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12 de junio de 2024

El yacimiento de Bornos revela otra cara de la economía romana en Cádiz

Las primeras investigaciones de la Universidad de Cádiz en la villa romana de El Cañuelo, apuntan a que el poblamiento tuvo una gran actividad agropecuaria
Excavaciones arqueológicas de la Universidad de Cádiz en el yacimiento de Bornos. / D.C.

Las recientes excavaciones en el nuevo yacimiento romano de Bornos revelan importantes datos que amplían el conocimiento de lo que fue la economía de la época romana en la provincia de Cádiz. La Universidad de Cádiz centra un proyecto de investigación en este yacimiento de Bornos, donde se asienta la denominada Villa Romana del Cañuelo, que data del siglo I después de Cristo hasta el siglo IV-V d.c., para poder conocer la organización territorial y el poblamiento romano en esta zona del valle medio del río Guadalete.

Las primeras indagaciones apuntan a que esta villa de Bornos pueda venir a completar la otra cara de lo que fue la economía de esta época romana en la provincia de Cádiz, cuya parte más conocida es la de la industria del salazón. Ahora, con el campo que se abre en este yacimiento de Bornos se presume, también, la posible importancia que la actividad agropecuaria romana tuvo para la provincia.

Con todas las cautelas porque las investigaciones están en sus primeras fases, los hallazgos que se han encontrado en los sondeos de la villa de Bornos apuntan a que esta actividad agropecuaria no sería solo para consumo propio, sino que, también, se abre la vía de la exportación a tenor del hallazgo de un edificio que podría ser un almacén.

Los elementos encontrados hasta ahora en el yacimiento bornense incluye una zona residencial, que sería el centro de la villa, con un patio porticado, una zona productiva y una edificación o almacén.

La arqueóloga y profesora de la Universidad de Cádiz, Macarena Lara, habla de la importancia de la excavación de esta villa romana en la zona interior de la provincia en la que se está utilizando nueva metodología. “Desde los años 70 del pasado siglo que se excavó una villa romana en Arcos, en la zona de El Santiscal, no se hacía. Tampoco en la provincia desde hace poco, con la villa marítima de Trafalgar. En Bornos, por las dimensiones de la villa, se supone que la actividad agrícola y ganadera que hubo no era para consumo propio, podría ser también para exportar”, explica la directora de este proyecto de la UCA.

Este yacimiento arqueológico ubicado en la zona del embalse de Bornos, del que tienen constancia desde hace años los propios vecinos del pueblo, tiene una superficie de 3,5 hectáreas de terreno, con lo que hace una idea de la importancia que tendrá para investigaciones futuras. Ya se han realizado dos excavaciones durante el mes de mayo, una en la zona residencial y otra en la zona productiva. Como novedades se ha documentado que la residencial cuenta con patio central con ábside y la zona productiva con un edificio, con muros de un metro de grosor. Además, se ha encontrado una columna con la basa, que está en posición original y un enterramiento, del siglo III- IV, de época tardo antigua.

Hay que resaltar que esta excavación de un poblamiento romano en la Sierra de Cádiz forma parte del proyecto de investigación ‘Mare in Rure’ para analizar asentamientos costeros y de zonas de interior. “Esta villa de Bornos se puede poner en relación con el territorio cercano de Carissa Aurelia”, añade Macarena Lara.

En estos trabajos de la UCA participan una decena de alumnos de Grado y del Máster. La arqueóloga Macarena Lara destaca también la importante implicación y ayuda del Ayuntamiento de Bornos para poder llevar a cabo estos sondeos en su término municipal.

