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29 de julio de 2024

Los arqueólogos confirman la violencia del ataque a la judería de León en 1196

Los trabajos arqueológicos desarrollados este año por la Universidad de León también permiten rescatar una cantidad ingente de material bélico
Excavaciones arqueológicas en Puente Castro.

Los últimos descubrimientos en las excavaciones de Puente Castro confirman la violencia del ataque sufrido por la judería en 1196. Desde el pasado 10 de julio y hasta finales de mes, investigadores de la Universidad de León llevan a cabo trabajos arqueológicos en la judería de Puente Castro, en los viejos arrabales de la ciudad de León, cuyos orígenes se remontan al siglo XI y constituyó una de las juderías más influyentes de la época en los reinos cristianos.

La vida en la judería discurrió con tranquilidad durante prácticamente dos siglos. Sin embargo, a finales del XII las tensiones políticas entre los reinos de León y Castilla provocaron que un importante contingente militar bajo el mando del rey castellano Alfonso VIII se dirigiera a León. Las tropas castellanas, según las crónicas, asaltaron la judería, provocando grandes daños.

Aunque estas impresiones cronísticas habían sido tomadas con cierto escepticismo por los historiadores, la arqueología parece ahora confirmarlas, ya que los trabajos desarrollados por los investigadores de la ULE están sacando a luz abundantes testimonios del asedio.

Según los directores de la excavación, Raquel Martínez Peñín y Carlos Fernández Rodríguez, “llama poderosamente la atención el apreciable número de puntas de flecha que se hallan dispersas por el enclave y que evidencian la magnitud del asedio”. Además, “han aparecido restos de cota de malla, puntas de lanza o nueces de ballesta que refuerzan la imagen ofrecida por las crónicas”.

Estas intervenciones se enmarcan dentro del proyecto de investigación titulado ‘La minoría judía medieval en el ámbito urbano del Reino de León: análisis arqueológico y documental’, financiado por la ULE, con el apoyo económico del Instituto de Estudios Medievales de la Universidad de León y de la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León.

Las excavaciones se llevan a cabo en colaboración con un amplio equipo de investigadores del Departamento de Historia y del Instituto de Estudios Medievales. Junto a ellos trabajan 35 de estudiantes del Grado en Historia y del Doble Grado de Historia e Historia del Arte de la ULE, así como del Máster de Arqueología de la Universidad de Santiago de Compostela.

11 de julio de 2024

Desenterrando los secretos del castro judío de León

Una ‘brigada’ de alumnos de la Universidad de León volvió ayer al Castro Judío con pico y pala. El objetivo es desentrañar los enigmas que aún encierra este asentamiento, completar el entramado urbano de la judería y, al mismo tiempo, ofrecer formación de campo a los estudiantes.
Imagen de la anterior campaña de excavaciones en el ‘Castrum Iudeorum’ realizadas por alumnos de la Universidad de León. DL

Es uno de los yacimientos medievales más relevantes del Norte de España. Un equipo de 35 alumnos de Historia, Historia del Arte y Arqueología, bajo la dirección de los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, desembarca hoy en el Castrum Iudeorum . Buscarán restos de edificaciones en un asentamiento en el que habrían convivido judíos y cristianos entre el año 905 y el 26 de julio de 1196, cuando fue destruido por Alfonso VIII de Castilla.

Situado en la ladera sur del cerro de la Mota, en Puente Castro, es el único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa. Pese a que la utilización de drones, georradar y otras modernas tecnologías por satélite ha limitado en los últimos tiempos el número de excavaciones, en algunos enclaves se hacen imprescindibles. Los alumnos trabajarán con ‘pico y pala’ para desenterrar los secretos que aún guarda el subsuelo.

Se trata de la tercera campaña que lleva a cabo la Universidad de León en colaboración con el Ayuntamiento, tras un acuerdo firmado en 2021. En esta ocasión, las excavaciones concluirán a finales de mes.

