google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Darío Bernal
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30 de octubre de 2024

La UCA inaugura la musealización de la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades

Se trata de un espacio de unos 140 m2 de planta, donde se puede visualizar una amplia estratigrafía de más de 4 m de altura y unos 100 m2 de superficie total del Testaccio haliéutico de Gades, la gran montaña que sirvió para el reciclado de los residuos urbanos (el gran vertedero de la ciudad romana). Es el primer museo arqueológico universitario en España

La Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades, situada en el sótano del Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, ha abierto sus puertas esta tarde tras un completo proceso de investigación, análisis y puesta en valor realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz desde el año 2016. El rector de la UCA, Casimiro Mantell, junto a la vicerrectora de Emprendimiento y Empleabilidad, Carmen Camelo, y el catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía, Darío Bernal (encargado de la dirección de los trabajos de musealización), han presidido un acto que pone el acento en la permanente labor de estudio, protección y divulgación del patrimonio impulsada desde la institución universitaria gaditana.

La musealización de la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades es un proyecto, iniciado en 2016, por investigadores de la Universidad de Cádiz con la colaboración de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía para, de este modo, crear un nuevo espacio museístico en el casco histórico de Cádiz, situado en la planta sótano del edificio Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, junto a la playa de la Caleta. Sería, como ha resaltado el rector, el primer museo arqueológico en una universidad en España de estas características.

Casimiro Mantell ha explicado que su objetivo es poner en valor unos restos arqueológicos que se encontraron cuando se rehabilitó el edificio y que la Universidad ha trabajado para que fuera una realidad. El siguiente paso será la licitación para que empresas turísticas puedan gestionarlo, abrirlo al público para que los puedan visitar dentro de una ruta turística. “Es muy llamativo porque es un vertedero romano que la gran virtud que tiene es que puedes estudiar por distintas alturas el paso del tiempo por la historia de la ciudad”, ha detallado. Por último, ha agradecido al Museo de Cádiz la cesión de varias piezas únicas, que se van a poder conocer y descubrir in situ en la cripta.

Se trata de un espacio de unos 140 m2 de planta, donde se puede visualizar una amplia estratigrafía de más de 4 m de altura y unos 100 m2 de superficie total del Testaccio haliéutico de Gades, la gran montaña que sirvió entre época de los Cornelios Balbos y Nerón para el reciclado de los residuos urbanos (el gran vertedero de la ciudad romana). Además, el discurso museográfico está reforzado por una selección de materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones que se encontraban depositados en el Museo de Cádiz, y por recursos museográficos orientados a profundizar en tres aspectos fundamentales de la Historia Antigua de Gades: el comercio marítimo a través de las ánforas, la explotación de recursos marinos (pesca, garum y salazones de pescado) y el descubrimiento del Testaccio haliéutico como parte de la topografía del Cádiz romano. 

La cripta arqueológica del Testaccio de Gades no sólo cuenta la historia del gran vertedero público de la ciudad romana de Gades sino que, a través de ella, el visitante se adentra en conocer las principales características de la economía de dicha ciudad, tomando especial atención el llamado ciclo haliéutico que viene a significar el análisis de las industrias conserveras que procesaron y comercializaron la riqueza piscícola de este territorio.

El Testaccio haliéutico de Gades se data en el año 50 antes de Cristo y se cree que perdura hasta medio siglo después, cuando se construirá lo que sería ahora el barrio del Balón en Cádiz. Era una zona al borde de las orillas de las dos penínsulas separadas por un estrecho o lo que también se llama canal Bahía- Caleta. En este espacio singular, alejado de la urbe, se ubicaba el vertedero o gran montaña de residuos, donde se quemaban los restos de atunes y demás basuras, junto a artesanos de producción de púrpura (conchas, cañaíllas), factorías de salazones, tintorerías, comercio de ánforas e industria auxiliar portuaria.

Desde 2016 hasta ahora, los investigadores de la UCA, liderados por el profesor Bernal, han realizado excavaciones arqueológicas y su investigación y posterior publicación de resultados en foros nacionales e internacionales por el grupo HUM-440 de la UCA. Supone “más de 3.000 días trabajando aquí… han pasado ocho años y tres meses” lo que ha propiciado que se cumpla “el ciclo integral del patrimonio histórico”. Entre ellos, Darío Bernal ha destacado la publicación de dos libros y más de 20 artículos científicos con la participación de más de 50 investigadores de diferentes disciplinas (geólogos, físicos, químicos, arqueólogos, restauradores e historiadores…), de los que el 70% pertenecen a la Universidad de Cádiz.

En paralelo, se ha ido preparando el espacio específico para musealizarlo con el objetivo de hacerlo visitable para, una vez abierto, sumarlo a los activos culturales de Cádiz. En este sentido, se ha optado por un desarrollo de contenidos museográficos en línea con los museos existentes en la ciudad. En la actualidad, se está preparando licitación pública para que las visitas puedan ser gestionadas por una empresa. A finales de noviembre se tiene previsto unas jornadas de puertas abiertas de visitas guiadas concertadas para la comunidad UCA y para público en general.

El acto ha contado con la presencia de los vicerrectores de Investigación y Transferencia, Mª Jesús Ortega, y de Títulos y Calidad, Manuel Arcila, de las concejalas de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz, Maite González y Beatriz Gandullo, respectivamente, así como el delegado de la Zona Franca, Francisco González, y la directora del Museo de Cádiz, Laura Esparragosa.

