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6 de agosto de 2014

Los arqueólogos descubren un ara romana en el yacimiento musulmán de Alcalá la Vieja (Madrid)

Los arqueólogos que trabajan en el yacimiento musulmán de Alcalá la Vieja han hallado un ara -piedra consagrada- romana dedicada al "sagrado" Marte, hallazgo que constata que en esa zona hubo un asentamiento romano anterior al ya conocido Complutum donde hoy se asienta Alcalá de Henares. La piedra consagrada -1,7 metros de alto y casi 900 kilos- es de finales del siglo I d.C o principios del II.
Uno de los arqueólogos realiza in situ el dibujo del ara que ha aparecido en estratos de la Baja Edad Media.
Foto: DESDESORIA
"Falta limpiarla bien y que un especialista la estudie" ha afirmado hoy la arqueóloga, Elena Serrano, quien ha señalado que según la datación preliminar, la piedra consagrada -1,7 metros de alto y casi 900 kilos- es de finales del siglo I d.C o principios del II.

En palabras de Serrano, esta ara romana se ha encontrado "fuera de contexto", ya que se halla en un extracto que aproximadamente es de la baja Edad Media, siglo XIV o XV.

"Los restos de la época romana están aún por descubrir", ha apuntado.

Asimismo, la arqueóloga ha asegurado que no se trata de un ara funeraria, sino de una dedicatoria de agradecimiento al dios Marte de un personaje que, aunque su nombre "no está claro", parece ser que era Lycurus Primitivus.

ESPACIO PÚBLICO ANTERIOR A "COMPLUTUM"
Por ello, ha proseguido, están valorando la hipótesis de que hubiera en esa zona un templo o un espacio público de un asentamiento "incluso anterior a la fundación de Complutum".

"Estos hallazgos romanos son la gran novedad y aportación porque antes se pensaba que todos los elementos arquitectónicos de esta época procedían de Complutum", ha explicado Serrano.

Los trabajos de excavación finalizarán la próxima semana y se procederá a la extracción de la piedra y a su posterior restauración para trasladarla al Museo Arqueológico Regional que se sitúa en la ciudad complutense Patrimonio de la Humanidad.

La consejera de Cultura, Empleo y Turismo, Ana Isabel Mariño, ha visitado hoy este yacimiento arqueológico de Alcalá de Henares junto con el alcalde de la localidad, Javier Bello, para ver los trabajos de acondicionamiento que se están realizando para que los ciudadanos puedan visitarlo.

En este sentido, Mariño ha manifestado que el Gobierno regional ha invertido, desde 2008, más de 300.000 euros para conocer la extensión del yacimiento, garantizar su conservación y hacerlo visible al público.


Toma de coordenadas en el lugar del hallazgo.
Foto: DESDESORIA
"Mientras los presupuestos lo permitan seguiremos invirtiendo en el patrimonio de la Comunidad de Madrid", ha apostillado.

En concreto, el Ejecutivo madrileño ha realizado el levantamiento topográfico del yacimiento, estudios geotécnicos, prospecciones y excavaciones arqueológicas en los arrabales, recinto fortificado y su entorno, desescombro del área de acceso al recinto y tareas de conservación en la torre albarrana.

EN LA RED DE YACIMIENTOS VISITABLES
Respecto a estos trabajos, la consejera ha destacado que lo más importante han sido los datos "muy buenos" que se han obtenido sobre la forma de vida y la ocupación del ser humano en la zona.

Por su parte, el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello, ha manifestado que se va a sacar mucha información de cómo se vivía en esa área durante los diferentes siglos que ha habido ocupación.

Gracias a estas laborales, el yacimiento de Alcalá la Vieja, en el que se pueden encontrar restos desde la Edad de Bronce, del Hierro, fortificaciones de la fase Andalusí hasta el siglo XVI, quedará integrado en la red de yacimientos visitables de la Comunidad de Madrid, que ya abarca otros 20 enclaves donde se puede conocer el legado arqueológico y paleontológico de la región.

Por último, Bello ha subrayado que esta localidad madrileña es un "museo al aire libre" para todos los madrileños y turistas.

"Toda Alcalá de Henares es patrimonio porque tiene mucho por descubrir todavía en el subsuelo", ha concluido Mariño.

(Fuente: ABC / EFE)

18 de junio de 2024

Descubren en Navarra un altar votivo del siglo I d.C. dedicado a una divinidad vascona

 El altar, documentado en un monasterio medieval de la localidad navarra de Larunbe, recoge una dedicatoria en latín de una mujer, Valeria Vitella, a la deidad vascona Larrahe. El catedrático de Filología Latina y decano de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad del País Vasc, Javier Velaza, forma parte del grupo de investigadores que descubrió esta pieza en 2022.

Un equipo multidisciplinar coordinado por arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y con la participación de investigadores de la Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad del País Vasco, la Universitat de Barcelona, la Universidad de Burgos y la Université de Pau et des Pays de l’Adour descubrió en agosto del 2022 un ara o altar votivo de época romana, datada en el siglo I d.C. Esta pieza es excepcional debido a su inscripción y la posición donde fue recuperada, ya que recoge una dedicatoria en latín de una mujer, Valeria Vitella, a la deidad vascona Larrahe.

La Sociedad de Ciencias Aranzadi coordina desde el 2010 y en auzolan a un equipo de arqueología junto a más de 50 voluntarios y voluntarias de Larunbe para excavar y consolidar los restos del monasterio medieval de Doneztebe (siglo XI), ubicado en la cima del monte Arriaundi (942m).

Un monasterio medieval sobre restos de época romana
Arriaundi constituye un importante yacimiento arqueológico, puesto que permite conocer la evolución de un enclave cultural con diversas fases que van desde la época romana, pasando por la Antigüedad Tardía y siguiendo prácticamente durante toda la Edad Media hasta la Edad Moderna. De hecho, las características de su emplazamiento, un promontorio fácilmente defendible e inexpugnable por su vertiente sureste y con un control visual de una de las principales vías de acceso a la cuenca de Pamplona, lo convirtieron en un lugar atractivo y de carácter religioso en diferentes épocas.

Fue en el contexto de las políticas del reino de Pamplona cuando, a finales del siglo XI, se ordenó la construcción de un monasterio dedicado a San Esteban (Doneztebe) que define el espacio central del yacimiento. Gracias a las labores de voluntariado de vecinas y vecinos de Larunbe y la coordinación arqueológica de Aranzadi se descubrieron y consolidaron los restos de este monasterio, cuyo emplazamiento era desconocido hasta la fecha, y que conserva su planta original de tres ábsides semicirculares.

Pero una sorpresa aguardaba debajo de la tierra. Una pieza arqueológica 1000 años más antigua que la construcción del monasterio emergió en verano del 2022 en plena campaña arqueológica: un ara o altar votivo del siglo I d.C, escrito en latín y dedicado a una divinidad vascona. Esta pieza no se ha localizado en su ubicación original: es un altar diseñado para estar de pie, ser contemplado y ser legible. Sin embargo, se ha encontrado depositada en el fondo del pozo medieval adscrito al monasterio, con la inscripción oirentada hacia abajo. Se desconoce si fue arrojada o depositada de forma intencionada en este lugar.

Si bien en el yacimiento de Arriaundi se han podido documentar aisladamente materiales arqueológicos de época romana tales como fragmentos cerámicos, tachuelas de sandalias y monedas, el descubrimiento del ara aporta avances significativos sobre las creencias de los vascones, el área de culto a la deidad Larrahe y el sincretismo entre el mundo romano y el vascón.

El ara de Larunbe, una ofrenda de agradecimiento de Valeria a Larrahe
En Hispania la mayor parte de los textos sobre aras están escritos en latín y llevan el nombre de la divinidad a la que va dedicada y, por lo general, también el nombre de la persona que hace la dedicatoria.

Los altares o aras romanas suelen estar realizados de piedra. En la parte central tienen el cuerpo, donde se escribe la dedicatoria. La base y la parte superior suelen sobresalir del cuerpo, y en la superior suelen tener una corona con un pequeño orificio denominado focus. En este focus se realizaban los sacrificios, es decir, se vertía vino o se quemaba algún tipo de incienso en su interior a modo de ofrenda.

