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27 de enero de 2023

Investigadores de cinco países se citan en Cádiz para potenciar la arqueología subacuática

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia
El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar.

El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, CEI·MAR, acoge en Cádiz a investigadores de Italia, Croacia, Portugal, Chipre y de la Universidad de Cádiz en una jornada transnacional de coordinación y puesta en común de los avances del proyecto U-Mar, un programa europeo Erasmus Plus concebido con el objetivo de potenciar la arqueología subacuática y contribuir al desarrollo de un turismo sostenible y creativo.

Durante la jornada, que se está desarrollando en el edificio Constitución 1812 de la Universidad de Cádiz, los socios de U-mar han expuesto las diferentes herramientas en las que están trabajando en el proyecto y han presentado el documento final que define la formación destinada que se llevará a cabo en cada país.

Según ha informado la UCA en una nota, el objetivo final es suplir la falta de un enfoque unificado en Europa sobre esta materia y la baja especialización de los operadores culturales y turísticos a la hora de crear itinerarios arqueológicos debajo del mar. El coordinador General del CEI·MAR, Darío Bernal, ha dado la bienvenida a los socios del proyecto U-Mar a Cádiz, recordándoles que fue «una de las más importantes y antiguas ciudades fenicias del Mediterráneo».

Dentro de este proyecto, el CEI·MAR se ha encargado del diseño y desarrollo de una plataforma de educación a distancia, e-learning, que ofrecerá un curso de formación especializada para investigadores, operadores turísticos y público en general que estén interesados en el patrimonio arqueológico.

Esta plataforma ofrecerá temas como técnicas de documentación e importancia de la protección del patrimonio cultural subacuático; análisis e intercambio de información sobre buena prácticas; interpretación, comunicación y difusión del patrimonio subacuático; impacto de las actividades turísticas en el medio marino; creación de itinerarios culturales subacuáticos; transición digital de las actividades culturales; legislación para la protección de estos bienes y musealización, turismo y buceo recreativo.

Según la UCA, los socios de Croacia del proyecto han liderado la recopilación del material didáctico para adaptarlo a este curso de formación innovador sobre yacimientos arqueológicos subacuáticos para operadores culturales, mientras que los socios de Italia han elaborado una propuesta para partir de un enfoque común en la puesta en marcha de centros de interpretación y aprendizaje.

La jornada incluye una visita al yacimiento arqueológico Gadir en el CTE El Olivillo, al Museo de Cádiz y a la exposición 'Arqueología Azul en Trafalgar. De la investigación al turismo sostenible', impulsada por investigadores de la UCA junto al Museo de Cádiz y la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, que se exhibe en dicho museo hasta finales de febrero.

11 de enero de 2023

Recuperadas tres ánforas romanas del s.I en el sótano de una casa de Alicante

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.
Recuperan tres ánforas romanas de cerámica del siglo I en el sótano de una casa de Alicante.

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.

La Universidad de Alicante ha realizado un primer un análisis preliminar y ha determinado que las tres ánforas romanas de cerámica son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Estas piezas históricas fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que había localizado las ánforas en su vivienda, "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".

Tras el aviso de la mujer, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Elche se personaron en su domicilio el pasado 5 de diciembre. La ciudadana había localizado en el sótano las tres piezas cerámicas de grandes dimensiones mientras limpiaba una casa que quería poner a la venta y pensó que podían tener valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas que pertenecían probablemente a la época romana.

El Seprona se puso en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad. Las piezas fueron trasladadas al museo, donde los especialistas realizarán una autenticación.

Un análisis preliminar realizado por expertos de la UA ha determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el museo de Santa Pola.

Transporte de aceite y salsas
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.

Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.

9 de marzo de 2023

El Museo del Mar de Torrevieja recibe seis ánforas donadas por familias

Tres de los recipientes cerámicos están datados entre los siglos I y el III d.c y se empleaban para almacenar aceite y garum

El Ayuntamiento de Torrevieja (Alicante) ha recepcionado una donación de material arqueológico compuesto por seis ánforas, cuyo destino final será su exposición permanente en el Museo del Mar y La Sal. Las piezas provienen de dos familias torrevejenses que las han hallado en almacenes familiares.

Según ha explicado el concejal de Cultura, Antonio Quesada, tras el hallazgo se pusieron "inmediatamente en contacto" con la Concejalía de Cultura.

Con lo que, señala el edil, cumplen con lo dispuesto en la Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano, que establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público propiedad de la administración.

El concejal agradece "la responsabilidad" en el cumplimiento del artículo 65 de esta ley, que obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo.

Las piezas son las siguientes y se han analizado preliminarmente como:

1 ánfora Bética, datada del 50 al 125 d.c (siglo I)

1 ánfora Itálica, datada del 125 al 25 a.c.

1 ánfora Púnica, datada del 500 al 250 a.c.

3 ánforas de almacenamiento, datadas ampliamente del siglo XVI al XIX.
Aceite y garum

En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus para su traslado a Roma.

Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

Según las mismas fuentes, antaño era habitual que en la zona marítima de Torrevieja los pescadores de la flota artesanal recogieran envueltas en sus redes de pescar gran número de ánforas y objetos cerámicos que pasan ahora a formar parte del patrimonio arqueológico.

Las piezas se suelen encontrar según carta arqueológica subacuática en enclaves como los de Cabo Cervera, Punta del Salaret, Playa de los Locos (Torrevieja), Bahía – Puerto de Torrevieja y Cala Ferrís.

El museo
El actual Museo del Mar y de la Sal apenas presenta condiciones para poder exhibir e incluso almacenar esas piezas con garantías de conservación. Está ubicado en un bajo comercial alquilado a un particular desde 1994 en la calle Patricio Pérez.

En su acceso principal sigue figurando el cartel original de "provisional". El Ayuntamiento está redactando el proyecto para levantar un nuevo museo de la historia de Torrevieja en las Eras de la Sal.

