google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Boabdil
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3 de julio de 2014

Andalucía protege como Zona Arqueológica dieciocho yacimientos en Porcuna (Jaén)

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Zona Arqueológica, un conjunto de 18 yacimientos arqueológicos ubicados en el término municipal de Porcuna (Jaén). Estos asentamientos cubren un extenso periodo histórico, desde el Neolítico Final hasta la época contemporánea.
Conjunto escultórico ibérico de Porcuna, en el Museo Provincial de Jaén.
La nueva zona arqueológica suma una superficie protegida de 403 hectáreas, en la que se incluye la mayor parte del núcleo urbano, y abarca vestigios de las épocas prehistórica, íbera, romana y musulmana, además de construcciones singulares como las torres y lienzos de murallas del castillo medieval de la localidad (una de las sedes principales de la Orden de Calatrava) o la iglesia gótica del Priorato de Porcuna.

Los yacimientos se localizan en el valle medio del río Salado de Porcuna y ocupan varios cerros allanados de la campiña alta del valle del Guadalquivir. Corresponden a un asentamiento que tuvo su origen en el Neolítico Final-Cobre antiguo (III milenio a.C.) y que, con distinta extensión e intensidad, ha mantenido una ocupación ininterrumpida hasta la actualidad.

Como antecedentes de este poblamiento se protegen también, entre otros enclaves paleolíticos, los de La Peña de la Grieta, los Farallones del Sulfuro o la Cueva de los Enamorados, hábitats que se desarrollaron al resguardo de pequeños abrigos en los bordes de los cerros de Porcuna. Destaca especialmente el de la Peña de la Grieta, uno de los primeros de este tipo investigados mediante excavación y comparable a las conocidas cuevas de Ambrosio, en Almería, o las del Parpalló y Les Mallaetes, en Valencia.

Al final del Neolítico las comunidades se asientan en las cimas de los cerros de Los Alcores y El Albalate, donde crean sendos poblados fortificados a unos dos kilómetros de distancia el uno del otro y flanqueando el antiguo lago salado pleistocénico de Pescolar.


En la denominada época orientalizante o tartésica, el enclave de Los Alcores se expande en sentido sureste, hacia el Cerro del Castillo, casco histórico de la actual Porcuna. Las fuentes literarias clásicas señalan este poblamiento como la polis de Ibolca y la consideran capital de los túrdulos y de la zona oriental de la Turdetania. Su prosperidad se refleja en la complejidad de las viviendas y en la importancia de los conjuntos escultóricos hallados. En torno al núcleo Los Alcores-El Cerro del Castillo se sitúan también necrópolis y sileras como las del Camino Alto-El Muro, la Cruz Blanca y El Ejido de Napoleón.

CIUDAD ROMANA
En la época romana, Obulco obtiene el estatus de ciudad y su ceca, la más prolífica y variada de la Hispania, acuña durante 200 años decenas de tipos de monedas que circulan por todo el Imperio. Fruto de este florecimiento se produce la consolidación del urbanismo de la población y se trazan nuevos barrios como los actuales San Benito, Santa Ana, San Marcos o San Francisco. Nuevas necrópolis la rodean por todos los flancos a partir de sus puertas y caminos y también surgen asentamientos periurbanos atestiguados en yacimientos como La Dehesa de los Potros y las villas de La Sendilla Golosa, Chichimao, La Cabra Mocha y El Cerro de Camacho.

Durante la Antigüedad tardía y toda la Edad Media se refuerza el castillo, se crea un perímetro más reducido y se intensifica la población intramuros. De la época musulmana se han investigado algunos restos de viviendas de la ciudad fortificada de Bulkuna, sobre todo en la parte alta (barrio del Castillo), así como silos y restos de necrópolis. Por su parte, los yacimientos de Las Huertas de El Vélez, La Galga, La Tenería y Mengíbar reflejan la agricultura de regadío que abastecía al núcleo urbano.

En el perímetro de la zona arqueológica declarada por el Gobierno andaluz también se incluye el legado de la Alta Edad Media y de la época moderna. Tras la entrega al rey Fernando III en 1240, la ciudad pasa a la Orden de Calatrava y durante los siglos XIV y XV sirve de residencia de los maestres.

