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22 de agosto de 2024

La UCO identifica 20km de nuevos tramos de la vía romana Córdoba-Mérida

Una investigación de la Unidad Patricia y el Proyecto Ager Mellariensis de la Universidad de Córdoba (UCO) revela el trazado a lo largo de Fuente Obejuna, Belmez, Peñarroya e Hinojosa del Duque.

Durante los tiempos de Augusto toda la Península se encontraba conectada con una amplia red de carreteras, que permitían el rápido movimiento de las legiones en las zonas conflictivas, el transporte de los importantes recursos hispanos y el movimiento de los habitantes de las diferentes ciudades. Esta tupida red estaría compuesta por grandes caminos principales, como hoy son las autopistas, caminos secundarios y caminos terciarios, por ejemplo, aquellos que daban acceso a las minas.De entre esas vías hay una que unía directamente dos capitales de provincia: la vía Corduba-Emerita, de gran importancia. Antes incluso de la fundación de Mérida ya unía Corduba con Metellinum (Medellín), o lo que es lo mismo, el valle del Guadiana con el del Guadalquivir, con todo el vientre metalífero que hay en esas sierras. De esta región Roma se interesó, especialmente, por los metales, tales como el plomo, la plata o el oro, y esta vía sirvió de cauce de salida de toda esa riqueza.

Ahora, gracias al empleo de la información del Plan PNOA-LiDAR, del Instituto Geográfico Nacional, desde la Universidad de Córdoba se han podido detectar nuevos tramos seguros de esta vía Corduba-Emerita. Concretamente, se ha ampliado la sección del camino que se conocía en Puente Nuevo y se han descubierto nuevos restos al norte de la provincia de Córdoba en El Bujardillo (Belmez), Los Tejares (Peñarroya-Pueblonuevo) y en el Cascajoso (Hinojosa del Duque). De esta forma se ha pasado de conocer únicamente seis kilómetros de la vía a disponer de veinte nuevos kilómetros de esta calzada romana.

Hasta la fecha, por lo tanto, se desconocía la mayor parte de su trazado. Solo eran seguros algunos pequeños tramos, como la famosa Loma de los Escalones, entre Córdoba y Cerro Muriano, donde se conserva parte de la vía excavada en la piedra. Recientemente desde la Universidad de Córdoba se habían producido avances, con el descubrimiento por parte de la Unidad Patricia de un tramo de la calzada perfectamente conservado bajo las aguas del embalse de Puente Nuevo (Espiel), y salido a la luz tras la bajada del nivel del agua.

Este nuevo descubrimiento ha permitido ahora detectar con claridad desde el aire no solo gran cantidad de kilómetros de los terraplenes de la vía difícilmente identificables, ya que fuera de las ciudades la capa de rodadura de los caminos se hacía de gravas apisonadas que con el paso del tiempo acaban disgregadas y desaparecen; si no que también ha sacado a la luz parte de las cunetas de la calzada. El hallazgo, en definitiva, permitirá empezar a reconstruir de una forma más segura el trazado de esa gran “autopista” romana que estructuraba el norte de la provincia de Córdoba, unía dos grandes capitales y sirvió para acercar a los romanos a las riquezas metálicas de Sierra Morena.

La investigación ha sido publicada en el marci del proyecto Ager Mellarie el artículo “Sensing the Corduba-Emerita Road: New transects of the route identified in the north of Córdoba”, publicado recientemente por José Luis Domínguez Jiménez y Antonio Monterroso Checa en la revista científica Journal of Archaeological Science.

8 de mayo de 2024

El plomo romano era cordobés

Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba
Tres lingotes inéditos que evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba

Miden unos 45 centímetros de largo y su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos. Tienen forma rectangular con tres lados, algo así como una tableta de toblerone. Son apenas 3 y uno de ellos está roto por la mitad. Pero estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha y provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (en Belmez, Córdoba) ofrecen información suficientes como para afirmar que la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente, un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas, canalizaciones....

Los lingotes, fechados en el siglo I d. C., vieron la luz del siglo XX durante las obras del gaseoducto Magreb-Europa y se guardaron en el Museo de Belmez y en casa de particulares. Dos de ellos cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana. Esta marca son en realidad dos letras, “S S”, y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), la tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba.

Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas. Unas piezas que luego se cargaban en barcos con otros productos. De esta forma, la actividad minera del norte de Córdoba no solo se limitaba a la producción de plomo y plata, algo que ya se sabía, sino que también estaba destinada a la exportación, situando a la zona entre los emisores principales de metales destinados al comercio mediterráneo como defiende un equipo internacional y multidisciplinar liderado por la Universidad de Córdoba en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.

El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes. Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.

El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce. La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino. Y es, precisamente, en el fondo del mar en donde han obtenido más datos ya que el equipo investigador ha contado con especialistas de la Université Toulouse que llevan años estudiando la composición y realizando un catálogo de los lingotes hundidos allí. Según los análisis, más de la mitad de los lingotes estudiados por los especialistas franceses provienen del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, lo que pone en evidencia la importancia de Córdoba como punto productor y exportador de los lingotes de plomo.

“Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo”, sostiene el investigador de la UCO Antonio Monterroso Checa, añadiendo que “esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación”. De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza. Pero, como afirma Monterroso Checa, “todo eso está por investigar”.

El estudio de los lingotes se ha realizado dentro del Proyecto MEI-Heritage. Medio, explotación minera e industria metalúrgica en el sector central de la Beturia de los Túrdulos/Conventus Cordubensis (s.VII a.n.e–s.II d.n.e). Ciencias aplicadas a la investigación de un paisaje patrimonial, financiado por el PAIDI 2020 de la Junta de Andalucía (ref. P20_00482) y Patricia. Unidad de Investigación y Transferencia en Ciencias del Patrimonio de la Universidad de Córdoba. La investigación se inserta igualmente en el proyecto Producción y circulación de bienes en el reborde meridional de la Meseta (sur de la provincia de Ciudad Real) entre la Prehistoria reciente y el fin de la Antigüedad, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

27 de enero de 2020

Un poblado de hace 5.000 años en pleno casco urbano de Córdoba

La excavación bajo el hospital de La Arruzafa encuentra los cuerpos de cuatro personas que vivieron en el cuarto milenio antes de Cristo, la evidencia más antigua de la presencia humana en la Edad del Cobre en Córdoba.  El estudio contradice la tesis de que el origen de los asentamientos humanos de la ciudad están en la Colina de los Quemados
Fosa común con los restos de los cuatro individuos de hace 5.000 años. FOTO: RAFAEL MARTÍNEZ 
Desde hace décadas, la tesis académica y la más popular señala que los primeros poblados se asentaron en la zona que hoy ocupa el casco urbano de Córdoba sobre la Colina de los Quemados, en lo que hoy es el parque Cruz Conde, entre el final del Neolítico y los inicios de la Edad del Cobre. Sin embargo, hay pocas evidencias arqueológicas que señalen que aquel antiguo poblado fue el primer asentamiento cordobés. Ahora, un descubrimiento arqueológico revolucionario, señala lo contrario. Bajo lo que hoy es casco urbano de Córdoba han aparecido indicios de que el suelo de lo que hoy es la ciudad ya tenía presencia humana hace 5.000 años, en plena Edad del Bronce.

Una investigación de la Universidad de Granada en colaboración con Arqueoqurtuba desarrollada desde el año 2014 en la zona de ampliación del hospital de La Arruzafa ha descubierto una fosa común en la que han aparecido los cadáveres de cuatro personas: dos niños, un adolescente y un adulto. Los investigadores saben qué dieta seguían, sus edades, que eran agricultores y que vivieron en algún momento del siglo XXXI antes de Cristo, hace la barbaridad de 5.100 años, en lo que parece ser un poblado que se localizaba en el glacis de El Brillante, una zona entre dos arroyos, protegida naturalmente y con una tierra muy rica para los cultivos que ya se estaban desarrollando. Pero lo más revolucionario es que es el asentamiento humano más antiguo que se conoce en pleno casco urbano de Córdoba. O los primeros cordobeses de los que se tiene noticia.

La investigación ha sido desarrollada por Rafael M. Martínez Sánchez, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada; Rafael Clapés Salmoral, arqueólogo autónomo: Luis Rey Tovar Acedo, de Arqueoqurtuba: Fátima Castillo Pérez de Siles, de Arqueoantropología: Inmaculada López Flores, del de Prehistòria, Arqueologia i Hª Antiga, Universitat de València; Antonio Morgado-Rodríguez, de la Universidad de Granada; Guillem Pérez Jordà, de la Universidad de Valencia: Leonor Peña-Chocarro, del Instituto de Historia; y Úrsula Tejedor García, de Arqueoantropología.

