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23 de junio de 2016

Un terremoto dejó a los fenicios sin casa en el Cabezo del Estaño de Guardamar (Alicante)

La actividad sísmica debió producirse en el primer tercio del siglo VIII a.C. y motivaron que la población se desplazara hasta La Fonteta.
La excavación arqueológica la están llevando a cabo varios licenciados y alumnos del Máster de Arqueología de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Murcia. FOTO: TONY SEVILLA.
Los arqueólogos que dirigen la nueva excavación en el yacimiento del Cabezo Pequeño del Estaño de Guardamar trabajan con la hipótesis de que durante el primer tercio del siglo VIII a.C. se registraron uno o varios terremotos que causaron numerosos destrozos y que motivaron que la población se desplazara hasta el yacimiento de La Fonteta, en la misma localidad.

Según explicó ayer el director del Museo Arqueológico de Guardamar, Antonio García, los indicios apuntan a que en un momento determinado las estructuras defensivas que bordeaban el poblado y ciertas casas se vinieron abajo, probablemente por la actividad sísmica. Aunque se pusieron refuerzos laterales, siguió habiendo problemas estructurales y algunas de las edificaciones se vinieron abajo. También hay que tener en cuenta la inestabilidad del suelo, formado principalmente por areniscas. Los investigadores creen que cuando empezaron a tener tantos problemas es posible que los pobladores dejaran la zona originaria para desarrollar actividades metalúrgicas y trasladaran sus casas a la otra zona. Ahora se ha encontrado una vivienda de planta circular ovalada con bancos de arcilla adosados a los muros y ánforas y vasos cerámicos que probablemente servirían para contener agua. A este respecto, no descartan la próxima aparición de hornos ligados a esa actividad con los metales.

La excavación arqueológica la están llevando a cabo varios licenciados y alumnos del Máster de Arqueología de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Murcia, junto con voluntarios de Guardamar y de Torrevieja. El promotor de dichos trabajos es el Ayuntamiento de Guardamar, quien subvenciona los gastos de la actuación. Los trabajos arqueológicos se enmarcan en un proyecto conjunto entre la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico del municipio.

MURALLA DE CASAMATAS
La actividad se retomará en otoño y los restos encontrados se someterán a un proyecto de consolidación y restauración para preservar el yacimiento de cara a su posterior puesta en valor ligado al turismo cultural. El Cabezo Pequeño del Estaño es a día de hoy el único poblado con murallas de casamatas de origen fenicio en la península ibérica, con una cronología que se remonta al primer tercio del siglo VIII a.C., dentro de la fase arcaica de la colonización fenicia del territorio español.

22 de diciembre de 2015

Arqueólogos identifican seis puertos romanos en el Mar Menor (Murcia)

Las naves tanto cartaginesas como romanas atracaban en los diferentes asentamientos constatados desde El Vivero hasta El Carmolí, de Los Urrutias. Su tráfico habitual era, según el profesor de la Universidad de Murcia García del Toro, el famoso garum y la plata y el plomo extraídos de las montañas de la cercana Sierra de Cartagena.
Vista aérea del Mar Menor.FOTO: LA CRÓNICA DEL PAJARITO.
El profesor y arqueólogo de la Universidad de Murcia Javier García del Toro sostiene que en el Mar Menor existieron numerosas instalaciones portuarias romanas. “Tras más de treinta años estudiando las costas del Mar Menor Sur y de sus instalaciones arqueológicas -afirma el profesor- he llegado a la conclusión de que habían varios puertos romanos hasta con espigones”.

Según sus investigaciones esto fue debido a que lo que hoy se conoce como La Manga hace dos mil años no existía. “Entre Las Amoladeras y Calnegre (desde Cabo de Palos hasta la plaza Bohemia) había una enorme apertura natural de cinco kilómetros por donde pasaban las naves cargadas de mercaderías, tanto cartaginesas como romanas, que atracaban en numerosos asentamientos constatados desde El Vivero hasta El Carmolí, de Los Urrutias”, explica Del Toro.

El tráfico habitual y mayoritario de estas naves eran, según García del Toro, el famoso garum y la plata y el plomo extraído de las montañas de la cercana Sierra de Cartagena.

VARIOS PUERTOS LOCALIZADOS
El profesor afirma tener localizados varios puertos:

-Puerto de Las Amoladeras, donde se descubrieron restos de naves a menos de dos metros de profundidad que, por su cercanía a la orilla, descarta que fueran naufragios “sino atraques”.

-Puerto de El Vivero, un perímetro antaño semicircular y hoy completamente colmatado donde está convencido de conservarse naves completas sin pudrirse dado el fondo fangoso sin oxígeno que tenía. García del Toro advierte que tanto él como la Dirección General de Cultura estarán “atentos” a todo posible dragado que se realice al considerarse lugar de “especial impacto arqueológico”.

-Playa de El Castillico (cercano al camping Caravanning) donde aún se pueden observar restos de sus instalaciones industriales y comerciales romanas “hasta el mismísimo mar” junto a la villa o domus del patricio de turno al haber podido constatarse la presencia de muros de puerto bajo el mar, lo que incrementa el valor del lugar al añadirse, al varadero, una casa. En la zona se han encontrado fragmentos de mosaicos romanos opus tessellatum polícromos y muñecas de terracota de la época del emperador Antonino Pío por su tipología y peinado.


-Loma de El Escorial en la desembocadura de la rambla de La Carraqueta en Los Nietos existen aún restos muy mal conservados de unas instalaciones portuarias “de primer orden con un poblado comercial cartaginés y otro romano documentado desde el siglo IV adC.

-Finca de Lo Poyo. Cuenta, según el profesor, con unos enormes almacenes portuarios con muros de piedra y gran cantidad de restos minerales aún perfectamente visibles.

-El Carmolí, dado que su origen volcánico servía de cantera para la extracción de piedras para los espigones que se construyeron.

Por todo ello García del Toro considera que cualquier actividad que implique movimiento de suelo o alteración de éste, en toda esta gran área del Mar Menor Sur, debe ser vigilada por la propia Dirección General de Patrimonio Histórico por su alto valor arqueológico

Por último el profesor denuncia que la última excavación que Cultura ordenó en la zona fue a la empresa que iba a construir en Lo Poyo y Novo Cartago donde aparecieron “almacenes e instalaciones portuarias romanas con unos muros de aúpa. Estas excavaciones pagadas por la empresa -afirma García del Toro- fueron publicadas hasta con planos y fotos pero, más tarde, o se taparon o se destruyeron porque estar ya no están, a pesar de haberse publicado la memoria arqueológica de la excavación en unas jornadas de Arqueología regional del Instituto de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Cultura y Educación”.

(Fuente: La Crónica del Pajarito)

22 de septiembre de 2022

Hallan en la Isla del Fraile una de las mayores piletas romanas documentadas en España

La bañera para salazones, de 14.000 libros de capacidad, es el descubrimiento más destacado de la tercera campaña de excavaciones en la costa murciana de Águilas.
El equipo de excavación trabaja en el yacimiento arqueológico. FOTO: AYUNTAMIENTO DE ÁGUILAS

La tercera campaña de excavaciones en la Isla del Fraile (del 4 al 18 de septiembre) promovida por la concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas y la Universidad Complutense de Madrid continúa revelando los secretos de la emblemática isla de la costa aguileña. En la intervención de este año se han descubierto nuevos sectores con potentes estructuras fechadas en el siglo V d.C., según explicaron los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (UCM) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas).

