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22 de agosto de 2024

La UCO identifica 20km de nuevos tramos de la vía romana Córdoba-Mérida

Una investigación de la Unidad Patricia y el Proyecto Ager Mellariensis de la Universidad de Córdoba (UCO) revela el trazado a lo largo de Fuente Obejuna, Belmez, Peñarroya e Hinojosa del Duque.

Durante los tiempos de Augusto toda la Península se encontraba conectada con una amplia red de carreteras, que permitían el rápido movimiento de las legiones en las zonas conflictivas, el transporte de los importantes recursos hispanos y el movimiento de los habitantes de las diferentes ciudades. Esta tupida red estaría compuesta por grandes caminos principales, como hoy son las autopistas, caminos secundarios y caminos terciarios, por ejemplo, aquellos que daban acceso a las minas.De entre esas vías hay una que unía directamente dos capitales de provincia: la vía Corduba-Emerita, de gran importancia. Antes incluso de la fundación de Mérida ya unía Corduba con Metellinum (Medellín), o lo que es lo mismo, el valle del Guadiana con el del Guadalquivir, con todo el vientre metalífero que hay en esas sierras. De esta región Roma se interesó, especialmente, por los metales, tales como el plomo, la plata o el oro, y esta vía sirvió de cauce de salida de toda esa riqueza.

Ahora, gracias al empleo de la información del Plan PNOA-LiDAR, del Instituto Geográfico Nacional, desde la Universidad de Córdoba se han podido detectar nuevos tramos seguros de esta vía Corduba-Emerita. Concretamente, se ha ampliado la sección del camino que se conocía en Puente Nuevo y se han descubierto nuevos restos al norte de la provincia de Córdoba en El Bujardillo (Belmez), Los Tejares (Peñarroya-Pueblonuevo) y en el Cascajoso (Hinojosa del Duque). De esta forma se ha pasado de conocer únicamente seis kilómetros de la vía a disponer de veinte nuevos kilómetros de esta calzada romana.

Hasta la fecha, por lo tanto, se desconocía la mayor parte de su trazado. Solo eran seguros algunos pequeños tramos, como la famosa Loma de los Escalones, entre Córdoba y Cerro Muriano, donde se conserva parte de la vía excavada en la piedra. Recientemente desde la Universidad de Córdoba se habían producido avances, con el descubrimiento por parte de la Unidad Patricia de un tramo de la calzada perfectamente conservado bajo las aguas del embalse de Puente Nuevo (Espiel), y salido a la luz tras la bajada del nivel del agua.

Este nuevo descubrimiento ha permitido ahora detectar con claridad desde el aire no solo gran cantidad de kilómetros de los terraplenes de la vía difícilmente identificables, ya que fuera de las ciudades la capa de rodadura de los caminos se hacía de gravas apisonadas que con el paso del tiempo acaban disgregadas y desaparecen; si no que también ha sacado a la luz parte de las cunetas de la calzada. El hallazgo, en definitiva, permitirá empezar a reconstruir de una forma más segura el trazado de esa gran “autopista” romana que estructuraba el norte de la provincia de Córdoba, unía dos grandes capitales y sirvió para acercar a los romanos a las riquezas metálicas de Sierra Morena.

La investigación ha sido publicada en el marci del proyecto Ager Mellarie el artículo “Sensing the Corduba-Emerita Road: New transects of the route identified in the north of Córdoba”, publicado recientemente por José Luis Domínguez Jiménez y Antonio Monterroso Checa en la revista científica Journal of Archaeological Science.

8 de mayo de 2024

El plomo romano era cordobés

Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba
Tres lingotes inéditos que evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba

Miden unos 45 centímetros de largo y su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos. Tienen forma rectangular con tres lados, algo así como una tableta de toblerone. Son apenas 3 y uno de ellos está roto por la mitad. Pero estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha y provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (en Belmez, Córdoba) ofrecen información suficientes como para afirmar que la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente, un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas, canalizaciones....

Los lingotes, fechados en el siglo I d. C., vieron la luz del siglo XX durante las obras del gaseoducto Magreb-Europa y se guardaron en el Museo de Belmez y en casa de particulares. Dos de ellos cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana. Esta marca son en realidad dos letras, “S S”, y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), la tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba.

Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas. Unas piezas que luego se cargaban en barcos con otros productos. De esta forma, la actividad minera del norte de Córdoba no solo se limitaba a la producción de plomo y plata, algo que ya se sabía, sino que también estaba destinada a la exportación, situando a la zona entre los emisores principales de metales destinados al comercio mediterráneo como defiende un equipo internacional y multidisciplinar liderado por la Universidad de Córdoba en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.

El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes. Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.

El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce. La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino. Y es, precisamente, en el fondo del mar en donde han obtenido más datos ya que el equipo investigador ha contado con especialistas de la Université Toulouse que llevan años estudiando la composición y realizando un catálogo de los lingotes hundidos allí. Según los análisis, más de la mitad de los lingotes estudiados por los especialistas franceses provienen del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, lo que pone en evidencia la importancia de Córdoba como punto productor y exportador de los lingotes de plomo.

“Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo”, sostiene el investigador de la UCO Antonio Monterroso Checa, añadiendo que “esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación”. De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza. Pero, como afirma Monterroso Checa, “todo eso está por investigar”.

El estudio de los lingotes se ha realizado dentro del Proyecto MEI-Heritage. Medio, explotación minera e industria metalúrgica en el sector central de la Beturia de los Túrdulos/Conventus Cordubensis (s.VII a.n.e–s.II d.n.e). Ciencias aplicadas a la investigación de un paisaje patrimonial, financiado por el PAIDI 2020 de la Junta de Andalucía (ref. P20_00482) y Patricia. Unidad de Investigación y Transferencia en Ciencias del Patrimonio de la Universidad de Córdoba. La investigación se inserta igualmente en el proyecto Producción y circulación de bienes en el reborde meridional de la Meseta (sur de la provincia de Ciudad Real) entre la Prehistoria reciente y el fin de la Antigüedad, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

27 de enero de 2020

Un poblado de hace 5.000 años en pleno casco urbano de Córdoba

La excavación bajo el hospital de La Arruzafa encuentra los cuerpos de cuatro personas que vivieron en el cuarto milenio antes de Cristo, la evidencia más antigua de la presencia humana en la Edad del Cobre en Córdoba.  El estudio contradice la tesis de que el origen de los asentamientos humanos de la ciudad están en la Colina de los Quemados
Fosa común con los restos de los cuatro individuos de hace 5.000 años. FOTO: RAFAEL MARTÍNEZ 
Desde hace décadas, la tesis académica y la más popular señala que los primeros poblados se asentaron en la zona que hoy ocupa el casco urbano de Córdoba sobre la Colina de los Quemados, en lo que hoy es el parque Cruz Conde, entre el final del Neolítico y los inicios de la Edad del Cobre. Sin embargo, hay pocas evidencias arqueológicas que señalen que aquel antiguo poblado fue el primer asentamiento cordobés. Ahora, un descubrimiento arqueológico revolucionario, señala lo contrario. Bajo lo que hoy es casco urbano de Córdoba han aparecido indicios de que el suelo de lo que hoy es la ciudad ya tenía presencia humana hace 5.000 años, en plena Edad del Bronce.

Una investigación de la Universidad de Granada en colaboración con Arqueoqurtuba desarrollada desde el año 2014 en la zona de ampliación del hospital de La Arruzafa ha descubierto una fosa común en la que han aparecido los cadáveres de cuatro personas: dos niños, un adolescente y un adulto. Los investigadores saben qué dieta seguían, sus edades, que eran agricultores y que vivieron en algún momento del siglo XXXI antes de Cristo, hace la barbaridad de 5.100 años, en lo que parece ser un poblado que se localizaba en el glacis de El Brillante, una zona entre dos arroyos, protegida naturalmente y con una tierra muy rica para los cultivos que ya se estaban desarrollando. Pero lo más revolucionario es que es el asentamiento humano más antiguo que se conoce en pleno casco urbano de Córdoba. O los primeros cordobeses de los que se tiene noticia.

La investigación ha sido desarrollada por Rafael M. Martínez Sánchez, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada; Rafael Clapés Salmoral, arqueólogo autónomo: Luis Rey Tovar Acedo, de Arqueoqurtuba: Fátima Castillo Pérez de Siles, de Arqueoantropología: Inmaculada López Flores, del de Prehistòria, Arqueologia i Hª Antiga, Universitat de València; Antonio Morgado-Rodríguez, de la Universidad de Granada; Guillem Pérez Jordà, de la Universidad de Valencia: Leonor Peña-Chocarro, del Instituto de Historia; y Úrsula Tejedor García, de Arqueoantropología.

