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7 de octubre de 2024

Comienza la cuarta campaña de excavaciones en el anfiteatro de Ategua (Córdoba)

Según informa la Junta de Andalucía, con esta nueva excavación se persigue ampliar el recorrido de la fachada por su lado suroeste, descubrir la posible existencia de otras puertas, además de las dos ya conocidas, y documentar la calle que delimita esa fachada por el sur.


Estructuras arqueológicas en las termas y la panadería de la ciudad romana de Ategua.JUNTA DE ANDALUCÍA

Según informa la Junta en una nota de prensa, con esta nueva excavación se persigue, asimismo, ampliar el recorrido de la fachada por su lado suroeste, descubrir la posible existencia de otras puertas, además de las dos ya conocidas, y documentar la calle que delimita esa fachada por el sur.

La intervención, que se extenderá hasta noviembre, también se centrará en sacar a la luz parte del muro de podio en su lado sur. Este paramento, el que delimita la arena del edificio, que es donde se celebraban los combates de gladiadores, ya ha sido documentado en su lado oriental. En ese lado, su altura, estimada en 3 metros, se mantiene casi intacta en alguno de sus tramos.

Los trabajos arqueológicos han sido encargados de nuevo a la Universidad de Córdoba, concretamente al Área de Arqueología y al Grupo PAI HUM 882 Antiguas ciudades de Andalucía: de la investigación arqueológica a la rentabilización social, una intervención incluida en el Plan General de Investigación aprobado por la Dirección General de Patrimonio Histórico y que cuenta con un presupuesto en la presente anualidad de 75.000 euros.

Intervenciones anteriores

En el año 2018, la Consejería de Cultura encargó una prospección geofísica sobre el yacimiento de Ategua que dio como resultado la identificación de la ciudad romana y de un edificio de espectáculos: el anfiteatro, considerado el segundo de su tipología en la ciudad de Córdoba.

Aunque su estado de conservación era muy bueno, desde el año 2020 lidera la investigación de esta construcción a través de un plan general de investigación denominado Análisis Urbanístico del Yacimiento de Ategua: Investigación Arqueológica en el Edificio 1 - Sector Se.

Durante las tres campañas de excavaciones previas, realizadas entre 2020 y 2023, se determinaron las dimensiones del edificio, que consta de 50 metros de eje mayor por 45 metros de eje menor, con una arena de 30 metros de eje mayor por 26 metros de eje menor. Estas medidas permiten afirmar que, a día de hoy, el anfiteatro de Ategua es el más pequeño de toda Hispania.

También fueron identificadas sus dos puertas principales: la porta triumphalis, situada al norte, y la porta libitinaria, al sur. Y se concluyó que su construcción se desarrolló durante el primer tercio del siglo I. Se ha constatado, además, el abandono de su uso en el siglo II y que durante los siglos III a V sirvió para levantar otras construcciones de tipo completamente distinto: agrícola, ganadero, etcétera.

El Grupo PAI HUM 882 Antiguas ciudades de Andalucía: de la investigación arqueológica a la rentabilización social, perteneciente al área de Arqueología de la universidad de Córdoba, está encargado de la ejecución de las prospecciones desde la primera campaña.

El conjunto de Ategua fue declarado Monumento Nacional en el año 1982 y Bien de Interés Cultural como Zona Arqueológica, ya en 2004, y que forma parte de la red de enclaves culturales de la Junta de Andalucía.

23 de agosto de 2024

Sacan a la luz más de medio centenar de objetos de cobre en las excavaciones de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba)

La excavación arqueológica del Peñón posibilita el hallazgo de más de medio centenar de objetos del Calcolítico.Los trabajos que se están realizando actualmente corresponden a la tercera campaña.

El proyecto de excavación arqueológica del poblado prehistórico en el entorno del Peñón de Peñarroya-Pueblonuevo que viene desarrollando desde el año pasado un grupo de voluntarios arqueólogos de la Universidad de Granada, dirigido por el peñarriblense, Daniel Pérez, ha permitido el hallazgo de en torno a 60 objetos de cobre de la época Calcolítica.

Pérez ha explicado que “los elementos encontrados durante las tres campañas han sido punzones, cinceles y otros objetos que podrían haber sido empleados para trabajos de madera, y es que algunos punzones iban relacionados con la talla lítica que servía para obtener esas grandes láminas que caracterizan al tercer mileno, y que las utilizaban para hacer cuchillos o puntas de flecha”.

Sobre estos objetos hallados, se llevará a cabo un estudio tipológico y un análisis arqueometalúrgico para examinar la composición química, la microdureza y la metalografía. Estos estudios proporcionarán información que posibilitará conocer más sobre la sociedad de esa época.

Asimismo, Daniel Pérez ha detallado que “del mismo modo realizaremos estudios de isótopos de plomo para comparar los minerales recogidos en los diferentes afloramientos del entorno de la comarca, con el fin de identificar las zonas de captación”.

Los trabajos que se están realizando actualmente en el yacimiento corresponden a la tercera campaña de excavación arqueológica que está a punto de finalizar, después de que se iniciase en el mes de julio. Estas labores están permitiendo a los arqueólogos continuar documentándose acerca de la zona de producción metalúrgica y de la muralla que delimitaría el antiguo poblado, ambos espacios descubiertos el verano pasado.

Durante la actual campaña, los voluntarios arqueólogos han podido tener una sección completa de la muralla, así como de la parte interna y externa del muro que podría tener entre 4.500 y 5.000 años de antigüedad.

El arqueólogo que dirige la excavación, Daniel Pérez, ha señalado que “también hemos documentado la presencia de restos óseos de animales que nos dan mucha información sobre la dieta que tenían los grupos poblaciones que habitaban esta zona, además vamos a hacer una serie de analíticas de flotación sobre las semillas, ya que aportan información sobre la flora de la época y los posibles cereales que se empleaban”.

Por otro lado, Pérez ha indicado que “hemos planteado hacer unas jornadas de puertas abiertas el próximo 31 de agosto, en horario de tarde, para poner en conocimiento de la ciudadanía el yacimiento del Peñón, para lo cual deben inscribirse de forma gratuita en el correo electrónico danipl@ugr.es”.

El alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo, Víctor Manuel Pedregosa, el segundo teniente de alcalde, José Luis Segura y el portavoz del grupo municipal de IU, Pedro Cabrera, han realizado una visita al yacimiento prehistórico para conocer el avance de las excavaciones.

22 de agosto de 2024

La UCO identifica 20km de nuevos tramos de la vía romana Córdoba-Mérida

Una investigación de la Unidad Patricia y el Proyecto Ager Mellariensis de la Universidad de Córdoba (UCO) revela el trazado a lo largo de Fuente Obejuna, Belmez, Peñarroya e Hinojosa del Duque.

Durante los tiempos de Augusto toda la Península se encontraba conectada con una amplia red de carreteras, que permitían el rápido movimiento de las legiones en las zonas conflictivas, el transporte de los importantes recursos hispanos y el movimiento de los habitantes de las diferentes ciudades. Esta tupida red estaría compuesta por grandes caminos principales, como hoy son las autopistas, caminos secundarios y caminos terciarios, por ejemplo, aquellos que daban acceso a las minas.De entre esas vías hay una que unía directamente dos capitales de provincia: la vía Corduba-Emerita, de gran importancia. Antes incluso de la fundación de Mérida ya unía Corduba con Metellinum (Medellín), o lo que es lo mismo, el valle del Guadiana con el del Guadalquivir, con todo el vientre metalífero que hay en esas sierras. De esta región Roma se interesó, especialmente, por los metales, tales como el plomo, la plata o el oro, y esta vía sirvió de cauce de salida de toda esa riqueza.

Ahora, gracias al empleo de la información del Plan PNOA-LiDAR, del Instituto Geográfico Nacional, desde la Universidad de Córdoba se han podido detectar nuevos tramos seguros de esta vía Corduba-Emerita. Concretamente, se ha ampliado la sección del camino que se conocía en Puente Nuevo y se han descubierto nuevos restos al norte de la provincia de Córdoba en El Bujardillo (Belmez), Los Tejares (Peñarroya-Pueblonuevo) y en el Cascajoso (Hinojosa del Duque). De esta forma se ha pasado de conocer únicamente seis kilómetros de la vía a disponer de veinte nuevos kilómetros de esta calzada romana.

Hasta la fecha, por lo tanto, se desconocía la mayor parte de su trazado. Solo eran seguros algunos pequeños tramos, como la famosa Loma de los Escalones, entre Córdoba y Cerro Muriano, donde se conserva parte de la vía excavada en la piedra. Recientemente desde la Universidad de Córdoba se habían producido avances, con el descubrimiento por parte de la Unidad Patricia de un tramo de la calzada perfectamente conservado bajo las aguas del embalse de Puente Nuevo (Espiel), y salido a la luz tras la bajada del nivel del agua.

Este nuevo descubrimiento ha permitido ahora detectar con claridad desde el aire no solo gran cantidad de kilómetros de los terraplenes de la vía difícilmente identificables, ya que fuera de las ciudades la capa de rodadura de los caminos se hacía de gravas apisonadas que con el paso del tiempo acaban disgregadas y desaparecen; si no que también ha sacado a la luz parte de las cunetas de la calzada. El hallazgo, en definitiva, permitirá empezar a reconstruir de una forma más segura el trazado de esa gran “autopista” romana que estructuraba el norte de la provincia de Córdoba, unía dos grandes capitales y sirvió para acercar a los romanos a las riquezas metálicas de Sierra Morena.

