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20 de enero de 2025

Trabajos de protección arqueológica en el Cerro de la Cruz de Almedinilla (Córdoba)

La intervención tendrá una duración de un mes y medio e incluye la protección del poblado ibero-romano con nuevas cubiertas así como la restauración de estructuras y elementos arqueológicos in situ.


Con una subvención de la Diputación de Córdoba y con aporte municipal, la intervención en el Cerro de la Cruz de Almedinilla, tendrá una duración de un mes y medio. Posteriormente se protegerá este sector con nuevas cubiertas, para finalmente restaurar estructuras y elementos arqueológicos in situ.

Con la ampliación de la cubierta y la solución a los problemas de erosión del llamado Sector Este-Ampliación, se pretende con esta intervención dar solución a ciertos problemas de conservación, así como dar comienzo a la documentación arqueológica de nuevas estancias, consolidando restos muebles e inmuebles.

El trabajo en esta zona tiene cierta complejidad por la pendiente pronunciada. En ella comenzamos a documentar el muro de aterrazamiento ibérico que delimita la calle Sur del poblado, así como los restos de calle a partir de sucesivas capas de tierra y basura que servía para horizontalizar la calle y alcanzar la cota necesaria para acceder a las viviendas desde ella.

También comienza a aparecer un muro ibérico de ladrillos de adobe con su derrumbe correspondiente. Toda esta zona (como otras del yacimiento) tiene una fase tardo-romana y emiral posterior que ha afectado a los restos ibéricos.
(Fuente: Sur de Córdoba)

18 de enero de 2024

Denuncian la destrucción de un yacimiento arqueológico en Almedinilla (Córdoba)

El arqueólogo municipal y director del Museo Histórico de Almedinilla, Ignacio Muñiz, comunicó el pasado martes al SEPRONA de la Guardia Civil y a la Delegación de la Consejería de Cultura en Córdoba la destrucción parcial del yacimiento arqueológico conocido como “Casilla de Fito” en el término municipal de Almedinilla, destrucción acontecida el 14 de enero de 2024.
Sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas extraídos del yacimiento.

Según  informa la página en Facebook de Amigos del Ecomuseo del Río Caicena el 14 de enero de 2024 por la tarde-noche un vecino de la localidad se puso en contacto con el Museo Histórico de Almedinilla para informar sobre unos trabajos agrícolas (consistentes en retirar una plantación de olivos antiguos para plantar nuevos, con un fondeo de la tierra) que estaba afectando posiblemente a un yacimiento arqueológico por advertir el vecino que sacaban sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas.

El Museo de Almedinilla tiene catalogado un yacimiento muy cercano al lugar, denominado genéricamente “Casilla de Fito”, en principio con la adscripción cronológica romana (pero sin saber exactamente su extensión al no haber intervenido en él). De hecho ya en los márgenes del camino de acceso al lugar el Museo advirtió que de antiguo había algún sillar y restos de tejas y cerámicas de almacenamiento romanas dejados allí a manera de pequeños majanos o señalizaciones de fincas.

Después de una prospección visual del desmonte se comprobó que el mismo era aproximadamente de 1 hectárea de superficie, con la presencia de sillares, cerámica romana (dolia) y tejas romanas (tegulae e imbrices) que han dejado los trabajos agrícolas recientes junto al carril y en la linde de la finca.

Ya en el interior de la finca desmontada se encontraron más restos cerámicos, de construcción, así como ladrillos romanos para la elaboración de suelos (tal vez opus spicatum). También se documentaron manchas de cenizas asociadas a restos cerámicos romanos, y algún fragmento que parece de tradición ibérica, que consideramos urnas de cremación asociadas a una necrópolis.

Es posible, por tanto, que nos encontremos frente a los restos de una de esas primeras ocupaciones romanas consistentes en pequeñas villas romanas (tal vez fortificadas) o pequeños asentamientos rurales con alguna infraestructura industrial (tipo almazaras) con una pequeña necrópolis asociada de cremación que, junto a los fragmentos de cerámica de tradición indígena, nos lleva en principio a una adscripción cronológica en torno al siglo I. a. C o siglo I d. C.

El informe concluye que tras el fondeo de la tierra el yacimiento ha debido quedar muy afectado. Los materiales sin remover y con fracturas recientes nos advierten que el yacimiento estaba antes de los trabajos agrícolas relativamente bien conservado. La recogida de ladrillos romanos para hacer suelos nos señala que la afectación ha debido llegar a los niveles de base.

No obstante, los hoyos para plantar nuevos olivos aún no se han realizado y se hace preciso al menos un Seguimiento Arqueológico de ello.

Desde la página en Facebook informan que la sustitución de cultivos precisa comunicación al Ayuntamiento (que no pone pegas para ello, pero ha de estar informado), que una propiedad, por muy privada que sea, está sujeta a las normativas y a las leyes (uno no puede montar un negocio ilegal en una vivienda o echar venenos tóxicos en su finca, por ejemplo) y que en materia de yacimientos arqueológicos existe una Ley de Patrimonio Español y una Ley de Patrimonio Andaluz.

Señalan que aunque los yacimientos arqueológicos no estén protegidos como Bienes de Interés Cultural (como lo están el Cerro de la Cruz y El Ruedo) la destrucción de los mismos está penada (“y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”: sobre todo cuando los trabajos están claramente sacando muros y estructuras, haciendo responsables a propietario y maquinista). 

Desde el Ayuntamiento informan que todo trabajo agrícola se puede hacer en la inmensa mayoría de los casos sin problema alguno, pero que hay que comunicarlo al Ayuntamiento con tiempo. Una vez comunicado desde el servicio de arqueología municipal se lleva a cabo el seguimiento arqueológico “de oficio” y sin coste para los propietarios (como han hecho, sin problemas, muchos vecinos). De no hacerse así, intentando ocultar una destrucción, desde el Museo Histórico se comunica a las autoridades de la Guardia Civil y Junta de Andalucía para que ellas resuelvan…y ya no tan beneficiosamente como sí ocurre cuando se hace desde el Ayuntamiento.

15 de enero de 2024

El Ayuntamiento de Lucena cierra la compra de la ciudad ibero-romana de Morana por 253.000 euros

El calendario de pagos fija una primera entrega de 105.000 euros en torno al mes de marzo, y otros 74.000 en cada una de las anualidades siguientes: 2025 y 2026
Una de las siete cisternas romanas ubicadas en el yacimiento. WIKIPEDIA

La adquisición y puesta en valor de la fortificación íbero-romana de Morana será una realidad en los próximos meses. La iniciativa ha sido objetivo de trabajo de las últimas corporaciones municipales lucentinas, pero el nuevo equipo de gobierno asegura que será este año cuando finalmente se materialice la compra de estos restos, situados junto a la carretera de Jauja, y catalogados como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía desde hace más de veinte años.

La edil de Patrimonio, Charo Valverde, señala que «el acuerdo cerrado por la anterior corporación con el propietario estuvo prácticamente roto el pasado verano», debido a la pasividad del Consistorio para concretar la compra. En última instancia, y tras varias reuniones, se logró establecer un nuevo calendario de pagos, que aparece reflejado en los presupuestos municipales de 2024. En los mismos se fija una primera entrega de 105.000 euros –que se efectuará en torno al mes de marzo, tan pronto estén operativas las nuevas cuentas municipales– y otros 74.000 en cada una de las anualidades siguientes, 2025 y 2026.

Además, Valverde adelantó que el acuerdo señala que el Ayuntamiento procederá a escriturar a su nombre los terrenos tras el primer pago y acometerá de forma inmediata el vallado perimetral de la zona arqueológica. Así, los presupuestos también contemplan una partida adicional de 50.000 euros, que también permitirá mejorar la valla del centro de interpretación de Los Tejares.

Charo Valverde señalaba que una vez perfeccionada la compra, el primer paso será la elaboración de un estudio para determinar la situación en la que se encuentra el yacimiento, muy dañado por expolios salvajes durante años. El informe deberá establecer una priorización de las actuaciones a desarrollar en Morana de cara los próximos años, tanto desde el punto de vista de la realización de nuevas prospecciones, como de su conservación y puesta en valor como parque arqueológico.