Rafael Martínez, uno de los mayores expertos en Prehistoria en Córdoba, señala que “probablemente si se excava cerca habrá más estructuras, un poblado calcolítico más extenso”. Martínez explica además que este hallazgo reformula ese concepto “prístino” de que hubo un poblado en la Colina de los Quemados, el de la antigua Córdoba, que en el siglo III antes de Cristo observaron los romanos, lo conquistaron y asimilaron en la ciudad actual.

Al contrario, este hallazgo, y otros recientes, evidencia que durante la Edad del Cobre el Valle del Guadalquivir tenía una “gran densidad de población”, configurada en una especie de “Vía Láctea” de muchos poblados cercanos que se aprovechaban de los recursos naturales que ofrece la zona, como las propias vegas del Guadalquivir y desde luego la zona de huertas y tierras para el cultivo de cereal de los alrededores.

“La Arruzafa se relacionaría con el aprovechamiento del glacis del Brillante y de parte de las tierras que con el tiempo se convertirían en las productivas huertas del alfoz de la ciudad de Córdoba”, abunda Martínez. El estudio ha sido publicado esta semana en el International Journal of Osteoarchaeology. Próximamente se publicará otro en la revista Antiqvitas, con los detalles de la excavación. “Los restos de la Arruzafa constituirían las estructuras constructivas de mayor antigüedad detectadas hasta el momento en el casco urbano de la ciudad, no conociendo hasta el momento materiales anteriores al III milenio en la Colina de los Quemados. La Arruzafa, pues, arrancaría de momentos finales del IV milenio antes de Cristo, momento en el que en todo el valle del Guadalquivir cristaliza una trama de asentamientos campesinos de pequeña extensión con una densidad sin precedentes arqueológicos conocidos”, detalla.

RESTOS DE LA FINCA DE ABDERRAMÁN I
La Arruzafa se excavó hace ocho años. Allí, la arqueóloga Fátima Castillo descubrió una importante estructura de los siglos VIII y IX bajo el hospital de la Arruzafa que podrían corresponderse con los restos de la gran finca de Abderramán I. Pero bajo esa imponente estructura había más restos. Uno de sus pilares partía en dos una fosa común con cuatro individuos. La sorpresa fue mayúscula cuando después de hacerle todas las pruebas científicas se llegó a la conclusión de que habían vivido hace 5.000 años.

“Son cuatro personas que murieron en un mismo evento”, señala Martínez, que insiste en que “desconocemos si tuvieron una muerte violenta o no”. Eso sí, “acabaron en una fosa y no sabemos si había más” personas, ya que “falta más de la mitad” porque se cortó para un cimiento islámico. Las pruebas han determinado que “comían cereales”. Y el niño pequeño, de unos cuatro años, era “todavía lactante”.

“La ocupación prehistórica de este sector del glacis del Brillante conocido como La Arruzafa, y sucesión de fases arqueológicas de cronología posterior documentada sobre ella, representa un ejemplo palpable de un hábitat reiterado beneficiado de unas condiciones topográficas y ecológicas óptimas”, detalla el arqueólogo, que señala que no es un “caso único”. Hay más evidencias de otros yacimientos. En 2004 se encontró uno similar en Alcolea. También ha habido hallazgos junto al puente de Ibn Firnás. “En este caso pues, una trama atomizada compuesta por distintos asentamientos a lo largo del territorio dispuesto bajo el arco serrano cordobés, podría encarnar la imagen prístina que precede a la génesis de Córdoba como ciudad histórica”, concluye esta investigación.

7 de agosto de 2024

La UCO documenta el potencial del subsuelo de la ciudad romana de Mellaria

La Universidad de Córdoba (UCO) y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna han realizado tres excavaciones arqueológicas y han prospectado 23 hectáreas con métodos geofísicos entre 2022 y 2024 obteniendo un profundo conocimiento del potencial del subsuelo de la ciudad.

Con la culminación de la campaña de 2024, son ya tres las campañas de excavación arqueológica realizadas por un equipo a cargo de la Universidad de Córdoba (UCO) en España y del Ayuntamiento de Fuente Obejuna entre 2022 y 2024. Con métodos geofísicos, se han prospectado 23 hectáreas, obteniéndose un profundo conocimiento del potencial arqueológico del subsuelo del lugar.

El equipo está integrado, entre otros, por Antonio Monterroso Checa y Santiago Rodero Pérez.

El pasado jueves 1 de agosto tuvo lugar la presentación de los últimos hallazgos en Mellaria, resultado de las excavaciones realizadas entre 2022 y 2024 a cargo de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna. 

Desde 2022, se han realizado tres excavaciones y prospectado 25 hectáreas con métodos geofísicos. La primera de ellas en 2022 supuso el hallazgo de la fuente monumental. Con posterioridad, se han realizado dos campañas de excavación más centradas en dos sectores principales de la ciudad.

La de 2023, tras el descubrimiento de ese lacus, se situó a los pies del Cerro de Masatrigo con la intención de localizar la casa de las aguas a donde vertía el acueducto de Mellaria y desde la que partiría la organización del ciclo urbano de la ciudad. Efectivamente, las excavaciones dieron el resultado previsto y se localizó el conocido como castellum divisorium. Se trata de un edificio de una fase anterior que fue remodelado para acoger dos piletas de decantación del agua y al menos una fuente más. Era el sitio terminal del acueducto, el lugar de potabilización y, por fin, la sede de la distribución mediante tuberías de plomo de esa agua que al final acababa llegando a las fuentes situadas en las calles como es el caso de la descubierta en 2022.

Mellaria, con estos resultados, puede decir que tiene el ciclo del agua más completo, es decir documentado con hallazgos, de toda la provincia de Córdoba y uno de los más completos igualmente de la Bética e Hispania. Se conocen los lugares de captación, la mayor parte – georreferenciada - del recorrido del canal principal y de los secundarios, los pozos de resalto y limpieza, el lugar de recepción del agua en la ciudad y por fin su uso en las fuentes públicas, de las que, al menos, hay una en su sitio y tres más documentadas fuera de su contexto. Incluso se conoce la inscripción del munícipe que lo financió.

Campaña de 2024
La campaña de 2024 se ha interesado por un edificio situado justo en el extremo oriental del extrarradio de la ciudad, muy cerca ya del trazado de la carretera N-432 a más de 700 metros del anterior. Las prospecciones aéreas y geofísicas han dado como resultado el conocimiento de 1160m aprox. del trazado de la Via Corduba-Emerita a su paso por Mellaria. Ese trazado entra por occidente viniendo de Córdoba y sale por oriente dirección Medellín. En sus salidas fuera de las murallas organiza la disposición de los monumentos funerarios como acaece por norma en las ciudades romanas. En el sector de la necrópolis oriental de Mellaria se cuenta con al menos 450m., de vía enmarcada por monumentos de este tipo y edificios con otras funciones. Uno de ellos es un recinto de 1000m2 aprox. que es donde se han desarrollado las últimas excavaciones de 2024.

La excavación de casi la mitad este edificio finalizó el 31 de julio y están previstas varias campañas más para recuperarlo por completo. Lo interesante, llamativo y distintivo de este recinto situado en una necrópolis es que se trata de un cenotafio honorífico a un personaje célebre no fallecido en la ciudad y que no recibió sepelio en ella. Se ha encontrado el lugar de la edícula (camarín) y fragmentos de su estatua “funeraria” marmórea (de tamaño mayor que el natural) sin rastro de cualquier urna, cámara o cualquier tipo de estructura relacionada con un enterramiento in situ en este lugar. Junto al basamento de la edícula, parte de la decoración y los fragmentos de estatua se han recuperado dos klinai, dos reclinatorios de un total de cuatro documentados por la geofísica, donde recostarse a celebrar banquetes en honor del célebre compatriota. Estos lugares de manjar contaron con estructuras de agua en su derredor que partían de la posición del homenajeado que daba vida y riqueza, de este modo, a todos cuantos iban a concelebrar su memoria.

Se trata de un recinto, de casi 30x30 m. de lado, de neta filiación respecto de las más clásicas costumbres funerarias mediterráneas merced a la documentación de estos lugares de banquete rectangulares en fachada, dos a dos al lado del monumento honorífico. Un recinto que tuvo un espacioso jardín trasero donde se han documentado fosas con ajuar relacionadas con los ritos en honor a los muertos además de algunas vacías que, quizás, debieron acoger vegetación.

