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13 de noviembre de 2024

Nueva campaña de excavación en la villa romana de El Cañuelo, en Bornos (Cádiz)

Hasta ahora los arqueólogos han documentado una zona residencial, un patio porticado, una zona productiva y otras edificaciones aún pendientes de ser investigadas.

El yacimiento arqueológico de El Cañuelo, en el municipio gaditano de Bornos, recibió la visita de la delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz, Tania Barcelona, y del alcalde de Bornos, Hugo Palomares, quienes acudieron acompañados de arqueólogos y otros miembros del equipo de Gobierno local para conocer los avances en las excavaciones.

Durante la visita, Macarena Lara, profesora de Arqueología y directora del proyecto de investigación 'Mare in rure El Cañuelo', desarrollado por la Universidad de Cádiz, mostró a las autoridades las distintas áreas en proceso de excavación de esta villa romana. Lara explicó los hallazgos hasta ahora obtenidos, que incluyen una zona residencial, un patio porticado, una zona productiva y otras edificaciones aún pendientes de ser investigadas.

Estas excavaciones, actualmente en su segunda fase, buscan esclarecer la organización territorial y el poblamiento romano en la zona del río Guadalete. Uno de los objetivos principales es obtener datos que permitan identificar y delimitar la funcionalidad de esta villa romana, al tiempo que se elabora una documentación completa para facilitar, en el futuro, un plan de conservación y restauración. Este plan pretende preservar la integridad del sitio y, a medio plazo, abrirlo al público mediante su musealización.

El Ayuntamiento de Bornos ha colaborado en diversos aspectos logísticos y de mantenimiento, como el desbroce y acondicionamiento de la zona, así como el alojamiento y manutención de los estudiantes y el profesorado de la Universidad de Cádiz que trabajan en las excavaciones de El Cañuelo. En el marco de esta segunda campaña, la Universidad de Cádiz y la Junta de Andalucía han suscrito un contrato OTRI (de transferencia, investigación y desarrollo) para impulsar el proyecto.

Además, otras instituciones como la Diputación Provincial de Cádiz y Cáritas, junto a investigadores externos como el director del Museo Histórico de Villamartín, también han colaborado en este esfuerzo de recuperación y estudio del patrimonio histórico de Bornos.
(Fuente: Ayuntamiento de Bornos)

7 de octubre de 2024

Descifrando los secretos de la ciudad romana de Carissa Aurelia

Ubicado en plena Sierra de Cádiz, entre los municipios de Bornos y Espera se encuentra el yacimiento, un lugar «virgen desde el punto de vista arqueológico» y que, gracias a un estudio, comienza a descubrirse
Excavaciones arqueológicas en Carissa Aurelia ANTONIO VÁZQUEZ

Un robo es el origen del proyecto que está llevando a los arqueólogos a estudiar el yacimiento de Carissa Aurelia. En torno a los años 60, un campesino, realizando sus tareas, descubre una escultura de Antonia Minor, «un miembro de la familia imperial cuyas representaciones son muy escasas a nivel de todo el imperio romano, solo hay diez», explica Diego Romero Vera, arqueólogo de la Universidad de Sevilla que codirige esta excavación. Este retrato se conservaba en el Ayuntamiento de Bornos, de donde fue robado. Años más tarde, en la ciudad de Munich se organiza una exposición de escultura romana a la que acude Pepe Beltrán, catedrático de la Universidad de Sevilla y que, con el retrato romano como especialidad, identifica la Antonia Minor de Carissa. En ese momento se inician los trámites para la devolución, completada a las autoridades españolas en agosto de 2020 y restituida en Bornos en 2022. Un caso que fue bastante mediático en Alemania y que despertó la curiosidad de los expertos por la falta de excavación en este yacimiento, «virgen desde el punto de vista arqueológico», como lo define Romero.

Así es como se decide hacer una serie de estudios. Entre finales de 2020 y comienzos de 2021, se hace una prospección geofísica, es decir, a través de diferentes aparatos se emiten ondas en el subsuelo y si hay un edificio debajo, algo sólido, rebota la onda, y de esa forma se puede saber la profundidad y lo que hay debajo.