La positiva experiencia que ha supuesto la puesta en valor de otros yacimientos similares en el sur de la provincia como Torreparedones en Baena, Cerro de la Cruz y El ruedo, en Almedinilla, o la villa romana de Fuente Álamo en Puente Genil, debe servir a la nueva corporación municipal como acicate para abordar este proyecto.

Orígenes del yacimiento
El paraje de Morana, situado cerca del río Anzur, cuenta con 1,2 hectáreas correspondientes a la necrópolis, ocho de la ciudad íbera y cuatro del cerro Acebuchoso, así como un bosque mediterráneo anexo. El consejo de gobierno de la Junta de Andalucía lo declaró el 6 de marzo de 2000 como Bien de Interés Cultural, con el rango de Zona Arqueológica.

El yacimiento responde a un modelo de fortificación en lugar elevado, muy característico de la población protohistórica del valle del Genil. Aunque no se han encontrado huellas arquitectónicas anteriores a la presencia íbera, los restos cerámicos recogidos permiten datar la primera ocupación del enclave en la época tartésica. Del período ibérico han quedado vestigios de una doble línea de muralla y de un baluarte defensivo, a los que se suman otros hallazgos procedentes de la ocupación romana como cisternas, tumbas hipogeas, un almacén y otros elementos constructivos.

El Ayuntamiento llevó a cabo en 2006 el deslinde de los terrenos, la planimetría de la zona y la valoración económica de los cuatro sectores en los que se divide, e inició un expediente de segregación que autorizó la Comisión Provincial de Cultura y Patrimonio en enero de 2022 y que ya se ha elevado a público.

14 de noviembre de 2022

Almedinilla prepara su Carta Arqueológica

El municipio cordobés prepara su carta arqueológica, que incluirá sitios históricos importantes como la villa romana de El Ruedo junto a otros más modestos que constituyen la "arqueología de lo invisible". En el término municipal hay documentados 70 yacimientos arqueológicos.
Los puntos de interés, señalados con chinchetas. / EL DÍA

En Almedinilla ya se han acostumbrado a que, cada vez que se rasga la piel de la tierra, aparecen restos de su pasado lejano. Aunque no por ello deja de sorprender cada nuevo descubrimiento que se produce: enterramientos romanos donde nadie los esperaba, restos de cerámica íbera en mitad de un olivar, huellas de la Prehistoria en un mirador... El municipio, de apenas 2.500 habitantes, tiene ya documentados cerca de 70 yacimientos, lo que probablemente supone la densidad más elevada por población y territorio de toda la provincia. Y, para que ninguno de ellos se extravíe, el Ayuntamiento está inmerso en la elaboración de su primera carta arqueológica, un documento habitual en municipios de mayor tamaño pero que no es tan usual en los de su tamaño.

"Cuando se elaboró el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2007, el Museo Histórico recibió la solicitud de los técnicos que elaboraban el documento para que se contrastaran los datos que recibieron de la Consejería de Cultura en relación a los yacimientos documentados y poder considerarlos en sus trabajos, y se constataron errores importantes", describe el arqueólogo municipal, Ignacio Muñiz. Había nombres mal recogidos, no se incluían todos los restos conocidos y, lo que puede resultar más chocante, incluía yacimientos "inexistente".

A raíz de esto, el Museo Histórico remitió a los técnicos del PGOU las coordenadas reales y en el listado, que también envió a la Junta, se añadió igualmente el patrimonio arquitectónico y etnológico. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? "Hemos recogiendo datos de nuevos sitios a partir de hallazgos casuales e información de vecinos, nunca fruto de prospecciones sistemáticas o excavaciones necesitadas de autorización", de ahí la necesidad de contar con una carta arqueológica totalmente precisa, razona Muñiz. Ya son 70 los sitios inventariados y el arqueólogo calcula que al final del proceso serán un centenar.

En un trabajo preliminar, sobre el plano de Google Earth, aparecen una multitud de chinchetas virtuales con los nombres de los sitios históricos, algunos totalmente desconocidos hasta para los propios almedinillenses. Están La Rubia, El Montecillo, Los Corralones, Cerro Alcalá, Las Lomas, La Hoya, Las Escarihuelas...

El último hallazgo, del pasado octubre, denominado Museo o Kmt. 0, son unas tumbas romanas de cremación, posiblemente pertenecientes a esclavos y población muy pobre. Como ocurría en otras ocasiones anteriores, se trataba de un descubrimiento "casual", cuando una máquina realizaba una pequeña intervención municipal en el kilómetro 0 de la carretera que lleva a la aldea de Brácana. En la misma linde de la vía, cuando los operarios ejecutaban un muro de hormigón para contener el terreno, quedaron al descubierto los nuevos restos. La zona no estaba catalogada.

De acuerdo a estas primeras observaciones, se trataría de una decena de tumbas romanas de cremación, "aunque es posible que algunas no lo sean" por encontrarse en un estado de conservación "muy alterado". A esto se suma, como explica Muñiz, que presentan características "muy humildes y sin apenas elaboración".

De la posible decena documentada, una de ellas, la más accesible y mejor observada, presentaba fragmentos de tegulae, ladrillos y piedras para cubrir las cenizas y los huesos mal creamos, sin urna cineraria y muy probablemente sin vajilla. Son, según el arqueólogo, similares a las recientemente halladas junto a la villa romana de El Ruedo y de las mismas características a las ya documentadas en Las Esperillas y Fuenteribera, que llevan al experto a hablar de "una población muy humilde que apenas tiene urnas cinerarias ni ofrendas, con cremaciones defectuosas y cubriciones con restos de material constructivo".

A falta de una investigación más profunda, las tumbas podrían fecharse entre los siglos I y III después de Cristo, pertenecientes a población esclava y trabajadora, que en aquella época "utilizaba los caminos para enterrarse en sus márgenes", según profundiza Muñiz, que propone hablar de la "arqueología de lo pequeño". Es decir, "son restos que normalmente no encuentran los arqueólogos aunque los vayas buscando, cosas casi invisibles que sirven para documentar cómo era la vida de la gente normal en el pasado", dice el experto.

Y en Almedinilla, cosa extraña, este tipo de yacimientos abundan, gracias en parte a la suerte o la casualidad pero, sobre todo, a la insistencia del servicio municipal de arqueología. "Hemos encontrado tumbas de gente muy pobre y huellas de chozas prehistóricas que realmente eran cuatro palos clavados en el suelo. Este tipo de vestigios no suelen estar documentados porque es muy difícil hallarlos, aunque también son de gran valor para reconstruir la historia. Es la arqueología de lo invisible", define Muñiz.

Estos últimos enterramientos se encuentran a los pies del camino ganadero que, partiendo de la localidad, llega hasta Las Esperillas atravesando la fuente del Piojo. En realidad, como atestigua el trabajo de décadas, todo el desfiladero del río Caicena es una zona muy rica arqueológicamente, algo que los historiadores vinculan a la concurrencia del río, el manantial de Fuente Ribera y una serie de caminos ganaderos que fosilizan vías antiguas ya desde época prehistórica.

Así, en escasos kilómetros cuadrados se encuentran la villa romana de El Ruedo con su necrópolis de cremación; la cantera romana de Las Llanás; el yacimiento iberorromano de La Hoya; Los Castillejos, de la época tardorromana-emiral e ibérico; el poblado íbero del Cerro de la Cruz o el yacimiento prehistórico de El Pingorote, cuyo descubrimiento en un soberbio mirador sobre el municipio, también fue fruto de la casualidad.


La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz, joyas de la corona

La villa romana de El Ruedo y el poblado íbero del Cerro de la Cruz son las joyas de la corona de la arqueología del municipio y, por el momento, los únicos dos enclaves visitables. El poblado data del siglo III antes de Cristo y, con una extensión de unos 50.000 metros cuadrados, es uno de los pocos pertenecientes a la Baja Época Ibérica excavados en Andalucía. Muestra el urbanismo de la época, donde se distinguen las estancias según el uso que tuvieran, como almacenes o talleres de artesanos, molinos de harina, aljibes, almacenes de ánforas o un telar. En cuanto a la villa romana de El Ruedo, data de los siglos I al VII después de Cristo y cuenta con una gran monumentalidad, pues conserva fragmentos de mosaicos, pinturas y pavimentos. En ella se distinguen claramente dos zonas: la pars urbana, que corresponde con la residencia de los propietarios, y la zona productiva pars rustica, destinada a las dependencias agrícolas. Las reservas pueden hacerse a través de la Oficina de Turismo de Almedinilla.