«A partir de la interesante información recabada en los tres anteriores años, los arqueólogos han planificado para la presente campaña ampliar los sondeos abiertos en 2023, a fin de potenciar la visión de conjunto del complejo entramado urbano de la judería», explica la Universidad en un comunicado. También «llegar al nivel geológico para fijar del modo más nítido posible el momento en el que los judíos se asentaron en el castro». Además, buscarán más evidencias del final de la presencia hebrea, relacionada con el asedio de las tropas castellanas. El objetivo final es «conocer de forma clara cómo se articula urbanísticamente la aljama y aportar conocimiento al patrimonio histórico de la ciudad. La excavación persigue dar formación de campo a alumnos que pueden encontrar en la arqueología una salida profesional y, de paso, mejorar la oferta formativa del grado de Historia de la ULE. Tras la intervención, los materiales encontrados serán analizados y calificados en los laboratorios de la Universidad.

Hallazgos históricos
Las excavaciones en la aljama de Puente Castro estuvieron paradas durante dieciséis años, hasta que fueron retomadas en 2021. Los trabajos llevados a cabo en este enclave por el profesor José Luis Avello —principal artífice de que León ingresara en la Red de Juderías por sus investigaciones en la aljama de Puente Castro— destaparon que en el Castrum Iudeorum vivían los ciudadanos hebreos más importantes del Reino. Basaba esta afirmación no solo en la población que llegó a alcanzar (alrededor de mil personas), sino en el hecho de que la mayoría de los habitantes de este lugar recibían el tratamiento de ‘Mar’ —como se sabe por las lápidas encontradas—. Este título era utilizado tan sólo por aquellos judíos que habían alcanzado un grado de reconocimiento sobresaliente, tanto en la comunidad hebrea como en la cristiana.

Según Avello, los restos arqueológicos y las fuentes documentales existentes revelan de manera clara que el Reino de León tuvo desde el punto de vista de las poblaciones étnicas una doble capitalidad, la de los judíos (en Puente Castro) y la de los cristianos (al otro lado del río). El nombre que recibe el asentamiento, Castrum Iudeorum (un término cristiano) demostraría que los judíos nunca lo utilizaron, sino que se referían a «su ciudad» como León.

El Museo de León, depósito de todos los hallazgos arqueológicos, ha ido reuniendo desde las primeras excavaciones en el cerro de Puente Castro gran cantidad de munición, lo que hace sospechar que hubo ejecuciones aquí durante la Guerra Civil. Es posible también que exista una fosa común.

Del Castro Judío se han extraído millones de piezas. La gran variedad de recipientes encontrados demuestra la riqueza gastronómica, síntoma del bienestar de los habitantes de este lugar. Además, han salido a la luz decenas de monedas francesas, españolas y musulmanas, prueba de la gran actividad comercial que los judíos mantenían fuera del Reino. Este hecho se refuerza con hallazgos únicos, como el de una cantimplora andalusí, una muestra rarísima fuera del territorio musulmán y que da testimonio de la bonanza económica de la que gozaban los hebreos leones. También confirma que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.

13 de octubre de 2022

Investigadores de la ULE realizan nuevos hallazgos de arte rupestre en Zamora

Los descubrimientos consolidan el Sinclinal de la Mina como uno de los enclaves más importantes de arte esquemático de Zamora. Los trabajos de documentación 4D de las pinturas halladas en Santa Eufemia del Barco permitirán hacer visitable el yacimiento de forma virtual
Investigadores de la Universidad de León realizan nuevos hallazgos de arte rupestre en Zamora.

Un nuevo conjunto de pinturas, constituido por diversos motivos, sale a la luz durante los trabajos de documentación que desarrolla la Universidad de León (ULE) junto con el resto del equipo de EGeomapping, en Santa Eufemia del Barco (Zamora). Los trabajos de documentación basados en la digitalización y virtualización 4D permitirán visitar las pinturas a través de cualquier plataforma móvil conectada a internet y consultar información detallada desde cualquier lugar del mundo.

El investigador principal del proyecto y profesor del Grupo de Investigación GEOINCA de la Universidad de León (ULE), Javier Fernández Lozano, asegura que «esta virtualización permitirá disfrutar de un escenario único con información de interés para científicos y público general». Toda la documentación será administrada desde una única plataforma donde, además de visitar el espacio arqueológico, «podrán visualizarse modelos 3D, imágenes y vídeo del entorno que faciliten el conocimiento en profundidad del espacio en el que se hayan».