No se puede demostrar el nombre del receptor de este extravagante monumento celebrativo a su gloria puesto que no se ha documentado epigrafía como prueba (aunque sólo hay un candidato posible). En cualquier caso, un monumento de memoria y honor así, en una necrópolis, es algo absolutamente excepcional por desconocido en Córdoba y por escaso en Hispania.

23 de febrero de 2023

La UCO asume la dirección científica de la Cueva del Ángel en Lucena

El profesor titular del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba José Antonio Caro actuará como director de los proyectos de estudio, trabajos de campo y jornadas de divulgación. El programa de actividades tendrá, de partida, un periodo de ejecución de dos años y un presupuesto de 80.000 euros, a aportar en un 50% por el Consistorio lucentino y la UCO.
Trabajos arqueológicos en el interior de la Cueva del Ángel de Lucena. 

El Pleno del Ayuntamiento de Lucena aprobó anoche el convenio de colaboración que permitirá a la Universidad de Córdoba (UCO) asumir la dirección de las investigaciones en la Cueva del Ángel a través del Área de Prehistoria del departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras.

Con los votos a favor de PSOE e IU y el voto en contra de PP, Ciudadanos, Vox y el concejal no adscrito, la institución universitaria se incorpora a partir de ahora al estudio y divulgación del yacimiento arqueológico existente en la cavidad de titularidad municipal ubicada en la Sierra de Aras bajo la dirección del doctor José Antonio Caro Gómez, profesor titular del Área de Prehistoria, que tendrá la capacidad de integrar en este proyecto a otros departamentos universitarios o entidades externas.

Ayuntamiento de Lucena y Universidad de Córdoba se comprometen, por medio de este acuerdo de colaboración, a la conformación de un equipo de investigación multidisciplinar que cubra todos los posibles campos de investigación en el yacimiento de la Cueva del Ángel, partiendo de la realización de un estudio del enclave en su estado actual a nivel de investigaciones desarrolladas, materiales recuperados, y documentación gráfica del mismo, y de otro estudio a nivel de secuencia estratigráfica, micro-morfología, geología y geomorfología, industrias líticas y fauna-tafonomía.

Igualmente, ambas partes acuerdan realizar, con posterioridad a esta fase inicial de diagnosis, nuevos trabajos de campo, tras conseguir las pertinentes autorizaciones administrativas por parte de la Consejería de Cultura, así como difundir los resultados obtenidos en las campañas de trabajos a pie de yacimiento a través de jornadas científico divulgativas.

El programa de actividades previsto para la consecución de los objetivos tendrá, de partida, un periodo de ejecución de dos años y un presupuesto de 80.000 euros, a aportar en un 50% por el Consistorio lucentino, a razón de 20.000 euros en las anualidades de 2023 y 2024, correspondiendo a la entidad universitaria la mitad restante, valorada en la disponibilidad para el proyecto de recursos humanos y materiales.

En este sentido, el convenio especifica que los medios humanos lo conformarán los pertenecientes a los propios miembros del equipo de investigación, tanto de la UCO, como de otros organismos que participen del proyecto de la Cueva del Ángel, además de la participación de alumnado y becarios de los diferentes organismos e instituciones participantes.

También aparece recogida la participación de la Residencia Escolar Miguel Álvarez de Sotomayor como alojamiento para los periodos de trabajos de campo, siempre que coincidan con los periodos vacacionales del centro. El acuerdo se podrá prorrogar, previo acuerdo de ambas partes, hasta un máximo de cuatro años.

Durante el debate plenario, los grupos que optaron por rechazar este convenio aludieron a la falta de voluntad por integrar en los nuevos equipos de investigación a las personas que han participando en los estudios de la Cueva del Ángel en los últimos años a través de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, acusando al equipo de gobierno de actuar en este caso con prisas y sin buscar el consenso que este tema requiere al proponer un convenio a tres meses de las elecciones.

Por su parte, desde PSOE e IU se recordó que fue la Corporación la que encargó a la concejala de Patrimonio Histórico la de buscar alternativas a la Fundación por su parálisis y falta de capacidad a la hora de cerrar los proyectos de investigaciones aprobados y abrir otros nuevos, extremo ratificado incluso por la Junta de Andalucía. Asimismo, se expuso que el borrador del convenio lo conocían todos los grupos desde noviembre, sin que se haya presentado aportación alguna desde entonces, para afirmar que al decir no a este convenio, se le dice no a la Universidad de Córdoba.
(Fuente: Córdoba Hoy)

24 de febrero de 2017

Torreparedones desvela su anfiteatro romano del siglo I d.C.

El georradar confirma la existencia de una estructura elíptica de 77 metros de diámetro con capacidad para acoger a 5.000 espectadores. Podría ser muy similar al de Segóbriga (Cuenca).
El georradar ya ha dado con las anomalías del terreno que certifican una gran estructura elíptica y también una zona anexa con más edificios.
Lo que empezó siendo una sospecha ha terminado siendo una certeza. Torreparedones esconde un gran anfiteatro romano, probablemente construido después del siglo I después de Cristo, con unas notables dimensiones: unos 77 metros de radio en su zona más ancha y una capacidad aproximada para acoger a 5.000 espectadores viendo cómo los gladiadores se sacaban los ojos unos a otros, o cómo luchaban contra fieras salvajes.

Este jueves, el profesor de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso ha detallado el proceso que le llevó a descubrir en 2009 una silueta sospechosa que ha concluido en un trabajo con georradar que ha certificado lo que ya pensó entonces: que en una zona de tierra de cultivo junto al yacimiento ya excavado de Torreparedones, entre Castro del Río y Baena, hay un gran anfiteatro romano. El georradar ya ha dado con las anomalías del terreno que certifican una gran estructura elíptica y también una zona anexa con más edificios, probablemente una expansión de la villa de Torreparedones hacia el que podía ser un gran lugar de encuentro público.

FOCO DE ATRACCIÓN
El anfiteatro romano está enterrado en una zona de cultivo propiedad del agricultor Carlos León, que colabora en todo momento con el trabajo universitario. Ahora son las administraciones las que tienen que decidir cómo, con qué dinero y cuándo se ponen manos a la obra, y a Torreparedones llega un grupo de arqueólogos suficiente capaz de desenterrar lo que puede acabar convirtiéndose en un foco de atracción turística.

Monterroso, que detalló el origen de su investigación (en una aplicación de software libre de ortofotos del propio Ministerio), explicó que el anfiteatro de Torreparedones puede ser muy similar al de Segóbriga (en la provincia de Cuenca). Así, una mitad se habría construido sobre la falda de una pequeña colina y el resto se habría levantado piedra sobre piedra, a una altura aún no comprobada pero de unos ocho metros.

El anfiteatro se localiza al Oeste del yacimiento, junto a la vía romana que hacía las veces de entrada. Su dimensión hace que se piense en la importancia que tuvo el enclave, y también su potencial económico.

BUSCA DE RECURSOS
Ahora llega la parte más difícil, la de la excavación. Este jueves, tanto el rector de la Universidad como los responsables de los ayuntamientos de Castro del Río y Baena han mostrado su intención en abrir ese complicado melón: buscar dinero y empezar una verdadera campaña de excavación para sacarlo a la luz.

El hallazgo de los arqueólogos de la Universidad de Córdoba ha sido reforzado gracias a la prospección geomagnética realizada por el Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada por encargo del Ayuntamiento de Castro del Río.

Estos resultados, publicados este miércoles en la revista Mediterranean Archaeology and Archaeometry y presentados públicamente en el Rectorado de la Universidad de Córdoba esta mañana, servirán para activar las excavaciones que deberían sacar a la luz el edificio. Las dimensiones del anfiteatro oscilan en torno a los 70 metros de eje mayor y los 62 de eje menor, unas proporciones similares a los anfiteatros de Segóbriga, Saelices (Cuenca) o Contributa Iulia (Badajoz). Así lo ha explicado Monterroso en su presentación en el Rectorado, donde ha lanzado como hipótesis de datación el siglo II d.C. y donde Cristina Mata, segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Baena, y el alcalde Castro del Río, José Luis Caravaca, se han comprometido a trabajar conjuntamente para facilitar los trabajos de investigación arqueológica para recuperar el anfiteatro.

VALORIZACIÓN DEL YACIMIENTO
El rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, se ha felicitado por el papel jugado por la Universidad en la valorización del yacimiento de Torreparedones, “contribuyendo a la transición hacia una economía basada en el conocimiento en una zona tan necesitada de nuevas oportunidades como es la provincia de Córdoba”.