La investigación ha sido publicada en el marci del proyecto Ager Mellarie el artículo “Sensing the Corduba-Emerita Road: New transects of the route identified in the north of Córdoba”, publicado recientemente por José Luis Domínguez Jiménez y Antonio Monterroso Checa en la revista científica Journal of Archaeological Science.

7 de agosto de 2024

La UCO documenta el potencial del subsuelo de la ciudad romana de Mellaria

La Universidad de Córdoba (UCO) y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna han realizado tres excavaciones arqueológicas y han prospectado 23 hectáreas con métodos geofísicos entre 2022 y 2024 obteniendo un profundo conocimiento del potencial del subsuelo de la ciudad.

Con la culminación de la campaña de 2024, son ya tres las campañas de excavación arqueológica realizadas por un equipo a cargo de la Universidad de Córdoba (UCO) en España y del Ayuntamiento de Fuente Obejuna entre 2022 y 2024. Con métodos geofísicos, se han prospectado 23 hectáreas, obteniéndose un profundo conocimiento del potencial arqueológico del subsuelo del lugar.

El equipo está integrado, entre otros, por Antonio Monterroso Checa y Santiago Rodero Pérez.

El pasado jueves 1 de agosto tuvo lugar la presentación de los últimos hallazgos en Mellaria, resultado de las excavaciones realizadas entre 2022 y 2024 a cargo de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna. 

Desde 2022, se han realizado tres excavaciones y prospectado 25 hectáreas con métodos geofísicos. La primera de ellas en 2022 supuso el hallazgo de la fuente monumental. Con posterioridad, se han realizado dos campañas de excavación más centradas en dos sectores principales de la ciudad.

La de 2023, tras el descubrimiento de ese lacus, se situó a los pies del Cerro de Masatrigo con la intención de localizar la casa de las aguas a donde vertía el acueducto de Mellaria y desde la que partiría la organización del ciclo urbano de la ciudad. Efectivamente, las excavaciones dieron el resultado previsto y se localizó el conocido como castellum divisorium. Se trata de un edificio de una fase anterior que fue remodelado para acoger dos piletas de decantación del agua y al menos una fuente más. Era el sitio terminal del acueducto, el lugar de potabilización y, por fin, la sede de la distribución mediante tuberías de plomo de esa agua que al final acababa llegando a las fuentes situadas en las calles como es el caso de la descubierta en 2022.

Mellaria, con estos resultados, puede decir que tiene el ciclo del agua más completo, es decir documentado con hallazgos, de toda la provincia de Córdoba y uno de los más completos igualmente de la Bética e Hispania. Se conocen los lugares de captación, la mayor parte – georreferenciada - del recorrido del canal principal y de los secundarios, los pozos de resalto y limpieza, el lugar de recepción del agua en la ciudad y por fin su uso en las fuentes públicas, de las que, al menos, hay una en su sitio y tres más documentadas fuera de su contexto. Incluso se conoce la inscripción del munícipe que lo financió.

Campaña de 2024
La campaña de 2024 se ha interesado por un edificio situado justo en el extremo oriental del extrarradio de la ciudad, muy cerca ya del trazado de la carretera N-432 a más de 700 metros del anterior. Las prospecciones aéreas y geofísicas han dado como resultado el conocimiento de 1160m aprox. del trazado de la Via Corduba-Emerita a su paso por Mellaria. Ese trazado entra por occidente viniendo de Córdoba y sale por oriente dirección Medellín. En sus salidas fuera de las murallas organiza la disposición de los monumentos funerarios como acaece por norma en las ciudades romanas. En el sector de la necrópolis oriental de Mellaria se cuenta con al menos 450m., de vía enmarcada por monumentos de este tipo y edificios con otras funciones. Uno de ellos es un recinto de 1000m2 aprox. que es donde se han desarrollado las últimas excavaciones de 2024.

La excavación de casi la mitad este edificio finalizó el 31 de julio y están previstas varias campañas más para recuperarlo por completo. Lo interesante, llamativo y distintivo de este recinto situado en una necrópolis es que se trata de un cenotafio honorífico a un personaje célebre no fallecido en la ciudad y que no recibió sepelio en ella. Se ha encontrado el lugar de la edícula (camarín) y fragmentos de su estatua “funeraria” marmórea (de tamaño mayor que el natural) sin rastro de cualquier urna, cámara o cualquier tipo de estructura relacionada con un enterramiento in situ en este lugar. Junto al basamento de la edícula, parte de la decoración y los fragmentos de estatua se han recuperado dos klinai, dos reclinatorios de un total de cuatro documentados por la geofísica, donde recostarse a celebrar banquetes en honor del célebre compatriota. Estos lugares de manjar contaron con estructuras de agua en su derredor que partían de la posición del homenajeado que daba vida y riqueza, de este modo, a todos cuantos iban a concelebrar su memoria.

Se trata de un recinto, de casi 30x30 m. de lado, de neta filiación respecto de las más clásicas costumbres funerarias mediterráneas merced a la documentación de estos lugares de banquete rectangulares en fachada, dos a dos al lado del monumento honorífico. Un recinto que tuvo un espacioso jardín trasero donde se han documentado fosas con ajuar relacionadas con los ritos en honor a los muertos además de algunas vacías que, quizás, debieron acoger vegetación.

No se puede demostrar el nombre del receptor de este extravagante monumento celebrativo a su gloria puesto que no se ha documentado epigrafía como prueba (aunque sólo hay un candidato posible). En cualquier caso, un monumento de memoria y honor así, en una necrópolis, es algo absolutamente excepcional por desconocido en Córdoba y por escaso en Hispania.

17 de julio de 2024

La UNIA celebra en Bedmar (Jaén) la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario

La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.


La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.

El curso finaliza el 28 de julio y su objetivo es dotar al alumnado de una formación práctica y teórica en la metodología y técnicas arqueológicas del Cuaternario y realizar una investigación y puesta en valor de una parte de la riqueza arqueológica patrimonial de Bedmar (Jaén), como es el Yacimiento de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros.

Una edición más, el alumnado realizará excavaciones arqueológicas y trabajo de laboratorio por las mañanas, mientras que las tardes se han reservado para sesiones de conferencias y prácticas con investigadores expertos en distintos campos de la arqueología.

En el acto inaugural, el director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, José Manuel Castro, ha recordado “la vocación colaborativa de la Internacional de Andalucía; en este caso, con otras instituciones públicas como el Ayuntamiento de Bedmar, la Diputación Provincial de Jaén y la Junta de Andalucía, y privadas como la Caja Rural de Jaén”.

También ha destacado la “calidad de este programa, que se extiende tanto a la dirección del mismo como a su profesorado”. Por último, Castro se ha referido al alumnado, a su papel fundamental como “destinatario de la oferta de la UNIA”, y ha subrayado la especificidad de este programa docente que permite a los alumnos adquirir “competencias en investigación”.

Junto al director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, han intervenido en el acto inaugural, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, José Ayala; la vicepresidenta de la Diputación provincial de Jaén, Pilar Parra; la concejala de Juventud, Igualdad, Bienestar Social y Educación de Bedmar, Mª Mar Vílches; el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, y el director del curso, Marco Antonio Bernal.

Precisamente, Bernal ha agradecido a las instituciones su colaboración en este curso, del que ha afirmado es “un mosaico que necesita todas sus piezas”. Un curso que ha ido creciendo desde hace 10 años, que cuenta con “alumnado internacional, procedente de países como Colombia o México” y que conjuga “la formación con la recuperación del patrimonio”.

Tras el acto inaugural ha tenido lugar la conferencia Ídolos: imágenes femeninas en la prehistoria reciente ibérica, impartida por Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares.

Participan como profesores, Félix Ríos, de la Sociedad Gaditana de Historia Natural; Leonor Peña, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Juan Manuel Jiménez y Jesús Miguel Úbeda-Portugués, de la Universidad de Granada; Iñigo Olalde e Iñaki Intxaurbe, de la Universidad del País Vasco; Antonio Delgado, investigador del CSIC-IACT de Granada; José Yravedra, de la Universidad Complutense de Madrid; Javier Baena, Nuria Castañeda, Patricia Ríos y Concepción Torres, de la Universidad Autónoma de Madrid; Sandra Bañuls, de la Universidad de Valencia; Robert Sala, del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, Universidad Rovira i Virgili; Pablo Garrido, de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía; José Antonio Riquelme y Antonio Jesús Torres, de la Universidad de Córdoba; Francisco José Bermúdez, investigador en la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana; Francisco Javier Fernández de la Peña, de Dibujantes de Arqueología; Manuel Jesús Torres Soria y Antonio López Rodríguez, investigadores de Paleomágina; Mª Soledad Maíz, de Fíbula. Didáctica del Patrimonio; José Ramos Muñoz y Manuel Jesús Parodi, de la Universidad de Cádiz, y Juan Antonio Pérez Claros, de la Universidad de Málaga.