Primeras conclusiones
En estas prospecciones se documentó la muralla, también aparecieron los restos de un posible teatro pero, sobre todo, permitieron conocer a grandes rasgos el urbanismo de Carissa Aurelia. «Sabemos que era una ciudad de 14 hectáreas, que no tiene un urbanismo típicamente ortogonal, que es el que tienen los romanos, es decir calles rectas y paralelas orientadas norte-sur y este-oeste, sino que la ciudad se adapta a la orografía complicada de la cresta rocosa en la que se encuentra», detalla Diego Romero. Precisamente, esta orografía es la causa por la que la ciudad estaba dividida en tres terrazas, «una terraza superior que tienen en su cúspide un promontorio en altura que nosotros llamamos acrópolis, en la cual habría un templo. Han aparecido diferentes restos que se pueden asociar a un templo que posteriormente fue desmontado y con esos materiales se construyó una torre medieval. Debajo, estaría el foro. En el foro tenían que tener un edificio que es la basílica y en el otro extremo, seguramente la curia que es donde se reunía el senado local. Más abajo están los contrafuertes hechos de hormigón romano que siempre han estado a la vista. Otra terraza más baja que es donde seguramente habría viviendas y todo el interior de la ciudad estaba conectado por dos vías que también se han documentado.

Pero para poder conocer mejor las entrañas de la ciudad era necesario excavar. De ahí es donde surge la unión de las universidades de Sevilla, Kiel y Colonia en Alemania y Groninga en Países Bajos en un proyecto internacional de gran relevancia. A esto se une la financiación de la fundación Thyssen, la colaboración de los ayuntamientos de Bornos y Espera y las facilidades que ofrece el propietario del terreno en el que se ubica el yacimiento. ¿Y por dónde comenzar a excavar? El arqueólogo comenta que «como sabíamos gracias a las prospecciones dónde podríamos encontrar ciertas cosas, hemos localizado tres excavaciones pequeñas en puntos estratégicos». Estas tres pequeñas excavaciones, llamadas sondeos, tienen una extensión limitada, de 5x5 metros. Una de ellas en lo que podría ser una vivienda, otra en el área del foro y otra en una calle «que tiene una monumentalidad extraordinaria» y que no se ha difundido hasta ahora. Romero cuenta que en ese punto iban buscando «lo que había aparecido en las prospecciones geofísicas. Sabíamos que aquí había un cruce de calles interurbanas. Una que iba desde la colina hacia abajo y otra que iba desde la puerta norte a la sur, de una necrópolis a la otra. No sabemos si tendría acerado, pórtico, pero las lastras de piedra hablan de una gran monumentalidad. Cuanto más grandes las lastras y cuanto más regulares, mejor calidad y estamos hablando de un urbanismo importante, muy monumental y que salta a la vista. En ningún yacimiento cercano hay calles con estas características». Además añade que es «una calle fantástica en un estado de conservación excelente y que nos anima a continuar con el estudio».

Además de las excavaciones, se está recogiendo cerámica y otros restos porque, una vez finalizada esta primera excavación que encara su última semana, «hay que hacer historia a través de esos restos materiales».

La vida en Carissa Aurelia
El máximo apogeo de Carissa Aurelia llega en época de César, en torno al año 50 a.C. y se estima que fuera hasta el 100 d.C. aproximadamente. «Hay mucha cerámica en superficie que remite a esa época. El hecho de que aparezca con tanta abundancia quiere decir que es la fase en la que más vitalidad tuvo este yacimiento. Y después, en contraposición, apenas encontramos restos cerámicos de fases posteriores. No hay nada de siglos II o siglo III. Eso nos da las pistas de cuáles fueron las fases de mayor apogeo», explica. Además, con el nombre de la ciudad también se pueden sacar conclusiones. «Aurelia era la madre de César y este nombre se debe, seguramente, a que Carissa se decantaría en las guerras civiles del bando cesariano y César, en contraprestación, le da un estatuto privilegiado. Es la ciudad que jerarquiza todo el territorio. La única ciudad importante de todo el entorno era Carissa. Y en torno a ella habría una serie de entidades poblacionales menores que en época romana no recibían el nombre de ciudad y que pagaban tributos aquí, y la gente que tenía que dirimir sus pleitos, quería orar o tomar unos baños, no sabemos si tendría baños, seguramente sí, vendría aquí», cuenta Diego Romero. Otra de las cosas que se creen es que posiblemente estuviera conectada con el mar a través del río Guadalete que desembocaba en el castillo de Doña Blanca en El Puerto.

