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4 de noviembre de 2022

Descubren los restos de 20 neonatos del s. XIV en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria

Los arqueólogos todavía están pendientes de realizar más análisis para determinar si son los muertos son familiares entre sí, si su muerte se produjo en un mismo momento o si hay separación temporal entre los fallecimientos. Se trataría, en suma, de la cueva aborigen con mayor población infantil hallada en Canarias.
El descubrimiento de los restos de 20 neonatos del siglo XIV "produce asombro" entre los arqueólogos que trabajan en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria, donde se ha encontrado "un amasijo de huesos" que resulta "realmente confuso" al no estar "perfectamente depositados" sino desperdigados. EFE/ Elvira Urquijo A.

El descubrimiento de los restos de 20 neonatos del siglo XIV "produce asombro" entre los arqueólogos que trabajan en el yacimiento prehispánico de La Fortaleza, en Gran Canaria, donde se ha encontrado "un amasijo de huesos" que resulta "realmente confuso" al no estar "perfectamente depositados" sino desperdigados.

Así lo ha explicado este jueves a los medios de comunicación el arqueólogo Marco Moreno, quien lidera los trabajos de exploración y excavación en este enclave de Santa Lucía de Tirajana, donde ahora el Gobierno de Canarias, el Cabildo de la isla y el Ayuntamiento buscan promover el primer parque arqueológico de la comunidad autónoma de acuerdo a lo que la ley establece como tal.

El descubrimiento de los 20 neonatos se produjo durante las excavaciones que se han llevado a cabo en 2022 y "no hay nada con qué compararlo", según ha reconocido Moreno, que ha calificado el hallazgo de "muy curioso", porque contrasta con la llamativa escasez cuando no ausencia, de restos de niños en los enterramientos aborígenes más conocidos de Canarias.

De este modo, los arqueólogos todavía están pendientes de realizar más análisis para determinar si son los muertos son familiares entre sí, si su muerte se produjo en un mismo momento o si hay separación temporal entre los fallecimientos.

Se trataría, en suma, de la cueva aborigen con mayor población infantil hallada en Canarias.

COMO SI SE HUBIESEN IDO CORRIENDO
Los vestigios de la presencia de los antiguos pobladores del yacimiento de La Fortaleza se encuentran "como si se hubiesen ido ayer corriendo", ha abundado el arquéologo, que ha enumerado varios elementos que han podido encontrar a lo largo de los años, como cereales (cebada y trigo), higos o carpintería.

"Todo ello con una conservación bestial", ha detallado Marco Moreno, que ha recordado que, antes de hallar la zona funeraria este año, así como una cueva del siglo VII de apenas dos metros por uno, en 2021 se centraron en la ladera oeste de La Fortaleza, donde se encuentra el poblado de casas datadas en los siglos XIII y XIV, así como un granero "del que todavía falta procesar información".

Moreno ha destacado que La Fortaleza es un "yacimiento vivo" que demuestra la capacidad de cambio de los aborígenes grancanarios, que según el momento histórico fabricaban sobre esas mismas casas de formas diferentes.

"Los pueblos a veces tienen momentos conservadores y en otros aceptan ideas nuevas y cambian y empiezan a hacer casas circulares, por ejemplo, mientras que otras veces optaban por mantener estructuras previas. Estamos en tierra ignota", ha declarado el arqueólogo, que ha destacado también que se han encontrado en las construcciones piedras que solo se pueden encontrar a más de 1.200 de distancia.

1.200 AÑOS EN LA FORTALEZA
La Fortaleza, que será el núcleo de ese parque arqueológico al que aspira el Cabildo grancanario, "reúne 1.200 años de todo el libro de la historia indígena de Gran Canaria y ningún yacimiento tiene tanta historia acumulada como este".

En ese parque se podrán ver "las tres calles" en las que se configura el yacimiento, donde se pueden observar casas "con fachada única y alcoba".

Moreno ha explicado que solo han excavado una casa y media mientras que otras simplemente las han despedregado. Todo ello en una zona que a mitad del siglo pasado se utilizó como suelo agrícola e incluso se llegó a arar algunas partes.

"No se debe excavar todo. Tiene que dejarse algo para que se excave en un futuro, con tecnología y medios más modernos y arqueólogos más listos", ha apuntado.

Sobre la puesta en marcha de ese parque arqueológico, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha destacado en declaraciones a los medios que el yacimiento de La Fortaleza es de los que presenta "mayor diversidad de expresiones indígenas", ya que reúne espacios de culto, santuarios, grabados rupestres o viviendas.

Asimismo, Morales ha abogado por que la gestión del futuro parque arqueológico la asuma la institución más cercana y ha incidido en que este espacio fomenta diversificación turística "más allá del sol y playa".

Por su parte, el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Francisco García, ha reivindicado la necesidad de "espacios de memoria donde la ciudadana conozca el remoto pasado y recuperar parte de la memoria grancanaria".