14 de noviembre de 2021

Una ruta recorrerá los yacimientos del Valle del Queiles (Navarra)

De izda. a dcha., los arqueólogos Mari Cruz Pérez Omeñaca, Juanjo Bienes Calvo, José Ángel García Serrano, Carlos García Benito, Óscar Sola Torres, Héctor Arcusa Magallón y Marta Gómara Miramón. BLANCA ALDANONDO

Crear una ruta que una los distintos yacimientos arqueológicos existentes en el Valle del Queiles, desde Tudela a Tarazona (Zaragoza), permitiendo a vecinos y visitantes conocer in situ lo hallado en cada uno de ellos. Esta fue la propuesta con la que se cerró ayer el III Encuentro de Arqueología del Valle del Queiles que, bajo la organización de UNED Tudela, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Ablitas con la presencia de cerca de 50 personas.

La jornada contó con la presencia de los arqueólogos Juanjo Bienes Calvo, quien expuso los hallazgos logrados en el cerro de Santa Bárbara de Tudela, lugar donde se encontraba el castillo medieval de la ciudad; y Óscar Sola Torres, responsable de los trabajos en la necrópolis musulmana de la Torre Monreal de Tudela. Además, tanto Bienes como Sola resumieron los avances conseguidos hasta la fecha en el yacimiento de El Villar de Ablitas.
También participaron en la cita Mari Cruz Pérez Omeñaca, quien habló sobre el conjunto amurallado de Tudela; Marta Gómara Miramón, responsable de las excavaciones de la época romana en Cascante; y Héctor Arcusa y Carlos García Benito, en representación de los equipos de investigación zaragozanos del yacimiento romano de Chicharroya, en Novallas; y del enclave celtíbero-romano de Tarazona, respectivamente.

A todos ellos se unió en la mesa redonda final José Ángel García Serrano, representante del Centro de Estudios Turiasonenses, quien expuso la posibilidad de crear la citada ruta, “principalmente enfocada a recorridos en bicicleta”, entre los distintos yacimientos del Valle del Queiles.

“El hecho de contar con un eje como el que marca el curso del río; con los yacimientos que tenemos a lo largo de él; y con el grupo de arqueólogos que trabajan en ellos nos hace pensar en la posibilidad de establecer algún tipo de ruta que conecte todos estos puntos de interés”, afirmó García, quien fue un paso más allá en su propuesta. “Quizás tengamos que sentarnos, preparar un proyecto y buscar fondos interautonómicos o europeos para desarrollarlo”, apuntó.

MUCHO MÁS QUE TURISMO
El arqueólogo de Tarazona Carlos García Benito destacó la necesidad de iniciativas como la de la ruta para divulgar el patrimonio arqueológico de la zona. “Como profesor de instituto que soy, sería algo increíble acercar lo que se está descubriendo a mis alumnos de la ESO y que no se quede solo en reuniones de arqueólogos o en revistas especializadas”, afirmó García, quien deseó que “esta idea cale en la sociedad y en los políticos”.

Así lo indicó también la arqueóloga Mari Cruz Pérez Omeñaca. “El apoyo de los políticos es importantísimo para el desarrollo de la arqueología. Lo que ocurre es que para ellos la arqueología es un problema, ya que no ven que pueda aportar nada a la gente”, explicó.
Por su parte, la cascantina Marta Gómara Miramón también se mostró a favor de la creación de la citada ruta, pero pidió hacer una reflexión más profunda sobre los objetivos últimos de la labor de los arqueólogos.

 “Entiendo que muchos Ayuntamientos, cuando se plantean realizar una excavación, piensen en hallar unos restos que poder mostrar y que sirvan para atraer a miles y miles de turistas, pero hay que tener en cuenta que la reversión social de algo así no tiene porqué ser solo económica”, dijo Gómara, quien continuó con su argumentación. “Más allá de esa reversión económica hay que tener en cuenta otros aspectos como el educativo, generando ciudadanos y ciudadanas con pensamiento crítico; o el cultural, que sirva para elevar la autoestima de aquellas poblaciones que, gracias a los hallazgos arqueológicos, ven cómo se recupera parte de su pasado y de su historia”, indicó la cascantina.

18 de agosto de 2016

La necrópolis del castillo de La Mota, en Alcalá la Real, opta a 'Mejor Historia Funeraria' de España"

La antigua necrópolis de la Fortaleza de la Mota de Alcalá la Real (Jaén) es candidata a ser reconocida en la categoría de Mejor Historia en el marco del III Concurso de Cementerios de España que promueve la revista 'Adiós Cultural'.
Los trabajos para la revalorización de su patrimonio podrían incluir La Mota en la Ruta de los Cementerios de España.
El máximo exponente de la citada necrópolis, con más de cinco siglos de antigüedad, se sitúa en la Iglesia Mayor Abacial, lugar donde actualmente se proyecta el audiovisual del Centro de Interpretación de la Vida en la Frontera.

A través de una nota, la concejala de Turismo, Empleo y Comercio, Eva Bermúdez, ha explicado los principales motivos por los que se opta a esta candidatura, que "pasan por reivindicar el valor cultural que la Fortaleza de la Mota tiene como recinto funerario, por el reconocimiento de las mejoras realizadas en la revalorización del patrimonio y, finalmente, por incrementar la promoción a nivel estatal al incorporarnos a la Ruta de Cementerios de España".

La votación está abierta aún en www.revistaadios.es, en el apartado del III Concurso de Cementerios. Para participar en la votación es necesario introducir el correo electrónico, lo que da opción a un voto en cada categoría. Alcalá la Real se sitúa en la de Mejor Historia.

La Fortaleza de la Mota opta así a este premio como recinto funerario. El Conjunto Monumental de la Fortaleza de la Mota, la Alcalá vieja, fue el emplazamiento de la ciudad desde la Edad Media hasta el Siglo XVIII. Aquí se aprecia arquitectónicamente la dualidad de su pasado musulmán y cristiano a través del perfil de Santa María La Mayor y la Torre del Homenaje de su alcazaba. Hasta la construcción del actual cementerio, los difuntos de Alcalá la Real yacían en la Mota.

VESTIGIOS
En el solar de la ciudad vieja los vestigios funerarios son de muy diversa índole. Un espléndido jardín de lavandas atesora los límites que ocupó el cementerio civil desde finales del XIX hasta mediados del S.XX y aljibes que han entrado en desuso, repartidos por la trama urbana de la antigua ciudad amurallada y que han sido reutilizados como osarios.

Pero es el interior de la Iglesia Mayor Abacial el que conserva la memoria funeraria de éste lugar a lo largo de más de cinco siglos. Una "visión impactante y sobrecogedora" que permite ver en sus paredes y en el subsuelo las marcas de su función como cementerio. Estos restos mantienen una característica común y es el hecho de que se encuentran excavados en la roca.

Se constata la presencia continuada en el Cerro de la Mota de diferentes culturas a lo largo del tiempo, desde la Prehistoria hasta nuestros días, con vestigios materiales muy diversos. Pero solo algunas de estas civilizaciones han dejado restos de sus tradiciones funerarias a través de diferentes formas de enterramiento.

La mayor parte de las tumbas localizadas corresponden a tiempos en que la ciudad ya se hallaba conquistada por los cristianos, fieles a la tradición de enterrar a sus difuntos en los espacios sagrados.

Se encuentran los enterramientos excavados en roca, que presentan varias formas. Por un lado, tumbas antropomorfas, con enterramientos que se adaptan a la forma del cuerpo humano y que en algunos casos presentan una abertura en la roca, en la zona donde iría depositada la cabeza del difunto. Presentan una cronología más antigua que el resto de las tumbas halladas.

Por otro, hay tumbas rectangulares, sin orientación concreta y con una distribución anárquica por toda la superficie de la Iglesia Mayor Abacial. A su vez, existen tumbas rectangulares ordenadas, dispuestas a partir del espacio que dejan libres los elementos constructivos. Esto permite poder datarlas en la misma época de la construcción de la propia iglesia. Algunas de ellas presentan una cruz cristiana tallada en la roca, en la pared de la tumba, con una tipología similar a las utilizadas en el Renacimiento.