Se trata de un trabajo multidisciplinar subvencionado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, en el que colaboran las arqueólogas Beatriz Comendador (Universidad de Vigo) y Lara Bacelar (Universidad de Coimbra) con una larga trayectoria en el estudio de arte rupestre.

Bien de interés cultural
Los trabajos de documentación 3D se han realizado con el uso de última tecnología geomática, como drones, sensores láser terrestre y fotogrametría 360 que permitirán virtualizar el entorno y realizar visitas en realidad aumentada. Según el profesor de la Escuela de Minas de la ULE, Javier Fernández Lozano, la importancia del hallazgo es doble. Por un lado, el interés geológico del entorno, que ha condicionado la localización y el espacio disponible para plasmar estas pinturas, así como su conservación hasta nuestros días, y por otro, el cultural de tipo arqueológico.

«Pero aún hay más, -subraya este geólogo-, se trata de un paisaje natural de excepcional belleza que permite al visitante retrotraerse poco más de 3.000-4.000 años atrás en el tiempo, para conocer el espacio vital y cultural de las sociedades que vivieron entre el periodo Calcolítico y el Bronce Final, responsables de la elaboración de estas pinturas».

Los investigadores destacan que estas pinturas forman ya parte de los Bienes de Interés Cultural (BIC), pero en el futuro contarán también con la certificación de Lugar de Interés Geológico (LiG) otorgada por el Instituto Geológico y Minero de España-CSIC, gracias a la presencia de las estructuras geológicas que constituyen el entorno del teso de la Mina, compuestas por varios pliegues que forman un gran sinclinal atravesado por fallas que diseccionan los espacios de ocupación y permiten la formación de abrigos y viseras rocosos aptos para la apertura de grandes lienzos de roca, sobre los que fueron plasmados los motivos pictóricos. En total, cinco abrigos con arte rupestre de excepcional valor simbólico y arqueológico dignos de preservar y dar a conocer.

Javier Fernández Lozano concluye que este espacio «requiere de acondicionamiento para su visita, sin embargo, gracias a la tecnología que estamos utilizando en su estudio, podrá ser visitado por todos. Se trata de un proyecto inclusivo que facilitará la visita virtual a todos aquellos que deseen conocer este tesoro arqueológico de Zamora».
(Fuente: León noticias)

24 de agosto de 2015

Los arqueólogos encuentran indicios de prácticas rituales en la necrópolis altomedieval de Vigaña (Asturias)

Los arqueólogos han sacado a la luz una extensa necrópolis de tumbas de lajas de las que se han documentado hasta ahora 24. Se han encontrado otro tipo de restos en relación a tumbas que indican "tímidamente" la existencia de prácticas rituales. 
Necrópolis medieval en la capilla de L.Linares, en Vigaña. 
El equipo de arqueología agraria que dirige la profesora de la Universidad de León (ULE) e investigadora principal del proyecto, Margarita Fernández, y el arqueólogo César Martínez, ha localizado en la excavación en el entorno de la capilla de Llinares en Vigaña (Asturias) restos en relación a tumbas que indican "tímidamente" la existencia de prácticas rituales sobre las que ya se anuncia que se profundizará en próximas campañas arqueológicas, si bien en esta ocasión se ha confirmado la ocupación pleno-medieval.

LAS TUMBAS NO HAN SIDO ALTERADAS
En estas excavaciones, la última de las cuales finalizó hace aproximadamente un mes, se han sacado a la luz en los últimos años una extensa necrópolis de tumbas de lajas de las que se han documentado hasta ahora un total de 24. Según este equipo, en el que participan alumnos de la ULE y de la Universidad de Oviedo, el abandono de la necrópolis en la época medieval facilitó la conservación de la disposición de las tumbas que "en ningún casi han sido alteradas".

Todo ello ha permitido reconstruir la disposición en forma de terrazas en la ladera sobre la que se encuentra la capilla actual que acogía en época pleno-medieval los espacios de enterramiento que "parecen estructurarse en función de una edificación localizada en las inmediaciones de la actual capilla".