10 de julio de 2024

Torreparedones protagoniza un curso de arqueología experimental basado en las artes del fuego

El objetivo es reproducir la tecnología de producción y soplado del vidrio según la tipología de hornos documentada de este período
El alumnado del curso durante las labores arqueológicas.

El Parque Arqueológico de Torreparedones en la localidad cordobesa de Baena ha comenzado la segunda edición del Curso de Arqueología Experimental, dedicado este año a las artes del fuego. Organizado por el Grupo HUM128 Meridies de la Universidad de Córdoba (UCO), cuenta con la participación de una decena de estudiantes de esta universidad y de la de Sevilla, y de un equipo docente integrado por los investigadores de la UCO, compuesto por Javier López Rider y David Govantes, el vidriero Luis Bodas y la ceramista Carmen Cecilia. Para su desarrollo, que se extenderá hasta el martes 16 de julio, se ha firmado un convenio entre el Ayuntamiento de Baena y la UCO que permitirá llevar cabo nuevas ediciones durante los próximos cuatro años.

El objetivo del curso es reproducir la tecnología de producción y soplado del vidrio según la tipología de hornos documentada en excavaciones arqueológicas de época medieval y en los procedimientos descritos en recetas de dicho período. Las labores en el yacimiento consistirán en la reconstrucción de un horno experimental de fusión, similar al hallado en el yacimiento de Puxmarina de Murcia (siglo XII), y de un horno de templado para enfriar las piezas. Se realizarán talleres sobre decoración y cocción de piezas de cerámica vidriada de reflejo metálico. El trabajo práctico en el yacimiento se completará con sesiones impartidas por Carmen Cecilia, Javier López Rider y David Govantes-Edwards.

El curso da continuidad a la habilitación en el yacimiento de Torreparedones de una zona abierta, próxima al Centro de Recepción de Visitantes, llamada a convertirse en Campo de experimentación arqueológica en el ámbito de la producción. En ella está previsto llevar a cabo futuras actividades vinculadas con las artes del fuego, mediante la reconstrucción de hornos de pan (siguiendo el modelo documentado en el propio castillo de Torreparedones), cocción de cerámica o ensayo metalúrgico.
(Fuente: Cordópolis)

18 de junio de 2024

Descubren en Sevilla el vino más antiguo del mundo: un blanco con más de 2.000 años de ‘maduración’

Los análisis químicos confirman que el líquido hallado en el interior de una urna funeraria en Carmona es un vino de época romana, la muestra más antigua identificada hasta la fecha
La urna funeraria con el líquido en su interior, que ha resultado ser un vino de 2.000 años. FOTO: Juan Manuel Román, Ayuntamiento de Carmona

Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha identificado el vino más antiguo encontrado hasta la fecha en el interior de una urna funeraria de 2.000 años de antigüedad. El recipiente se encontraba en el mismo mausoleo romano descubierto en 2019 en la localidad sevillana de Carmona en el que ya se había localizado un frasco de perfume perfectamente sellado. Otra de las urnas cerradas herméticamente contenía cuatro litros de un líquido rojizo que, tras el análisis químico, ha sido identificado como vino y supera en antigüedad a la famosa botella de Espira, un recipiente desenterrado de una tumba romana en Alemania del siglo IV d.C.

“Fue muy sorprendente, porque cuando encontramos las urnas durante una excavación dábamos por hecho que contenían huesos y ajuar; nunca nos imaginamos que dentro pudiera haber líquido”, asegura Juan Manuel Román, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona que descubrió la tumba y lideró la excavación. Fue al abrir la urna en el laboratorio cuando se quedaron atónitos. “El líquido tenía un color rojizo y estaba como burbujeando, quizá por el movimiento del traslado”, recuerda. Sumergidos en el interior de la urna estaban los huesos incinerados de un hombre de alrededor de 45 años, junto a otros elementos como un anillo de oro y varias piezas de hueso trabajado.

Tras asegurarse de que el líquido no podía proceder de la condensación y que no se habían producido filtraciones en la urna, los científicos procedieron a su análisis químico. En un trabajo publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, el equipo del Departamento de Química Orgánica de la UCO, liderado por el catedrático José Rafael Ruiz Arrebola, detalla los resultados de una serie de pruebas para estudiar su composición, diferenciar los compuestos que podían estar relacionados con el vidrio de la urna o con los huesos del difunto y compararlo con vinos actuales de Montilla-Moriles, Jerez o Sanlúcar.

“Lo que nos dio la certeza de que se trataba de un vino fueron los polifenoles”, comenta Ruiz Arrebola a elDiario.es. “Lo que vemos son las moléculas características del vino, sin lugar a dudas, de hecho los hemos comparado con vinos de la zona y están presentes los mismos compuestos”. Por otro lado, la ausencia de antocianinas, los polifenoles que se encuentran en la piel de la uva cuando se dejan en maceración al producir vino tinto, les lleva a pensar que se trataba de un vino blanco.

“Certeza absoluta no la podremos tener jamás, pero tengo cierta confianza en que era un vino blanco, porque en el análisis químico no aparece el ácido siríngico que viene de la descomposición de la antocianina más abundante y aparece en los tintos”, subraya el especialista.

Una práctica desconocida
Uno de los aspectos que desconcierta a los científicos es el hecho de que los restos funerarios aparezcan sumergidos de vino, algo de lo que no hay constancia en otros lugares ni en los documentos escritos de la época. Recientemente se encontró una urna del mismo tipo en Pompeya rellena de líquido, pero aún no se ha analizado su contenido ni se conoce si es un caso similar. “Este es un aspecto del ritual funerario del que no había constancia”, explica Juan Manuel Román. “Será difícil encontrar algo parecido, porque tiene que tener unas condiciones muy particulares para que un líquido se conserve 2.000 años, hay que recordar que del frasco de perfume que encontramos en la urna que estaba junto a esta solo nos habían quedado los posos”.

Este mausoleo circular acogió a una familia de alto poder adquisitivo, estaba situada junto a la importante vía que comunicaba Carmo (la actual Carmona) con Hispalis (Sevilla), y señalizada con una torre de la que ya no quedan restos. Los arqueólogos subrayan que esto hace más improbable que pasara desapercibida por los saqueadores, pero por algún motivo permaneció sin abrir hasta 2019. El mausoleo acogía seis urnas funerarias con los restos de tres hombres y tres mujeres que vivieron en el siglo I d.C., además de vasijas, platos de vidrio y cerámica de gran valor que formaban parte de un ajuar. Conocemos el nombre de dos de ellos, Hispana y Senicio, pero no el de los ocupantes de las dos urnas más lujosas, situadas en el lado derecho de la tumba, la que contenía el perfume (de una mujer) y la del recién descubierto vino (de un hombre).

Los investigadores, que no saben si ambos fueron familia porque la incineración no ha dejado muestras de ADN, creen que esta diferencia de tratamiento puede deberse a una cuestión de género. Las mujeres en la antigua Roma tuvieron durante mucho tiempo prohibido probar el vino, que estaba reservado para los hombres. Los restos de la mujer tenían tres joyas de ámbar, un frasco de perfume con aroma a pachulí y fragmentos de telas cuyos primeros análisis parecen indicar que se trataría de seda. Como curiosidad, además del vino, los restos del hombre estaban acompañados por un anillo de oro que se añadió tras la cremación con la figura de Jano bifronte —una divinidad asociada al tránsito de la muerte—, y restos de huesos trabajados que han resultado ser las patas de una cama, seguramente junto con la que se quemó su cuerpo.

Una bebida para la liturgia
María José Motilva, investigadora del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV-CSIC), que no ha participado en el artículo, cree que se trata de un “hallazgo excepcional” y que los resultados del análisis de polifenoles sugieren que el líquido rojizo contenido en el ánfora podría tratarse de un vino con una lógica degradación por el paso del tiempo. “La composición en sales minerales del líquido es bastante similar a la de los vinos finos que se producen actualmente en la antigua región bética”, destaca. En cuanto al pH de 7,5, muy superior al de los vinos finos que se elaboran hoy día, cree que se debe a “una degradación lógica que se relaciona con el bajo contenido de materia orgánica del vino que fue en su día”.

José Miguel Martínez Zapater, director del ICVV-CSIC, también cree que se trata de un trabajo muy relevante que aporta mucha información sobre cómo vivieron sociedades anteriores a las nuestras y cómo valoraban el vino. “El vino era una bebida casi para comunicarse con los dioses, estaba muy relacionado con la religión”, asegura. “Estaba destinada a determinados grupos sociales y lo que le daba valor es que solo se producía una vez al año, a diferencia de otras bebidas como la cerveza, que estaban más disponibles”.

Zapater y su equipo trabajan en la identificación de restos arqueológicos de la vid, a partir de semillas en yacimientos con los que tratan de identificar qué variedades se cultivaban, por lo que si apareciera alguna semilla en el fondo de esta urna, señala, sería especialmente interesante para ellos. “Me atrevería a afirmar que las variedades de uva no han cambiado tanto, pero no hay mucha información en el trabajo”, asegura. Lo que tiene claro es que el vino que se bebía hace 2.000 años era muy diferente del actual. “Sospecho que era un vino que se oxidaba rápidamente y tenía problemas de conservación; eso se sabe de muchos vinos de la antigüedad, es algo que ahora evitamos con la tecnología”.

