Se trata de una operación sin precedentes coordinada por la egiptóloga Marina Esteve, bajo un proyecto de la Universidad de Córdoba ejecutado en Karnak, el conjunto de templos más importante de la Antigüedad
Detalle de los pies del coloso con jeroglíficos
Karnak es un formidable complejo religioso situado a 500 kilómetros al sur de El Cairo sobre la ribera occidental del Nilo. Por su espectacular grandeza y sus nada menos que treinta hectáreas de extensión, es considerado el conjunto de templos más relevante del planeta. De hecho, después de las Pirámides de Giza, es el enclave monumental más visitado de Egipto. Hasta 30 faraones ordenaron construir aquí sus imponentes representaciones icónicas, entre ellos Hatshepsut, Akhenaton, Tutankhamon y los gobernantes Ramésidas.
Amenhotep III es uno de los faraones más influyentes de la Dinastía XVIII, considerada como la época de mayor esplendor del Antiguo Egipto. Reinó durante 38 años y en su largo periodo de gobierno mandó edificar tumbas y templos de enorme magnificencia. Una colosal estatua de Amenhotep III de 25 metros de altura ocupa un lugar central del soberbio recinto religioso, aunque se encuentra gravemente dañada.
Su reconstrucción ha sido encargada a un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO), en uno de los proyectos más ambiciosos y trascendentales de cuantos ha afrontado la institución académica en su historia científica. De hecho, expertos del grupo de investigación Oriens ya llevan trabajando desde enero de 2022, hasta ahora en una absoluta discreción. “Es la mayor reconstrucción y restauración que se haya producido en Egipto”, indican fuentes de Oriens.
El equipo está dirigido por la egiptóloga Marina Esteve, mientras que Isabel Plumed trabaja en labores de codirección. El arqueólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, Pedro Marfil, es el director científico. El grupo técnico, además, incluye a un arquitecto, un ingeniero, una epigrafista, un documentalista, un geólogo, una fotógrafa, otras dos egiptólogas y un equipo especialista en restauración y reconstrucción.
El lugar que ocupa Karnak en la historia de la Antigüedad es inconmensurable. El conjunto arqueológico agrupa cultos de las primeras manifestaciones rituales hasta la desaparición del Antiguo Egipto. Y registra nada menos que 1.500 años de construcciones, ampliaciones, reformas, usurpaciones y destrucciones del extraordinario conjunto arqueológico.
El coloso de Amenhotep III estaba situado originalmente frente al décimo pilono del templo de Amón-Ra en el complejo de Karnak. El pilono es la fachada con forma de pirámide truncada que flanquea la entrada principal de los templos del Antiguo Egipto. Toda esta zona ha sido puesta en valor tras la apertura de la Avenida de las Esfinges, que une Luxor con Karnak, lo que proporcionará a la monumental estatua de Amenhotep III una mayor visibilidad y situación estratégica.
El coloso conserva la base y los pies, pero requiere un laborioso trabajo de reorganización de otros bloques que se encuentran diseminados por la zona. En septiembre pasado, se ejecutó la primera parte de la campaña, que permitió registrar el triple de bloques de los previstos. En ese primer rastreo, se localizaron nuevas partes de la estatua, singularmente del ombligo, el hombro y las piernas, así como fragmentos del faldellín. En esa fase inicial, se realizaron trabajos de documentación fotográfica, fotogrametría, desbrozado y acondicionamiento de la base y reorganización de las piezas. Karnak es un inabarcable rompecabezas y los arqueólogos afrontan el intrincado desafío de codificar los fragmentos.
La egiptóloga Marina Esteve y directora del proyecto tiene un acreditado expediente científico. Ha trabajado durante más de diez años en Luxor y ha comisariado relevantes exposiciones, como la organizada por el CSIC sobre Tutankhamon. Es historiadora del arte especializada en gestión del patrimonio y su tesis doctoral está centrada en Karnak. Ha investigado en las universidades de Estrasburgo y Luxor y cuenta con una reseñable trayectoria de participación en congresos internacionales y publicaciones especializadas. Experta en antropología física, es perito judicial en arqueología forense enfocada en la momificación egipcia y la autentificación de piezas del Antiguo Egipto. Actualmente, se encuentra trabajando sobre el terreno y preparando la nueva fase del proyecto de excavación. La codirectora, Isabel Plumed, es especialista en egiptología y máster en conservación y restauración. Ha trabajado en el complejo funerario de Abydos y en Luxor. Posee una amplia experiencia en dibujo arqueológico y reconstrucción de piezas incompletas.
Por su parte, Pedro Marfil es profesor de la UCO y fue durante más de diez años arqueólogo principal en la Mezquita de Córdoba. También ha dirigido diversos trabajos prospectivos en el yacimiento de Cercadilla, la Capilla de San Bartolomé o los Baños Califales de Córdoba. Posee un centenar de publicaciones, entre artículos y libros, y ha realizado estancias científicas en las universidades de Sevilla, Padova y el Instituto Cervantes de Fez.
También conocido como Amenofis III, el faraón cuya estatua está siendo reconstruida por la UCO gobernó desde el año 1407 antes de nuestra era hasta el 1376. Fue el noveno faraón de la dinastía XVIII del Antiguo Egipto y sucedió a su padre, Thutmose IV. Los especialistas sostienen que fue coronado entre los seis y los doce años mientras su madre, la reina Mutemuia, dirigió un consejo de regencia. Su momia fue encontrada en el interior de la de su abuelo, Amenhotep II, después de que los sacerdotes de la Dinastía XX tuvieran que trasladarla para protegerla de los continuos saqueos perpetrados por desvalijadores en el Valle de los Reyes.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto tiene previsto presentar públicamente el proyecto para exhibirlo a todos los medios internacionales dada su relevancia. “Es una obra digna de faraones”, aseguran las fuentes consultadas.
(Fuente: Cordópolis // Aristóteles Moreno)