1 de marzo de 2023

Las excavaciones en Iulia Traducta descubren ánforas y bicheros romanos

Los trabajos se han centrado en la documentación de los accesos a la factoría de salazón, que no se habían descubierto hasta ahora, y en la excavación de una sala de trabajo de grandes dimensiones situada a la entrada. El equipo de trabajo compuesto por arqueólogos del Ayuntamiento de Algeciras y la Universidad de Cádiz ha documentado también otra fábrica completa de medianas dimensiones.
Imagen de la excavación en la calle San Nicolás. EUROPA SUR

Las excavaciones arqueológicas realizadas en el barrio conservero de Iulia Traducta, en Algeciras, durante el verano de 2022 han permitido encontrar, entre otros elementos, tapas de ánforas y un bichero tardorromano.

Los trabajos se han centrado en la documentación de los accesos a la factoría, que no se habían descubierto hasta ahora, y en la excavación de una sala de trabajo de grandes dimensiones situada a la entrada. El equipo de trabajo compuesto por arqueólogos del Ayuntamiento de Algeciras y la Universidad de Cádiz ha documentado también otra fábrica completa de medianas dimensiones.

En el enclave han localizado un centenar de tapaderas de ánforas apiladas en el suelo, en un espacio interpretado como el hueco de una escalera. El equipo ha identificado también restos de “garum”, la conocida salsa de pescado, en el fondo de una pileta. Éste ha sido rescatado para poder analizarlo en el laboratorio e identificar su composición. Otra de las novedades ha sido la documentación del primer bichero tardorromano hallado en su contexto original en el Mediterráneo. Una pieza con la que pescados como el atún serían arrastrados a la playa.

Los resultados fueron presentados en la sexta Jornada de Prehistoria y Arqueología del Campo de Gibraltar celebrada en el Palacio de Congresos de La Línea. En la sesión, el equipo de investigación dirigido por el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino, y el catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz, el Dr. Darío Bernal, expusieron cómo en esta campaña se ha podido documentar la planta completa de una gran fábrica dedicada a la producción de conservas cárnicas y de pescado.

El arqueólogo municipal también disertó, junto a Carlos Gómez de Avellanada, sobre una estela funeraria de época nazarí hallada en el valle del Guadiaro. Es la primera de estas piezas que se identifica en ámbito rural y procede de un taller alfarero algecireño donde se han encontrado varias con el mismo diseño.
(Fuente: Europa Sur)

27 de enero de 2023

Investigadores de cinco países se citan en Cádiz para potenciar la arqueología subacuática

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia
El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar.

El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar, un programa europeo Erasmus Plus concebido con el objetivo de potenciar la arqueología subacuática y contribuir al desarrollo de un turismo sostenible y creativo.

Durante la jornada, que se está desarrollando en el edificio Constitución 1812 de la Universidad de Cádiz, los socios de U-mar han expuesto las diferentes herramientas en las que están trabajando en el proyecto y han presentado el documento final que define la formación destinada que se llevará a cabo en cada país.

Según ha informado la UCA en una nota, el objetivo final es suplir la falta de un enfoque unificado en Europa sobre esta materia y la baja especialización de los operadores culturales y turísticos a la hora de crear itinerarios arqueológicos debajo del mar. El coordinador General del CEI·MAR, Darío Bernal, ha dado la bienvenida a los socios del proyecto U-Mar a Cádiz, recordándoles que fue «una de las más importantes y antiguas ciudades fenicias del Mediterráneo».

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia, e-learning, que ofrecerá un curso de formación especializada para investigadores, operadores turísticos y público en general que estén interesados en el patrimonio arqueológico.

Esta plataforma ofrecerá temas como técnicas de documentación e importancia de la protección del patrimonio cultural subacuático; análisis e intercambio de información sobre buena prácticas; interpretación, comunicación y difusión del patrimonio subacuático; impacto de las actividades turísticas en el medio marino; creación de itinerarios culturales subacuáticos; transición digital de las actividades culturales; legislación para la protección de estos bienes y musealización, turismo y buceo recreativo.

Según la UCA, los socios de Croacia del proyecto han liderado la recopilación del material didáctico para adaptarlo a este curso de formación innovador sobre yacimientos arqueológicos subacuáticos para operadores culturales, mientras que los socios de Italia han elaborado una propuesta para partir de un enfoque común en la puesta en marcha de centros de interpretación y aprendizaje.

La jornada incluye una visita al yacimiento arqueológico Gadir en el CTE El Olivillo, al Museo de Cádiz y a la exposición 'Arqueología Azul en Trafalgar. De la investigación al turismo sostenible', impulsada por investigadores de la UCA junto al Museo de Cádiz y la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, que se exhibe en dicho museo hasta finales de febrero.