Así, la directora general de Patrimonio Histórico del Gobierno canario, Nona Perera, ha destacado el aumento de la capacidad del centro de interpretación y ha dicho que La Fortaleza ayuda a regenerar al memoria colectiva para encontrar las referencias que permiten entender el pasado.

"Es un lugar vivo, gestador y gestor de patrimonio, con un profundo componente identitario. Lo que el olvido destruye, la memoria lo restituye", ha concluido.
(Fuente: EFE / Cope)

3 de noviembre de 2022

El Instituto de Estudios Altoaragoneses concede 50.000 euros en ayudas a la investigación

Trece proyectos serán beneficiados por estas ayudas que tratan de impulsar estudios e investigaciones que amplíen el conocimiento de la sociedad en una amplia variedad de temas.
El Instituto de Estudios Altoaragoneses.

El Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) de la Diputación Provincial de Huesca ha resuelto la concesión de sus ayudas a la investigación, una convocatoria dotada con 50.000 euros que trata de impulsar estudios e investigaciones que amplíen el conocimiento de la sociedad en una amplia variedad de temas. En total, trece proyectos obtendrán este apoyo.

La diputada de Cultura, Maribel de Pablo, destaca que “hay trabajos relacionados con la historia, el cambio climático, cultura y costumbres del territorio, arqueología, salud y deporte y muchas otras ramas del conocimiento; la labor investigadora nos enriquece a todos y por eso tratamos de apoyarla a través del Instituto de Estudios Altoaragoneses que recuperó estas ayudas en 2021”.

Los trabajos seleccionados han sido: ‘MagdaBucar: estrategias cinegéticas de los cazadores-recolectores magdalenienses del Prepirineo Central’ de Alejandro Sierra Sainz-Aja; ‘Estudio de la moneda tardoantigua del Museo de Huesca’, de Adrián Gordón Zan; ‘Prospecciones de arte rupestre en los cañones del río Vero’, de Paloma Melanie Lanau Hernáez; un documental titulado ‘Con la tierra en los pies’, de Rafael Latre Clemente; ‘IceDuration: ¿hasta cuándo habrá glaciares en el Alto Aragón?’; ‘Paleojubierre: estudio de macrorrestos paleobotánicos en Jubierre (Castejón de Monegros, Huesca) para la reconstrucción de la historia vegetal de un paisaje deforestado’, de Marta Alcolea Gracia; ‘Reconstruyendo la historia de crecimiento de los robles trasmochos del Prepirineo altoaragonés para proyectar su viabilidad futura’, Michele Colangelo; ‘La reorganización del movimiento obrero en el Alto Aragón durante la dictadura franquista’, Cristian Ferrer Gracia; ‘El Sarao de Salastano. Música y danza en torno a Vicencio Juan de Lastanosa: una investigación performativa de las artes escénicas y sociales del siglo XVII en la ciudad de Huesca’, de Inés Turmo Moreno y otros investigadores; ‘Huesca y sus montañas por la igualdad de género en investigación deportiva. Cambios electrofisiológicos del corazón en respuesta a una ultra trail de montaña’, de Nuria Garatachea Vallejo y otros investigadores; ‘El viaje del príncipe Hubertus de Löwenstein a la España republicana en el verano de 1937’, José María Ballestín Miguel; ‘Toponimia de la sierra de Guara: Belsué y Nocito’, de Alejandro Pardos Calvo, y, por último, ‘Inventario y digitalización de los grafitis históricos en lugares de represión durante la Edad Media y Moderna en la provincia de Huesca’, de Buil Pallás y otros investigadores.

Todas las propuestas presentadas que cumplían los requisitos establecidos en las bases de la convocatoria han sido analizados por una comisión de valoración que ha determinado puntuaciones en función de sus contenidos, temáticas, la metodología, la proyección de futuro y su carácter innovador. El director del IEA, Alberto Sabio, ha recalcado “el interés de los proyectos de investigación que obtendrán las ayudas, primero

porque en su mayoría tienen una aplicación directa a la provincia de Huesca, ya sea desde un punto de vista histórico, cultural, artístico o científico, y segundo porque supondrán avances en nuestro conocimiento que darán lugar a nuevos hallazgos en el futuro”.

La excavación prueba 1.700 años de expolio constante en Clunia

El equipo de arqueólogos que participa en los trabajos ha conseguido sacar a la luz los cimientos de cuatro columnas que hubo en el doble porticado del Foro, construido en el siglo I.
Una de las arqueólogas de la Universidad de Burgos se emplea a fondo en la recuperación de los cimientos sobre los que descansó una las columnas que hubo en el Foro romano de Clunia. - Foto: Valdivielso

En la recta final de la campaña de excavación que se está llevando a cabo en pleno otoño en el yacimiento romano de Clunia, los descubrimientos no han tardado demasiado en aparecer. Hasta ahora, el equipo de arqueólogos que participa en los trabajos ha conseguido sacar a la luz los cimientos de cuatro columnas que hubo en el doble porticado del Foro, construido en el siglo I. A ello se suma otro punto más, víctima del expolio. En este caso, no hay ni rastro de la base ya que apenas queda la trinchera de cimentación.