El hallazgo más destacado es una pileta romana para la fabricación de salazones de 4 metros de longitud por 2,25 de ancho y más de un metro de profundidad, una de las más grandes documentadas en el litoral de la península ibérica. Los investigadores calculan que su capacidad superaba los 14.000 litros. Al mismo tiempo se documentaron nuevas ánforas de producción local, probablemente para la comercialización del garum y otros productos procedentes de la pesca. Estos envases de cerámica llevarán el nombre de Fraile como referencia al yacimiento. Su estudio e identificación futura en otros enclaves permitirá comprender mejor las relaciones comerciales que se establecieron entre Águilas y el resto del Mediterráneo en la Antigüedad.

Junto a la dirección del proyecto participan Ricardo Muñoz Yeseros, auxiliar de Arqueología, así como diversos investigadores internacionales como el japonés Tomoo Mukai, experto en cerámica romana del Centre Camille Jullian (Universidad de Aix-Marsella). Debido al interés que suscita el proyecto de la Isla del Fraile, el equipo continúa aumentando y en esta campaña se han incorporado los especialistas en técnicas de teledetección de la Universidad Politécnica de Cartagena. También se realizará un estudio mediante georradar y un levantamiento topográfico 3D a cargo de la Universidad Complutense de Madrid.

En la campaña de 2022 han participado 16 estudiantes, seleccionados tras un exhaustivo proceso de evaluación, procedentes de diversas universidades españolas entre las que se encuentran la universidad de Barcelona, Granada, Sevilla, Córdoba, Navarra, Murcia y la propia Complutense de Madrid.

Mecenazgo de entidades privadas
La investigación arqueológica de la Isla del Fraile es fruto de una estrecha colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y el Ayuntamiento de Águilas, financiada íntegramente por este último. Sin embargo, las necesidades derivadas del propio proyecto, con un notable incremento de especialistas y medios, han llevado a la dirección a abrir la financiación a empresas y fundaciones.

En la campaña de 2022 vuelven a repetir empresas que ya apoyaron la iniciativa en años anteriores como Culmárex, Muebles Montalbán y la Fundación Cajamurcia. También el Hostel Isla del Fraile (Taburete Group), que aloja al equipo en sus instalaciones, donde se ha creado un laboratorio de materiales arqueológicos.

Este año se han sumado el patrocinio de Viñas Familia Gil, que mantiene un fuerte vínculo emocional con Águilas, Salazones Garre, empresa interesada en la recreación del garum y panaderías Clendy, que cubre los almuerzos del equipo. A este conglomerado se añade la ayuda desinteresada de Protección Civil Águilas, que facilita el traslado diario de los miembros del equipo a la excavación. El compromiso de las empresas con el patrimonio arqueológico y el impacto de los resultados de la anterior campaña, que fueron recogidos por National Geographic, hacen que el proyecto continúe creciendo y consolidándose año tras año.

29 de septiembre de 2015

Recuperan más de 60 piezas de época fenicia y romana en Mazarrón (Cartagena)

Alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) que estos días participan en un curso de Arqueología Subacuática, organizado por la UMU en colaboración con el Consistorio de Mazarrón, han rescatado en la zona donde se hallaron los barcos fenicios más de 60 piezas de esta época y la romana. El hallazgo más valioso es un resto de ánfora del siglo VII antes de Cristo.
Una de las piezas rescatadas en Mazarrón. FOTO: AYTO. DE MAZARRÓN
Un resto de ánfora fenicia tipo R1 es la pieza más antigua hallada por una docena de alumnos de un curso de la Universidad de Murcia (UMU) que estos días se realiza en Mazarrón en colaboración con el Ayuntamiento. 

Llegados de diferentes puntos de España, de Francia y Canadá los estudiantes y graduados de Arqueología participan de un tipo de enseñanza no muy frecuente y valorado en el ámbito académico. Según el catedrático y director del curso, José Miguel Noguera, Mazarrón es uno de los pocos puntos de la geografía nacional que ofrece la posibilidad de realizar un Curso de Prospección de Arqueología Subacuática. "Los alumnos a través de sus inmersiones aprenden las técnicas de prospección y conocen cómo se escruta el fondo del mar con el objeto de desarrollar proyectos de extracción", señala José Miguel Noguera.

TRABAJAR A 10 METROS DE PROFUNDIDAD
Durante cinco días los estudiantes han desarrollado sus ejercicios prácticos en el entorno de la Isla, lugar donde fueron hallados los barcos fenicios. Trabajan en una profundidad de entre 8 y 10 metros, lo que facilita el estudio, según indica Juan Pinedo, uno de los arqueólogos responsables del curso, quien también destaca la excepcionalidad y buena calidad de las aguas de Mazarrón.

MÁS DE 60 PIEZAS DE GRAN VALOR
Los trabajos de prospección han permitido sacar a la luz más de 60 piezas de época romana y fenicia de enorme valor. Según Pinedo, estos restos pasarán a un tratamiento de agua dulce durante dos meses, "para evitar que la sal cristalice y rompa las piezas", y más tarde pasará a disposición del Museo de Mazarrón.

Además de José Miguel Noguera y Juan Pinedo también participan en la organización de este curso los arqueólogos José Lájara, Jose Manuel Martínez y la arqueóloga municipal, María Martínez.
(Fuente: Murcia.com)

9 de abril de 2011

El tesoro de la necrópolis íbera de El Verdolay (Murcia)