26 de enero de 2022

Aparecen dos nuevos edificios junto al balneario romano del Cabo de Trafalgar (Cádiz)

Una de las estructuras excavadas junto al conjunto termal cuenta con piletas vinculadas, una habitación para despiece de pescado y una gran mesa de 8 metros, única en toda la península. Junto a la domus romana en Cabo Trafalgar han localizado 13 piletas de salazones, convirtiéndola en una de las más importantes del litoral andaluz

Los excepcionales hallazgos arqueológicos desarrollados en Cabo Trafalgar y Caños de Meca y cuyos avances se presentaron este lunes no dejan de sorprender. La entidad de la villa romana ubicada justo en el cabo triplica la extensión a raíz de la campaña de excavación realizada en los últimos meses, y presenta, además, un excelente estado de conservación, mientras que las excavaciones en torno al balneario romano en la playa de los Caños han dejado al descubierto otros dos edificios romanos vinculados a la industria pesquera-conservera.

Así lo explica Darío Bernal, el catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz que lidera este proyecto, y que confirma la "tremenda dimensión que han adquirido estos trabajos, que han multiplicado exponencialmente la riqueza arqueológica del Cabo de Trafalgar".

Junto a la villa romana han aparecido concretamente 13 piletas de salazones romanas descubiertas hasta la fecha, las cuales presentan sus alzados completos (entre 1,5 y 2 metros de profundidad de media), con remates de coronación íntegros, totalmente revestidos de hormigón hidráulico (opus signinum). Estos nuevos hallazgos convierten a la villa romana del Cabo Trafalgar en una de las más importantes de todo el litoral andaluz, y la única conocida en toda la antigua provincia romana de la Baetica en la cual conviven las actividades de acuicultura y de producción de garum y salazones de pescado.

Respecto a las labores en el balneum romano -que presenta una conservación excepcional y que se localizó en mayo- han permitido verificar que la extensión de los hallazgos es notable, ocupando una superficie de más de media hectárea (150 x 50 metros). En este entorno dunar junto al complejo termal se han descubierto, puntualiza Bernal, otros dos edificios romanos totalmente desconocidos previamente, "y todavía queda más por excavar pues estamos seguros de que quedan más estructuras, de modo que podría tratarse de una aglomeración secundaria".

El primero de ellos tiene una superficie de unos 150 metros cuadrados, se relaciona con la industria pesquero-conservera, y está dotado de tres ambientes: un pasillo en forma de L al aire libre; una zona con 3 piletas de salazones; y una habitación para la limpieza y despiece del pescado, dotado de una gran mesa longitudinal, de unos 8 m de longitud con forrado superior de sillería, que es muy similar a la conocida de las fábricas de Cotta en la Mauretania Tingitana (entorno del actual Tánger), y única en su género en toda la península ibérica.

Además, también se ha documentado la puerta y una escalera de acceso a un segundo edificio, que será excavado en el futuro, y cuyos paramentos presentan dos metros aproximadamente de alzado conservado. También han arrancado otros trabajos en torno a la necrópolis megalítica de la Edad del Bronce para tratar de verificar la existencia de otras sepulturas prehistóricas.

Los estudios de campo se han acompañado de perforaciones geoarqueológicas encaminadas a la reconstrucción del paleopaisaje y a determinar la paleotopografía del tómbolo del Cabo Trafalgar, así como a la reconstrucción de las lagunas costeras (lagoons) que en su momento rodearon al yacimiento, y cuyos recursos también fueron aprovechados en la Antigüedad. Asimismo, se han realizado prospecciones geofísicas encaminadas a la detección de potenciales restos arqueológicos bajo el manto dunar de génesis eólica que cubre toda la zona objeto de estudio.

Estos trabajos se han ejecutado en base a dos contratos menores financiados por la Delegación de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, por un total de unos 27.000 euros. Una inversión que, tal y como explicó la Delegada Territorial en Cádiz, Mercedes Colombo, permitirá acometer la primera fase prevista en los trabajos de puesta en valor, consistentes en el estudio arqueológico y arqueométrico de los hallazgos de las primeras campañas de excavación y en un programa de sondeos arqueológicos mecánicos y manuales destinados a la definición en detalle del área de dispersión de hallazgos en las diversas zonas del yacimiento.

Uno de los puntos más interesantes de estos trabajos es la futura musealización de los abundantes hallazgos, que se dividirán por una parte en el área de las termas romanas y edificios de salazones de la playa y, por otra, en la villa romana ubicada en el Cabo de Trafalgar, que se completarán a su vez con la tumba megalítica localizada en el camino al cabo, "y que formarán parte de una ruta que permitirá contemplar estos tres hitos", explica Bernal. Además, "también tenemos previsto realizar una exposición de estos hallazgos".

El Catedrático de la UCA afirma que los investigadores del proyecto están "muy contentos" no sólo por la dimensión de estos trabajos, sino porque "las perspectivas de musealización son muy notables, pues los hallazgos se entienden". De hecho, es tan amplia el área con restos de edificios en buen estado de conservación localizados en los Caños, "que habrá que seleccionar qué musealizar, pues el cordón dunar cuenta con más estructuras".

En las próximas semanas se ultimarán los trabajos de campo, que se han desarrollado en el marco del proyecto Arqueostra, tras lo cual se darán a conocer de manera detallada los resultados científicos de estas investigaciones interdisciplinares, ejecutadas por la Universidad de Cádiz y por otras instituciones colaboradoras (Universidad de Estrasburgo y Centre National de la Recherche Scientifique; y la universidad alemana de Marburgo).

Asimismo, a lo largo de 2022 se emprenderán otras actuaciones de investigación, conservación, puesta en valor y transferencia, con el objetivo final de que a medio plazo este importante y multi-secuenciado yacimiento gaditano pueda ser disfrutado por la ciudadanía, y convertirse en seña de identidad patrimonial de estos paradisíacos paisajes costeros gaditanos, a los cuales se les une a partir de ahora la variable patrimonial.

