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12 de agosto de 2015

Un agricultor destroza con su tractor el yacimiento de Ategua (Córdoba)

La Policía llama a declarar al dueño de una finca,en la que se habría arado causando los destrozos. Un informe técnico reconoce que "se han dejado a la luz numerosos elementos arquitectónicos". La Asociación de Amigos de Ategua ya denunció el destrozo hace una semana.
Agentes de la Policia sobre los terrenos arados recientemente.
En un surco de entre 70 y 80 centímetros de profundidad, aparecen pequeños trozos de cerámica árabe junto a piedras de lo que parece ser que fue, y probablemente nunca se sabrá si lo fue o no, una necrópolis y una villa romana. Un agricultor ha arado y nivelado una superficie de tierra de cultivo bajo la que había un importante material arqueológico aún por determinar. La Policía Autonómica ya ha levantado acta del estropicio, está buscando al autor y está barajando la posibilidad de poner el caso en manos de los tribunales.

DENUNCIA DE LOS HECHOS
A principios de mes, la asociación de amigos de Ategua, en el término municipal de Córdoba, denunció los hechos, calificados por fuentes de la Consejería de Cultura de la Junta como "muy graves". Ategua es uno de los yacimientos más desconocidos (y desprotegidos) de la provincia de Córdoba. De origen prehistórico, se trata de un asentamiento que fue abandonado en la Edad Media pero que tuvo una importancia vital durante la Guerra Civil de Roma, entre Pompeyo y Julio César.


De hecho, las legiones de César estuvieron meses atascadas en el barro de la Campiña de Córdoba hasta que pudieron conquistar Ategua y sus inmensas reservas de grano. Esta victoria, de la que se han cumplido este año 2.050 años, desequilibró la Guerra Civil en favor de César, que días después tomó y arrasó Córdoba, en manos de los hijos de Pompeyo.

YACIMIENTO MUY CASTIGADO
Desde la Edad Media, Ategua está abandonada. Desde principios de siglo, este yacimiento, a unos 20 kilómetros de Córdoba pero junto a la población de Santa Cruz (que pertenece a la capital) está prácticamente abandonado. 


La Asociación de Amigos de Ategua ha denunciado constantemente los expolios que ha sufrido. Los famosos 'piteros' han acudido en numerosas ocasiones a excavar de manera clandestina a un lugar en el que han aparecido hasta los restos de un elefante.

Esta sería, según denuncian, la última de las grandes agresiones al yacimiento arqueológico. El perímetro de Ategua sí que está vallado, pero los arqueólogos siempre han sostenido que actualmente lo protegido apenas supone un porcentaje muy escaso del yacimiento real.

De hecho, junto a Ategua existen diversas extensiones de tierra de labor y cultivo como la que ha sido arada recientemente. No obstante, las fuentes consultadas insisten en que nunca se aró a tanta profundidady por supuesto nunca se llevaron a cabo trabajos de nivelación del terreno como los que se han desarrollado.


ARADO MUY PROFUNDO
Agentes de la Policía Autonómica están tratando de dar con el responsable de la agresión arqueológica, pero el trabajo es complejo. Las fuentes insisten en que no está claro en el Catastro y el Registro de la Propiedad a quién pertenecen las tierras cultivas y, sobre todo, quién ha podido ordenar el arado a tanta profundidad de la zona.

Mientras tanto, Ategua sigue durmiendo el sueño de los justos. 2.050 años después en el lugar ni siquiera se recuerda que fue allí, precisamente, donde Julio César fue investido 'imperator'. Fue en la mañana del 19 de febrero del año 45 antes de Cristo, cuando el general romano cruzó el arroyo Montalba. Ategua se había rendido en la que suponía la penúltima batalla de la Guerra Civil entre César y Pompeyo que cambió el mundo: entre el imperio, que nacía con César, y la república, que moría con Pompeyo. Y fue en Ategua, hace ahora 2.050 años. Y casi nadie se acuerda.

(Fuente: El Mundo / Alfonso Alba)

31 de julio de 2015

Documentan un palacio ibérico de los siglos II - I a.C. en el Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

Los arqueólogos sacan a la luz un gran edificio con diez estancias en su planta baja, diferentes aterrazamientos y una escalinata monumental hasta el acceso principal del recinto palaciego donde se ha localizado el arranque de escalera para una segunda planta.
Fernando Quesada con el equipo de excavación al completo en ésta IV Campaña en el Cerro de la Merced. 
Los hallazgos realizados en esta IV campaña de excavaciones trascienden por completo la idea de que se trataba de un simple recinto fortificado ibérico. Según nos comenta Fernando Quesada, director de la excavación, "hoy podemos afirmar que nos encontramos frente a un complejo aristocrático o palacial de gran relevancia", como queda demostrado por la suma de los diferentes hallazgos realizados este año.

DIEZ HABITACIONES Y ESCALERA A PISO SUPERIOR
Las tareas de desescombro y excavación realizadas han permitido descubrir la existencia de un gran edificio de dos pisos, con hasta diez estancias muy regulares en la planta baja y muros de piedra y adobe conservados hasta en cuatro metros de altura. Precisamente en una de las estancias descubiertas junto al acceso principal  se ha encontrado el arranque de la escalera al piso superior. 

La existencia de esta segunda altura viene demostrada también, nos comenta Quesada, por el descubrimiento de mechinales a dos metros de altura en los muros en los que se sustentarían los soportes para una segunda altura del edificio, hoy colapsada y cuyos restos de derrumbe todavía ciegan una de las dependencias.
Fernando Quesada nos muestra los mechinales 
en los que se sustentaría la segunda planta del edificio.

Dentro de los espacios habitacionales descubiertos destaca por su singularidad una pequeña estancia, anexa a otra mayor, que también ha aparecido enlosada con lajas de piedra en su totalidad y que no dispone de ventilación ni aperturas al exterior con un vano de acceso que sólo permitiría la entrada de una persona. En opinión de Quesada, ésta habitación se podría corresponder con un lugar de culto.

MURALLA DE CUATRO METROS DE ESPESOR
Según Quesada el recinto fortificado se extiende sobre una superficie total de 700 metros cuadrados de los cuales la planta del edificio ocupa unos 400 metros cuadrados, que con esta segunda altura podría superar los 600 metros cuadrados habitables. Todo el edificio estaría protegido por una potente muralla de cuatro metros de espesor que en su parte exterior estaría formada por bloques ciclópeos de piedra y adosado a una muralla interior mediante carga de mampostería. 

Según nos comenta Quesada, toda la estructura palaciega y las cuatro esquinas de esta muralla fueron destruidas, con toda probabilidad por los ejércitos de Roma que controlaban el Valle del Guadalquivir y como consecuencia de algún desacuerdo con el señor, o príncipe de éste lugar. 
Escalinata de acceso al recinto palaciego desde los aterrazamientos 
de la cara sur hasta el acceso principal en la ladera este del edificio.

ATERRAZAMIENTOS Y ESCALINATA DE ACCESO
La importancia y complejidad de esta edificación -nos comenta Quesada- también vendría demostrada por el descubrimiento de diferentes aterrazamientos en la ladera sur del Cerro y el hallazgo de una escalera monumental perfectamente pavimentada con losas de piedra que, partiendo de estas terrazas, daría acceso al recinto por la cara Este del cerro, donde además se ha localizado el acceso principal. 



