fenicias del Mediterráneo».

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia, e-learning, que ofrecerá un curso de formación especializada para investigadores, operadores turísticos y público en general que estén interesados en el patrimonio arqueológico.

Esta plataforma ofrecerá temas como técnicas de documentación e importancia de la protección del patrimonio cultural subacuático; análisis e intercambio de información sobre buena prácticas; interpretación, comunicación y difusión del patrimonio subacuático; impacto de las actividades turísticas en el medio marino; creación de itinerarios culturales subacuáticos; transición digital de las actividades culturales; legislación para la protección de estos bienes y musealización, turismo y buceo recreativo.

Según la UCA, los socios de Croacia del proyecto han liderado la recopilación del material didáctico para adaptarlo a este curso de formación innovador sobre yacimientos arqueológicos subacuáticos para operadores culturales, mientras que los socios de Italia han elaborado una propuesta para partir de un enfoque común en la puesta en marcha de centros de interpretación y aprendizaje.

La jornada incluye una visita al yacimiento arqueológico Gadir en el CTE El Olivillo, al Museo de Cádiz y a la exposición 'Arqueología Azul en Trafalgar. De la investigación al turismo sostenible', impulsada por investigadores de la UCA junto al Museo de Cádiz y la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, que se exhibe en dicho museo hasta finales de febrero.

11 de enero de 2023

Recuperadas tres ánforas romanas del s.I en el sótano de una casa de Alicante

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.
Recuperan tres ánforas romanas de cerámica del siglo I en el sótano de una casa de Alicante.

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.

La Universidad de Alicante ha realizado un primer un análisis preliminar y ha determinado que las tres ánforas romanas de cerámica son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Estas piezas históricas fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que había localizado las ánforas en su vivienda, "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".

Tras el aviso de la mujer, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Elche se personaron en su domicilio el pasado 5 de diciembre. La ciudadana había localizado en el sótano las tres piezas cerámicas de grandes dimensiones mientras limpiaba una casa que quería poner a la venta y pensó que podían tener valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas que pertenecían probablemente a la época romana.

El Seprona se puso en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad. Las piezas fueron trasladadas al museo, donde los especialistas realizarán una autenticación.

Un análisis preliminar realizado por expertos de la UA ha determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el museo de Santa Pola.

Transporte de aceite y salsas
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.

Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.

21 de diciembre de 2022

Hallan una cisterna romana con más de 2.000 años de antigüedad en Santa Pola

La cisterna de unos 15 metros de profundidad podría estar datada en el Alto Imperio Romano entre los siglos I y II, en el antiguo Portus Ilicitanus.
Los arqueólogos indican que podría tratarse de la balsa de una fábrica romana de salazones.

Las obras de derribo del antiguo edificio de la Cruz Roja en la zona de Viguetas en Santa Pola han sacado a la luz una cisterna romana debajo del aljibe que se iba a proteger.

La cisterna de unos 15 metros de profundidad podría estar datada en el Alto Imperio Romano entre los siglos I y II, en el antiguo Portus Ilicitanus. La Alcalde de Santa Pola, Loreto Serrano que ya ha adelantado que se van a “proteger y poner en valor el hallazgo”, que podría tratarse “según indican los arqueólogos de una balsa para una antigua cetaria o fábrica de salazones en la zona, por lo que seríamos la única ciudad con dos factorías en la misma zona”.

Por el momento, se va a realizar una protección de emergencia de la zona. La directora del Museo del Mar, María José Cerdà subraya que “ayer tuvimos la inspección del arqueólogo de la Generalitat, que nos ha dado instrucciones de cómo operar. Ahora, hay que conservar la estructura y la máxima seguridad para las personas. Después vallaremos la zona y la cerraremos, para que el año próximo pongamos en marcha una campaña de excavaciones para el conocimiento preciso del hallazgo y de la zona, y lo podamos poner en valor”.

Cerdà destaca que durante el derribo del edificio y la limpieza del aljibe superior “ayer mismo salió a la luz un mortero que llama la atención especial de los arqueólogos. Es un mortero típicamente romano utilizado en las construcciones hidráulicas. Recibimos la inspección del hallazgo arqueológico del arqueólogo inspector que se desplaza rápidamente a Santa Pola dada la importancia de la noticia. La visita confirma nuestros datos. Nos hallamos ante una cisterna romana que está actuando de base sobre la que se construye el aljibe de época moderna (finales del S. XVIII o principios del S. XIX).

Este hallazgo modifica la idea original de la intervención estableciendo, según las directrices dadas por la Conselleria, todos los pasos necesarios para la protección del Bien de Interés Cultural.

Por este motivo, se van a plantear unas medidas de conservación de urgencia del aljibe realizadas por expertos restauradores de bienes culturales y con la supervisión de la Dirección Territorial de Cultura. En esta intervención concretamente se va a realizar el tapiado de todas las aberturas para proteger la seguridad y también la conservación de los materiales del interior del aljibe, se va a realizar el rejuntado de la fábrica de mampostería con mortero bastardo de cal en las partes más dañadas, se va a realizar la limpieza y protección de la carpintería existente.