CRIPTAS
Asimismo, las criptas, en un total de doce, ocupan una tercera parte de la superficie de la iglesia. Se definen a partir de un habitáculo excavado en la roca y cubierto con una bóveda de medio cañón de sillería. Algunas presentan un banco tallado que circunda toda la cripta y un pilar central que hace las veces de soporte.

Gran parte de las criptas y sótanos de la iglesia fueron cegados por la ocupación francesa, por lo que se veían obligados a realizar los enterramientos, bien en fosas cavadas someramente entre ruinas y escombros, bien formando pilas con los ataúdes colocados los unos sobre los otros, recubiertos por una capa de yesos. Esta situación se mantuvo hasta 1865 cuando se construyó en la zona alta de la Fortaleza de la Mota un cementerio, junto al recinto de la iglesia Mayor Abacial.

2 de junio de 2015

Expertos de la Universidad de La Laguna investigarán un nuevo yacimiento arqueológico en Cabra (Córdoba)

El yacimiento está intacto. Se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 2'5 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso que podría remontarse al 2600-2200 a.C. Los trabajos comenzarán el próximo mes de julio.
Imagen de alguno de los restos humanos encontrados en el yacimiento. FOTO: DELEGACIÓN DE CULTURA DEL AYTO: DE CABRA.
El delegado de Cultura del Ayuntamiento de Cabra, Javier Ariza, ha dado a conocer el hallazgo de un nuevo yacimiento arqueológico cuya investigación será iniciada de inmediato por un equipo de expertos de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife).

Ariza ha comparecido junto a tres de los componentes de ese equipo de la Universidad de La Laguna, Dimas Martín, catedrático de Prehistoria, Dolores Camalich, profesora Titular en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología e Historia Antigua y Ayoze Trujillo, antropólogo físico. Este equipo es uno de los más acreditados en la zona de Andalucía del estudio de yacimientos del período Neolítico, hasta la Edad del Bronce.


HALLAZGO CASUAL
La Delegación Municipal de Cultura recibía constancia del hallazgo el pasado 16 de mayo. El yacimiento era hallado durante las tareas agrícolas realizadas con un tractor, cuando se pudo comprobar la existencia de una cavidad que albergaba restos humanos. 


ENTERRAMIENTO COLECTIVO EN CUEVA ARTIFICIAL
El yacimiento está ubicado en una zona de olivar al norte del término municipal. En concreto se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 2'5 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso. El hallazgo fue puesto en conocimiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha autorizado la intervención inmediata en el yacimiento, unos trabajos que comenzarán a principios del mes de julio.

En cuanto a la datación del yacimiento, su estudio habrá de determinar con precisión el mismo, aunque inicialmente el equipo de investigadores, su aspecto superficial hace pensar que podría remontarse al 2600-2200 a.C.
 
Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico
de Cabra junto a Javier Ariza
delegado de Cultura.

YACIMIENTO INTACTO
El yacimiento está intacto, algo que para Dolores Camalich "es el sueño de cualquier profesional de la Arqueología, y pensamos que va a ser de una enorme importancia". Este aspecto lo dota de un interés muy elevado para los investigadores, ya que los enterramientos están intactos y será fundamental para su datación y para la realización de un estudio de ADN de los restos. Esto se incluiría en el marco de un proyecto de idenfiticación de ADN de restos hallados en Málaga del Neolítico y del Calcolítico, lo que ayudaría a correlacionar estas poblaciones genéticamente.

Camalich considera que este yacimiento estaría en relación con otros del mismo tipo como la cueva de Ardales, el conjunto dolménico de Antequera o Valencina de la Concepción entre otros. La arqueóloga ha precisado que es seguro que el yacimiento es más amplio de lo que a priori se percibe.

El IFAPA ha cedido sus instalaciones para que los investigadores desarrollen su trabajo e investigación, sobre todo en tareas de laboratorio. Los propietarios de los terrenos en los que se ha detectado el yacimiento también están ofreciendo total colaboración. En este proyecto trabajará un equipo de 5 especialistas y 3 operarios.


DOS EQUIPOS ARQUEOLÓGICOS EN CABRA
La idea inicial es desarrollar los trabajos de campo en el yacimiento en julio, durante un período de 3 a 4 semanas. Los resultados de la datación serán más o menos inmediatos, y en cuanto a los análisis de ADN y otros que precisan mayor tiempo la perspectiva es tener resultados a finales de otoño o en la primavera de 2016.

Se da la circunstancia de que el próximo verano serán dos los equipos de arqueólogos que desarrollarán su trabajo en yacimientos del término municipal de Cabra, ya que el equipo dirigido por Fernando Quesada realizará la última fase de excavaciones en el Cerro de la Merced.

(Fuente: Sur de Córdoba)

18 de mayo de 2015

Hallado en Écija un impresionante mosaico romano sobre los amoríos de Zeus

El paño ocupa 40 metros cuadrados y representa 12 escenas mitológicas con más de 30 personajes. Está datado en el S. III d.C. y para su realización varios artistas utilizaron de forma masiva la pasta vítrea para recrear azules, naranjas, turquesas.
El equipo de arqueólogos y restauradores durante el hallazgo del mosaico. FOTO: SERGIO GARCÍA-DILS.
Como los dioses nacidos de las entrañas del universo, un mosaico de 40 metros cuadrados ha resurgido de entre las tierras astigitanas para volver a brillar 1.800 años después. Son los amoríos de Zeus, miles de teselas colocadas con delicadeza por artesanos del siglo III de nuestra era para dar forma a las aventuras y desventuras del máximo dios de la mitología clásica. En apenas una semana, a cerca de 40 grados centígrados, el equipo de profesionales comandado por el arqueólogo y espeleólogo Sergio García-Dils ha retirado escombros y estucos de las paredes caídas en la Plaza de Armas de la localidad sevillana de Écija para descubrir a la humanidad su patrimonio aún escondido.

Aparece Europa desnuda subiéndose al dorso de Zeus convertido en un imponente toro unos segundos antes de ser raptada, se aprecian claroscuros de teselas que dan curvas a la espalda de Dánae, que gira los brazos y abre las manos para palpar las gotas de lluvia de oro en la que se convirtió el dios… Es visible el héroe Ganímedes, embaucado por la divinidad en forma de águila para atraparlo y llevarlo al monte Olimpo tras enamorarse perdidamente de él. Revive la deidad como un sátiro que cautivó a Antíope o como cisne que sedujo a Leda...

Son 30 personajes representados que se conservan intactos en 12 de las 15 escenas que componen el mosaico, que previsiblemente ocupaba una estancia de una vivienda doméstica de algún personaje adinerado de la colonia romana en la zona, rica por el aceite de oliva en los tiempos en los que Écija fue capital de la Bética y atrajo hasta sus tierras a militares de hasta tres legiones del ejército romano.
 
CALIDAD EXTRAORDINARIA
“La calidad del mosaico es extraordinaria. Las imágenes tienen una expresividad brutal. Los artesanos no se limitaron a representar las escenas, intentaron dar volumen, giros expresivos, movimiento, detalles... El principal interés es que es una obra narrativa y por su calidad recuerda a los de Túnez”, explica todavía con emoción García-Dils, que trabaja en la excavación desde 1999, cuando se abrió por primera vez para estudiar el enclave, que había sido un barrio de infraviviendas desde 1950. Los habitantes del siglo pasado desconocieron entonces el valioso lecho sobre el que descansaban.

Según los primeros análisis, se ha usado de forma masiva la pasta vítrea para recrear azules, naranjas, turquesas... los colores que no se encuentran en la naturaleza. “Estas piezas son mucho más delicadas y poco frecuentes, pero en este caso se conservan muy bien, y se compaginan, por ejemplo, con las teselas ocres de terracota, que se desgastan con facilidad”, detalla García-Dils, que añade que es previsible que hubiese un taller musivo en los alrededores y fabricaran las piedras ex profeso para este mosaico. “Se observan además varias manos en el trabajo”, adelanta.