¿A qué sabrá este vino después de 2.000 años? Ruiz Arrebola confiesa que él y su equipo han fantaseado alguna vez con la posibilidad de tomarse un chupito para celebrar el descubrimiento. “No creo que sea peligroso, pero me da un poco de asco, en particular porque estaba en contacto con los restos de un romano muerto”, bromea.

Para Juan Manuel Román, el arqueólogo que descubrió esta tumba romana llena de tesoros, el vino es una muestra más del poder de aquella familia, capaz de adquirir productos que viajaban desde las más lejanas partes del mundo. “Hasta Carmona llegaba el ámbar del Báltico, el pachulí de Pakistán, el vidrio de Alejandría y ahora sabemos que quizá hasta seda desde el lejano oriente”, resume. “El vino es un añadido más a este espectacular hallazgo que nos brinda información de primera sobre cómo se vivía (y se moría) en el mundo romano”.

21 de mayo de 2024

Los monjes guerreros de la Orden de Calatrava revelan los secretos de su dieta

Un estudio ha desvelado la dieta de 25 individuos, 23 hombres, una mujer y un bebé, que fueron inhumados en el castillo de Zorita de los Canes (Guadalajara).


Dos de los arqueólogos que excavan en el cementerio de Zorita de los Canes junto a la tumba de uno de los monjes guerreros desenterrados. ArchaeoSpain


Calatrava la Vieja, una ciudad de fundación islámica situada en el municipio español de Carrión de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, fue la principal fortaleza de la Orden de Calatrava, una orden de monjes guerreros fundada a mediados del siglo XII a la cual se encomendó la defensa de los ataques musulmanes en el territorio al encontrarse en un importante cruce de caminos: entre Córdoba y Toledo, por un lado, y Mérida y Zaragoza, por otro.

En el interior del recinto fortificado, la Orden mandó construir una necrópolis que se conoce como "corral de los condes", donde los miembros de la Orden fueron enterrados hasta finales de la Edad Media. Algunas de estas tumbas han salido a la luz tras las excavaciones arqueológicas que allí se están llevando a cabo desde hace una década. Los cuerpos recuperados presentan claras evidencias de traumas, lo que confirmaría que algunos de estos hombres lucharon en las batallas que se libraron en Alarcos, en 1195, o las Navas de Tolosa, en 1212.

Una dieta para la élite
Ahora, un estudio publicado en la revista Scientific Reports, liderado por Patxi Pérez-Ramallo, investigador del Instituto Max Planck de Geoantropología (Jena, Alemania) y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología de Oslo, ha desvelado la dieta de 25 individuos, 23 hombres, una mujer y un bebé, que fueron inhumados en el castillo de Zorita entre los siglos XII y XV. Los análisis de isótopos estables de los huesos han revelado una pauta típica de la élite del período: una alimentación rica en aves (gallos, pollos, gansos, ocas) y en pescado marino a pesar de vivir en el interior de la península ibérica.

"Ha sido un proyecto muy bonito ya que no existen muchas posibilidades de poder estudiar los restos de monjes guerreros que se hayan podido identificar, como estos. No solo por las evidencias de cortes o traumas, detectados por Carme Rissech (Universidad Rovira i Virgili), sino que nuestros análisis de la dieta han ido un paso más y han permitido ver la complejidad de la Orden. Hemos detectado a sus dirigentes, caballeros, además de otros individuos vinculados a la Orden y a la guerra. Todo esto a través de la dieta. Nuestro nuevo enfoque ha permitido identificar en mayor detalle qué tipo de alimentos consumían", ha explicado Pérez-Ramallo.

Y es que, como se ha apuntado, los análisis muestran que la dieta principal de estas personas fueron las aves, en especial el gallo (Gallus gallus), aunque también se documenta un importante consumo de pescado, sobre todo marino, a pesar de que vivían al lado de un río. Los investigadores especulan que esto pudo deberse a que la Orden de Calatrava formaba parte de un grupo de las órdenes del Cister que promovía una restricción en el consumo de carne. Además de la carne y el pescado, la dieta de estas personas se basaba en la cebada y el trigo en lugar del mijo, que estaba destinado al consumo de las clases más desfavorecidas.

Marcas de guerra
En la necrópolis de Zorita de los Canes predominan los cadáveres de hombres adultos marcados por las heridas de arma blanca y por las lesiones recibidas por objetos contundentes. Los arqueólogos consideran que la presencia de miembros de la Orden de Calatrava es evidente y que la fortaleza se convirtió en uno de sus principales baluartes, además de ser el lugar escogido para enterrar a sus miembros más destacados.

Por lo que se refiere a los restos de la única mujer, de entre 25 y 30 años, localizada en el cementerio del Corral de los Condes, los investigadores sugieren que podría tratarse de una sirvienta del castillo y descartan, gracias a los análisis de isótopos, que se trate de la madre del bebé de unos ocho meses que también ha sido localizado en la necrópolis.

"En general, nuestros resultados en los análisis de isótopos estables sugieren que el cementerio del 'corral de los condes' del castillo de Zorita de los Canes estaba destinado principalmente a caballeros y sargentos de la Orden, cargos ocupados por la alta nobleza, pero particularmente por la baja nobleza y la élite urbana. Sin embargo, los individuos con dietas más típicas de otros estatus sociales implican que el cementerio podría no haber estado reservado exclusivamente para la élite de la Orden, sino que también incluía a miembros de estatus inferiores. Considerando el papel de la Orden como mecanismo para el avance social, estos individuos masculinos pudieron haber sido miembros de la baja nobleza o de la élite urbana con menos medios materiales", finalizan los autores del estudio.

8 de mayo de 2024

El plomo romano era cordobés

Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba
Tres lingotes inéditos que evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba

Miden unos 45 centímetros de largo y su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos. Tienen forma rectangular con tres lados, algo así como una tableta de toblerone. Son apenas 3 y uno de ellos está roto por la mitad. Pero estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha y provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (en Belmez, Córdoba) ofrecen información suficientes como para afirmar que la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente, un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas, canalizaciones....

Los lingotes, fechados en el siglo I d. C., vieron la luz del siglo XX durante las obras del gaseoducto Magreb-Europa y se guardaron en el Museo de Belmez y en casa de particulares. Dos de ellos cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana. Esta marca son en realidad dos letras, “S S”, y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), la tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba.

Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas. Unas piezas que luego se cargaban en barcos con otros productos. De esta forma, la actividad minera del norte de Córdoba no solo se limitaba a la producción de plomo y plata, algo que ya se sabía, sino que también estaba destinada a la exportación, situando a la zona entre los emisores principales de metales destinados al comercio mediterráneo como defiende un equipo internacional y multidisciplinar liderado por la Universidad de Córdoba en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.

El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes. Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.

El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce. La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino. Y es, precisamente, en el fondo del mar en donde han obtenido más datos ya que el equipo investigador ha contado con especialistas de la Université Toulouse que llevan años estudiando la composición y realizando un catálogo de los lingotes hundidos allí. Según los análisis, más de la mitad de los lingotes estudiados por los especialistas franceses provienen del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, lo que pone en evidencia la importancia de Córdoba como punto productor y exportador de los lingotes de plomo.

“Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo”, sostiene el investigador de la UCO Antonio Monterroso Checa, añadiendo que “esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación”. De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza. Pero, como afirma Monterroso Checa, “todo eso está por investigar”.

El estudio de los lingotes se ha realizado dentro del Proyecto MEI-Heritage. Medio, explotación minera e industria metalúrgica en el sector central de la Beturia de los Túrdulos/Conventus Cordubensis (s.VII a.n.e–s.II d.n.e). Ciencias aplicadas a la investigación de un paisaje patrimonial, financiado por el PAIDI 2020 de la Junta de Andalucía (ref. P20_00482) y Patricia. Unidad de Investigación y Transferencia en Ciencias del Patrimonio de la Universidad de Córdoba. La investigación se inserta igualmente en el proyecto Producción y circulación de bienes en el reborde meridional de la Meseta (sur de la provincia de Ciudad Real) entre la Prehistoria reciente y el fin de la Antigüedad, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

13 de noviembre de 2023

Un equipo cordobés dirige la reconstrucción de un coloso faraónico en Egipto

Se trata de una operación sin precedentes coordinada por la egiptóloga Marina Esteve, bajo un proyecto de la Universidad de Córdoba ejecutado en Karnak, el conjunto de templos más importante de la Antigüedad
Detalle de los pies del coloso con jeroglíficos

Karnak es un formidable complejo religioso situado a 500 kilómetros al sur de El Cairo sobre la ribera occidental del Nilo. Por su espectacular grandeza y sus nada menos que treinta hectáreas de extensión, es considerado el conjunto de templos más relevante del planeta. De hecho, después de las Pirámides de Giza, es el enclave monumental más visitado de Egipto. Hasta 30 faraones ordenaron construir aquí sus imponentes representaciones icónicas, entre ellos Hatshepsut, Akhenaton, Tutankhamon y los gobernantes Ramésidas.

