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19 de septiembre de 2024

Confirman «la singularidad» de dos fortificaciones romanas de A Coruña

El arqueólogo de la Universidad de Salamanca (USAL) José Manuel Costa coordina el proyecto ‘Roma en el Finis Terrae’ financiado por la Diputación de A Coruña y que estudia el inicio de la conquista romana en el noroeste de la Península. La investigación acaba de ser presentada en el principal encuentro mundial sobre arqueología militar romana ‘XXVI Congreso Internacional sobre la Frontera Romana’ en Batumi (Georgia)
 Francisco Alonso Toucido, Manuel Gago, Xosé Manuel Penas y José Manuel Costa durante la presentación de los resultados en la Diputación de A Coruña (Foto: Anxo Miján)

Desde finales del siglo pasado la arqueología militar romana en España ha vivido una verdadera revolución, lo que ha supuesto una importante mejora para la investigación española en este campo, muy retrasado respecto al de otros países de Europa. Si hacia 1990 únicamente se conocían 11 yacimientos militares romanos de época altoimperial en la zona norte de la Península Ibérica, en la actualidad, la literatura científica ya recoge cerca de un centenar de estos emplazamientos que han podido ser identificados y estudiados por medio de metodologías completamente renovadas.

En este contexto se sitúa el proyecto de investigación ‘Roma en el Finis Terrae’, que, coordinado por la Universidad de Salamanca y financiado por el Área de Cultura de la Diputación de A Coruña, se desarrolla con el principal objetivo científico de ahondar en el conocimiento de los momentos iniciales de la conquista romana en el noroeste de la Península. Una investigación que ha permitido confirmar “la singularidad de las fortificaciones romanas de Santa Baia (A Laracha) y El Castrillón (Touro) en A Coruña, erigidas en sitios arqueológicos previos, de la Edad del Hierro”, explica a Comunicación USAL José Manuel Costa, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca y coordinador de la iniciativa.

El objetivo general del proyecto de investigación y divulgación -en el que también participa la Universidad de Santiago de Compostela y cuya ejecución arqueológica corre a cargo de la empresa Tempos Arqueólogos - persigue dar a conocer y poner en valor sitios militares del ejército romano en A Coruña. Para ello, el trabajo se concentró en el estudio de estos dos yacimientos singulares, descubiertos en los últimos años mediante técnicas de detección remota y excavados en 2023 por miembros del colectivo de investigación romanarmy.eu, también con el apoyo de la Diputación gallega.

Ahora, las últimas intervenciones arqueológicas en las zonas “han demostrado que estas fortificaciones romanas se levantaron y fueron abandonadas con rapidez”, destaca Costa García de entre las principales conclusiones obtenidas. Al respecto, el proyecto fue ejecutado mediante la combinación de técnicas de detección remota -como la fotografía aérea histórica y moderna, imágenes por satélite, LiDAR aéreo o fotogrametría, entre otras-, con prospecciones arqueológicas de superficie, excavaciones, prospecciones geofísicas o Sistemas de Información Geográfica (SIG).

Asimismo, con los datos obtenidos, los investigadores han elaborado detalladas recreaciones virtuales y materiales divulgativos accesibles para el público. Estas herramientas, junto a los resultados del proyecto acaban de ser presentados a la comunidad científica en el ‘XXVI Congreso Internacional sobre la Frontera Romana’, principal congreso mundial sobre arqueología militar romana, celebrado del 9 al 14 de septiembre en Batumi (Georgia).

Dos complejos sitios fortificados
Cabe destacar que el sitio de Santa Baia (A Laracha) presenta la particularidad de que en el mismo lugar existieron un castro de la Edad del Hierro y un campamento romano de unas 5 ha de extensión. Los trabajos arqueológicos confirmaron la presencia de una potente muralla en el primer caso que pudo datarse entre los siglos VI e III a. C., sin que puedan descartarse cronologías anteriores. Las intervenciones demostraron, además, que el campamento, como corresponde a este tipo de fortificaciones temporales, fue construido con rapidez, excavándose un foso y levantándose un parapeto de tierra detrás del mismo. Tras su abandono, se desmanteló con igual velocidad.