En las excavaciones, cuya memoria está sin publicar, hallaron 609 enterramientos y decenas de objetos religiosos y de ajuar
A principios de los años 30, Augusto Fernández de Avilés se percata de que en la inmediaciones del convento de Santa Catalina del Monte y de la ermita de San Antonio el Pobre, en La Alberca, hay un tesoro. En ese momento era director del Museo Arqueológico Provincial de Murcia. Muchos habían paseado o practicado el senderismo por ese lugar, pero Augusto fue el primero en darse cuenta de que bajo sus pies se escondía la mayor necrópolis ibérica de España.
Museo Arqueológico de Murcia.
Tras las prospecciones y las gestiones necesarias, las excavaciones sistemáticas comienzan en 1935 de la mano de Fernández de Avilés y de Cayetano de Mergelina, recuerda José Miguel García, director del Museo de la Universidad de Murcia y estudioso del yacimiento del Cabecico del Tesoro, que contiene la mayor necrópolis de la cultura ibérica de la Península.
En ese paraje de El Verdolay, que tanto sirvió a las familias murcianas de antaño para disfrutar de sus vacaciones veraniegas, se escondía todo un poblado íbero. «Era una sociedad protohistórica que vivió desde el 500 A. C. hasta la romanización» -sitúa José Miguel García-. Estaban asentados, ya que tenían comercio, agricultura, ganadería, cerámica torno y santuarios. Aquí tenían su poblado». La cultura ibérica se desarrolla por la influencia de pueblos colonizadores del Mediterráneo Oriental. «Era una sociedad muy agraria», sentencia José Miguel. «En esta época -prosigue- la mujer hacía prácticamente los mismos trabajos que el hombre. Estamos hablando de una sociedad agrícola y ganadera. Uno de los grandes problemas que tenían era que no había agua cerca, por lo que estaban obligados ir a por el agua andando muchos kilómetros. Aunque tenían su propio comercio, llevaban una vida muy dura». Los íberos habitaban unos poblados cuyo esquema político giraba en torno a una figura patriarcal. También encontramos diferencias de clases. «Por poner un ejemplo, las familias que tenían dinero, colocaban una escultura encima del enterramiento de su familiar para que quedara clara su posición social en el núcleo», descubre el estudioso.
Gratiniano, el excavador
Sin embargo, este poblado, según palabras del director del museo de la UMU, se ha conservado muy mal. La desidia ha ido de la mano del yacimiento. En estos momentos, el único resto que pueden visitar los ciudadanos es el del santuario de La Luz, pegado al Centro de La Luz, en El Valle. De momento, no podemos disfrutar de la necrópolis. «Es la más importante porque es la más extensa y la de materiales más ricos. Ha tenido la desgracia de no ser publicada nunca como tal. El principal excavador fue Gratiniano Nieto Gallo pero nunca llegó a publicar la memoria. Aunque hemos hecho muchos estudios parciales, nunca se ha publicado», lamenta José Miguel, que en los 80 quiso remediarlo.
La dama de El Verdolay.
Convencido de que el momento de publicar la memoria había llegado, el director del Museo de la UMU llevó a cabo un proceso de investigación para ver cómo eran las tumbas o para estudiar los restos óseos, que antes no se estudiaban. La investigación de José Miguel comenzó en 1989 y acabó en 1993. «Conocí al profesor Nieto en una conferencia y le pregunté si pensaba que allí quedaba algo. Como desde pequeño iba a El Verdolay, tenía controlado el perfil en el que ellos habían dejado de excavar. En cinco campañas, financiadas por la Comunidad Autónoma, saqué 12 enterramientos que nos han servido para conocer el tipo de tumbas o para ver ajuares», comenta José Miguel, que asegura que su memoria ya está escrita «pero que aún tiene que ser publicada».
Aunque Gratiniano Nieto encontró la mayoría de los restos, el director del Museo de la UMU no cejó en su empeño. «Nos encontramos con el problema de que el límite del cementerio se encuentra en espacio protegido de El Valle, pero con el permiso pudimos excavar y encontrar varios tesoros», asegura.
Gracias al trabajo de todos estos arqueólogos se pudo descubrir la necrópolis ibérica más importante de España. Un cementerio histórico donde los íberos daban descanso a sus iguales. «Cuando morían quemaban el cuerpo en una pira de dos metros, con sus armas. Tras esto, lo llevaban a la necrópolis. Allí se abría una fosa de un metro o metro y medio de longitud y se echaban los restos óseos con todo el ajuar funerario (broches, collares u otros complementos)», detalla con esmero José Miguel.
Uno de los datos que le dan tanta importancia al Cabecico del Tesoro es que allí se encontraron 609 enterramientos descubiertos de manera científica. La segunda razón es que cubre prácticamente todo el desarrollo de la cultura ibérica del sureste peninsular desde el 420 A. C. hasta aproximadamente el 90 ó 100 antes de Cristo. «Gracias a este yacimiento -anota el experto- podemos conocer toda la evolución de la cerámica, de las costumbres, del armamento e incluso de los productos de importación que venían de Grecia o de Italia».
Los íberos eran un pueblo detallista en cuanto a las decoraciones, en algunos casos extremadamente realistas. «En el Cabecico del Tesoro encontramos ajuares tardíos con las decoraciones zoomorfas y citomorfas. Son cerámicas más vistosas, con otras formas. El Verdolay te permite controlar la cultura íbera a través de la necrópolis».
«Es posible que quede algo»
Después de casi 40 años del hallazgo de la necrópolis más importante de la cultura ibera en España, no se esperan grandes novedades en la zona. «Tras las investigaciones, si queda algún enterramiento será muy suelto, ya que en nuestras últimas excavaciones en el monte, nos salía la roca de base en varias de las cuadrículas que hicimos. Es posible que haya quedado alguno sin desenterrar pero sería muy raro que el quedara fuera de la importancia del que se encontró», sospecha el director del Museo de la UMU que cree que es muy importante «haber conservado perfectamente todos los ajuares de los enterramientos».
Santuario íbero de La Luz.
Algunos de los restos del yacimiento del Cabecico del Tesoro reposan en el Museo Arqueológico de Murcia, como la Arpista de Terracota, la Dama de El Verdolay o el Kalathos de la tumba 500, entre otros. Una joya histórica enmarcada en uno de los paraísos naturales más antiguos y ricos de Murcia. En él podremos saber más de nuestros antepasados y conocer cómo se vivía en esa época. Un tesoro, que no todo el mundo conoce, pero que tenemos a un paso.
(Fuente: La Verdad)

25 de octubre de 2016

Hallada una mezquita rural única en el yacimiento granadino de Lanteira

Es la primera mezquita rural de barrio de la que se tiene conocimiento en España. Su datación es anterior al s. XII y está fabricada en mampostería y enlucida con mortero de cal. Tendría capacidad para una veintena de personas
La planta de la mezquita conserva una superficie de 28 metros cuadrados. FOTO: PABLO ROMERO 
Los trabajos de excavación en el yacimiento arqueológico el Pago del Jarafí, en Lanteira (Granada), han sacado a la luz los restos de una mezquita rural única en España, según el profesor del departamento de Historia Medieval de la Universidad de Granada, José María Martín Civantos. "Se trata de la primera mezquita rural de barrio de la que se tiene conocimiento", ha señalado el docente, quien coordina el proyecto Memola. "Calculamos que es anterior al siglo XII", explica.

UN PEQUEÑO EDIFICIO
La planta de esta mezquita, de la que se conserva una superficie de 7,5 metros por cuatro, se ha descubierto durante la tercera campaña de excavaciones en el yacimiento granadino. Frente a otras mezquitas rurales halladas en Murcia o en Antequera (Málaga), Martín Civantos destaca la "estructura humilde" de la descubierta en Granada. "La de Antequera, por ejemplo, es una mezquita rural monumental y esta es de barriada. Hecha con mampostería, con una fabricación más cuidada que la de las viviendas cercanas, construida por los propios campesinos y enlucida con mortero de cal", señala el investigador. "Es un edificio pequeñito, con capacidad para una veintena de personas, lo que nos puede hacer una idea de las dimensiones de la barriada", apunta.

SEIS SIGLOS DE OCUPACIÓN

Los trabajos realizados en la zona han permitido, según Martín Civantos, documentar una cronología de ocupación desde mediados del siglo VI hasta finales del XII. "La mezquita fue levantada en una zona que fue ocupada por los árabes y bereberes en el siglo VIII tras expulsar a los visigodos. Sabemos que la mezquita es anterior al XII, pero aún debemos investigar si pudo ser construida cuando llegaron los árabes a la zona", expone el profesor. En estos terrenos se han hallado restos de viviendas, un cementerio cristiano y otro islámico, un horno para fundir metales, otro de cerámica, silos para el almacenaje de cereales. "Estos descubrimientos nos aportan una mejor comprensión de la transición de la época visigoda a la andalusí, de cómo se fue transformando el paisaje y la forma de producción con las acequias y el regadío", añade.

Esta tercera intervención en la zona arrancó el 29 de agosto y ha contado con la participación de unos 70 voluntarios procedentes de diferentes puntos de España y de países como Italia, Inglaterra y Marruecos. En ella han participado instituciones como la Universidad de Granada, la empresa Arqueoandalusí y el CSIC- Escuela Española de Arqueología en Roma, con la colaboración del Ayuntamiento de Lanteira. Los primeros trabajos de excavación comenzaron en el 2014 y, ante los resultados obtenidos durante estos tres años, se espera poder continuar en el 2017, según informa la Universidad de Granada.