La presencia de mármol en el yacimiento hace indicar la monumentalidad que se le dio a una ciudad que «sería visible en kilómetros a la redonda porque Roma utilizaba la arquitectura como mensaje de poder». «Los romanos encuentran un urbanismo prerromano. La arqueología tendrá que dilucidar cómo era, pero podemos decir que, seguramente, una vez que Carissa recibe ese estatuto privilegiado, que se convierte en municipio, los romanos monumentalizaron la ciudad para poner a la misma altura el aspecto de la ciudad, el urbanismo y el estatuto jurídico privilegiado y que se viera externamente», detalla.

Otra de las cuestiones llamativas es que se intuyen influjos de la cultura púnica en época romana. Ejemplo de esto son las monedas acuñadas y en las que aparece «un tipo monetal propio del mundo púnico». «En estas monedas aparece la cabeza de Hércules y también hay otro tipo monetal que son dos jinetes con una especie de escudo curvo que se llama rodela y los especialistas en numismática piensan que son jinetes númidas, del norte de África que vinieron a luchar en la segunda guerra púnica. Por tanto, utilizan ese tipo monetal en época avanzada bajo la órbita romana». Pero lo más conocido de este yacimiento son las necrópolis, que muestran que en época romana la gente se enterraba en hipogeo, es decir en huecos excavados en la tierra, y este es un tipo de necrópolis que se asocia al mundo púnico. Romero concluye que «eran romanos pero seguían conservando su cultura púnica. El sustrato cultural púnico nunca se perdió».

Seis años de proyecto
Estas son solo algunas de las cosas que se están aprendiendo de Carissa Aurelia, pero el proyecto de estudio arqueológico está previsto que dure al menos seis años. Además, las cuatro universidades participantes le han dado carácter pedagógico y son estudiantes los encargados de realizar las excavaciones bajo la supervisión de los profesores.

«Queremos enseñar a los alumnos a hacer arqueología y que sirva como práctica. Intentamos que todo sea pedagógico, explicarles por qué se hacen las cosas de determinada manera, vamos excavando de forma muy meticulosa. Una experiencia muy positiva y una oportunidad única en un yacimiento en el que todavía queda mucho por descubrir por lo desconocido.

Diego Romero tiene claro que «hacía falta el impulso de la investigación y esta es una oportunidad única. Este era un tren en el que había que subirse sí o sí». Y espera que en estos seis años «se pueda conocer con un alto grado de detalle cómo era la ciudad, su entorno y también la vida de los carissienses».

Proteger los restos
Una historia que comienza a construirse con la labor arqueológica: «no venimos buscando piezas de museo, que ojalá aparezcan, pero no es el objetivo primario. Queremos hacer historia. Los historiadores hacen historia con los manuscritos, con los textos, y nosotros con los archivos de la tierra. Ahora mismo es como si hurgáramos dentro de la tierra, cómo si abriéramos una pequeña ventanita por la que ver cómo vivían ellos».

Por eso, una vez que finalice la última semana de excavaciones y, antes de comenzar de nuevo las prospecciones, los hallazgos volverán a taparse con la finalidad de protegerlos y será el momento de investigación con los restos encontrados y de difusión de resultados por parte del equipo de arqueólogos de un proyecto que está generando mucho interés.

Los ayuntamientos de Bornos y Espera están interesados en su conservación y en que los vecinos de los municipios «se vinculen con Carissa, se vinculen con su patrimonio de forma que a través de la concienciación se entienda que esto es algo suyo y se puedan prevenir lacras como el expolio que aquí es continuo y eso que es un Bien de Interés Cultural y tiene la máxima protección que pueda existir en un yacimiento». Un expolio que se quiere evitar a toda costa para proteger un lugar que todavía tiene muchos secretos que desentrañar.

27 de septiembre de 2024

Inicio de las excavaciones en el yacimiento de Carissa Aurelia

Esta iniciativa cuenta con importantes investigadores de las Universidades de Sevilla, Colonia y de Kiel (Alemania) y de Groninga (Países Bajos). Se llevará a cabo durante seis años y es financiado por la Fundación Thyssen (Alemania)

Hace unos días comenzaron las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Carissa Aurelia, un proyecto en el que los ayuntamientos de Bornos y Espera llevan más de un año trabajando y que por fin empieza a ejecutarse.