El arqueólogo director de Clunia, Francesc Tuset, detalla que su objetivo principal es hacer comprensible este espacio para los visitantes. Para ello, un punto clave pasa por aclarar de qué forma se comunicaban la plaza del Foro y los pórticos con la entrada a la Basílica, el centro jurídico y administrativo de la ciudad. «Había que encontrar las basas. En unos casos ha salido el zapatón sobre el que se montaba la basa. En otros nada, quiere decir que alguien vino y se lo llevó», explica.

En total, han aflorado los cimientos de cuatro columnas. Tres de ellos con forma rectangular, con una dimensión de poco más de un metro. El cuarto es circular. Y el quinto, el expoliado, cuadrado. «Sobre esto hay que imaginarse la basa, después la columna y, encima, al final, el capitel», apunta Tuset, mientras precisa que los restos que han hallado durante esta campaña «en teoría no se verían porque son las zapatas del muro». Después, «del capitel de la columna te vas al capitel de una pilastra adosada a la esquina y lo cubres».

Elementos todos ellos que forman parte de un espacio que está considerado como el centro de la ciudad y el núcleo principal del desarrollo económico, político y religioso de Clunia durante la época romana. De hecho, siempre se ha destacado su gran amplitud y se le considera como uno de los mayores foros que se conocen. Sin embargo, el hecho de que no se visualice físicamente su doble porticado hace muy difícil que los visitantes puedan concebir la trazada real de la plaza. De ahí la campaña de excavación que se está llevando a cabo con investigadores de la Universidad de Burgos, la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y miembros del departamento de Arquitectura de la Universidad de Valladolid. A partir de ahora, una vez que han conseguido sacar a la luz las basas de las columnas sobre las que se sustentaba la cubierta, el siguiente punto será recrear esas columnas, a media altura, como algunas de las originales que todavía se conservan en la zona de la Basílica y que datan del siglo I, en torno al año 50. «No hay idea de recrear el doble porticado, pero sí las columnas», detalla al respecto Tuset.

Con ello, se persigue que el visitante conciba la dimensión real del espacio en el que se encuentra, un espacio que durante la época romana daba cabida a tiendas, tabernas y «oficinas», por ejemplo, de escribas. «El Foro era un espacio cerrado, aún se ve la puerta. Entras, tienes lo que llamamos tabernas. A un lado se encuentra el templo. Al otro, la Basílica. Todo esto se debía cerrar a una hora determinada y hasta el día siguiente no se abría. Aquí se hacía la vida comercial», remarca el arqueólogo director, quien junto con Miguel Ángel de la Iglesia dirigen los trabajos que se efectúan en Clunia.

De inmediato. Así las cosas, Tuset confía en que los próximos pasos se den «muy rápido», en cuanto acaben su trabajo. Dice que se han habilitado unas partidas presupuestarias y espera que se ejecuten en un par de meses porque «si destapas y lo dejas así, se vuelve a arruinar». Ellos han excavado y lo pondrán a punto con idea de que quienes visiten el yacimiento romano, propiedad de la Diputación de Burgos, disfruten y comprendan un espacio donde también se instalarán varios carteles explicativos.

Mientras los arqueólogos se emplean a fondo, unos con palas excavando, otros con carretillas portando la tierra que sale y alguno barriendo, el director destaca que entre los descubrimientos de esta campaña también se hallan los restos de una inscripción junto a los cimientos de una columna del pórtico. «A veces ponían estatuillas, otras inscripciones dedicadas a alguien... Lo tienen que poner de forma que no moleste, por eso esta está pegada a la columna», apunta, para subrayar que un elemento de este tipo quiere decir que la ciudad romana «tuvo un momento en el que intentó embellecerse y lo debió conseguir. Pero luego a la primera de cambio... Es lo mismo que pasa en el teatro, que convirtieron en anfiteatro».

En total, la superficie excavada en el Foro ronda los 100 metros gracias a la labor efectuada por 9 arqueólogos durante una quincena de octubre y 12 en este momento. Al final, indica, lo que sale a la luz «es el resultado de prácticamente 1.700 años de saqueos, encontramos el resultado de desmontarlo todo y hay que seguir esa historia para llegar a la primera ciudad».