En el caso del ara de Larunbe, se representa el cumplimiento de un voto puesto por una mujer, Valeria Vitella, a una divinidad vascona de nombre Larrahe.

El nombre de este dios o diosa indígena solamente se atestigua en otras tres aras procedentes del territorio vascón, localizadas en la cuenca del Arga y de su afluente el río Salado: Muruzabal de Andión (Mendigorria, antigua Andelo), Irujo y Riezu. La de Larunbe es excepcional ya que es la pieza que más al norte ha aparecido y a más altitud, y la única recuperada en contexto de intervención arqueológica. Esto amplia el ámbito de influencia hasta ahora conocido para esta divinidad.

Se trata por tanto de una deidad evidentemente vascona, ya que tiene una parte final, escrita -he que podemos interpretar probablemente como la forma del dativo vascónico, es decir, que marca a quién está dedicada: a la deidad Larra. El nombre vascónico, con su vinculación al euskara actual, nos lleva a una interpretarla como una deidad relacionada con el campo o el territorio de labranza.

Importancia del hallazgo para la lengua vascónica
El ara de Larunbe amplía más al norte la dimensión territorial de los testimonios escritos de la divinidad y del idioma vascónico. El lugar donde aparece está en los límites de lo que podría ser el territorio patrimonial vascón y sus vecinos probablemente várdulos. El testimonio del ara nos delimita un poco más este territorio y nos señala esta zona de culto a la divinidad vascona a finales del siglo I d.C. Es un testimonio más que ayuda a profundizar sobre los orígenes y evolución del vascónico y del euskera.

Acto de presentación del ara de Larunbe
El ara votiva se ha presentado en un acto institucional en la iglesia de San Vicente de Larunbe y ha contado con la participación de Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra; Ana Ollo, vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra; Floria Pistono, alcaldesa de Iza; Jokin Otamendi, presidente de Aranzadi; Juantxo Agirre Mauleon, Secretario General de Aranzadi y arqueólogo director del yacimiento de Larunbe; y Javier Velaza, Catedrático de Epigrafía Latina de la Universitat de Barcelona.

En el acto se han presentado dos monografías sobre el ara de Larunbe y el yacimiento de Arriaundi, un reportaje documental sobre el hallazgo y un mural dedicado a Larrahe realizado en Larunbe por el muralista Iker Uribe.

Mediante este acto, Aranzadi inaugura así la temporada de excavaciones arqueológicas en Navarra, que se alargará hasta mediados de septiembre. En este contexto, y relacionado con otra pieza esencial de la epigrafía de los vascones como lo es la Mano de Irulegi, Aranzadi ofrece visitas guiadas al yacimiento de Irulegi para toda la ciudadanía interesada en conocer este poblado en el corazón de la tierra de los vascones.
(Fuente: Aranzadi)

11 de octubre de 2012

Encuentran en Madrid un ara romana de hace 2.000 años

La pieza fue encontrada por un particular en un paraje aislado de Fuente el Saz (Madrid) y está dedicada a Silvano, dios de los bosques.
El ara, dedicada a la divinidad Silvano, es de caliza dura
y color amarillento. Foto: ABC
La localidad madrileña de Fuente el Saz ha entregado al Museo Arqueológico Regional (MAR) un ara romana de 2.000 años de antigüedad y características únicas encontrada por un particular en el término municipal. El director general de Patrimonio Histórico, Ignacio Muñoz, acompañado por la alcaldesa  de la localidad, María José Moñino, y el director del MAR, Enrique Baquedano, ha asistido al acto de la donación de la pieza, que ha tenido lugar en la Casa de la Cultura.

El ara, dedicada a Silvano –divinidad protectora de los bosques, la vegetación y el ganado–, es de caliza dura y color amarillento, según informa en un comunicado la Comunidad de Madrid.

La pieza fue descubierta en un paraje aislado, en el que no se han encontrado otros restos arqueológicos y, por tanto, no existen evidencias que justifiquen la existencia de un yacimiento. Según los expertos que han estudiado la pieza, el ara debe de guardar relación con varios yacimientos de cronología romana localizados en el entorno, como explotaciones agropecuarias de tipo villa o pequeñas haciendas o granjas.
Colección del museo

El Museo Arqueológico Regional procederá ahora a la restauración y la conservación de la pieza de Fuente el Saz, la primera de esas características que entrará a formar parte de la colección del museo, que cuenta con otros vestigios epigráficos de la época pero todos ellos de carácter funerario.

La Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid determina que los particulares que descubran hallazgos arqueológicos deben comunicarlo al Ayuntamiento o la Consejería de Cultura para su posterior depósito en el MAR.

(Fuente: ABC)

9 de septiembre de 2014

Descubierta una tumba visigoda con estela y ara romana en Boadilla del Monte (Madrid)

El equipo arqueológico que trabaja en la zona sur de Boadilla del Monte para encontrar los restos de San Babilés, el patrón de la localidad, ha encontrado una tumba visigoda del siglo VI "única" en la Comunidad de Madrid, al "reutilizarse" en la misma restos de otra tumba romana del siglo IV o V, según el director de la excavación, Juan Sanguino.
El arqueólogos Juan Sanguino junto a su hallazgo en el yacimiento. Foto: CARLOS ROSILLO / EL PAÍS
En declaraciones a Europa Press, Sanguino ha relatado que en la sepultura en cuestión hay dos elementos romanos "reutilizados". Se trata de restos de estela y de ara, "que están en la cabecera y en los pies", y que al formar parte de un enterramiento visigodo es "algo único" en la Comunidad de Madrid.

El arqueólogo ha detallado que la tumba está realizada con materiales nobles con ajuar de época romana y granito y que fue encontrada bajo el altar de la ermita, que data del siglo XI, a una profundidad de 60 centímetros respecto a la base de esta iglesia. La tumba ha aparecido fracturada en dos y en su interior "se han hallado interesantes piezas romanas", han añadido fuentes municipales.

AJUAR VISIGODO
La tumba presentaba un único individuo depositado en decúbito supino que tenía como único ajuar una pequeña botella de cerámica de cuello esbelto y cuerpo globular que puede ser fechada en el siglo VI ó VII. De este dato, el equipo arqueológico deduce que la estela, de época romana, ha sido reutilizada en época visigoda, momento al que corresponden el ajuar y la sepultura.

"Tanto la ubicación de la tumba, en el centro de la Iglesia y alineada con las dos necrópolis, como la calidad de sus materiales y el hecho de que se haya reutilizado una estela romana en un enterramiento visigodo son indicadores de la relevancia del personaje ahí enterrado", han subrayado estas fuentes.

GALERÍAS Y ESTRUCTURAS SUBTERRÁNEAS
Bajo la estructura del templo, la utilización de un georradar "ha confirmado" la existencia de galerías y estructuras subterráneas. "El hallazgo previo de una escalera en un lateral de la ermita llevó a los arqueólogos a sospechar de su existencia", han asegurado estas desde el Consistorio.


Los trabajos para encontrar los restos del patrón local comenzaron en febrero, en una zona conocida como Cerro de San Babilés, ubicada al sur del municipio. "En esta zona se estimaba que podría hallarse el cuerpo de San Babilés, patrón del municipio que, según la tradición, fue martirizado alrededor del año 717 junto con 80 niños", han indicado desde el Consistorio.

OTROS HALLAZGOS INTERESANTES
Por el momento, además de la tumba visigoda con restos romanos, se han identificado un horno de cal, monedas de los Reyes Católicos, y de Fernando VI e Isabel II, dos necrópolis con 40 tumbas de la época visigoda y los restos de una ermita de única planta con ábside y atrio, que dataría de los siglos XII y XIII, tras la Reconquista, y con posteriores fases de ampliación en los siglos XV, XVI y XVII que se corresponderían con visitas y peregrinaciones para posibles curaciones por intermediación del santo a personajes relevantes como el Infante Baltasar Carlos.