PRÓXIMAS EXCAVACIONES
De cara a la campaña de excavaciones del próximo año, se tiene previsto acometer el estudio del periodo altomedieval y abordar la localización del poblado de Fontevigaña. Además, desde un punto de vista metodológico la comparación con los datos obtenidos en campañas anteriores en la aldea de Vigaña permiten avanzar en el tipo de registros que se obtienen de la intervención en un despoblado y en una aldea que todavía se mantiene ocupada y permite avanzar en el conocimiento del campesinado medieval, que es el principal objeto de este grupo de investigación.

Como en anteriores ocasiones, la excavación se ha desarrollado en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad titulado 'Poder central y poderes locales entre la antigüedad tardía y la Alta Edad Media, 400-1.000 d.C. en el norte de Hispania y su contexto europeo', que este año ha contado además con la colaboración del Ayuntamiento de Belmonte de Miranda, tanto desde el punto de vista logístico como económico.

(Fuente: iLeon.com)

18 de noviembre de 2013

Sacan a la luz una tumba altomedieval con ajuar del siglo VII en el yacimiento de Vigaña (Asturias)

El enterramiento datado entre los siglos VI y VII d.C. es prácticamente único en Asturias, el cuerpo lleva una espada colocada en su vaina (scramasax) que colgaría de una suspensión de la que se conservan dos pequeñas hebillas, una de ellas de bronce. Además lleva un cuchillo largo y otros objetos de metal.
Enterramiento con la espada hallado en Vigaña.
Foto: EL COMERCIO.
Esas singularidades encontradas en el yacimiento asturiano de Vigaña de las que habla Margarita Fernández Mier, profesora de Historia de la Universidad de León y directora de la excavación, apuntan a elementos en común con otros enterramientos de necrópolis del País Vasco y Navarra y Cantabria, «pero en Asturias es el primero que aparece en contexto arqueológico y sería el más occidental de la Cornisa Cantábrica». La historiadora lamenta que el estado de conservación «no sea bueno, pero esperemos que en el proceso de restauración podamos recuperar la forma original de los objetos, especialmente del scramasax».
Este yacimiento del concejo de Belmonte de Miranda nació con el ánimo de cambiar la estrategia de la investigación arqueológica: «La idea es comprender una aldea de origen medieval en toda su complejidad, desde el lugar de hábitat a todos los espacios de uso agrícola y ganadero y buscar un método de trabajo que nos permita documentar períodos sobre los que tenemos escasa información, caso de la Alta Edad Media», apunta la arqueóloga, quien subraya que esta forma de hacer ha aportado «abundante información sobre períodos poco conocidos, como los restos neolíticos y también de época altomedieval y muchos datos sobre las prácticas agrícolas y ganaderas».
INVESTIGAR EN TIEMPOS DE RECORTES
No es pesimista Margarita Fernández Mier sobre las futuras investigaciones del yacimiento pese a los tiempos de recortes. «Desde luego el proyecto de Vigaña hay que rematarlo; tenemos el yacimiento de Asturias con la secuencia cronológica más amplia documentada, desde el neolítico hasta nuestros días; la información que ha aportado sobre el origen de nuestro paisaje es muy relevante; pero existen algunas lagunas que debemos completar», señala. Detalla después que es preciso profundizar en el estudio de los espacios de uso ganadero y en los datos obtenidos sobre la Alta Edad Media. 
Margarira Fernández en el transcurso de una visita
al yacimiento de Vigaña.
« La crisis de los últimos años prácticamente ha desarticulado la red de investigación que habíamos creado, así que debemos volver a ponerla en marcha. Dedicaremos parte del invierno a presentar proyectos a distintas convocatorias, locales, nacionales e internacionales, para poder continuar con la investigación», subraya.
Es interesante seguir investigando porque en realidad se sabe muy poco sobre los procesos sociales en el territorio astur en la Alta Edad Media por varias razones. Por una parte, que «el desconocimiento de la cultura material de ese período dificulta la identificación de los yacimientos arqueológicos», y por otra que «durante décadas se ha focalizado el estudio en dos fuentes básicas para el período: las Crónicas asturianas y el prerrománico asturiano, ambos ligados a la historia de la Monarquía asturiana; éstas han eclipsado el interés por otros grupos que formaban parte de la sociedad altomedieval». Dicho de otra forma, todo el esfuerzo se ha centrado en los reyes asturianos y no en el resto de la sociedad. «En los últimos años, sin embargo, se han producido importantes cambios en la práctica de la arqueología medieval y ya no sólo se centra en el estudio de los grandes monumentos, sino que esta práctica se ha extendido a elementos muy variados que comienzan a aportar valiosa información sobre todos los grupos sociales que conforman la sociedad: desde el campesinado a la monarquía».