Rafael Martínez, uno de los mayores expertos en Prehistoria en Córdoba, señala que “probablemente si se excava cerca habrá más estructuras, un poblado calcolítico más extenso”. Martínez explica además que este hallazgo reformula ese concepto “prístino” de que hubo un poblado en la Colina de los Quemados, el de la antigua Córdoba, que en el siglo III antes de Cristo observaron los romanos, lo conquistaron y asimilaron en la ciudad actual.

Al contrario, este hallazgo, y otros recientes, evidencia que durante la Edad del Cobre el Valle del Guadalquivir tenía una “gran densidad de población”, configurada en una especie de “Vía Láctea” de muchos poblados cercanos que se aprovechaban de los recursos naturales que ofrece la zona, como las propias vegas del Guadalquivir y desde luego la zona de huertas y tierras para el cultivo de cereal de los alrededores.

“La Arruzafa se relacionaría con el aprovechamiento del glacis del Brillante y de parte de las tierras que con el tiempo se convertirían en las productivas huertas del alfoz de la ciudad de Córdoba”, abunda Martínez. El estudio ha sido publicado esta semana en el International Journal of Osteoarchaeology. Próximamente se publicará otro en la revista Antiqvitas, con los detalles de la excavación. “Los restos de la Arruzafa constituirían las estructuras constructivas de mayor antigüedad detectadas hasta el momento en el casco urbano de la ciudad, no conociendo hasta el momento materiales anteriores al III milenio en la Colina de los Quemados. La Arruzafa, pues, arrancaría de momentos finales del IV milenio antes de Cristo, momento en el que en todo el valle del Guadalquivir cristaliza una trama de asentamientos campesinos de pequeña extensión con una densidad sin precedentes arqueológicos conocidos”, detalla.

RESTOS DE LA FINCA DE ABDERRAMÁN I
La Arruzafa se excavó hace ocho años. Allí, la arqueóloga Fátima Castillo descubrió una importante estructura de los siglos VIII y IX bajo el hospital de la Arruzafa que podrían corresponderse con los restos de la gran finca de Abderramán I. Pero bajo esa imponente estructura había más restos. Uno de sus pilares partía en dos una fosa común con cuatro individuos. La sorpresa fue mayúscula cuando después de hacerle todas las pruebas científicas se llegó a la conclusión de que habían vivido hace 5.000 años.

“Son cuatro personas que murieron en un mismo evento”, señala Martínez, que insiste en que “desconocemos si tuvieron una muerte violenta o no”. Eso sí, “acabaron en una fosa y no sabemos si había más” personas, ya que “falta más de la mitad” porque se cortó para un cimiento islámico. Las pruebas han determinado que “comían cereales”. Y el niño pequeño, de unos cuatro años, era “todavía lactante”.

“La ocupación prehistórica de este sector del glacis del Brillante conocido como La Arruzafa, y sucesión de fases arqueológicas de cronología posterior documentada sobre ella, representa un ejemplo palpable de un hábitat reiterado beneficiado de unas condiciones topográficas y ecológicas óptimas”, detalla el arqueólogo, que señala que no es un “caso único”. Hay más evidencias de otros yacimientos. En 2004 se encontró uno similar en Alcolea. También ha habido hallazgos junto al puente de Ibn Firnás. “En este caso pues, una trama atomizada compuesta por distintos asentamientos a lo largo del territorio dispuesto bajo el arco serrano cordobés, podría encarnar la imagen prístina que precede a la génesis de Córdoba como ciudad histórica”, concluye esta investigación.

7 de agosto de 2024

La UCO documenta el potencial del subsuelo de la ciudad romana de Mellaria

La Universidad de Córdoba (UCO) y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna han realizado tres excavaciones arqueológicas y han prospectado 23 hectáreas con métodos geofísicos entre 2022 y 2024 obteniendo un profundo conocimiento del potencial del subsuelo de la ciudad.

Con la culminación de la campaña de 2024, son ya tres las campañas de excavación arqueológica realizadas por un equipo a cargo de la Universidad de Córdoba (UCO) en España y del Ayuntamiento de Fuente Obejuna entre 2022 y 2024. Con métodos geofísicos, se han prospectado 23 hectáreas, obteniéndose un profundo conocimiento del potencial arqueológico del subsuelo del lugar.

El equipo está integrado, entre otros, por Antonio Monterroso Checa y Santiago Rodero Pérez.

El pasado jueves 1 de agosto tuvo lugar la presentación de los últimos hallazgos en Mellaria, resultado de las excavaciones realizadas entre 2022 y 2024 a cargo de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de Fuente Obejuna. 

Desde 2022, se han realizado tres excavaciones y prospectado 25 hectáreas con métodos geofísicos. La primera de ellas en 2022 supuso el hallazgo de la fuente monumental. Con posterioridad, se han realizado dos campañas de excavación más centradas en dos sectores principales de la ciudad.

La de 2023, tras el descubrimiento de ese lacus, se situó a los pies del Cerro de Masatrigo con la intención de localizar la casa de las aguas a donde vertía el acueducto de Mellaria y desde la que partiría la organización del ciclo urbano de la ciudad. Efectivamente, las excavaciones dieron el resultado previsto y se localizó el conocido como castellum divisorium. Se trata de un edificio de una fase anterior que fue remodelado para acoger dos piletas de decantación del agua y al menos una fuente más. Era el sitio terminal del acueducto, el lugar de potabilización y, por fin, la sede de la distribución mediante tuberías de plomo de esa agua que al final acababa llegando a las fuentes situadas en las calles como es el caso de la descubierta en 2022.

Mellaria, con estos resultados, puede decir que tiene el ciclo del agua más completo, es decir documentado con hallazgos, de toda la provincia de Córdoba y uno de los más completos igualmente de la Bética e Hispania. Se conocen los lugares de captación, la mayor parte – georreferenciada - del recorrido del canal principal y de los secundarios, los pozos de resalto y limpieza, el lugar de recepción del agua en la ciudad y por fin su uso en las fuentes públicas, de las que, al menos, hay una en su sitio y tres más documentadas fuera de su contexto. Incluso se conoce la inscripción del munícipe que lo financió.

Campaña de 2024
La campaña de 2024 se ha interesado por un edificio situado justo en el extremo oriental del extrarradio de la ciudad, muy cerca ya del trazado de la carretera N-432 a más de 700 metros del anterior. Las prospecciones aéreas y geofísicas han dado como resultado el conocimiento de 1160m aprox. del trazado de la Via Corduba-Emerita a su paso por Mellaria. Ese trazado entra por occidente viniendo de Córdoba y sale por oriente dirección Medellín. En sus salidas fuera de las murallas organiza la disposición de los monumentos funerarios como acaece por norma en las ciudades romanas. En el sector de la necrópolis oriental de Mellaria se cuenta con al menos 450m., de vía enmarcada por monumentos de este tipo y edificios con otras funciones. Uno de ellos es un recinto de 1000m2 aprox. que es donde se han desarrollado las últimas excavaciones de 2024.

La excavación de casi la mitad este edificio finalizó el 31 de julio y están previstas varias campañas más para recuperarlo por completo. Lo interesante, llamativo y distintivo de este recinto situado en una necrópolis es que se trata de un cenotafio honorífico a un personaje célebre no fallecido en la ciudad y que no recibió sepelio en ella. Se ha encontrado el lugar de la edícula (camarín) y fragmentos de su estatua “funeraria” marmórea (de tamaño mayor que el natural) sin rastro de cualquier urna, cámara o cualquier tipo de estructura relacionada con un enterramiento in situ en este lugar. Junto al basamento de la edícula, parte de la decoración y los fragmentos de estatua se han recuperado dos klinai, dos reclinatorios de un total de cuatro documentados por la geofísica, donde recostarse a celebrar banquetes en honor del célebre compatriota. Estos lugares de manjar contaron con estructuras de agua en su derredor que partían de la posición del homenajeado que daba vida y riqueza, de este modo, a todos cuantos iban a concelebrar su memoria.

Se trata de un recinto, de casi 30x30 m. de lado, de neta filiación respecto de las más clásicas costumbres funerarias mediterráneas merced a la documentación de estos lugares de banquete rectangulares en fachada, dos a dos al lado del monumento honorífico. Un recinto que tuvo un espacioso jardín trasero donde se han documentado fosas con ajuar relacionadas con los ritos en honor a los muertos además de algunas vacías que, quizás, debieron acoger vegetación.

No se puede demostrar el nombre del receptor de este extravagante monumento celebrativo a su gloria puesto que no se ha documentado epigrafía como prueba (aunque sólo hay un candidato posible). En cualquier caso, un monumento de memoria y honor así, en una necrópolis, es algo absolutamente excepcional por desconocido en Córdoba y por escaso en Hispania.