"Estas curaciones supusieron un aumento extraordinario de recursos que se destinaron a la ampliación del templo y posiblemente a la construcción de edificaciones a su alrededor. De esta época parece proceder la escalera y el almacén al que se accede desde ella. Este descubrimiento se produjo tras una prospección del terreno con georradar que confirmó la existencia de galerías y estructuras subterráneas bajo la Iglesia", han explicado.

NECRÓPOLIS ANTERIOR AL USO DEL TEMPLO
La superficie que ocupa la excavación es de media hectárea y según Sanguino se trata en su origen de una necrópolis visigoda de cristianos del siglo VI o VII. "Esta zona se abandonó hasta el siglo XI, hasta que se construyó la ermita en el mismo sitio", ha puntualizado.

Así, en lo relativo a enterramientos, cabe también destacar una necrópolis anterior al propio uso del templo y que se remonta a época visigoda, tal como revela la tipología de algunos de los mismos y el ajuar obtenido ( botellitas de cerámica adscritas temporalmente a los siglos VI - VII). La necrópolis se extiende bajo las cimentaciones del templo visibles actualmente y es posible que se construyera en torno a las grandes sepulturas de granito como la que contiene la estela romana reutilizada ahora descubierta.

"Nos encontramos ante la sacralización de un territorio tras la reconquista de los reinos cristianos, donde se tendría constancia de la existencia de un cementerio al que se asocia la tradición cristiana del martirio de San Babilés, y que en el siglo XII o XIII lleva a erigir una ermita o templo en el lugar donde podría estar enterrado el Santo", han explicado desde el Ayuntamiento.

SAQUEOS Y PROFANACIONES
Las mismas fuentes han indicado que a lo largo de los siguientes siglos se produjeron en este templo distintos saqueos y profanaciones; incluso la ermita fue arrasada durante la ocupación francesa del siglo XIX. La tradición en Boadilla, no obstante, se siguió manteniendo hasta bien entrado el siglo XX como lugar de peregrinación en la zona y hasta la actualidad, con la conciencia colectiva de la existencia de las ruinas que ahora se han descubierto.

(Fuente: La Vanguardia / Europa Press)

22 de mayo de 2014

Una nueva campaña desvelará más secretos de la antigua Dulantzi (Álava)

Hace cinco años, las primeras excavaciones arqueológicas realizadas junto al convento de las Clarisas de Dulantzi (Alegría de Álava) dejaron al descubierto una necrópolis. Ahora, los arqueólogos reanudan los trabajos en los alrededores a la caza de más secretos.
Durante los últimos días se han reanudado las excavaciones arqueológicas en Dulantzi, por el mismo equipo formado por los arqueólogos Javier Niso Lorenzo y Miguel Loza Uriarte. Foto: NOTICIAS DE ÁLAVA
Entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, los arqueólogos Javier Niso Lorenzo y Miguel Loza Uriarte llevaron a cabo una excavación en las calles Nuestra Señora de Ayala y San Martín, junto al convento de las clarisas, donde unas obras para la reurbanización de la zona, realizadas a finales del año 2009, habían dejado al descubierto una necrópolis. Se sabía que en aquel lugar había estado la ermita de San Martín, desaparecida a finales del siglo XIX, considerada como la parroquia de la antigua aldea de Dulantzi.

Esta misma semana se han reanudado las excavaciones a continuación de las realizadas hace cuatro años por el mismo equipo de arqueólogos, en un espacio situado debajo de un almacén. El hecho de que esta zona haya estado cubierta por una capa de cemento ha hecho que los restos se encuentren particularmente bien conservados.

El Ayuntamiento de Alegría-Dulantzi patrocina estas excavaciones en colaboración con la Diputación Foral de Álava, con la intención de sacar a la luz el pasado histórico del municipio, pero también con la idea de que la puesta en valor de este importante yacimiento arqueológico constituya un punto de atracción más para los visitantes. Por el momento, el Ayuntamiento de esta localidad alavesa negocia con los propietarios de las fincas colindantes la posibilidad de ampliar el área de excavación.

En aquella primera campaña, que abarcó una superficie de unos 800 metros cuadrados, se encontraron restos pertenecientes a un amplio periodo de tiempo, que empieza en el segundo milenio a.C., una época a la que pertenecerían unos posibles fondos de cabaña presumiblemente de la Edad de Bronce, por lo tanto anteriores al poblamiento del cercano Castro de Henaio, datado en la Edad del Hierro. En Dulantzi, este poblamiento salta directamente de la Edad del Bronce a la época romana, durante los cuatro primeros siglos de nuestra era. Ya Lorenzo Prestamero había descubierto en Dulantzi, en 1799, un ara dedicada a Tullonio.

ÉPOCA ROMANA

De este periodo, que comprende los siglos I al IV d.C., se han descubierto restos de estructuras que formarían calles, con orientación noroeste-sureste y noreste-suroeste, es decir, un esquema urbanizado típico de la época romana. Se han encontrado también un pozo, datado en los siglos II-III, y fragmentos de estelas funerarias reutilizadas en la construcción de edificios posteriores, lo que supondría la existencia en las proximidades de una necrópolis altoimperial.

En cuanto a la relación entre estos vestigios y los del cercano yacimiento de Angostina, que hasta ahora era considerado como una villa romana, Javier Niso y Miguel Loza plantean la atrayente posibilidad de que no fuera una edificación aislada, sino que podría pertenecer al mismo núcleo de población. Sobre los restos romanos se halló una necrópolis, datada mediante el método del Carbono 14 entre los años 410 y 550. Este hecho parece implicar que esta zona, tras la época romana, dejó de ser urbana para pasar a ser marginal.

IGLESIA BASILICAL 
A partir del siglo VI se constata la existencia de un gran edificio de carácter religioso, con una necrópolis asociada, que parece dar una nueva importancia a la zona. Esta iglesia tendría planta basilical, de orientación este-oeste, con varias estancias. Al este una sala recta al exterior y con ábside al interior de 16 metros cuadrados, en la que apareció una estela romana reutilizada como altar. Junto a esta sala apareció el enterramiento de un personaje importante, una mujer, junto a la que se encontró un fragmento de cráneo de corzo con el arranque de las astas. Su datación estaría, de acuerdo con el Carbono 14, entre los años 340 y 540, por lo que dado que el edificio es posterior parece indicar que se trataría de un traslado desde la antigua necrópolis hasta esta nueva ubicación.

Al oeste de esta sala hay un gran espacio rectangular en el que se localizan diez enterramientos. Aquí los cuerpos se inhumarían en ataúdes de madera, ya que se han encontrado los clavos. En el ángulo sureste del edificio habría una puerta, cuyo umbral se realizó a partir de una estela funeraria romana, que daría paso a una pequeña habitación, destruida por la necrópolis posterior y por la moderna urbanización de la zona. Aquí se hallaron tres enterramientos, uno de ellos con dos niños. En el extremo suroeste habría otra pequeña sala con una pila excavada en su centro, a la que se accedería mediante unos escalones, que probablemente tendría la función de baptisterio, en la que el bautizo se realizaría por inmersión. Los enterramientos hallados indican que esta iglesia ya estaba construida a finales del siglo VI. En su exterior se encontraron otros cinco enterramientos.

Algunos de estos cuerpos llevan asociados ajuares, compuestos por cuencos de vidrio, cobre o cubos de madera, de los que se hallaron los aros metálicos de su estructura, cucharillas de plata y bronce, un hacha de combate, anillos, uno de ellos de oro, hebillas de cinturón y puntas de lanza. Estos objetos podrían estar relacionados con los hallados en las necrópolis de Aldaieta, en Nanclares de Ganboa, y la de San Pelayo, cercana a Dulantzi, relacionados con el área aquitana y el ducado de Vasconia.

ALTA EDAD MEDIA 
De lo anterior se deduce que los individuos inhumados en esta iglesia serían personajes de cierta relevancia social, incluso se ha constatado que en su alimentación tenía gran importancia la carne. Su datación mediante el Carbono 14 los sitúa del año 530 al 700. A partir de esa fecha, los enterramientos se trasladan a zonas más alejadas de la iglesia, constituyendo una necrópolis de la que se han localizado unas cincuenta tumbas, sin ataúd ni ajuar, con orientación este-oeste, que podrían ir hasta finales del siglo IX.