Junto a Darío Bernal-Casasola, dirige el proyecto José Juan Díaz Rodríguez, profesor ayudante doctor, ambos del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz, con la colaboración de más de 10 investigadores del Grupo de Investigación HUM-440. Cuenta con la autorización del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, a través de la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Cádiz.


Se confirma la continuidad ocupacional

En relación al estudio de los hallazgos arqueológicos, se puede avanzar que el estudio en curso de desarrollo verifica la continuidad ocupacional en el yacimiento romano entre época de Augusto y finales del siglo IV o inicios del siglo V d.C. Estas novedades han permitido cubrir un vacío histórico de más de 300 años existente con antelación, ya que se planteaba que la villa romana se había abandonado en momentos avanzados del siglo I d.C., situación que es posible entender actualmente pues la ocupación humana se trasladó a la playa de los Caños de Meca, donde las posibles cetariae e instalaciones anexas, como el balneum documentado, estuvieron en funcionamiento hasta poco antes del paso de los vándalos con Genserico por el estrecho de Gibraltar (año 429 de la era). 

También se han realizado los primeros análisis arqueozoológicos de la fauna terrestre y marina, destacando la localización de un gran conchero de época julio-claudia, donde los muryleguli (mariscadores romanos) desecharon los restos de sus capturas, especialmente burgaillos (Phorcus lineatus). Además, se han recuperado restos de ostras (Ostrea edulis) y de mejillones (Mytilus galloprovincialis), posiblemente algunas de las especies que fueron objeto de cría y engorde en los viveros romanos de la villa. Y en lo que respecta a la necrópolis prehistórica, en estos últimos meses se ha comenzado el estudio de laboratorio tanto de los restos óseos de los ocho individuos documentados (análisis paleopatológicos, dataciones absolutas por radiocarbono, ADN antiguo, …) como del ajuar recuperado.

31 de mayo de 2021

Descubren una nueva factoría de salazones, una taberna y otro edificio en Baelo Claudia

La fábrica está dispuesta en dos áreas, tiene ocho piletas en muy buen estado de conservación y era la tercera más importante de todo el conjunto arqueológico. Se trata de las excavaciones en extensión más relevantes de los últimos 20 años y abarca unos 500 metros cuadrados

Baelo Claudia puede presumir de ser la ciudad romana mejor conocida del mundo y de los grandes emporios de la explotación de productos del mar. Tanto, que ha aparecido otra nueva factoría de salazones, la tercera más importante de las diez que exhibe el yacimiento, además de una taberna y un tercer edificio cuya funcionalidad está aún por determinar.

Así lo confirma el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, que dirige estos trabajos junto a los subdirectores de la excavación Juan José Díaz, José Ángel Expósito y Macarena Lara. Detalla, de este modo, que la factoría que estuvo en funcionamiento 700 años (del II.a.C al Vd.C.) contaba con dos áreas, "una de saladeros y otra con ocho piletas que presentan muy buen estado de conservación, además de una plataforma de trabajo construida delante del edificio pavimentada en opus signinum". Sería una "de las 37 que estimamos que deber haber", relata, "lo que explica la importancia de la explotación de los recursos del mar en la ciudad romana".

Precisamente Baelo "es la ciudad romana de la que más y mejor conocemos de todo el mundo en cuanto a cómo funcionaban las fábricas conserveras y la explotación de recursos marinos".

Junto a la factoría han aparecido dos nuevos edificios, uno de ellos es una taberna orientada hacia una de las calles "y que se abandona muy pronto, en el siglo I.d.C., que es cuando se dedica a zona de vertederos de los edificios de alrededor". También han localizado algunos depósitos relacionados con la explotación de recursos como son ericeros.

Por último, el tercer edificio se ha excavado hasta el coronamiento superior de la estructura, aunque los trabajos continuarán en las tres semanas próximas, en las que se procederá "a limitar la compartimentación interior y luego a determinar la funcionalidad del edificio, para saber si era una fábrica de salazón o una casa".

Esta actividad arqueológica puntual que lleva a cabo el grupo de Investigación HUM-440 del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz comenzó el pasado verano pero aún no habían trascendido los resultados. Se lleva a cabo gracias a la financiación de los proyectos de investigación Garum III, del Gobierno, y otro de la Junta de Andalucía, Arqueofish.

En el proyecto participan actualmente 26 personas entre profesores, investigadores, doctorandos, etc., aparte de unos 10 o 12 especialistas de diversas universidades españolas. Asimismo, hay tres alumnas de la Delegación de la Universidad Europea EU, procedentes de Malta y Polonia.

La mayor excavación en extensión en 20 años

La excavación, que cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, se está llevando a cabo en la zona sureste del barrio meridional, la que los arqueólogos conocen como la cetárea 15. "Se trata de la excavación en extensión más grande realizada de los últimos 20 años, un área de unos 500 metros cuadrados cuya idea es preparar para un proyecto general de investigación a desarrollar en los próximos años, con el fin de investigar la funcionalidad urbanística y arquitectónica de la ciudad".
Exposición sobre los secretos del Garum

La trascendencia de la actividad pesquero conservera de la ciudad puede comprobarse en el propio circuito por la cuidad romana, pero antes de conocerla in situ viene bien la visita a la exposición Baelo Claudia y los secretos del Garum, que se exhibe en el edificio del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia. Una muestra impulsada por científicos de la Universidad de Cádiz con el apoyo de la Junta de Andalucía, donde se cuenta y recrea la vida milenaria de las almadrabas del Estrecho, de sus recursos marinos, de la industria pesquero-conservera y de la elaboración de la salsa Garum.