27 de febrero de 2012

Los tesoros arqueológicos del Museo del Mar de Vigo ven al fin la luz

Piezas desde el paleolítico al siglo XX aparecidas en toda la costa gallega permanecen custodiadas por el centro de Alcabre y podrían formar parte de las que se expondrán
La preparación de la nueva gran sala de arqueología en el Museo do Mar saca a la luz los tesoros que custodiados en el almacén, permanecen ocultos a las visitas. Con una cronología que abarca desde la prehistoria hasta el siglo XX, los restos, cuya cantidad no se ha facilitado, tienen un valor documental incalculable y en muchos casos se trata de piezas únicas.
En primer término, anclas prerromanas y piezas reutilizadas. 
De las últimas prospecciones subacuáticas realizadas en el río Ulla corresponde unas de las joyas del catálogo. Se trata de dos espadas de la Edad del Bronce, datadas entre el 700 y el 800 a.c. (una de ellas en proceso de recuperación). Junto a las piedras talladas del paleolítico, son las piezas más antiguas. En la península se conservan pocas,de procedencia gallega y de la costa de Huelva. Las investigaciones arqueológicas las relacionan con los ritos funerarios. El río Ulla constituye uno de los principales orígenes de los hallazgos de esta época, tal y como señaló el arqueólogo del Museo, Vicente Caramés: “Los cauces de los ríos y las Rías Baixas, fundamentalmente la de Vigo y la de Arousa, son zonas de gran acumulación de yacimientos”.

De época prerromana destacan las anclas encontradas en las aguas del parque nacional de las Illas Atlánticas. Se almacenan junto a las ruedas de molinos de agua que han sido reutilizadas por los pescadores como fondeo de las embarcaciones.

Los fondos del Museo do Mar se han enriquecido con los hallazgos de las tres expediciones arqueológicas realizadas este verano en la ensenada de San Simón, en la Costa da Morte y en la Mariña lucense. A la Edad Moderna o postmedieval pertenecen naufragios de buques de distinta naturaleza: desde naves comerciales hasta embarcaciones de guerra.

En San Cibrán (Lugo) se descubrió un pecio de origen flamenco, de mediados del siglo XV. Portaba un cargamento de lujo con destino al obispado de Mondoñedo. Se recuperaron fragmentos de cerámica con el sello de la casa Tudor, así como un trozo de ballesta.

De los trabajos realizados en Fisterra, se conservan restos de la flota de Padilla, escuadra que se hundió en 1596 cuando se dirigía a invadir Inglaterra. A estos barcos pertenecen curiosidades como los lingotes de plomo o las jeringuillas de distinto tamaño que también se conservan en Alcabre.

El privilegio de contar con un yacimiento en el propio centro

El Museo do Mar cuenta con un valor añadido: dentro del recinto museístico se ubica un yacimiento castrexo. Para el arqueólogo del centro, Vicente Caramés, es de donde proceden las piezas más interesantes que alberga por el momento el museo. Documenta un periodo largo de población, desde el siglo VIII a.c. hasta el siglo I d.c., pasando por distintas fases. Se considera uno de los asentamientos de esta tipología más antiguos en el término municipal de Vigo. A esta primera fase corresponden las hachas rituales realizadas con un kilo de bronce, guardadas en los fondos museísticos. Otra pieza castrexa digna de mención es un vasija del siglo VII para cocinar en el fuego (en la imagen superior): “Destaca los orificios por donde discurría la cuerda con la que se colgaba, alejándola del fuego para que no se quemase”, indica Caramés. Colgantes, armas, ánforas y un pote con forma única (potiño de Alcabre) se hallaron en el castro.

(Fuente: Atlántico / Ana Baena)

28 de abril de 2015

Los expertos se dan tres años de plazo para recuperar el barco fenicio "Mazarrón II"

La primera reunión de la comisión de seguimiento del barco fenicio 'Mazarrón II', que se conserva hundido en la playa de La Isla, ha fijado una hoja de ruta con las actuaciones a seguir para la recuperación del pecio y su exposición en seco en un museo.
Se plantea dividir la nave en varias secciones para proceder a su secado en vacío. FOTO: LA VERDAD.

Después de dos décadas desde su descubrimiento, los expertos consideran que hay «una buenísima disposición» y que estamos en el «momento oportuno» para proceder a la puesta en valor de la embarcación, que data del siglo VII a. C. según indica el catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza y miembro de dicha comisión, Manuel Martín Bueno.

La hoja de ruta tiene como objetivo concretar y coordinar el proyecto con las instituciones implicadas (Costas, el Ministerio de Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento). 


TRABAJOS PLANTEADOS
Los trabajos planteados incluyen la apertura del cofre donde se guarda la nave, la excavación (hay quien piensa que pueden hallarse más barcos de la época) y extracción del pecio, su traslado al laboratorio y el tratamiento más adecuado para garantizar su conservación. De manera paralela, se debe trabajar en la construcción del 'contenedor' donde se expondría esta joya arqueológica, esto es, un museo con la pieza como protagonista absoluto. En total, el profesor Martín Bueno calcula que el proceso se podría culminar en el plazo de tres años.
  • La apuesta pasa por dividir la embarcación en varias secciones para poder someterla a un secado en vacío antes de exponerla al público en un museo 
 Ahora, para completar las conclusiones extraídas en el congreso científico celebrado en Mazarrón sobre el pecio, se convocará a algunos de los principales especialistas en construcción naval de esa época de la antigüedad con el fin de que aporten sus sugerencias en algunas de las cuestiones técnicas, ya que en los últimos años se ha avanzado bastante en estas investigaciones, según matiza Martín Bueno. 

SECADO EN VACÍO
En principio, la posibilidad que se plantea es dividir la nave en varias secciones para proceder a su secado en vacío, añadiéndole a la madera unos endurecedores químicos para garantizar su conservación. No parece una tarea complicada, según el catedrático de Arqueología, sobre todo porque se trata de una nave pequeña de la que solo se conserva el casco, que mide 8,10 metros de eslora y 2,25 de manga. La primera reunión de la comisión de seguimiento del pecio de la playa de La Isla fija la hoja de ruta con las actuaciones

En cuanto al presupuesto, no hay nada cerrado. Se trabaja con la posibilidad de aprovechar la regeneración de la playa de La Isla que tiene prevista la Demarcación de Costas del Estado (aunque aún sin fecha) para acometer una parte de los trabajos arqueológicos. En cuanto a la recuperación del pecio y su tratamiento, los expertos confían en aprovechar los recursos, experiencia y conocimientos científicos de los técnicos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) con sede en Cartagena. Fueron estos profesionales los que extrajeron los restos del primer barco fenicio, el 'Mazarrón I', que se exponen en el citado museo.