A partir del siglo X, las salas anexas a la iglesia desaparecen, pero la nave de la iglesia permanece en pie. En un principio se pensó que habría cambiado de función, ya que se han encontrado silos excavados en su interior, pero dado que estos silos respetan las zonas dedicadas a la liturgia, podrían estar relacionados, en opinión de los arqueólogos "con el proceso de captación de renta y su almacenamiento en suelo sagrado". En el siglo XII desaparecería el edificio para dar paso a la nueva iglesia, cuyos restos se han encontrado ahora, y a una nueva necrópolis. La desaparición del baptisterio coincide con el cambio del rito del bautismo, que pasa de la inmersión a la aspersión, tal como lo conocemos hoy en día.

Los enterramientos continuaron hasta el año 1150. En ese periodo coinciden con estructuras de habitación o relacionadas con el trabajo agrícola. A partir de esa fecha toda la zona se convertirá en cementerio, anejo a la nueva iglesia de San Martín. De esta época se han encontrado diferentes monedas, tanto de los reyes de Navarra Sancho V y Sancho VI, como del castellano Alfonso VI. Al parecer, tras la fundación de la villa de Alegría de Dulantzi en 1337, se abandonó esta necrópolis. Posteriormente en la zona se edificó, en el siglo XVI, el convento de Santa Clara, que aún subsiste.

Por el momento han salido a la luz el ábside de la iglesia de San Martín y algunas tumbas del cementerio, datados en principio entre los siglos XII y XIII, así como restos de un muro, pero los arqueólogos estiman que bajo él encontrarán otra necrópolis más antigua.

(Fuente: Noticias de Álava / Fernando Sánchez Aranaz)

19 de junio de 2014

Aparece en Sagunto un altar de época romana

Se trata de un ara votiva romana que ha aparecido en las proximidades del Muro de Diana (Bien de Interés Cultural), detrás de la Iglesia de Santa María de Sagunto (Valencia). La pieza, que contiene una inscripción referida al dios Dracónibus, es de caliza travertínica, mide 25 x 25 centímetros y conserva restos de la pintura roja original
En la imagen se pueden observar las inscripciones que están siendo sometidas a un estudio más profundo.
Foto: LAS PROVINCIAS
El ara se encontraba reutilizada como material de construcción en un muro, pues hasta épocas no muy lejanas era común usar piezas de piedra antiguas a modo de sillares para nuevas construcciones, ha informado la Generalitat en un comunicado. El descubrimiento de este ara es excepcional ya que existen pocas inscripciones de este tipo de piedra, procedente posiblemente de las canteras de Viver, en Sagunto.

Además, conserva restos de pintura roja original en algunas letras (óxido de hierro con aglutinante), que se conserva en pocas ocasiones.

DEDICACIÓN A UN DIOS LOCAL
Aunque se encuentra en proceso de estudio para su traducción y adscripción cronológica, se puede leer en latín en la primera línea D R A C O N I B V S, en la segunda P - B A E B - H E R M A y la tercera V S L A.

La primera línea corresponde a dedicatoria: "para Draconibus", que puede ser un dios local aunque se trata de una primera hipótesis a falta de un estudio más profundo, ya que hay una ausencia de bibliografía sobre este dios.

La segunda línea corresponde al nombre de quien la ofrece, que es el liberto Publio Baebio Herma, y la tercera línea hace referencia a las iniciales de "ha cumplido su voto de buen ánimo".

La pieza presenta doble moldura corrida en tres de sus lados. En la parte anterior las molduras enmarcan la inscripción y la trasera no tiene moldura puesto que está preparada para adosarla. Las letras tienen unas dimensiones de entre 2,5 a 3 centímetros y la moldura es de 1,5 centímetros.

Esta primera aproximación al estudio de esta pieza arqueológica ha sido realizada por los técnicos del Museo de Arqueología de Sagunto en colaboración con el profesor Pere Pau Ripollés de la Universitat de València.

El ara votiva se encuentra actualmente depositada en el Museo de Arqueológica de Sagunto y formará parte de los fondos permanentes de este museo, concretamente será parte de la Colección Epigráfica Romana, que es una de las más relevantes de la Comunitat Valenciana formada por 220 inscripciones.

(Fuente: Generalitat Valenciana / Foto: Las Provincias)

26 de febrero de 2013

Iruña-Veleia desvela su identidad romana

Arqueólogos encuentran en el yacimiento alavés un altar de piedra del S. II en cuya inscripción se relata la historia de un esclavo. Diputación asegura que el hallazgo "disipa cualquier tipo de dudas" sobre la identificación de las ruinas con la ciudad de Veleia.
Imagen del altar.
Foto: B.Castillo
Los trabajos de investigación en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia han permitido descubrir un ara de piedra caliza con la primera inscripción del nombre original de la ciudad, lo cual, según la Diputación foral, "disipa cualquier tipo de dudas" sobre la identificación de las ruinas de Iruña con la ciudad romana de Veleia.

Según ha informado la institución foral en un comunicado, la diputada alavesa de Euskera, Cultura y Deporte, Icíar Lamarain, ha presentado este viernes la memoria de la Tercera Campaña de Excavaciones en Iruña-Veleia correspondiente a 2012. En ella destaca el descubrimiento de un altar con una inscripción cuya importancia, según sostiene el equipo de expertos que dirige Julio Núñez, resulta "evidente".

El texto permite documentar, por primera vez, el nombre original de la ciudad. El fragmento de ara de piedra caliza ofrece, además, información complementaria sobre la ciudad al identificarla como 'res publica'.

La transcricpión

En la ciudad romana de Iruña-Veleia, allá por los siglos II o III de nuestra era, vivió un esclavo llamado Eucarpus, que en griego significa 'el de los buenos frutos'. Su amo no era una persona, sino la 'res pública', es decir, la administración de aquella ciudad. Su rango dentro de los esclavos era elevado, por lo que pudo permitirse el lujo de dedicar un pequeño altar de piedra a la Diosa Madre. Y con este gesto público quizá Eucarpus logró dar un paso definitivo hacia su libertad.

El arqueólogo David Martínez halló en octubre entre el material del relleno una pieza con molduras. La liberó de la tierra que la rodeaba 'in situ'. Y sorpresa. En una de sus caras figuraba en latín la inscripción «Eucarpo, esclavo de la república de los veleianos (o veleiana) lo dedicó a la Diosa Madre». Por vez primera aparecía en el mismo yacimiento un texto con el nombre originario de Veleia. El director de la excavación, Julio Núñez; el profesor de Estudios Clásicos de la UPV Joaquín Gorrochategui y su colega y experta en Historia Antigua, Pilar Ciprés, acompañaron ayer a Martínez en la presentación del ara que se expone en el Museo Bibat. «Cada una de las siete líneas del texto contiene valiosísima información histórica», destacaron Ciprés y Gorrochategui.

El hallazgo se enmarca en el contexto del control arqueológico de los trabajos realizados en el yacimiento a lo largo de 2012 y que, tal y como ha destacado Lamarain, están encaminados a "investigar, conservar, proteger y difundir la importante riqueza patrimonial de Iruña-Veleia, uno de los emplazamientos arqueológicos más relevantes de época romana, no sólo en Álava sino en toda Euskadi". Las actuaciones responden a la planificación y programación que marca el Plan Director de Iruña Veleia 2010-2020.

Otras actuaciones
Además, más allá de la excavación arqueológica del yacimiento, el plan contempla otra serie de actuaciones, como la rehabilitación de las murallas, el control y desbroce de la vegetación, el acondicionamiento de áreas de excavación antiguas o la actividades de difusión y divulgación.

Durante 2012, un total de 2.098 personas visitaron el yacimiento, entre las visitas guiadas a grupos y las personas que prefirieron realizar un recorrido libre o fuera del horario de las visitas guiadas.