El objeto principal de la investigación será la antigua ciudad de Carissa Aurelia (Carija, Bornos-Espera), un asentamiento y centro económico de importancia regional en la parte alta del valle del Guadalete. Esta ciudad tiene un origen prerromano y fue privilegiada por Julio César, alcanzado el rango jurídico de municipio. No obstante, jamás se han realizado excavaciones en el interior del núcleo urbano y solo se conocen algunos restos arquitectónicos emergentes correspondientes a edificio públicos y sus notables tumbas hipogeas.

Este proyecto parte de una intervención previa realizada en 2021, en la que se aplicaron en el yacimiento diferentes métodos geofísicos (georradar, magnetometría y resistencia eléctrica). Los resultados de esta campaña revelaron interesantes datos sobre la fisonomía urbana de Carissa. Principalmente, su extensión, el trazado de sus murallas, la existencia de un parcelario urbano y de un callejero no regular adaptado a la accidentada orografía, así como de diferentes espacios públicos, entre los que sobresale un centro monumental compuesto por una acrópolis y un foro aterrazado, así como un posible teatro.

Dicho proyecto, de seis años de duración, se denomina 'Carissa Aurelia: Anatomía urbana, desarrollo histórico y vertebración territorial de una ciudad romana privilegiada del norte de la provincia de Cádiz' y se encuentra bajo la dirección de los profesores Diego Romero Vera (Universidad de Sevilla), Michael Heinzelmann (Universidad de Colonia), Janine Lehmann (Universidad de Kiel) y Tymon de Haas (Universidad de Groninga).

7 de agosto de 2024

Investigadores de la UCA descubren 57 nuevos yacimientos romanos en el valle del río Guadalete

Investigadores de la Universidad de Cádiz, coordinados por la profesora del área de Arqueología, Macarena Lara, están llevado a cabo nuevas investigaciones en la zona del valle medio del río Guadalete con la finalidad de conocer el poblamiento romano de este entorno e identificar la organización y estructura de nuevos yacimientos, así como la topografía de su entorno.
Las excavaciones, coordinadas por la profesora Macarena Lara, se han centrado en la villa romana de El Cañuelo en Bornos. Es la primera vez que se estudia de manera integral el poblamiento romano en este entorno

Estos trabajos, que se iniciaron en el año 2023 con financiación del Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·Mar), pretenden conocer estos asentamientos romanos, así como la organización territorial en los entornos de Arcos de la Frontera, Bornos, Villamartín y Puerto Serrano, profundizando en las vías de comunicación terrestres y fluviales, rutas comerciales y sus recursos económicos. De este modo, el objetivo es conocer la interacción de la bahía gaditana con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete durante el período romano, aspecto prácticamente desconocido hasta el momento.

La primera fase de los trabajos ejecutada por el equipo de investigadores, que consistió en una intensa prospección arqueológica en los cuatro términos mencionados, ha permitido localizar 57 yacimientos de época romana de carácter inédito y se ha podido delimitar y definir tanto espacial como cronológicamente algunos restos arqueológicos ya citados en los años 80 y 90, que no estaban catalogados.

Fotografía del yacimiento de El Cañuelo e imagen con cámara multiespectral en la banda de infrarrojo cercano.

Asimismo, en el mes de mayo dio comienzo la segunda fase de este proyecto, consistente en la excavación arqueológica en la villa romana de El Cañuelo (Bornos). En esta ocasión, los trabajos realizados en la zona aportaron datos inéditos sobre las áreas funcionales de la villa, tanto residencial como área productiva. Esta excavación marca un paradigma en los estudios de arqueología romana en la Sierra de Cádiz, ya que es la primera vez que se analiza de manera integral el poblado romano de este entorno. Se han realizado excavaciones arqueológicas en el marco de un proyecto de investigación con el objeto de recuperar el patrimonio arqueológico del valle medio del río Guadalete. Esta segunda campaña ha sido posible gracias a la financiación del Ayuntamiento de Bornos, que está colaborando intensamente con la Universidad de Cádiz, creando sinergias entre ambas instituciones con el objetivo de continuar estrechando lazos en los próximos meses.