Por su parte, el sitio del Castrillón (Touro) es una fortificación de pequeño tamaño que cuenta con dos recintos defensivos con dos fases constructivas: la primera es un complejo sistema de terrazas que aprovecha los afloramientos rocosos locales; la segunda consistiría en una serie de parapetos levantados con piedra y tierra. Por el momento, las investigaciones parecen apuntar hacia una cuidada construcción del primer sistema antes de la llegada de los romanos (siglos V-IV la. C.), mientras que el segundo evidencia una rápida refortificación y ampliación de los espacios defensivos que se relaciona con la llegada de los romanos a la zona.

En palabras de Costa García, los objetivos científicos del proyecto “se han cumplido totalmente, ya que han logrado generar nueva información que nos permitirá entender mejor este complejo período histórico y hemos tenido ocasión, además, de testar distintas metodologías científicas que ayudarán a otros investigadores en el futuro”.

Con todo, el coordinador subraya que “no se puede olvidar que trabajamos en sitios muy difíciles de estudiar por su ocupación efímera y naturaleza perecedera, con la presión añadida de que su escasa visibilidad dificulta su conservación y gestión patrimonial”.

Un gran esfuerzo de visualización
Una de las líneas más destacadas del proyecto es el esfuerzo por producir materiales divulgativos que faciliten la socialización del trabajo de investigación. De este modo, el proyecto apostó por un conjunto innovador de productos para difundir la investigación, colaborando con profesionales de distintos ámbitos del sector cultural gallego que contribuyeron a hacer visibles las hipótesis de los arqueólogos en relación con los yacimientos de Santa Baia y El Castrillón.

Así, se incluyen ilustraciones artísticas a cargo del reconocido dibujante Alberto Taracido y detalladas recreaciones virtuales de las dos fortificaciones investigadas a cargo del Centro Infográfico Avanzado de Galicia (CIAG), integrado por Anxo Miján, Carlos Paz y Miguel Torre, que se plasman en vídeos e imágenes estáticas de alta resolución. Estos materiales se unen a otros generados durante el proceso de intervención por el equipo arqueológico, como son los modelos tridimensionales de las excavaciones.

“Las recreaciones permiten no solo crear empatía entre los ciudadanos y los yacimientos arqueológicos, sino que se convirtieron incluso en una herramienta para comprobar la viabilidad de algunas hipótesis del equipo de investigación”, señala el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y responsable de esta área Manuel Gago. “Optamos por echar mano de las tecnologías más realistas para modelar no solo los yacimientos, sino el paisaje de la época, en las recreaciones más ambiciosas de sitios militares romanos hechas hasta el momento en Galicia”, apunta.

Además, entre el material diseñado también figura un podcast realizado por el productor sonoro Jorge Lama que permite trasladar en formato conversacional los resultados en uno de los formatos narrativos con mayor crecimiento en los últimos años.

Presentación en la Diputación de A Coruña

La presentación pública de los resultados de ‘Roma en el Finis Terrae’ tuvo lugar el pasado 4 de septiembre en la Diputación de A Coruña. El acto contó con la participación de Xosé Luís Penas, diputado de Patrimonio; José Manuel Costa, profesor de la Universidad de Salamanca y coordinador del proyecto; Manuel Gago, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela; y Francisco Alonso Toucido, arqueólogo de Tempos Arqueólogos. 

Investigadores de la UA desvelan que las técnicas agrarias de las áreas de montaña de Alicante tienen dos mil años de antigüedad

Prácticas como la irrigación, el abonado o los abancalamientos se iniciaron en la Edad de Hierro
Los investigadores de la UA durante el trabajo de campo en la montaña alicantina.