Descubren en Alicante la mayor necrópolis bizantina de la Península Ibérica

Los arqueólogos del MARQ documentan en el yacimiento del Cabezo del Molino, en Rojales, unas 300 fosas de enterramiento con individuos inhumados según el rito cristiano de primera época.
Se trata de la necrópolis mejor conservada de esta etapa histórica, que data de los siglos VI y VII

El yacimiento del Cabezo del Molino es una mina arqueológica que cada campaña de investigación arroja nuevas sorpresas. Localizado en una colina adelantada de la ladera nororiental de la Sierra de la Bernada, junto a uno de los meandros del río Segura, a su paso por la localidad alicantina de Rojales, cuenta con varios hornos íberos que evidencian la existencia de un complejo industrial datado entre los siglos IV y III a.C., así como vestigios constructivos tardorromanos de los siglos IV-V d.C.

Las últimas excavaciones han proporcionado un hallazgo todavía más relevante: la mayor necrópolis de época bizantina de la Península Ibérica documentada hasta el momento. Así lo ha confirmado María Teresa Ximénez de Embún, arqueóloga del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y directora de los trabajos de investigación en un sitio "sorprendente y único". "Es, además, el [cementerio] mejor conservado de esta etapa histórica, que data de los siglos VI y VII", ha añadido en un comunicado difundido por el Ayuntamiento de Rojales.

Las prospecciones con georradar han arrojado el descubrimiento aproximado de unas 300 fosas de enterramiento perforadas en el cerro de una duna fósil. "Hasta el momento han sido excavadas 30 tumbas, que albergaban 50 individuos de diferentes edades y sexos", ha desvelado la especialista. Los enterramientos que fueron perforados en la roca y cubiertos con lascas de piedra podían contener hasta varios individuos en su interior. Algunas de las tapas fueron talladas con el símbolo XP, en alfabeto griego, conocido como crismón o anagrama de Cristo. Todas estas evidencias están ofreciendo "importante información" sobre los ritos de inhumación del periodo.

Ximénez de Embún ha detallado que en el Cabezo del Molino, que pudo haber sido en la Antigüedad un puerto fluvial, a los fallecidos se les colocaba con la cabeza hacia el oeste y los pies al este, "es decir, al sol poniente y al sol naciente, un rito cristiano de primera época". En esta época, siglos VI-VII d.C., cuando Bizancio, y en concreto Justiniano I, asentó por las armas una provincia en el sureste de la Península Ibérica, se abandonó la incineración en los enterramientos cristianos y se optó por sepultar los cuerpos directamente.

La arqueóloga ha añadido que "la aparición de varios cuerpos en algunas fosas, con adultos y menores, indica que muchos de los antiguos habitantes del Cabezo del Molino morían a la vez, lo que nos lleva a pensar que se produjeron epidemias muy contagiosas y que las sepulturas múltiples contenían cuerpos de familiares".

Análisis genéticos
Los análisis genéticos de los restos humanos que se van a realizar en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Jena (Alemania) permitirán determinar los orígenes de esta comunidad, sus conexiones familiares y su causa de muerte, quizá relacionada con los mortíferos efectos de la llamada plaga de Justiniano, que brotó en Egipto en 541 y se propagó por todo el territorio romano a través de las rutas comerciales.

La campaña arqueológica, la quinta que desarrollan los investigadores del MARQ en el yacimiento gracias al patrocinio de la Diputación de Alicante y la colaboración el Ayuntamiento de Rojales, el propio museo arqueológico de la localidad, la Universidad de León y el Instituto Max Planck, también ha sacado a la luz ajuares, broches y numeroso material cerámico.

La investigadora principal ha confirmado que se realizarán nuevas excavaciones en el sitio durante los próximos tres años y se ampliará el proyecto según los resultados. Uno de los objetivos principales a partir de ahora consiste en encontrar, si es que aún existe, el poblado con sus viviendas y otras construcciones de carácter religioso. Por su parte, Inmaculada Chazarra, la concejala de Cultura y Patrimonio Histórico Nacional, ha prometido que el yacimiento será conservado y musealizado para su visita.

2 de noviembre de 2022

Cartagena contrata la conservación de los restos del Barrio del Foro Romano

Este contrato permitirá que la próxima semana dé comienzo una intervención para poner a punto las diversas estructuras del área arqueológica abierta desde el 2012. 
Los trabajos de esta intervención, que incluyen la limpieza, consolidación y sustitución de las gravas afectadas por la humedad, comenzarán la próxima semana
Para esta actuación se ha contratado desde la Concejalía de Patrimonio Arqueológico a Salmer, por un importe de 48.144 euros.

La Concejalía de Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cartagena ha licitado los trabajos de conservación preventiva y de mantenimiento en el Barrio del Foro Romano. Este contrato permitirá que la próxima semana dé comienzo una intervención para poner a punto las diversas estructuras del área arqueológica abierta desde el 2012.

“A lo largo de estos diez años de apertura al público se han realizado labores de limpieza superficial y tratamientos de urgencia puntuales, pero pasado este tiempo es necesaria una actuación más exhaustiva para mantener los restos en unas condiciones óptimas”, ha afirmado Castejón.