Respecto a la futura sala que acoja el 'Mazarrón II', y que se ubicaría en dicha localidad, de su construcción se encargarían el Ayuntamiento y la Comunidad, probablemente con aportaciones de otras instituciones o entidades.

NADIE DEL "ARQUA"
A la primera reunión de la comisión de seguimiento asistieron, además del alcalde Francisco García, el edil de Cultura, Ginés Campillo, y el jefe de la Demarcación de Costas, Andrés Martínez; el jefe del Servicio de Patrimonio Histórico, Miguel San Nicolás; el catedrático Martín Bueno; los directores científicos del congreso sobre el barco fenicio, José Miguel García y Juan Blánquez; la arqueóloga municipal, María Martínez, y el coordinador de Arqueología Náutica y Subacuática de la Universidad de Cádiz.

No acudió ningún representante del Arqua, una ausencia que ha causado malestar. El director del museo, Iván Negueruela, dirigió las primeras excavaciones del yacimiento de La Isla, que cuenta con la protección de bien de interés cultural. También se encargó de coordinar la extracción del primer pecio y de ordenar los trabajos para la conservación bajo el mar del 'Mazarrón II'. En la comisión de seguimiento esperan que aporte la documentación referida a las distintas campañas.

(Fuente: La Verdad / M. Rubio)

2 de diciembre de 2022

En la Roma de Lobos aflora una zona de procesado de púrpura, un conchero y un 'vertedero'

Durante quince días, y dentro de la séptima campaña arqueológica, el Cabildo de Fuerteventura y Museos de Tenerife profundiza en la huella del Imperio Romano en el yacimiento Lobos I. El consejero de Patrimonio Histórico espera que los fondos del taller romano de elaboración de púrpura regresen a Fuerteventura y se expongan en el Museo Arqueológico.
Los arqueólogos trabajan en el yacimiento Lobos I. Bajo las planchas metálicas, están tapados los seis recintos en forma de L y los seis concheros descubiertos en las seis campañas anteriores. / JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS

El Imperio Romano sigue asomando -y con toda la fuerza de una centuria de ocupación, entre casi la mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era- en el yacimiento arqueológico de la Isla de Lobos. Cuando se cumplen diez años de su descubrimiento casual en la playa de la Concha, el taller de producción de púrpura entra en su séptima campaña que se desarrolla durante quince días sobre 18 metros cuadrados donde han aflorado una zona de procesado de púrpura, con restos de combustión y manchas de color púrpura que son indicios de que se preparaba allí el tinte; un nuevo conchero; y una zona de detritus, o 'basurero', donde han aparecido restos de cetáceos, cerámica y metales (entre ellos, anzuelos).

Estas nuevas estructuras confirman que el yacimiento arqueológico Lobos I se extiende hacia el suroeste, algo que habrá que corrobar en sucesivas campañas que organizan el Cabildo de Fuerteventura con el organismo autónomo de Museos de Tenerife y que codirigen la cátedratica de la Universidad de La Laguna Carmina del Arco, la doctora Mercedes del Arco, e Isidoro Hernández por el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Durante esta séptima campaña arqueológica, trabaja en el taller romano de púrpura un equipo multidisciplinar formado por ocho arqueólogos (entre los que se encuentran los tres codirectores), una paleontóloga y cuatro operarios.

Por las planchas de metal y la valla se sabe dónde está el yacimiento de la factoría de tinte en la playa de la Concha. Bajo el techo, protegidos del sol, el viento y los curiosos, están las seis estructuras habitacionales en forma de L y los seis concheros (dos de ellos excavados) que afloraron en las seis campañas anteriores y que ocupan unos 480 metros cuadrados.

De estos seis receptáculos cuadrangulares aún se desconoce su utilidad exacta, aunque seguramente servirían para depositar las herramientas del taller de elaboración de la púrpura y para zonas de trabajo de procesado del tinte.

Brocha en mano para limpiar la arena de los restos que van a apareciendo, los arqueólogos trabajan esta mañana bajo el sol de Lobos en los 18 metros cuadrados -nueve metros de largo y dos metros de ancho- que centran la campaña actual y que se dividen en cuatro cuadrículas.

En la cuadrícula de la zona de procesado de la púrpura, Ramón Cebrián-Guimerá, doctor en Historia precisamente con la tesis sobre el trabajo de los operarios del taller de pesca y extracción en Lobos del tinte púrpura de Muricidae en época de la Roma Imperial, encuentra restos del molusco stramonita haemastoma -que en Fuerteventura se le llama canaílla- y la muestra a las cámaras. «Se aprecia el golpe que le dieron para extraer la glándula hipobranquial».

Como el molusco que enseña Ramón Cebrián-Guimerá, se han encontrado hasta ahora 184.507 ejemplares, lo que significa una capacidad de tintado de 26 kilos de lana. El proceso de elaboración del tinte comenzaba con la fracturación de la thais por la zona dorsal buscando la glándula hipobranquial que se aloja en la cavidad paleal. «Una vez fracturado el molusco, se extrae con un elemento metálico la glándula hipobranquial que se deposita en grandes ollas de plomo con otras sustancias alcalinas y agua salada».

Esta mezcla de glándulas hipobranquiales, sustancias alcalinas y agua de mar se macera durante una semana con calor tenue, como recoge la fuente textual más importante que es Plinio. Transcurridos los siete días, se empezaban a hacer las primera pruebas de tintado: « se sumergía el vellón de lana o de seda para comprobar si ya tenía el color adecuado«, detalla Cebrián-Guimerá.

Frente a la cuadrícula del doctor en Historia, asoman los vestigios de una nueva estructura muraria que puede ser que protegiera esta zona de trabajo del taller romano de tinte. «El objetivo de esta nueva campaña arqueológica es ampliar la división del Lobos I hacia el suroeste, es decir hasta dónde llega el yacimiento», afirma Isidoro Hernández Sánchez, codirector de la prospección y técnico conservador del Museo Arqueológico Fuerteventura.