La exposición recoge los resultados de más de una década de investigaciones interdisciplinares entre arqueólogos y tecnólogos de los alimentos para la recuperación de la famosa salsa Garum. Sus comisarios son el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, el profesor titular de Tecnología de los Alimentos de la UCA, Víctor Palacios, el profesor ayudante doctor de Arqueología, José J. Díaz, y José Ángel Expósito Álvarez, del área de Difusión del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia.

28 de abril de 2020

Identifican en Cádiz los restos de un puerto fenicio-púnico y romano

Los trabajos de los expertos de la UCA se han centrado en la playa de La Caleta. Tenía al menos 200 metros de ancho hacia el oeste, y la profundidad del agua disponible era de 20 metros
Recreación del puerto fenicio-punico en el antiguo archipiélago de Cádiz. FOTO: EP
Expertos de la Universidad de Cádiz han podido identificar en diversos trabajos arqueológicos realizados en el edificio de Valcárcel, frente a la playa de La Caleta, los restos de un puerto fenicio-púnico y romano. El hallazgo, publicado en la revista Journal of Maritime Archaelogy, muestra, gracias a abundantes restos cerámicos y arqueobotánicos, que esta zona era una refugio semiprotegido.

La investigación ha sido coordinada por el catedrático del área de Arqueología de la Universidad de Cádiz, Darío Bernal-Casasola, y los investigadores José J. Díaz y Macarena Lara, del departamento de Historia, Geografía y Filosofía. El acceso al puerto, según esta investigación, tenía al menos 200 metros de ancho hacia el oeste, y la profundidad del agua disponible era de 20 metros, lo que no representaba ningún límite para el calado de los barcos de la época.

GRAN CALADO
“La notable profundidad del puerto prerromano y romano, que supera ampliamente los calados de los mayores barcos que navegaban en la antigüedad, podría haber sido un problema para el fondeo (o anclaje), por lo que creemos que se podrían haber utilizado métodos alternativos para asegurar los barcos como el amarre, el atraque y la varada”, detallan los investigadores en la publicación.

Además, el relleno de este puerto, especialmente entre 20 y 40 metros, representa un archivo sedimentario de gran importancia para rastrear los primeros pasos de Cádiz desde su origen hasta el primer milenio de nuestra era. La abundancia de artefactos y biofactos muestra que este paleocanal fue un espacio “excepcional” que registró la historia de Cádiz.

FRAGMENTOS CERÁMICOS

De hecho, se han identificado más de un centenar de fragmentos cerámicos correspondientes al período en que el canal estuvo activo y fue utilizado como puerto para actividades marítimas y comerciales, una franja temporal que abarca desde “la colonización fenicia arcaica y los primeros períodos imperiales romanos”.

Estos estudios fueron realizados en el contexto del proyecto arqueológico previo a la conversión de este edificio, que lleva cerrado varios años tras frustrarse su transformación en hotel, en la futura Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Cádiz.

Según este comunicado, “no existe obstáculo arqueológico para la realización del proyecto” de la nueva facultad. Los trabajos desarrollados en Valcárcel plantean otras dudas y son el punto de partida para futuros estudios que analicen, por ejemplo, la ausencia de depósitos fluviales en esta zona.

ESTUDIO
De hecho, se está llevando a cabo un estudio geoarqueológico detallado con el fin de obtener una cronología de los depósitos existentes y reconstruir las modificaciones paleogeomorfológicas (movilidad costera), pero también los cambios climáticos y los fenómenos extremos (tormentas, tsunamis, etc.) que se han dado en esta zona.

La combinación de todos estos análisis proporcionará un nuevo conjunto de datos para reconstruir el origen de la sedimentación del canal teniendo en cuenta los factores humanos y naturales que afectan a este paisaje costero. Estos estudios serán realizados por especialistas de las universidades de Estrasburgo y Cádiz, junto con la colaboración de otras instituciones.

31 de julio de 2019

Los arqueólogos actualizan con drones la planimetría de Baelo Claudia

El Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz, con el apoyo de CEI·Mar y Ministerio, realizan ortofotografías de gran precisión de las plantas de las fábricas y modelos digitales del terreno
Un dron capta imágenes a baja altura de las factorías de salazones de Baelo Claudia. FOTO: DIARIO DE CÁDIZ
Los profesores del área de Arqueología de la Universidad de Cádiz José Juan Díaz y Darío Bernal, con la ayuda de los investigadores José A. Expósito y José L. Portillo,han estado trabajando con drones en el yacimiento arqueológico de Baelo Claudia durante los últimos meses con el fin de actualizar la planimetría del barrio meridional, donde se sitúan las fábricas de salazón que dieron fama a esta ciudad hispanorromana.