En este caso, la intervención proyectada por Cartagena Puerto de Culturas y el Ayuntamiento de Cartagena contempla los “tratamientos de limpieza de la totalidad de los restos, como el caso de los pavimentos de las Termas del Puerto y los grandes muros del Edificio del Atrio, un tratamiento específico para las zonas afectadas por la humedad, así como la consolidación de aquellos materiales constructivos más vulnerables a la degradación como es el caso del “tabaire”, localizado en zonas del Santuario de Isis y el Foro”, ha explicado la vicealcaldesa.

Asimismo, se intervendrá en las pinturas murales que decoran el Edificio del Atrio con tratamientos puntuales de desalación, limpieza y consolidación. En esta actuación también está prevista la retirada y sustitución de las de las gravas afectadas por la acumulación de humedad y suciedad ambiental.

Los trabajos previstos conllevan algún refuerzo de iluminación monumental, así como de seguridad para el monumento con la colocación de vallas de separación en zonas concretas del mismo.

Para esta actuación se ha contratado desde la Concejalía de Patrimonio Arqueológico a Salmer, por un importe de 48.144 euros, para lo que cuenta con un equipo especializado en restauración, que será supervisado por parte del Ayuntamiento de Cartagena, el Museo Foro Romano Cartagena y Cartagena Puerto de Culturas, siendo el plazo de ejecución de dos meses.

Salmer Cantería Restauración S.L. ha realizado con éxito otros trabajos de estas características como el del yacimiento arqueológico de Torreparedones de Baena, Córdoba; excavación arqueológica del recinto inferior del Castillo de Alhama de Murcia, así como de las murallas y de las torres defensivas; la restauración de la Basílica Santuario de la Santísima Veracruz de Caravaca; o la del yacimiento arqueológico de Siyasa en Cieza.
(Fuente: Ayuntamiento de Cartagena)

Reconstruyen un horno de hierro de la época romana en el Pirineo catalán

De este periodo se han documentado una veintena de hornos de reducción del mineral de hierro fechados entre el siglo III y medios del siglo VI. Si bien este yacimiento había sido documentado por un equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre los años 2003 y 2004, hasta este verano no se había hecho ninguna excavación. El arqueólogo Òscar Augé ha excavado un horno de reducción y lo ha reproducido a escala 1:1 en el bosque de Virós (Lérida).
Los restos de la estructura del horno de reducción de hierro ya excavado, y un posible segundo horno en segundo término, en el municipio de Alins. FOTO: CEDIDA

La Vall Ferrera (Lérida), como su nombre indica, está íntimamente relacionada con la explotación y la producción de hierro. La actividad siderúrgica en el valle se remonta a los últimos siglos del Imperio romano. De este periodo se han documentado una veintena de hornos de reducción del mineral de hierro fechados entre el siglo III y medios del siglo VI. Ahora, el arqueólogo Òscar Augé, por encargo del Parque Natural del Alt Pirineu, ha excavado un horno de reducción y lo ha reproducido a escala 1:1 en el bosque de Virós. El buen estado de conservación, las grandes dimensiones y la posibilidad de más hornos cercanos ha sorprendido Augé y hacen de este yacimiento un caso único en el país dado que no hay referentes similares tan grandes en una zona de producción de hierro no asociada a un poblado.

Si bien este yacimiento había sido documentado por un equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre los años 2003 y 2004, hasta este verano no se había hecho ninguna excavación.

Han sido los arqueólogos Òscar Augé y Jose Miguel Gallego los encargados de la intervención arqueológica y documentar los restos de uno de estos hornos. Se trata de la cubeta, donde se depositaba el hierro al final del proceso, y que estaba excavada directamente en el terreno natural, y un pequeño muro de piedra que la rodeaba, encima del cual se levantaría la chimenea del horno y que era por donde se cargaba el mineral y el carbón vegetal, y permitía alcanzar la temperatura adecuada por el proceso de reducción, que oscilaba entre 900 y 1300 °C.

Augè ha explicado que aunque habrá que corroborarlo en próximas campañas, intuyen dos hornos más a pocos metros del área excavada este verano. A pocos metros de la zona donde se ha excavado el horno de reducción también se intuyen cabañas. Se podría tratar de lugares donde vivía la gente que trabajaba el hierro. De confirmarlo se trataría de un yacimiento de «cierta entidad» dado que contaría con la zona de trabajo y la zona de vivienda en medio de la montaña (unos 1.700 metros). Los arqueólogos creen que debió ser una actividad estacional, que sólo se podría hacer, seguramente, durante los meses de primavera y verano.