Hernández Sánchez recuerda que el yacimiento de la factoría de púrpura de la Isla de Lobos es el yacimiento romano más al sur del Atlántico y que señala el límite del Imperio Romano. A lo que suma que es el yacimiento arqueológico más antiguo de Fuerteventura, datado entre la casi mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era, y que hay que mirar al yacimiento del poblado de Butihondo, en Jandía, para encontrar al segundo en antigüedad: siglo II y relativo a otra cultura muy distinta a la romana, la de los mahos.

Las cerámicas, los metales, los moluscos y los restos de fauna marina y terrestre encontrados en el yacimiento del taller romano de púrpura deben lucir en el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Es la demanda que el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Rayco León, hizo en las mismas excavaciones.

Ahora mismo, los fondos de las seis campañas (dos sondeos y cinco excavaciones) se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife, por lo León pide que regresen a Fuerteventura. A lo que añadió que el yacimiento «es uno de los lugares más importantes en la historia arqueológica de Fuerteventura y Canarias. Por eso reivindicamos la importancia de estas campañas continuadas, agradeciendo a la Universidad de La Laguna y Museos de Tenerife por la continuidad de las investigaciones. Serán una de las piezas más relevantes que formarán parte del Museo Arqueológico de Fuerteventura, institución que debe liderar el estudio e investigación en la isla».

21 de noviembre de 2010

La Armada de Venezuela explora los restos del navío español "San Pedro de Alcántara" hundido en 1815


Según fuentes de la televisión venezolana, el presidente Hugo Chávez ha instado a la Armada Bolivariana a impulsar las investigaciones en el campo de la arqueología submarina. En este sentido ya se han iniciado las investigaciones de los restos del San Pedro Alcántara, nave insignia de la expedición de Pablo Morillo, el cual naufragó cerca de Nueva Esparta a causa de un incendio y posterior explosión en el mes de abril de 1815.
El San Pedro Alcántara fue el barco de guerra más poderoso que surcó las aguas venezolanas durante el período de la Independencia de aquel país y fue catalogado como navío de línea de dos puentes con sesenta y cuatro cañones a bordo.
El general español Pablo Morillo.
La Tv de Venezuela refiere que en las tareas de verificación del naufragio están participando un grupo multidisciplinario conformado por historiadores, biólogos marinos, camarógrafos y fotógrafos subacuáticos y buzos especializados en rescate e investigaciones submarinas además de la colaboración de pescadores y buzos de la Isla de Coche.
"Durante seis días se han ejecutado un total de veinte inmersiones a más de veinte metros de profundidad para realizar mediciones, levantar las cuadrículas de geoposicionamiento del naufragio y tomar imágenes de los restos del navío a fin de preservar el patrimonio subacuático de la nación", explica el director de Acervo y Estudios Históricos Navales de la Armada Bolivariana.
  • El vicealmirante Haroldo Rodríguez recuerda que cuando vio por primera vez el navío quedó muy impresionado al ver un barco construido en 1788 que pertenecía a los españoles y representaba para nuestro país un asunto histórico.


Las labores de investigación, planificación, coordinación y ejecución de la expedición, fueron responsabilidad de la Dirección de Acervo y Estudios Históricos Navales, adscrita al Estado Mayor General de la Armada Bolivariana, a través de la estructuración del Grupo de Tarea GT 17.1 conformado por el remolcador de altura AB Almirante Francisco de Miranda (RA-11) y el patrullero guardacostas AB Pelícano (PG-34).
Es importante destacar que durante los trabajos de la expedición el comandante general de la Armada Bolivariana almirante Carlos Máximo Aniasi Turchio realizó una visita formal a la expedición que se encontraba verificando los restos del naufragio del navío español, oportunidad que fue propicia también para intercambiar opiniones acerca de los avances de los trabajos de exploración y realizar una inmersión hasta la embarcación hundida.
El san Pedro su hundió en el Mar de las Antillas en 1815.
El capitán de navío Luis Farage Dangel señala que después de la exploración del navío San Pedro Alcántara posteriormente se realizaron nuevas expediciones pero "esta vez los estudios estuvieron orientados a la verificación de dos naufragios: un galeón holandés del siglo VVII y de una goleta española del siglo XIX, ambos en la bahía de Mochima (Sucre)".
  • La exploración anterior de 1959 dió como resultado el recaste de algunos objetos como cañones, balas, anclas y cuadernas del barco


Luego del naufragio del navío San Pedro Alcántara en 1815 son varias las exploraciones que se han hecho a este barco para verificar su estado, no obstante la Armada realizó la primera expedición formal en el año de 1959 a solicitud de la Universidad Central de Venezuela según cuenta el vicealmirante Haroldo Rodríguez, uno de los principales responsables de las labores de investigación quien para ese momento era teniente de fragata.
El vicealmirante Rodríguez refiere que la expedición se emprendió formalmente a bordo del transporte Los Roques T-14 en donde se embarcaron submarinistas, investigadores, exploradores y aficionados, quienes una vez en el lugar y tras días de estudios lograron rescatar algunos objetos como cañones, balas, anclas y cuadernas del barco, los cuales en su mayoría se encuentran actualmente en el Museo Naval que funciona en la Escuela Naval de Venezuela Almirante Sebastian Francisco de Miranda (Vargas) y otros en el Museo Marino de Boca de Río (Nueva Esparta).
El vicealmirante Haroldo Rodríguez recuerda que cuando vio por primera vez el navío quedó muy impresionado al ver un barco construido en 1788 que pertenecía a los españoles y representaba para nuestro país un asunto histórico.
El excomandante general de la Armada señala que este tipo de investigaciones son muy importantes para la historia de nuestro país y argumenta que todavía existen barcos hundidos de esa época que deben explorarse porque considera que "Venezuela es rica en todo y todavía tiene muchas cosas para explotar y darlas a conocer a la luz pública".
Con el caso del navío español San Pedro Alcántara considera que ahora es cuando la Armada ha tomado con mucha seriedad e interés el hecho de no sólo rescatar unos restos sino darle la mejor proyección posible desde muchos puntos de vista. "Felicito al componente de que se haya preocupado por hacer este tipo de investigaciones que cuentan con las más avanzadas técnicas de exploración y levantamiento de información".
"Esto nos pone a pensar un poco en lo que hacemos los venezolanos por el resguardo de nuestras costas y despierta en el ciudadano común el interés por los espacios acuáticos", explica el historiador naval.
  • Formaba parte de una expedición que traía al General español Pablo Morillo a la cabeza de 15 mil hombres para acabar la insurrección en Venezuela. Al fondo del mar se fueron, en efectivo, 600 mil pesos fuertes del ejército, 500 mil de la marina, un tren de artillería de campaña; miles de monturas, espadas, pistolas; vestuarios completos, útiles de ingenieros; miles de quintales de pólvora, bombas, granadas y balas. Sólo han podido ser rescatados en sus cercanías y en aguas turbias de 22 metros de profundidad, dos anclas con un peso de dos toneladas y un cañón de tres metros de largo, exhibidos actualmente en el Museo Nueva Cádiz de La Asunción, en Margarita. /Encontrarte