Amenhotep III es uno de los faraones más influyentes de la Dinastía XVIII, considerada como la época de mayor esplendor del Antiguo Egipto. Reinó durante 38 años y en su largo periodo de gobierno mandó edificar tumbas y templos de enorme magnificencia. Una colosal estatua de Amenhotep III de 25 metros de altura ocupa un lugar central del soberbio recinto religioso, aunque se encuentra gravemente dañada.

Su reconstrucción ha sido encargada a un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO), en uno de los proyectos más ambiciosos y trascendentales de cuantos ha afrontado la institución académica en su historia científica. De hecho, expertos del grupo de investigación Oriens ya llevan trabajando desde enero de 2022, hasta ahora en una absoluta discreción. “Es la mayor reconstrucción y restauración que se haya producido en Egipto”, indican fuentes de Oriens.

El equipo está dirigido por la egiptóloga Marina Esteve, mientras que Isabel Plumed trabaja en labores de codirección. El arqueólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, Pedro Marfil, es el director científico. El grupo técnico, además, incluye a un arquitecto, un ingeniero, una epigrafista, un documentalista, un geólogo, una fotógrafa, otras dos egiptólogas y un equipo especialista en restauración y reconstrucción.

El lugar que ocupa Karnak en la historia de la Antigüedad es inconmensurable. El conjunto arqueológico agrupa cultos de las primeras manifestaciones rituales hasta la desaparición del Antiguo Egipto. Y registra nada menos que 1.500 años de construcciones, ampliaciones, reformas, usurpaciones y destrucciones del extraordinario conjunto arqueológico.

El coloso de Amenhotep III estaba situado originalmente frente al décimo pilono del templo de Amón-Ra en el complejo de Karnak. El pilono es la fachada con forma de pirámide truncada que flanquea la entrada principal de los templos del Antiguo Egipto. Toda esta zona ha sido puesta en valor tras la apertura de la Avenida de las Esfinges, que une Luxor con Karnak, lo que proporcionará a la monumental estatua de Amenhotep III una mayor visibilidad y situación estratégica.

El coloso conserva la base y los pies, pero requiere un laborioso trabajo de reorganización de otros bloques que se encuentran diseminados por la zona. En septiembre pasado, se ejecutó la primera parte de la campaña, que permitió registrar el triple de bloques de los previstos. En ese primer rastreo, se localizaron nuevas partes de la estatua, singularmente del ombligo, el hombro y las piernas, así como fragmentos del faldellín. En esa fase inicial, se realizaron trabajos de documentación fotográfica, fotogrametría, desbrozado y acondicionamiento de la base y reorganización de las piezas. Karnak es un inabarcable rompecabezas y los arqueólogos afrontan el intrincado desafío de codificar los fragmentos.

La egiptóloga Marina Esteve y directora del proyecto tiene un acreditado expediente científico. Ha trabajado durante más de diez años en Luxor y ha comisariado relevantes exposiciones, como la organizada por el CSIC sobre Tutankhamon. Es historiadora del arte especializada en gestión del patrimonio y su tesis doctoral está centrada en Karnak. Ha investigado en las universidades de Estrasburgo y Luxor y cuenta con una reseñable trayectoria de participación en congresos internacionales y publicaciones especializadas. Experta en antropología física, es perito judicial en arqueología forense enfocada en la momificación egipcia y la autentificación de piezas del Antiguo Egipto. Actualmente, se encuentra trabajando sobre el terreno y preparando la nueva fase del proyecto de excavación. La codirectora, Isabel Plumed, es especialista en egiptología y máster en conservación y restauración. Ha trabajado en el complejo funerario de Abydos y en Luxor. Posee una amplia experiencia en dibujo arqueológico y reconstrucción de piezas incompletas.

Por su parte, Pedro Marfil es profesor de la UCO y fue durante más de diez años arqueólogo principal en la Mezquita de Córdoba. También ha dirigido diversos trabajos prospectivos en el yacimiento de Cercadilla, la Capilla de San Bartolomé o los Baños Califales de Córdoba. Posee un centenar de publicaciones, entre artículos y libros, y ha realizado estancias científicas en las universidades de Sevilla, Padova y el Instituto Cervantes de Fez.

También conocido como Amenofis III, el faraón cuya estatua está siendo reconstruida por la UCO gobernó desde el año 1407 antes de nuestra era hasta el 1376. Fue el noveno faraón de la dinastía XVIII del Antiguo Egipto y sucedió a su padre, Thutmose IV. Los especialistas sostienen que fue coronado entre los seis y los doce años mientras su madre, la reina Mutemuia, dirigió un consejo de regencia. Su momia fue encontrada en el interior de la de su abuelo, Amenhotep II, después de que los sacerdotes de la Dinastía XX tuvieran que trasladarla para protegerla de los continuos saqueos perpetrados por desvalijadores en el Valle de los Reyes.

El Ministerio de Antigüedades de Egipto tiene previsto presentar públicamente el proyecto para exhibirlo a todos los medios internacionales dada su relevancia. “Es una obra digna de faraones”, aseguran las fuentes consultadas.

15 de agosto de 2023

Hallado un ídolo cruciforme de hace 5.000 años en las excavaciones de Bedmar (Jaén)

Se han encontrado miles de piezas en los tres campos de trabajo desarrollados durante este verano, Entre ellos destaca esta figura femenina, que es un Ídolo, pequeñito, con las manos abiertas, la cabecita, y una pequeña falda. De estos hay 20-30 en toda Andalucía, en Jaén es el primero que se documenta y está datado en torno a 3.000 años A.C.
Imagen del ídolo hallado en las excavaciones- AYUNTAMIENTO DE BEDMAR

La sala de conferencias de PaleoMágina, en la localidad jienense de Bedmar, acogió el pasado 9 de agosto la presentación de resultados de la Campaña de excavación en la Cueva del Nacimiento del río Cuadros de Bedmar, con gran expectación entre los vecinos y vecinas que llenaban la sala.

Conferencia que daba a conocer los resultados obtenidos durante las semanas de excavaciones llevadas a cabo por los voluntarios y voluntarias de los hasta tres campos desarrollados a lo largo de este verano en la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros de Bedmar, impartida por el Director del Proyecto y del Centro PaleoMágina, Marco Antonio Bernal, presentado por el alcalde de Bedmar-Garcíez, Enrique Carreras.

Hallazgos entre los que destaca la figura del ‘Ídolo de Bedmar’, primera y única en la provincia de Jaén, según adelantaba ante nuestros micrófonos el director, Marco Antonio Bernal, “… Destaca esta figura femenina, que es un Ídolo, pequeñito, con las manos abiertas, la cabecita, y una pequeña falda… Es un Ídolo cruciforme… En los enterramientos calcolíticos aparecen muchos molinos, hachas, láminas de silex… Pero de estos ídolos es como encontrar una aguja en un pajar… De estos hay 20-30 en toda Andalucía, en Jaén no hay ninguno… Está datado en torno a 3.000 años A.C…. Se conserva muy bien… Es una figura como un amuleto, representa a una mujer…”. La preguntábamos por la posibilidad de poblados estables en las cercanías, “… Población tiene que hacer. ¿Dónde? Esa es la gran pregunta. Se han detectado, hay yacimientos neolíticos-calcolíticos desde el valle de Cuadros hasta el valle del Guadalquivir. Hay yacimientos en el termino de Jódar y en toda Sierra Mágina… A lo mejor donde estaban los poblados ha habido ocupaciones posteriores en época medieval, y es difícil de detectarlas…”.

En la presentación, el alcalde de Bedmar-Garcíez, Enrique Carreras, destacaba la implicación de los voluntarios y voluntarias, además de renovar el compromiso y la continuidad de estos proyectos vinculados con la arqueología y la historia de la localidad, procedentes de anteriores legislaturas y equipos de gobierno, que están levantando el interés de los jóvenes por ese tipo de estudios, “… Campos de Trabajo Voluntario que se llevan a cabo gracias a la apuesta por la arqueología, por la historia, por el descubrimiento, por la cultura, por el patrimonio, por indagar en lo que ha sido nuestro pasado más cercano, de Bedmar, del río Cuadros, del Parque Natural. Y quién sabe si no tenemos en esa investigación respuestas en el futuro de nuestro municipio. Un futuro que está empezando a dar resultados en los últimos años. No solamente es presentar estas piezas, hoy aquí… Es también el círculo económico, turístico, de repercusión que tiene Bedmar, que tiene nuestro municipio… Tenemos algo fantástico que puede llegar a cualquier parte del mundo… Nosotros lo vamos a seguir haciendo… Varios han sido los alcaldes, mis antecesores, Juanfra y Pablo que han apostado por este proyecto, y desde aquí este nuevo equipo de gobierno no dudéis que vamos a seguir haciéndolo… En el municipio queda este tipo de descubrimientos y Bedmar sigue abriendo puertas con este tipo de investigación… Hace 8-9 años la arqueología apenas tenía repercusión en Bedmar, ni en la provincia de Jaén, ni en los colegios. Nueve años después, ya hay niños/as de nuestro municipio que se plantean ser historiadores, ser arqueólogos… Porque hacemos una arqueología divulgativa con decenas de talleres y excursiones escolares que visitan Bedmar y PaleoMágina y por descubrir lo que es la arqueología…”.