En los últimos diez años, se han llevado a cabo numerosas actuaciones en el yacimiento con la aportación económica de la Junta y el apoyo económico Baena, Castro del Río y de fondos europeos de diversos programas. Declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 2007, Torreparedones está incluido en la Red de Espacios Culturales de Andalucía y el Registro de Paisajes de Interés Cultural.

17 de julio de 2024

La UNIA celebra en Bedmar (Jaén) la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario

La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.


La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.

El curso finaliza el 28 de julio y su objetivo es dotar al alumnado de una formación práctica y teórica en la metodología y técnicas arqueológicas del Cuaternario y realizar una investigación y puesta en valor de una parte de la riqueza arqueológica patrimonial de Bedmar (Jaén), como es el Yacimiento de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros.

Una edición más, el alumnado realizará excavaciones arqueológicas y trabajo de laboratorio por las mañanas, mientras que las tardes se han reservado para sesiones de conferencias y prácticas con investigadores expertos en distintos campos de la arqueología.

En el acto inaugural, el director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, José Manuel Castro, ha recordado “la vocación colaborativa de la Internacional de Andalucía; en este caso, con otras instituciones públicas como el Ayuntamiento de Bedmar, la Diputación Provincial de Jaén y la Junta de Andalucía, y privadas como la Caja Rural de Jaén”.

También ha destacado la “calidad de este programa, que se extiende tanto a la dirección del mismo como a su profesorado”. Por último, Castro se ha referido al alumnado, a su papel fundamental como “destinatario de la oferta de la UNIA”, y ha subrayado la especificidad de este programa docente que permite a los alumnos adquirir “competencias en investigación”.

Junto al director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, han intervenido en el acto inaugural, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, José Ayala; la vicepresidenta de la Diputación provincial de Jaén, Pilar Parra; la concejala de Juventud, Igualdad, Bienestar Social y Educación de Bedmar, Mª Mar Vílches; el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, y el director del curso, Marco Antonio Bernal.

Precisamente, Bernal ha agradecido a las instituciones su colaboración en este curso, del que ha afirmado es “un mosaico que necesita todas sus piezas”. Un curso que ha ido creciendo desde hace 10 años, que cuenta con “alumnado internacional, procedente de países como Colombia o México” y que conjuga “la formación con la recuperación del patrimonio”.

Tras el acto inaugural ha tenido lugar la conferencia Ídolos: imágenes femeninas en la prehistoria reciente ibérica, impartida por Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares.

Participan como profesores, Félix Ríos, de la Sociedad Gaditana de Historia Natural; Leonor Peña, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Juan Manuel Jiménez y Jesús Miguel Úbeda-Portugués, de la Universidad de Granada; Iñigo Olalde e Iñaki Intxaurbe, de la Universidad del País Vasco; Antonio Delgado, investigador del CSIC-IACT de Granada; José Yravedra, de la Universidad Complutense de Madrid; Javier Baena, Nuria Castañeda, Patricia Ríos y Concepción Torres, de la Universidad Autónoma de Madrid; Sandra Bañuls, de la Universidad de Valencia; Robert Sala, del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, Universidad Rovira i Virgili; Pablo Garrido, de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía; José Antonio Riquelme y Antonio Jesús Torres, de la Universidad de Córdoba; Francisco José Bermúdez, investigador en la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana; Francisco Javier Fernández de la Peña, de Dibujantes de Arqueología; Manuel Jesús Torres Soria y Antonio López Rodríguez, investigadores de Paleomágina; Mª Soledad Maíz, de Fíbula. Didáctica del Patrimonio; José Ramos Muñoz y Manuel Jesús Parodi, de la Universidad de Cádiz, y Juan Antonio Pérez Claros, de la Universidad de Málaga.

20 de marzo de 2023

Descubren la posible ubicación de Madinat Al Zahira, la ciudad perdida de Almanzor

Anomalías del terreno en detalle
 detectadas con tecnología Lidar
y donde se propone la ubicación de Al Zahira.
El profesor de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso Checa halla grandes estructuras en un paraje de piedemonte entre Alcolea y Villafranca de Córdoba con rasgos muy similares a los de Madinat Al Zahara

El profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Antonio Monterroso Checa, ha comunicado a título personal en fechas recientes a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía el que puede ser uno de los grandes hallazgos arqueológicos de la Península Ibérica de los últimos años: la más que probable ubicación de Madinat Al Zahira, la ciudad perdida de Almanzor.

La búsqueda de esta antigua ciudad es uno de los grandes retos arqueológicos en Córdoba desde el siglo XVIII. Se sabe que existió pero hasta ahora no ha sido encontrado resto alguno de un lugar que se construyó para intentar competir con otra de las grandes joyas de la Córdoba omeya: la ciudad palatina de Madinat Al Zahara, que sí que está localizada, excavada y que hasta que se puede visitar.

Hasta ahora, si en algo coincidían todas las fuentes escritas de la época era que Madinat Al Zahira estaba en la zona este de la antigua Qurtuba, justo en el extremo opuesto a Madinat Al Zahara. Su construcción y su función fue la misma: una ciudad fortaleza y palacio para custodiar y ensalzar la figura de Almanzor. Por eso, su más que probable hallazgo guarda, en cuanto a su ubicación, bastantes similitudes con la Madinat Al Zahara ya conocida.

El arqueólogo cordobés Antonio Monterroso Checa es uno de los pioneros en España en el uso de las últimas tecnologías para buscar, encontrar e investigar importantes yacimientos arqueológicos sin la necesidad de excavar el terreno. Gracias al georradar, al uso de la tecnología Lidar-Pnoa y a la generación de modelos digitales del terreno, ha sido capaz de localizar un anfiteatro en Torreparedones o buena parte de la extensión de la antigua ciudad romana de Mellaria. Ahora, ha logrado identificar los restos de varias estructuras de gran tamaño que, según su conclusión, no puede ser otra cosa de Madinat Al Zahira.
Nuevas tecnologías

Monterroso, como responsable de los investigadores de la Unidad Patricia de la UCO, depositó igualmente en 2020 en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía un atlas con más de 200 yacimientos situados en el norte de Córdoba, que este equipo de la UCO en su conjunto ha localizado gracias a estas tecnologías no invasivas en los últimos siete años. Ahora, “y en cumplimiento de la legislación vigente”, ha comunicado otro que se localiza en una zona de piedemonte de Sierra Morena entre los términos municipales de Córdoba (en las inmediaciones de Alcolea) y Villafranca de Córdoba. Por prudencia, este periódico va a obviar el lugar exacto.

El lugar, de difícil acceso, es una zona de sierra y dehesa donde “a simple vista” no se observan restos arqueológicos. Monterroso ha repasado toda la colección de ortofotografías y fotogrametrías disponibles tanto en el Instituto Geológico Nacional (IGN) como en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) de los últimos 75 años. En ninguna se aprecia “nada a simple vista”.

Sin embargo, todo es distinto cuando la zona “se analiza desde las nubes de puntos LiDAR-PNOA”. En tres cerros conformados como cabezos sí que se aprecian “anomalías que muy difícilmente pueden dejar de tener un origen arqueológico”. La zona no ha sido urbanizada ni se ha usado para otra cosa en los últimos años que no tenga que ver con una actividad ganadera o cinegética.

El hallazgo al detalle permite observar “perfectamente” la disposición de estructuras de planta cuadrangular o rectangular. Es decir, edificaciones.

Según la interpretación del profesor Monterroso, “un yacimiento dividido en tres cabezos con 640 metros de longitud mínima y 932 metros de máxima, y con una anchura aproximada de 420 metros, solo puede identificarse como una ciudad”. De hecho, en las imágenes se llegan a identificar tramos como lienzos de murallas. Para apoyar su interpretación, Monterroso sostiene que “la disposición de las estructuras” que se ven a través del Lidar “se asemeja, claramente, a algunas zonas laterales en pendiente de Madinat Al Zahara” y de otro yacimiento más, situado cerca de Villarrubia, del que también se dio parte a Cultura hace dos años y que fue publicado por su descubridor, Christian Pérez, alumno de la UCO entonces, en la revista Antiquitas.

“En Madinat Al Zahara, el sensor Lidar del IGN permite conocer zonas que se asemejan urbanística y estructuralmente a la aquí propuesta con estructuras rectangulares salvando la ladera”, describe. Aunque su extensión es algo más pequeña que la zona descrita por Monterroso, el profesor afirma que “Al Zahira, la gran ciudad de Almanzor, debe ser una de las dos, o la de Villarrubia o la de Alcolea, preferentemente esta por ser mayor y estar donde tiene que estar”. Ambos, señala, imitan a Madinat Al Zahara “utilizando igualmente el río, su vega, su urbanística y la preeminencia visual de las estribaciones de la sierra”.