23 de febrero de 2023

La UCO asume la dirección científica de la Cueva del Ángel en Lucena

El profesor titular del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba José Antonio Caro actuará como director de los proyectos de estudio, trabajos de campo y jornadas de divulgación. El programa de actividades tendrá, de partida, un periodo de ejecución de dos años y un presupuesto de 80.000 euros, a aportar en un 50% por el Consistorio lucentino y la UCO.
Trabajos arqueológicos en el interior de la Cueva del Ángel de Lucena. 

El Pleno del Ayuntamiento de Lucena aprobó anoche el convenio de colaboración que permitirá a la Universidad de Córdoba (UCO) asumir la dirección de las investigaciones en la Cueva del Ángel a través del Área de Prehistoria del departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras.

Con los votos a favor de PSOE e IU y el voto en contra de PP, Ciudadanos, Vox y el concejal no adscrito, la institución universitaria se incorpora a partir de ahora al estudio y divulgación del yacimiento arqueológico existente en la cavidad de titularidad municipal ubicada en la Sierra de Aras bajo la dirección del doctor José Antonio Caro Gómez, profesor titular del Área de Prehistoria, que tendrá la capacidad de integrar en este proyecto a otros departamentos universitarios o entidades externas.

Ayuntamiento de Lucena y Universidad de Córdoba se comprometen, por medio de este acuerdo de colaboración, a la conformación de un equipo de investigación multidisciplinar que cubra todos los posibles campos de investigación en el yacimiento de la Cueva del Ángel, partiendo de la realización de un estudio del enclave en su estado actual a nivel de investigaciones desarrolladas, materiales recuperados, y documentación gráfica del mismo, y de otro estudio a nivel de secuencia estratigráfica, micro-morfología, geología y geomorfología, industrias líticas y fauna-tafonomía.

Igualmente, ambas partes acuerdan realizar, con posterioridad a esta fase inicial de diagnosis, nuevos trabajos de campo, tras conseguir las pertinentes autorizaciones administrativas por parte de la Consejería de Cultura, así como difundir los resultados obtenidos en las campañas de trabajos a pie de yacimiento a través de jornadas científico divulgativas.

El programa de actividades previsto para la consecución de los objetivos tendrá, de partida, un periodo de ejecución de dos años y un presupuesto de 80.000 euros, a aportar en un 50% por el Consistorio lucentino, a razón de 20.000 euros en las anualidades de 2023 y 2024, correspondiendo a la entidad universitaria la mitad restante, valorada en la disponibilidad para el proyecto de recursos humanos y materiales.

En este sentido, el convenio especifica que los medios humanos lo conformarán los pertenecientes a los propios miembros del equipo de investigación, tanto de la UCO, como de otros organismos que participen del proyecto de la Cueva del Ángel, además de la participación de alumnado y becarios de los diferentes organismos e instituciones participantes.

También aparece recogida la participación de la Residencia Escolar Miguel Álvarez de Sotomayor como alojamiento para los periodos de trabajos de campo, siempre que coincidan con los periodos vacacionales del centro. El acuerdo se podrá prorrogar, previo acuerdo de ambas partes, hasta un máximo de cuatro años.

Durante el debate plenario, los grupos que optaron por rechazar este convenio aludieron a la falta de voluntad por integrar en los nuevos equipos de investigación a las personas que han participando en los estudios de la Cueva del Ángel en los últimos años a través de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, acusando al equipo de gobierno de actuar en este caso con prisas y sin buscar el consenso que este tema requiere al proponer un convenio a tres meses de las elecciones.

Por su parte, desde PSOE e IU se recordó que fue la Corporación la que encargó a la concejala de Patrimonio Histórico la de buscar alternativas a la Fundación por su parálisis y falta de capacidad a la hora de cerrar los proyectos de investigaciones aprobados y abrir otros nuevos, extremo ratificado incluso por la Junta de Andalucía. Asimismo, se expuso que el borrador del convenio lo conocían todos los grupos desde noviembre, sin que se haya presentado aportación alguna desde entonces, para afirmar que al decir no a este convenio, se le dice no a la Universidad de Córdoba.
(Fuente: Córdoba Hoy)

24 de febrero de 2017

Torreparedones desvela su anfiteatro romano del siglo I d.C.

El georradar confirma la existencia de una estructura elíptica de 77 metros de diámetro con capacidad para acoger a 5.000 espectadores. Podría ser muy similar al de Segóbriga (Cuenca).
El georradar ya ha dado con las anomalías del terreno que certifican una gran estructura elíptica y también una zona anexa con más edificios.
Lo que empezó siendo una sospecha ha terminado siendo una certeza. Torreparedones esconde un gran anfiteatro romano, probablemente construido después del siglo I después de Cristo, con unas notables dimensiones: unos 77 metros de radio en su zona más ancha y una capacidad aproximada para acoger a 5.000 espectadores viendo cómo los gladiadores se sacaban los ojos unos a otros, o cómo luchaban contra fieras salvajes.

Este jueves, el profesor de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso ha detallado el proceso que le llevó a descubrir en 2009 una silueta sospechosa que ha concluido en un trabajo con georradar que ha certificado lo que ya pensó entonces: que en una zona de tierra de cultivo junto al yacimiento ya excavado de Torreparedones, entre Castro del Río y Baena, hay un gran anfiteatro romano. El georradar ya ha dado con las anomalías del terreno que certifican una gran estructura elíptica y también una zona anexa con más edificios, probablemente una expansión de la villa de Torreparedones hacia el que podía ser un gran lugar de encuentro público.

FOCO DE ATRACCIÓN
El anfiteatro romano está enterrado en una zona de cultivo propiedad del agricultor Carlos León, que colabora en todo momento con el trabajo universitario. Ahora son las administraciones las que tienen que decidir cómo, con qué dinero y cuándo se ponen manos a la obra, y a Torreparedones llega un grupo de arqueólogos suficiente capaz de desenterrar lo que puede acabar convirtiéndose en un foco de atracción turística.

Monterroso, que detalló el origen de su investigación (en una aplicación de software libre de ortofotos del propio Ministerio), explicó que el anfiteatro de Torreparedones puede ser muy similar al de Segóbriga (en la provincia de Cuenca). Así, una mitad se habría construido sobre la falda de una pequeña colina y el resto se habría levantado piedra sobre piedra, a una altura aún no comprobada pero de unos ocho metros.

El anfiteatro se localiza al Oeste del yacimiento, junto a la vía romana que hacía las veces de entrada. Su dimensión hace que se piense en la importancia que tuvo el enclave, y también su potencial económico.

BUSCA DE RECURSOS
Ahora llega la parte más difícil, la de la excavación. Este jueves, tanto el rector de la Universidad como los responsables de los ayuntamientos de Castro del Río y Baena han mostrado su intención en abrir ese complicado melón: buscar dinero y empezar una verdadera campaña de excavación para sacarlo a la luz.

El hallazgo de los arqueólogos de la Universidad de Córdoba ha sido reforzado gracias a la prospección geomagnética realizada por el Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada por encargo del Ayuntamiento de Castro del Río.

Estos resultados, publicados este miércoles en la revista Mediterranean Archaeology and Archaeometry y presentados públicamente en el Rectorado de la Universidad de Córdoba esta mañana, servirán para activar las excavaciones que deberían sacar a la luz el edificio. Las dimensiones del anfiteatro oscilan en torno a los 70 metros de eje mayor y los 62 de eje menor, unas proporciones similares a los anfiteatros de Segóbriga, Saelices (Cuenca) o Contributa Iulia (Badajoz). Así lo ha explicado Monterroso en su presentación en el Rectorado, donde ha lanzado como hipótesis de datación el siglo II d.C. y donde Cristina Mata, segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Baena, y el alcalde Castro del Río, José Luis Caravaca, se han comprometido a trabajar conjuntamente para facilitar los trabajos de investigación arqueológica para recuperar el anfiteatro.

VALORIZACIÓN DEL YACIMIENTO
El rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, se ha felicitado por el papel jugado por la Universidad en la valorización del yacimiento de Torreparedones, “contribuyendo a la transición hacia una economía basada en el conocimiento en una zona tan necesitada de nuevas oportunidades como es la provincia de Córdoba”.

En los últimos diez años, se han llevado a cabo numerosas actuaciones en el yacimiento con la aportación económica de la Junta y el apoyo económico Baena, Castro del Río y de fondos europeos de diversos programas. Declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 2007, Torreparedones está incluido en la Red de Espacios Culturales de Andalucía y el Registro de Paisajes de Interés Cultural.

17 de julio de 2024

La UNIA celebra en Bedmar (Jaén) la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario

La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.


La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.