Se han desarrollado vuelos a baja altitud de cada uno de estos inmuebles que han permitido, tras el uso de un software especializado en el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (LABAP), la generación de ortofotografías de precisión con una resolución de 0,3 cm / píxel. Con ellas, se están redibujando de forma digital las plantas de estas fábricas, obteniendo un nivel de precisión y exactitud mucho mayor que el obtenido con la metodología tradicional de dibujo arqueológico. Además, se han generado modelos digitales del terreno (MDT) que permiten determinar la volumetría de los edificios, favoreciendo el conocimiento exacto de las capacidades de producción de cada una de las balsas, donde se elaboraron los alimentos de origen piscícolas.

Estos trabajos se enmarcan dentro del proyecto SACEIMAR (CEIJ-C04.2 de la I Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Jóvenes Investigadores del Campus de Excelencia Internacional del Mar CEI·Mar) y del proyecto GARUM II (HAR2016-78691-P del Plan Estatal de I+D+i del Gobierno de España / FEDER); y tienen su continuidad en la ampliación de estos trabajos en los próximos meses a otros yacimientos salazoneros en el litoral andaluz, el norte de Marruecos, el Algarve portugués y la isla de Sicilia.

(Fuente: Diario de Cádiz)

15 de octubre de 2015

Documentan dos nuevas factorías de salazón y restos de pescado de época romana en Baelo Claudia (Cádiz)

Con éstas ya son ocho las factorías documentadas en el yacimiento gaditano que además han servido para documentar las primeras evidencias en España de carne de atún en salazón en época romana. Por su parte, la delegada territorial de la Junta de Andalucía en Cádiz afirma que a medio plazo se intentarán recuperar el garum y las salsas de pescado realizadas en Baelo para su comercialización.
Imagen de una de las nuevas fábricas de salazón descubiertas en Baelo Claudia. FOTO: ERASMO FENOY.
 La aventura de soñar a veces puede soltar sus alas para convertirse en realidad. Cuántas veces los más y menos jóvenes han intentado descifrar en sus cabezas el sabor y los componentes exactos de ese famoso garum que hacían los romanos. En la provincia de Cádiz y especialmente en el Campo de Gibraltar, con Baelo Claudia y Carteia como referentes, el interés por conocer esa salsa ha sido una constante, especialmente impulsado de forma didáctica a través de esas visitas a los enclaves arqueológicos, tan cercanos a la ciudadanía.

PRIMERAS PILETAS DE SALAZÓN DOCUMENTADAS
Hoy se puede decir que es la primera vez que se documentan en piletas de salazón restos de las conservas que se realizaban en época romana en Baelo Claudia (Bolonia). Esto responde a una ardua investigación por entender esos ingredientes y posibilitar, en un futuro cercano, la reintroducción de estas salsas romanas en la dieta cotidiana y comercializar un producto perdido de la gastronomía tradicional. Recordar que el garum es el resultado del filtrado del macerado de restos de pescados tras tres semanas con una serie de ingredientes.


La delegada territorial de Cultura, Remedios Palma definió a Baelo como "un referente como laboratorio de investigación a nivel internacional en lo que arqueología romana se refiere", calificando de "excepcional" el hallazgo. "El objetivo final del proyecto es determinar esos ingredientes, esas antiguas conservas para poder a medio plazo reproducirlas y para ello están en contacto con los químicos del área Tecnológica Alimentaria de la UCA. Se trata de comercializar un producto que al final nos va a aportar también riqueza", expuso la delegada.

OCHO FÁBRICAS EN EL CONJUNTO DE BOLONIA
El director del proyecto y 
profesor de la Universidad de Cádiz (UCA), Darío Bernal, explicó que los depósitos hallados, aunque se haya oído hablar mucho del garum y el atún en salazón, si se mira la bibliografía "son totalmente excepcionales porque en ámbito Atlántico y Mediterráneo no hay prácticamente ningún hallazgo arqueológico similar a esto porque hasta hace muy poco tiempo no se le ha prestado la suficiente atención al registro orgánico". Hay que sumar a estas novedades la localización de dos nuevas fábricas de salazón -cercanas a la playa-, que suman ya ocho en el conjunto de Bolonia.

Sobre los restos de conservados registrados en las piletas, Bernal avanzó que se ha permitido documentar que en las mismas fábricas al mismo tiempo se hacían productos diferentes. En la defensa del hallazgo expuso también que en ámbito del Mediterráneo hay aproximadamente diez yacimientos que tienen información parecida a la de Baelo. Y, por relevancia, hay que resaltar los restos del pudridero localizado, ya que en el mundo antiguo se conocen hoy en día cuatro, tres de ellos están en el ámbito del Estrecho de Gibraltar.

Desde el punto de vista cronológico todos los datos obtenidos prácticamente se corresponden con el momento de abandono de estas fábricas de salazón -siglo V d. C.-. El equipo de investigación está formado por 25 personas, que trabajan desde hace cuatro años a nivel interinstitucional, tanto por profesionales de la UCA como de Baelo Claudia.

La primera de las fábricas de salazón halladas está muy cerca de la Puerta de Carteia. Hay siete piletas de salazón documentadas, pero sólo dos excavadas. Al fondo hay restos piscícolas sepultados por vertido y arena. Destacó Bernal lo difícil de encontrar esta estructura "inalterada de la época".

CERTIFICAR EL ADN ANTIGUO DEL ATÚN
Los residuos hallados en las piletas se rasgaron y químicos han trabajado en la investigación de los productos utilizados. Destacó Bernal las muestras tomadas de huellas de atún para certificar el ADN antiguo, siendo para él "una de las singularidades".