Dos artículos recientemente publicados por investigadores de la Universidad de Alicante en revistas de alto impacto internacional demuestran que las técnicas agrarias intensivas utilizadas en la montaña alicantina, atribuidas a la población medieval islámica, son mil años más antiguas de lo que se suponía. “Estas actividades, como son la irrigación, el abonado o los abancalamientos se iniciaron a fines de la Edad del Hierro, hacia el 100 a C., y se han mantenido a través del tiempo y las culturas, mostrándose tremendamente sostenibles ambiental y socialmente”, explica el catedrático de Arqueología de la UA Ignasi Grau, uno de los coordinadores de la investigación junto a la profesora Julia Sarabia, del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA.

En concreto, los artículos publicados son, por una parte, Archaeological landscapes and long-term settlements in the Perputxent valley (eastern Iberia): Exploring land use strategies and sustainability in a Mediterranean mountain área, publicado por The Holocene; y, por otra, Roman farmers in eastern Iberia: A spatial, geoarchaeological and bioarchaeological approach to agrarian strategies, publicado en Quaternary International.

Los estudios, que analizan la actividad agraria y el poblamiento rural de fines de la Edad del Hierro y época romana, se han basado en técnicas múltiples como análisis arqueológico, teledetección, análisis geoquímicos, arqueométricos o de micromorfología de suelos. Y con ellas se han caracterizado zonas de huertas en la Vall de Perputxent y bancales en Banyeres de Mariola, unas investigaciones en las que han participado especialistas de las Universidades de Jaén, Burgos, Valencia, el CSIC o la Sociedad Aranzadi de Euskadi y que han contado con la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo-GVA.

Ignasi Grau señala como el mosaico agroforestal que conforma nuestro paisaje, el de las comarcas alicantinas, en el que se combinan los cultivos y los huertos con las zonas boscosas, ya era así hace más de 2.000 años. “Lo que vemos ahora es la suma del trabajo de muchas generaciones de personas que han estado haciendo lo mismo durante siglos. Hemos creado una agricultura sostenible a costa de mucho esfuerzo, que empezó a perderse a partir de los años 60 cuando se abandonó el cultivo tradicional”, explica el profesor, para quien la falta de estudios arqueológicos sobre la vida rural sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes de los investigadores ya que “se ha puesto mucho interés en saber qué se hacía en las urbes, pero se desconoce cómo era la vida en el campo cuando, en realidad, el 95 % de la población habitaba en ese entorno”.

Andalucía autoriza la actividad arqueológica en los enclaves rupestres del Parque Natural del Estrecho

Uno de los motivos hallados en la Cueva del Sol. E.S.
La Delegación Territorial de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha autorizado la actividad arqueológica puntual de prospección, estudio, documentación y actualización gráfica de las manifestaciones rupestres ubicadas en el Parque Natural del Estrecho, en los términos municipales de Algeciras y Tarifa. Esta iniciativa busca profundizar en el conocimiento y la conservación del patrimonio cultural del Campo de Gibraltar.

El trabajo parte del Parque Natural del Estrecho, el Instituto de Estudios Campogibraltareños, la asociación cultural La Trocha y el Museo Municipal de Algeciras a los que se suman la Universidad de Cádiz (UCA), el proyecto internacional First Art y el Instituto Politécnico de Tomar (Portugal).

Las labores estarán dirigidas por los investigadores Carlos Gómez de Avellaneda y Hugo Alberto Mira, quienes actuarán junto a un equipo interdisciplinar de investigadores de diferentes estamentos. La Universidad de Cádiz (UCA) participará con el catedrático en prehistoria José Ramos y los arqueólogos Eduardo Vijande, Diego Salvador Fernández y María Leticia Gómez. Por First Art, colaborará Hipólito Collado y por el portugués Instituto Politécnico de Tomar, Sara Garcês, Hugo Gomes y Virginia Lattao. El Instituto de Estudios Campogibraltareños estará representado por Eduardo Briones, Francisco Díaz y Salvador Escalona; la asociación cultural La Trocha contribuirá con dos de sus miembros, David Martín y Soledad Gómez de Avellaneda; mientras que el Museo Municipal de Algeciras estará representado por su directora, Rosabel O’Neil. Este grupo multidisciplinar se dedicará a la prospección y análisis de las manifestaciones rupestres, contribuyendo así a la preservación y difusión de la rica herencia cultural de la región.