UNA SINGULAR MANILLA DE ESCUDO IBÉRICO
Precisamente en este acceso, en lo que vendría a ser el vestíbulo se ha descubierto una manilla de escudo ibérico elaborada en hierro forjado, y que por su singularidad, sólo hay otras tres documentadas del mismo tipo y dimensiones en los yacimientos de Fuente Tójar (Córdoba) y en los de Jumilla y Mula en Murcia.

En opinión de Quesada esta manilla, que estaba oculta entre los materiales constructivos de uno de los muros, tendría alguna funcionalidad religiosa o de protección, y es muy posible que perteneciera al ajuar guerrero de uno de los antepasados del príncipe ibérico, señor de este palacio, y en cuyo honor se erigiera el monumento que coronó la cima de este cerro en los S. IV o V a.C.

REUTILIZACIÓN DE MATERIALES
Nuevos hallazgos en la estructura constructiva del edificio confirman además la reutilización de materiales correspondientes al monumento documentado en campañas anteriores y datado entre los siglos V-III a.C. 
Detalle del enlosado en una de las habitaciones
descubiertas.


Con las tareas de desescombro han salido a la luz nuevas piezas del monumento que ocupó lo alto del Cerro de la Merced entre los siglos IV-V a.C. entre los que destacan una nueva piedra con gola, cuyo perfil casa perfectamente con la descubierta el pasado año, como nos ha demostrado Fernando Quesada, así como nuevos restos de molduras ("ovas") cinceladas a mano sobre la piedra.

Y es que, según nos cuenta Fernando Quesada, la cronología de ocupación del Cerro de la Merced es sin embargo muy anterior a estas fechas, ya que también se han documentado en el interior del recinto algunas industrias correspondientes al Bronce pleno o antiguo.

UN ESPACIO HABITADO A LO LARGO DE LA HISTORIA
La habitabilidad del Cerro de la Merced también se extiende a mucho tiempo después de que los romanos destruyeran el recinto palaciego e inutilizaran sus enormes murallas provocando el derrumbe de las cuatro esquinas de las mismas, ya que en este mismo espacio en el S. X aproximadamente también se reutilizó el emplazamiento con una atalaya árabe de vigilancia en el paso entre el valle del Guadalquivir y la depresión Priego-Alcaudete. 

También hemos comprobado como se han desplazado piedras desde sus emplazamientos originarios para construir rudimentarios habitáculos en épocas posteriores y cómo éste emplazamiento ha atraído la curiosidad de expoliadores a lo largo de la historia, destacando tres periodos de expolio sistemático como lo demuestran diferentes trincheras, una del S. XVII (que hemos datado gracias al hallazgo de monedas) y dos más del S. XX.

24 de julio de 2015

Aparecen numerosos objetos medievales durante la recuperación del aljibe del castillo de Priego (Córdoba)

El aljibe está construido en mamposteria y ladrillo con más de 60 m2 de planta y casi seis metros de altura. En los estratos inferiores de colmatación han aparecido monedas desde la época de Enrique IV a Felipe IV, restos de cerámica vidriada, restos humanos y ajuares funerarios y un escudo en mármol rojo de los Fernández de Córdoba (Marquesado de Priego), entre otros objetos. 
El aljibe una vez terminados los trabajos.
Los trabajos se han prolongado durante seis meses y se han financiado con fondos gestionados por la Junta de Andalucía a través del programa Emplea Joven. La intervención ha sido dirigida por el Servicio Municipal de Arqueología (Museo Histórico Municipal).

En 1997 el aljibe calatravo del castillo de Priego solo era conocido por una referencia realizada en un plano de 1870 conservado en el Archivo Ducal de Medinaceli, donde se coloca una equis en un punto aproximado donde se creía la existencia de un aljibe y un pozo, “pero no reconocido esto con exactitud”. Gracias a este documento, en la campaña arqueológica de 1998 pudo localizarse la estructura hidráulica, exhumando entonces una de las esquinas exteriores del aljibe, al que se consigue acceder gracias a una rotura en su bóveda. 

INTERIOR TOTALMENTE COLMATADO
El interior se mostraba totalmente colmatado de tierras, basura y escombros contemporáneos que llegaban a techo, es decir, que llenaban el interior hasta la bóveda. Aunque estos depósitos no tenían interés arqueológico, era presumible que en los estratos inferiores pudieran documentarse sedimentos más antiguos, aunque teniendo presente que durante la Edad Media habría funcionado siempre como aljibe y que todos los rellenos de su interior deberían haberse arrojado a partir de un momento postmedieval. 

DIMENSIONES ESPECTACULARES
El aljibe es espectacular por sus dimensiones y buen estado de conservación. Presenta una planta rectangular cubierta con bóveda de cañón. Las medidas interiores finales arrojan una longitud media de 10,69 m y un ancho de 5,82 m (62,21 m2), mientras que la profundidad o altura total interior alcanza los 5,70-5,80 m. La obra está construida con mampostería (vaso y arranque de la bóveda) y ladrillo (parte superior de la rosca de la bóveda) y las dos terceras partes de su alzado estaban soterradas. 

Se ha localizado, así mismo, uno de los puntos de entrada de agua, que recogía el aporte de lluvia de la plataforma superior exterior del aljibe y, quizás, de otros edificios próximos. También se ha identificado el lugar donde se ubicó el pozo medieval, no conservado, para la extracción de la aguada y dos sumideros para la evacuación del excedente.

DEPÓSITO DE AGUA EN LA EDAD MEDIA
El aljibe fue construido en un momento indeterminado entre 1246, año en que Fernando III otorga Priego a la Orden de Calatrava como señorío, y 1327, cuando la plaza se pierde para el lado cristiano y pasa a integrarse en el reino nazarí de Granada. Su uso como depósito de agua se mantuvo durante toda la Edad Media restante, o al menos no hay constancia documental o arqueológica de que fuera de otro modo. 
Escudo de los Fernández de Córdoba (Marquesado
 de Priego) recuperado del interior del aljibe.

Sin embargo, tras la caída de Granada en 1492 y la creación del Marquesado de Priego en 1501, la puesta en explotación agrícola de un territorio definitivamente pacificado y sin cultivar desde hacía más de un siglo, obligaba a la búsqueda de espacios que solucionaran la necesidad de almacenamiento de excedentes y rentas, entre las que el cereal tenía un valor predominante. Por ello el aljibe cambió de función y se adaptó para ser usado como granero, misión que cumplió durante los siglos XVI y XVII. Por último, entre finales del siglo XVII y principios del siguiente, el aljibe se convierte en una escombrera, uso que mantendrá, con alguna intermitencia, hasta el siglo XX, al que se le sumará el de pozo de aguas residuales.

INTERESANTES HALLAZGOS MEDIEVALES
Entre los fragmentos de cerámica recuperados destacan por su representatividad aquellos vidriados en azul y blanco destinados al servicio de mesa y que fueron manufacturados en talleres de Talavera de la Reina (Toledo), Granada o Sevilla. También se han localizado numerosos restos óseos humanos fragmentados y sin conexión anatómica acompañados por una miscelánea de objetos que podemos entender como propios de un ajuar o contexto funerarios: alfileres para cerrar las mortajas, fragmentos de tela, botones, talismanes (mano de azabache, colgante de nácar, campanillas de bronce…), pequeños clavos con cabeza plana de aleación de cobre para decorar ataúdes, restos de joyas, apliques de hilos fitomorfos metálicos, cuentas de collar, cuentas de rosario o fragmentos de lápidas funerarias en piedra y en cerámica vidriada.