Por su parte el director, Marco Antonio Bernal, hacía un amplio y pormenorizado recorrido por las hasta nueve campañas de excavaciones que se han realizado, desde la primera en la Cueva del Portillo, presentando las muchas piezas descubiertas, incidiendo en las de la última campaña en la Cueva del río Cuadros, donde se han encontrado restos de hasta 13 individuos enterrados, con especial referencia la figura del ‘Ídolo de Bedmar’, “… Aquí tenemos la figura antropomorfa que hemos denominado ‘Ídolo de Bedmar’. Tenemos que hacer estudios con el microscopio, lo harán los expertos, para ver si hay signos de marcas si pudo ser un colgante. Mide 3 cm. de ancho por 5 de alto. Está hecho sobre piedra… Es tan importante porque en Jaén es la primera, en Andalucía habrá 25-30. Es algo característico del sur de Andalucía de en torno a hace 5.000 años… Esto se llama ídolo cruciforme, porque tiene forma de cruz, es como si estuviese orando, es como si fuese un orante. Está en espacio sepulcral, funerario… Tiene mucha importancia porque hay muy pocos…”.

Bernal destacaba la importancia de la arqueología en todos los ámbitos, histórico, cultural, económico y social para un municipio como Bedmar, con mínimo gasto para las arcas municipales, teniendo en cuenta la financiación que recibe de distintas administraciones y entidades, como Diputación, Caja Rural y las autorizaciones de la Junta de Andalucía e implicación de UNIA, UNED y UJA, “… Es importante desde el punto de vista social, de que estén aquí 200 personas durante tres meses, consumen, dan vida al pueblo, publican en redes sociales, hablan de Bedmar por ahí… Es una forma de difundir y divulgar el pueblo… No creáis que el Ayuntamiento costea todo esto, es imposible para un pueblo de 2.000 habitantes, la mayor financiación viene de Caja Rural, y pequeñas proporciones de la UNIA, de la UNED o de Diputación. El Ayuntamiento lo que pone es la infraestructura, pone PaleoMágina, pone la Residencia… La arqueología tiene que ser un medio para que ayude a Bedmar, no para que sea una trampa para Bedmar… Que no somos la solución del pueblo. La solución del pueblo es la suma de todo… Nosotros intentamos pone a Bedmar como bandera y hablar de Sierra Mágina, que es un gran tesoro, que tenemos que darle difusión…”.

Nota de Prensa
Hallado un ídolo cruciforme de principios del III milenio a. C. en las excavaciones de la Cueva del Nacimiento del río Cuadros en Bedmar

Se trata de una pequeña figura antropomorfa tallada en piedra, característica de la época calcolítica antigua en el sur peninsular y con 5 cm de altura y 3 cm de anchura, según ha explicado el doctor Marco Antonio Bernal Gómez, arqueólogo y director del Centro Paleomágina de Bedmar.

Es una figurilla antropomorfa, realizada sobre soporte pétreo aún sin identificar el tipo de piedra y elaborada con técnica pulimentada, con unas dimensiones de 5 centímetros de alta y 3 centímetros de ancha, que se enmarca dentro de los denominados ‘ídolos cruciformes’, característicos de la época calcolítica antigua en el sur peninsular, de inicios del tercer milenio antes de Cristo.

El hallazgo del ídolo cruciforme y los datos de esta campaña arqueológica han sido conocidos esta tarde en la presentación pública de los resultados de las excavaciones llevadas a cabo en la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros en Bedmar durante los dos últimos meses y en la que han estado presentes el alcalde de Bedmar-Garciez, Enrique Carreras Fresno, y el director de las excavaciones y del Cetro Paleomágina, Marco Antonio Bernal.

El ídolo de Bedmar ha sido hallado en la denominada Sala Central de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros, donde se han llevado a cabo cinco campañas arqueológicas ininterrumpidamente desde el año 2019. En la Unidad Estratigráfica II, se ha documentado un enterramiento humano colectivo de la Edad del Cobre, que por el momento se ha identificado al menos 13 individuos. Cuatro dataciones por radiocarbono (C14), dan una cronología de 4.900 años antes del presente. Esta Unidad estratigráfica presenta un contexto arqueológico con presencia de hachas pulimentadas, puntas de flechas, láminas de sílex, cantos rodados, cerámica de tipología calcolítica, varias cuentas de collar, conchas de diversos moluscos, molinos de mano, punzones de huesos, huesos de fauna, y la figura antropomorfa que aquí presentamos, que podría formar parte de los ajuares funerarios u otras hipótesis de tipo ritual.

A la importancia de este hallazgo arqueológico se refería hoy el alcalde de Bedmar-Garciez, Enrique Carreras Fresno, señalando que “… Se trata de otro paso importante que viene a reforzar el carácter de motor cultural en el que Paleomágina se ha convertido, atrayendo año tras año a un gran número de investigadores, estudiantes, voluntarios y personas involucradas de muchos rincones de España y el extranjero, como ha sido el caso de las 120 personas que han venido a lo largo de seis semanas, durante estos meses pasados de junio y julio, para realizar la campaña arqueológica 2023 en Bedmar…”.

Pocos “ídolos” en la provincia
Según Marco Antonio Bernal “… La figurilla hallada se clasifica dentro del grupo de ‘ídolos cruciformes’ característicos de la época calcolítica antigua en el sur peninsular. No hay documentadas muchas figuras de este estilo, siendo la primera de esta tipología cruciforme hallada en la Provincia de Jaén. También hemos de destacar su perfecta conservación y apareciendo de forma completa…”.

Este tipo de figurillas se han documentado en complejos megalíticos del Cobre Antiguo, teniendo su origen o zona de mayor influencia hasta el momento en la zona de Almería. Presenta una morfología esquemática, con representación de partes anatómicas, en este caso los brazos extendidos de forma simétrica en forma de cruz, y cuerpo bitriangular. Es de sección plana y sus dimensiones aproximadas son: 5 cm de altura y 3 cm de anchura. Está realizada sobre soporte pétreo aún sin identificar el tipo de piedra y elaborada con técnica pulimentada, totalmente lisa, sin tener marcado ningún órgano sexual, ni ningún aspecto ornamental. Si es cierto que por su morfología, podríamos asignarla según los patrones de interpretaciones con otros ídolos/figurillas como una figura femenina en actitud de orante.

El director de las excavaciones y de Paleomágina, explicaba que “… Tradicionalmente a este tipo de figurilla se la ha denominado ídolo. El término ídolo ha sido comúnmente usado en la literatura científica y de divulgación desde la década de los setenta del S.XX, pero no dejan de ser representaciones humanas en diferentes formas…”. La variedad formal de clasificación tipológica según la manifestación esquemática del cuerpo son ídolos placas, cilíndricos o betilos, falange, tolva, bitriangulares y triangulares, cruciformes y ancariformes. Estos diferentes tipos coexistieron en el tiempo en un amplio arco temporal, y nos reflejan parte de su manera de concebir su mundo.

Del tipo cruciforme pueden aparecer en soportes de piedra o de hueso, ejemplos de yacimientos del sur peninsular donde se han documentado son: la Necrópolis de Tíjola, la Loma de la Torre (Cantoria, Almería), Llano de la Rueda (Tabernas, Almería), El Arteal (Cuevas de Almanzora, Almería), Barranco de Jocalla, Llano de la Lámpara y Llano del Jautón de Purchena (Almería); la Hoya del Conquil (Gorafe, Granada); Poblado de los Castillejos (Montefrío, Granada); el conjunto de figurillas de Piedrahita (Montellano, Sevilla), pero también en el Mediterráneo, como el ídolo de Pomos de Chipre (3000 a. C.), en la zona del Mar Egeo, en la cultura Minoica y Micénica, donde se han interpretado como símbolo de fertilidad, representación de la diosa madre, otros han sido reconocidos como amuletos, en general se encuadraría dentro del mundo de las manifestaciones simbólicas del finales del Neolítico al Calcolítico.

Objetivo
El objetivo del Proyecto Arqueológico de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros es conocer las diversas ocupaciones humanas y uso de la cueva en distintos períodos cronológicos, dentro del ámbito territorial donde se inserta, con el fin de conocer algunos rasgos del comportamiento humano de cada sociedad que se documente arqueológicamente en ella. Concretamente en los niveles arqueológicos que estamos excavando en estos momentos nos interesa analizar los cambios sociales en el tránsito del IV al III milenio a. de C.

El alcalde de Bedmar terminaba agradeciendo a las entidades públicas y privadas que hacen posible la actividad de Paleomágina y más concretamente “… El proyecto de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros de Bedmar, que se dirige desde el Centro Paleomágina con el apoyo del Ayuntamiento de Bedmar-Garciez, Caja Rural de Jaén, Diputación de Jaén, y otros organismos que como son la Universidad Internacional de Andalucía (Sede Antonio Machado de Baeza), la Universidad Autónoma de Madrid, la UNED-Jaén, el Grupo de espeleología G40 de Priego de Córdoba, entre otros…”.