El curso finaliza el 28 de julio y su objetivo es dotar al alumnado de una formación práctica y teórica en la metodología y técnicas arqueológicas del Cuaternario y realizar una investigación y puesta en valor de una parte de la riqueza arqueológica patrimonial de Bedmar (Jaén), como es el Yacimiento de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros.

Una edición más, el alumnado realizará excavaciones arqueológicas y trabajo de laboratorio por las mañanas, mientras que las tardes se han reservado para sesiones de conferencias y prácticas con investigadores expertos en distintos campos de la arqueología.

En el acto inaugural, el director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, José Manuel Castro, ha recordado “la vocación colaborativa de la Internacional de Andalucía; en este caso, con otras instituciones públicas como el Ayuntamiento de Bedmar, la Diputación Provincial de Jaén y la Junta de Andalucía, y privadas como la Caja Rural de Jaén”.

También ha destacado la “calidad de este programa, que se extiende tanto a la dirección del mismo como a su profesorado”. Por último, Castro se ha referido al alumnado, a su papel fundamental como “destinatario de la oferta de la UNIA”, y ha subrayado la especificidad de este programa docente que permite a los alumnos adquirir “competencias en investigación”.

Junto al director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, han intervenido en el acto inaugural, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, José Ayala; la vicepresidenta de la Diputación provincial de Jaén, Pilar Parra; la concejala de Juventud, Igualdad, Bienestar Social y Educación de Bedmar, Mª Mar Vílches; el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, y el director del curso, Marco Antonio Bernal.

Precisamente, Bernal ha agradecido a las instituciones su colaboración en este curso, del que ha afirmado es “un mosaico que necesita todas sus piezas”. Un curso que ha ido creciendo desde hace 10 años, que cuenta con “alumnado internacional, procedente de países como Colombia o México” y que conjuga “la formación con la recuperación del patrimonio”.

Tras el acto inaugural ha tenido lugar la conferencia Ídolos: imágenes femeninas en la prehistoria reciente ibérica, impartida por Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares.

Participan como profesores, Félix Ríos, de la Sociedad Gaditana de Historia Natural; Leonor Peña, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Juan Manuel Jiménez y Jesús Miguel Úbeda-Portugués, de la Universidad de Granada; Iñigo Olalde e Iñaki Intxaurbe, de la Universidad del País Vasco; Antonio Delgado, investigador del CSIC-IACT de Granada; José Yravedra, de la Universidad Complutense de Madrid; Javier Baena, Nuria Castañeda, Patricia Ríos y Concepción Torres, de la Universidad Autónoma de Madrid; Sandra Bañuls, de la Universidad de Valencia; Robert Sala, del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, Universidad Rovira i Virgili; Pablo Garrido, de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía; José Antonio Riquelme y Antonio Jesús Torres, de la Universidad de Córdoba; Francisco José Bermúdez, investigador en la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana; Francisco Javier Fernández de la Peña, de Dibujantes de Arqueología; Manuel Jesús Torres Soria y Antonio López Rodríguez, investigadores de Paleomágina; Mª Soledad Maíz, de Fíbula. Didáctica del Patrimonio; José Ramos Muñoz y Manuel Jesús Parodi, de la Universidad de Cádiz, y Juan Antonio Pérez Claros, de la Universidad de Málaga.

20 de marzo de 2023

Descubren la posible ubicación de Madinat Al Zahira, la ciudad perdida de Almanzor

Anomalías del terreno en detalle
 detectadas con tecnología Lidar
y donde se propone la ubicación de Al Zahira.
El profesor de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso Checa halla grandes estructuras en un paraje de piedemonte entre Alcolea y Villafranca de Córdoba con rasgos muy similares a los de Madinat Al Zahara

El profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Antonio Monterroso Checa, ha comunicado a título personal en fechas recientes a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía el que puede ser uno de los grandes hallazgos arqueológicos de la Península Ibérica de los últimos años: la más que probable ubicación de Madinat Al Zahira, la ciudad perdida de Almanzor.

La búsqueda de esta antigua ciudad es uno de los grandes retos arqueológicos en Córdoba desde el siglo XVIII. Se sabe que existió pero hasta ahora no ha sido encontrado resto alguno de un lugar que se construyó para intentar competir con otra de las grandes joyas de la Córdoba omeya: la ciudad palatina de Madinat Al Zahara, que sí que está localizada, excavada y que hasta que se puede visitar.

Hasta ahora, si en algo coincidían todas las fuentes escritas de la época era que Madinat Al Zahira estaba en la zona este de la antigua Qurtuba, justo en el extremo opuesto a Madinat Al Zahara. Su construcción y su función fue la misma: una ciudad fortaleza y palacio para custodiar y ensalzar la figura de Almanzor. Por eso, su más que probable hallazgo guarda, en cuanto a su ubicación, bastantes similitudes con la Madinat Al Zahara ya conocida.

El arqueólogo cordobés Antonio Monterroso Checa es uno de los pioneros en España en el uso de las últimas tecnologías para buscar, encontrar e investigar importantes yacimientos arqueológicos sin la necesidad de excavar el terreno. Gracias al georradar, al uso de la tecnología Lidar-Pnoa y a la generación de modelos digitales del terreno, ha sido capaz de localizar un anfiteatro en Torreparedones o buena parte de la extensión de la antigua ciudad romana de Mellaria. Ahora, ha logrado identificar los restos de varias estructuras de gran tamaño que, según su conclusión, no puede ser otra cosa de Madinat Al Zahira.
Nuevas tecnologías

Monterroso, como responsable de los investigadores de la Unidad Patricia de la UCO, depositó igualmente en 2020 en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía un atlas con más de 200 yacimientos situados en el norte de Córdoba, que este equipo de la UCO en su conjunto ha localizado gracias a estas tecnologías no invasivas en los últimos siete años. Ahora, “y en cumplimiento de la legislación vigente”, ha comunicado otro que se localiza en una zona de piedemonte de Sierra Morena entre los términos municipales de Córdoba (en las inmediaciones de Alcolea) y Villafranca de Córdoba. Por prudencia, este periódico va a obviar el lugar exacto.

El lugar, de difícil acceso, es una zona de sierra y dehesa donde “a simple vista” no se observan restos arqueológicos. Monterroso ha repasado toda la colección de ortofotografías y fotogrametrías disponibles tanto en el Instituto Geológico Nacional (IGN) como en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) de los últimos 75 años. En ninguna se aprecia “nada a simple vista”.

Sin embargo, todo es distinto cuando la zona “se analiza desde las nubes de puntos LiDAR-PNOA”. En tres cerros conformados como cabezos sí que se aprecian “anomalías que muy difícilmente pueden dejar de tener un origen arqueológico”. La zona no ha sido urbanizada ni se ha usado para otra cosa en los últimos años que no tenga que ver con una actividad ganadera o cinegética.

El hallazgo al detalle permite observar “perfectamente” la disposición de estructuras de planta cuadrangular o rectangular. Es decir, edificaciones.

Según la interpretación del profesor Monterroso, “un yacimiento dividido en tres cabezos con 640 metros de longitud mínima y 932 metros de máxima, y con una anchura aproximada de 420 metros, solo puede identificarse como una ciudad”. De hecho, en las imágenes se llegan a identificar tramos como lienzos de murallas. Para apoyar su interpretación, Monterroso sostiene que “la disposición de las estructuras” que se ven a través del Lidar “se asemeja, claramente, a algunas zonas laterales en pendiente de Madinat Al Zahara” y de otro yacimiento más, situado cerca de Villarrubia, del que también se dio parte a Cultura hace dos años y que fue publicado por su descubridor, Christian Pérez, alumno de la UCO entonces, en la revista Antiquitas.

“En Madinat Al Zahara, el sensor Lidar del IGN permite conocer zonas que se asemejan urbanística y estructuralmente a la aquí propuesta con estructuras rectangulares salvando la ladera”, describe. Aunque su extensión es algo más pequeña que la zona descrita por Monterroso, el profesor afirma que “Al Zahira, la gran ciudad de Almanzor, debe ser una de las dos, o la de Villarrubia o la de Alcolea, preferentemente esta por ser mayor y estar donde tiene que estar”. Ambos, señala, imitan a Madinat Al Zahara “utilizando igualmente el río, su vega, su urbanística y la preeminencia visual de las estribaciones de la sierra”.

El consenso de los investigadores sitúa Al Zahira al este de Córdoba en función de las fuentes literarias. Antonio Arjona en su búsqueda, aludía a varias claves: estaba al este, se llegaba tras varios puentes y estaba en relación con el Guadalmellato y el camino a Toledo. Y allí precisamente está.