Durante el desescombro también se han recuperado monedas de entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVII o, concretando por reinados, con acuñaciones de Enrique IV, Reyes Católicos, Felipe II y Felipe III/IV. 


Asímismo se han recuperado 20 bolaños de catapulta medieval de contrapeso (trabuco) y uno de artillería de pólvora. También varios fragmentos de armadura de placas y dos cércoles o anillos de cañón de hierro.  Uno de los hallazgos individualizados más destacados del Periodo I es un monolito (47 cm x 31 cm conservados) con un triple escudo heráldico barroco tallado en “mármol” rojo con las armas de los apellidos Fernández de Córdoba.
(Fuente: Priego Digital / Rafael Carmona Ávila -Arqueólogo Municipal-)

2 de junio de 2015

Expertos de la Universidad de La Laguna investigarán un nuevo yacimiento arqueológico en Cabra (Córdoba)

El yacimiento está intacto. Se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 2'5 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso que podría remontarse al 2600-2200 a.C. Los trabajos comenzarán el próximo mes de julio.
Imagen de alguno de los restos humanos encontrados en el yacimiento. FOTO: DELEGACIÓN DE CULTURA DEL AYTO: DE CABRA.
El delegado de Cultura del Ayuntamiento de Cabra, Javier Ariza, ha dado a conocer el hallazgo de un nuevo yacimiento arqueológico cuya investigación será iniciada de inmediato por un equipo de expertos de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife).

Ariza ha comparecido junto a tres de los componentes de ese equipo de la Universidad de La Laguna, Dimas Martín, catedrático de Prehistoria, Dolores Camalich, profesora Titular en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología e Historia Antigua y Ayoze Trujillo, antropólogo físico. Este equipo es uno de los más acreditados en la zona de Andalucía del estudio de yacimientos del período Neolítico, hasta la Edad del Bronce.


HALLAZGO CASUAL
La Delegación Municipal de Cultura recibía constancia del hallazgo el pasado 16 de mayo. El yacimiento era hallado durante las tareas agrícolas realizadas con un tractor, cuando se pudo comprobar la existencia de una cavidad que albergaba restos humanos. 


ENTERRAMIENTO COLECTIVO EN CUEVA ARTIFICIAL
El yacimiento está ubicado en una zona de olivar al norte del término municipal. En concreto se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 2'5 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso. El hallazgo fue puesto en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha autorizado la intervención inmediata en el yacimiento, unos trabajos que comenzarán a principios del mes de julio.

En cuanto a la datación del yacimiento, su estudio habrá de determinar con precisión el mismo, aunque inicialmente el equipo de investigadores, su aspecto superficial hace pensar que podría remontarse al 2600-2200 a.C.
 
Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico
de Cabra junto a Javier Ariza
delegado de Cultura.

YACIMIENTO INTACTO
El yacimiento está intacto, algo que para Dolores Camalich "es el sueño de cualquier profesional de la Arqueología, y pensamos que va a ser de una enorme importancia". Este aspecto lo dota de un interés muy elevado para los investigadores, ya que los enterramientos están intactos y será fundamental para su datación y para la realización de un estudio de ADN de los restos. Esto se incluiría en el marco de un proyecto de idenfiticación de ADN de restos hallados en Málaga del Neolítico y del Calcolítico, lo que ayudaría a correlacionar estas poblaciones genéticamente.

Camalich considera que este yacimiento estaría en relación con otros del mismo tipo como la cueva de Ardales, el conjunto dolménico de Antequera o Valencina de la Concepción entre otros. La arqueóloga ha precisado que es seguro que el yacimiento es más amplio de lo que a priori se percibe.

El IFAPA ha cedido sus instalaciones para que los investigadores desarrollen su trabajo e investigación, sobre todo en tareas de laboratorio. Los propietarios de los terrenos en los que se ha detectado el yacimiento también están ofreciendo total colaboración. En este proyecto trabajará un equipo de 5 especialistas y 3 operarios.


DOS EQUIPOS ARQUEOLÓGICOS EN CABRA
La idea inicial es desarrollar los trabajos de campo en el yacimiento en julio, durante un período de 3 a 4 semanas. Los resultados de la datación serán más o menos inmediatos, y en cuanto a los análisis de ADN y otros que precisan mayor tiempo la perspectiva es tener resultados a finales de otoño o en la primavera de 2016.

Se da la circunstancia de que el próximo verano serán dos los equipos de arqueólogos que desarrollarán su trabajo en yacimientos del término municipal de Cabra, ya que el equipo dirigido por Fernando Quesada realizará la última fase de excavaciones en el Cerro de la Merced.

(Fuente: Sur de Córdoba)

5 de mayo de 2015

Descubierta la mayor necrópolis de época califal en Córdoba

La necrópolis califal de Poniente era tan extensa (y tan impresionante) como se pensaba. Las últimas obras en distintos solares del plan parcial O-7 (junto a la Carretera del Aeropuerto y justo antes de la Ronda de Poniente) han vuelto a sacar a la luz centenares de tumbas de época califal en lo que ya es la mayor necrópolis musulmana que jamás se haya localizado en Córdoba.
Uno de los enterramientos aparecidos en la necrópolis. FOTO: MEDERO CUBERO / CORDÓPOLIS
Desde hace semanas los arqueólogos, supervisados por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, trabajan en la excavación de dos solares: uno en el que se construirá el hospital de Quirón y otro en una promoción de viviendas. En los dos ha aparecido lo que se esperaba: una tremenda necrópolis de época califal, con decenas de tumbas con los restos de personas enterradas en posición de decúbito lateral derecho en orientación hacia La Meca, cumpliendo el rito musulmán.

Esta necrópolis continúa a la que se halló en la construcción de la Ronda de Poniente y confirma la enorme extensión que ocupaban los arrabales de época islámica, muchos de ellos totalmente desmontados en la época del ladrillo. 

  • Están apareciendo tumbas a distintas capas (hasta tres). Es decir, consta una utilización de la necrópolis durante muchos años en la que un enterramiento se superponía a otro.

ABANDONO EN EL S. XII
Los arqueólogos calculan que estos arrabales se extendían por una zona de unas 3.500 hectáreas en la zona de Poniente. Desde el siglo XII la zona se abandonó y los suelos han tenido un uso casi estrictamente agrícola hasta hace apenas dos décadas, cuando se inició la expansión urbanística de la ciudad.


Tras este hallazgo se está siguiendo el mismo protocolo que en los anteriores. Los arqueólogos estudian y documentan lo hallado, trasladan los cadáveres al silo que posee la Delegación de Cultura y se desmonta la mayor parte de lo encontrado. Según las fuentes, apenas queda ya sitio en el silo tras la cantidad de material trasladado antes de la crisis y tras todo lo hallado en las numerosas excavaciones en Poniente. Ahora, estos últimos cordobeses que llevaban sepultados 800 años acompañarán a muchos contemporáneos a las estanterías de este inmenso edificio propiedad de la Junta.