19 de julio de 2013

Descubren en Vigaña el primer poblado neolítico de Asturias

Las excavaciones en la localidad belmontina descubren la primera cabaña de la Edad de Piedra en Asturias con una antigüedad de 6.000 años. En Las Corvas, los arqueólogos de la Universidad de León han hallado los restos de tres hogares relacionados con ocupaciones de grupos nómadas.
Una de las zonas de excavación del proyecto arqueológico 
que se desarrolla en Vigaña. Margarita Fernández Mier es la primera
por la derecha.  FOTO: S. ARIAS / La Nueva España
La profesora de Historia Medieval de la Universidad de León (ULE) e investigadora principal del proyecto 'La formación del paisaje del Noroeste Peninsular', Margarita Fernández Mier, ha sacado a la luz el primer poblado neolítico de Asturias.

Las distintas intervenciones arqueológicas que se han producido en la aldea de Vigaña en el marco de este proyecto de investigación, han aportado informaciones de relevancia. En varios puntos de esta aldea se han encontrado "evidencias de ocupación de época prehistórica, con dataciones radiocarbónicas que muestran la frecuentación desde el Neolítico de este espacio de montaña" según han informado a Europa Press fuentes de la ULE.

Según ha detallado Margarita Fernández Mier, también se ha identificado un nivel de cultivo del III milenio a.C, en las zonas de L'Hortal y en Las Corvas se han detectado evidencias constructivas de estructuras domésticas del IV milenio a.C. El equipo de la ULE ha destacado la zona de Las Corvas, donde han hallado los restos de tres hogares relacionables con ocupaciones de los grupos nómadas que habitarían las montañas cantábricas durante el Neolítico hace 6.000 años. "La interpretación de este yacimiento, en consonancia con los análisis radicoarbónicos obtenidos y el estudio de los materiales recuperados, señalarían la presencia de la primera cabaña neolítica documentada hasta el momento en Asturias", ha explicado Mier.

El conocimiento de las formas de vida de las poblaciones prehistóricas de este valle sigue aumentando tras la excavación del poblado de la Edad del Hierro de El Castru. Y es que voluntarios de la Universidad de León y de otras universidades españolas, trabajan en esta campaña bajo la supervisión de David González Álvarez de la Universidad Complutense de Madrid.

Nuevos trabajos en Vigaña
Asimismo se han reanudado las excavaciones en el entorno de la Iglesia de Vigaña que en 2011 ofrecieron datos interesantes que han llevado a este equipo de arqueólogos a retomar los trabajos en este sector a lo largo de este mes de julio. En aquella primera campaña se documentó un cementerio de cronología medieval, así como algunos indicios que hablan de la existencia de un hábitat tardorromano/altomedieval en su entorno. 
Actualmente los trabajos en esta zona, que coordina Pablo López Gómez se centran en comprender la posible existencia de evidencias de hábitat previas a la misma. Y es que la realización de sondeos exploratorios en diversos puntos del terrazgo de Vigaña ofrecen informaciones materiales sobre el proceso de formación del paisaje agrario.

"Por ejemplo, se han documentado campos de cultivo del siglo VIII d.C. o se han identificado los procesos de roturación y ampliación de las áreas agrícolas en época moderna y contemporánea tras la introducción de cultivos americanos como el maíz o la patata", ha señalado Mier.


Según ha concluido la profesora de Historia Medieval los resultados de este Proyecto de Investigación, financiado por el Plan Nacional de I+D del Ministerio de Economía y Competitividad, "muestran el rico patrimonio arqueológico del valle del Pigüeña, donde las gentes que habitaron este valle han moldeado el territorio que les rodea durante milenios en función de sus actividades productivas, entre las que destaca la ganadería".
(Fuente: Europa Press)