Para los investigadores, el Parque Natural del Estrecho alberga un valioso patrimonio arqueológico que merece ser estudiado y protegido. La autorización de esta actividad representa un paso significativo hacia la valorización de estos recursos, fomentando el interés por la historia y la cultura de Andalucía.

La Junta de Andalucía reafirma su compromiso con la investigación y la conservación del patrimonio cultural, y espera que los resultados de este proyecto no solo enriquezcan el conocimiento de la actividad rupestre en la zona, sino que también promuevan el turismo cultural en el Campo de Gibraltar, lo que derivará en puestos de trabajo repartidos por los municipios de la comarca que poseen arte prehistórico, como ya ha ocurrido en tantas zonas del planeta.

Desde las instituciones campogibraltareñas, la puesta en marcha de este proyecto "constituye un momento histórico para el campo de Gibraltar, pues significa no solo un despegue, sino una madurez ampliamente acreditada en el plano cultural".
(Fuente: Europa Sur)

18 de septiembre de 2024

Comienzan las excavaciones en la muralla medieval de Villena (Alicante)

El Servicio Municipal de Arqueología y Patrimonio (SEMAP) del Ayuntamiento de Villena ha iniciado hoy las excavaciones para buscar el trazado de la muralla medieval a partir del tramo hallado en la calle José Zapater, durante las obras de reurbanización del centro histórico. 


La edil de Cultura, María Server, ha explicado que “el objetivo es localizar el trazado de la misma hasta su conexión con el tramo que se descubrió en la primera fase, junto a la vivienda nº31”. Por el momento, las tareas en la calle Moltó han descubierto los primeros indicios de su trazado que se asienta sobre la costra rocosa, a escasa profundidad. 

La edil de Cultura ha expresado su agradecimiento y la paciencia de los vecinos de la zona afectada. “Con la colaboración de todos se consiguen los mejores resultados y con ello logramos proteger y conservar la memoria histórica de Villena, nuestra identidad, lo que hace que seamos quienes somos”, ha comentado.

El pasado mes de abril, las obras dejaron al aire un tramo de la muralla de Villena, que fue elevada a principios del siglo XIV, en la época de Don Juan Manuel para la protección del barrio de la Villa y su vinculación directa con el Castillo, aunque dejaba fuera de su protección a El Rabal. Con el tiempo, la pérdida de la utilidad defensiva de esta construcción hizo que, paulatinamente, las viviendas y edificios civiles fueran integrando parte de sus materiales hasta hacerla desaparecer.

Desde el SEMAP, los técnicos realizan las inspecciones pertinentes para conocer los hallazgos, asesorar y planificar sobre la intervención.

Salen a la luz seis enterramientos del siglo X en el monasterio de Montes de Valdueza (Ponferrada)

La cuarta campaña de excavaciones arqueológicas en el monasterio de Montes de Valdueza (Ponferrada) permitió encontrar varios muros de decenas de metros que podrían ser del siglo X, así como un derribo que indica la existencia de una cubierta y seis osarios o tumbas con abundantes restos óseos. La interpretación del área funeraria distingue tres niveles de tumbas, correspondientes a tres épocas, la primera de estas con una cronología relativa al siglo X.

El concejal de Medio Rural y el arqueólogo, en la zona de las excavaciones en el monasterio de Montes de Valdueza. Elbierzonoticias

La cuarta campaña de excavaciones arqueológicas en el monasterio de Montes de Valdueza, englobada dentro del proyecto 'Los orígenes de la Tebaida Berciana' permitió encontrar varios muros de decenas de metros que podrían ser del siglo X, así como un derribo que indica la existencia de una cubierta y seis osarios o tumbas «con abundantes restos óseos de individuos que fueron exhumados al realizar las construcciones en época moderna y que se datarán con más precisión tras los análisis pertinentes».