(Fuente: Cordópolis / Alfonso Alba)

16 de marzo de 2015

Nuevos hallazgos revelan la existencia de otra importante villa romana en Cabra (Córdoba)

Las donaciones realizadas por un particular al Museo Arqueológico de Cabra han servido para localizar una posible villa romana de la que no se tenía conocimiento hasta ahora. Podría tratarse de la segunda villa romana en importancia en el municipio después de la del Mitra, cuya declaración B.I.C. podría producirse en las próximas semanas.
El delegado de Cultura y Patrimonio de Cabra, Javier Ariza junto al director del Museo Arqueológico, Antonio Moreno.
Parte de una nereida o ninfa del mar de época romana, que podría haber formado parte de una fuente decorada con conchas, piñas y animales marinos donada por el egabrense Rafael López al Museo Arqueológico Municipal han servido al Ayuntamiento de Cabra para descubrir, gracias a la colaboración ciudadana, la existencia de un posible yacimiento arqueológico de una villa rural romana de primer orden de la que no se tenía constancia hasta el momento.

Así lo ha explicado el delegado municipal de Cultura y Patrimonio, Javier Ariza, junto al director de museo, el arqueólogo Antonio Moreno, indicando que la existencia de la villa, ubicada en la zona norte del término municipal egabrense y en el entorno del arroyo de la Marcenilla, ha sido ya puesta en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

HALLAZGO FORTUITO

La pieza, que está siendo estudiada por especialistas de la Universidad de Barcelona por la rareza que presenta en su fisonomía, fue encontrada de forma fortuita en una zona en la que se han hallado desde la existencia de sillares a restos de cerámica y de columnas de épooca romana entre otros restos, añadía el arqueólogo, si bien en superficie no se han detectado restos de estructuras de muros pertenecientes a algún tipo de edificación.


150 YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS
De confirmarse, sería la segunda villa rural romana de importancia existente en Cabra junto a la del Mitra y para la que su declaración como Bien de Interés Cultural podría ser decretada por la Consejería de Cultura en las próximas semanas. Y es que como recordaba el arqueólogo, el término municipal de Cabra es muy rico en patrimonio arqueológico, ya que se tienen constatados unos 150 yacimientos, de los cuales unos 80 serían de época romana.

El hallazgo fue dado a conocer en el transcurso de la presentación de la donación de la pieza que Rafael López ha hecho al Museo Arqueológico Municipal, junto a otras donadas recientemente por fray Guillermo Triano, Miguel Martínez Ecija y Francisco Payar, encontradas fortuitamente y cuyo gesto agradecían tras calificarlos como "ciudadanos ejemplares", por lo que han invitado al resto de vecinos a hacer lo mismo.

Las piezas que estos últimos han donado al museo, que ha registrado 1.859 visitas desde su reapertura el pasado 28 de febrero, son un instrumento musical de viento y una jarra doméstica decorada de época andalusí; dos ánforas --una de época moderna y un fragmento de época romana-- y una pieza metálica de la iluminación doméstica del siglo XVIII procedente, según testimonio, de la casa de Doña Leonor de Guzmán.

(Fuente: DIario Cördoba / José Moreno)

26 de febrero de 2015

Un hito funerario ibérico del S. V a.C coronaba el Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

En el Museo Arqueológico de Cabra, que reabrirá sus puertas el próximo día 28, se exponen, entre otros,  los últimos hallazgos en el yacimiento del Cerro de la Merced que incluyen una enorme piedra de gola y varios fragmentos de moldura que los arqueólogos han relacionado con un pilar-estela de origen oriental, muy similar al encontrado en Monforte del Cid (Elche, Alicante) y datado entre los Siglos V y IV a.C.
Algunos de los fragmentos de moldura encontrados el pasado verano en el Cerro de la Merced.
El Museo Arqueológico de Cabra, que reabre sus puertas el próximo día 28 de febrero después de más de siete años de reformas, ha dispuesto de algunas sorpresas para sus visitantes entre las que destacan los últimos hallazgos en el yacimiento del Cerro de la Merced, la reproducción de un santuario mitraico y algunos de los mosaicos recientemente recuperados de la villa romana en la que se hallaron las esculturas del dios Mitra, de Dionisos, el "Niño de la liebre" y un Eros dormido.

PILAR-ESTELA
Según nos ha informado Antonio Moreno, arqueólogo y director del Museo Arqueológico de Cabra que también ha formado parte del equipo que el pasado verano trabajó en el Cerro de la Merced bajo la dirección de Fernando Quesada, este tipo de monumentos se caracteriza por tener un pilar cuadrado sobre un basamento rematado por una cornisa moldurada sobre el que se solía colocar alguna figura zoomorfa, como una esfinge, un león o un lobo... que de momento no hemos encontrado aunque creemos tener localizada.
Piedra con gola aparecida en el Cerro de la Merced y que aprecia la cornisa.

La funcionalidad de este pilar-estela, nos comenta Moreno, sería por una parte como hito fronterizo por su situación en la parte superior del cerro, que lo dotaría de gran visibilidad para los viajeros que desde la Bastetania atravesaran este paso natural hacia la Turdetania. 

Por otra parte, según Moreno, este pilar también tendría como es lógico, una función de monumento conmemorativo  representando a un individuo, una familia o una dinastía.

El pilar-estela está datado entre los siglos V y IV a.C. que se correspondería con el periodo de ocupación ibérica del Cerro de la Merced, un yacimiento que sin embargo ha tenido una ocupación continuada desde el Neolítico hasta la Alta Edad Media, como podrán apreciar los visitantes del Museo, por los vestigios que de estas épocas hemos encontrado.
El renovado aspecto que presenta el Museo Arqueológico de Cabra.

EL MITHREUM DE CABRA
Pero ésta no es la única sorpresa que les espera a los visitantes del reabierto Museo de Cabra, ya que en su interior también se puede visitar una recreación de un santuario dedicado al dios Mitra, una antigua deidad cuyo nombre es citado por vez primera hace 3.400 años. 

Mitra es un dios de la antigua India y fue una divinidad del imperio Persa (actual Irán), del que en Europa sólo se conservan tres: uno en Londres nos comenta Antonio Moreno, otro en los Museos Vaticanos de Roma y el tercero que sería el de Cabra.
Acceso al Mitreo del Museo Arqueológico.

El culto a Mitra aparece en el S. I d.C. en el Imperio Romano, y se mantiene hasta ser desplazada por el Cristianismo en el S. IV d.C.

La escultura del Mitra, que actualmente se expone en el Museo Provincial de Córdoba, se encontró en Cabra en 1952, de forma casual por unos agricultores y no fue hasta 1972-73 cuando se realizaron las primeras excavaciones en el lugar, donde se descubrió una suntuosa villa romana y en la que lógicamente debería encontrarse el Mitreo o Mithreum

PENDIENTES DE LA DECLARACIÓN BIC DE LA VILLA DEL MITREO
Según nos comenta Moreno, actualmente sólo se han excavado aproximadamente 400 metros cuadrados de la villa romana, que estimamos ocupa más de 5.000. Pero estamos a la espera de que la Junta de Andalucía active el proceso de declaración como Bien de Interés Cultural (B.I.C.) de la zona, paralizado desde 2009, esta declaración hará que podamos iniciar los procesos de expropiaciones para seguir excavando en el área que ocupa la villa romana.
El Mitreo del Museo Arqueológico de Cabra con la reproducción del MItra.
El actual Mithreum que será visitable en Cabra está inspirado en el de la ciudad italiana de Ostia, que también es conocido como el "Mitreo de las Siete Puertas" y actualmente está sirviendo de inspiración para la construcción de uno similar en Londres.