Los depósitos piscícolas son de dos tipos, por un lado los llamados restos de limpieza, quedando adheridos a las paredes de las piletas; y por otro lado hay depósitos que se abandonaron llenos y como ejemplo en uno se ha descubierto que se realizó una salazón de sardinas y boquerones, a la que añadieron erizos de mar y crustáceos. "Cuando se compara con los datos que daban los autores antiguos te das cuenta que no es exactamente lo mismo".

Aprovechó el director del proyecto para explicar el método en el que han estudiado estas piletas, que aunque se han excavado muchas en la Península y Marruecos, muy pocas de manera interdisciplinar y utilizando los métodos y técnicas más punteros que existen hoy en día en arqueología. En concreto se ha excavado de forma microespacial, han trabajado arqueozoólogos para investigar las especies, biólogos especializados en la clasificación y se han hecho estudios de carácter arqueométrico.

10 CENTÍMETROS DE PRODUCTO COMPACTADO
Por otro lado, en la segunda fábrica hallada una de las piletas poseía en la parte de abajo una capa de 10 centímetros con el producto compactado en miles de huesos, tras desaparecer el material orgánico. Este hallazgo permite determinar las especies, tallas y para qué se estaba realizando. Bernal destacó lo interesante de esta pileta en concreto porque se ha podido determinar que estaban haciendo garum con aligotes, una conserva nueva, totalmente desconocida, en la cual tienen el residuo sólido. En otra pileta se ha localizado manchas negras, resultado de la degradación de la carne del atún, así como restos de la piel de los atunes.


Bernal no dudó en defender que estos "hallazgos son totalmente excepcionales, no hay prácticamente en el mundo antiguo datos sobre la carne de atún en salazón. Esto es lo que los romanos llamaban Salsamenta. Era uno de los productos fundamentales del Imperio Romano. Se conoce por las ánforas pero lo que no se conserva bien es la materia orgánica". En este sentido se ha logrado documentar las primeras evidencias en España de carne de atún en salazón en época romana.

RESTOS DE UN PUDRIDERO DE ATUNES
Pero ahí tampoco acaban los hallazgos en Baelo. El director del proyecto destacó que se ha encontrado restos de un pudridero de atunes. Estos elementos han sido estudiados de manera individualizada. "Este hallazgo también es de sumo interés porque es un depósito excepcional para saber cómo se hacía el ronqueo en la antigüedad, el tamaño y los resultados de ADN antiguo que es la primera vez que se hacen en la provincia". Además, a ello se añade los restos de instrumental de pesca, anzuelos de bronce o lanzaderas para la reparación de las redes.

Sobre el futuro, especificó Bernal, que planea en 2016 continuar la campaña de investigación para profundizar y realizar análisis de caracterización arqueométrica con los analistas de otras disciplinas, seguir estudiando los orígenes del ronqueo y con los ingenieros químicos reproducir todos esos ingredientes. En un par de años se intentará recuperar el garum y las salsas de pescado realizadas en Baelo que tan importante fueron en época romana y que nuestra sociedad por la presencia islámica en época medieval perdió.

30 de septiembre de 2013

Descubren un segundo conjunto termal y un "suburbio" en Baelo Claudia (Cádiz)

Una escultura descubierta en 2012 se considera una copia del 'Doríforo' de Policleto, obra única en España en época romana. Se constata que la ciudad fue víctima de dos terremotos.
El conjunto arqueológico de Baelo Claudia, en Bolonia (Tarifa), está más vivo que nunca. Unas termas marítimas de mayor dimensión que las ya conocidas, ubicadas a su vez en un suburbium -aglomeración urbana anexa a la ciudad- hasta ahora desconocida; una escultura -ya anunciada- que ahora consideran que se trata de una copia del Doríforo de Policleto; un previsible cuarto acueducto de abastecimiento y hasta la constatación de que la ciudad fue víctima de dos terremotos, fueron la lista de hallazgos que ha hecho públicos la delegación territorial de Cultura.

La perseverancia unida al esfuerzo de los trabajos de investigación sobre el terreno han permitido resurgir estructuras así como interpretar mejor la forma de vida en la época romana en esta localización de la provincia. El trabajo lo lidera el profesor titular de Arqueología de la Universidad de Cádiz (UCA) y director de la excavación, Darío Bernal, en el marco de un proyecto general de investigación que desarrolla la UCA, autorizado por la consejería de Educación y Cultura de la Junta en colaboración con los técnicos de Baelo Claudia, dirigido por Ángel Muñoz. en la zona industrial de la ciudad.

Las piezas más importantes de la Hispania romana
El objetivo era determinar la funcionalidad de algunos edificios y se aplicaron técnicas novedosas de la arqueología internacional, como las prospecciones geofísicas -con una empresa alemana- para tratar de saber qué hay en el subsuelo sin necesidad de excavar. El proyecto ha dado grandes resultados para el conocimiento de Baelo y de la arquitectura romana en Andalucía. "Hay piezas que tienen una singularidad que sobrepasa la importancia de la propia ciudad de Tarifa o incluso de Andalucía, son piezas de las más importantes que han aparecido en la España romana", contextualizó Bernal.