8 de enero de 2016

Las nuevas excavaciones multiplicarán por cuatro la superficie del Castro Alobre, en Vilagarcía (Pontevedra)

La excavación que comenzará en febrero sentará las bases de la musealización del yacimiento y cuadriplicará la superficie que las seis campañas anteriores examinaron. El Castro Alobre estuvo habitado 800 años, desde el siglo V aC y el III de nuestra era.
Recreación de los que pudo ser el castro Alobre en Vilagarcía de Arousa. INFOGRAFÍA: LA VOZ DE GALICIA.
Si todo va bien, la séptima campaña arqueológica de Alobre comenzará el 1 de febrero. Catorce años después de su primera excavación sistemática, deberían sentarse de una vez las bases para la musealización de un yacimiento que, según los especialistas, constituía un castro litoral potente cuya habitación duró probablemente ochocientos años, entre el siglo V antes de Cristo y el siglo III de nuestra era. Para empezar, la superficie de trabajo multiplicará por cuatro los 91 metros cuadrados que están documentados. Una diferencia sustancial que correrá a cargo de la Diputación de Pontevedra y de un equipo formado por doce personas con tres arqueólogos al frente. La siguiente fase, la potenciación de Alobre como museo al aire libre, es cosa del Ministerio de Fomento y el convenio puesto en marcha para la valorización de los asentamientos galaico-romanos en la provincia.

Las primeras noticias sobre la importancia que lo que duerme bajo O Montiño datan de 1914. No es fácil hacerse una idea de lo que Alobre pudo ser en la época de su máximo esplendor, fundamentalmente porque la construcción del Puerto fue desvirtuando su espacio original a lo largo del siglo pasado. Hace cien años se descubrieron restos de mosaicos y sepulturas romanas que los trabajos portuarios se habrían llevado por delante. De lo que hoy puede observarse, tras las sucesivas campañas ejecutadas, se deduce una mezcla de estructuras puramente castrexas con construcciones del período romano.

UNA HIPÓTESIS DE TRABAJO
La hipótesis de trabajo con la que parten los arqueólogos es la de un castro habitado durante un período prolongado, cuya trayectoria se inicia en el siglo V a. C. con cabañas circulares y se prolonga hasta un momento indeterminado de la época romana. «Lo que vamos a hacer es, entre otras cuestiones, estudiar cómo se produjo esa transición, cómo se transforman las formas ocupacionales y si el proceso fue un fenómeno brusco o paulatino», explica Rafael Rodríguez, miembro del equipo que llevará a cabo las excavaciones.


La zona de actuación partirá de los escasos restos que hoy permanecen a la vista, correspondientes a dos fondos de cabañas castrexas y una estructura rectilínea romana que se ha identificado con una fábrica de tejas. Desde allí avanzará hacia la plataforma que linda con el cierre del colegio Sagrada Familia. El área cuyos eucaliptos fueron talados.

DEL MEDITERRÁNEO AL ATLÁNTICO
De momento, dos hallazgos confieren resonancia al lugar desde el que creció la Vilagarcía medieval, la cuna de la ciudad actual. Se trata de un ara romana, dedicada a Neptuno, y de una fíbula, una pieza con la que se prendían las túnicas, de Navicella. Su fabricación, datada en el siglo V antes de Cristo, es el punto de referencia para establecer el origen del yacimiento en el tiempo. Pero, sobre todo, habla de la existencia de relaciones comerciales entre las Rías Baixas y la cultura atlántica castrexa, y el corazón del Mediterráneo en la Antigüedad. «Su presencia dice que el Noroeste y las rías no eran territorios aislados, sino un lugar introducido en los circuitos comerciales de largo recorrido, desde el centro del Mediterráneo, ya que esta fíbula posiblemente haya sido producida por el mundo etrusco», dice Rodríguez.

Ambos hallazgos se encuentran depositados en el Museo de Pontevedra. Al igual que las 18.000 piezas cosechadas en las seis campañas previas. «Hay una gran cantidad de material que yo he revisado en parte, hay una ficha de juego, el sello de un alfarero galaico-romano y un interrogante sobre la fábrica de teja, porque hasta donde yo sé no se ha documentado ningún horno y la abundancia de tejas puede responder a que las estructuras romanas disponían de tejado», indica el arqueólogo.

2 de noviembre de 2011

Dos milenios de historia bajo el Vicerrectorado de Lugo

Entre las ruinas aparece un templo de culto a Mitra y una domus del siglo I
"Más de 2.000 años de historia comprimidos en un solar". Es la frase con la que el arqueólogo Celso Rodríguez define el hallazgo arqueológico descubierto hace 11 años a raíz de la construcción y rehabilitación de la sede administrativa del Vicerrectorado de la Universidad de Santiago en Lugo y su edificio anexo. Las obras y las investigaciones arqueológicas han permitido encontrar una 'domus' romana en la que se construyó el templo de Mitra más occidental del Imperio Romano.
Interior del templo de Mitra "oculto" bajo un edificio universitario.
Foto: Pedro Agrelo
Mitra fue un dios originario de Persia muy difundido por los romanos. Las ceremonias de culto se hacían en lugares subterráneos, de ahí que el 'mitreo' de Lugo esté embutido en el interior de una gran 'domus'. El templo estaría formado por un vestíbulo, una nave central con bancos corridos para la celebración del ritual y una sala anexa para guardar materiales y ropa. La cabecera, pendiente de excavar, contendría un podio donde estaría la escena central, el icono esencial del mitraísmo occidental.
Según la investigación realizada por los arqueólogos, la 'domus' romana dataría del primer cuarto del siglo I y se correspondería con los restos de mayor antigüedad encontrados en la parcela. La musealización aprobada por la Xunta de Galicia, cuyas obras todavía no se han iniciado, prevé recuperar los restos del inmueble que todavía se conservan, así como el recorrido por las diferentes estancias en las que se dividía la casa.
Los investigadores creen que la construcción sufrió diferentes modificaciones, algunas de las cuales no podrán conocerse, ya que parte del hallazgo permanece enterrado bajo el edificio de la Universidad. La domus pertenecería a una clase social alta como la de un centurión, de ahí su amplitud, próxima a los 600 metros cuadrados, especialmente visible a través de la dimensión de muchas de sus estancias y a varias de las ampliaciones que sufrió desde su construcción.

El altar, fundamental en la investigación

El yacimiento en pleno subsuelo.
El director del proyecto de recuperación, el arqueólogo Celso Rodríguez, destaca la cuidada geometría en sus proporciones y una depurada técnica constructiva en sus dos plantas. Los cambios en la organización espacial llegaron, previsiblemente, con la creación del templo, uno de los pocos monumentos mitraicos de España que puede ser fechado con fiabilidad como perteneciente al siglo III d.C. y que se mantiene hasta el siglo IV.
La pieza clave de todas las halladas en el templo es el ara o altar de granito, recuperada de la nave, cuyo descubrimiento permitió hacer una nueva interpretación de la introducción del mitraísmo en España. El ara puede verse en la exposición organizada por la Universidad de Santiago en el Vicerrectorado, junto con numerosas piezas exhumadas en la excavación correspondientes a diferentes épocas, como vidrio, metales o monedas.
La estatua de Mitra, labrada en bronce, no ha podido ser conservada íntegramente porque fue reciclada para otros usos. Se conserva, sin embargo, parte de su fisonomía, entre la que pueden verse pequeños trozos de la cara. Más tarde la casa fue expropiada para la construcción de la muralla de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 11 años. En el año 350, la llegada del cristianismo arrasó el templo de Mitra, momento en el que fue posible recuperar el altar.
Los trabajos militares de construcción de la fortificación y de una calzada romana dieron al traste con parte de la estructura de la 'domus', aunque se han podido recuperar muchas de las paredes sobre las que todavía se conservan, en perfecto estado, pinturas geométricas de la época, en la actualidad tapadas con textiles para evitar su deterioro.