LO QUE QUEDA POR EXCAVAR PUEDE SER "ESPECTACULAR"
Serán ahora las manos de los profesionales del siglo XXI las que retomen el testigo de esos artesanos y durante al menos dos años estudien este mosaico, lo restauren y lo reubiquen en la Plaza de Armas, que será en el futuro un parque arqueológico por el que se paseará sobre miles de años en 5.840 metros cuadrados. “Lo que todavía está por excavar puede ser espectacular”, vaticina García-Dils. 


Este mosaico se suma a las sorpresas descubiertas en lo que va de año. En enero quedaron asombrados con el hallazgo de otras tres estancias: una con paredes estucadas color granate que pueden alcanzar los dos metros y medio de altura decoradas con trazos florales y datadas en el siglo I que podrían asemejarse a las de Pompeya; otra habitación de suelos de mármoles traídos desde las canteras del Mediterráneo y un impluvium. “Las expectativas son enormes”, repite Dils, que comparte opinión con las arqueólogas Ana Santa Cruz y Cristina Cívico, que también forman parte del equipo.

La Plaza de Armas, situada en un cerro, sepulta historia desde el siglo VIII antes de Cristo y entre los grandes descubrimientos se encontraba un mosaico del siglo II con un rostro de doble lectura de los que solo se conocen cuatro en el mundo. Pero en este año de luces, un hombre, que ha sido encarcelado, ennegreció el patrimonio en la madrugada del 10 de marzo y lo destrozó por completo. Oscuridad del universo humano.

(Fuente: El País / Ángeles Lucas)

8 de enero de 2015

El Gobierno apoyará hasta 2017 las excavaciones en los yacimientos ibéricos de Cabra y Almedinilla (Córdoba)

El Ministerio de Economía y Competitividad financia con unos 36.000 euros durante un periodo de tres años las excavaciones en los cerros de la Merced en Cabra y de la Cruz en Almedinilla, ambos en la provincia de Córdoba. Esta ayuda complementará los 30.000 euros anuales que ambos ayuntamientos vienen destinando para cada campaña.
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo Kabanach y Mónica Camacho durante la campaña del pasado verano en el Cerro de la Merced.
Los objetivos del proyecto de investigación sobre la 'Resistencia y asimilación: la implantación romana en la Alta Andalucía. Estudio y musealización del Cerro de la Merced y Cerro de la Cruz y su territoriohan sido presentados ayer en rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, junto con los alcaldes de ambos municipios, Fernando Priego y Antonio Cano, respectivamente, y el investigador principal y director del proyecto, Fernando Quesada, profesor titular de Arqueología y actualmente director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

En concreto, destacan que "el impacto" que se espera de este proyecto es "múltiple", por sus diversos niveles de análisis. En primer lugar, contribuirá a mejorar el conocimiento sobre el proceso de expansión romana en época republicana, entre los siglos II y I antes de Cristo (a.C.), porque afecta a cuestiones relacionadas con varios temas críticos en el Mediterráneo durante la época en que Roma se convirtió en una gran potencia.

Así, citan la presencia púnica en la Bética como base para la guerra de Aníbal --y en particular, el control territorial púnico, a partir de las minas castulonenses y la recluta de mercenarios--, las diferentes actitudes de Roma frente a fenómenos como el enfrentamiento con Viriato o el espinoso problema sertoriano.

De hecho, el director del proyecto destaca que la forma en que Roma abordó la conquista de las regiones que se le oponían, y la transición de un proceso de extrema violencia, documentado en el Cerro de la Cruz con matanzas de civiles y destrucciones sistemáticas a gran escala, y en el cerro de la Merced, con lo que parece una obra sistemática de demolición, es un tema que afecta a todo el Mediterráneo centro-occidental.

Al respecto, subraya que la investigación internacional, especialmente la anglosajona, alemana y francesa, sigue desde hace tiempo con mucha atención las novedades que en este sentido se ha producido en yacimientos como Valencia en época sertoriana, Santo Tomé/Baecula en la Segunda Guerra Púnica, a lo que añade los propios trabajos en el Cerro de la Cruz y el Cerro de la Merced.

LA CULTURA IBÉRICA
En segundo lugar, apunta que el proyecto "mejorará sustancialmente" el conocimiento de las últimas fases de la Cultura Ibérica en Andalucía, de manera que los estudios de Almedinilla son "esenciales" para entender la economía, la cultura material, el urbanismo y en general la Cultura Ibérica en el siglo II a.C..

Por su lado, el estudio del Cerro de la Merced en Cabra y de otras fortificaciones del entorno puede ser "decisivo" para solucionar la cuestión de las 'torres de Aníbal' en la zona y su cronología, que, a su juicio, "parece ahora sertoriana o ligeramente anterior, sin llegar a mediados del siglo II".

Por otra parte, señala que los estudios previstos de economía --carpológicos, análisis de pastas cerámicas, etc.-- tendrán un impacto en los estudios sobre comercio, relaciones culturales y economía en la época de la República tardía de Roma, dado que ambos yacimientos proporcionan una 'foto fija' muy completa de la actividad y la vida diaria en unos momentos muy precisos entre 141 a.C. y 50 a.C.

REFERENCIA ESPAÑOLA
Además, indican que la propuesta de musealización de los yacimientos como vía de fomento turístico y de apoyo al desarrollo sostenible enlaza de pleno con las propuestas de organismos internacionales relacionados con la cultura, y puede llegar a convertirse en una de las referencias españolas al respecto.

En este sentido, el proyecto tiene un plazo normativo de ejecución de tres años entre 2014 y 2016, pero dadas las circunstancias administrativas se ha solicitado ya una extensión para que su plazo real de trabajo abarque los años 2015 a 2017.

El proyecto tiene una financiación para sus tres años de 36.300 euros, repartidos por anualidades, al tiempo que complementa la aportada por el Ayuntamiento de Cabra para la excavación arqueológica en el Cerro de la Merced prevista en 2015 en el marco del convenio de colaboración con la UAM que se firmó en 2012.

  • En los años anteriores, tanto el Ayuntamiento de Almedinilla (2006-2014) como el de Cabra (2012-2014) han financiado la totalidad de los trabajos de campo y gabinete que están en la base del actual proyecto de 'I+D+I'. Según el director del proyecto, los consistorios han aportado cada año en torno a 30.000 euros.
LA HISTORIA
Entretanto, Quesada ha recordado que hacia el año 150 a.C., derrotados los cartagineses hacía 50 años, Roma dominaba todo el valle del Guadalquivir, convertido en provincia romana, y avanzaba hacia la conquista de la Meseta y Lusitania. Corduba( Córdoba) o Hispalis (Sevilla) se iban convirtiendo en populosas capitales romanizadas.

Sin embargo, en las regiones montañosas de la Subbética, en la Alta Andalucía, zonas extensas de territorio montañoso continuaban bajo el control de líderes ibéricos, y llevando la forma de vida tradicional de sus ancestros. Aunque nominalmente estaban sometidos a Roma, seguían viviendo en 'oppida' (ciudades) y recintos fortificados.

Construidos con las técnicas y urbanística tradicionales --que no necesariamente significa primitivas--, estos poblados muestran la fase crepuscular de una cultura que en un siglo se extinguiría, o mejor dicho, se transformaría en algo muy distinto.

En ocasiones, estos principados ibéricos se enfrentaron a Roma, quizá apoyando a líderes como el lusitano Viriato, quien en estas décadas centrales del siglo II a.C. llegó a adentrarse profundamente en Andalucía durante sus luchas con los ejércitos romanos; o apoyando a alguno de los bandos romanos en las Guerra Civiles romanas del siglo I a.C., entre Sertorio y César.

El resultado fue que entre mediados del siglo II y mediados del I a.C. las comunidades ibéricas del sureste de la actual provincia de Córdoba, en la frontera de la antigua Bastetania, fueron derrotadas o forzadas a abandonar su hábitat tradicional, algunos de sus poblados y fortificaciones fueron incendiados y demolidos, y parte de su población masacrada o esclavizada, y el resto obligada a modificar su forma de vida.