El consenso de los investigadores sitúa Al Zahira al este de Córdoba en función de las fuentes literarias. Antonio Arjona en su búsqueda, aludía a varias claves: estaba al este, se llegaba tras varios puentes y estaba en relación con el Guadalmellato y el camino a Toledo. Y allí precisamente está.

En el primer lugar descrito, Monterroso se inclina por ubicar Al Zahira, ya que en sus inmediaciones se ha documentado el hallazgo de un yamur de bronce. Para el segundo espacio se inclina por “pensar en almunias o palacios de otros personajes”, como “la otra ciudad mandada construir por Abd al Malik al-Muzaffar, llamada al-Hayibiyya, relacionada con al-Amiriyya por el poeta Ibn Suhayd”. “La identificación de esta segunda con la almunia de Al Rummanylla hace pensar que esta ciudad sea precisamente la del hijo de Almanzor”, concluye.

El mito de Al Zahira
Madinat Al Zahira significa “la ciudad resplandeciente” y fue construida en apenas ocho años, a finales del siglo X, por orden de Almanzor. Este dirigente, uno de los más poderosos de la historia de Al Andalus, abandonó Madinat Al Zahara para construirse su propia ciudad palatina, a imagen y semejanza de la primera. Todas las fuentes literarias han coincidido en que lo hizo al este de Qurtuba, en el otro extremo de la ciudad.

El esplendor de la “ciudad resplandeciente” apenas duró una generación más. Almanzor fue sucedido por sus hijos, bajo cuyo gobierno se desató una guerra civil que provocó la decadencia del Califato de Córdoba. Sobre el año 1009 la ciudad fue asaltada y saqueada por el pueblo de Córdoba. La destrucción fue de tal nivel que apenas quedó piedra sobre piedra. Tanto, que no ha sido hasta ahora cuando se han encontrado importantes evidencias estructurales en esta zona de la ciudad sobre lo que pudo ser y donde debió estar Al Zahira.

13 de noviembre de 2023

Un equipo cordobés dirige la reconstrucción de un coloso faraónico en Egipto

Se trata de una operación sin precedentes coordinada por la egiptóloga Marina Esteve, bajo un proyecto de la Universidad de Córdoba ejecutado en Karnak, el conjunto de templos más importante de la Antigüedad
Detalle de los pies del coloso con jeroglíficos

Karnak es un formidable complejo religioso situado a 500 kilómetros al sur de El Cairo sobre la ribera occidental del Nilo. Por su espectacular grandeza y sus nada menos que treinta hectáreas de extensión, es considerado el conjunto de templos más relevante del planeta. De hecho, después de las Pirámides de Giza, es el enclave monumental más visitado de Egipto. Hasta 30 faraones ordenaron construir aquí sus imponentes representaciones icónicas, entre ellos Hatshepsut, Akhenaton, Tutankhamon y los gobernantes Ramésidas.

Amenhotep III es uno de los faraones más influyentes de la Dinastía XVIII, considerada como la época de mayor esplendor del Antiguo Egipto. Reinó durante 38 años y en su largo periodo de gobierno mandó edificar tumbas y templos de enorme magnificencia. Una colosal estatua de Amenhotep III de 25 metros de altura ocupa un lugar central del soberbio recinto religioso, aunque se encuentra gravemente dañada.

Su reconstrucción ha sido encargada a un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO), en uno de los proyectos más ambiciosos y trascendentales de cuantos ha afrontado la institución académica en su historia científica. De hecho, expertos del grupo de investigación Oriens ya llevan trabajando desde enero de 2022, hasta ahora en una absoluta discreción. “Es la mayor reconstrucción y restauración que se haya producido en Egipto”, indican fuentes de Oriens.

El equipo está dirigido por la egiptóloga Marina Esteve, mientras que Isabel Plumed trabaja en labores de codirección. El arqueólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, Pedro Marfil, es el director científico. El grupo técnico, además, incluye a un arquitecto, un ingeniero, una epigrafista, un documentalista, un geólogo, una fotógrafa, otras dos egiptólogas y un equipo especialista en restauración y reconstrucción.

El lugar que ocupa Karnak en la historia de la Antigüedad es inconmensurable. El conjunto arqueológico agrupa cultos de las primeras manifestaciones rituales hasta la desaparición del Antiguo Egipto. Y registra nada menos que 1.500 años de construcciones, ampliaciones, reformas, usurpaciones y destrucciones del extraordinario conjunto arqueológico.

El coloso de Amenhotep III estaba situado originalmente frente al décimo pilono del templo de Amón-Ra en el complejo de Karnak. El pilono es la fachada con forma de pirámide truncada que flanquea la entrada principal de los templos del Antiguo Egipto. Toda esta zona ha sido puesta en valor tras la apertura de la Avenida de las Esfinges, que une Luxor con Karnak, lo que proporcionará a la monumental estatua de Amenhotep III una mayor visibilidad y situación estratégica.

El coloso conserva la base y los pies, pero requiere un laborioso trabajo de reorganización de otros bloques que se encuentran diseminados por la zona. En septiembre pasado, se ejecutó la primera parte de la campaña, que permitió registrar el triple de bloques de los previstos. En ese primer rastreo, se localizaron nuevas partes de la estatua, singularmente del ombligo, el hombro y las piernas, así como fragmentos del faldellín. En esa fase inicial, se realizaron trabajos de documentación fotográfica, fotogrametría, desbrozado y acondicionamiento de la base y reorganización de las piezas. Karnak es un inabarcable rompecabezas y los arqueólogos afrontan el intrincado desafío de codificar los fragmentos.

La egiptóloga Marina Esteve y directora del proyecto tiene un acreditado expediente científico. Ha trabajado durante más de diez años en Luxor y ha comisariado relevantes exposiciones, como la organizada por el CSIC sobre Tutankhamon. Es historiadora del arte especializada en gestión del patrimonio y su tesis doctoral está centrada en Karnak. Ha investigado en las universidades de Estrasburgo y Luxor y cuenta con una reseñable trayectoria de participación en congresos internacionales y publicaciones especializadas. Experta en antropología física, es perito judicial en arqueología forense enfocada en la momificación egipcia y la autentificación de piezas del Antiguo Egipto. Actualmente, se encuentra trabajando sobre el terreno y preparando la nueva fase del proyecto de excavación. La codirectora, Isabel Plumed, es especialista en egiptología y máster en conservación y restauración. Ha trabajado en el complejo funerario de Abydos y en Luxor. Posee una amplia experiencia en dibujo arqueológico y reconstrucción de piezas incompletas.

Por su parte, Pedro Marfil es profesor de la UCO y fue durante más de diez años arqueólogo principal en la Mezquita de Córdoba. También ha dirigido diversos trabajos prospectivos en el yacimiento de Cercadilla, la Capilla de San Bartolomé o los Baños Califales de Córdoba. Posee un centenar de publicaciones, entre artículos y libros, y ha realizado estancias científicas en las universidades de Sevilla, Padova y el Instituto Cervantes de Fez.

También conocido como Amenofis III, el faraón cuya estatua está siendo reconstruida por la UCO gobernó desde el año 1407 antes de nuestra era hasta el 1376. Fue el noveno faraón de la dinastía XVIII del Antiguo Egipto y sucedió a su padre, Thutmose IV. Los especialistas sostienen que fue coronado entre los seis y los doce años mientras su madre, la reina Mutemuia, dirigió un consejo de regencia. Su momia fue encontrada en el interior de la de su abuelo, Amenhotep II, después de que los sacerdotes de la Dinastía XX tuvieran que trasladarla para protegerla de los continuos saqueos perpetrados por desvalijadores en el Valle de los Reyes.

El Ministerio de Antigüedades de Egipto tiene previsto presentar públicamente el proyecto para exhibirlo a todos los medios internacionales dada su relevancia. “Es una obra digna de faraones”, aseguran las fuentes consultadas.

14 de abril de 2016

Expertos debaten en la Universidad de Córdoba sobre la transmisión del conocimiento en Arqueología

“El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica”, ha explicado el catedrático Desiderio Vaquerizo
Momento de una de las sesiones impartidas en el Congreso. FOTO: SÁNCHEZ / DIARIO CÓRDOBA. 
La Facultad de Filosofía y Letras clausura hoy el Congreso Internacional Rescate, que, promovido por la Universidad de Córdoba y el grupo de investigación Sísifo, congrega en Córdoba y Puente Genil a un centenar de expertos mundiales en patrimonio, que tratarán de evaluar las vías más efectivas para transmitir a la sociedad el conocimiento a través de la recuperación de objetos del pasado, así como hacer de la arqueología un motor de desarrollo económico.