En la primera quincena de junio realizaron sus prácticas los alumnos del Máster de Arqueología y Patrimonio de la Universidad Autónoma de Madrid, en la primera semana de julio participaron voluntarios veteranos de campañas anteriores y las últimas tres semanas de julio se ha llevado a cabo el V Curso de Arqueología de Arqueología del Cuaternario: teorías, métodos y prácticas, coorganizadas por el Centro Paleomágina, la Universidad Internacional de Andalucía (sede Antonio Machado de Baeza) y el Ayuntamiento de Bedmar y Garciez.

24 de julio de 2023

La sequía deja al descubierto 1.700 yacimientos arqueológicos en las marismas españolas

Según el Ministerio de Cultura y Deportes, en este trienio han surgido casi 1.700 sitios arqueológicos a causa de la prolongada sequía. Muchos de estos eran desconocidos. Sus ubicaciones no públicas ya están almacenadas en una base de datos abierta para este propósito.

Desde hace tres años, los pantanos españoles están al mínimo. A mediados de diciembre de 2019 se descubrieron en el embalse de Valdecañas (Bohonal de Ibor, Cáceres) los restos de la ciudad romana de Augustóbriga por primera vez desde la década de 1990. En 2022, el llamado Stonehenge español, el dolmen de Guadalperal, un monumento megalítico de hace 5.000 años, también fue engullido por el embalse de Valdecañas. Por su parte, Pintia, la gran ciudad Vaccea de Valladolid, ha mostrado el entramado de sus calles y un posible templo romano porque el suelo se ha secado como nunca. Según el Ministerio de Cultura y Deportes, en este trienio han surgido casi 1.700 sitios arqueológicos a causa de la prolongada sequía. Muchos de estos eran desconocidos. Sus ubicaciones no públicas ya están almacenadas en una base de datos abierta para este propósito. “El miedo es saquear”, dice Ángel Villa, coordinador del Plan Nacional de Arqueología. “Cuando llegamos al embalse de Iznájar [entre Córdoba, Málaga y Granada]El detectoristas ya lo habían saqueado. Y que nadie sabía de su existencia. Por ello, las autoridades trabajan a fondo en la elaboración de un protocolo de actuación, que deberá estar finalizado el próximo mes de diciembre, “con el fin de sistematizar las medidas contra los yacimientos emergentes”.

Más información
La falta de lluvia no sólo provoca un descenso del nivel de los embalses y la lógica aparición de sitios inundados, sino que aumenta el efecto de lo que los arqueólogos llaman crecimiento diferencial. Este es un contraste de color muy pronunciado en la misma área de cultivo. Cuando la capa de suelo fértil es muy profunda y, por lo tanto, se retiene mejor la humedad, las plantas tienen un color verde o verdoso, mientras que en suelos poco profundos, debido a las estructuras de piedra cerca de la superficie, el tono es más marrón. Este efecto siempre ha permitido a los arqueólogos ver muy fácilmente dónde se ocultan estructuras de edificios desconocidas en primavera y verano. Sin embargo, desde hace varios años el fenómeno se viene produciendo con mayor frecuencia y contraste en el norte peninsular.

Esperanza Martín, directora de varios yacimientos del norte de España, reconoce que debido a la falta de lluvias, recientemente pudo documentar un «edificio monumental» en Dessóbriga (ciudad de vacaciones entre Palencia y Burgos) gracias a un crecimiento diferencial. “La sequía, que obviamente no es un fenómeno nuevo, en realidad se ha vuelto muy rara en los últimos años. Llueve menos o en el momento equivocado, lo que resulta en un crecimiento de plantas poco frecuente. Esto me ha pasado en cinco o seis lugares este año, incluido un campamento romano muy visible”.

Por ejemplo, el arqueólogo –que se niega a indicar la ubicación de los hallazgos más recientes por motivos de saqueo– menciona que el descenso del nivel del agua en el embalse de Luna (León) permite ver un nuevo tramo de la calzada romana. “Conozco la zona desde que era niño y nunca la había visto así. Llámelo sequía o cambio climático, no importa. Pero no puedo recordar nada de eso.

Mimí Bueno Ramírez, catedrática de prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, recuerda que inició un intenso trabajo de prospección del hallazgo junto a Enrique Cerrillo, de la Universidad Complutense, cuando las previsiones de la Unión Hidrográfica del Tajo, la Junta de Extremadura y el Ministerio de Cultura alertaban de un importante descenso del nivel de las aguas del embalse de Valdecañas. Así se encontró el llamado dolmen de Guadalperal (finales del V y III milenio aC). “Durante muchos siglos, esta parte de Extremadura fue zona de paso y asentamiento de muchas culturas. El pantano apenas ha reaparecido, lo que ha permitido localizar en él 200 yacimientos de todas las épocas posibles, entre monumentos megalíticos, asentamientos neolíticos y calcolíticos, menhires y elementos del paleolítico, la prehistoria y la edad del hierro.

El arqueólogo explica que cuando se construyó el embalse en la década de 1960, no se realizó ningún reconocimiento arqueológico previo para determinar si algún sitio estaba afectado. “Afortunadamente eso ya no sucede.” Y recordar que una vez encontrado el dolmen se hizo un inventario de las ubicaciones del embalse utilizando el mapa arqueológico (documento oficial que indica los yacimientos arqueológicos), referencias históricas, fotografías aéreas antes de la construcción del embalse y, lo más importante, datos de imágenes LIDAR (fotografía láser), que se pudieron comprobar dada la continuidad de la sequía en 2020 y 2021. La obra en el Guadalperal finalizó con una lógica excavación del arco que ha permitido establecer los criterios de conservación y relleno para que se conserve la estructura.

Por su parte, Ángel Villa explica que los embalses son responsabilidad de las asociaciones hidrográficas, lo que permite al Ministerio de Cultura y Deporte coordinar los trabajos en los mismos. “Casi todos los embalses son zonas muy antropizadas, ya que coinciden con históricos vados, collados o zonas muy fértiles como los embalses de Iznájar, Serena o Valdecañas. Cada vez que los visito me sorprendo porque tienen un nivel de sucesión arqueológica muy alto”, afirma el coordinador del plan nacional.

Villa espera que el protocolo de actuación esté finalizado a finales de este año. «Cuando se trata de inmuebles, se consolidan de forma que el agua no los dañe, como ocurrió en Guadalperal hace dos años, o se controla la subida y bajada del agua. En el caso de los restos móviles, se llevan al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) para su restauración y luego se depositan en museos, como ocurrió en el embalse de Valdecañas».

«Pero lo que realmente daña los depósitos no es tanto la subida y bajada de los niveles del agua como la recolección». detectoristas están delante de nosotros. El agua que fluye hacia abajo limpia la capa superior. Desafortunadamente, lo que es maravilloso para los arqueólogos también es maravilloso para los saqueadores porque les facilita la destrucción de los sitios. Cuando llegamos a Iznájar ya lo habían saqueado, aunque ni siquiera se sabía el paradero. Es terrible.»

26 de mayo de 2023

Identifican la composición de un perfume romano hallado en Carmona (Sevilla)

Los restos del perfume se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo. La Universidad de Córdoba ha analizado el contenido del frasco descubierto en 2019
Ungüentario de cristal hallado en Carmona (Sevilla).

El equipo de investigación FQM346 de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigido por el catedrático de Química Orgánica José Rafael Ruiz Arrebola, en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), ha descrito químicamente los componentes "reales" de un perfume del siglo I d.C.

El resultado ha sido publicado por la revista científica suiza 'Heritage' en un artículo en el que Ruiz Arrebola, el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román y los investigadores de la UCO Daniel Cosano y Fernando Lafont describen todo el proceso técnico y científico para "volver a oler" al Imperio romano, ha detallado el Consistorio carmonense en una nota de prensa.

Los restos del perfume, localizados en 2019 durante una intervención arqueológica en un mausoleo localizado en la construcción de una vivienda en la calle Sevilla, se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo, que aún se mantenía perfectamente sellado.

Según ha explicado Román, se trataba de una tumba colectiva, posiblemente perteneciente a una familia de alto poder adquisitivo, en la que, además de numerosos objetos relacionados con los rituales funerarios (ofrendas y ajuares), se encontraron las urnas cinerarias de seis individuos adultos, tres mujeres y tres hombres.

En una de las urnas, fabricada en vidrio, sobre los restos óseos cremados del difunto, en este caso una mujer de entre 30 y 40 años, se había depositado una bolsa de tela (de la que se han conservado restos) que contenía tres cuentas de ámbar y un pequeño frasco o ungüentario de cristal de roca (cuarzo hialino) tallado en forma de ánfora.

Habitualmente, los recipientes de perfume solían ser de vidrio soplado y, en muy pocas ocasiones, se han encontrado ejemplares fabricados en este material que, por sus características y dificultad para el tallado debida a su dureza, los hacían "muy cotizados y extremadamente caros".

Además de la singularidad del envase, el hecho realmente "extraordinario" era que se encontraba "perfectamente sellado" y que en su interior se habían conservado los residuos sólidos del perfume, lo que ha permitido llevar a cabo esta investigación.

Ruiz Arrebola ha subrayado que la utilización de dolomita, un tipo de carbonato, como tapón y el betún que se usó para sellarlo fueron la clave del "magnífico estado de conservación" de la pieza y su contenido.