Además de ello, en este yacimiento se ha explorado parcialmente con georradar para poder definir mejor la distribución de las estructuras murarias no visibles en superficie. 

Nuevas tecnologías para conocer mejor los yacimientos
Por otra parte, se ha recurrido al uso de nuevas tecnologías, como son las aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés) equipadas con distintos sensores, del Servicio Periférico de Drones del Instituto de Investigaciones Marinas (INMAR) – UCA. En concreto, la campaña ha consistido en la adquisición de imágenes para la documentación aérea mediante dron con cámara multiespectral y LiDAR sobre cuatro yacimientos arqueológicos de los municipios de Villamartín, Arcos de la Frontera y Bornos, consistiendo en tres villas romanas (una de ellas la de El Cañuelo) y un oppidum ibérico. El uso de este tipo de sensores es cada vez más frecuente para la investigación de yacimientos porque, por un lado, permiten tomar y procesar mucha información en relativamente poco tiempo y, por otro, no son invasivos, por lo que se obtiene una gran cantidad de datos sin afectar a los lugares de interés, como indican los responsables del proyecto.

Para seleccionar los lugares en los que se realizaron estos trabajos se valoraron diferentes aspectos como, por ejemplo, si estos estaban cultivados o no, la topografía o incluso si afloraban o no muros o estructuras en superficie. Con todo esto, los sensores equipados han permitido, hasta la fecha, conocer la topografía a través del MDE y MDT, y especialmente, el análisis de las imágenes de las distintas bandas espectrales, lo que se ha traducido en la obtención de más información sobre la distribución urbana (que en algunos de estos yacimientos no se conoce) y otras particularidades.

Asimismo, se está realizando un intenso estudio con la identificación y catalogación de todos los materiales arqueológicos encontrados, comprendiendo un enfoque interdisciplinar, donde confluyen profesionales de distintos campos, como el de la arqueología, la numismática, la arqueometría, etc., que ayudará a comprender mejor los aspectos fundamentales de estos yacimientos ubicados en la comarca serrana y las relaciones a distintos niveles con otros yacimientos.

Con todo, “los datos que tenemos nos han permitido generar una base sólida de información y documentación arqueológica para continuar con las investigaciones en las próximas anualidades en este entorno. Nuestro objetivo principal es continuar realizando excavaciones y prospecciones con técnicas y herramientas no tradicionales que se completarán con el estudio de los contextos hallados, así como técnicas de análisis en los materiales documentados que nos permitirán obtener una visión holística del poblamiento romano y del territorio en el entorno de los embalses de Bornos y Arcos de la Frontera”, como explica Macarena Lara.

Además de los miembros del grupo HUM-440, en estos trabajos participan expertos del grupo de investigación RNM-373: Geociencias, en colaboración con el Museo Histórico Municipal de Villamartín y el Ayuntamiento de Bornos. En cuanto a la financiación, como ya se ha señalado, esta ha sido posible al proyecto ‘Mare in rure. El paisaje cultural marítimo de la Bahía de Cádiz y su interacción con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete en época romana’, respaldado por el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, concedido dentro de las ayudas del eje de mejora científica de su Plan Propio 2022.

12 de junio de 2024

El yacimiento de Bornos revela otra cara de la economía romana en Cádiz

Las primeras investigaciones de la Universidad de Cádiz en la villa romana de El Cañuelo, apuntan a que el poblamiento tuvo una gran actividad agropecuaria
Excavaciones arqueológicas de la Universidad de Cádiz en el yacimiento de Bornos. / D.C.

Las recientes excavaciones en el nuevo yacimiento romano de Bornos revelan importantes datos que amplían el conocimiento de lo que fue la economía de la época romana en la provincia de Cádiz. La Universidad de Cádiz centra un proyecto de investigación en este yacimiento de Bornos, donde se asienta la denominada Villa Romana del Cañuelo, que data del siglo I después de Cristo hasta el siglo IV-V d.c., para poder conocer la organización territorial y el poblamiento romano en esta zona del valle medio del río Guadalete.

Las primeras indagaciones apuntan a que esta villa de Bornos pueda venir a completar la otra cara de lo que fue la economía de esta época romana en la provincia de Cádiz, cuya parte más conocida es la de la industria del salazón. Ahora, con el campo que se abre en este yacimiento de Bornos se presume, también, la posible importancia que la actividad agropecuaria romana tuvo para la provincia.