7 de agosto de 2024

Investigadores de la UCA descubren 57 nuevos yacimientos romanos en el valle del río Guadalete

Investigadores de la Universidad de Cádiz, coordinados por la profesora del área de Arqueología, Macarena Lara, están llevado a cabo nuevas investigaciones en la zona del valle medio del río Guadalete con la finalidad de conocer el poblamiento romano de este entorno e identificar la organización y estructura de nuevos yacimientos, así como la topografía de su entorno.
Las excavaciones, coordinadas por la profesora Macarena Lara, se han centrado en la villa romana de El Cañuelo en Bornos. Es la primera vez que se estudia de manera integral el poblamiento romano en este entorno

Estos trabajos, que se iniciaron en el año 2023 con financiación del Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·Mar), pretenden conocer estos asentamientos romanos, así como la organización territorial en los entornos de Arcos de la Frontera, Bornos, Villamartín y Puerto Serrano, profundizando en las vías de comunicación terrestres y fluviales, rutas comerciales y sus recursos económicos. De este modo, el objetivo es conocer la interacción de la bahía gaditana con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete durante el período romano, aspecto prácticamente desconocido hasta el momento.

La primera fase de los trabajos ejecutada por el equipo de investigadores, que consistió en una intensa prospección arqueológica en los cuatro términos mencionados, ha permitido localizar 57 yacimientos de época romana de carácter inédito y se ha podido delimitar y definir tanto espacial como cronológicamente algunos restos arqueológicos ya citados en los años 80 y 90, que no estaban catalogados.

Fotografía del yacimiento de El Cañuelo e imagen con cámara multiespectral en la banda de infrarrojo cercano.

Asimismo, en el mes de mayo dio comienzo la segunda fase de este proyecto, consistente en la excavación arqueológica en la villa romana de El Cañuelo (Bornos). En esta ocasión, los trabajos realizados en la zona aportaron datos inéditos sobre las áreas funcionales de la villa, tanto residencial como área productiva. Esta excavación marca un paradigma en los estudios de arqueología romana en la Sierra de Cádiz, ya que es la primera vez que se analiza de manera integral el poblado romano de este entorno. Se han realizado excavaciones arqueológicas en el marco de un proyecto de investigación con el objeto de recuperar el patrimonio arqueológico del valle medio del río Guadalete. Esta segunda campaña ha sido posible gracias a la financiación del Ayuntamiento de Bornos, que está colaborando intensamente con la Universidad de Cádiz, creando sinergias entre ambas instituciones con el objetivo de continuar estrechando lazos en los próximos meses.

Además de ello, en este yacimiento se ha explorado parcialmente con georradar para poder definir mejor la distribución de las estructuras murarias no visibles en superficie. 

Nuevas tecnologías para conocer mejor los yacimientos
Por otra parte, se ha recurrido al uso de nuevas tecnologías, como son las aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés) equipadas con distintos sensores, del Servicio Periférico de Drones del Instituto de Investigaciones Marinas (INMAR) – UCA. En concreto, la campaña ha consistido en la adquisición de imágenes para la documentación aérea mediante dron con cámara multiespectral y LiDAR sobre cuatro yacimientos arqueológicos de los municipios de Villamartín, Arcos de la Frontera y Bornos, consistiendo en tres villas romanas (una de ellas la de El Cañuelo) y un oppidum ibérico. El uso de este tipo de sensores es cada vez más frecuente para la investigación de yacimientos porque, por un lado, permiten tomar y procesar mucha información en relativamente poco tiempo y, por otro, no son invasivos, por lo que se obtiene una gran cantidad de datos sin afectar a los lugares de interés, como indican los responsables del proyecto.

Para seleccionar los lugares en los que se realizaron estos trabajos se valoraron diferentes aspectos como, por ejemplo, si estos estaban cultivados o no, la topografía o incluso si afloraban o no muros o estructuras en superficie. Con todo esto, los sensores equipados han permitido, hasta la fecha, conocer la topografía a través del MDE y MDT, y especialmente, el análisis de las imágenes de las distintas bandas espectrales, lo que se ha traducido en la obtención de más información sobre la distribución urbana (que en algunos de estos yacimientos no se conoce) y otras particularidades.