26 de agosto de 2012

Nuevos hallazgos en las ruinas de la Calatayud romana

En la denominada "Casa del Ninfeo"  de la ciudad romana de Bilbilis se han localizado una serie de tabernae (tiendas) que conformaban un frente comercial y en una de las cuales se encontró un basurero de ánforas,asimismo, se ha averiguado la ubicación de un horno o calera en el que se quemaron restos escultóricos y placas de mármol procedentes de las decoraciones de los principales edificios monumentales de la ciudad desmontados a finales del siglo II.
Las excavaciones en Bilbilis se han centrado en la "Casa del Ninfeo".
Foto: UZ
El Ayuntamiento de Calatayud ha apoyado de nuevo este año los trabajos de la XLIII campaña arqueológica en la ciudad romana de Bílbilis y la cuarta edición en la ciudad celtíbera de Valdeherrera, campañas que han finalizado hace unos días.

En las excavaciones, que se han llevado a cabo entre el 15 de julio y el 15 de agosto, han participado una treintena de estudiantes y licenciados en arqueología procedentes principalmente de la Universidad de Zaragoza, así como de Murcia, Salamanca, Valencia o Santiago de Compostela, entre otras. Todos ellos dirigidos por los profesores de la Universidad de Zaragoza, Manuel Martín Bueno y Carlos Sáez Preciado.

Durante la primera quincena de julio la campaña ha trabajado en Bílbilis en la denominada Casa del Ninfeo. Allí se han localizado una serie de tabernae (tiendas) que conformaban un frente comercial y en una de las cuales se encontró un basurero de ánforas, tal y como ha explicado el equipo directivo.

Asimismo, se ha averiguado la ubicación de un horno o calera en el que se quemaron restos escultóricos y placas de mármol procedentes de las decoraciones de los principales edificios monumentales de la ciudad desmontados a finales del siglo II.

Esta campaña arqueológica está permitiendo conocer "mucho mejor el proceso y evolución de la ciudad entre los siglos II y III", ha subrayado la concejal delegada de Yacimientos del Ayuntamiento de Calatayud, Beatriz Arenas.

Ciudad celtíbera de Valdeherrera
En el caso de la ciudad Celtibérica de Valdeherrera, las actuaciones se han centrado, principalmente, en los viales de la ciudad, descubriéndose dos calles de 6 y 8,40 metros de anchura. En el sector en el que se han efectuando las intervenciones corresponden a la ciudad construida a finales del siglo II a.C., que fue destruida durante las guerras sertorianas, hacia el 74 a.C.

Paralelamente, se han encontrado las aceras porticadas y las fachadas de las casas que serán excavadas en los años próximos. De la misma manera, se ha continuado trabajando en la necrópolis islámica descubierta en campañas anteriores.


Referencia de la Arqueología
   Para el equipo directivo, las excavaciones en Valdeherrera están permitiendo conocer mucho mejor el urbanismo de la ciudad y confirmar el enorme potencial del yacimiento llamado a convertirse en un punto de referencia de la arqueología del valle del Ebro.

Arenas ha destacado la importancia de estas campañas y ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento con las mismas. "Queremos seguir contribuyendo al desarrollo de las investigaciones y excavaciones que consideramos importantes para la difusión de nuestro patrimonio y nuestra cultura", ha apuntado Arenas. Este verano el Ayuntamiento de Calatayud ha colaborado con 2.000 euros en el desarrollo de las campañas.

(Fuente: Europa Press)

9 de septiembre de 2020

Los arqueólogos investigan bajo los cimientos de la Casa del Mitreo de Mérida

El Consorcio de la Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida ha iniciado esta semana en colaboración con la Universidad de Granada una excavación arqueológica en la casa romana del Mitreo de la capital extremeña, que tiene como objetivo comprobar la existencia de construcciones anteriores a la propia casa romana.
Excavación en la Casa del Mitreo de Mérida.

Ocho alumnos del Máster y Grado de Arqueología de la Universidad de Granada, dirigidos por la profesora Macarena Bustamante Álvarez realizan trabajos consistentes en concluir la excavación de las dos tabernas situadas junto a la entrada de la casa y hacer pequeños sondeos en el atrio y en el pasillo del viridarium. La excavación se prolongará hasta el próximo 14 de agosto, informa la Junta de Extremadura en una nota de prensa.

Estas actuaciones arqueológicas se enmarcan dentro de los convenios de colaboración del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida con diferentes centros de investigación, en este caso con la Universidad de Granada y la Universidad de Murcia, que también participa en la elaboración y publicación de un estudio monográfico que se derivará de esta excavación en la casa romana del Mitreo, uno de los recintos monumentales más visitados del Conjunto Arqueológico emeritense.
(Fuente: 20 Minutos)

18 de marzo de 2016

Arqueólogos de la Universidad de Jaén rinden homenaje a Gerard Nicolini

La Casa de Velázquez en Madrid acogió un coloquio internacional sobre bronces ibéricos, organizado por la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, centrado en la puesta al día del estudio sobre los bronces de la Cultura Ibérica (siglos VI al I a.C.).
Foto de familia de los participantes al homenaje.
En el mismo participaron investigadores procedentes de universidades francesas, del Museo del Louvre, del CSIC, así como de diversas universidades españolas. “Hemos hablado sobre lo que habían supuesto los santuarios de Sierra Morena con los exvotos en el estudio de la cultura ibera y por dónde va en la actualidad la investigación”, explica Arturo Ruiz, director del Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

Este coloquio sirvió de homenaje al investigador francés Gérard Nicolini, que desde los años 60 centró su investigación en el estudio de los numerosos exvotos ibéricos procedentes de los santuarios de Sierra Morena y de Murcia, depositados en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de Barcelona. Asimismo, realizó excavaciones, en alguno de estos espacios, en colaboración con la Universidad de Jaén, siendo innovador en el estudio de la orfebrería ibérica y en la aplicación de nuevas tecnologías para su estudio.


“La relación del centro con el profesor Nicolini ha sido siempre muy buena. Fue el que comenzó a excavar en los años 60 lo ibérico en Castellar y posteriormente en la década de los 80 realizamos una serie de campañas arqueológicas conjuntas”, declaraba Arturo Ruiz.

5 de noviembre de 2021

Revisan los contextos rituales de los santuarios íberos de Collado de los Jardines y la Cueva de la Lobera (Jaén)

Los trabajos se enmarcan en un proyecto financiado por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, que ha permitido realizar el inventario, catálogo y estudio integral de todos los materiales de ambos espacios

Investigadoras del Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, junto con investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Historia del CSIC, han realizado el inventariado, catalogación y estudio integral de todos los materiales arqueológicos pertenecientes a los yacimientos de Collado de los Jardines (Santa Elena) y la Cueva de la Lobera (Castellar), en la provincia de Jaén, lo que ha permitido revisar los contextos rituales de ambos santuarios.

Estos trabajos se enmarcan en un proyecto financiado por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, y se han centrado en tres de las principales colecciones públicas nacionales que poseen objetos procedentes de las intervenciones de principios del siglo XX desarrolladas en estos espacios de culto. Una de ellas es la del Museo Arqueológico Nacional, sin duda la colección más importante a nivel nacional, que atesora el amplísimo y heterogéneo conjunto de materiales procedentes de las excavaciones de principio de siglo XX en Collado de los Jardines (Santa Elena). También la colección del Museo Arqueológico de Cataluña, Sede Barcelona, la más destacada del santuario de Castellar, conforma por el antiguo fondo Juan Cabré, que cuenta con piezas emblemáticas procedentes de este espacio de culto. Y por último, la colección del Museo Arqueológico de Murcia, con el fondo Martínez Jara (Murcia), procedente de la antigua colección Jiménez de Cisneros, conformada por materiales del santuario de Castellar.