Con todas las cautelas porque las investigaciones están en sus primeras fases, los hallazgos que se han encontrado en los sondeos de la villa de Bornos apuntan a que esta actividad agropecuaria no sería solo para consumo propio, sino que, también, se abre la vía de la exportación a tenor del hallazgo de un edificio que podría ser un almacén.

Los elementos encontrados hasta ahora en el yacimiento bornense incluye una zona residencial, que sería el centro de la villa, con un patio porticado, una zona productiva y una edificación o almacén.

La arqueóloga y profesora de la Universidad de Cádiz, Macarena Lara, habla de la importancia de la excavación de esta villa romana en la zona interior de la provincia en la que se está utilizando nueva metodología. “Desde los años 70 del pasado siglo que se excavó una villa romana en Arcos, en la zona de El Santiscal, no se hacía. Tampoco en la provincia desde hace poco, con la villa marítima de Trafalgar. En Bornos, por las dimensiones de la villa, se supone que la actividad agrícola y ganadera que hubo no era para consumo propio, podría ser también para exportar”, explica la directora de este proyecto de la UCA.

Este yacimiento arqueológico ubicado en la zona del embalse de Bornos, del que tienen constancia desde hace años los propios vecinos del pueblo, tiene una superficie de 3,5 hectáreas de terreno, con lo que hace una idea de la importancia que tendrá para investigaciones futuras. Ya se han realizado dos excavaciones durante el mes de mayo, una en la zona residencial y otra en la zona productiva. Como novedades se ha documentado que la residencial cuenta con patio central con ábside y la zona productiva con un edificio, con muros de un metro de grosor. Además, se ha encontrado una columna con la basa, que está en posición original y un enterramiento, del siglo III- IV, de época tardo antigua.

Hay que resaltar que esta excavación de un poblamiento romano en la Sierra de Cádiz forma parte del proyecto de investigación ‘Mare in Rure’ para analizar asentamientos costeros y de zonas de interior. “Esta villa de Bornos se puede poner en relación con el territorio cercano de Carissa Aurelia”, añade Macarena Lara.

En estos trabajos de la UCA participan una decena de alumnos de Grado y del Máster. La arqueóloga Macarena Lara destaca también la importante implicación y ayuda del Ayuntamiento de Bornos para poder llevar a cabo estos sondeos en su término municipal.

1 de septiembre de 2022

Vuelve a Bornos el busto romano robado hace una década y localizado en Alemania

Se trata de la cabeza de Antonia Minor, del siglo I, que desapareció en 2010 de esta localidad gaditana y que se halló expuesta en 2020 en la Gliptoteca de Munich
El busto romano robado hace una década y localizado en Alemania 

El busto romano robado en 2010 en Bornos y localizado hace dos años en Alemania vuelve este jueves a Bornos.

La cabeza de Antonia Minor, hija menor de Marco Antonio y Octavia y madre y abuela de los emperadores Claudio y Calígula, que data del siglo I, fue sustraída de la localidad hace doce años y fue el catedrático de Arqueología de la Universidad de Sevilla, José Beltrán Fortes, quien localizó la pieza mientras estaba expuesta temporalmente en la Gliptoteca de Munich, Alemania, hecho que puso inmediatamente en conocimiento de la Guardia Civil y las autoridades españolas.

La cabeza de Antonia La Menor fue descubierta en el yacimiento de Carissa Aurelia en los años 60 del siglo XX por el vecino Francisco Álvarez. Durante años estuvo expuesta en el Ayuntamiento de Bornos y más tarde en el Centro de Interpretación del Castillo Palacio de los Ribera, hasta que, a finales de 2010, fue robada.

Ahora vuelve a Bornos y será expuesta en la escalinata de subida a la parte superior del Ayuntamiento, donde estuvo muchos años. El alcalde Hugo Palomares adelanta que la pieza se expondrá con un sistema de cámaras de vigilancia para garantizar su seguridad.

Así que el Ayuntamiento de Bornos invita, este jueves, a las once de la mañana a los vecinos que quieran al acto de recepción del busto, que se oficiará en el salón de plenos, donde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, hará entrega de esta pieza a la institución municipal.