Incluye elementos como una espada, arco y flecha y una lanza y se encuentra en un excelente estado de conservación. Está a escasos metros del lugar donde fue encontrada otra en 2018
Grupo de científicos con el hallazgo. / MARTA DIAZ-GUARDAMINO URIBE DE LA UNIVERSIDAD DE DURHAM
Una investigación internacional actualmente en curso en Cañaveral de León, que integra a expertos de las universidades de Durham, Sevilla, Southampton, Huelva y Gotemburgo, ha revelado hace unos días un gran complejo funerario en el lugar donde apareció originalmente la estela prehistórica en abril de 2018, así como estas excavaciones acaban de deparar una segunda estela prehistórica, en este caso del tipo conocida habitualmente como de guerrero, a escasos metros donde fue encontrada la primera.
Desde el Ayuntamiento han recordado que la primera estela prehistórica de la Edad de Bronce hallada en 2018 -la piedra data de 1700-1000 AC- es "de gran importancia" y que actualmente integrada en la exposición permanente del Museo de Huelva, toda vez que han explicado que el estudio científico llevado a cabo de esa pieza "estableció la importancia del lugar de hallazgo de la misma", ubicado en el camino de Las Capellanías, del mismo municipio, y la "originalidad de los motivos gráficos y técnicas de trabajo que incorpora". Con respecto al gran complejo funerario, han apuntado que este espacio incluye un gran túmulo de piedra provisto de dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras descripciones, todavía en curso de investigación.
Asimismo, en cuanto a la nueva estela encontrada la 'de guerrero', han señalado que presenta unos motivos gráficos centrados en un personaje caracterizado mediante una serie de elementos -espada, arco y flecha, espejo- y que se encuentra en "un excelente estado de conservación".
"Se trata de un descubrimiento excepcional, tanto porque la mayoría de estos monumentos prehistóricos conocidos fueron descubiertos de forma casual, y no como resultado de investigaciones científicas, como porque la nueva pieza descubierta se integra en la arquitectura funeraria del complejo, lo cual permitirá, por primera vez, conocer y entender el contexto social de este tipo de monumentos", han subrayado desde el Consistorio de Cañaveral de León.
Estas investigaciones se están desarrollando en el marco del proyecto Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea, financiado por Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), liderado por Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia) y por Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham) en la Península Ibérica.
Ya durante la presentación el pasado mes de abril de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada, la alcaldesa de Cañaveral de León, Mercedes Gordo, recordó que se trata de la única estela diademada encontrada hasta el momento en la provincia y que "ha dado lugar a que se hayan obtenido unos resultados muy importantes" que "están modificando todo lo que se conoce sobre las estelas diademadas en España y a nivel internacional", toda vez que destacó que "una de las características importantes" que posee es que "sigue conservando pigmentos".
Asimismo, explicó que se había hecho "una prospección del terreno durante varios meses para conocer si había indicios de asentamientos de población en aquella época" que habían dado como resultado que existía "un número muy importante de indicios de asentamientos en el territorio, en la zona limítrofe donde se encontró la estela".
Por ello, subrayó que en el mes de junio se iba a realizar un trabajo de excavación arqueológica por parte de un grupo liderado por el arqueólogo y miembro del Grupo de Investigación HUM 838 Universidad de Huelva, Timoteo Rivera, y el investigador de la Universidad de Sevilla, Leonardo García San Juan, en el que participarían otros investigadores internacionales.
Sobre la estela diademada
Se trata de una estela, un monumento conmemorativo, generalmente de piedra como la hallada en este municipio, que se erige sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna. Así, es el primer hallazgo en Huelva de una pieza de este tipo. El hallazgo de la pieza se produjo el 17 de abril en los trabajos de unas obras en un camino municipal. Estas obras se enmarcan en las subvenciones del Programa de Fomento del Empleo Agrario 2017. Ese día un trabajador, al preparar su merienda sobre una piedra, se dio cuenta que la misma tenía unos grabados.
La piedra en cuestión hacía aproximadamente una semana que había sido retirada del camino por los obreros, pues estaba enterrada en él, con la zona de los relieves boca abajo, sobresaliendo solo un trozo de la misma generando un bache. Al descubrir los dibujos tallados los trabajadores le hicieron fotos, que remitieron al Ayuntamiento donde se trasladó la pieza por cuestiones de seguridad, tras lo que se contactó con algunos especialistas para saber si tenía algún valor, y de ser así, cómo actuar.
Por su parte, los técnicos confirmaron que se trataba de un descubrimiento "relevante", por lo que se comunicó el hallazgo casual a la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte, tal y como exige la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía (artículo 50). Unos días después, el 24 de abril un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en campo por una patrulla del Seprona y uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.
Así las cosas, destacaron que se trata de un "magnífico y singular ejemplo" de Estela antropomorfa diademada' del suroeste. Destaca que es la primera de estas características aparecida en la provincia de Huelva, así como han remarcado su rica decoración y su "magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada (le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros).
Data de la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de Cristo, por lo que tendría más de 4.000 años. El grabado sobre la piedra hallado ha sido realizado mediante técnica de piqueteado, en una roca de forma rectangular, curvada en su parte superior, con unas dimensiones de 97 centímetros, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. El grabado es una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda.
Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probable una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.