Para saber de qué estaba hecho el perfume se han usado diferentes técnicas instrumentales, como la difracción de rayos X y la técnica de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, entre otras. Según Ruiz, a partir de los análisis se ha podido determinar que el pequeño tapón cilíndrico fue fabricado en dolomita y que para su perfecto ajuste y sellado hermético se empleó betún.

Con respecto al perfume, y tal como describía Plinio el Viejo, se han identificado dos componentes: una base o aglutinante, que permitía la conservación de los aromas, y la esencia en sí. En este caso, la base era un aceite vegetal, posiblemente y según algunos indicios reflejados en los análisis, aceite de oliva, aunque este punto no ha podido ser confirmado al cien por cien.

En cuanto a la esencia, los resultados de los análisis químicos realizados por la Universidad de Córdoba, Roma olía a pachulí. Este aceite esencial era obtenido a partir de una planta de origen indio, la Pogostemon cablin, muy empleada en la perfumería actual y de cuyo uso no se tenía constancia para época romana. Por otro lado, las características monumentales de la tumba donde se encontró y, sobre todo, el material en el que se fabricó el recipiente que lo contenía, sugieren que se trataba de un producto de alto valor.

Esta investigación supone "un hito" para el campo de la perfumería de época romana y del empleo del pachulí como aceite esencial. Actualmente, se están realizando más estudios sobre otros materiales singulares (como el ámbar, los tejidos o los pigmentos empleados en las pinturas murales) conservados en el mausoleo carmonense y sobre los que se esperan poder obtener resultados en breve.

18 de mayo de 2023

El Salón Rico de Medina Azahara será visitable este año a pesar de las obras

El delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, Eduardo Lucena, ha anunciado este jueves la intención de que el Salón Rico de Medina Azahara sea visitable en el «tercer o cuarto trimestre» del presente año de forma paralela a las obras de restauración.

El delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, Eduardo Lucena, ha anunciado la intención de que el Salón Rico de Medina Azahara sea visitable en el «tercer o cuarto trimestre» del presente año de forma paralela a las obras de restauración.

En rueda de prensa, Lucena, que ha señalado que en el proceso de restauración ha habido «algunas discrepancias a nivel técnico» con los atauriques, ha recalcado «todos estamos deseosos» de que este enclave de la ciudad califal se pueda abrir al público, pues supondrá «un punto de inflexión para Córdoba» y pondrá a Medina Azahara «en el escaparate mundial».

Asimismo, el delegado de Cultura ha recalcado que «el convenio con el que se trabajaba venía a manifestar que era una obra importante», subrayando que los trabajos de restauración, que comenzaron en el año 2013, buscan alcanzar la «excelencia» y que «la intervención quede perfecta».

Por otro lado, Lucena ha explicado los estudios geomagnéticos realizados por la Universidad de Córdoba (UCO) en el yacimiento arqueológico de Cerro Boyero, en Valenzuela, «nos permite trabajar en la próxima anualidad en este espacio y seguir creciendo en torno a ello», pues los restos de está antigua ciudad íbera hace que Valenzuela entre «en el mapa de los yacimientos de interés».
(Fuente: Insitu Diario)

La Fundación de la Cueva del Ángel denuncia su abandono

La Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana Cueva del Ángel (en Lucena, Córdoba) emiten un comunicado en el que manifiestan su preocupación por el futuro y denuncian su abandono:

«En estos momentos en que la ciudadanía enfrenta la elección de la corporación municipal, la fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana quiere manifestar una vez más su preocupación acerca del futuro del yacimiento arqueológico de la Cueva y Sima del Ángel, así como llamar la atención sobre él, sin duda el más importante de nuestro patrimonio y uno de los más relevantes de España en su género. Al mismo tiempo que denunciar la situación de abandono y de desatención en que permanece desde hace años, al menos desde que en 2014, la Dirección General de Bienes Culturales prohibió excavar bajo la estructura de chapa que lo protege con el argumento de que las elevadas temperaturas del verano podían afectar a los excavadores, e instó al Ayuntamiento a resolver el problema, hecho hasta hoy no efectuado, manteniéndose la vieja y deteriorada cobertura como muestra del escaso interés mostrado hacia un yacimiento que merece ser considerado Patrimonio de la Humanidad y, consecuentemente provocando la detención durante casi una década de los trabajos arqueológicos en la zona, razón por la que en 2016 la labor se dirigió a la sima, aunque bajo la amenaza de prohibirla ya que podía molestar a la colonia de murciélagos que habitan la cavidad.

Hasta el 2019, los obstáculos contra el proyecto y contra su director Cecilio Barroso se incrementaron. Sus conocimientos y categoría científica, reconocida en toda Europa, lo convertían en un rival con el que no se podía competir directa y honradamente. Así que se trató de anularlo, desprestigiarlo y socavar sus proyectos y sus apoyos. Indudablemente había entre los responsables de otorgar los permisos de excavación quienes estaban interesados en torpedear el proyecto para traspasarlo a sus afines, estableciendo condiciones absurdas, sembrado dudas, críticas, desconfianzas y recelos contra Barroso que trascendieron a nuestras autoridades. Se llegó a celebrar una especie de juicio intelectual contra él en Sevilla al que asistieron nuestros representantes municipales, y en el que el director del proyecto resultó culpable de múltiples defectos administrativos y condenado en ausencia sin tener posibilidad de defenderse. Con tales precedentes, su memoria final del sexenio fue rechazada alegando motivos unas veces pueriles y otras injustificados, y el proyecto que permitiría proseguir las excavaciones y la investigación ni siquiera fue tomado en consideración.

Pese a ello, fue redactada una nueva memoria.

Finalmente, fueron tantas las presiones y tan insoportables por parte del gobierno municipal contra Barroso que en octubre de 2019 dimitió de la dirección del proyecto, aunque para asegurar la continuidad del equipo y de los trabajos, propuso, e inicialmente le fueron aceptados, nuevos directores.

Por las mismas fechas, el grupo de gobierno invirtió 8.000 € en la elaboración de un informe que clarificara la labor del Sr. Barroso. Efectuado por el catedrático de la universidad de Burgos Carlos Díez Fernández-Lomana y fechado el 6 de enero de 2020, consideró correctas las excavaciones realizadas por aquel y adecuados los planteamientos teóricos y la metodología empleada, calificándolo como redescubridor del yacimiento, aglutinador de un variado y competente equipo interdisciplinar, dinamizador del patrimonio de Lucena e impulsor de publicaciones científicas que acrecientan la comprensión de la historia de la Tierra y de la vida.

El dictamen de este costoso informe no fue tenido en cuenta por nuestros dirigentes municipales y la ‘persecución’ contra Cecilio se mantuvo, alentada por algunos sectores de la política local, incapaces de reconocer no sólo sus méritos y entrega desinteresada durante veinticinco años al descubrimiento y puesta en valor del yacimiento, sino su indiscutible valía científica, muy por encima de la de los pretendientes a hacerse con la excavación, entre ellos algunos de los que rechazaron la indicada memoria.

Coincidiendo con la recepción de dicho informe, el grupo de gobierno municipal decidió prescindir del equipo que hasta entonces había gestionado el yacimiento y lo encomendó, así como la investigación de los materiales, al grupo de Prehistoria de la Universidad de Córdoba formado por cinco profesores, de los cuales sólo dos pueden vincularse por su especialidad con las características arqueológicas de la cueva.

Contrasta tan reducido personal con el equipo que ha llevado adelante, desde 1995, la excavación y las investigaciones y que ya en 2022, una vez pasada la pandemia, se ofreció, y se ofrece, a continuar la tarea. Lo constituyen más de cuarenta miembros, que han trabajado siempre desinteresadamente por Lucena, todos con destacados currículos: arqueólogos y especialistas de relevancia nacional e internacional vinculados a importantes universidades, cuyos conocimientos y experiencia en los trabajos en la cueva y la sima han producido tesis doctorales, artículos publicados en revistas científicas de primera línea mundial y ponencias en congresos sobre el tema al que se vincula nuestro yacimiento. Este equipo, del que se ha pretendido prescindir, causando con ello un daño irreparable a uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa, ha sido el que ha colocado a Lucena en un mapa cultural y científico en el que muy pocos lugares del mundo pueden aparecer. Llama la atención su renuncia a cualquier tipo de beneficio en contraste con la referencia a “remuneración” que aparece en el acuerdo previo con la universidad cordobesa, aprobado en sesión plenaria municipal de 29 de marzo pasado, por el grupo de gobierno gracias al apoyo del edil de IU y con la oposición de los diez concejales del PP, Cs y VOX.

La apuesta por la UCO resulta tan onerosa para las arcas públicas, que solamente para que su equipo, del que en su mayor parte se desconoce el currículo, tome contacto con las características del yacimiento y estudie los materiales depositados en el museo, pues la prohibición de excavar bajo la mencionada chapa sigue vigente, el Ayuntamiento debe desembolsar 40.000 €.

Es pues el momento de llamar la atención a las personas que han de regir los destinos de nuestra ciudad para exigirles en este ámbito patrimonial el ejercicio de la prudencia y la justicia, adoptando las decisiones que menos daños causen a un yacimiento tan excepcional y delicado, y que más beneficien a la Ciencia y a Lucena».

Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana (Cueva y Sima del Ángel)