“Se trata de un estudio novedoso que se inicia con este proyecto y que tiene una potencialidad evidente en la medida que supone la recuperación de un material inédito para su integración en las investigaciones y dinámicas de conocimiento sobre el patrimonio de nuestra provincia, al mismo tiempo que contribuye a superar la visión fragmentaria y sesgada de estos santuarios, poniendo el acento en la lectura desde el contexto integral, no desde el tipo de material que lo compone”, indica Carmen Rueda, investigadora del Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA.

Hasta el momento se ha trabajado en el inventariado y catalogación de en torno a 1.000 objetos, no solo exvotos, sino materiales diversos como fíbulas, vasos votivos, anillos, armas…, todos ellos elementos con un significado ritual y simbólico que va a permitir a las investigadoras profundizar en el estudio de las prácticas religiosas, a través de la reconstrucción de las biografías asociadas a estos santuarios y de las relaciones que se establecen con/y a través de su cultura material.

El Instituto de Estudios Gienneses de la Diputación de Jaén, en el marco de la convocatoria de proyectos de investigación del Organismo Autónomo Local "Instituto de Estudios Giennenses", área de conocimiento de Ciencias Humanas y Expresión Artística, ha financiado este proyecto encaminado a la reconstrucción y estudio de los depósitos votivos de estos santuarios, que se componen por miles de materiales con significado ritual, que en la actualidad se encuentran diseminados por diferentes instituciones públicas y privadas.

9 de abril de 2014

El tesoro de Jabonerías confirma el auge de Murcia en el siglo XI

Dos investigaciones de las 424 monedas de oro islámicas, encontradas en 2012 durante unas obras en una vivienda de la calle Jabonerías, apuntan a que la ciudad vivió una época de prosperidad y autonomía durante el gobierno de la dinastía de los Banu-Tahir.
El tesoro con 424 monedas de oro fue encontrado en las obras de una vivienda en la calle Jabonerías de Murcia.
El tesoro de la calle Jabonerías desvela muchos de sus misterios, y mantiene algunas incógnitas. Dos investigaciones sobre la excavación arqueológica que, en 2012, sacó a la luz una orza con 424 monedas de oro de época islámica, aportan ahora datos históricos de cómo era la Murcia del siglo XI. Según la profesora de la Universidad de Alicante (UA) Carolina Doménech Belda, experta en numismática musulmana, el conjunto monetario, «de gran interés», al que ha dedicado varios meses de trabajo, confirma que la urbe vivía un momento de auge, con un floreciente comercio, «gobernada de manera autónoma por la dinastía de los Banu Tahir».

LABORIOSO TRABAJO
La experta añade que «ese ambiente de prosperidad debió favorecer una actividad comercial que podría explicar la llegada del numerario desde el norte de África y Sicilia». El 65% de las 424 monedas (51 solo son fragmentos) están acuñadas en esas dos zonas a nombre de los califas fatimíes, rivales de los Omeya, que gobernaban al-Andalus. Doménech Belda se ha encargado de catalogarlas, un laborioso trabajo por las pequeñas dimensiones de las piezas, la mayoría de entre 12 y 15 milímetros de diámetro, y su estado de conservación. La profesora remarca que el tesoro de Jabonerías «aporta ejemplares y variantes no conocidos, en las series fatimíes y en las taifas andalusíes».

UN RICO COMERCIANTE
Por su parte, el arqueólogo Mario García Ruiz, que dirigió la excavación de la vivienda taifa donde apareció emparedado el conjunto numismático, concluye que «un comerciante relativamente adinerado» mandó construir la casa de la calle Jabonerías, en la que se distinguen dos espacios: uno, más decorado, para recibir a clientes y huéspedes, y otro, más sencillo, para uso privado.

Los estudios de estos dos investigadores aparecen publicados en el último número de la revista 'Tudmir', que edita el Museo Santa Clara, disponibles en el apartado de publicaciones de su web. Sin embargo, en el aire quedan algunos misterios. ¿Por qué este rico comerciante ocultó esa fortuna, que después no recuperó? Doménech Belda no llega a una conclusión clara. Pero duda de que el motivo fuera un peligro inminente o un episodio de inestabilidad. La profesora de Arqueología de la UA afirma que en esas situaciones, cuando «el fenómeno de ocultación de numerario se acentúa, las casas en al-Andalus no son lugares muy utilizados para esconder monedas, ya que la mayor parte de los conjuntos andalusíes relacionados con hechos bélicos han sido localizados fuera de las viviendas».

ESTRELLA DE SEIS PUNTAS
Y otro interrogante: ¿Quién era ese comerciante? Mario García señala que, pese a localizarse una estrella de seis puntas como motivo decorativo de los enlucidos del patio, esta figura es utilizada «tanto por los judíos como por los musulmanes, por lo que su aparición no es indicativa de su vinculación al mundo hebreo».

Una vez acabada la catalogación, la directora del Museo Santa Clara, Ángeles Gómez, confía en exponer el conjunto áureo antes de que acabe el año, en una vitrina destacada. Antes, una selección de estas piezas formarán parte de una gran exposición sobre colecciones numismáticas de la Región, que ultima Cultura.

25 de enero de 2023

Hallados fósiles de la Edad de Hielo en una cueva de Santomera (Murcia)

No se han encontrado restos humanos pero sí han aparecido piezas líticas que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal
Excavación arqueológica en la Cueva de La Capilla (Santomera, Región de Murcia) / Asociación Patrimonio Santomera

Las excavaciones arqueológicas que la Asociación Patrimonio de Santomera está desarrollando en la cueva de La Capilla, situado en el monte de Los Ásperos, han permitido hallar fósiles de grandes mamíferos como el caballo (Equus ferus) o ciervo (Cervus Elaphus) consumidos por humanos hace 20.000 años, en la Edad de Hielo.

En declaraciones a EFE, el arqueólogo y director del proyecto, Miguel Pallarés, ha explicado que todavía no se han encontrado restos humanos pero que sí han aparecido piezas líticas, derivadas del trabajo de la piedra, que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal.

Así, ha señalado que los trabajos actuales son "muy superficiales" y que espera "poder dar la sorpresa" en futuras campañas, con la aparición de alguna galería "con huesos humanos o pinturas rupestres".

El yacimiento se descubrió en 2018, documentándose entonces varias fases cronológicas en relación a los materiales que aparecieron en superficie, con periodos que alcanzan el Paleolítico Medio (100.000-40.000 años antes del presente) con la presencia de neandertales .
Se trata de una zona orientada al sur que controla visualmente varias vías de comunicación (Rambla Salada, la Cañada Perdida o el corredor por el que pasa la autovía A7) que fueron transitadas desde épocas remotas, tanto por la fauna salvaje como por pastores trashumantes en épocas más recientes.

A estas condiciones se le suma la riqueza biológica del área por su proximidad a la Rambla Salada, fuente de aprovisionamiento de materias primas, como el mineral sílex.

Por el yacimiento han pasado especialistas como el profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma, el paeloantropólogo de la Universidad de Barcelona y especialista en Neandertales João Zilhão y el profesor emérito Michael Walker catedrático de Paleoantropología de la UMU.
(Fuente: EFE // M. Sánchez)

18 de abril de 2023

Los arqueólogos retoman el trabajo en el yacimiento de San Esteban (Murcia)

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.
Vista de los restos arqueológicos tras las acciones de conservación en 2010.