En el primer lugar descrito, Monterroso se inclina por ubicar Al Zahira, ya que en sus inmediaciones se ha documentado el hallazgo de un yamur de bronce. Para el segundo espacio se inclina por “pensar en almunias o palacios de otros personajes”, como “la otra ciudad mandada construir por Abd al Malik al-Muzaffar, llamada al-Hayibiyya, relacionada con al-Amiriyya por el poeta Ibn Suhayd”. “La identificación de esta segunda con la almunia de Al Rummanylla hace pensar que esta ciudad sea precisamente la del hijo de Almanzor”, concluye.

El mito de Al Zahira
Madinat Al Zahira significa “la ciudad resplandeciente” y fue construida en apenas ocho años, a finales del siglo X, por orden de Almanzor. Este dirigente, uno de los más poderosos de la historia de Al Andalus, abandonó Madinat Al Zahara para construirse su propia ciudad palatina, a imagen y semejanza de la primera. Todas las fuentes literarias han coincidido en que lo hizo al este de Qurtuba, en el otro extremo de la ciudad.

El esplendor de la “ciudad resplandeciente” apenas duró una generación más. Almanzor fue sucedido por sus hijos, bajo cuyo gobierno se desató una guerra civil que provocó la decadencia del Califato de Córdoba. Sobre el año 1009 la ciudad fue asaltada y saqueada por el pueblo de Córdoba. La destrucción fue de tal nivel que apenas quedó piedra sobre piedra. Tanto, que no ha sido hasta ahora cuando se han encontrado importantes evidencias estructurales en esta zona de la ciudad sobre lo que pudo ser y donde debió estar Al Zahira.

13 de noviembre de 2023

Un equipo cordobés dirige la reconstrucción de un coloso faraónico en Egipto

Se trata de una operación sin precedentes coordinada por la egiptóloga Marina Esteve, bajo un proyecto de la Universidad de Córdoba ejecutado en Karnak, el conjunto de templos más importante de la Antigüedad
Detalle de los pies del coloso con jeroglíficos

Karnak es un formidable complejo religioso situado a 500 kilómetros al sur de El Cairo sobre la ribera occidental del Nilo. Por su espectacular grandeza y sus nada menos que treinta hectáreas de extensión, es considerado el conjunto de templos más relevante del planeta. De hecho, después de las Pirámides de Giza, es el enclave monumental más visitado de Egipto. Hasta 30 faraones ordenaron construir aquí sus imponentes representaciones icónicas, entre ellos Hatshepsut, Akhenaton, Tutankhamon y los gobernantes Ramésidas.

Amenhotep III es uno de los faraones más influyentes de la Dinastía XVIII, considerada como la época de mayor esplendor del Antiguo Egipto. Reinó durante 38 años y en su largo periodo de gobierno mandó edificar tumbas y templos de enorme magnificencia. Una colosal estatua de Amenhotep III de 25 metros de altura ocupa un lugar central del soberbio recinto religioso, aunque se encuentra gravemente dañada.

Su reconstrucción ha sido encargada a un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO), en uno de los proyectos más ambiciosos y trascendentales de cuantos ha afrontado la institución académica en su historia científica. De hecho, expertos del grupo de investigación Oriens ya llevan trabajando desde enero de 2022, hasta ahora en una absoluta discreción. “Es la mayor reconstrucción y restauración que se haya producido en Egipto”, indican fuentes de Oriens.

El equipo está dirigido por la egiptóloga Marina Esteve, mientras que Isabel Plumed trabaja en labores de codirección. El arqueólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, Pedro Marfil, es el director científico. El grupo técnico, además, incluye a un arquitecto, un ingeniero, una epigrafista, un documentalista, un geólogo, una fotógrafa, otras dos egiptólogas y un equipo especialista en restauración y reconstrucción.

El lugar que ocupa Karnak en la historia de la Antigüedad es inconmensurable. El conjunto arqueológico agrupa cultos de las primeras manifestaciones rituales hasta la desaparición del Antiguo Egipto. Y registra nada menos que 1.500 años de construcciones, ampliaciones, reformas, usurpaciones y destrucciones del extraordinario conjunto arqueológico.

El coloso de Amenhotep III estaba situado originalmente frente al décimo pilono del templo de Amón-Ra en el complejo de Karnak. El pilono es la fachada con forma de pirámide truncada que flanquea la entrada principal de los templos del Antiguo Egipto. Toda esta zona ha sido puesta en valor tras la apertura de la Avenida de las Esfinges, que une Luxor con Karnak, lo que proporcionará a la monumental estatua de Amenhotep III una mayor visibilidad y situación estratégica.

El coloso conserva la base y los pies, pero requiere un laborioso trabajo de reorganización de otros bloques que se encuentran diseminados por la zona. En septiembre pasado, se ejecutó la primera parte de la campaña, que permitió registrar el triple de bloques de los previstos. En ese primer rastreo, se localizaron nuevas partes de la estatua, singularmente del ombligo, el hombro y las piernas, así como fragmentos del faldellín. En esa fase inicial, se realizaron trabajos de documentación fotográfica, fotogrametría, desbrozado y acondicionamiento de la base y reorganización de las piezas. Karnak es un inabarcable rompecabezas y los arqueólogos afrontan el intrincado desafío de codificar los fragmentos.

La egiptóloga Marina Esteve y directora del proyecto tiene un acreditado expediente científico. Ha trabajado durante más de diez años en Luxor y ha comisariado relevantes exposiciones, como la organizada por el CSIC sobre Tutankhamon. Es historiadora del arte especializada en gestión del patrimonio y su tesis doctoral está centrada en Karnak. Ha investigado en las universidades de Estrasburgo y Luxor y cuenta con una reseñable trayectoria de participación en congresos internacionales y publicaciones especializadas. Experta en antropología física, es perito judicial en arqueología forense enfocada en la momificación egipcia y la autentificación de piezas del Antiguo Egipto. Actualmente, se encuentra trabajando sobre el terreno y preparando la nueva fase del proyecto de excavación. La codirectora, Isabel Plumed, es especialista en egiptología y máster en conservación y restauración. Ha trabajado en el complejo funerario de Abydos y en Luxor. Posee una amplia experiencia en dibujo arqueológico y reconstrucción de piezas incompletas.

Por su parte, Pedro Marfil es profesor de la UCO y fue durante más de diez años arqueólogo principal en la Mezquita de Córdoba. También ha dirigido diversos trabajos prospectivos en el yacimiento de Cercadilla, la Capilla de San Bartolomé o los Baños Califales de Córdoba. Posee un centenar de publicaciones, entre artículos y libros, y ha realizado estancias científicas en las universidades de Sevilla, Padova y el Instituto Cervantes de Fez.

También conocido como Amenofis III, el faraón cuya estatua está siendo reconstruida por la UCO gobernó desde el año 1407 antes de nuestra era hasta el 1376. Fue el noveno faraón de la dinastía XVIII del Antiguo Egipto y sucedió a su padre, Thutmose IV. Los especialistas sostienen que fue coronado entre los seis y los doce años mientras su madre, la reina Mutemuia, dirigió un consejo de regencia. Su momia fue encontrada en el interior de la de su abuelo, Amenhotep II, después de que los sacerdotes de la Dinastía XX tuvieran que trasladarla para protegerla de los continuos saqueos perpetrados por desvalijadores en el Valle de los Reyes.

El Ministerio de Antigüedades de Egipto tiene previsto presentar públicamente el proyecto para exhibirlo a todos los medios internacionales dada su relevancia. “Es una obra digna de faraones”, aseguran las fuentes consultadas.

30 de diciembre de 2024

Hallazgos excepcionales sobre el equipamiento de los arqueros prehistóricos de hace 7.000 años

Un estudio liderado por la UAB ha revelado información inédita sobre las técnicas y materiales para el tiro con arco del Neolítico inicial en la península Ibérica. La buena preservación de los restos de la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol (Granada) ha permitido identificar las cuerdas de arco más antiguas de Europa, así como el uso de madera de olivo y caña y de brea de abedul para la confección de las flechas. Los resultados, que se publican en Scientific Reports, muestran un grado de precisión y dominio técnico de los artesanos neolíticos sin precedentes.

Izquierda: Fragmentos de las cuerdas de arco de tendón de la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol, las más antiguas halladas hasta ahora en Europa. Derecha, arriba: Tres flechas neolíticas de madera y caña y detalles de fibras de tendón atadas, plumas y adhesivos. Derecha, abajo: Cueva de Los Murciélagos (Albuñol, Granada). © Proyecto MUTERMUR.

La investigación interdisciplinaria de restos arqueológicos hallados en la Cueva de Los Murciélagos (Albuñol, Granada) ha revelado la sofisticación del equipamiento para el tiro al arco del Neolítico Antiguo en la península Ibérica (5300-4900 a.C.), con información inédita en el contexto europeo sobre los materiales y técnicas de fabricación utilizados.