Ofreció los detalles del hallazgo ante los medios de comunicación en Algeciras, en una rueda de prensa junto a Muñoz; la delegada territorial de Cultura, Cristina Saucedo; y el subdelegado del Gobierno de la Junta en el Campo de Gibraltar, -Ángel Gavino, que aprovechó para destacar que más de 4.500 personas han visitado Baelo Claudia este verano, sumado a las 1.500 visitas unidas al ciclo de Teatro Romano.

Segundo complejo balneario de la ciudad
El profesor de la UCA explicó que las investigaciones han permitido verificar, tras excavar más de tres metros sobre la superficie, la existencia de un suburbium "de más de una hectárea de extensión que se desconocía". En su interior se ha descubierto a su vez otro edificio, de cara a la playa y calificado como termas marítimas. Constituyen el segundo complejo balneario de la ciudad, pero más grande y de mayor importancia. Estuvo activo durante prácticamente 350 años -del siglo II al V-.

Se han excavado, además, cinco habitaciones con diferente funcionalidad. Las termas en el siglo II estaban decoradas con un programa ornamental de arquitectura, molduras, cornisas y esculturas al más alto nivel que podía aspirar una ciudad romana en la Península Ibérica. "Es muy importante porque denota que esta pequeña ciudad se dedicaba a la salazón de pescado pero también pudo gozar de edificios de bastante prestigio y renombre", destacó Bernal.

Mosaico de carácter marino
Un mosaico de carácter marino también ha sido descubierto en parte, de más de cuatro metros cuadrados. Se han encontrado a su vez restos de las antiguas instalaciones portuarias, concretamente de un posible embarcadero; y ha analizado la gran cantidad de agua para uso cotidiano que requerían las termas, lo cual verifica que debió existir un cuarto acueducto, añadiéndose a los tres ya conocidos.
Una copia del "Doríforo" de Policleto
"El estado de conservación de las estructuras excavadas es excepcional", destacó Bernal. "En Baelo Claudia y en general en Andalucía es muy difícil encontrar un edificio que tenga más de tres metros de altura conservadas". Resalta también la comprensión didáctica del complejo termal, de las habitaciones de agua fría a templada y la piscina, en la que apareció la escultura del torso masculina, siendo una obra que se avanza tras un año de estudio que es una copia única en España realizada en la época romana -en el siglo II- del Doríforo de Policleto -del siglo V a. C.-.

Paralelismos con Pompeya y Lusitania
Las termas halladas tienen paralelismos con otras de Pompeya y Lusitania, en el sur de Portugal. Éstas se abandonaron en el siglo IV, teniendo evidencias de su posterior ocupación artesanal entre el siglo V al VI, usándose para actividad pesquera conservera y de carácter metalúrgico.

En el marco de la investigación también se ha verificado que hubo dos terremotos. El primero provocó al abandono definitivo del yacimiento, en el siglo V, y con la reocupación en la época medieval se perciben los muros de las termas totalmente desplomados, a finales del siglo XIII.

"Suburbium"

En cuanto al suburbium, Bernal destacó que está en la zona periurbana. La primera excavación permitió verificar que parecía un complejo termal porque aparecían restos de mosaicos. Se levantaron unos 100 metros cuadrados de las termas, "pero no se sabe su extensión". Lo que tratan de hacer los arqueólogos es entender qué ha pasado en la zona a lo largo del tiempo. Hay tres fases históricas. La primera época Romano Republicana -en el siglo II a. C.- en la que se asentaba instalaciones dedicadas a la explotación de recursos marinos apareciendo restos de terracotas y hay indicios de ambiente de carácter religioso. Bajo el conjunto termal han localizado una fase anterior del siglo I y la tercera fase, la más importante, la del complejo termal, que se construye en el siglo II probablemente por la época de bonanza que se vivía, época de Trajano y Adriano.

Una cisterna y una piscina de 40 m2

A su vez, se ha identificado una cisterna en la que desaguaba el cuarto acueducto y que nutría de agua al complejo termal. La segunda habitación importante por su estado de conservación es la piscina -40 metros cuadrados-, estando completa y de casi de 1,5 metros de altura.

Saucedo destacó que estos hallazgos confirman "la importancia de Baelo en el plano internacional" y lo positivo de que investigadores de Cádiz desarrollen su carrera científica en su tierra. Explicó que son más de una docena de personas las implicadas en estos trabajos, que además se desarrollan en paralelo a otros en Baelo como los de la Casa Velázquez o la Universidad de Alicante. "Baelo es una ciudad viva desde el punto de vista científico". Si bien subrayó que son beneficiosos también para la cultura, educación y turismo, ya que de las 150.000 visitas que tiene Baelo el 30% pertenecen a la comunidad educativa, e incluso visitas de Italia y Francia. Además apuntó a las obras de remodelación del Museo de Baelo para poder exponer estos descubrimientos.

El Museo estará listo en noviembre
Muñoz aportó más información en torno a las fechas para disfrutar de los hallazgos. La inclusión del nuevo sector estará posiblemente dentro del circuito el próximo verano, ya que espera la fase de consolidación de los restos con el propio personal de Baelo y con la adecuación del camino con alguna pasarela o puente. Si será más inminente la sala de vida del museo, estará para finales de noviembre gracias a la inversión desde la consejería. El soporte de la escultura está siendo estudiada, además es posible que se encuentren más restos de la obra, y se hará una instalación provisional.