EJEMPLOS "CASI ÚNICOS"
De este modo, las excavaciones en los asentamientos ibéricos del Cerro de la Cruz y del Cerro de la Merced son "una excelente muestra de este proceso de resistencia y asimilación". Hasta el momento, son ejemplos "casi únicos" en Andalucía y en el conjunto de España por la extensión de excavaciones y la magnitud de hallazgos.

Pero además, el estudio de este proceso histórico, afectando como lo hace al proceso de avance del poder romano, reviste interés para toda la cuenca del Mediterráneo central y occidental.

Así, el proyecto actual surge como un desarrollo natural de los trabajos de campo y gabinete aprobados por la Junta de Andalucía en los yacimientos ibéricos del Cerro de la Cruz y Cerro de la Merced. Ambos yacimientos forman parte del mismo entorno cronológico, geográfico y cultural, y la integración de los trabajos en un marco teórico y metodológico unitario permitirá multiplicar la importancia de los resultados.

Su objetivo no es sólo analizar un proceso histórico clave en la Alta Andalucía a través de dos yacimientos bien conocidos y en curso de excavación y sus territorios, sino contribuir a su proceso de puesta en valor y musealización, haciéndolos más accesibles al gran público, contribuyendo a mejorar su exposición en el terreno y en los respectivos Museos Arqueológicos de Almedinilla y Cabra.

(Fuente: Europa Press)

15 de septiembre de 2014

Documentan una gran vasija de la Edad de Bronce en unas excavaciones en Toledo

La vasija, de boca ancha, tiene unos 75 centímetros de altura, sus paredes abarcan centímetro y medio de espesor y carece de base La pieza estaba enterrada a poca profundidad, a unos 25 centímetros de la superficie y se encontraba de pie rellena con unos sesenta kilos de tierra que ahora se analizan en busca de restos de semillas y pólenes.
Los arqueólogos documentan el lugar donde ha aparecido esta singular vasija. Fito: JUAN MANUEL ROJAS.
Un equipo de arqueólogos ha encontrado en una excavación en Toledo una vasija de gran tamaño, muy bien conservada y datada a comienzos de la Edad del Bronce, que ha sido hallada de pie y en el mismo lugar en que se colocó casi cuatro mil años atrás para utilizarla como recipiente de almacenamiento.

Los arqueólogos Juan Manuel Rojas y Alejandro Vicente y su equipo encontraron esta vasija, "singular" por sus dimensiones y su estado de conservación, la pasada primavera, durante una excavación realizada en un barrio de Toledo, según ha explicado a Efe Rojas.

La pieza estaba enterrada a poca profundidad, a unos 25 centímetros de la superficie, y se encontraba de pie, llena por tierra que los arqueólogos han guardado para buscar restos de semillas y pólenes. En total, han extraído de su interior unos 60 kilos de tierra que ahora analizarán.

RECIPIENTE DE ALMACENAMIENTO
La vasija, de boca ancha, tiene unos 75 centímetros de altura, sus paredes abarcan centímetro y medio de espesor y carece de base, posiblemente para que el agua pudiera filtrarse en la tierra sobre la que apoyaba y no se estropeara el producto almacenado.


No tiene asas, pero cerca del borde se situaron unos apéndices que en este tipo de enseres está relacionado con la sujeción con cuerdas para tapar el contenido.

Uno de los aspectos destacados de este hallazgo, además de su tamaño, es que estaba "estaba enterrada de pie, en el sitio en que la habían colocado para estarla utilizando como recipiente de almacenamiento", subraya Rojas.

Los yacimientos de los comienzos de la Edad del Bronce no son frecuentes en Toledo, una ciudad patrimonio de la humanidad en la que para hablar de esta época se suele tomar como referencia el Cerro del Bú, donde, precisamente, el Consorcio de Toledo actuará en breve para acometer un proyecto de recuperación.

OTROS ELEMENTOS DE COCINA ENCONTRADOS
En la misma excavación de Toledo, los arqueólogos han encontrado otros objetos de menor tamaño -una cazuela, un puchero- que eran utilizados como elementos de cocina en el mismo período, entre 1.800 y 1.700 años antes de Cristo.

La vasija ha sido depositada, para su limpieza y tratamiento, en el Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha y de ahí pasará al Museo de Santa Cruz.

A raíz de este hallazgo, Juan Manuel Rojas explica que cada vez se va sabiendo más sobre la Edad del Bronce, en particular en Oriente Próximo y Europa, y fruto de estos conocimientos se ha avanzado en las relaciones sociales, en las jerarquías que se establecían y en el reparto de trabajos.

"Los avances tecnológicos normalmente van relacionados con un crecimiento económico, y el crecimiento económico es la sociedad la que lo soporta", destaca el arqueólogo.

(Fuente: Terra / EFE)

3 de julio de 2014

Andalucía protege como Zona Arqueológica dieciocho yacimientos en Porcuna (Jaén)

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Zona Arqueológica, un conjunto de 18 yacimientos arqueológicos ubicados en el término municipal de Porcuna (Jaén). Estos asentamientos cubren un extenso periodo histórico, desde el Neolítico Final hasta la época contemporánea.
Conjunto escultórico ibérico de Porcuna, en el Museo Provincial de Jaén.
La nueva zona arqueológica suma una superficie protegida de 403 hectáreas, en la que se incluye la mayor parte del núcleo urbano, y abarca vestigios de las épocas prehistórica, íbera, romana y musulmana, además de construcciones singulares como las torres y lienzos de murallas del castillo medieval de la localidad (una de las sedes principales de la Orden de Calatrava) o la iglesia gótica del Priorato de Porcuna.

Los yacimientos se localizan en el valle medio del río Salado de Porcuna y ocupan varios cerros allanados de la campiña alta del valle del Guadalquivir. Corresponden a un asentamiento que tuvo su origen en el Neolítico Final-Cobre antiguo (III milenio a.C.) y que, con distinta extensión e intensidad, ha mantenido una ocupación ininterrumpida hasta la actualidad.

Como antecedentes de este poblamiento se protegen también, entre otros enclaves paleolíticos, los de La Peña de la Grieta, los Farallones del Sulfuro o la Cueva de los Enamorados, hábitats que se desarrollaron al resguardo de pequeños abrigos en los bordes de los cerros de Porcuna. Destaca especialmente el de la Peña de la Grieta, uno de los primeros de este tipo investigados mediante excavación y comparable a las conocidas cuevas de Ambrosio, en Almería, o las del Parpalló y Les Mallaetes, en Valencia.

Al final del Neolítico las comunidades se asientan en las cimas de los cerros de Los Alcores y El Albalate, donde crean sendos poblados fortificados a unos dos kilómetros de distancia el uno del otro y flanqueando el antiguo lago salado pleistocénico de Pescolar.


En la denominada época orientalizante o tartésica, el enclave de Los Alcores se expande en sentido sureste, hacia el Cerro del Castillo, casco histórico de la actual Porcuna. Las fuentes literarias clásicas señalan este poblamiento como la polis de Ibolca y la consideran capital de los túrdulos y de la zona oriental de la Turdetania. Su prosperidad se refleja en la complejidad de las viviendas y en la importancia de los conjuntos escultóricos hallados. En torno al núcleo Los Alcores-El Cerro del Castillo se sitúan también necrópolis y sileras como las del Camino Alto-El Muro, la Cruz Blanca y El Ejido de Napoleón.

CIUDAD ROMANA
En la época romana, Obulco obtiene el estatus de ciudad y su ceca, la más prolífica y variada de la Hispania, acuña durante 200 años decenas de tipos de monedas que circulan por todo el Imperio. Fruto de este florecimiento se produce la consolidación del urbanismo de la población y se trazan nuevos barrios como los actuales San Benito, Santa Ana, San Marcos o San Francisco. Nuevas necrópolis la rodean por todos los flancos a partir de sus puertas y caminos y también surgen asentamientos periurbanos atestiguados en yacimientos como La Dehesa de los Potros y las villas de La Sendilla Golosa, Chichimao, La Cabra Mocha y El Cerro de Camacho.

Durante la Antigüedad tardía y toda la Edad Media se refuerza el castillo, se crea un perímetro más reducido y se intensifica la población intramuros. De la época musulmana se han investigado algunos restos de viviendas de la ciudad fortificada de Bulkuna, sobre todo en la parte alta (barrio del Castillo), así como silos y restos de necrópolis. Por su parte, los yacimientos de Las Huertas de El Vélez, La Galga, La Tenería y Mengíbar reflejan la agricultura de regadío que abastecía al núcleo urbano.