La mitología clásica dice que Mitra nació en una cueva un 25 de diciembre momento en el que lanza una flecha y hace brotar un manantial sagrado. Después captura al toro primigenio, a quien lleva a una cueva y lo sacrifica. De la columna vertebral del toro sale trigo  y de su sangre mana vino para finalmente celebrar un banquete con el Sol y ascender juntos a los cielos.

9 de enero de 2015

A juicio una red que traficaba con cientos de piezas arqueológicas expoliadas

Uno de los cinco procesados vendía los objetos en su tienda de antigüedades de Jaén. En los registros de domicilios en las localidades de Castro del Río y Baena (Córdoba), Jaén y Cadrete (Zaragoza) los agentes encontraron monedas de diversas épocas, vasijas, mosaicos, flechas de sílex, collares, máscaras y anillos; espadas, grabados y hasta fósiles. 
Foto de archivo de piezas intervenidas en un registro domiciliario en Mancha Real (Jaén). FOTO: EUROPA PRESS
Estas son algunas de las centenares de piezas arqueológicas intervenidas por la Brigada de Patrimonio Histórico de la Comisaría General de Policía Judicial a los cinco miembros de una red dedicada al tráfico de piezas arqueológicas que desarrollaba su ilícito negocio desde la provincia de Córdoba, fundamentalmente. La Fiscalía solicita un año de cárcel para cada uno como presuntos autores de un delito de receptación.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, la actuación de los agentes se produjo tras la interceptación del teléfono de uno de los encausados, J.L.M.T., tras las fundadas sospechas de su posible vinculación con una organización dedicada a la manipulación y venta ilícita de piezas arqueológicas procedentes de distintos yacimientos del territorio nacional.

UNA TIENDA DE ANTIGÚEDADES EN JAÉN
Las pruebas recabadas tras el «pinchazo» permitieron las escuchas de otros dos números: el de J.C.A.G., empresario con una tienda de antigüedades abierta en Jaén y dedicado a la venta de objetos antiguos. Y el teléfono de F.S.A., socio de los otros dos procesados e involucrado en la trama.

Así, los agentes pudieron determinar que este último «ha mantenido una estrecha relación con J.L.M.T., quien se encargaba de la obtención del género, mientras que F.S.A. se ocupaba de su preparación y comercialización. También han colaborado juntos en labores de búsqueda y han compartido beneficios de las piezas comunes y su venta, para lo cual disponían de una cuenta corriente común», recoge la Fiscalía en su escrito.

El seguimiento efectuado por los efectivos de la Brigada de Patrimonio, tanto telefónico como personal, les llevó a la identificación de los otros dos componentes de la organización y su inculpación como supuestos colaboradores en la distribución o descubrimiento de objetos arqueológicos y paleontológicos.

Con todos los cabos atados, los agentes llevaron a cabo la entrada y registro en diversos domicilios de las localidades de Castro del Río y Baena (Córdoba), Jaén y Cadrete (Zaragoza). En estos inmuebles -uno de ellos, la tienda de antigüedades de J.C.A.G. - se incautaron de una gran cantidad de piezas de diversas épocas, sobre todo monedas, además de fíbulas, hebillas, clavos, lucernas, vasijas, colgantes de símbolos fálicos o fotos de colecciones arqueológicas. Incluso encontraron un decálogo de actuación ante una posible denuncia de agentes de la autoridad.

(Fuente: ABC)

8 de enero de 2015

El Gobierno apoyará hasta 2017 las excavaciones en los yacimientos ibéricos de Cabra y Almedinilla (Córdoba)

El Ministerio de Economía y Competitividad financia con unos 36.000 euros durante un periodo de tres años las excavaciones en los cerros de la Merced en Cabra y de la Cruz en Almedinilla, ambos en la provincia de Córdoba. Esta ayuda complementará los 30.000 euros anuales que ambos ayuntamientos vienen destinando para cada campaña.
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo Kabanach y Mónica Camacho durante la campaña del pasado verano en el Cerro de la Merced.
Los objetivos del proyecto de investigación sobre la 'Resistencia y asimilación: la implantación romana en la Alta Andalucía. Estudio y musealización del Cerro de la Merced y Cerro de la Cruz y su territoriohan sido presentados ayer en rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, junto con los alcaldes de ambos municipios, Fernando Priego y Antonio Cano, respectivamente, y el investigador principal y director del proyecto, Fernando Quesada, profesor titular de Arqueología y actualmente director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

En concreto, destacan que "el impacto" que se espera de este proyecto es "múltiple", por sus diversos niveles de análisis. En primer lugar, contribuirá a mejorar el conocimiento sobre el proceso de expansión romana en época republicana, entre los siglos II y I antes de Cristo (a.C.), porque afecta a cuestiones relacionadas con varios temas críticos en el Mediterráneo durante la época en que Roma se convirtió en una gran potencia.

Así, citan la presencia púnica en la Bética como base para la guerra de Aníbal --y en particular, el control territorial púnico, a partir de las minas castulonenses y la recluta de mercenarios--, las diferentes actitudes de Roma frente a fenómenos como el enfrentamiento con Viriato o el espinoso problema sertoriano.

De hecho, el director del proyecto destaca que la forma en que Roma abordó la conquista de las regiones que se le oponían, y la transición de un proceso de extrema violencia, documentado en el Cerro de la Cruz con matanzas de civiles y destrucciones sistemáticas a gran escala, y en el cerro de la Merced, con lo que parece una obra sistemática de demolición, es un tema que afecta a todo el Mediterráneo centro-occidental.

Al respecto, subraya que la investigación internacional, especialmente la anglosajona, alemana y francesa, sigue desde hace tiempo con mucha atención las novedades que en este sentido se ha producido en yacimientos como Valencia en época sertoriana, Santo Tomé/Baecula en la Segunda Guerra Púnica, a lo que añade los propios trabajos en el Cerro de la Cruz y el Cerro de la Merced.

LA CULTURA IBÉRICA
En segundo lugar, apunta que el proyecto "mejorará sustancialmente" el conocimiento de las últimas fases de la Cultura Ibérica en Andalucía, de manera que los estudios de Almedinilla son "esenciales" para entender la economía, la cultura material, el urbanismo y en general la Cultura Ibérica en el siglo II a.C..

Por su lado, el estudio del Cerro de la Merced en Cabra y de otras fortificaciones del entorno puede ser "decisivo" para solucionar la cuestión de las 'torres de Aníbal' en la zona y su cronología, que, a su juicio, "parece ahora sertoriana o ligeramente anterior, sin llegar a mediados del siglo II".

Por otra parte, señala que los estudios previstos de economía --carpológicos, análisis de pastas cerámicas, etc.-- tendrán un impacto en los estudios sobre comercio, relaciones culturales y economía en la época de la República tardía de Roma, dado que ambos yacimientos proporcionan una 'foto fija' muy completa de la actividad y la vida diaria en unos momentos muy precisos entre 141 a.C. y 50 a.C.