"En mis trabajos de historia naval me he dado cuenta que los venezolanos son muy terrestres y no están familiarizados con el mar", argumenta Vivas Pineda al señalar que "ahora es cuando tenemos un gran reto que no es solamente preocuparnos por el mar sino por su historia, la cual tiene demasiadas cosas para contar".
"Esto es un tema que va a ser de gran importancia para una evaluación un poco más definitiva de cómo hemos sido nosotros con el mar, si entendemos que en la Segunda Guerra Mundial también fuimos protagonistas de alguna manera y seguramente este aspecto será mucho mejor conocido por las generaciones del futuras", concluyó.

6 de septiembre de 2013

Arqueólogos de ARQUA rescatan un pecio romano del S. IV y otro del S. XVIII en el puerto de Cartagena

En el barco romano, datado entre los años 380 a 420 d.C., había ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, y otras béticas y lusitanas para el transporte de conservas de pescado así como objetos de la tripulación, algunos con símbolos cristianos. Del pecio del S.XVIII destaca una "magnífica" colección de pipas para fumar bellamente decoradas.
Buzos de ARQUA durante la prospección en la dársena del puerto. Foto: ARQUA
No son doblones de oro ni monedas de plata, pero su valor arqueológico es tan importante como el tesoro de La Mercedes que descubrió la empresa Odyssey frente a la costa portuguesa. Al menos lo es para conocer la historia, sobre todo, la de Cartagena. Y es que los fondos de la dársena de la ciudad portuaria escondían un barco romano del siglo IV después de Cristo que ha sido descubierto por los buzos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua).

Además, los trabajos que se han llevado a cabo durante los últimos cuatro meses como parte del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español también han permitido localizar otro buque de finales del siglo XVIII o principios del XIX, informó el Gobierno.

Los arqueólogos han recuperado en sus prospecciones numerosos objetos de gran valor arqueológico en tres yacimientos distintos situados en plena dársena de Cartagena, justo enfrente de donde se encontraba la antigua sede del museo, cerca del faro de Navidad. «Están aquí mismo», resaltó el director del Arqua, Xavier Nieto.

Símbolos cristianos
El pecio romano cubre un déficit de restos del Bajo Imperio romano que existía en el museo, admitió Nieto. De hecho, se han localizado en el barco algunos objetos de la tripulación con símbolos cristianos. Los arqueólogos apuntan que el navío del siglo IV transportaba un cargamento heterogéneo con ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, otras de origen bético y lusitano para llevar conservas de pescado, además de lucernas y materiales diversos para el uso de la tripulación. Los profesionales creen que se trata de un barco que redistribuía productos desde un puerto andaluz hasta Cartagena.



Por su parte, el hallazgo del buque de finales del siglo XVIII constata el auge del puerto de Cartagena tras la construcción del Arsenal Militar en ese mismo siglo. Los arqueólogos continúan analizando lo encontrado, aunque parece que en los primeros sondeos han localizado la cocina del navío, dada la abundancia de ollas con marcas de fuego, fuentes, vajilla de mesa, cubiertos, botellas de vidrio, aceiteras y hasta un tonel.

Evolución de la línea de costa
Las prospecciones han servido también para situar un tercer yacimiento con numerosos objetos perdidos o arrojados voluntariamente por los marineros a lo largo de los años. Destaca una colección de pipas para fumar bellamente decoradas, desechos de alimentos como huesos de animales o semillas de frutas, vasijas de cocina. Los técnicos creen que eran tirados al mar por los marinos durante los periodos de fondeo. Este yacimiento posibilita profundizar en un estudio que junto al que está desarrollando la Universidad de Murcia desde tierra, permitirá avanzar en el conocimiento de la evolución de la línea de costa.


Equipo de trabajo
El equipo de trabajo está formado por tres arqueólogos de ARQUA (David Munuera, Ana Miñano y Rocio Castillo), dos arqueólogos de la empresa Arqueomar (Juan Pinedo y Felipe Cerezo), el patrón de embarcación de ARQUA (Emilio Peñuelas), el fotógrafo David Balcázar, 'Balky' y la supervisión del director del museo (Xavier Nieto).

11 de noviembre de 2024

Concluye con éxito la extracción del barco fenicio de Mazarrón

Tras dos meses de riguroso trabajo, se extrae la quilla del pecio, última de las 22 porciones en las que se dividió la embarcación para desarrollar los trabajos. Las piezas seguirán ahora un proceso de conservación, restauración y estudio en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena.
Los submarinistas extraen la última pieza del pecio para su traslado al Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena.

Con la extracción de la quilla han concluido los trabajos de extracción de la embarcación fenicia 'Mazarrón II', sumergida en la playa de la Isla, en Mazarrón. Termina así el riguroso proceso que comenzó el pasado mes de septiembre para sacar a superficie los restos del pecio, datado en la segunda mitad del siglo VII antes de Cristo.

La quilla, eje axial de la embarcación, es la última de las 22 piezas en las que se dividió el barco para su extracción, una tarea que se ha desarrollado de popa a proa, abriendo la caja metálica protectora en la que se ha mantenido para asegurar su conservación bajo el agua.

La consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, Carmen Conesa, destacó que los trabajos "han seguido un riguroso plan elaborado, consensuado y meditado por un equipo de expertos de alto nivel, dirigidos por el investigador de la Universidad de Valencia Carlos de Juan, que ha contemplado y previsto todos los escenarios posibles como garantía de éxito".

Tras culminar los trabajos de extracción, comienza en el ARQVA, Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, la fase de estudio, restauración y conservación de la madera, con el fin de que pueda permanecer en el medio aéreo, y el proceso de volver a encajar las piezas de la embarcación para una futura exhibición al público. Participarán en esta fase científicos e investigadores, y permitirá conocer mejor los hábitos de vida y costumbres de la época.

Carmen Conesa subrayó que todo el proceso "es el fruto de la colaboración entre administraciones para poner en valor uno de los barcos antiguos más completos hallados en el mundo hasta la fecha, pues se conserva casi entero y es un ejemplo único de la navegación y la arquitectura naval fenicia".

El trabajo desarrollado en el marco del proyecto de extracción se presentará en el Consejo de Patrimonio Histórico que se celebrará en la ciudad de Murcia.

Proyecto de extracción

La UNESCO incluyó en su Registro de Buenas Prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático el proyecto de extracción del pecio 'Mazarrón 2', acreditando, por consiguiente, el rigor del trabajo planificado.

Desde el año 2018 se han promovido desde el Gobierno regional, en colaboración con el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, una serie de intervenciones arqueológicas de seguimiento y control sobre el terreno del estado de conservación del pecio. En 2021, con el fin de garantizar su protección, salvaguarda y disfrute para las generaciones futuras, se acordó su extracción y posterior tratamiento de conservación en las dependencias del ARQVA, decisión que fue adoptada a partir del criterio técnico del grupo de trabajo creado años atrás al efecto y constituido por especialistas en la materia y representantes de todas las administraciones.

En estos trabajos han participado especialistas en arqueología subacuática y arquitectura naval antigua, así como profesionales de la restauración de piezas arqueológicas procedentes del mar.

Tras un proceso de debate, se llegó a la conclusión de que la solución más adecuada era extraer la nave fenicia, dada la inestabilidad de su situación en el fondo marino y el riesgo de deterioro o pérdida total que sufría. Esta decisión fue refrendada en la reunión internacional de expertos que se celebró en el ARQVA en mayo de 2021, bajo el auspicio de la UNESCO y con participación de la comunidad científica internacional que trabaja en patrimonio arqueológico subacuático.

El yacimiento
El barco fenicio forma parte de un conjunto de dos barcos hallados en la Playa de la Isla y tanto los pecios como el yacimiento subacuático están considerados Bien de Interés Cultural (BIC), protegiéndose así toda el área. Este yacimiento se caracteriza, hasta el momento, por la presencia de dos barcos datados en el siglo VI a.C. Del primero se conserva un tramo de cuatro metros de la quilla, un tablazón y unas piezas de madera con forma cilíndrica que parecen corresponder a las cuadernas de la nave, y se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA).

El Barco 2, prácticamente completo, se conservaba en el lugar del hallazgo, protegido por un armazón metálico y cubierto por arena con el fin de garantizar su conservación. Tiene una longitud de 8,15 metros y 2,25 metros de manga, fue construido con madera de ciprés, pino carrasco y olivo, y se localizó en 1995 con todo su cargamento, los objetos de la tripulación y el ancla, la más antigua de su tipo.
(Fuente: Gobierno de la Región de Murcia)

19 de junio de 2011

Pasos de tortuga en la búsqueda de los tesoros sumergidos de Galicia

Hablar con arqueólogos submarinos sobre el abandono del patrimonio sumergido en Galicia es como mentarles la bicha. Después de más de 35 años de trabajo en las costas gallegas, no confían demasiado en la posibilidad de una solución a corto plazo y entienden que se han dados muchos pasos, aunque hayan sido muy pequeños.
Yago Abilleira con restos extraídos de la zona de las Islas Cíes.

La mejor noticia es sin duda el acuerdo que han firmado la Xunta de Galicia y el Gobierno central para realizar nuevas catas arqueológicas en dos puntos estratégicos. La Ría de Corcubión (A Coruña) y el Estrecho de Rande (en la ría de Vigo), serán el escenario el próximo mes de julio de sendas expediciones para catalogar restos de gran valor científico.
"Es un paso más, pero lo que me parece más importante es que por primera vez firman un convenio de colaboración la Consellería y el Ministerio de Cultura", afirma Javier Luaces, investigador que dirigirá la inmersión sobre los galeones de Rande. Las competencias en esta materia están derivadas a las autonomías, pero el experimentado submarinista considera que la implicación del Gobierno central supone un nuevo impulso.

'Hay mucha gente preparada'

Otro expertos como Miguel San Claudio, responsable de la expedición en Corcubión, opina que "ya se han dado pasos y hemos avanzado, pero no ha sido como para tirar cohetes". Desde el año 1987 investigando en aguas gallegas, San Claudio apuesta por los profesionales. "Aquí hay mucha gente que está preparada, es mentira eso de que en Galicia no se puede hacer arqueología por el mal tiempo. En Irlanda y Noruega, donde se ha avanzado mucho más, no hay mejor meteorología", recuerda.
Restos del Júpiter (1808) en Cíes. | Xunta
Restos del Júpiter (1808) en Cíes. | Xunta
En los últimos meses la Xunta parece haber dado muestras, aunque sean pocas, de la necesidad de poner en valor el patrimonio que todavía no se ha rescatado de los fondos marinos. Este mismo año, Portos de Galicia llevó a cabo trabajos en la dársena de Baiona previos a la reorganización portuaria. En este caso, fue San Claudio el que con una simple inmersión encontró indicios de que existen piezas cerámicas y ánforas de distintas épocas.
La creación de un museo sobre la Batalla de Rande, cuya ubicación sería en esa zona del Estrecho, es otra iniciativa que está por confirmar. Javier Luaces apuesta por mejorar la gestión de los recursos y menciona la gran experiencia que existe en Galicia en investigación marina. "Hay trabajos que podrían hacerse entre distintas administraciones, porque actualmente se trabaja en capas y debemos hacerlo de forma integral", explica mencionando la necesidad de coordinar instituciones como el CSIC con centros científicos ya existentes o departamentos diferentes como Pesca o Medio Ambiente. "No hay ningún núcleo y eso causa más dispersión en la administración", concluye.