En el perímetro de la zona arqueológica declarada por el Gobierno andaluz también se incluye el legado de la Alta Edad Media y de la época moderna. Tras la entrega al rey Fernando III en 1240, la ciudad pasa a la Orden de Calatrava y durante los siglos XIV y XV sirve de residencia de los maestres.

A este periodo corresponde la construcción del nuevo castillo sobre los restos antiguos como recinto palaciego, además de una compleja evolución urbanística sobrepuesta a amplias zonas de la ciudad túrdula y romana. De la Orden perviven algunos de sus edificios más señeros, como la Iglesia y Priorato de San Benito o la Torre Nueva o de Boabdil, singulares ejemplos del estilo gótico en Andalucía oriental y ambos declarados ya monumentos.

De la época moderna se conservan numerosas viviendas de arquitectura vernácula y valiosos edificios que reflejan la importancia de Porcuna tanto por su población como por su actividad agropecuaria. Entre ellos destacan el Pósito Real (actual Ayuntamiento), el Granero y Bodega de Francisco Javier Ceballos, la Iglesia de San Sebastián o Jesús Nazareno y la Casa Palacio de los Aguileras.

26 de febrero de 2014

Un proyecto pionero para musealizar el yacimiento árabe de Medina Siyâsa, en Cieza (Murcia)

Una estructura cubrirá las diecisiete viviendas excavadas hasta el momento en la ciudad musulmana de Siyâsa, lo que permitirá la reconstrucción de una de las casas originales, así como la preservación del resto y la musealización del conjunto.
Participantes en la última campaña de excavaciones en Medina Siyâsa. Foto: Juan Leal / LA VERDAD
Los trabajos que se realizan en el yacimiento islámico consisten en una concepción de cada vivienda como una unidad arquitectónica, no únicamente como restos abiertos. Se trata por tanto de una técnica pionera que "evita que se deteriore el yacimiento y, por su carácter visual, tendrá una función expositiva que hará que el visitante pueda conocer cómo era la casa original", especificó el consejero de Cultura del Gobierno de Murcia, Alberto Cruz. 

Tras diferentes estudios se ha optado esta técnica experimental que ha comenzado en la casa número seis y que será extrapolable al conjunto de las 17 casas que se han excavado hasta ahora, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado. 

Esta técnica consiste en levantar una estructura que supone la reconstrucción de la casa original. Los trabajos se llevan a cabo con materiales reversibles y no agresivos ya que la .estructura metálica no descansa sobre los restos arqueológicos. El titular de Cultura y Turismo señaló que estos trabajos, que se realizan de una "manera encomiable", servirán para que el yacimiento de Siyâsa "se sitúe como referencia no solo patrimonial sino también en recuperación y preservación". 
Estructura que se está levantando en las viviendas
excavadas en las últimas campañas.
Foto: Gobierno Región de Murcia.

EL YACIMIENTO DE MEDINA SIYÂSA 
El despoblado de Siyâsa, situado en el Cerro del Castillo de Cieza, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Península Ibérica y fuente imprescindible de investigación y conocimiento del mundo islámico occidental durante los siglos XI, XII y XIII. 

Se trata de un modelo habitual de asentamiento rural andalusí en altura, protegido por un sistema defensivo que comprende lienzos de murallas y dos recintos fortificados situados en la zona más elevada del altozano. La zona destinada a viviendas y vida diaria se extiende por las laderas norte, sur y este del Cerro del Castillo, mientras que en la cumbre del promontorio se sitúa la fortaleza, a aproximadamente 400 metros de altura, que domina la vega del río Segura. 

Está compuesta por un primer recinto amurallado, amplio, que acogería a la totalidad de la población en caso de peligro y un reducto fortificado, más pequeño y elevado, que serviría como último bastión defensivo. Desde aquí partiría la línea de murallas que englobaba al poblado estable.

25 de febrero de 2014

Castilla La Mancha anuncia 400.000 euros en ayudas para la investigación arqueológica y paleontológica

El consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, ha anunciado que el Gobierno regional convocará en breves fechas ayudas para la investigación arqueológica por valor de 400.000 euros, a través de una orden que regulará las ayudas económicas para promover la investigación arqueológica y paleontológica de la región. Estas aportaciones beneficiarán a ayuntamientos y centros de investigación.
Trabajos en el yacimiento ibérico del Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo (Albacete). Foto: Europa Press.
El consejero ha realizado este anuncio en su visita al Yacimiento Arqueológico del Cerro de los Santos, en la localidad albaceteña de Montealegre del Castillo.

El titular de Cultura ha indicado que esta línea de ayudas es "fundamental para llevar a cabo excavaciones o trabajos de restauración".

"Durante estos años no hemos podido sacar esta orden porque la prioridad era cumplir con el objetivo del déficit, pero ahora estamos en condiciones de hacerlo", ha manifestado el consejero, quien ha resaltado las medidas impulsadas por el Ejecutivo regional para sentar las bases de una "gestión eficiente y eficaz" de nuestro patrimonio, entre ellas la recientemente aprobada Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha.


HALLAZGOS EN EL CERRO DE LOS SANTOS
Marcial Marín ha tenido la oportunidad de conocer los resultados de las excavaciones realizadas en el Yacimiento Arqueológico del Cerro de los Santos a cargo del Catedrático de la Universidad Católica de Murcia y director del proyecto, Sebastián Ramallo Asensio,y del director del proyecto y director de del Museo de la Soledad de Caravaca de La Cruz, Paco Brotons.

"Gracias a los hallazgos realizados se ha podido avanzar notablemente en el conocimiento de las prácticas religiosas de los pueblos ibéricos", ha indicado el consejero.

El Yacimiento del Cerro de los Santos se encuentra situado en una localización estratégica desde la que se controlaban importantes rutas de la antigüedad, como la Vía Augusta, que unía la costa Mediterránea con Andalucía, también controlaba importantes recursos como salinas y era un lugar de encuentro de diversos grupos ibéricos.

Los primeros hallazgos se produjeron en el siglo XIX, pero desde hace bastantes años no se han vuelto a realizar trabajos de investigación, por lo que la presentación de los mismos ha resultado de gran interés. Se encuentran depositados en el Museo Provincial de Albacete y en el Museo Arqueológico Nacional, entre otros.

(Fuente: Europa Press)

8 de noviembre de 2013

Murcia destinará 217.000 euros para la puesta en valor y recuperación de Medina Siyâsa, en Cieza

El asentamiento andalusí encabeza el catálogo de vestigios musulmanes de su época dentro de la Península Ibérica. Sin embargo, los trabajos que la Comunidad Autónoma murciana ha realizado en más de 20 años se limitan a pequeños parcheos realizados, en su mayoría, por estudiantes subvencionados por la Unión Europea.
En su época de máximo esplendor, en los siglos XII y XIII Medina Siyasa llegó a contar con 4.000 habitantes.
La inversión de 217.000 euros se recoge en el proyecto presupuestario que la Consejería de Cultura ha presentado ante la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos de la Asamblea Regional de Murcia.

Uno de los principales objetivos de Cultura para 2014 será la “apuesta por las políticas estratégicas para impulsar el sector turístico y consolidar los indicadores positivos de esta área clave en la Región”. Así, ha resaltado el consejero de Cultura, Pedro Antonio Cruz, que “se reforzará la innovación tecnológica para la formación ‘on line’ y la apertura de la promoción turística a nuevos mercados”.

Para observar el franco deterioro por el que atraviesan estas ruinas, basta con ascender hasta la ladera del cerro del castillo de La Atalaya de Cieza para hacerse eco de un aparente estado de abandono en su conservación. Derrumbes y matorrales crecidos ofrecen una imagen deplorable, que debiera ser subsanada con inmediatez por respeto a la joya del vasto legado histórico ciezano. 
Fotografía de 2010, con uno de los últimos equipos de trabajo
integrado por estudiantes de diferentes países. Foto: SIYASA EMAIL

IMPRESCINDIBLE PARA LA INVESTIGACIÓN DEL MUNDO ISLÁMICO
El despoblado de Siyâsa, situado en el Monte del Castillo de Cieza, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Península Ibérica, así como fuente imprescindible de investigación y conocimiento del mundo islámico occidental durante los siglos XI, XII y XIII.