2 de diciembre de 2022

En la Roma de Lobos aflora una zona de procesado de púrpura, un conchero y un 'vertedero'

Durante quince días, y dentro de la séptima campaña arqueológica, el Cabildo de Fuerteventura y Museos de Tenerife profundiza en la huella del Imperio Romano en el yacimiento Lobos I. El consejero de Patrimonio Histórico espera que los fondos del taller romano de elaboración de púrpura regresen a Fuerteventura y se expongan en el Museo Arqueológico.
Los arqueólogos trabajan en el yacimiento Lobos I. Bajo las planchas metálicas, están tapados los seis recintos en forma de L y los seis concheros descubiertos en las seis campañas anteriores. / JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS

El Imperio Romano sigue asomando -y con toda la fuerza de una centuria de ocupación, entre casi la mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era- en el yacimiento arqueológico de la Isla de Lobos. Cuando se cumplen diez años de su descubrimiento casual en la playa de la Concha, el taller de producción de púrpura entra en su séptima campaña que se desarrolla durante quince días sobre 18 metros cuadrados donde han aflorado una zona de procesado de púrpura, con restos de combustión y manchas de color púrpura que son indicios de que se preparaba allí el tinte; un nuevo conchero; y una zona de detritus, o 'basurero', donde han aparecido restos de cetáceos, cerámica y metales (entre ellos, anzuelos).

Estas nuevas estructuras confirman que el yacimiento arqueológico Lobos I se extiende hacia el suroeste, algo que habrá que corrobar en sucesivas campañas que organizan el Cabildo de Fuerteventura con el organismo autónomo de Museos de Tenerife y que codirigen la cátedratica de la Universidad de La Laguna Carmina del Arco, la doctora Mercedes del Arco, e Isidoro Hernández por el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Durante esta séptima campaña arqueológica, trabaja en el taller romano de púrpura un equipo multidisciplinar formado por ocho arqueólogos (entre los que se encuentran los tres codirectores), una paleontóloga y cuatro operarios.

Por las planchas de metal y la valla se sabe dónde está el yacimiento de la factoría de tinte en la playa de la Concha. Bajo el techo, protegidos del sol, el viento y los curiosos, están las seis estructuras habitacionales en forma de L y los seis concheros (dos de ellos excavados) que afloraron en las seis campañas anteriores y que ocupan unos 480 metros cuadrados.

De estos seis receptáculos cuadrangulares aún se desconoce su utilidad exacta, aunque seguramente servirían para depositar las herramientas del taller de elaboración de la púrpura y para zonas de trabajo de procesado del tinte.

Brocha en mano para limpiar la arena de los restos que van a apareciendo, los arqueólogos trabajan esta mañana bajo el sol de Lobos en los 18 metros cuadrados -nueve metros de largo y dos metros de ancho- que centran la campaña actual y que se dividen en cuatro cuadrículas.

En la cuadrícula de la zona de procesado de la púrpura, Ramón Cebrián-Guimerá, doctor en Historia precisamente con la tesis sobre el trabajo de los operarios del taller de pesca y extracción en Lobos del tinte púrpura de Muricidae en época de la Roma Imperial, encuentra restos del molusco stramonita haemastoma -que en Fuerteventura se le llama canaílla- y la muestra a las cámaras. «Se aprecia el golpe que le dieron para extraer la glándula hipobranquial».

Como el molusco que enseña Ramón Cebrián-Guimerá, se han encontrado hasta ahora 184.507 ejemplares, lo que significa una capacidad de tintado de 26 kilos de lana. El proceso de elaboración del tinte comenzaba con la fracturación de la thais por la zona dorsal buscando la glándula hipobranquial que se aloja en la cavidad paleal. «Una vez fracturado el molusco, se extrae con un elemento metálico la glándula hipobranquial que se deposita en grandes ollas de plomo con otras sustancias alcalinas y agua salada».

Esta mezcla de glándulas hipobranquiales, sustancias alcalinas y agua de mar se macera durante una semana con calor tenue, como recoge la fuente textual más importante que es Plinio. Transcurridos los siete días, se empezaban a hacer las primera pruebas de tintado: « se sumergía el vellón de lana o de seda para comprobar si ya tenía el color adecuado«, detalla Cebrián-Guimerá.

Frente a la cuadrícula del doctor en Historia, asoman los vestigios de una nueva estructura muraria que puede ser que protegiera esta zona de trabajo del taller romano de tinte. «El objetivo de esta nueva campaña arqueológica es ampliar la división del Lobos I hacia el suroeste, es decir hasta dónde llega el yacimiento», afirma Isidoro Hernández Sánchez, codirector de la prospección y técnico conservador del Museo Arqueológico Fuerteventura.

Hernández Sánchez recuerda que el yacimiento de la factoría de púrpura de la Isla de Lobos es el yacimiento romano más al sur del Atlántico y que señala el límite del Imperio Romano. A lo que suma que es el yacimiento arqueológico más antiguo de Fuerteventura, datado entre la casi mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era, y que hay que mirar al yacimiento del poblado de Butihondo, en Jandía, para encontrar al segundo en antigüedad: siglo II y relativo a otra cultura muy distinta a la romana, la de los mahos.

Las cerámicas, los metales, los moluscos y los restos de fauna marina y terrestre encontrados en el yacimiento del taller romano de púrpura deben lucir en el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Es la demanda que el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Rayco León, hizo en las mismas excavaciones.

Ahora mismo, los fondos de las seis campañas (dos sondeos y cinco excavaciones) se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife, por lo León pide que regresen a Fuerteventura. A lo que añadió que el yacimiento «es uno de los lugares más importantes en la historia arqueológica de Fuerteventura y Canarias. Por eso reivindicamos la importancia de estas campañas continuadas, agradeciendo a la Universidad de La Laguna y Museos de Tenerife por la continuidad de las investigaciones. Serán una de las piezas más relevantes que formarán parte del Museo Arqueológico de Fuerteventura, institución que debe liderar el estudio e investigación en la isla».