El estudio ha sido liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y publicado en Scientific Reports (grupo Nature). Han participado en él varios equipos de investigación de centros y universidades de España, entre los que destacan la Universidad de Alcalá (UAH), el Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC) y el Instituto de la UAB de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), así como la Universidad de la Costa Azul y el CNRS, de Francia.

La excepcional conservación de los restos orgánicos, que se han preservado al desecarse, ha permitido identificar y documentar elementos del equipamiento de tiro con arco de las poblaciones neolíticas que habitaron el suroeste peninsular hace unos 7.000 años. Entre los hallazgos se encuentran flechas conservadas con sus plumas originales, restos de fibras y dos cuerdas de arco hechas de tendones de animales, que son las más antiguas encontradas hasta ahora en Europa.

«La identificación de estas cuerdas de arco marca un paso crucial en el estudio del armamento neolítico. No solo hemos podido confirmar el uso de tendones de animales para fabricarlas, también identificar el género o especie de animal del que proceden», explica Ingrid Bertin, investigadora de la UAB y primera autora del artículo publicado. Se utilizaron tendones de Capra sp. (género que incluye varias especies de cabras e íbices), de Sus sp. (género al que pertenecen el jabalí y el cerdo) y de corzo, que fueron torsionados entre sí para crear cuerdas de longitud suficiente. «Con esta técnica se pudieron fabricar cuerdas fuertes y flexibles, con el fin de satisfacer las necesidades de los arqueros experimentados. Este grado de precisión y dominio técnico, donde cada detalle cuenta, atestigua el conocimiento excepcional de estos artesanos neolíticos», señala Raquel Piqué, investigadora del Departamento de Prehistoria de la UAB y coordinadora del estudio.

Recursos locales y transformación cuidadosa
Los astiles de flecha, por su parte, aportan nueva información sobre el uso de los recursos locales y su cuidadosa transformación. Por primera vez, el análisis ha revelado el uso de madera de olivo (Olea europaea) y de caña (Phragmites sp).

El uso de cañas para la fabricación de flechas en la Prehistoria en Europa, una hipótesis considerada por los investigadores durante décadas, finalmente se ve confirmada por estos descubrimientos. Además, destaca la combinación de madera de olivo, sauce y caña, que supone una selección de materiales especialmente interesante: «Esta integración ofrece una sección frontal dura y densa, complementada por una parte trasera ligera, lo que mejora significativamente las propiedades balísticas de las flechas, cuyas puntas son de madera sin proyectiles de piedra o hueso. Futuros experimentos podrán aclarar si estas flechas pudieron usarse para la caza o el combate a corta distancia, o si podrían haber sido flechas no letales», detalla Ingrid Bertin.

Finalmente, los astiles de las flechas fueron recubiertos con brea de abedul, un material obtenido mediante un tratamiento térmico controlado de la corteza de este árbol, utilizado no solo por sus propiedades protectoras, sino también, probablemente, decorativas, lo que añade una dimensión estética y funcional al equipo.

Nueva perspectiva sobre los grupos neolíticos de la región
Desde principios del Neolítico, las poblaciones han desarrollado conocimientos técnicos que atestiguan una impresionante adaptación a los recursos locales, pero la combinación de materiales variados y técnicas avanzadas de ensamblaje identificada en este estudio redefine nuestra comprensión sobre las tecnologías utilizadas por las comunidades prehistóricas y ofrece una nueva perspectiva sobre las sociedades neolíticas de la región, destaca el equipo de investigación.

«Los hallazgos contribuyen a enriquecer la comprensión de las prácticas artesanales y la vida cotidiana de las sociedades prehistóricas y abren vías para el estudio de armamento antiguo, al revelar métodos y materiales que pueden investigarse en otros yacimientos arqueológicos neolíticos europeos», señala Raquel Piqué. «Además, aportan un mejor conocimiento de la esfera simbólica vinculada a estos ajuares procedentes de un contexto funerario, como es el de La Cueva de Los Murciélagos».

Los descubrimientos realizados en la Cueva de Los Murciélagos, concluye el equipo de investigación, redefinen los límites de nuestro conocimiento sobre las primeras sociedades agrícolas de Europa y ofrecen una mirada única a los materiales y prácticas ancestrales del tiro con arco.

El estudio de los restos arqueológicos se ha realizado aplicando técnicas avanzadas de microscopía y análisis biomoleculares, que combinan análisis de proteínas y lípidos.

La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto CHEMARCH (MSCA-ITN-EJD, «The chemistry and molecular biology of prehistoric artefacts») financiado por el programa de la Unión Europea Horizon 2020, y ha contado con la participación del ICTA-UAB, la Universidad de Alcalá de Henares, el INCIPIT-CSIC, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, la Universidad de la Costa Azul y el CNRS (Francia).

Se ha realizado también en el marco del proyecto «De los museos al territorio: actualizando el estudio de la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada)» (MUTERMUR), financiado por la Comunidad de Madrid y la Universidad de Alcalá. El objetivo de este proyecto es el estudio holístico del yacimiento y su registro material, aplicando las últimas técnicas arqueométricas y generando datos científicos de calidad. El proyecto contó también con la colaboración del Museo Arqueológico Nacional, el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, el Ayuntamiento de Albuñol y los propietarios de la cueva.

Artículo de referencia: Bertin I., Martín Seijo M., Martínez-Sevilla F., McGrath K., Santana J., Herrero Otal M. Martínez Sánchez R.M., Palomo A., Regert M., Théry I., Piqué R. «First Evidence of Early Neolithic Archery from Cueva de los Murciélagos (Albuñol, Granada) Revealed through Combined Chemical and Morphological Analysis». Scientific Reports. 2024. https://www.nature.com/articles/s41598-024-77224-w#Sec16

14 de abril de 2016

Expertos debaten en la Universidad de Córdoba sobre la transmisión del conocimiento en Arqueología

“El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica”, ha explicado el catedrático Desiderio Vaquerizo
Momento de una de las sesiones impartidas en el Congreso. FOTO: SÁNCHEZ / DIARIO CÓRDOBA. 
La Facultad de Filosofía y Letras clausura hoy el Congreso Internacional Rescate, que, promovido por la Universidad de Córdoba y el grupo de investigación Sísifo, congrega en Córdoba y Puente Genil a un centenar de expertos mundiales en patrimonio, que tratarán de evaluar las vías más efectivas para transmitir a la sociedad el conocimiento a través de la recuperación de objetos del pasado, así como hacer de la arqueología un motor de desarrollo económico.

"El congreso es una reflexión sobre el papel de la arqueología en esta etapa de postcrisis, no sólo económica", explicó ayer el catedrático Desiderio Vaquerizo, responsable de Sísifo y del proyecto de cultura científica Arqueología Somos Todos. "Hasta ahora no hemos sabido hacer partícipe a la sociedad de que la arqueología es el contenedor del patrimonio común", señaló el experto. Por su parte, el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, valoró "la labor realizada por la Facultad de Filosofía y Letras y sus grupos de investigación", mientras que Eulalio Fernández, decano de Filosofía y Letras, hizo hincapié en que "la transmisión del conocimiento requiere nivel de compromiso, y en ese compromiso ha estado siempre la Universidad de Córdoba".

La conferencia inaugural fue pronunciada el pasado lunes por Stephen Clews, conservador de los Baños de Romanos de Bath (Reino Unido), que habló de la arqueología pública en ese país, "donde nos llevan años de ventaja en la gestión del patrimonio", según señaló Ana Ruiz Osuna, miembro del grupo Sísifo.

La primera sesión versó sobre Arqueología y profesión y estuvo centrada, a través de tres ponencias, en la profesión del arqueólogo en la actualidad debido a la crisis económica, estudiándose qué actuaciones están llevando a cabo los profesionales de la arqueología, que se enfoca a la diversificación (restauración, divulgación, formación, turismo arqueológico, etcétera). 

La segunda sesión de la jornada tuvo como eje un bloque de comunicaciones de jóvenes arqueólogos, que han expuesto los trabajos que se están haciendo fuera de Córdoba. Por la tarde, los participantes visitaron la villa romana de Fuente Álamo, en Puente Genil, un "ejemplo de gestión del patrimonio arqueológico en la provincia", continuó Ruiz. Hoy, las ponencias se dividen entre las dos sedes del congreso y se abordarán temas como la divulgación científica y las estrategias turísticas en torno a la arqueología, entre otros temas.
(Fuente: Diario Cördoba)

30 de abril de 2025

La UCA busca el santuario fenicio vinculado a Hércules

La Universidad de Cádiz y el Ayuntamiento de San Fernando han firmado un convenio cuyo objetivo principal es localizar este enclave sagrado, político y comercial del Mediterráneo antiguo, cuya ubicación exacta continúa siendo uno de los grandes misterios arqueológicos del litoral gaditano.