Asimismo, se está realizando un intenso estudio con la identificación y catalogación de todos los materiales arqueológicos encontrados, comprendiendo un enfoque interdisciplinar, donde confluyen profesionales de distintos campos, como el de la arqueología, la numismática, la arqueometría, etc., que ayudará a comprender mejor los aspectos fundamentales de estos yacimientos ubicados en la comarca serrana y las relaciones a distintos niveles con otros yacimientos.

Con todo, “los datos que tenemos nos han permitido generar una base sólida de información y documentación arqueológica para continuar con las investigaciones en las próximas anualidades en este entorno. Nuestro objetivo principal es continuar realizando excavaciones y prospecciones con técnicas y herramientas no tradicionales que se completarán con el estudio de los contextos hallados, así como técnicas de análisis en los materiales documentados que nos permitirán obtener una visión holística del poblamiento romano y del territorio en el entorno de los embalses de Bornos y Arcos de la Frontera”, como explica Macarena Lara.

Además de los miembros del grupo HUM-440, en estos trabajos participan expertos del grupo de investigación RNM-373: Geociencias, en colaboración con el Museo Histórico Municipal de Villamartín y el Ayuntamiento de Bornos. En cuanto a la financiación, como ya se ha señalado, esta ha sido posible al proyecto ‘Mare in rure. El paisaje cultural marítimo de la Bahía de Cádiz y su interacción con el poblamiento de la depresión fluvial del Guadalete en época romana’, respaldado por el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, concedido dentro de las ayudas del eje de mejora científica de su Plan Propio 2022.

30 de noviembre de 2010

Técnicos de la Universidad de Cádiz documentan diez nuevos hallazgos arqueológicos en Ceuta

Recientes prospecciones arqueológicas desarrolladas por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Cádiz han permitido la localización de diez nuevos yacimientos arqueológicos y un total de ocho hallazgos aislados en la zona occidental de la Ciudad Autónoma de Ceuta. La presente campaña, codirigida por los profesores José Ramos Muñoz y Darío Bernal, así como por el arqueólogo Eduardo Vijande, ha sido posible gracias al convenio firmado entre la Universidad de Cádiz y la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Miembros de la Universidad de Cádiz en los terrenos de Benzú
Junto a los codirectores, las labores de campo han sido acometidas por Juan Jesús Cantillo, becario predoctoral del Instituto de Estudios Ceutíes; Antonio Cabral, Macarena Lara y Jesús Toledo, arqueólogos-doctorandos de la UCA; Delia Escalón, arqueóloga; los estudiantes, Luigi Lafasciano, África Bustamante y Antonio Barrena; así como el técnico Ángel García, además de voluntariado de la ciudad de Ceuta.
En esta campaña se han documentado una decena de nuevos yacimientos arqueológicos, de los que tan sólo uno corresponde a época medieval (Loma del Tío Díaz V) y los restantes a la Prehistoria. De estos últimos, la mayor parte se adscriben al Paleolítico Medio (Calamocarro, Altabacal, Punta de la Cabeza, Casa de Zapatero III, IV y V y Topete). Igualmente, se ha localizado un yacimiento adscribible a la Prehistoria Reciente y un yacimiento con industria lítica de tipo Ateriense, lo que constituye una gran novedad al confirmarse la ocupación humana de este territorio durante el Paleolítico Superior.
En total, se han recogido más de 70 productos arqueológicos, algunos de gran calidad como raederas simples, raederas convergentes, láminas de borde abatido, puntas aterienses, etc. Hay que destacar la localización de nuevas cavidades en la zona de Benzú, que presentan gran potencialidad de investigación para el futuro. En relación al Abrigo de Benzú, con cronologías entre 300 mil y 70 mil años, es importante la documentación de numerosos yacimientos del Paleolítico Medio, que ayudarán a comprender mejor la movilidad de estos grupos de cazadores-recolectores. La ubicación de la mayor parte de estos asentamientos en la zona litoral acentúa, más si cabe, la importancia que para estos grupos debió tener la explotación de los recursos marinos.