"El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica", explicó ayer el catedrático Desiderio Vaquerizo, responsable de Sísifo y del proyecto de cultura científica Arqueología Somos Todos. "Hasta ahora no hemos sabido hacer partícipe a la sociedad de que la arqueología es el contenedor del patrimonio común", señaló el experto. Por su parte, el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, valoró "la labor realizada por la Facultad de Filosofía y Letras y sus grupos de investigación", mientras que Eulalio Fernández, decano de Filosofía y Letras, hizo hincapié en que "la transmisión del conocimiento requiere nivel de compromiso, y en ese compromiso ha estado siempre la Universidad de Córdoba".

La conferencia inaugural fue pronunciada el pasado lunes por Stephen Clews, conservador de los Baños de Romanos de Bath (Reino Unido), que habló de la arqueología pública en ese país, "donde nos llevan años de ventaja en la gestión del patrimonio", según señaló Ana Ruiz Osuna, miembro del grupo Sísifo.

La primera sesión versó sobre Arqueología y profesión y estuvo centrada, a través de tres ponencias, en la profesión del arqueólogo en la actualidad debido a la crisis económica, estudiándose qué actuaciones están llevando a cabo los profesionales de la arqueología, que se enfoca a la diversificación (restauración, divulgación, formación, turismo arqueológico, etcétera). 

La segunda sesión de la jornada tuvo como eje un bloque de comunicaciones de jóvenes arqueólogos, que han expuesto los trabajos que se están haciendo fuera de Córdoba. Por la tarde, los participantes visitaron la villa romana de Fuente Álamo, en Puente Genil, un "ejemplo de gestión del patrimonio arqueológico en la provincia", continuó Ruiz. Hoy, las ponencias se dividen entre las dos sedes del congreso y se abordarán temas como la divulgación científica y las estrategias turísticas en torno a la arqueología, entre otros temas.
(Fuente: Diario Cördoba)

23 de septiembre de 2020

Las excavaciones en Ategua sacan a la luz las termas y una panadería

Los materiales encontrados en estos dos establecimientos indican que fueron abandonados hacia finales del siglo I o comienzos del siglo II d.C. La intervención en la ciudad romana de Ategua, está financiada con 375.000 euros por la Junta de Andalucía, abarcará cinco años y la llevará a cabo la Universidad de Córdoba

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha visitado el enclave arqueológico de Ategua, en Córdoba, para conocer las conclusiones de las últimas actuaciones realizadas en el yacimiento, en concreto la prospección geofísica y las excavaciones en el conjunto termal, las primeras que se realizan en el yacimiento desde 2004.

Patricia del Pozo ha destacado que «estas intervenciones han permitido constatar la enorme riqueza arqueológica del sitio, dado que se ha podido identificar la trama urbana en época romana, al tiempo que se ha sacado a la luz una de las dependencias de las termas, posiblemente la entrada, y una panadería de la que se conserva el apoyo para el molino, la mesa de trabajo y el horno».

TRAMA URBANA
Así, la prospección geofísica del enclave ha permitido identificar la trama urbana del sitio en época romana, compuesta por 76 calles, la mayor parte de ellas en dirección Norte-Sur y Este-Oeste, agrupadas en 59 manzanas urbanísticas, donde predominan las viviendas particulares, pero también edificios que necesitarían ser excavados para precisar su interpretación y su cronología.

Con estos resultados, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico promovió la excavación en un espacio interpretado como unas termas donde se había actuado desde comienzos los años ochenta. La prospección documentó una serie de estructuras que podrían pertenecer a un conjunto termal ubicado en las calles más importantes de la ciudad romana: el cardo y el decumano máximo.

TERMAS Y PANADERIA
La excavación ha conseguido completar una de las habitaciones de las termas, probablemente la entrada que estaba embellecida por un muro decorado con columnas adosadas, de piedra estucada, de la que se conservan las bases y parte de su arranque. Este recinto daría acceso, por un lado, al vestuario (apodyterium) y, por otro, a la primera sala de baños, la de agua fría (frigidarium).

El corte abierto ha ratificado también la existencia en las inmediaciones de una panadería, de la que se conserva perfectamente el apoyo para el molino, para la mesa de trabajo y el horno, así como los muros de la fachada sur, donde estaba la puerta de acceso, y oeste, donde se ha constatado la presencia de una ventana. También se ha localizado otro establecimiento, pendiente de determinar su uso.

Los materiales encontrados en estos dos establecimientos indican que fueron abandonados hacia finales del siglo I o comienzos del siglo II d.C. Tras esta salida, esta zona nunca más volvió a ser utilizada como espacio urbano, si bien una de las habitaciones del conjunto termal pudo ser usada, de forma precaria, como corral. Por último, el corte realizado en la zona en la que la prospección indicaba la ausencia de estructuras confirmaría este espacio como el foro de la ciudad romana.

ARQUEÓLOGOS Y ESPECIALISTAS
Estas actuaciones han contado con la participación no solo de arqueólogos de acreditada experiencia en excavaciones sino, además, de especialistas en campos específicos de la arqueología: decoración arquitectónica, materiales cerámicos medievales y romanos, fauna, semillas, pólenes, monedas…Así, han participado investigadores adscritos a las universidades de Córdoba, Jaén, la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid y el Instituto Geológico y Minero Español.

«A la vista de los resultados, vamos a continuar con las excavaciones y estamos trabajando para dotar al enclave de un programa habitual de visitas guiadas», ha indicado la consejera Patricia del Pozo, quien ha estado acompañada por la secretaria general de Patrimonio Cultural, Macarena O’Neill, y la delegada territorial de Fomento, Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva.

En esta línea, la Consejería de Cultura va a actuar de manera inminente con un proyecto de investigación alrededor de un edificio de planta semicircular, muy llamativo a la luz de los resultados de la prospección geofísica, que podría tratarse de un espacio de uso público para espectáculos. La intervención, financiada con 375.000 euros por la Junta de Andalucía, abarca cinco años y la llevará a cabo la Universidad de Córdoba.

26 de junio de 2011

Las excavaciones en Cap de Forma (Menorca) descubren una cisterna talayótica

Un equipo de ocho estudiantes de arqueología de la Universidad de Sassari y tres doctorandos, uno de ellos de la Universidad de Córdoba, ha excavado en el yacimiento durante tres semanas
El asentamiento costero de Cap de Forma presenta dos estructuras de hábitat, de forma rectangular, adosadas a un muro ciclópeo y orientadas de norte a sur, que fueron ocupadas por hombres y mujeres de la cultura talayótica que vivieron en la Isla hace 3.300 años. Las excavaciones realizadas en esta campaña han permitido constatar que la habitación oeste tenía unas dimensiones de 6 por 3,5 metros. Tanto esta habitación como la que está adosada a su lado este -que todavía no está completamente excavada- tienen su propia zona de combustión, ubicada cerca de la muralla. Las excavaciones han permitido recuperar restos de cerámica pertenecientes a las vasijas que los moradores utilizaban en la vida diaria, así como dos ‘molons’ o molinos de mano para moler los cereales. Además, han aparecido huesos de animales que formaron parte de su dieta alimenticia, entre ellos cabras, ovejas y cerdos.
La estructura militar o fortín de 1700, a la izquierda, se construyó sobre una habitación
prehistórica.  A la derecha, estudiantes universitarios de arqueología - Toni Segu
Las excavaciones han aclarado que el supuesto pozo ubicado en la habitación este es, en realidad, una cisterna que ocupa una superficie de cuatro metros cuadrados y que posiblemente fue utilizada de forma compartida por los habitantes de ambas viviendas. En las proximidades de la cisterna, que aún no ha sido excavada, ha aparecido un vaso de cerámica de pequeñas dimensiones, lo que induce a pensar que fue utilizado en ceremonias rituales, además de otros dos ejemplares de tamaño normal.
La catedrática Anna de Palmas y la arqueóloga Giovanna Fundoni, que realiza el doctorado de esta disciplina científica, señalan que posiblemente la cala de Canutells era el puerto natural de este asentamiento costero, que se levanta en un cabo fortificado con una muralla caracterizada por su gran anchura. Hace más de 2.000 años este enclave era perfecto para controlar la rutas marítimas de la costa sur de la Isla, puesto que incluso se divisa la costa de Mallorca cuando la visibilidad es elevada.
La actual campaña también ha permitido realizar trabajos de investigación en el fortín o estructura militar situada al oeste de las dos habitaciones. La construcción data de alrededor de 1.700 de nuestra era, aunque se desconoce con exactitud si fue construido por los españoles y reutilizado por los británicos o construido directamente por éstos sobre una habitación similar a las dos anteriores de época talayótica. También está documentado con testimonios orales que el fortín fue utilizado durante la Guerra Civil de 1936-1939. Durante la campaña de noviembre de 2010, financiada por el Consell insular, se excavó este recinto y en su ángulo noreste se descubrió un hogar o fogón de reducidas dimensiones, en el que seguramente se utilizaban brasas en vez de fuego. También aparecieron restos de mortero en una de sus paredes, por lo que cabe suponer que el interior del edificio estaba enlucido, así como restos de vasijas de cerámicas, que están en fase de estudio, y de platos de estilo inglés que se fragmentaron con el derrumbe del tejado del edificio. Este año se ha averiguado que el pavimento del fortín estaba formado por tierra apisonada.
La habitación oeste de época talayótica, adosada al fortín, estaba cubierta por un estrato formado por grandes piedras y tierra, puesto que en torno el año 1.700 los militares rellenaron el desnivel existente en la zona. Las excavaciones han sacado a la luz cerámicas y tejas fragmentadas y botones de uniformes militares.
La excavaciones han sido realizadas por un equipo formado por ocho estudiantes de arqueología de la Universidad de Sassari y tres doctorandos, dos de la Facultad de Letras de la citada universidad italiana y una de la Universidad de Córdoba. La campaña ha sido financiada por la Fundación Banco di Sardegna.
(Fuente: Menorca.info)