Pecios con tesoros

Para Yago Abilleira, submarinista que ha estudiado a fondo el tema de Rande y que ha colaborado con San Claudio, en Galicia hay localizados restos con un potencial "bárbaro, incluso pecios con tesoros", pero las propuestas para hacer un museo submarino, alguna de ellas en Cangas, sigue sin concretarse.
Abilleira añade que hay piezas recuperadas del fondo del mar que están en almacenes, sin exponerse al público. "Falconetes (pequenos cañones) de bronce, cañones, pistolas, fusiles.. incluso monedas de plata coma las que se guardan en el Museo de San Antón" (en A Coruña), explica lamentando que mientras el Museo do Mar de Galicia está "desaprovechado y vacío".
Miguel San Claudio cree que este recinto museográfico situado en Alcabre "nació con otra vocación, claramente etnográfica y marítima, por lo que darle ahora la vuelta, supondría cambiar todo". Propone un verdadero centro arqueológico con el que abordar el problema. Javier Luaces lamenta el punto de vista con el que se creó el Museo do Mar. "Hubiera sido un buen punto de referencia subacuático, pero no se enfocó por ahí y fue un error", añade.

Expedición en Rande

El presupuesto con el que contará en esta ocasión es mínimo y por ello deberán sacar el máximo partido. "He trabajado durante muchos años en Rande y lo bueno en esta ocasión es que no vamos a ciegas, todo está perfectamente delimitado", señala Luaces. Con poco más de 20.000 euros de inversión, el equipo de trabajo se centrará en disponer de un buen localizador por satélite.
"No hay toneladas de plata, pero sí objetos de valor, puede quedar parte del cargamento y se sabe que a menudo en las redes salen candelabros y otras piezas", aclara Javier Luaces no sin antes señalar que "en esta ocasión, no vamos a recuperar objetos, sino a realizar un estudio del estado actual de los restos". En Corcubión, buscarán nuevos yacimientos arqueológicos y regresarán a algunos ya documentados, como los del S.S. Great Liverpool, el primer crucero de turistas de la historia.
(Fuente: El Mundo)

9 de septiembre de 2011

Localizan seis galeones más de la batalla de Rande en la Ría de Vigo

La campaña científica submarina de estudio de los Galeones de Rande se saldó con éxito por la confirmación de entre seis y ocho pecios, de ellos al menos uno francés y otro español, pertenecientes a los barcos que participaron en la batalla desarrollada en la Ría hace más de 300 años.
La batalla de la bahía de Vigo, 23 de octubre de 1702 deLudolf Backhuysen
(alrededor de 1702).

Localizados los buques hundidos, ahora toca tomar la decisión más complicada: su rescate total o parcial para su exhibición en un local adecuado, quizá el Museo del Mar, quizá en el puerto. De momento sólo se habla de repetir en el futuro y conseguir más datos y posiciones de barcos.
Tanto Javier Lauces, director de la misión arqueológica realizada tras un convenio de la Xunta y el Ministerio de Cultura, como el director de Patrimonio de Galicia. José Manuel Rey Pichel, coincidieron en calificar de exitoso el resultado obtenido en los trabajos iniciados el pasado 21 de julio en la Ensenada de San Simón. Uno y otro insistieron en que los medios empleados han podido avanzar el estudio de los pecios y confirmar 19 puntos de los que al menos seis se corresponden con Rande, la mayoría ubicados cerca de la orilla sur de la ensenada de San Simón, así como con embarcaciones más recientes. Y todo ello en apenas unos días, seis, mientras que la localización de otros cinco llevó varios años durante la anterior prospección submarina de los años noventa y más recientemente, en 2007.
Luaces aseguró que hay indicios de la presencia de más barcos de la batalla en las inmediaciones del punto donde se tomaron imágenes de los seis descritos, que junto a otros cerca del estrecho de la Ría, donde actualmente hay un parque de bateas, podrían sumar entre 20 y 30. Sucesivas campañas tendrán que aclarar este aspecto que ahora ha quedado encima de la mesa, pendiente.

Restos de maderaLuaces destacó que en tres de los barcos hundidos durante la batalla de Rande se han hallado restos de madera pertenecientes a la proa, la roda (parte de la proa) y a partes de las cuadernas (laterales del barco), así como concreciones férricas que podrían ocultar bolas de cañón o piezas de anclas, y que uno de ellos conserva el túmulo, por lo que se sospecha que se conserve de una pieza.


A la espera de disponer de más datos de posibles nuevas inmersiones en el futuro, los arqueólogos calculan tras la inspección ocular realizada en julio que uno de los barcos podría ser un galeón de entre 30 y 40 metros, y otro tener 25 metros de eslora, pero 'es algo aventurado' llegar a conclusiones de este tipo, según Luaces.
El director de la campaña de inmersiones tampoco ha descartado que pueda haber sepultados bajo el lodo de la Ría objetos de valor ocultos en las bodegas y que no llegaron a ser descargados junto al resto de tesoros traídos desde América antes del ataque de la flota anglo-holandesa. En este sentido, recordó que en los primeros años tras la batalla ya hubo intentos de recuperación de ciertos objetos preciosos y podría haber más, ya que aunque la mayoría de la plata se pudo desembarcar, había contrabando a bordo de los barcos finalmente hundidos.