Restos mortales de la Edad Media

Se conservan las bases de las diferentes estancias del templo.
En la Edad Media, conforme avanzaba la ciudad, sobre la 'domus' original se construyó una calzada de cantos rodados. Al iniciarse la edificación de la catedral románica el solar pasa a ser un vertedero y, más tarde, un cementerio. Los trabajos sobre el terreno han recuperado esqueletos de adultos y niños, sobre todo mujeres, todos ellos enterrados en sepulturas sin fondo en las que se ponía el cadáver directamente sobre el terreno.
El estudio de los esqueletos por parte de la Facultad de Medicina de Santiago y de la Universidad de Londres permitió fijar la fecha de su muerte entre los siglos XIII y XIV. "De su estudio sabemos que la esperanza de vida estaba entre los 40 y los 45 años, que la mortandad infantil era elevada o que la peste afectó a muchas mujeres embarazadas", explica Celso Rodríguez.
Con la llegada de la Edad Moderna se abandona el solar como punto de enterramiento, se construye el Pazo de Montenegro, vinculado al Cabildo catedralicio, y la plaza frente a la catedral, que llega hasta la actualidad.
El arqueólogo, Celso Rodríguez, director del proyecto explicando
la historia del yacimiento.
Sobre el templo de Mitra se levanta un patio con un pozo de paredes cuadradas en el que más tarde se encontraría orfebrería medieval. Hasta el año 1930 el solar es ocupado por un aserradero. A partir de ahí se le conocen varios usos como una alpargatería y una chocolatería, hasta queen el año 1960 la Universidad compra la parcela. Aún habría que esperar 40 años más para conocer todos los secretos que atesora.
El Vicerrectorado abrió el templo y la exposición al público durante las pasadas fiestas de San Froilán, que se celebran en la capital lucense entre el 4 y el 12 de octubre. Desde entonces ya ha sido visitado por más de 3.000 personas. Una vez finalice la musealización, cuyas obras se pueden prolongar durante varios años según el arqueólogo, la parcela recuperará el esplendor del paso de 2.000 años a través de todas las ruinas que han aparecido bajo tierra.
(Fuente. El Mundo / Silvia Pena)

30 de junio de 2014

Madrid invierte más de 600.000 euros en la búsqueda de restos arqueológicos en once yacimientos

En los últimos años han surgido auténticos tesoros arqueológicos de los yacimientos de la región. Arqueólogos, paleontólogos y geólogos comienzan a trabajar esta semana en once yacimientos madrileños.
Yacimiento de Navalahija, en Colmenar Viejo. Foto de los trabajos en 2013. Foto: CRÓNICA NORTE
Rinocerontes, tigres de dientes de sable, tortugas gigantes, caballos primitivos y jirafas (en el cerro de los Batallones); los restos del primer niño neandertal de la región, que vivió en Madrid hace 40.000 años (en Pinilla del Valle), o la célebre Medusa de Titulcia –un plato ceremonial carpetano de plata con la imagen de un animal tocado por serpientes–... En los últimos años han surgido auténticos tesoros arqueológicos de los yacimientos de la región. 

Esta semana decenas de voluntarios comenzarán con la campaña anual de excavaciones en once yacimientos repartidos por toda la región. Unas investigaciones en las que la la Comunidad de Madrid va a invertir más de 600.000 euros y con las que arqueólogos, paleontólogos, geólogos y otros profesionales pretenden «recuperar la historia de todos los madrileños, conservarla y difundirla», pero también «dotar de nuevos atractivos turísticos a la región que complementen la extensa oferta monumental y cultural que atesora la Comunidad de Madrid y que es su principal activo turístico», explicó la consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño.

ALCALÁ LA VIEJA
Junto al río Henares, sobre el cerro de Veracruz de Alcalá, se sitúan los restos de la antigua fortaleza islámica de Al-Qalat-Abd, cuyos orígenes se remontan al siglo IX, cuando esta edificación se utilizaba como punto de vigilancia de la ruta que unía las ciudades de Toledo y Zaragoza. Actualmente sólo la entrada de la fortaleza, los restos de cuatro torres y un aljibe son visibles. Este verano continuarán los trabajos de investigación, conservación y acondicionamiento para hacer visitable el área de acceso a la edificación que tuvo actividad hasta el siglo XVI. Los arqueólogos trabajarán en una superficie de 70 metros cuadrados en la plataforma de intramuros para obtener todos los datos de la traza original. Además, está prevista la extracción y traslado al Museo Arqueológico Regional de un ara romana de tamaño medio localizada en este área.

DÓLMEN DE ENTRETÉRMINOS
En un espacio conocido como El Tomillar, en el término municipal de Collado Villalba, se conserva un recinto funerario en el que hay un túmulo de 30 metros de diámetro y que, en origen, poseyó cámara sepulcral y corredor, levantados con grandes lajas de granito que hoy prácticamente pasan desapercibidas. Se trata de uno de los pocos dólmenes identificados en la región lo que ha llevado a la Comunidad de Madrid a programar un conjunto de acciones para preservarlo. Estos trabajos consisten en la retirada de escombros del interior de la fosa de expolio y del túmulo para llevar a cabo la excavación de un sector de éste que cubre el dolmen. También se va a realizar una prospección geomagnética y un sondeo de otro posible túmulo.

NAVALAHIJA Y LA DEHESA DE NAVALVILLAR
Localizadas en Colmenar Viejo, ambos enclaves arqueológicos son dos aldeas visigodas vinculadas a la necrópolis de Remedios, que se remonta a la Antigüedad tardía y el inicio de la Edad Media. Este verano se continuarán las labores de investigación, documentación y acondicionamiento del yacimiento de Navalahija para delimitar su planta, conocer sus fases constructivas, su distribución interna y cronología. Las excavaciones se centrarán específicamente en las habitaciones del tercer edificio. De forma complementaria, con la finalidad de documentar y contextualizar el área de explotación de recursos mineros que sustentaba la producción metalúrgica de los establecimientos de Navalvillar y Navalahija se va a llevar a cabo un estudio geoarqueológico del territorio a fin de identificar eventuales afloramientos de magnetita, material muy presente en los análisis de restos recogidos en estos yacimientos.

CASTILLO DEL CERRILLO DE LOS MOROS
En Navas del Rey se localiza esta construcción de la que se tienen las primeras noticias en el XIV. La fortaleza fue destruida y abandonada –y posteriormente expoliada como cantera– a finales del siglo XV, tras la derrota de los partidarios de Juana la Beltraneja frente a Isabel la Católica. Este año los trabajos en este punto consistirán en la excavación de la esquina norte de la liza y la realización de sondeos en los cuatro frentes del antemuro del castillo, para documentar la traza completa del recinto y comprobar la posible existencia de un foso alrededor de él.

DEHESA DE LA OLIVA
A mediados de los años 50, durante la construcción del canal de Lozoya, fue descubierto este yacimiento en Patones, en lo alto del cerro de Las Calerizas. Allí ya se han identificado distintas fases de ocupación que se remontan a la Prehistoria, destacando entre todas la presencia romana y visigoda. Durante 2014 las excavaciones estarán centradas en el edificio denominado «de Pilares», con el objetivo de conocer la cronología y función de tan singular inmueble. También está prevista la creación de una ruta arqueológica con la colocación de señalizaciones y paneles explicativos sobre la singularidad geológica y paisajística de este enclave histórico madrileño.

EDIFICIO TERMINAL DEL CAMINO DE SANTA JUANA
Los siglos transcurridos entre la prehistoria y la época medieval tuvieron sus capítulos en el actual camino de Santa Juana de Cubas de la Sagra. Los trabajos llevados a cabo en este enclave desde 2005 han dado lugar a un conjunto termal datado entre los siglos I y II. Ahora las excavaciones se centrarán en las dos estancias que aún no han sido analizadas y en las que se ha encontrado una estuctura de combustión y un «praefurnium».

EL OPPIDUM DE TITULCIA
Originario de la Edad del Bronce, aunque no fue hasta la Edad del Hierro cuando alcanzó gran relevancia, en el asentamiento de Titulcia –donde en 2009 fue hallada una pátera de plata decorada con una cabeza de lobo– está previsto continuar con los trabajos de documentación e investigación para conocer la relación entre los espacios descubiertos dentro del oppidum de Titulcia para profundizar en la traza urbana de la ciudad. Para llevar a cabo esta misión se van a realizar excavaciones en el sector norte del área 6 que permitan sacar a la luz la planta completa del edificio en el que se localizó la pátera. Además, se realizará un sondeo longitudinal para conectar las áreas 2 y 6 que se presuponen están separados por una calle que discurre en sentido este-oeste y cuya tipología aún se desconoce.