Los restos de estos antiguos talleres de reducción tienen una especial relevancia desde un punto de vista arqueológico ya que en la época antigua en el nordeste peninsular, hay un vacío de conocimiento sobre esta actividad fuera de contextos de hábitat. El arqueólogo Augè ha explicado que «no hay referentes similares» en Catalunya con una concentración tan grande de zonas de producción no asociados a una población. No obstante, ha asegurado que hay «gran similitud» con otros yacimientos análogos, localizados en este caso en territorios próximos del Pirineo francés, como lo que durante la década de los años 1990 se excavó en Lercoul, a la vecina valle francesa de Vic de Sòs, en el Arieja, con cronologías también del siglo III d.C.

En el momento del descubrimiento, hace unos veinte años, de estos enclaves arqueológicos, definidos por pequeños montículos dentro del bosque, de formas y dimensiones variables entre los 100-300 m², cubiertos de vegetación arbustiva, y formados por escorias de hierro, gran cantidad de carbones y fragmentos de arcilla cocida de la pared de los hornos, se practicaron pequeños sondeos en algunos de ellos para obtener muestras para fechar mediante la técnica del Carbono 14, hecho que permitió situarles entre los siglos III/IV y VI/VII d.C. No obstante, en estos vertederos hasta ahora no se había realizado nunca ninguna excavación que permitiera localizar los hornos que los generaron, saber cómo eran, y cuántos podía haber en cada uno de ellos.

Ahora, a falta de los resultados de las analíticas que tienen que confirmar las dataciones concretas del horno, se espera confirmar en próximas campañas arqueológicas la presencia de más hornos de reducción en la zona y la zona de viviendas. El propósito final, una vez finalizadas las diferentes intervenciones arqueológicas, es poder consolidar los vestigios con el fin de hacerlos visitables, y que a la gente que pasee por el sendero señalizado de la Costa de las Minas puedan verles.

La Vall Ferrera tiene un gran patrimonio siderúrgico, concentrado muy especialmente en el bosque de Virós, que abarca unas 2.000 hectáreas de alto valor paisajístico y natural. Ahora toda la zona se podría definir también como un enorme yacimiento arqueológico con restos de varias épocas relacionadas con la explotación y aprovechamiento del hierro.

Descubren un yacimiento con fósiles de hace 200 millones de años en Algeciras

La investigadora del departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga (UMA), Maria del Carmen Lozano, junto al arqueólogo de la empresa 'Astarté-Estudio de Arqueología' David Gestoso, ha identificado en Algeciras (Cádiz) un yacimiento de edad triásica con restos fósiles "exclusivos" de hace más de 200 millones de años.
Restos arqueológicos de hace más de 200 millones de años hallados en Algeciras. (Foto/UNIVERSIDAD DE MÁLAGA).

La investigadora del departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga (UMA), Maria del Carmen Lozano, junto al arqueólogo de la empresa 'Astarté-Estudio de Arqueología' David Gestoso, ha identificado en Algeciras (Cádiz) un yacimiento de edad triásica con restos fósiles "exclusivos" de hace más de 200 millones de años.

El hallazgo fue descubierto en la carretera N-350, mientras controlaban los movimientos de tierras en las obras del Acceso Sur al puerto de la Bahía de Algeciras, realizadas por la UTE OHLA-SATO, que desde el primer momento "mostró su colaboración para su protección y estudio", según han señalado desde la UMA a través de un comunicado.

"Estamos ante un afloramiento triásico único en Andalucía, con un grado de conservación excepcional en comparación con los aparecidos en la península ibérica correspondientes a este periodo, que se sitúa antes de la época de los grandes dinosaurios", ha explicado la investigadora, que forma parte del grupo 'Ecofisiología de Sistemas Acuáticos'.

Ahora, los expertos están aún recuperando los restos hallados, "de gran valor científico y patrimonial", y ya se cuenta con los primeros resultados preliminares, realizados a partir de análisis taxonómicos de la fauna, que han permitido datar el yacimiento entre 230 y 200 millones de años de antigüedad.

El estrato con contenido faunístico descubierto se encuentra a una altura de aproximadamente 1,5 metros y a un nivel carbonatado de escasa potencia, de 5 a 30 centímetros de espesor. Es de litología margosocalcárea y de color amarillento, con registro de bivalvos y relativamente amplio. "Cabe destacar la identificación de un ejemplar de Myalinella, que podría ser la primera cita de este género para la península ibérica", ha señalado Lozano.

Así, el siguiente paso de este equipo científico será evaluar la reconstrucción paleoecológica y ambiental del yacimiento, y según han apuntado, podría tratarse de un mar interior.

"La información que obtengamos de estos restos será una excelente herramienta para entender y predecir futuros escenarios fundamentalmente asociados a la desertización y a los efectos del calentamiento global", ha asegurado la investigadora.