La Universidad de Murcia y el Ayuntamiento han suscrito un nuevo convenio para reanudar la actividad en el yacimiento, aunque en el laboratorio nunca se ha interrumpido, tal como confirmaba su director, Jorge Eiroa.

Las actuaciones en el yacimiento arqueológico de San Esteban, en Murcia, se reiniciarán la semana próxima para continuar el trabajo de campo de investigación y excavación y, por otra parte, renovar los geotextiles que cubren los restos e intervenir en aquellos que puedan estar dañados por los elementos.

El director del yacimiento, el arqueólogo y profesor de la UMU, Jorge Eiroa, dice que, tras el paréntesis impuesto por la pandemia, se vuelve al trabajo de campo, aunque la de laboratorio nunca se ha interrumpido, tras haber firmado la Universidad y el Ayuntamiento un nuevo convenio y haber licitado el gobierno municipal la concesión de los trabajos auxiliares y simultáneos de renovación de geotextiles, retirada de tierras, etc. Eiroa dice que estas actuaciones son diferentes de las anteriores.

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.

Como novedad especialmente interesante está la posibilidad de confirmar con la excavación la existencia en el yacimiento de tres tiendas al por menor, un hallazgo muy poco frecuente en Al-Andalus.

10 de noviembre de 2022

El yacimiento de Las Paleras recreará una casa del siglo VIII

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, será objeto de una inversión que suma 180.000 euros y que incluye la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza y la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII
Equipo de excavación que participó en la campaña del pasado verano.

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, tras la inversión realizada con fondos del Plan de Sostenibilidad de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, ha experimentado una serie de mejoras en los accesos e infraestructuras para su destino final, el del uso turístico y cultural. 

La inversión, que suma 180.000 euros, implica la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza, donde se ubicará a los futuros espectadores. Desde allí, estos podrán disfrutar de vistas panorámicas de la sierra, La Muela, el Valle del Guadalentín y Carrascoy. En ese lugar, desde Cultura habilitarán asientos realizados con esparto, «como serían las sillas de aquel tiempo», apuntaba el arqueólogo José Baños. 

Otro de los elementos destacables es la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII. 

En lo que se refiere a los trabajos arqueológicos e históricos, Baños destacó que las secuencias documentadas han llevado a la recreación de una casa de época emiral, con su techumbre de madera de pino, el taray y brezo, pedrizas para evitar la humedad, poyos de piedra, patios y habitaciones.

Este año, además de hallar piezas semi-completas de candiles y molinos, las actuaciones son de ámbito urbanístico en Las Paleras, donde se están limpiando las calles para hacerlas más transitables y visitables, y poder comunicar los barrios existentes a través de las vías originales que había en ese período. 

El Murtal
En el yacimiento de El Murtal, que se encuentra ubicado en la rambla de Algeciras, se ha han continuado las tareas tanto en el sector de la fortificación como en el noreste, donde se está trabajado en ambos lados y vienen a cerrar la línea de investigación que se inició en 2018. Como novedad, este año el equipo de voluntarios han empezado las excavaciones en otro yacimiento arqueológico, el Cabecico Redondo de La Muela, donde se han hallado nueve pesas de telar "que se relaciona con la existencia de una comunidad de la zona escarpada y que nos anima a continuar trabajando en este sector", ha explicado Benjamín Cutillas, investigador de la Universidad de Murcia.

24 de octubre de 2023

Localizan un nuevo palacio del siglo XIII junto al Castillejo de Monteagudo (Murcia)

Los arqueólogos han averiguado que sobre los niveles de destrucción del palacio del siglo XII de Ibn Mardanis, más conocido como el Rey Lobo, de los que ya se tenía constancia, hay vestigios de un palacio que levantó un rey posterior, Ibn Hud, en ese mismo lugar.


Los arqueólogos continúan desentrañando los entresijos de la historia que yace bajo las huertas de Murcia. Recientemente, el grupo de expertos que trabaja en las excavaciones de la ladera occidental del Castillejo de Monteagudo han hecho un hallazgo que amplía, más si cabe, el rico patrimonio que poblaba la zona.

Ha sido durante la etapa de estudio que comenzó este verano cuando los arqueólogos han averiguado que sobre los niveles de destrucción del palacio del siglo XII de Ibn Mardanis, más conocido como el Rey Lobo, de los que ya se tenía constancia, hay vestigios de un palacio que levantó un rey posterior, Ibn Hud, en ese mismo lugar.

Así lo constata el investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director de las excavaciones, Julio Navarro Palazón, quien explica que de momento se ha desenterrado e identificado la puerta de acceso al palacio, así como algunos muros del área que lo rodeaba.

Las excavaciones de este yacimiento se van a llevar a cabo en dos fincas privadas situadas junto a los restos que se sacaron a la luz en 2018 y 2019. Los trabajos comenzarán en 2024, «previsiblemente en épocas en las que el calor no sea tan sofocante, como Semana Santa o finales de septiembre», explica Navarro. El proyecto, para el que ya se ha conseguido financiación y que estará liderado nuevamente por la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, todavía debe elaborarse y recibir la autorización de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento. También hay excavaciones planeadas y financiadas para 2025 y 2026.

En los trabajos participarán, como hasta ahora, la Universidad de Murcia (UMU), la UCAM, instituciones extranjeras, como el Instituto Arqueológico Alemán y otras universidades españolas e italianas. En todo caso, estas excavaciones no serán suficientes para desenterrar la extensa área palatina que se encuentra junto al Castillejo. «De momento se ha excavado tan solo un 20% del terreno. Es por ello que, en un futuro, seguiremos solicitando ayudas económicas para poder continuar», subraya el investigador. «Esta es una labor que durará varias generaciones», apunta al respecto.

Una gran finca de recreo
Las excavaciones en la falda occidental del Castillejo comenzaron en los años 2018 y 2019, pero no fue hasta finales de julio cuando pudieron retomar las labores, gracias a la subvención de 121.000 euros obtenida a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología dentro del Plan Nacional 2022 para un proyecto liderado por el CSIC bajo el título ‘Arquitecturas de prestigio en las almunias medievales: transmisión de modelos desde la antigüedad al renacimiento (Arqmunia)’. Una decena de arqueólogos, arquitectos y otros profesionales llevan estudiando y preservando la zona desde entonces, unos trabajos que están a punto de concluir.

La almunia del Castillejo de Monteagudo que se está desenterrando fue una gran finca de recreo propiedad del estado musulmán, con algo más de 1.000 tahúllas (111 hectáreas) excluyendo las tierras yermas. En su interior hubo huertas y áreas de secano junto a zonas de bosque y almarjal e incluso viñas, según informa la documentación del siglo XIII. Contaba con un palacio fortificado situado en un altozano, a cuyos pies se encuentra una gran alberca (161 x 136 m), que debió de ser utilizada para el riego y para actividades lúdicas, rodeada de acequias (que a día de hoy se encuentra a plena vista), acueductos, torres, edificios residenciales y pabellones. Como era habitual, esta almunia tuvo una triple función: económica, como explotación agropecuaria; residencial, por ser palacio de recreo en determinadas épocas o días del año y, finalmente, protocolaria, como lugar donde se celebraban audiencias y encuentros con embajadores y dignatarios.

La finca fue devastada dos veces por los almohades, según relata la crónica de lbn Sabib al-Sala. La arqueología ha demostrado que sobre los niveles de destrucción de los edificios del siglo XII se alzaron otros de nueva planta que se pueden fechar a finales de ese mismo siglo o principios del XIII.