El Ayuntamiento de San Fernando y la Universidad de Cádiz (UCA) han presentado un convenio de colaboración suscrito entre ambas instituciones para el desarrollo de un ambicioso proyecto de investigación y divulgación centrado en la búsqueda del legendario templo fenicio de Melkart, divinidad más tarde asociada con Hércules.

El acto de presentación ha tenido lugar el Ayuntamiento de San Fernando y ha contado con la presencia de la alcaldesa, Patricia Cavada, y del rector de la UCA, Casimiro Mantell, acompañados por el equipo investigador que llevará a cabo los trabajos, bajo la coordinación del catedrático Lázaro Lagóstena, y la delegada de Cultura, Educación y Cooperación del consistorio, María José Pacheco.

Este acuerdo representa una oportunidad histórica para la investigación, la historia y la puesta en valor del patrimonio de la provincia de Cádiz. Su objetivo principal es localizar este enclave sagrado, político y comercial del Mediterráneo antiguo, cuya ubicación exacta continúa siendo uno de los grandes misterios arqueológicos del litoral gaditano.

El rector de la Universidad de Cádiz ha querido aprovechar la ocasión para indicar que “este convenio es más que un proyecto científico; es un proyecto cultural, patrimonial y de identidad que busca poner en valor el rico pasado de San Fernando y de toda la provincia de Cádiz”. A lo que ha querido añadir que para hacer este trabajo “se empleará una metodología puntera y no invasiva que combina tecnología geofísica de última generación con el conocimiento experto de un equipo investigador de primer nivel y multidisciplinar”.

Por su parte la alcaldesa ha indicado que el Templo de Hércules y el lugar donde se encuentra es uno de los grandes enigmas de la arqueología, y todos los indicios apuntan a que se encuentra en algún lugar del término municipal de San Fernando, “pueden existir discrepancias en cuanto al lugar concreto, pero no en cuanto a que se encuentra en San Fernando”. Por ello, el Ayuntamiento y la UCA emprenden “esta aventura apasionante en la búsqueda del Templo de Hércules, con la esperanza puesta en poder pasar de las hipótesis a los hechos y convertir el hallazgo en un yacimiento visitable que pongamos en valor”.

Como ha señalado Cavada, San Fernando emprendió hace años una clara estrategia de recuperación de su legado histórico y de cambio de modelo productivo, haciendo de la historia una herramienta de atracción turística. “Así lo hicimos con Camarón, con la Armada y su museo, con Las Cortes y la puesta en valor del edificio del Ayuntamiento como pieza clave, con un centro de investigación del universo como es el Observatorio de la Armada, o incluso con el castillo de Sancti Petri”. Ahora también forma parte de esa estrategia el Templo de Hércules, ya que su búsqueda no es solo una deuda con la historia, sino una oportunidad para San Fernando, desde la propia exploración hasta su puesta en valor, en caso del hallazgo.

La UCA pondrá a disposición del proyecto su Unidad de Geodetección, Análisis y Georreferenciación, perteneciente al IVAGRO (Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria), así como el Servicio de Vehículos Marinos No Tripulados, adscrito al Servicio de Drones del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR), con la colaboración de la Unidad de Investigación, Innovación y Competitividad para el Medio Patrimonial de la Universidad de Córdoba (UCO).

Principales líneas de trabajo
El convenio contempla una serie de actuaciones científicas y de divulgación, entre las que destacan las investigaciones históricas sobre los cultos de Melkart-Herakles-Hércules y su influencia en el extremo occidente; el desarrollo de un Sistema de Información Geográfica (GIS) basado en la carta arqueológica de San Fernando; prospecciones arqueológicas no invasivas mediante cartografía de alta precisión y técnicas geofísicas en el Cerro de los Mártires, Camposoto y el islote de Sancti Petri; exploraciones subacuáticas no invasivas en el entorno del caño e islote de Sancti Petri; así como la puesta en marcha de actividades de promoción y divulgación del patrimonio cultural, incluyendo una campaña de alta divulgación científica, creación de contenidos digitales y redes sociales, y el diseño de una exposición sobre el Santuario Occidental de Melkart.

El proyecto contempla la exploración de diversas localizaciones con potencial arqueológico, como el Cerro de los Mártires, Camposoto y el entorno de Sancti Petri, con el objetivo de arrojar luz sobre uno de los referentes patrimoniales más enigmáticos del Mediterráneo occidental.

Este convenio sienta las bases para una colaboración institucional sólida y duradera entre la Universidad de Cádiz y el Ayuntamiento de San Fernando, demostrando el compromiso compartido con el conocimiento, la innovación y la defensa del patrimonio cultural común.

27 de enero de 2025

La subasta de la villa romana de Córdoba quedó desierta

La Junta de Andalucía asegura que "no hay peligro ni amenaza que justifique que la administración andaluza tenga que comprar la villa romana de Santa Rosa, cuya subasta quedó desierta el pasado 7 de enero.
Recreación de la villa romana ubicada en Santa Rosa, Córdoba -Arqueocórdoba- Universidad de Córdoba

Según explicaron a la SER fuentes de la Junta de Andalucía, "independientemente de quién sea el propietario del inmueble, existen unas condiciones de conservación que se establecieron en su día en la resolución administrativa, posterior a la intervención arqueológica de valoración del yacimiento, que blindan este bien, ya que no permiten otra cosa que no sea su mantenimiento y conservación".

Esto significa que aunque no está esté protegida como BIC, en el catálogo de patrimonio andaluz, "no hay otro uso posible que no sea la conservación de la villa romana".

Los técnicos de Cultura van a realizar en los próximos visita de inspección a la villa para valorar si es necesario hacer requerimientos de limpieza o mantenimiento, según han avanzado a Radio Córdoba fuentes de la Junta de Andalucía.

¿Volverá a salir a subasta pública?
El anuncio de subasta del inmueble se publicó en BOE el sábado 14 de diciembre. Y el 7 de enero se certificaba que al no haber existido pujas, la subasta quedaba desierta. Según fuentes jurídicas consultadas por la Cadena SER, en el procedimiento cabrían varias opciones.

La primera sería que al al finalizar sin postores la subasta, el fondo de inversión británico, Voyager Investing Uk Limited Partnership solicitara quedarse con el inmueble, en manos de Construcciones Andaluzas Tirado S.A.

La ley estipula un plazo para que los acreedores puedan hacer esta solicitud, para la que no sería necesario volver a abrir una subasta pública. Una posibilidad de adjudicación directa en la que la ley establece que la acreedora podría solicitar una rebaja del 50% de la tasación del bien, es decir: que el fondo de inversión británico que reclama el pago de la deuda al a constructora cordobesa, se podría adjudicar la villa por 439.000 euros.

En caso de que esto no ocurra y de que no haya modificación en las circunstancias que han llevado a la subasta del bien, el juzgado de Primera Instancia 8 de Córdoba podría volver a sacar a subasta de nuevo la villa romana, eso sí, por el mismo valor inicial de tasación, es decir por 878.436 euros.

Fuentes consultadas por la SER coinciden en "lo infrecuente de que un bien de este tipo termine en una subasta judicial".

La Junta de Andalucía tendría la competencia para suspender o intervenir en la subasta de la Villa Romana de Santa Rosa

En virtud del artículo sexto de la Ley de Patrimonio, la Junta de Andalucía tendría la competencia para poder dictar la suspensión de la subasta de la Villa de Santa Rosa, en Córdoba, que salió a subasta pública a mediados del diciembre para saldar la deuda de una constructora de Córdoba con un fondo de inversión.

Según el ministerio de Cultura, el Gobierno de España no tendría competencias para ello, al tratarse de un bien de propiedad privada", y sería "la administración autonómica" la que podría actuar , paralizando o tomando cualquier otra medida cautelar para evitar la subasta final de este bien.

Según fuentes del Ministerio de Cultura, "Para que el ministerio intervenga, es necesario que el bien esté declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), por si quisiera ejercer su derecho de adquisición preferente".

En 2006, el Ministerio de Cultura, con Carmen Calvo al frente, consiguió paralizar la subasta de unas vigas de la Mezquita Catedral de Córdoba que la sala Christie's. Entonces, la justicia española emitió una comisión rogatoria solicitando a la justicia británica que suspendiera la puja ante la posible comisión de un delito de contrabando de patrimonio, que se sustanció en un acuerdo entre el ministerio de Cultura, el Cabildo Catedral y la sala de subastas, con el que se paralizó la puja.