La Xunta coloca la arqueología submarina como 'estratégica' En la presentación realizada ayer en la Delegación Territorial de la Xunta en Vigo se habló y mucho de seguir adelante con las investigaciones, lo que obligaría a poner en marcha campañas de sondeos, con extracciones, manuales o mecánicas, que requerirían más tiempo y mayor presupuesto que el aportado hasta la fecha por la Xunta y el Ministerio de Cultura en el marco del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Subacuático.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural de la Xunta, José Manuel Rey Pichel, destacó durante su intervención ante los medios la 'voluntad política' de la Administración autonómica de seguir financiando, en colaboración con el Gobierno central, este proyecto, por considerarlo 'estratégico', aunque ha admitido que en adelante habrá que saber 'priorizar' por la limitación de recursos.
Así y todo, Rey ha avanzado que la intención de la Administración autonómica es poder realizar extracciones en futuras campañas y trasladar el material rescatado en las prospecciones tanto en la ría de Vigo como en las de Corcubión y Ribadeo al Museo del Mar de Galicia, en Vigo, para su conservación y exposición al público. ¿Qué piezas? Reconoció que de momento ninguna, porque en la expedición de Rande no se había recuperado ninguna.
Claro que Rey Pichel advirtió de que tampoco era el objetivo de la campaña desarrollada en las aguas de Vigo durante el pasado mes de julio, sino confirmar que los pecios localizados en anteriores campañas eran de la Batalla de Rande. De hecho, algunas de las espectaculares 'fotos' realizadas en la anterior campaña geofísica, con sonar, se correspondían con barcos hundidos más recientemente y no con galeones del siglo XVIII.

La Batalla de Rande

En Octubre de 1702 la Ría vivió otro suceso bélico que tuvo una gran repercusión en Europa, la famosa batalla del estrecho de Rande, tras el cual se había refugiado una flota hispano francesa de la que formaban parte diecinueve galeones cargados de oro y plata procedentes de las posesiones españolas en América.
Moneda inglesa con la imagen de la reina Ana,
acuñada con la plata capturada en la batalla.
Aquellos galeones y los barcos de guerra franceses que los protegían fueron atacados y casi todos hundidos por una gran escuadra anglo holandesa. Buena parte de los tesoros se fueron al fondo lodoso de la Ría, donde se supone que todavía permanecen tras los muchos intentos de rescate – algunos con considerable inversión económica – que tuvieron lugar a lo largo de los Siglos XVIII y XIX.
Parte del oro y la plata se pudo salvar, otra se hundió y una tercera fue el botín de los vencedores. Con el oro de Rande se acuñaron en Inglaterra monedas de cinco, una y media guineas; con las de plata de una corona, media corona, un chelín y seis peniques, todas con la efigie de la Reina Ana en su anverso. Circularon a lo largo de muchos años.
A partir de entonces el nombre de Vigo se popularizó en Europa, debido a la abundante documentación que generó el suceso, con impresión de numerosos grabados conmemorativos y de artísticos mapas para explicar y perpetuar la batalla.
La Batalla de Rande, en fin, sirvió para inspirar a Julio Verne en su novela “Veinte mil leguas de viaje submarino”, uno de cuyos capítulos transcurre en la Ría de Vigo, hasta donde periódicamente se trasladaba el capitán Nemo con el Nautilus para financiar sus expediciones con los tesoros que se encontraban en el fondo de las aguas de Rande.

23 de junio de 2017

Una familia dona al Museo de Dénia doce piezas arqueológicas halladas en el mar

El legado de Juan Bisquert Oltra incluye dos ánforas romanas y cerámicas de la edad media de Manises y Paterna
La pieza más antigua es un ánfora Dressel 2/4 Local datada en el S. I que podría proceder del pecio "Els Molins".
Los hijos de Juan Bisquert Oltra, quien fue presidente del club náutico de Dénia entre 1995 y 1998 y un apasionado del mar y la pesca, han donado al museo arqueológico de Dénia doce piezas de gran valor histórico que su padre coleccionó. En los años en los que Juan Bisquert, fallecido en 2013, se hacía a la mar, las leyes de patrimonio eran muy laxas. La conservación de los hallazgos subacuáticos dependía de que cayeran en manos de personas con sensibilidad. Este vecino de Dénia, cuyo padre fue fabricante de juguetes de madera, conservó las valiosas cerámicas. Además, mientras fue presidente del náutico colaboró con el museo en prospecciones subacuáticas.

La donación incluye una ánfora Dressel 2/4 Local, utilizada para transportar vino producido en el Territorium de Dianium. Está datada en el siglo I y es muy probable que proceda de un pecio de Els Molins. Es la pieza más antigua. Otra ánfora de esta colección, bautizada como «legado Juan Bisquert Oltra», es de origen oriental y está datada entre los siglos IV y VI. Se utilizó para llevar aceite y productos alimentarios desde Palestina y Egipto. En los primeros siglos de Al-Ándalus todavía circulaban estos recipientes. Estas dos ánforas están completas (la primera fragmentada), pero urge restaurarlas.

CERÁMICAS DE LA EDAD MEDIA
Esta colección también incluye recipientes de la edad media. Destaca una jarra de vino de Paterna del siglo XIV. Otras cuatro piezas son tres cántaros y un jarrón con asa y gollete. Proceden de los alfares de Paterna y Manises y están datadas en los siglos XIV y XV. El legado se completa con piezas del siglo XIX.

Es evidente que el litoral de Dénia es un yacimiento riquísimo. El puerto, los fondeaderos naturales y los naufragios han propiciado que el fondo marino esté salpicado de restos históricos.

La donación permite al museo engrosar sus fondos de arqueología subacuática. Además, se recuerda al vecino que logró esta colección. Juan Bisquert Orts fue uno de los pioneros del turismo y del despegue inmobiliario de Dénia.

13 de abril de 2023

Fundación Palarq anuncia los candidatos al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología


La tercera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq contará con 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los 6 finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del Premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del Premio. La gala se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento.

El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

Proyectos aspirantes

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

‘Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y documentación arqueológica subacuática de los pecios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en el Mar del Ebro’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor’. Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

‘Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte (Cueva Prado de Vargas. Cornejo, Burgos)’. El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

‘Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’. Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por  Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

‘Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric Romaní (Capellades, Barcelona)’. El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

‘La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares’. La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias en Oxirrinco. Desde la dinastía XXVI hasta la etapa cristiano-bizantina’. Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

‘Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde la época arcaica hasta hoy’. El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

‘Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la Edad del Hielo en América del Sur’. Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

‘Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia.’
El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

‘Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indígenas y de las estancias coloniales españolas en el Valle de Catamarca, Argentina (Siglos XVI-XVII)’. El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

‘Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo del Nilo’. Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’. El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

‘Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de vida del ganado de la villa romana de Vilauba’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Certamen único
Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González del Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.