Las labores de preservación, esenciales para que los hallazgos no se degraden
Junto al estudio de los restos arqueológicos hallados en la falda occidental del Castillejo de Monteagudo, pertenecientes a dos palacios, uno levantado en el siglo XII y otro en el siglo XIII, se han llevado a cabo importantes labores de preservación para evitar su degradación.

El encargado de supervisar al equipo encargado de estas labores es el profesor de Arquitectura en la UCAM Francisco Javier López Martínez, quien imparte asignaturas centradas en los materiales y su restauración y que también participa como investigador.

Para proteger los restos, explica López, se hace uso del geotextil para cubrirlos, se echa tierra sobre algunos elementos y se colocan estructuras similares a las que había antaño (algunas de tierra estabilizada), que los investigadores pueden pisar mientras trabajan sobre la zona, de modo que no dañen los hallazgos, y que en un futuro «se podrán retirar sin problema alguno», asegura.

«Cuando hay, por ejemplo, estructuras de ladrillo que están un poco descolgadas y medio deshechas, a veces la solución que adoptamos, señalando siempre el elemento añadido, es la colocación de nuevos ladrillos que sujeten los otros, de manera que no haya ningún engaño de interpretación, pero que haya una verdadera sujeción», explica el profesor de la UCAM.

Además, el equipo trata de mantener a raya la vegetación, ya que esta «puede causar graves destrozos», argumenta, pues «pueden levantar y quebrar las estructuras con sus raíces».
(Fuente: News Europa)

6 de septiembre de 2013

Arqueólogos de ARQUA rescatan un pecio romano del S. IV y otro del S. XVIII en el puerto de Cartagena

En el barco romano, datado entre los años 380 a 420 d.C., había ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, y otras béticas y lusitanas para el transporte de conservas de pescado así como objetos de la tripulación, algunos con símbolos cristianos. Del pecio del S.XVIII destaca una "magnífica" colección de pipas para fumar bellamente decoradas.
Buzos de ARQUA durante la prospección en la dársena del puerto. Foto: ARQUA
No son doblones de oro ni monedas de plata, pero su valor arqueológico es tan importante como el tesoro de La Mercedes que descubrió la empresa Odyssey frente a la costa portuguesa. Al menos lo es para conocer la historia, sobre todo, la de Cartagena. Y es que los fondos de la dársena de la ciudad portuaria escondían un barco romano del siglo IV después de Cristo que ha sido descubierto por los buzos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua).

Además, los trabajos que se han llevado a cabo durante los últimos cuatro meses como parte del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español también han permitido localizar otro buque de finales del siglo XVIII o principios del XIX, informó el Gobierno.

Los arqueólogos han recuperado en sus prospecciones numerosos objetos de gran valor arqueológico en tres yacimientos distintos situados en plena dársena de Cartagena, justo enfrente de donde se encontraba la antigua sede del museo, cerca del faro de Navidad. «Están aquí mismo», resaltó el director del Arqua, Xavier Nieto.

Símbolos cristianos
El pecio romano cubre un déficit de restos del Bajo Imperio romano que existía en el museo, admitió Nieto. De hecho, se han localizado en el barco algunos objetos de la tripulación con símbolos cristianos. Los arqueólogos apuntan que el navío del siglo IV transportaba un cargamento heterogéneo con ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, otras de origen bético y lusitano para llevar conservas de pescado, además de lucernas y materiales diversos para el uso de la tripulación. Los profesionales creen que se trata de un barco que redistribuía productos desde un puerto andaluz hasta Cartagena.



Por su parte, el hallazgo del buque de finales del siglo XVIII constata el auge del puerto de Cartagena tras la construcción del Arsenal Militar en ese mismo siglo. Los arqueólogos continúan analizando lo encontrado, aunque parece que en los primeros sondeos han localizado la cocina del navío, dada la abundancia de ollas con marcas de fuego, fuentes, vajilla de mesa, cubiertos, botellas de vidrio, aceiteras y hasta un tonel.

Evolución de la línea de costa
Las prospecciones han servido también para situar un tercer yacimiento con numerosos objetos perdidos o arrojados voluntariamente por los marineros a lo largo de los años. Destaca una colección de pipas para fumar bellamente decoradas, desechos de alimentos como huesos de animales o semillas de frutas, vasijas de cocina. Los técnicos creen que eran tirados al mar por los marinos durante los periodos de fondeo. Este yacimiento posibilita profundizar en un estudio que junto al que está desarrollando la Universidad de Murcia desde tierra, permitirá avanzar en el conocimiento de la evolución de la línea de costa.


Equipo de trabajo
El equipo de trabajo está formado por tres arqueólogos de ARQUA (David Munuera, Ana Miñano y Rocio Castillo), dos arqueólogos de la empresa Arqueomar (Juan Pinedo y Felipe Cerezo), el patrón de embarcación de ARQUA (Emilio Peñuelas), el fotógrafo David Balcázar, 'Balky' y la supervisión del director del museo (Xavier Nieto).

14 de abril de 2023

Recuperan 3.500 piezas de una gran pintura mural del teatro Romano de Cartagena

Los conjuntos pictóricos hallados en el Teatro Romano de Cartagena son en la actualidad uno de los más importantes de todo el Imperio romano en cuanto a decoración pictórica conservada se refiere


El equipo de arqueólogos y restauradores que trabaja en la recuperación del pórtico del Teatro Romano ha recuperado durante las excavaciones muchas más piezas de pintura de la que esperaban y ya han reunido otros 1.500 fragmentos de una de las grandes pinturas murales que decoraba una de las paredes del edificio. Sumados a los localizados en las excavaciones de 2006, son al menos 3.500 las piezas de la pintura recuperadas, que permitirán una recuperación mayor y más precisa de la decoración original.

El proyecto actual, financiado con fondos Next Generation, se ha desarrollado ya en un 39% a cinco meses de su plazo de ejecución y se centra en la zona occidental de la doble estructura porticada que rodeaba un jardín central y se situaba en la parte posterior del edificio escénico. Las labores se han diseñado para completar la extracción de las pinturas murales que quedaron protegidas, ampliar la excavación hacia la zona central del posible jardín, que no ha podido ser investigada hasta ahora, así como consolidar los restos hallados de la galería exterior, que conserva el alzado del pódium con sillares de arenisca y basas de columnas en su emplazamiento original.

El proyecto contempla ampliar la intervención hacia la zona central del jardín, donde se está previsto realizar análisis palinológicos y antracológicos para investigar las especies vegetales que pudieron existir en el espacio ajardinado de época romana. Además de documentar posibles estructuras propias del jardín como parterres, canalizaciones y fuentes, y así como el aprovechamiento del agua para el mantenimiento del espacio ajardinado.

La intervención además de recuperar una parte del pórtico es también un impulso a la generación de empleo por el importante número de oficios que interviene en un proyecto patrimonial de esta índole; arqueólogos, restauradores, canteros, aparejadores, arquitectos, peones, albañiles, fotógrafos, topógrafos etc., casi el 75% del gasto es en personal.

Desde enero se está trabajado en la excavación, documentación y extracción de pinturas murales de los tres conjuntos pictóricos, comenzando con el conjunto objeto de restauración situado al norte de la cella 2, que fue finalizado en a finales de febrero, y continuando con la extracción de la pintura mural de la cella 2 y la cella 1, donde se ha localizado una mayor concentración de derrumbes de pintura mural de lo esperado.