REFERENCIA ESPAÑOLA
Además, indican que la propuesta de musealización de los yacimientos como vía de fomento turístico y de apoyo al desarrollo sostenible enlaza de pleno con las propuestas de organismos internacionales relacionados con la cultura, y puede llegar a convertirse en una de las referencias españolas al respecto.

En este sentido, el proyecto tiene un plazo normativo de ejecución de tres años entre 2014 y 2016, pero dadas las circunstancias administrativas se ha solicitado ya una extensión para que su plazo real de trabajo abarque los años 2015 a 2017.

El proyecto tiene una financiación para sus tres años de 36.300 euros, repartidos por anualidades, al tiempo que complementa la aportada por el Ayuntamiento de Cabra para la excavación arqueológica en el Cerro de la Merced prevista en 2015 en el marco del convenio de colaboración con la UAM que se firmó en 2012.

  • En los años anteriores, tanto el Ayuntamiento de Almedinilla (2006-2014) como el de Cabra (2012-2014) han financiado la totalidad de los trabajos de campo y gabinete que están en la base del actual proyecto de 'I+D+I'. Según el director del proyecto, los consistorios han aportado cada año en torno a 30.000 euros.
LA HISTORIA
Entretanto, Quesada ha recordado que hacia el año 150 a.C., derrotados los cartagineses hacía 50 años, Roma dominaba todo el valle del Guadalquivir, convertido en provincia romana, y avanzaba hacia la conquista de la Meseta y Lusitania. Corduba( Córdoba) o Hispalis (Sevilla) se iban convirtiendo en populosas capitales romanizadas.

Sin embargo, en las regiones montañosas de la Subbética, en la Alta Andalucía, zonas extensas de territorio montañoso continuaban bajo el control de líderes ibéricos, y llevando la forma de vida tradicional de sus ancestros. Aunque nominalmente estaban sometidos a Roma, seguían viviendo en 'oppida' (ciudades) y recintos fortificados.

Construidos con las técnicas y urbanística tradicionales --que no necesariamente significa primitivas--, estos poblados muestran la fase crepuscular de una cultura que en un siglo se extinguiría, o mejor dicho, se transformaría en algo muy distinto.

En ocasiones, estos principados ibéricos se enfrentaron a Roma, quizá apoyando a líderes como el lusitano Viriato, quien en estas décadas centrales del siglo II a.C. llegó a adentrarse profundamente en Andalucía durante sus luchas con los ejércitos romanos; o apoyando a alguno de los bandos romanos en las Guerra Civiles romanas del siglo I a.C., entre Sertorio y César.

El resultado fue que entre mediados del siglo II y mediados del I a.C. las comunidades ibéricas del sureste de la actual provincia de Córdoba, en la frontera de la antigua Bastetania, fueron derrotadas o forzadas a abandonar su hábitat tradicional, algunos de sus poblados y fortificaciones fueron incendiados y demolidos, y parte de su población masacrada o esclavizada, y el resto obligada a modificar su forma de vida.

EJEMPLOS "CASI ÚNICOS"
De este modo, las excavaciones en los asentamientos ibéricos del Cerro de la Cruz y del Cerro de la Merced son "una excelente muestra de este proceso de resistencia y asimilación". Hasta el momento, son ejemplos "casi únicos" en Andalucía y en el conjunto de España por la extensión de excavaciones y la magnitud de hallazgos.

Pero además, el estudio de este proceso histórico, afectando como lo hace al proceso de avance del poder romano, reviste interés para toda la cuenca del Mediterráneo central y occidental.

Así, el proyecto actual surge como un desarrollo natural de los trabajos de campo y gabinete aprobados por la Junta de Andalucía en los yacimientos ibéricos del Cerro de la Cruz y Cerro de la Merced. Ambos yacimientos forman parte del mismo entorno cronológico, geográfico y cultural, y la integración de los trabajos en un marco teórico y metodológico unitario permitirá multiplicar la importancia de los resultados.

Su objetivo no es sólo analizar un proceso histórico clave en la Alta Andalucía a través de dos yacimientos bien conocidos y en curso de excavación y sus territorios, sino contribuir a su proceso de puesta en valor y musealización, haciéndolos más accesibles al gran público, contribuyendo a mejorar su exposición en el terreno y en los respectivos Museos Arqueológicos de Almedinilla y Cabra.

(Fuente: Europa Press)

3 de diciembre de 2014

Comienza la restauración de la basílica romana de Torreparedones, en Baena (Córdoba)

El importe de las obras ascenderá a 186.290,97 euros. El fin de esta intervención es frenar la erosión, garantizar la estabilidad del área forense y hacer más atractivas las visitas turísticas.
Esculturas romanas en el foro de Torreparedones, en Baena (Córdoba).
La restauración de la basílica del yacimiento de Torreparedones comenzará en los próximos días. Ayer, el Ayuntamiento de Baena adjudicó la restauración de este edificio situado en el foro romano a la empresa granadina Alberto Domínguez Blanco, Restauración de Monumentos. 

A pesar de que la actuación estaba presupuestada en unos 235.850 euros, finalmente el importe de las obras ascenderá a 186.290,97 euros, informan fuentes municipales. El fin de esta intervención es frenar la erosión, garantizar la estabilidad del área forense y hacer más atractivas las visitas turísticas.

Con la intervención se restituirá la cota de su solería, lo que evitará la erosión de lo que se ha excavado, así como los muros y 20 columnas de la planta baja, que no se completarán en altura. Solo se restituirá lo suficiente para que los visitantes completen en su imaginación la totalidad del conjunto. Y es que la actuación tiene como objetivo que el visitante entienda el espacio.

El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explica que esta restauración es "un proyecto prioritario" al ser una zona "en peligro" tras la excavación. A ello hay que añadir que, desde el punto de vista estético, "con este cierre el foro va a ganar mucho, ya que hasta ahora la mirada del visitante se perdía hacia el este".

DE ÉPOCA TIBERIANA
Morena recuerda que la basílica era el edificio más grande de los que componían la plaza forense. De época tiberiana, es decir, de la primera mitad del siglo I d.C., era el lugar donde los magistrados impartían justicia, aunque también se llevaban a cabo importantes operaciones comerciales. 

Trabajos en la basílica de Torreparedones. FOTO: BAENA.ES
La basílica de Torreparedones, que ocupa el flanco oriental de la plaza, corresponde a una segunda fase de monumentalización del foro, ya que es posterior al resto de edificios. El arqueólogo municipal destaca que hay datos suficientes para conocer cómo era el edificio. De hecho, las basas y capiteles de las dos plantas permiten que hoy sepamos las características del edificio y que medía unos 14 metros de ancho y 24 de largo.

Cuando se abandonó en época visigoda, este espacio se usó como cementerio. Gracias al sistema del carbono 14 en él se han encontrado tumbas datadas en el año 690.