Muchos de los elementos localizados son materiales reaprovechados, con lajas de pizarra y con muros con piezas que se desmontaron, según las crónicas, de la ermita de San Martín, en el siglo XVI. A partir de un nivel, sobre la mitad de la excavación, se encontró también un enfoscado que cubría toda la pared con un enlucido con mortero de cal con policromías.

El hallazgo de estas estructuras permite interpretar que existió una parte cubierta que se desmontó, seguramente, cuando se construyó el claustro. En cuanto a la interpretación del área funeraria, se distinguen tres niveles de tumbas, correspondientes a tres épocas, la primera de estas con una cronología relativa al siglo X. Analíticas posteriores determinarán si estos hallazgos se corresponden con las ya encontradas en otras campañas dentro del claustro de Los Arcos y que corresponden al siglo X o incluso finales del IX.

Con esta cuarta campaña, desarrollada durante tres semanas, la Concejalía de Medio Rural y Patrimonio dio por finalizadas las excavaciones arqueológicas en el Monasterio de Montes de Valdueza, englobadas dentro del proyecto 'Los orígenes de la Tebaida Berciana', que desde 2017 pretenden dar luz sobre la historia monástica de esta zona ubicada en el sur de Ponferrada. Bajo la dirección arqueológica de Marcos Onésimo Muñoz y de historia del Arte de Artemio Martínez Tejera, la campaña, contó con un presupuesto de 18.000 euros y la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.

El arqueólogo Marcos Onésimo Muñoz explicó que esta cuarta campaña se centró en la zona exterior del claustro de Los Arcos, del siglo XVI, siguiendo las anteriores campañas, en las que se descubrieron estructuras constructivas de tipo religioso justo en el nivel de las tumbas que, tras los correspondientes análisis, se dataron cronológicamente en el siglo X. Estos datos, son los que dieron la pista para proseguir en esta campaña con la intención de encontrar elementos de la época alto-medieval. En futuras excavaciones, se continuará con esa búsqueda de elementos en este nivel que podríamos se podría datar en épocas altomedievales o incluso prerrománicas.

El concejal delegado del área de Medio Rural y Patrimonio, Iván Alonso, mostró hoy su «satisfacción» por los hallazgos obtenidos y agradeció la labor de los profesionales y voluntarios que intervinieron en la campaña en la que «se ha dado un salto de gigante, a la espera de los correspondientes análisis que se darán a conocer a finales de año, en la búsqueda de conocer nuestra historia y los orígenes de la Tebaida Berciana».

12 de septiembre de 2024

Inician los sondeos con georradar en el castro de Sarnago (Soria)

El estudio arqueológico del castro de Sarnago, conocido localmente como El Castillo, se ha iniciado este miércoles bajo la dirección de la arqueóloga Marta Chordá y la participación de un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid.

Este estudio, impulsado por la Asociación Amigos de Sarnago, es parte de una serie de iniciativas orientadas a la conservación y puesta en valor del patrimonio histórico del pueblo.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Mancomunidad de Tierras Altas, a través de las ayudas para la preservación del patrimonio cultural.

La investigación utiliza tecnología de georradar, una herramienta no invasiva que permite analizar las estructuras subterráneas sin necesidad de realizar excavaciones.

El uso de este método vanguardista permitirá a los arqueólogos identificar posibles restos arqueológicos, como muros, edificaciones o defensas y estudiar la configuración del antiguo castro celtibérico, que se estima tuvo una gran relevancia en la región durante la Antigüedad.

Este estudio llega en un momento muy significativo, ya que se celebra el centenario del descubrimiento del castro de Sarnago por el reconocido arqueólogo soriano Blas Taracena, quien en 1924 realizó los primeros estudios sobre el lugar.

La importancia de este descubrimiento, que arrojó luz sobre la rica historia de la comarca de Tierras Altas, sigue siendo fundamental para la comprensión del pasado de la región.

El proyecto arqueológico también refleja el compromiso de la Asociación Amigos de Sarnago con la conservación y promoción del patrimonio local.