Explican desde el ministerio que en aquel caso "se trataba de bienes muebles que salieron ilegalmente del país, sin permiso de exportación. En ese caso el Ministerio de Cultura sí es competente, aunque no para paralizar la subasta, sino para informar de la procedencia ilícita de las piezas".

La GMU anunció la apertura de las visitas turísticas a la villa romana en 2009
La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba anunció en diciembre de 2008 la puesta en marcha de visitas a la Villa Romana ubicada en el edificio Marino del Barrio de Santa Rosa, tras la recreación que llevó a cabo la empresa Arqueonova, que nos permite ver cómo habría sido originalmente esa villa cuya parte excavada ocupa actualmente más de 700 metros cuadrados.

23 de septiembre de 2020

Las excavaciones en Ategua sacan a la luz las termas y una panadería

Los materiales encontrados en estos dos establecimientos indican que fueron abandonados hacia finales del siglo I o comienzos del siglo II d.C. La intervención en la ciudad romana de Ategua, está financiada con 375.000 euros por la Junta de Andalucía, abarcará cinco años y la llevará a cabo la Universidad de Córdoba

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha visitado el enclave arqueológico de Ategua, en Córdoba, para conocer las conclusiones de las últimas actuaciones realizadas en el yacimiento, en concreto la prospección geofísica y las excavaciones en el conjunto termal, las primeras que se realizan en el yacimiento desde 2004.

Patricia del Pozo ha destacado que «estas intervenciones han permitido constatar la enorme riqueza arqueológica del sitio, dado que se ha podido identificar la trama urbana en época romana, al tiempo que se ha sacado a la luz una de las dependencias de las termas, posiblemente la entrada, y una panadería de la que se conserva el apoyo para el molino, la mesa de trabajo y el horno».

TRAMA URBANA
Así, la prospección geofísica del enclave ha permitido identificar la trama urbana del sitio en época romana, compuesta por 76 calles, la mayor parte de ellas en dirección Norte-Sur y Este-Oeste, agrupadas en 59 manzanas urbanísticas, donde predominan las viviendas particulares, pero también edificios que necesitarían ser excavados para precisar su interpretación y su cronología.

Con estos resultados, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico promovió la excavación en un espacio interpretado como unas termas donde se había actuado desde comienzos los años ochenta. La prospección documentó una serie de estructuras que podrían pertenecer a un conjunto termal ubicado en las calles más importantes de la ciudad romana: el cardo y el decumano máximo.

TERMAS Y PANADERIA
La excavación ha conseguido completar una de las habitaciones de las termas, probablemente la entrada que estaba embellecida por un muro decorado con columnas adosadas, de piedra estucada, de la que se conservan las bases y parte de su arranque. Este recinto daría acceso, por un lado, al vestuario (apodyterium) y, por otro, a la primera sala de baños, la de agua fría (frigidarium).

El corte abierto ha ratificado también la existencia en las inmediaciones de una panadería, de la que se conserva perfectamente el apoyo para el molino, para la mesa de trabajo y el horno, así como los muros de la fachada sur, donde estaba la puerta de acceso, y oeste, donde se ha constatado la presencia de una ventana. También se ha localizado otro establecimiento, pendiente de determinar su uso.

Los materiales encontrados en estos dos establecimientos indican que fueron abandonados hacia finales del siglo I o comienzos del siglo II d.C. Tras esta salida, esta zona nunca más volvió a ser utilizada como espacio urbano, si bien una de las habitaciones del conjunto termal pudo ser usada, de forma precaria, como corral. Por último, el corte realizado en la zona en la que la prospección indicaba la ausencia de estructuras confirmaría este espacio como el foro de la ciudad romana.

ARQUEÓLOGOS Y ESPECIALISTAS
Estas actuaciones han contado con la participación no solo de arqueólogos de acreditada experiencia en excavaciones sino, además, de especialistas en campos específicos de la arqueología: decoración arquitectónica, materiales cerámicos medievales y romanos, fauna, semillas, pólenes, monedas…Así, han participado investigadores adscritos a las universidades de Córdoba, Jaén, la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid y el Instituto Geológico y Minero Español.

«A la vista de los resultados, vamos a continuar con las excavaciones y estamos trabajando para dotar al enclave de un programa habitual de visitas guiadas», ha indicado la consejera Patricia del Pozo, quien ha estado acompañada por la secretaria general de Patrimonio Cultural, Macarena O’Neill, y la delegada territorial de Fomento, Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva.

En esta línea, la Consejería de Cultura va a actuar de manera inminente con un proyecto de investigación alrededor de un edificio de planta semicircular, muy llamativo a la luz de los resultados de la prospección geofísica, que podría tratarse de un espacio de uso público para espectáculos. La intervención, financiada con 375.000 euros por la Junta de Andalucía, abarca cinco años y la llevará a cabo la Universidad de Córdoba.

26 de junio de 2011

Las excavaciones en Cap de Forma (Menorca) descubren una cisterna talayótica

Un equipo de ocho estudiantes de arqueología de la Universidad de Sassari y tres doctorandos, uno de ellos de la Universidad de Córdoba, ha excavado en el yacimiento durante tres semanas
El asentamiento costero de Cap de Forma presenta dos estructuras de hábitat, de forma rectangular, adosadas a un muro ciclópeo y orientadas de norte a sur, que fueron ocupadas por hombres y mujeres de la cultura talayótica que vivieron en la Isla hace 3.300 años. Las excavaciones realizadas en esta campaña han permitido constatar que la habitación oeste tenía unas dimensiones de 6 por 3,5 metros. Tanto esta habitación como la que está adosada a su lado este -que todavía no está completamente excavada- tienen su propia zona de combustión, ubicada cerca de la muralla. Las excavaciones han permitido recuperar restos de cerámica pertenecientes a las vasijas que los moradores utilizaban en la vida diaria, así como dos ‘molons’ o molinos de mano para moler los cereales. Además, han aparecido huesos de animales que formaron parte de su dieta alimenticia, entre ellos cabras, ovejas y cerdos.
La estructura militar o fortín de 1700, a la izquierda, se construyó sobre una habitación
prehistórica.  A la derecha, estudiantes universitarios de arqueología - Toni Segu
Las excavaciones han aclarado que el supuesto pozo ubicado en la habitación este es, en realidad, una cisterna que ocupa una superficie de cuatro metros cuadrados y que posiblemente fue utilizada de forma compartida por los habitantes de ambas viviendas. En las proximidades de la cisterna, que aún no ha sido excavada, ha aparecido un vaso de cerámica de pequeñas dimensiones, lo que induce a pensar que fue utilizado en ceremonias rituales, además de otros dos ejemplares de tamaño normal.
La catedrática Anna de Palmas y la arqueóloga Giovanna Fundoni, que realiza el doctorado de esta disciplina científica, señalan que posiblemente la cala de Canutells era el puerto natural de este asentamiento costero, que se levanta en un cabo fortificado con una muralla caracterizada por su gran anchura. Hace más de 2.000 años este enclave era perfecto para controlar la rutas marítimas de la costa sur de la Isla, puesto que incluso se divisa la costa de Mallorca cuando la visibilidad es elevada.
La actual campaña también ha permitido realizar trabajos de investigación en el fortín o estructura militar situada al oeste de las dos habitaciones. La construcción data de alrededor de 1.700 de nuestra era, aunque se desconoce con exactitud si fue construido por los españoles y reutilizado por los británicos o construido directamente por éstos sobre una habitación similar a las dos anteriores de época talayótica. También está documentado con testimonios orales que el fortín fue utilizado durante la Guerra Civil de 1936-1939. Durante la campaña de noviembre de 2010, financiada por el Consell insular, se excavó este recinto y en su ángulo noreste se descubrió un hogar o fogón de reducidas dimensiones, en el que seguramente se utilizaban brasas en vez de fuego. También aparecieron restos de mortero en una de sus paredes, por lo que cabe suponer que el interior del edificio estaba enlucido, así como restos de vasijas de cerámicas, que están en fase de estudio, y de platos de estilo inglés que se fragmentaron con el derrumbe del tejado del edificio. Este año se ha averiguado que el pavimento del fortín estaba formado por tierra apisonada.
La habitación oeste de época talayótica, adosada al fortín, estaba cubierta por un estrato formado por grandes piedras y tierra, puesto que en torno el año 1.700 los militares rellenaron el desnivel existente en la zona. Las excavaciones han sacado a la luz cerámicas y tejas fragmentadas y botones de uniformes militares.
La excavaciones han sido realizadas por un equipo formado por ocho estudiantes de arqueología de la Universidad de Sassari y tres doctorandos, dos de la Facultad de Letras de la citada universidad italiana y una de la Universidad de Córdoba. La campaña ha sido financiada por la Fundación Banco di Sardegna.
(Fuente: Menorca.info)