(Fuente: Diario Córdoba / Mariluz Ariza)

27 de noviembre de 2014

La Junta de Andalucía inicia las obras de conservación del enclave arqueológico de Ategua (Córdoba)

Invertirá mas de 64.000 euros en la consolidación arquitectónica del yacimiento con restos de ocupación ibéricos, romanos y medievales.
Vista aérea de la ciudad romana de Ategua con edificaciones de época ibérica, romana y medieval. FOTO: EFE
La Junta de Andalucía va a invertir un total de 64.300 euros en las obras de consolidación arquitectónica en Ategua, que comenzarán esta semana, y que tienen como objetivo afianzar la seguridad del yacimiento, mejorar su accesibilidad, evitar el desplome de algunas de las estructuras y asegurar la integridad física de otras, señala una nota de prensa.

Estas obras de conservación tienen cinco líneas generales de actuación: mejorar el firme del camino de acceso, en la actualidad muy deteriorado por las escorrentías de agua derivada de las lluvias de los años precedentes; refuerzo de la base del vallado con el fin de impedir la entrada de personas no autorizadas al yacimiento y reparación de la misma en las zonas que sea necesario; obras de emergencia sobre los cortes abiertos en los años 80; actuación en la zona sur del área conocida como “domus” y consolidación de los morteros piretales de la sala situada al sur frigidariun del conjunto termal.

El yacimiento conserva estructuras de las diversas épocas por las que ha atravesado, tales como la muralla ibero-romana, casas, cisternas y templo romanos, fortaleza y zoco islámico, en un claro ejemplo de superposición de ciudades históricas.


OCUPADA DESDE EL CALCOLÍTICO HASTA LA EDAD MEDIA
Ategua posee restos constructivos que constatan la ocupación del lugar desde el Calcolítico hasta la Edad Media, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para la investigación arqueológica e histórica. La ciudad adquirió fama en la Antigüedad por su papel en la guerra civil entre Julio César y los hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, según relata el «Bellum Hispaniense», y fue conquistada por los cesarianos en el año 45 a. C.

Los restos constructivos más antiguos de Ategua pertenecen a la fortificación ibero romana, que defiende la totalidad de la cima de la loma y parte de las laderas. Por el lado suroeste, la muralla, edificada sobre un reborde granítico, se ve complementada por otra línea de fortificación situada un centenar de metros más abajo; esta última, que permanece enterrada y fue localizada por A. Blanco, es de más consistencia, 1.70 metros de espesor y es, como la primera de mampostería.

(Fuente: Cordópolis / Wikipedia)

23 de octubre de 2014

Indicios arqueológicos apuntan al descubrimiento en Córdoba del gran palacio de Abderramán I

El equipo de la arqueóloga Fátima Castillo descubre dos importantes estructuras de los siglos VIII y IX bajo el hospital de la Arruzafa que podrían corresponderse con los restos de la gran almunia-palacio de Abderramán I. Según la arqueóloga la estructura de uno de los edificios "recuerda a los llamados castillos del desierto, de Siria y Jordania", pues en su construcción se habría empleado "la misma técnica", conclusión a la que se ha llegado porque se ha hallado "la espina de uno de los contrafuertes".
Los restos descubiertos podrían corresponderse con la gran finca o palacio o almunia de Abderramán I, habitado posteriormente por Abderramán II. Es decir, al famoso y perdido palacio de la Arruzafa (o Al-Rusafa)FOTO: EUROPA PRESS
Poco, muy poco o casi nada se sabe de la Córdoba del siglo VIII. De esos años oscuros apenas nos han llegado documentos. Sin embargo, fue en el siglo VIII cuando cambió todo en la ciudad. La historia oficial dice que fue entonces cuando se estableció en Córdoba el primer omeya, Abderramán I, que en una epopéyica huida de varios años sobrevivió a la matanza de todos sus familiares en Damasco (Siria) y vino a parar a Córdoba, a crear el primer emirato, tras recorrer todo el Norte de África y guerrear con media Península. La historia oficial ha asumido que esto fue así por los escritos que se redactaron dos siglos después, pero a día de hoy la huella del primer omeya en Córdoba apenas si existe. No obstante, eso podría estar cambiando.
La excavación bajo el Instituto Oftalmológico se va a conservar.
FOTO: TONI BLANCO

La arqueólogoca Fátima Castillo lleva más de seis años trabajando en unos restos arqueológicos que podrían ser los del palacio o la finca del primer omeya. 

Castillo ha expuesto su hallazgo y descubrimiento en una conferencia en el Museo Arqueológico de Córdoba, que atesora parte de lo poco que se conserva en la ciudad del siglo VIII.

El gran hallazgo de Castillo está en la excavación bajo el Instituto Oftalmológico que ha construido el hospital de la Arruzafa y cuyos restos se van a conservar. 

UN GRAN PALACIO DEL SIGLO VIII
La arqueóloga Fátima Castillo durante la presentacion de los resultados
de la excavación. FOTO: TONI BLANCO
Así, el equipo de Castillo ha localizado los restos de dos grandes edificios de época emiral. Unos restos son del siglo VIII (contemporáneos al primer omeya) y otros del siglo IX (el anterior al Califato). 

Los restos, según Castillo, no son más que el extremo de lo que supone una gran edificación de esa época y que podría corresponderse con la gran finca o palacio o almunia de Abderramán I, habitado posteriormente por Abderramán II. Es decir, al famoso y perdido palacio de la Arruzafa (o Al-Rusafa).

La arqueóloga identifica el primer edificio como uno de los “castillos del desierto de Siria y Jordania” por la aparición de un “contrafuerte” muy similar a los que se construían en el siglo VIII en Oriente Medio. Junto a él habría encontrado también los restos de una “gran tapia” que se extiende al menos hacia la avenida del Brillante e incluso al plan parcial O-1 y que le apuntaría a sospechar que está ante ese gran edificio que sería el palacio de la Arruzafa, que se sabe que existió pero que todavía no ha sido descubierto.

OTRO EDIFICIO CON ESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS
El segundo edificio localizado también es curioso. Así, Castillo asegura que se ha encontrado que la edificación tenía una estructura subterránea y una segunda planta, algo que “no es usual en una época tan temprana”. En la zona han aparecido restos arqueológicos también que apuntan a una presencia humana continuada durante al menos 3.500 años.

Hasta ahora, según la arqueóloga, se pensaba que la zona del entorno del hospital de la Arruzafa tenía pocos restos arqueológicos. Por eso, asegura que “ha sido una sorpresa” el hallazgo que, con todos los condicionales, apunta a que ahora sí, Córdoba ha descubierto por fin el palacio del primer omeya y que sus piedras pueden dar respuesta a muchas preguntas.

29 de septiembre de 2014

Comienza la restauración de las esculturas romanas encontradas en Torreparedones, en Baena (Córdoba)

El Ayuntamiento de Baena ha iniciado los trabajos de la primera fase del proyecto de reintegración y limpieza de tres esculturas encontradas en la curia del yacimiento arqueológico de Torreparedones y que permitirán que estas colosales estatuas tomen forma para su posterior exposición en el Museo Histórico y Arqueológico Municipal.

Con motivo del inicio de estos trabajos, el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, recordó que pronto hará dos años que se encontró este conjunto escultórico en el parque arqueológico baenense, lo cual fue "una gratísima sorpresa" y señaló que "hoy -por ayer- se inician los estudios previos, así como la primera fase de restauración de las tres grandes esculturas que quedarán instaladas en un principio en el patio del Museo Histórico".