31 de mayo de 2021

Descubren una nueva factoría de salazones, una taberna y otro edificio en Baelo Claudia

La fábrica está dispuesta en dos áreas, tiene ocho piletas en muy buen estado de conservación y era la tercera más importante de todo el conjunto arqueológico. Se trata de las excavaciones en extensión más relevantes de los últimos 20 años y abarca unos 500 metros cuadrados

Baelo Claudia puede presumir de ser la ciudad romana mejor conocida del mundo y de los grandes emporios de la explotación de productos del mar. Tanto, que ha aparecido otra nueva factoría de salazones, la tercera más importante de las diez que exhibe el yacimiento, además de una taberna y un tercer edificio cuya funcionalidad está aún por determinar.

Así lo confirma el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, que dirige estos trabajos junto a los subdirectores de la excavación Juan José Díaz, José Ángel Expósito y Macarena Lara. Detalla, de este modo, que la factoría que estuvo en funcionamiento 700 años (del II.a.C al Vd.C.) contaba con dos áreas, "una de saladeros y otra con ocho piletas que presentan muy buen estado de conservación, además de una plataforma de trabajo construida delante del edificio pavimentada en opus signinum". Sería una "de las 37 que estimamos que deber haber", relata, "lo que explica la importancia de la explotación de los recursos del mar en la ciudad romana".

Precisamente Baelo "es la ciudad romana de la que más y mejor conocemos de todo el mundo en cuanto a cómo funcionaban las fábricas conserveras y la explotación de recursos marinos".

Junto a la factoría han aparecido dos nuevos edificios, uno de ellos es una taberna orientada hacia una de las calles "y que se abandona muy pronto, en el siglo I.d.C., que es cuando se dedica a zona de vertederos de los edificios de alrededor". También han localizado algunos depósitos relacionados con la explotación de recursos como son ericeros.

Por último, el tercer edificio se ha excavado hasta el coronamiento superior de la estructura, aunque los trabajos continuarán en las tres semanas próximas, en las que se procederá "a limitar la compartimentación interior y luego a determinar la funcionalidad del edificio, para saber si era una fábrica de salazón o una casa".

Esta actividad arqueológica puntual que lleva a cabo el grupo de Investigación HUM-440 del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz comenzó el pasado verano pero aún no habían trascendido los resultados. Se lleva a cabo gracias a la financiación de los proyectos de investigación Garum III, del Gobierno, y otro de la Junta de Andalucía, Arqueofish.

En el proyecto participan actualmente 26 personas entre profesores, investigadores, doctorandos, etc., aparte de unos 10 o 12 especialistas de diversas universidades españolas. Asimismo, hay tres alumnas de la Delegación de la Universidad Europea EU, procedentes de Malta y Polonia.

La mayor excavación en extensión en 20 años

La excavación, que cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, se está llevando a cabo en la zona sureste del barrio meridional, la que los arqueólogos conocen como la cetárea 15. "Se trata de la excavación en extensión más grande realizada de los últimos 20 años, un área de unos 500 metros cuadrados cuya idea es preparar para un proyecto general de investigación a desarrollar en los próximos años, con el fin de investigar la funcionalidad urbanística y arquitectónica de la ciudad".
Exposición sobre los secretos del Garum

La trascendencia de la actividad pesquero conservera de la ciudad puede comprobarse en el propio circuito por la cuidad romana, pero antes de conocerla in situ viene bien la visita a la exposición Baelo Claudia y los secretos del Garum, que se exhibe en el edificio del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia. Una muestra impulsada por científicos de la Universidad de Cádiz con el apoyo de la Junta de Andalucía, donde se cuenta y recrea la vida milenaria de las almadrabas del Estrecho, de sus recursos marinos, de la industria pesquero-conservera y de la elaboración de la salsa Garum.