YACIMIENTO DEL CERRO DE LOS BATALLONES
Uno de los conjuntos paleontológicos más importantes de Europa, y único en España en lo que a restos de la Era Terciaria se refiere está en Torrejón de Velasco. Su descubrimiento se produjo de forma casual en 1991, tras más de veinte años de trabajos, este año las actuaciones programadas se van a centrar en Batallones 10, continuando con las excavaciones que se iniciaron el verano pasado. Se pretende delimitar la morfología del yacimiento para recrear cómo fueron las cavidades en la época en la que los carnívoros y otros vertebrados quedaron atrapados.

FRENTE DEL AGUA
Búnqueres, nidos de ametralladoras, puestos de guardia y de mando... en la zona arqueológica de Frente del Agua, en Puentes Viejas, permanecen 26 construcciones históricas de arquitectura militar pertenecientes a la línea del frente norte de la sierra de Madrid que fueron levantadas durante la Guerra Civil. En este punto, que está próximo a convertirse en un yacimiento visitable, se llevarán a cabo la segunda fase de las obras de acondicionamiento y señalización para su posterior apertura a los visitantes.

YACIMIENTOS NEANDERTALES DE LOS CALVEROS
En 2011 este yacimiento de Pinilla del Valle registró el hallazgo de cuatro dientes de un individuo de unos dos años y medio que vivió hace 40.000 años, el primer niño neandertal de la región. Aquí también han aparecido restos fósiles de rinoceronte de estepa, que se extinguió hace 40.000 años, o los primeros restos de un infante neandertal, lo que convierte al Calvero de la Higuera en un yacimiento único. Estos años se ha continuado ampliando la superficie de excavación y se ha llegado al nivel F, donde se han encontrado muchos más instrumentos.

14 de abril de 2023

Córdoba licita la terminación de la reforma del Templo Romano

El presupuesto de licitación es de casi 752.000 euros y las obras se desarrollarán durante ocho meses. El alcalde de la ciudad; José María Bellido, ya anunció que el monumento se convertirá en un centro de interpretación de la Córdoba romana.
Aspecto que tendrá el Templo Romano tras su reforma. / EL DÍA

El Ayuntamiento de Córdoba ha licitado las obras de terminación de la reforma del Templo Romano. Las empresas interesadas tienen de plazo hasta el próximo 8 de mayo para presentar sus ofertas. El presupuesto de licitación es de casi 752.000 euros y las obras se desarrollarán durante ocho meses. El alcalde de la ciudad; José María Bellido, ya anunció que el monumento se convertirá en un centro de interpretación de la Córdoba romana.

Las actuaciones de rehabilitación del Templo Romano comenzaron durante el pasado mandato municipal y la empresa que realizaba esas actuaciones las abandonó, por lo que el contrato acabó rescindido. Los directores de obra serán la arquitecta de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) Carmen Chacón y el arqueólogo también de la GMU Juan Francisco Murillo. "Se trata de un proyecto que nos ha costado mucho sacar adelante, porque es un monumento que ha tenido una serie de intervenciones inconclusas. Por lo que hemos tenido que llevar a cabo una investigación previa sobre todo lo que tenía el Templo Romano a nivel histórico, algo en lo que el jefe de la oficina de Arqueología de la Gerencia, Juan Murillo, ha tenido un peso fundamental", explicó Chacón. "Y también una investigación de todo lo que se había quedado sin hacer en esa intervención que se llevó a cabo en el monumento a mediados del siglo pasado", añadió.

La arquitecta detalló que desde la Gerencia han entendido que las columnas apoyadas sobre pilastrones "era obvio" que en esa intervención de mediados del XX dirigida por el arquitecto Félix Hernández, "él no tenía pensado dejarlas así, porque un tiempo no se entiende sin un elemento continuo de basamento que sea el punto de partida del apoyo de esas columnas". "Vamos a retomar esa imagen de pódium. Y se ha diferenciado una marca en el ladrillo que a a marcar el nivel del terreno original, ya que la ciudad está ahora mucho más baja de la cota en la que estaba en tiempos romanos", puntualizó.

Además, se recuperará el pronao en la parte de entrada al templo. "El visitante va a poder acceder a él y a lo que era la explanada previa desde la que se veía el gran circo que había en toda la zona que ahora ocupa San Pablo y Orive. El visitante también podrá acceder a esa cota elevada y será una aportación importante para comprender cómo era la visión de la ciudad desde ese punto", adelantó. Chacón relató asimismo que, a su vez, se va a recuperar la parte de abajo del pronao, "donde existen todavía restos de las cimentaciones de toda la plaza que rodeaba al templo". Mientras que el centro de interpretación del mundo romano se ubicaría entre las cimentaciones que hay en el Ayuntamiento de esa antigua plaza.

En concreto, este centro de interpretación que se plantea es como el que hay en Medina Azahara y se ubicaría dentro del Ayuntamiento, donde antes estaba la Oficina de Consumo. Este centro de interpretación tiene como objetivo informar de manera didáctica de los datos del Templo.

Situado junto al Ayuntamiento, se encuentra el único Templo Romano de Córdoba del que nos ha llegado evidencia arqueológica. Dedicado al culto imperial, asombra por sus grandes dimensiones. Formó parte del Foro Provincial junto con un circo. Originariamente estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio en su entrada. Frente a ésta se levantaba el ara o altar. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández, ha aportado a Córdoba una muestra más de la grandiosidad de esta urbe en época romana. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en inusuales y bellos rincones de la ciudad, como la columna estriada de la plaza de la Doblas.

En el Templo Romano ya se acometió inicialmente alguna reforma, como la realizada en 2013 que permitía observar el monumento con más facilidad que antes. Después, en 2017 se llevó a cabo una fase previa a la que ahora se va a contratar que contemplaba la reconsolidación de la estructura, con especial atención en los sillares, los muros de contención que lindan con el Ayuntamiento y los elementos de las columnas. El presupuesto para esta parte alcanzó los 200.000 euros y la empresa encargada de llevarla a cabo fue Patrimonio Inteligente SL.

21 de abril de 2017

Hallan en Dénia una inscripción romana del Siglo II d.C.

En el bloque de piedra caliza se distinguen dos líneas cinceladas con los tres nombres (tria nomina) de un importante edil de la antigua ciudad de Dianium
El arqueólogo Josep Antoni Gisbert muestra como se ha conservado parte de la inscripción del S. II. FOTO: R. GONZÁLEZ
L'Hort de Morand alberga en sus entrañas los orígenes de ciudad, los restos de la antigua Dianium, y cada vez que allí se lleva a cabo alguna actuación proporciona una gratas sorpresas. Eso es lo que ha sucedido durante las tareas para limpiar de vegetación esta parcela situada junto a las murallas del castillo de Dénia, en concreto de la superficie de 2.900 metros cuadrados de propiedad municipal. De forma fortuita, en esta ocasión se ha hallado en un gran bloque de piedra una inscripción romana de la segunda mitad del siglo II en la que figura cincelado el nombre de un importante edil de la ciudad de esa época.

En la piedra caliza del Montgó todavía se distinguen dos líneas en las que figura Quintus Sulpicius Cratus, un personaje de la élite municipal que dedicaba el monumento a otra persona que desconoce, al no conservarse esa parte de la inscripción. Este regidor era el responsable de mercados y se encargaba de un aspecto tan importante para una ciudad comercial como Dianium del control de pesos y medidas.

El edil de Cultura, Rafa Carrió, y el arqueólogo municipal, Josep Antoni Gisbert, presentaron ayer este hallazgo. El arqueólogo lo definió como «excepcional» al mostrar el 'tria nomina' (los tres nombres que distinguían a los ciudadanos romanos de los extranjeros y los esclavos) de un magistrado municipal que ejercía las funciones de edil. Además apuntó que supone «un testimonio más de que l'Hort de Morand es y se ha de considerar 'sagrado' por los dianenses».