Desde su creación, la asociación ha trabajado activamente para recuperar y dar a conocer la historia y tradiciones del pueblo, organizando eventos, restauraciones y ahora, fomentando investigaciones arqueológicas de gran relevancia.

Por su parte, los miembros del equipo de investigación han señalado que la información que proporcione el georradar será crucial para trazar un mapa detallado de las estructuras enterradas, permitiendo planificar acciones más precisas y reducir el impacto en el terreno.

Esto representa, según ha resaltado la asociación, un avance notable en la arqueología de la zona, que puede llevar a descubrimientos significativos sobre la organización y funciones del castro, un enclave que podría haber tenido un papel clave en la defensa y administración de la comarca durante la época celtibérica.

Con este proyecto, Sarnago no solo se afianza como un referente en la preservación del patrimonio rural, sino que también se posiciona como un destino atractivo para el turismo histórico y cultural, reforzando su proceso de revitalización comunitaria.

Descubren una estela de 2.800 años en Alhaurín de la Torre (Málaga)

El hallazgo realizado en la excavación de Taralpe confirma los vínculos de este enclave con el yacimiento del Cerro del Villar. Se trata de una estela de forma alargada y sección irregular que conservaba una serie de relieves que parecen representar una figura humana femenina

La excavación arqueológica que ha encargado el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre en la zona oeste del municipio, entre la urbanización Taralpe y la carretera A-404, ha dado como resultado nuevos e interesantes hallazgos que vendrían a confirmar la relación de este antiguo poblado indígena con la ciudad fenicia de Cerro del Villar, cuyo yacimiento se encuentra en la desembocadura del Guadalhorce (Málaga), a unos 12 kilómetros.

Este proyecto se enmarca dentro de la línea de trabajo impulsada por el alcalde, Joaquín Villanova, para profundizar en el pasado de Alhaurín de la Torre y poner en valor la historia y el patrimonio local. La propia Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico que dirige Manuel López ordenó esta excavación, cuyos resultados se han presentado en rueda de prensa junto con algunas de las numerosas piezas arqueológicas que se han encontrado. El proyecto ha sido financiado por esta Concejalía, y ha contado también con la colaboración de las áreas de Servicios Operativos, Parques y Jardines y Urbanismo.

El arqueólogo encargado del mismo, José Antonio Santamaría, ha resaltado la relevancia de este yacimiento, uno de los más importantes del término municipal, y sus vínculos con la civilización fenicia, con hallazgos que datarían de entre los siglos VIII y VII a. de C. Uno de ellos ha sido un muro que se correspondería con parte de la estructura de una de las viviendas que conformaban este núcleo en la época.

La particularidad es que se trata de un muro rectilíneo asentado por encima de uno curvilíneo, lo que vendría a demostrar la influencia de la arquitectura fenicia en esta población. A ello se suman los abundantes restos de cerámica encontrados, un 80% de los cuales aproximadamente son de cerámica hecha a mano (anterior a la fenicia) y otro 20% de torno, parte de los cuales se han mostrado en el salón de plenos.

“Esto demostraría que seguramente aquí se comerciaba con los fenicios de Cerro del Villar”, destaca Santamaría, que subraya que también se han hallado numerosos restos de origen marino, concretamente conchas finas cuyo uso, a modo de alfombra o pavimento, tendría más bien un carácter “simbólico o ritual”. Además, se ha encontrado hierro y otros restos de minerales, probablemente pertenecientes al cercano yacimiento minero de los Llanos de la Plata, que también se usaban para comerciar.

Estela con figura femenina
En la fase de prospección superficial se encontró una piedra que Santamaría ha calificado como “el hallazgo más importante de los realizados durante las tres campañas realizadas en el yacimiento”. Se trata de una estela de forma alargada y sección irregular que conservaba una serie de relieves que parecen representar una figura humana femenina. Esta pieza en el momento de su hallazgo se encontraba tumbada y con grandes evidencias de haber sido arrastrada por maquinaria agrícola o de obra.