5 de febrero de 2014

La Universidad de Jaén comienza su sexta campaña arqueológica en Asuán (Egipto)

La Universidad de Jaén va a iniciar su sexta campaña arqueológica del Proyecto Qubbet el-Hawa en Asuán (Egipto), que se va a desarrollar del 15 de febrero al 22 de marzo con la participación de un total de 22 investigadores de la propia UJA, la Universidad de Granada y la Universidad de Córdoba.
El profesor Alejandro Jiménez con parte del equipo de la UJA en la campaña de 2013. Foto: Universidad de Jaén.
El director del proyecto y profesor del Área de Historia Antigua de la institución jiennense, el doctor Alejandro Jiménez Serrano, ha explicado este martes en una nota que tras la excavación del exterior del gran complejo funerario de la QH33 (2008-2012) y la finalización de los trabajos arqueológicos en la monumental capilla (2009-2013), las investigaciones multidisciplinares se centrarán en los enterramientos de finales de la Dinastía XII.

Los objetivos prioritarios serán la excavación del pozo principal (pozo norte), que obligará a salvar grandes dificultades técnicas debido a su profundidad, con más de diez metros. Éste, tal y como se pudo comprobar en la pasada campaña, sigue parcialmente colmatado. "La excavación de este pozo dará acceso a las cámaras funerarias donde originalmente fueron enterrados los miembros de la familia gobernante de Elefantina a finales de la XII Dinastía. Será la primera vez que se documente el área principal de enterramiento de un pozo principal del Reino Medio en la necrópolis de Qubbet el-Hawa", concreta Jiménez.

El director de las excavaciones ha adelantado, además, que a partir de las evidencias detectadas durante la pasada campaña, "es más que probable que los sepulcros originales hayan sido violados poco después de su sellado". Sin embargo, ha añadido que el hecho de que el pozo siga colmatado podría explicarse como el resultado de una reutilización en una época posterior.


Paralelamente, se analizarán y documentarán con mayor profundidad los cuerpos (todavía in situ) de la cámara C19, cámara intacta abierta en 2013 en donde se espera encontrar alguna evidencia del nombre del difunto, así como de la cámara C23, cámara oeste del pozo sur denominada Heqaib. "En este último caso, se tratará de confirmar que se trata de Heqaib III, uno de los gobernadores que rigió los destinos de Elefantina durante el reinado de Amenemhat III (1818-1773 a. C.)", ha afirmado.

CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN
De otro lado, los trabajos de conservación y restauración se centrarán principalmente en la cámara intacta descubierta en 2008 (C18) y en la que se han individualizado al menos tres enterramientos posteriores: dos de comienzos de la XVIII Dinastía y uno del Tercer Periodo Intermedio.

Las tareas serán muy complejas, ya que los ataúdes fueron afectados por los xilófagos durante la antigüedad. "Si se consigue finalizar durante la presente campaña la consolidación de los ataúdes y el ajuar funerario, se continuará la excavación del estrato de arena que aún queda debajo con la esperanza de conocer la finalidad original de esta cámara, un enterramiento de otro miembro de la familia gobernante de Elefantina a finales de la XII Dinastía o una cámara del ajuar de la persona enterrada en la vecina cámara", ha comentado Jiménez, que espera confirmar en esta campaña la identidad del propietario del complejo funerario de la QH33, aunque todos los indicios apuntan a un nombre: el gobernador Ameny-Seneb.

10 de septiembre de 2022

Campaña arqueológica para recuperar la ciudad romana de Mellaria, en Fuente Obejuna (Córdoba)

Restos de la antigua Mellaria, en el término de Fuente Obejuna. / EL DÍA

La localidad de Fuente Obejuna iniciará el próximo 19 de septiembre una excavación arqueológica llamada a ser el antes y el después definitivo para el conocimiento y la recuperación de la antigua ciudad romana de Mellaria. La alcaldesa, Silvia Mellado (PSOE), quien ha presentado este viernes estos trabajos junto al arqueólogo director, Antonio Monterroso, ha destacado que el municipio se encuentra "totalmente ilusionado" ante esta oportunidad, que llega al fin tras un complicado proceso burocrático y después de que el Ayuntamiento adquiriera el terreno en marzo de 2021 tras una inversión de 340.000 euros financiera con remanente municipal.

El equipo liderado por el profesor del Departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso trabajará sobre el terreno durante un plazo aproximado de dos meses, para lo que contará con operarios y personal auxiliar del Ayuntamiento mellariense. La alcaldesa ha subrayado que al fin se han superado "todas las dificultades" para recuperar la antigua ciudad romana, para lo que cuentan con el pertinente permiso de explotación concedido por la Junta de Andalucía, a la que ha solicitado que "se comprometa con más financiación".

El proyecto lleva años gestándose. En 2014, la Universidad de Córdoba, con el apoyo del Grupo de Desarrollo Rural, empezó una labor de reconocimiento que ha durado seis años. “Lo normal, en casi todos los sitios, es comprar el yacimiento y luego ver qué hay. En Fuente Obejuna se ha hecho, de modo casi pionero en la provincia de Córdoba, viendo primero qué hay, qué potencial tiene y luego comprando. No se ha querido exponer a la eventualidad, o la dichosa fortuna, ni un solo euro de los melarienses. Y mucho menos nada de la memoria de su gentilicio”, ha explicado Silvia Mellado.

La parcela, denominada finca Masatrigo, cuenta con 23 hectáreas de terreno. ¿Qué se conoce por ahora? La existencia de la ciudad romana de Mellaria, germen de Fuente Obejuna, está testimoniada desde antes del año 75 después de Cristo. Plinio el Viejo, el gran enciclopedista romano que murió en la erupción del Vesubio en Pompeya, dejó escrito en su Historia Natural la existencia de esta ciudad de “no menor nobleza”. No es, por tanto, algo nuevo, ni reciente, ni sujeto a interpretación. Más de 2.000 años soportan ya ese nombre, tan fecundo para los mellarienses. Un periodo de abandono y olvido cubrió la memoria de la ciudad desde el final de época romana hasta los estudios de los eruditos posteriores al Renacimiento.

Fue después la tradición literaria del siglo XIX e inicios del XX la que empezó a retomar y rebuscar el nombre Mellaria, pero no su sitio, confundiéndose con el de Fuente Obejuna. Solo desde la segunda mitad del siglo XX algunos arqueólogos españoles y extranjeros de primer nivel empezaron a relacionar Mellaria con el cerro del Masatrigo. Hallazgos casuales, sobre todo fruto de labores de labranza, apoyaron esta identificación en forma de inscripciones, esculturas y tramos de acueducto recuperados en la Loma del Tinto, Masatrigo o el Chozo Regado.

El estudio definitivo ha incluido tres vuelos fotogramétricos con avioneta en sucesivos años (2014, 2015 y 2016) cubriendo más de 1.500 hectáreas, desde el Masatrigo hasta el pie del cerro del Castaño, cuyo coste asciende a más de 20.000 euros. También se ha hecho una prospección satélite, con satélite espía italo-estadounidense, de 49 kilómetros cuadrados, con un coste de 6.000 euros, desde Mellaria al límite administrativo con Pueblonuevo. Y tres vuelos con dron y sensor espectral infrarrojo de 300 hectáreas en la zona del entorno del Masatrigo con un coste de unos 14.000 euros. Por último, una prospección geofísica con sensores geomagnéticos y geoeléctricos de dos hectáreas en el entorno del cerro con un coste de 5000 euros.