VESTIGIOS DE DIANUM
Este paraje, a los pies del castillo y junto a su muralla, oculta todavía numerosos vestigios de la antigua Dianium. Según recordó Gisbert, la historia de la parcela se remonta a 1870-73, cuando Roc Chabàs iba allí al ser amigo del propietario de la finca, que fue la primera en Dénia en pasar de secano a irrigación. Cuando se empezó a remover el suelo para construir una balsa comenzaron a aparecer estatuas, inscripciones, monedas y teselas de mosaicos que probaban que bajo sus pies se encontraba el emplazamiento de la ciudad romana.A la muerte de Chabàs todo quedó paralizado y no fue hasta 1982 cuando se llevó a cabo en l'Hort de Morand la primera excavación con metodología arqueológica, a cargo del propio Josep Antoni Gisbert. Entonces se llevaron a cabo dos sondeos. En unos de ellos se documentó una secuencia estratigráfica desde el momento de la fundación de la ciudad, en la época de Augusto, hasta el siglo VI. Se descubrió que entre los siglos I y VI media Dianium quedó desmantelada debido a las transgresiones marinas. Allí también apareció una gran basa de pedestal, de piedra arenisca, que era un ara de sacrificio.


En el segundo sondeo ya detectaron la piedra, pero entonces no se podía ver aún la inscripción puesto que solo asomaba una esquina. Desde 2008 la parcela quedó en estado de abandono, creció la vegetación y las lluvias registradas desde entonces habrían ido erosionando el talud hasta desvelar la presencia de varias letras inscritas. Y ahora, tras proceder a la limpieza de la zona ha sido cuando se ha visto lo que antes ocultaban los sedimentos acumulados a lo largo de centurias.

Gisbert apuntó que la intención es mantener la piedra donde está porque es una evidencia de que un lugar «sagrado y ahí debe estar».

Por su parte, el edil de Cultura hizo hincapié en que el ayuntamiento va a tratar de que toda la zona pueda ser excavar para sacar a la luz el rico patrimonio histórico y cultural de Dénia. Asimismo, subrayó que el deseo del equipo de gobierno es conseguir recuperar la titularidad de otros 2.000 metros cuadrados de l'Hort de Morand anexos, que están en manos privadas.

17 de septiembre de 2011

Aparecen dos tumbas de época romana en las obras del AVE Bobadilla-Granada

Una de las dos tumbas del S. IV encontradas en las obras del AVE
entre Granada y Bobadilla.
Las obras de construcción de la línea del AVE entre Bobadilla y Granada han deparado un importante hallazgo arqueológico. Dos tumbas de inhumación del siglo IV d. C., que se encuentran situadas junto a la carretera de Córdoba, muy cerca del casco urbano y a pocos metros de los terrenos sobre los que se levantará la futura estación ferroviaria de Antequera. 

El anuncio lo realizó ayer la responsable del área de Patrimonio del Ayuntamiento de Antequera, Eugenia Acedo, que explicó que se han hallado dos enterramientos realizados en sendas fosas excavadas en el terreno, que están revestidas de bastidor de ladrillos y con cubierta de laja de arenisca. 

En este sentido, el arqueólogo municipal de Antequera, Manuel Romero, aseguró que el hallazgo no ha sido "ni mucho menos casual", puesto que en el propio PGOU aparece este yacimiento con el número 212 y con el topónimo de Camino del Cañuelo. Este estudio también supone el ratificar la presencia de las necrópolis junto a las grandes vías de comunicación de la antigüedad. 

Además, desde el departamento de arqueología se cree que estos enterramientos formarían parte de la villa romana de la Estación, que fue excavada durante la década de los 90. En cuanto a su tipología, todo hace indicar que correspondían a personas de familia modesta, probablemente personal de servicio de la villa. 

La aparición de enterramientos en la zona no son algo nuevo. Ya en los años 60 apareció el ara funeraria, un pequeño altar dedicado a los dioses funerarios, aunque en una zona que está fuera de la influencia de las obras del AVE. Ahora aquel hallazgo forma parte de una colección privada que se encuentra en Sevilla.

(Fuente: Málaga Hoy/Javier Flores)

21 de octubre de 2011

Descubierto un yacimiento romano en Amurrio (Álava)

La aparición de un yunque y mineral de hierro indican que era un lugar de trabajo 
El cúmulo de piedras que se amontonaba en Elexazar, en Amurrio, ha ocultado durante veinte siglos los restos de «un lugar de trabajo» datado en la época romana. Juanjo Hidalgo es el director de la excavación realizada en los dos últimos años. Debajo de una espesa maraña de vegetación que apenas dejaba entrever algunas piedras sueltas, Hidalgo y su equipo han encontrado un yacimiento datado «entre los últimos años del siglo I y finales del siglo II, correspondiente al período romano de la dinastía Antonina». La excavación ha dejado al descubierto un edificio de grandes dimensiones, «de estructura cuadrangular y más de 15 metros de lado, dividida en varios recintos de diferente tamaño, todos distribuidos en torno a un amplio patio central, siguiendo los modelos constructivos originarios del arco mediterráneo y exportados al resto de territorios controlados por el Imperio Romano». A estas alturas de la excavación, cuando todavía quedan años de trabajo por delante, Hidalgo solo puede precisar que «venían aquí para trabajar, pero resulta interesante que se trate de una excavación en altura, que no son muy comunes, y en el caso de Elexazar, nos encontramos a 550 metros de altitud».
AEn la zona excavada se ha encontrado un pasillo de losas.
Foto: R. Gutiérrez
Por los restos encontrados, el lugar podría dedicarse a trabajar el hierro. Ente las piedras aparecen de cuando en cuando nódulos de mineral. El director de la excavación destacó también «la abundancia de elementos de hierro, instrumentos, posibles herramientas y clavos, todos ellos producto de una forja que pudo haberse realizado 'in situ', ya que en el patio se ha encontrado un yunque de herrero fabricado en hierro, lo que puede ser el horno y un taller de forja que aún están por excavar». La hipótesis de que sea un lugar dedicado a trabajar el hierro está fundamentada en otras pistas. «También hemos encontrado una masa de hierro de aspecto redondeada y de cinco kilogramos de peso, resultado de una reducción del mineral de hierro».
La parcela vallada para la excavación tiene una superficie de una hectárea y en ella se adivina la presencia de los muros de otros edificios, en los que Hidalgo tiene esperanzas de encontrar nuevos hallazgos, entre ellos, el horno de fundición. La construcción del complejo en esta zona permite alimentar esta línea de investigación porque la riqueza maderera del entorno facilitaría la producción de carbón vegetal para que los hornos alcanzaran las elevadas temperaturas necesarias para obtener el hierro.
Pavimento
Además de los edificios, en la zona ya excavada se vislumbran los restos de «un pasillo de losas localizado al Este, utilizadas seguramente para caminar por ellas y evitar el barro que debía crearse en un terreno tan arcilloso como el de Elexazar». Las losas se encuentran muy desgastadas del uso, lo mismo que los umbrales que todavía se aprecian en el lugar que debieron ocupar las puertas de entrada a los edificios. Incluso, junto a uno de los muros, se puede distinguir claramente una acera.
Pese a las evidencias de que se trata de un lugar de trabajo, Hidalgo ha encontrado otros restos que hablan de la espiritualidad de las gentes que vivían en allí. «Ha aparecido un altar tallado con la figura de un toro dentro del recinto de la construcción principal», aclaró. «El ara, tallada en piedra arenisca, está rota en dos trozos y representa la cara de un toro en bajorrelieve, enmarcado por una doble cuerda rematada en frontón clásico y sin escritura alguna. Se trataría de un elemento unido al mundo de las creencias, un símbolo sagrado ante el que orar, sacrificar o pedir la necesaria protección para el individuo o para la buena marcha y desarrollo de todas las tareas desarrolladas en Elexazar».
El yacimiento podría estar relacionado con otro de la época, situado en Aloria, que se excavó entre 1989 y 1997, donde se identificaron una docena de recintos, dispuestos en torno a un camino pavimentado con cantos, establos, almacenes y un taller de forja.
(Fuente: El Correo)