Representa en concreto una figura femenina con un manto o toga con una decoración en relieve en la zona pectoral a base de varios collares, y debe de representar una deidad de la época, “quizás la diosa fenicia Astarté (Diosa del amor, el sexo, la guerra y la caza) o una figura humana de especial importancia para la comunidad donde se ubicaba”, señala el informe. No se ha podido localizar el lugar donde originalmente estuvo ubicada, pero según señala el arqueólogo Santamaría, quizás pudo formar parte de algún tipo de edificio de carácter cultural o religioso, o ser utilizado a modo de marcador de una sepultura. La figura se encuentra almacenada y custodiada en las dependencias municipales del Ayuntamiento.

Dicha estela ha sido examinada por los doctores Primitiva Bueno Ramírez (catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares) y Rodrigo de Balbín Behrmann (catedrático emérito de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, ambos especialistas en megalitismo y en las manifestaciones gráficas pintadas, grabadas y esculpidas de la prehistoria.

Desde el año pasado se viene trabajando en esta zona con la colaboración de reputados expertos en la materia, entre ellos José Suárez Padilla (profesor de Prehistoria y Protohistoria de la Universidad de Málaga) y José Luis Caro Herrero (doctor en Prehistoria, especialista en Carbono-14 y experto en dataciones y calibración de fechas, también profesor de Turismo), así como estudiantes y doctorandos del grado de Historia de la propia UMA.

En 2010, tras una primera excavación en dicho sector, se descubrieron numerosos restos y objetos que determinaron la existencia de una comunidad indígena en la Protohistoria, concretamente de la primera Edad del Hierro, según la datación de carbono 14 realizada. Ahora, y tras un largo trabajo llevado a cabo en la zona del Cerro del Villar de la capital malagueña, se estudia la influencia que este terreno de origen fenicio pudo tener con todo el delta del Guadalhorce y la población que habitaba esta zona.

Los estratos arqueológicos superpuestos y los materiales encontrados confirman que el lugar no quedó desierto tras estas primeras ocupaciones, sino que tiene una amplia pervivencia espacio-temporal.

Totana aprueba el convenio para continuar las actuaciones en el yacimiento de Las Cabezuelas

Durante la excavación de este verano en el yacimiento murciano se han encontrado ánforas y monedas, se ha localizado una casa de época andalusí cuya planta se encuentra casi completa, una casa romana y una fosa séptica, según explicaron los directores del proyecto.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Totana (Murcia) ha aprobado recientemente el convenio entre el Consistorio y la Asociación para la Promoción Cultural y Turística de Totana Kalathos por importe de 6.000 euros para el ejercicio de 2024.

Este acuerdo establece las bases de colaboración entre esta asociación y el Consistorio totanero para el desarrollo de actuaciones de excavación, estudio y restauración en el yacimiento arqueológico de Las Cabezuelas, así como de los materiales hallados en el mismo.

El convenio recoge, asimismo, las acciones relacionadas con la promoción y difusión de dicho yacimiento.

Una treintena de voluntarios han participado ya este año, del 22 de julio al 2 de agosto, en la XI edición del Campo de Trabajo Arqueológico en el yacimiento “Las Cabezuelas”. En el nuevo sector excavado, el número 3, se han documentado actuaciones históricas que van desde época andalusí, romana e iberorromana, así como un nuevo silo.

Durante esta nueva excavación, se han encontrado ánforas y monedas, se ha podido localizar una casa de época andalusí cuya planta se encuentra casi completa, una casa romana y una fosa séptica, según explicaron los directores del proyecto.

En esta ocasión, la campaña ha resultado muy fructífera, dado que se han descubierto importantes restos de materiales cerámicos en uno de los silos excavados, al tiempo que se han iniciado los trabajos en el tercer sector del yacimiento.

A medida que se han desarrollado los trabajos, durante la última edición, se han tenido que diversificar las tareas avanzando en el conocimiento de la historia de Totana de los siglos X y XI.

La importancia de este yacimiento es patente por las innumerables referencias que lo aluden desde al menos inicios del siglo XX; además, se encuentra situado a nivel regional como gran exponente de la Arqueología Ibérica.