google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Carolina Domenech Belda
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28 de octubre de 2024

Plan de urgencia para recuperar las termas romanas de La Alcudia (Elche)

Las actuaciones para acometer la consolidación y recuperación del histórico conjunto están incluidas en la Campaña de Excavaciones del MARQ 2024
Visita de las autoridades a la ciudad ibero-romana de La Alcudia.

Los trabajos arqueológicos de La Alcudia realizados durante la XIX Campaña de Excavaciones e Investigaciones del MARQ han dado un paso más para la recuperación y puesta en valor de las Termas Occidentales de Illici.

La Diputación y la Universidad de Alicante han impulsado este plan de urgencia para la documentación arqueológica y diagnóstico de los daños estructurales del frente exterior del histórico conjunto, que han visitado el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, y la concejal de Cultura de Elche, Irene Ruiz, acompañados por el vicerrector de Investigación y rector en funciones de la UA, Juan Mora, y la directora del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Carolina Doménech.

Los objetivos de este Plan de urgencia se han centrado en el análisis, evaluación y diagnóstico de las estructuras pertenecientes a un complejo termal monumental de época romana ubicado en el frente occidental del yacimiento, emplazamiento de la antigua Colonia Iulia Ilici Augusta, con el fin de redactar un documento técnico que permita acometer su posterior consolidación, restauración y puesta en valor integral.

El director del MARQ, Manuel Olcina, ha estado al frente de las labores junto al director de Arquitectura de la institución provincial, Rafael Pérez, así como Mercedes Tendero y Ana Mª Ronda, responsables, respectivamente, de las áreas de Arqueología y de Catalogación de la Fundación Universitaria La Alcudia. Los resultados de la intervención, que se ha prolongado durante cinco semanas, han confirmado la monumentalidad de estos baños romanos, que superan los 1.500 metros cuadrados, así como la erosión exponencial que sufren las estructuras que lo componen, en un continuo proceso de deterioro por pérdidas de elementos, fracturas y alteraciones que amenazan con el desplome definitivo de algunos muros y pavimentos.

Todos estos trabajos en su conjunto se han sumado a la documentación textual y gráfica recogida durante los últimos 25 años por la Fundación La Alcudia, información técnica que permite hacer un seguimiento y evaluación de las alteraciones, incidencias y patologías progresivas en el estado de conservación de este edificio ubicado junto al acceso principal del yacimiento.

Como ha explicado Olcina, las labores llevadas a cabo este año se han centrado en la limpieza manual de la cubierta vegetal y de tierra agrícola que cubrían la fábrica original. También se ha aliviado el peso de las tierras superficiales que afectaban a un buen trecho de un suelo de hormigón que pavimenta una palestra de grandes dimensiones.

Los muros, pavimentos y restos de estructuras arquitectónicas de estas termas analizadas han sido tratados por los servicios de topografía y fotogrametría a partir de vuelos de dron, escáneres láser, nubes de puntos, etc., tareas que permiten informatizar toda la documentación recogida y vectorizarla para analizar sus componentes, su estado de conservación, diagnóstico, relaciones estratigráficas y ubicar puntos de referencia que permitan hacer un seguimiento futuro de posibles desplazamientos de los elementos constructivos existentes.

De igual modo, se han realizado fichas FRAC (Fichas de Restauración Arquitectónica y Conservación), que plasman la documentación descriptiva y las propuestas de intervención urgente para la estabilización y protección del conjunto de restos constructivos que, en definitiva, serán la base para la redacción de un informe sobre la viabilidad de recuperación del conjunto termal estudiado.

El enclave arqueológico, situado en las laderas del Parque Natural del Peñón de Ifach, está siendo objeto de esta campaña que ha tenido una duración de cinco semanas.

9 de abril de 2014

El tesoro de Jabonerías confirma el auge de Murcia en el siglo XI

Dos investigaciones de las 424 monedas de oro islámicas, encontradas en 2012 durante unas obras en una vivienda de la calle Jabonerías, apuntan a que la ciudad vivió una época de prosperidad y autonomía durante el gobierno de la dinastía de los Banu-Tahir.
El tesoro con 424 monedas de oro fue encontrado en las obras de una vivienda en la calle Jabonerías de Murcia.
El tesoro de la calle Jabonerías desvela muchos de sus misterios, y mantiene algunas incógnitas. Dos investigaciones sobre la excavación arqueológica que, en 2012, sacó a la luz una orza con 424 monedas de oro de época islámica, aportan ahora datos históricos de cómo era la Murcia del siglo XI. Según la profesora de la Universidad de Alicante (UA) Carolina Doménech Belda, experta en numismática musulmana, el conjunto monetario, «de gran interés», al que ha dedicado varios meses de trabajo, confirma que la urbe vivía un momento de auge, con un floreciente comercio, «gobernada de manera autónoma por la dinastía de los Banu Tahir».

LABORIOSO TRABAJO
La experta añade que «ese ambiente de prosperidad debió favorecer una actividad comercial que podría explicar la llegada del numerario desde el norte de África y Sicilia». El 65% de las 424 monedas (51 solo son fragmentos) están acuñadas en esas dos zonas a nombre de los califas fatimíes, rivales de los Omeya, que gobernaban al-Andalus. Doménech Belda se ha encargado de catalogarlas, un laborioso trabajo por las pequeñas dimensiones de las piezas, la mayoría de entre 12 y 15 milímetros de diámetro, y su estado de conservación. La profesora remarca que el tesoro de Jabonerías «aporta ejemplares y variantes no conocidos, en las series fatimíes y en las taifas andalusíes».

UN RICO COMERCIANTE
Por su parte, el arqueólogo Mario García Ruiz, que dirigió la excavación de la vivienda taifa donde apareció emparedado el conjunto numismático, concluye que «un comerciante relativamente adinerado» mandó construir la casa de la calle Jabonerías, en la que se distinguen dos espacios: uno, más decorado, para recibir a clientes y huéspedes, y otro, más sencillo, para uso privado.

Los estudios de estos dos investigadores aparecen publicados en el último número de la revista 'Tudmir', que edita el Museo Santa Clara, disponibles en el apartado de publicaciones de su web. Sin embargo, en el aire quedan algunos misterios. ¿Por qué este rico comerciante ocultó esa fortuna, que después no recuperó? Doménech Belda no llega a una conclusión clara. Pero duda de que el motivo fuera un peligro inminente o un episodio de inestabilidad. La profesora de Arqueología de la UA afirma que en esas situaciones, cuando «el fenómeno de ocultación de numerario se acentúa, las casas en al-Andalus no son lugares muy utilizados para esconder monedas, ya que la mayor parte de los conjuntos andalusíes relacionados con hechos bélicos han sido localizados fuera de las viviendas».

ESTRELLA DE SEIS PUNTAS
Y otro interrogante: ¿Quién era ese comerciante? Mario García señala que, pese a localizarse una estrella de seis puntas como motivo decorativo de los enlucidos del patio, esta figura es utilizada «tanto por los judíos como por los musulmanes, por lo que su aparición no es indicativa de su vinculación al mundo hebreo».

Una vez acabada la catalogación, la directora del Museo Santa Clara, Ángeles Gómez, confía en exponer el conjunto áureo antes de que acabe el año, en una vitrina destacada. Antes, una selección de estas piezas formarán parte de una gran exposición sobre colecciones numismáticas de la Región, que ultima Cultura.