RÉPLICAS PARA EL FORO
De igual forma, Morena precisó que "la idea es que cuando concluya la primera fase se hagan unas réplicas para colocarlas en la fachada del templo del foro de Torreparedones, donde debieron ser algo espectacular" y detalló que "se trata de tres esculturas sedentes de mármol de tamaño superior al natural y que debieron estar instaladas sobre un pedestal de un metro".

Para el arqueólogo municipal "ahora se inicia la cuenta atrás de unos trabajos con los que el museo va a ganar muchísimo ya que va a acoger unas piezas que son únicas en el mundo y son fragmentos que casan unos con otros". "Podemos decir que tenemos entre el 80% y 90% de estas tres esculturas", concluyó.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Córdoba (UCO), Ángel Ventura, subrayó que en estos trabajos va a continuar la colaboración ya iniciada hace años entre el Ayuntamiento y la UCO y explicó que, concretamente, la universidad va a financiar los análisis previos de mármol que se van a llevar a cabo, así como los trabajos con el láser scan, mientras que el Consistorio costeará el estudio de policromía y el ensamblaje de las piezas para que la estatua obtenga corporeidad.

En diciembre de 2011, el Ayuntamiento de Baena dio a conocer que los trabajos en la curia del Parque Arqueológico de Torreparedones habían dejado al descubierto los restos de tres nuevas estatuas que en esta ocasión tenían la particularidad de ser sedentes, esto es, debían de estar sentadas en tronos tal y como se desprende de sus posiciones.

(Fuente: El Día de Córdoba / Sara Núñez Baena

29 de agosto de 2014

Córdoba publica su Carta de Riesgo Arqueológico

La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba ha hecho pública a través de su página web la Carta Municipal de Riesgos Arqueológicos, un instrumento que se comenzó a realizar en 1996 y que permite delimitar los puntos de la ciudad donde el subsuelo esconde resquicios de otras civilizaciones. 

La confección de la Carta de Riesgo de Córdoba se inició en el último trimestre de 1996 en el marco del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico, tras la firma de un protocolo de colaboración entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba. Para ello se creó un equipo pluridisciplinar compuesto por técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura y la Dirección General de Bienes Culturales, así como por investigadores del Área de Arqueología de la Universidad de Córdoba. 

El catálogo está actualizado a fecha de 2009 y en la página web se pueden consultar todos los puntos con riesgo arqueológico y el expediente correspondiente, en el que se delimita la procedencia de los restos que hay en el subsuelo.

La carta contiene una serie de documentos de carácter informativo, analítico y de propuesta que tienen como objetivo el conocimiento y protección del patrimonio arqueológico de la ciudad. Además, al apoyarse en un modelo histórico para la ciudad y su territorio, la Carta de Riesgo marca determinadas líneas prioritarias de investigación necesarias para el avance en el conocimiento general del pasado urbano.

18 de julio de 2014

Descubren cinco espacios habitacionales en la torre ibérica del Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

En la parte exterior de la torre también se han localizado diferentes espacios de almacenamiento que, junto a las nuevas estructuras complejas del interior, confirman cierta actividad económica durante los siglos II y I a.C. en este torreón datado en la época ibérica clásica.
El equipo de excavación trabaja en los espacios habitaciones descubiertos. En la imagen se aprecian los muros de adobe.
La tercera campaña de excavaciones en el yacimiento ibérico del Cerro de la Merced que promueve el Ayuntamiento de Cabra (Córdoba) ya ha deparado las primeras sorpresas al equipo de arqueólogos que han sacado a la luz un complejo de estructuras internas perfectamente diferenciadas en el interior de la torre amurallada.
  • Ayer mismo salio a la luz una quinta estancia en el interior de la torre. Cuatro de estas habitaciones tienen unas dimensiones regulares de 1,70 x 2,60 metros mientras que la quinta todavía se encuentra en fase excavación. Todas ellas están delimitadas por muros de adobe y sobrezócalo de piedra con una altura conservada de dos metros.
OTROS ESPACIOS DE ALMACENAMIENTO
Según Fernando Quesada, director del Departamento de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid y director de estas excavaciones, el hallazgo de estas estructuras habitacionales y el de otros espacios de almacenamiento descubiertos en la parte baja de la muralla interior así como las pesas de telar, los cuatro molinos de grano y algunas fusayolas de hilar, todos ellos de época ibérica que se encontraron en la campaña anterior, evidenciarían que en el recinto fortificado se desarrolló cierta actividad económica durante los siglos II y I a.C. Aunque los orígenes de la torre se remontan a la época ibérica clásica, entre los siglos V y IV a.C
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno,
director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo
Kabanach y Mónica Camacho.

Estos hallazgos hacen que la estructura interna no sea la de una torre sencilla "sino la de un recinto con actividad económica, donde se transformaban alimentos, donde se hilaba y se tejía, y donde se daba una actividad de control del territorio por parte del príncipe ibérico que aquí residía, porque el recinto interior es parte de un núcleo mayor, un anillo exterior de estructuras, donde sin duda vivía una población reducida, asociada a este aristócrata, en una época en la que Roma ya controla Córdoba y que no fue derrumbada por los romanos hasta bien entrado el S. I a.C", explica el director de las excavaciones.

UNA TORRE DE DOS PISOS
Según hemos podido constatar en la visita realizada a las excavaciones del Cerro de la Merced, el núcleo principal del yacimiento son los restos de una torre, un recinto cuadrangular de 19,01 x 19,01 metros, con tres de sus lados en buen estado de conservación. 

Su estructura cuadrada, datada en la época ibérica clásica -entre los siglos V y IV a.C-  está formada por un muro de cuatro metros de grosor, relleno de piedra y tierra, y conformado en su parte exterior por bloques ciclópeos de hasta más de un metro de longitud, colocados en hiladas que podrían llegar a alcanzar los cinco metros de altura, de los que en algunos tramos se conservan muros de dos metros y medio de altura. 
Entre los restos del derrumbe de la torre se aprecian fragmentos de cerámica
ibérica.

Precisamente esta altura y los restos del derrumbe en el interior de la torre, entre los que se han encontrado restos de cubiertas de cerámica ibérica, "confirmaría la posibilidad de que la torre pudiera tener dos pisos",  informa Quesada.

En la parte exterior a la torre se añadió con posterioridad, ya entre los siglos II y I a.C. otra muralla, también de grandes bloques de piedra que ocupan una extensión de 50 x 40 metros.




UN TORREÓN "PARA SER VISTO"
Según Fernando Quesada, "en el Cerro de la Merced podemos constatar una ocupación permanente desde aproximadamente el 2.200 a.C. hasta el Siglo X, ya en la época emiral, pero la funcionalidad de la torre en sus orígenes todavía no está del todo clara y seguimos trabajando sobre hipótesis."

"Los estudios realizados sobre el terreno -nos cuenta Quesada- demuestran que el torreón ibérico no tenía una función de vigilancia ni de comunicaciones entre los núcleos de población cercanos. Además tampoco se han encontrado objetos que demuestren una vida estrictamente militar en la torre fortificada". "Se trataría más bien -continúa Quesada- de una construcción realizada para ser vista por los viajeros que pasaran por esta zona fronteriza entre la Bastetania ibérica de la Andalucía Oriental y la Turdetania de la Andalucía Occidental". "Un monumento, que fuera reflejo de un poder local y coexistiera con los romanos hasta el S. I a.C".