31 de octubre de 2022

Documentan un nuevo yacimiento de la Edad de Bronce en Almagro (Ciudad Real)

En la zona de "Bocapucheros" se han encontrado los restos de un varón de 30 años, un hombre de la 'Cultura de las Motillas', enterrado en un túmulo principesco orientado a la constelación de la Cruz del Sur, que podría ser un 'Rey de la Prehistoria'
'Bocapucheros', un nuevo yacimiento arqueológico en Almagro

A escasos kilómetros de Almagro, se alza la zona conocida como Bocapucheros. "Un montículo en medio de la planicie, del que en las últimas décadas, ha suscitado la curiosidad de muchos investigadores y estudiosos", informa el Ayuntamiento de Almagro, en su web. Sus características hacían pensar que se trataba de un yacimiento arqueológico. Uno de estos investigadores es el profesor de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Benítez de Lugo, que hace unos cuatro de años se puso en contacto con el Ayuntamiento para comenzar un trabajo de investigación en esta área. Hace tan solo unos días, "el sueño se ha hecho realidad" como comentaba el propio Benítez de Lugo durante la entrevista realizada por Onda Almagro, la radio municipal. Un equipo formado por arqueólogos y una antropóloga, han iniciado la primera excavación este nuevo yacimiento, "lugar sagrado de hace unos 4.000 años" que se desarrollará durante todo el mes de octubre.

El sitio es especial. Encuadrado en lo que se conoce como la 'Cultura de las Motillas', Bocapucheros es centro ritual ubicado en pleno corazón de Campo de Calatrava. A diferencia de la zona volcánica en la que se ubica caracterizada con tonalidades mayoritariamente negras, Bocapucheros se asienta sobre un afloramiento de cuarcitas rosadas.

En el lugar se halla una cueva que fue monumentalizada construyendo grandes túmulos sobre ella en tiempos de la Edad de Bronce. Se pueden observar, al menos tres cámaras funerarias en las que, según los estudios previos realizados, deben estar enterradas personas principales y significadas de la 'Cultura de las Motillas', con ajuares cerámicos cuyos restos se encuentran hoy dispersos por el entorno. Prueba de ello, son los estudios que han sacado a la luz los restos de un varón de 30 años, clave en esta primera excavación de Bocapucheros.

Este descubrimiento es lo más relevante del proyecto. Encontrar un individuo principal de la Cultura de las Motillas, no había sucedido nunca antes. Hay dos lugares sagrados de la 'Cultura de las Motillas', pero sólo en Bocapucheros alguien se enterró en un túmulo que domina buena parte del Campo de Calatrava, que está junto a La Encantada y en medio de motillas.

Datos del yacimiento
Un dato importante es que el corredor de acceso principal a estos túmulos está orientado al Paso de Salvatierra, que comunica Andalucía con la Meseta. Este corredor natural ha venido funcionando como vía de paso desde tiempos prehistóricos, con un fuerte componente simbólico como atestigua Bocapucheros. Los corredores, además de alinearse a este paso, se orientan a la constelación de la Cruz del Sur que con el cambio de era dejó de verse en el hemisferio norte.

Por otro lado, tiene conexión visual directa con alguna de las motillas de la zona, como es la de Torralba (Torralba de Calatrava). Además, el poblado fortificado de 'La Encantada' (Granátula de Calatrava) se encuentra a tan solo 6 km.

Respecto al varón, los arqueólogos encontraron una oveja depositada como ofrenda junto al difunto. "Es un dato significativo, porque la posesión de ganado era una de las claves del poder en aquella época, junto al control del agua. El enterramiento de este hombre en un panteón tumular sin igual revela el poder que tuvo", explica el profesor y codirector del proyecto que considera que la persona enterrada era y es "un rey de la Edad de Bronce" y Bocapucheros "un lugar sagrado, un santuario en torno al 2000 a.C., del siglo XXI antes de nuestra era".

"Se sabía que la sociedad de la Edad del Bronce enterraba a sus muertos en poblados como La Encantada y en motillas como El Azuer, El Retamar o El Acequión. Ahora sabemos que también unas pocas personas muy distinguidas eran enterradas en grandes monumentos orientados a las estrellas, como Castillejo del Bonete o Bocapucheros. Es un dato muy importante para reconstruir aspectos sociales y religiosos de aquella cultura, que nos indica claramente la existencia de una jerarquización social a partir del comienzo de la Edad de los Metales. La excavación tiene este objetivo, aportar información novedosa sobre las sociedades del pasado, aportación al conocimiento científico y un incremento de nuestro nivel cultural. En Bocapucheros así es, claramente", señala el profesor Benítez de Lugo.

Por su parte, el coordinador de la excavación, el arqueólogo José Luis Fuentes, comenta que Bocapucheros es un yacimiento de referencia, "muchos hemos suspirado con trabajar en él durante muchos años para conocer cuál era su verdadero significado". Mi misión es comprender estructuralmente el yacimiento, su proceso de construcción, desarrollo y funcionalidad y su posterior abandono" para, finalmente, ver las señales intrínsecas del Bronce.