La exposición recoge los resultados de más de una década de investigaciones interdisciplinares entre arqueólogos y tecnólogos de los alimentos para la recuperación de la famosa salsa Garum. Sus comisarios son el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, el profesor titular de Tecnología de los Alimentos de la UCA, Víctor Palacios, el profesor ayudante doctor de Arqueología, José J. Díaz, y José Ángel Expósito Álvarez, del área de Difusión del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia.

28 de abril de 2020

Identifican en Cádiz los restos de un puerto fenicio-púnico y romano

Los trabajos de los expertos de la UCA se han centrado en la playa de La Caleta. Tenía al menos 200 metros de ancho hacia el oeste, y la profundidad del agua disponible era de 20 metros
Recreación del puerto fenicio-punico en el antiguo archipiélago de Cádiz. FOTO: EP
Expertos de la Universidad de Cádiz han podido identificar en diversos trabajos arqueológicos realizados en el edificio de Valcárcel, frente a la playa de La Caleta, los restos de un puerto fenicio-púnico y romano. El hallazgo, publicado en la revista Journal of Maritime Archaelogy, muestra, gracias a abundantes restos cerámicos y arqueobotánicos, que esta zona era una refugio semiprotegido.

La investigación ha sido coordinada por el catedrático del área de Arqueología de la Universidad de Cádiz, Darío Bernal-Casasola, y los investigadores José J. Díaz y Macarena Lara, del departamento de Historia, Geografía y Filosofía. El acceso al puerto, según esta investigación, tenía al menos 200 metros de ancho hacia el oeste, y la profundidad del agua disponible era de 20 metros, lo que no representaba ningún límite para el calado de los barcos de la época.

GRAN CALADO
“La notable profundidad del puerto prerromano y romano, que supera ampliamente los calados de los mayores barcos que navegaban en la antigüedad, podría haber sido un problema para el fondeo (o anclaje), por lo que creemos que se podrían haber utilizado métodos alternativos para asegurar los barcos como el amarre, el atraque y la varada”, detallan los investigadores en la publicación.

Además, el relleno de este puerto, especialmente entre 20 y 40 metros, representa un archivo sedimentario de gran importancia para rastrear los primeros pasos de Cádiz desde su origen hasta el primer milenio de nuestra era. La abundancia de artefactos y biofactos muestra que este paleocanal fue un espacio “excepcional” que registró la historia de Cádiz.

FRAGMENTOS CERÁMICOS

De hecho, se han identificado más de un centenar de fragmentos cerámicos correspondientes al período en que el canal estuvo activo y fue utilizado como puerto para actividades marítimas y comerciales, una franja temporal que abarca desde “la colonización fenicia arcaica y los primeros períodos imperiales romanos”.

Estos estudios fueron realizados en el contexto del proyecto arqueológico previo a la conversión de este edificio, que lleva cerrado varios años tras frustrarse su transformación en hotel, en la futura Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Cádiz.

Según este comunicado, “no existe obstáculo arqueológico para la realización del proyecto” de la nueva facultad. Los trabajos desarrollados en Valcárcel plantean otras dudas y son el punto de partida para futuros estudios que analicen, por ejemplo, la ausencia de depósitos fluviales en esta zona.

ESTUDIO
De hecho, se está llevando a cabo un estudio geoarqueológico detallado con el fin de obtener una cronología de los depósitos existentes y reconstruir las modificaciones paleogeomorfológicas (movilidad costera), pero también los cambios climáticos y los fenómenos extremos (tormentas, tsunamis, etc.) que se han dado en esta zona.

La combinación de todos estos análisis proporcionará un nuevo conjunto de datos para reconstruir el origen de la sedimentación del canal teniendo en cuenta los factores humanos y naturales que afectan a este paisaje costero. Estos estudios serán realizados por especialistas de las universidades de Estrasburgo y Cádiz, junto con la colaboración de otras instituciones.