Estas labores aéreas y terrestres de prospección certifican la existencia de una ciudad romana de más de 23 hectáreas de extensión entre su interior y extrarradio. De mayor altura a menor altura, en primer lugar, las imágenes encargadas por satélites ayudaron a delimitar la extensión de la ciudad y su entorno natural. En segundo lugar, los sensores montados en avioneta confirmaron los límites aproximados de la ciudad y sirvieron para conocer sus vías de comunicación.

Posteriormente, los sensores montados en dron sirvieron para saber la orientación de, al menos, cuatro calles y conocer la existencia de los edificios que se sitúan entre ellas. Por último, la prospección geofísica sirvió para asegurar la existencia de todo lo anterior bajo tierra y calibrar la profundidad a la que los restos están enterrados. No hay duda, por tanto, de la existencia de una ciudad romana completa en el entorno del Cerro del Masatrigo.

Mellaria tuvo un foro, compuesto de una plaza, un templo, una basílica judicial y una curia o ayuntamiento además de otros posibles edificios públicos administrativos, como la cárcel, el archivo o el erario, contó con edificios de espectáculo, al menos teatro y anfiteatro, calles, plazas, colegios, tiendas, empresas y vecinos. Todo ese tejido urbano se ha documentado en los llanos que rodean el cerro del Masatrigo. También muralla, que igualmente hemos podido documentar al menos en el litoral tocante con el embalse de San Pedro. Dos torres de la muralla se han documentado, igualmente, en el terreno objeto de compra.ç

En un momento determinado de su vida, hacia el año 74 después de Cristo, Mellaria pasó a llamarse Municipium Flavium Mellariensium lo que comporta en realidad un estatuto jurídico concreto. Quiere decir que fue una suerte de capital comarcal. Sede de la administración y de los tributos. Al igual que hoy, una capital de provincia o de partido judicial tiene edificios administrativos de la ciudad y de la comarca, el estatuto jurídico de Mellaria confirma que también los tuvo.

9 de agosto de 2016

Dos sondeos desvelan nuevos secretos en las termas romanas de Torreparedones

Los alumnos de la Universidad de Córdoba encuentran un capitel corintio con estuco de una columna de tres metros de altura y parte del pavimento con opus tesellatum. También ha salido un doble tabique radiante en la zona del apodyterium y estratos de época medieval y bajo imperial romana.
Equipo de excavación trabajando en las termas. FOTO: ENRIQUE GARCÉS
El curso práctico de arqueología desarrollado en el yacimiento de Torreparedones bajo la dirección académica de los profesores de la Universidad de Córdoba (UCO) Ángel Ventura y Ricardo Córdoba ha concluido este fin de semana tras la realización de dos sondeos en las termas romanas orientales del yacimiento. El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explicó ayer que los trabajos concretos han consistido en la apertura de sendos sondeos en el interior de la sala caliente de las termas (caldarium) y en la esquina Noreste de la sala fría (frigidarium). Los resultados han sido "muy interesantes" para el conocimiento del edificio, que está aún en fase de excavación bajo la dirección del propio arqueólogo municipal.

PAVIMENTO DE OPUS TESSELLATUM
En el sondeo de la sala fría se han reconocido diversos estratos de colmatación de época medieval y bajo imperial romana. Morena destacó el hallazgo de un capitel de orden corintio con restos del revestimiento de estuco que debió pertenecer a una columna de unos tres metros de altura, probablemente perteneciente al peristilo de la palestra que estaría localizada al Norte. También se ha documentado parte del pavimento de opus tessellatum, ya documentado con anterioridad en la parte más occidental de la sala.

En el caldarium se ha tenido constancia del saqueo del suelo derrumbado dentro del hipocauso. En la pared Norte se confirmó la amortización del banco corrido y de las taquillas para instalar un doble tabique radiante de calor. El pavimento con hexágonos y triángulos fue saqueado entre mediados del siglo II y comienzos del siglo III después de Cristo como consecuencia del expolio de la lámina de plomo aislante.

Los alumnos han completado su formación cribando la tierra, lavando el material arqueológico, haciendo flotación de semillas y acudiendo por las tardes a cuatro conferencias impartidas en el Museo Histórico Municipal por José Antonio Morena, Ángel Ventura, Carlos Márquez y Ricardo Córdoba sobre diferentes aspectos del parque arqueológico de Torreparedones.

CONTROL RIGUROSO
Como explicó el arqueólogo municipal, son muchas y muy diversas las facetas que rodean la excavación de un yacimiento arqueológico, desde la situación de los sondeos, la toma de cotas para conocer la altimetría de los restos, la fotografía o el dibujo de planta de estratos. Según Morena, siempre se debe llevar un "riguroso control" del listado de las unidades estratigráficas y de las bolsas con el material que va apareciendo, con la anotación de las referencias oportunas: número del sondeo o corte, de unidad y bolsa y la fecha correspondiente.

(Fuente: El Día de Córdoba)

7 de octubre de 2024

Comienza la cuarta campaña de excavaciones en el anfiteatro de Ategua (Córdoba)

Según informa la Junta de Andalucía, con esta nueva excavación se persigue ampliar el recorrido de la fachada por su lado suroeste, descubrir la posible existencia de otras puertas, además de las dos ya conocidas, y documentar la calle que delimita esa fachada por el sur.


Estructuras arqueológicas en las termas y la panadería de la ciudad romana de Ategua.JUNTA DE ANDALUCÍA

Según informa la Junta en una nota de prensa, con esta nueva excavación se persigue, asimismo, ampliar el recorrido de la fachada por su lado suroeste, descubrir la posible existencia de otras puertas, además de las dos ya conocidas, y documentar la calle que delimita esa fachada por el sur.

La intervención, que se extenderá hasta noviembre, también se centrará en sacar a la luz parte del muro de podio en su lado sur. Este paramento, el que delimita la arena del edificio, que es donde se celebraban los combates de gladiadores, ya ha sido documentado en su lado oriental. En ese lado, su altura, estimada en 3 metros, se mantiene casi intacta en alguno de sus tramos.

Los trabajos arqueológicos han sido encargados de nuevo a la Universidad de Córdoba, concretamente al Área de Arqueología y al Grupo PAI HUM 882 Antiguas ciudades de Andalucía: de la investigación arqueológica a la rentabilización social, una intervención incluida en el Plan General de Investigación aprobado por la Dirección General de Patrimonio Histórico y que cuenta con un presupuesto en la presente anualidad de 75.000 euros.

Intervenciones anteriores

En el año 2018, la Consejería de Cultura encargó una prospección geofísica sobre el yacimiento de Ategua que dio como resultado la identificación de la ciudad romana y de un edificio de espectáculos: el anfiteatro, considerado el segundo de su tipología en la ciudad de Córdoba.

Aunque su estado de conservación era muy bueno, desde el año 2020 lidera la investigación de esta construcción a través de un plan general de investigación denominado Análisis Urbanístico del Yacimiento de Ategua: Investigación Arqueológica en el Edificio 1 - Sector Se.

Durante las tres campañas de excavaciones previas, realizadas entre 2020 y 2023, se determinaron las dimensiones del edificio, que consta de 50 metros de eje mayor por 45 metros de eje menor, con una arena de 30 metros de eje mayor por 26 metros de eje menor. Estas medidas permiten afirmar que, a día de hoy, el anfiteatro de Ategua es el más pequeño de toda Hispania.

También fueron identificadas sus dos puertas principales: la porta triumphalis, situada al norte, y la porta libitinaria, al sur. Y se concluyó que su construcción se desarrolló durante el primer tercio del siglo I. Se ha constatado, además, el abandono de su uso en el siglo II y que durante los siglos III a V sirvió para levantar otras construcciones de tipo completamente distinto: agrícola, ganadero, etcétera.

El Grupo PAI HUM 882 Antiguas ciudades de Andalucía: de la investigación arqueológica a la rentabilización social, perteneciente al área de Arqueología de la universidad de Córdoba, está encargado de la ejecución de las prospecciones desde la primera campaña.

El conjunto de Ategua fue declarado Monumento Nacional en el año 1982 y Bien de Interés Cultural como Zona Arqueológica, ya en 2004, y que forma parte de la red de enclaves culturales de la Junta de Andalucía.