La excavación va a servir para saber si Bocapucheros era un espacio funerario o un espacio de hábitat y funerario, qué hacían allí, de donde venían, qué comían y de qué murieron. Este trabajo corresponde a la arqueoantropóloga, Victoria Peña, que comenzará, tras finalizar los trabajos en el terreno, con el estudio de los huesos y restos que se vayan encontrando. Peña habló en la radio municipal del trabajo preliminar por un hallazgo casual en superficie que permitió recuperar los huesos de este varón de 30 años y de una mandíbula humana de otro individuo que tras la prueba del carbono-14 es que son de la misma época, de la Edad de Bronce. "Estamos seguros que son dos individuos que proceden de este época".

En su visita a la excavación, el concejal de Cultura, Dionisio Muñoz, que apoyó el proyecto desde el primer momento, destaca la relevancia de esta investigación con la que "queremos contribuir al conocimiento de la Cultura de las Motillas aportando información sobre los aspectos espirituales, religiosos, monumentales y sociales de nuestros antepasados. A Almagro vinieron a enterrarse gentes de las motillas y poblados de alrededor, porque este lugar era un sitio especial; no era un poblado, sino un lugar sagrado. Se va a dar un paso más para conocer este tipo de monumentos del Bronce de La Mancha".

La investigación arqueológica en Bocapucheros cuenta con un sistema de cofinanciación mixta público-privada en la que participa el Ayuntamiento de Almagro, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y las empresas privadas E2IN2, Anthropos y Oppida. La excavación que comenzó la pasada semana es financiada por la Viceconsejería de Cultura, dentro de las ayudas a la investigación el patrimonio arqueológico de Castilla-La Mancha por valor de 22.350,65 euros, de los cuales la Junta aporta 12.810,88 euros y el Ayuntamiento aporta 9.539,77 euros. El estudio ha podido realizarse gracias a la autorización del propietario de estos terrenos, Dámaso Gómez Camacho.

Lugar sagrado, orientado al sur
César Esteban, arqueoastrónomo y astrofísico, ha participado en el estudio y sus aportaciones han permitido verificar el significado de la orientación al sur del monumento. Jugó un papel simbólico relevante en la disposición de las tumbas y en las construcciones sagradas de la 'Cultura de las Motillas'. Según ha constatado la estrella más austral de la Cruz del Sur, Ácrux, dejó de ser visible sobre el horizonte alrededor del inicio de la era cristiana. La última estrella visible fue la que ocupa el extremo septentrional, Gacrux, que desapareció alrededor del año 1000 d.C. debido a la precesión- cambio gradual del eje de rotación de la tierra-. La Cruz del Sur es una constelación que en la actualidad sólo se ve en el hemisferio celeste austral, compuesta por dos segmentos cruzados en forma de cruz latina. Aunque es la más pequeña de las ochenta y ocho constelaciones que conforman la bóveda celeste, es muy clara y útil para la orientación, ya que permite determinar exactamente el punto cardinal sur, de forma parecida a como la estrella polar marca el norte. Se trata de una señal luminosa claramente visible en el cielo.

En diferentes culturas esta constelación ha tenido un significado sagrado, además de servir de orientación y ser un marcador calendárico. Hace 2000 años, en tiempos del nacimiento de Jesús de Nazaret, a quien se le asociaría con el signo de la cruz romana, era visible desde la latitud de Jerusalén, de Mesopotamia y de Persia (en el sur del territorio ocupado por el Imperio Parto) erguida sobre el horizonte en la medianoche de los días de febrero, de modo que pudo ser la 'Estrella del Niño' o 'Signo de Jesús' que vieran los Magos de Oriente desde su país de origen, y más tarde en su viaje desde Jerusalén a Belén, que está a diez kilómetros hacia el sur, señala el Consistorio en su comunicado.

Sobre el Campo de Calatrava
El Campo de Calatrava ha sido una zona volcánica activa desde el Plioceno (Terciario). En este entorno los gases magmáticos han aflorado a la superficie durante milenios. Aquí se han producido erupciones hidromagmáticas y piroclásticas de gran impacto y magnitud. Cerca de Bocapucheros surgió a principios del siglo XXI un géiser que alcanzó los 60 m de altura y estuvo activo siete meses. En los últimos 20 años han surgido nueve géiseres de este tipo en la zona; el más reciente, a finales de agosto de 2022.

Los eventos sísmicos asociados a este vulcanismo han provocado daños en yacimientos de la Edad del Bronce en la zona. El volcán Columba, situado en la margen izquierda del río Jabalón y con 100 m de altura sobre el entorno circundante, todavía emitía potentes oleadas piroclásticas desde su cráter cimero a mediados del IV milenio. A partir del Neolítico final la remisión de la actividad volcánica fue pareja a una mayor ocupación del territorio, pero los hervideros, fuentes de agua agria y géiseres han continuado hasta la actualidad. Estas manifestaciones tectónicas pudieron contribuir en la Prehistoria reciente a considerar que este espacio tenía un carácter sagrado.