El asentamiento está defendido por una muralla que lo rodea y una alcazaba que domina estratégicamente la zona, controlando las alquerías diseminadas en torno a los regadíos del río Segura.

En su época de máximo esplendor, a mediados del siglo XII y principios del XIII, el poblado llegó a tener cerca de 787 viviendas de diversa superficie y más de 4.000 habitantes. En el interior de los hogares se realizaron obras de verdadera belleza en la decoración de los arcos de puertas, ventanas, miradores y celosías.

La alcazaba disponía de dos recintos amurallados, uno inferior llamado Albacar destinado a refugiar a la población en caso de ataque enemigo, y otro superior denominado Celoquía, que ocupaba la zona más escarpada del cerro, constituyendo un ámbito inexpugnable que actuaba como último bastión defensivo.

El asentamiento se completaba con un cementerio intramuros en el que las fosas siguen la tradición musulmana de situarse orientadas hacia La Meca

OTRAS INVERSIONES
Asímismo los centros museísticos dependientes de la Red Regional potenciarán sus actividades y para el próximo ejercicio contarán con un aumento del 5,11 por ciento respecto año anterior. Asimismo, se destinarán ayudas para el sostenimiento del Museo de la Catedral, el Museo Salzillo, el Museo del Teatro Romano de Cartagena y el Museo de Artes y Costumbres Populares de Barranda con una inversión de 100.000 euros para cada uno.

21 de junio de 2012

Puesta en valor del yacimiento del Cerro de las Fuentes en Caravaca (Murcia)

El próximo sábado celebrará unas jornadas de puertas abiertas.
Parte de los hallazgos correspondientes a la Edad de Bronce.
Foto: Enrique Soler.
Un proyecto pone en valor el yacimiento del castillo tardo-republicano romano del Cerro de las Fuentes de Archivel. Este enclave se ha sometido a un importante proyecto de consolidación, gracias al desarrollo de un programa de empleo público local. El alcalde de Caravaca, Domingo Aranda, destacó que esta actuación cumple un doble objetivo social, ya que ha facilitado puestos de trabajo y ha formado a personas en situación de desempleo a las que ha permitido la restitución arquitectónica de uno de los yacimientos más importantes del término municipal.

El concejal de Empleo en el Ayuntamiento de Caravaca, Salvador Gómez, informó que se han invertido cerca de 200.000 euros, cantidad que ha sido financiada por el Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF) y que ha permitido la contratación durante nueve meses de 1 arqueólogo, 4 peones de arqueología, 1 albañil y 3 peones de construcción.

Los trabajos llevados a cabo han permitido documentar tres torres y algunas estructuras de habitación de gran interés. Las estructuras están datadas del tercer milenio antes de Cristo, y destacan las ruinas de un castillo romano de mediados del siglo I a.C., que fue construido durante las guerras civiles que enfrentaron a los partidarios de Julio César y de Pompeyo Magno.

Con el objeto de dar a conocer los trabajos realizados en el Cerro de las Fuentes, el Ayuntamiento de Caravaca ha programado para el próximo sábado, 23 de junio, una jornada de puertas abiertas, de las 10 a las 13.00 horas. "Durante esta actividad se informará de los resultados que han deparado las últimas excavaciones e investigaciones arqueológicas en este lugar de dilatada historia", tal y como ha informado el arqueólogo municipal, Francisco Brotons.

El proyecto acometido en el Cerro de las Fuentes, además de ocupar a nueve personas desempleadas durante nueve meses y promover la recuperación del Patrimonio Cultural, es continuación de los trabajos de dinamización de las zonas rurales de Caravaca de Cruz, que pretenden la recuperación y puesta en valor de aquellos recursos propios que favorezcan un desarrollo social y laboral sostenible.

Tercer milenio
A finales del tercer milenio las poblaciones asentadas a pie de este cerro en el paraje de Casa Noguera se encastillan y protegen su hábitat con una sólida muralla de piedra. Se trata de un pequeño poblado de la Edad del Bronce, todavía poco conocido por los arqueólogos, sobre el que algunos miles de años después se construyó un castillo romano.

Esta fortificación, de época tardo-republicana romana, aprovechó las condiciones naturales de este cerro para disponer de un amplio dominio visual sobre el territorio de la cuenca fluvial que forman los ríos Argos y Quípar, un importantísimo pasillo natural interior de comunicación terrestre entre el Levante y la Alta Andalucía, que justifica por sí mismo la importancia geopolítica que adquirió el territorio de la cuenca en los conflictos civiles romanos de la Península Ibérica durante el s. I a.C., y que en estas tierras trajo consigo el asentamiento de guarniciones militares por parte de las facciones enfrentadas.

El castellum de Archivel ocupa la parte más meridional del Cerro de las Fuentes, a 998 m.s.n.m., cota que queda salvaguardada con un sencillo sistema de defensa compuesto por los muros propios del castillo, en los que se abren puertas y portillos, y un sistema de defensa pasiva adelantada formado por una estructura maciza de gruesos muros que protege el acceso más septentrional de posibles ataques de las máquinas de artillería romanas.

La muralla del castillo, construida con lienzos rectos de longitud y anchura variables, se adapta bien a la topografía del cerro y encierra un sencillo recinto poligonal de 2942 m2 al que se accede por sendos ingresos orientados hacia el norte y el sur que están guarnecidos por torres de flanqueo cuadrángulares. La puerta norte está protegida por un elemento estructural de defensa pasiva, el titulum, que hacía improbable un ataque artillero al fijar una distancia de seguridad de más de 30 m. Se trata de una sólida estructura poliédrica que está partida en dos por un estrecho pasillo de ingreso.

Los contextos materiales cerámicos permiten datar la destrucción del castilloromano de Archivel en el intervalo del segundo y tercer cuartos del s. I a. C., quizá en los instantes finales de la guerra civil que enfrenta en la Península Ibérica a los partidarios de Julio César con la facción afecta los hijos de Pompeyo Magno.

Habrían de pasar de nuevo muchos años antes de volver a encontrar en el s. IX d.C. una nueva fortaleza de época emiral.

31 de julio de 2011

Sacan a la luz nuevos elementos del 'castellum' en el Cerro de la Fuente en Caravaca (Murcia)

Testigos de una guerra fratricida. Las piedras que hace más de 2.000 años formaban parte de la muralla y de las torres del castillo romano del Cerro de la Fuente, en Archivel pedanía de Caravaca de la Cruz, van quedando al descubierto permitiendo nuevas interpretaciones sobre la única construcción fortificada de la península, y que fue escenario de las guerras civiles entre Pompeyo Magno y Julio César.
Trabajos en el castro fortificado de "Cerro de la Fuente".
La importancia de este yacimiento ha ido quedando patente a lo largo de las campañas de excavaciones que se iniciaron en la zona hace más de una década, cuando se llevaban a cabo obras de acondicionamiento de un mirador en lo alto del cerro que preside esta pedanía caravaqueña ,y desde donde se puede contemplar buena parte del municipio.
Desde hace unos días se está llevando a cabo una nueva campaña de excavaciones bajo la dirección de Francisco Brotons Yagüe, arqueólogo municipal, que cuenta con la participación de diez voluntarios que trabajarán en el yacimiento durante un par de semanas.
Los trabajos se centran en el sector de la puerta del 'castellum' y en una zona ubicada junto a la muralla en el sector Este del recinto, y cerca de un portillo que ya fue descubierto en la campaña de excavaciones del campo de trabajo internacional del año pasado. En esta zona se excavan estructuras del siglo IX que se levantaron sobre las ruinas del castillo romano.
Las últimas campañas de excavación han permitido localizar y delimitar un conjunto de estructuras que muestran la planificación original del ingreso y una modificación estructural que debió servir para reforzar la puerta antes de la destrucción del 'castellum', llevada a cabo por doscientos legionarios. Desde hace unos años también están identificados otros elementos de defensa pasiva, como un sólido antemuro de piedra, y un 'titulum' que que cerraba el paso a las armas.
(Fuente: La Verdad)