Programación cultural
En cuanto a la actividad formativa y difusión científica, se ha programado en colaboración con el área de Arqueología de la Universidad de Murcia, y en concreto con la profesora Alicia Fernández, un seminario de formación sobre pintura mural romana romana aprovechando que en estos momentos se está realizando la extracción y restauración de un panel procedente del pórtico occidental.

El Workshop Internacional Pictores et officinae: documentación, estudio y valorización de la pintura mural romana de la Porticus del teatro romano de Cartagena, se celebrará del 19 al 24 de junio.

Los conjuntos pictóricos hallados en el Teatro Romano de Cartagena son en la actualidad uno de los más importantes de todo el Imperio romano en cuanto a decoración pictórica conservada se refiere, y constituyen también un excelente recurso para la formación especializada de restauradores y arqueólogos en todas las actividades propias de su correcto proceso de documentación, consolidación, extracción, limpieza, estudio/análisis, restauración y puesta en valor.

El seminario especializado se plantea con unas sesiones de mañana de campo y laboratorio, y sesiones de tarde con conferencias impartidas por investigadores y especialistas en la materia, de ámbito tanto nacional como internacional.

En este sentido, también debemos reseñar el nuevo Curso de Verano 2023 en colaboración con la UPCT sobre La Vía Augusta como eje vertebrador de la Hispania romana. La revalorización de un itinerario cultural, que se celebrará del 17 al19 de julio. El curso abordará la importancia de este legado clásico y como ha incidido en la conservación y valorización de su Patrimonio Arqueológico, realizando un recorrido por distintos escenarios y enclaves de la Hispania Romana.

En las sesiones del curso también se tratará propuestas novedosas como el proyecto de 'Cicloturismo por la Vía Augusta', que se va a desarrollar con fondos Next Generation, y la Ruta por la Bética Romana que abarca territorios por los que pasaba la calzada e incorpora lugares y espacios de gran interés paisajístico cultural y natural. La experiencia está basada en la revalorización sostenible del itinerario cultural de la vía Augusta.

28 de julio de 2010

Extraen en Murcia el mayor cargamento de marfil de un barco fenicio

Un navío del año 620 antes de Cristo que alberga el mayor cargamento de colmillos de elefante hallado de esa época fenicia, está siendo recuperado por investigadores de 11 países de las aguas de la isla Grosa de San Javier (Murcia).
Del pecio, hundido a unos 20 metros de profundidad, se han extraído hasta el momento 20 colmillos completos de elefante norteafricano y más de 25 fragmentados, muchos de ellos con inscripciones fenicias, según ha explicado el arqueólogo Juan Pinedo, codirector del proyecto junto al estadounidense Mark E. Polzer.
"No existe un yacimiento tan antiguo como este con esta cantidad de colmillos de marfil", ha señalado Pinedo, que precisa que el navío tiene una eslora de unos 20 metros, "bastante mayor" que la de los varios pecios hallados en aguas del también murciano Puerto de Mazarrón.

La campaña de restauración, patrocinada por la National Geographic Society y en la que colabora el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, se lleva a cabo en el yacimiento conocido como Bajo de la Campana, donde se encuentran los restos de otros tres navíos, uno de época moderna y dos de la romana.
El proyecto, fruto de un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Cultura y el Instituto Náutico de Arqueología de la Universidad A & M, de Texas (EEEU), comenzó en 2007 con la participación de especialistas de Australia, Turquía, Nueva Zelanda, Reino Unido, Grecia, Suecia, Francia, Holanda, Italia y España.
Junto a los colmillos encontrado en el pecio fenicio, han aparecido también lingotes de estaño y cobre, nódulos de galena argentífera y una muestra completa de cerámica fenicia del siglo VII antes de Cristo.
También se han recuperado algunos elementos suntuarios destinados a comerciar con las élites locales del momento, como un pedestal de piedra decorado, piezas de bronce de una posible cama de marfil, un mango de cuchillo del mismo material, varias piezas de ámbar y numerosos peines de madera.
Más allá del valor material de los elementos recuperados, Pinedo ha destacado que el hallazgo va a ofrecer una idea muy certera del funcionamiento de las relaciones comerciales del pueblo fenicio.
"Vamos a poder descifrar cuestiones que intuíamos por los textos, pero que ahora se van a poder demostrar claramente", ha asegurado.
Respecto a las perspectivas de futuro, los investigadores tienen trabajo por delante, ya que hasta el momento se ha documentado sólo una parte mínima del yacimiento.
El yacimiento fue descubierto en la década de los 50 del pasado siglo por unos buceadores que se dedicaban a extraer del fondo marino la chatarra de los numerosos barcos que naufragaron en esta zona del Mediterráneo.
En los años 70, el Patronato de Arqueología de Cartagena realizó diversas campañas arqueológicas que documentaron la existencia de 13 colmillos de elefante con inscripciones fenicias.
El lugar de los trabajos ha sido visitado hoy por el delegado del Gobierno en la región de Murcia, Rafael González Tovar, y la alcaldesa de San Javier, Josefa García Hernández, quien ha anunciado que en agosto próximo se inaugurará un pequeño centro de interpretación en La Manga de Mar Menor.
Allí se explicarán los hallazgos que se han ido produciendo, con el objetivo de potenciar el conocimiento y la protección de este tipo de yacimientos. (Fuente: EFE)

29 de marzo de 2016

Identifican actividades rituales en el santuario ibérico de La Luz (Murcia)

El estudio también aporta objetos arqueológicos inéditos hasta ahora  y matiza su cronología delimitando un amplio periodo que abarca del siglo IV a.C. hasta el siglo I a.C.
Excavaciones arqueológicas en el santuario ibérico de La Luz. 
Una tesis doctoral realizada en la facultad de Letras de la Universidad de Murcia por Alba Comino Comino aporta nueva información sobre el santuario ibérico de La Luz, en Santo Ángel, además de haber llevado a cabo la digitalización y georreferenciación de los dibujos de campo y de las estructuras arqueológicas documentadas en el mismo lugar para construir una planimetría general del yacimiento.

La tesis doctoral, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, señala que se ha caracterizado el santuario como un lugar de culto de índole territorial y elevado carácter identitario.

La misma aporta, por otra parte, objetos arqueológicos que hasta ahora estaban inéditos, además de constatar diferentes actividades rituales desarrolladas en el santuario y de matizar las cronologías, delimitando un amplio periodo que abarca del siglo IV a.C. hasta el siglo I a.C.

Este trabajo de investigación fue dirigido por el profesor de la UMU Sebastián Ramallo y por Trinidad Tortosa, del Instituto Arqueológico de Mérida (Badajoz), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

HISTORIA
El Santuario de la Luz es un importante yacimiento ibérico, ubicado cercana del eremitorio de Nuestra Señora de la Luz, y conocido desde finales del siglo XVIII. Los primeros trabajos arqueológicos en la zona fueron realizados en los años veinte por Mergelina Luna y continuaron en los años ochenta por P. A. Lillo Carpio.

De las últimas excavaciones se desprende la existencia en el lugar de un santuario ibérico que mantuvo su actividad hacia los siglos IV y I a. C. y que pervivió a pesar de la llegada de las tropas romanas hacia el siglo III a. de C. De los restos encontrados también se ha podido saber que en el lugar se llevaron a cabo actividades metalúrgicas en hierro y plomo y se han descubierto exvotos ibéricos que probablemente se depositaron en el santuario de forma ritual y que fueron tapados con barro.

(Fuente: La Opinión de Murcia)