A este periodo corresponde la construcción del nuevo castillo sobre los restos antiguos como recinto palaciego, además de una compleja evolución urbanística sobrepuesta a amplias zonas de la ciudad túrdula y romana. De la Orden perviven algunos de sus edificios más señeros, como la Iglesia y Priorato de San Benito o la Torre Nueva o de Boabdil, singulares ejemplos del estilo gótico en Andalucía oriental y ambos declarados ya monumentos.

De la época moderna se conservan numerosas viviendas de arquitectura vernácula y valiosos edificios que reflejan la importancia de Porcuna tanto por su población como por su actividad agropecuaria. Entre ellos destacan el Pósito Real (actual Ayuntamiento), el Granero y Bodega de Francisco Javier Ceballos, la Iglesia de San Sebastián o Jesús Nazareno y la Casa Palacio de los Aguileras.

11 de febrero de 2014

La tumba de Boabdil "el Chico" yace bajo la basura en Fez (Marruecos)

La tumba de Boabdil "el Chico", el último rey de Granada, el que entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos, yace bajo restos de basura en un solitario mausoleo junto a las murallas de la ciudad marroquí de Fez.
"La entrega de Granada a los Reyes Católicos", óleo de Francisco Pradilla (1840-1921) expuesto en el edificio del Senado. 
La Asociación Memoria de los Andalusíes ha denunciado el estado en que se encuentra el mausoleo: cubierto por heces y orinas, botellas rotas de vidrio y desechos de todo tipo, el lugar se ha convertido en refugio de borrachos y mendigos, según cuenta Hamza Ali al Ketani, que documentó su denuncia con unas fotografías.

En realidad, no hay certeza absoluta de que Boabdil se encuentre allí: sería necesario realizar una excavación para extraer restos de ADN de un cadáver ya localizado y cotejarlo con los restos de alguno de los familiares consanguíneos de Boabdil.

CRÓNICAS DEL S. XVII
Pero las únicas referencias históricas disponibles, aportadas por un cronista del siglo XVII llamado Al Maqarri, llevan a creer que muy probablemente Boabdil se encuentra bajo el humilde mausoleo dedicado a otro santo más conocido por los habitantes de Fez y llamado Sidi Belkasem, junto a lo que hoy se conoce como Bab al Mahruq o Puerta del Quemado.

El pasado marzo, un equipo español capitaneado por el cineasta Javier Balaguer llegó a Fez con la intención de realizar una excavación en el lugar y extraer restos del cadáver del presunto Boabdil.

Recibieron entonces todo el apoyo de la Municipalidad de Fez, que presentó el proyecto a bombo y platillo como uno de los mejores ejemplos de cooperación transfronteriza y encarnación de la hermandad entre España y Marruecos.


"GUERRA" DE COMPETENCIAS EN MARRUECOS
Sin embargo, a la hora de clavar una pica en el mausoleo, así fuera un simple clavo, el equipo (había antropólogos forenses y hasta expertos en georradar) se toparon con que el lugar dependía también en parte del ministerio de Asuntos Islámicos (por ser una tumba) y del de Cultura (por ser una tumba histórica), y comenzó entonces una guerra de competencias.

Desanimados, los españoles aparcaron momentáneamente el proyecto en espera de mejores días, sin por ello abandonar sus planes. Balaguer comentó que regresó en una ocasión más a Fez para constatar que las cosas seguían igual.

MARRUECOS NO TIENE DINERO PARA ESTOS PROYECTOS
Kenza al Ghali, asesora del Alcalde de Fez, aseguró a Efe que las trabas burocráticas han desaparecido "y los españoles pueden venir en cuanto quieran" a desenterrar a Boabdil.

¿Y por qué no lo hacen los marroquíes? Al Ghali responde que en Marruecos "desgraciadamente no hay dinero para esos proyectos. ¿Quién podría asumir ese proyecto? No hay presupuesto ni voluntad", se lamenta.

Desconocedores de estos entresijos burocráticos, un grupo de miembros de la Asociación Memoria de los Andalusíes organizó el pasado martes una excursión a varios lugares de Fez, la ciudad donde se establecieron, siguiendo a Boabdil, miles de moriscos huidos o expulsados de Granada en varias rachas.

Ketani relata que cuando él y sus amigos se pusieron a documentar el estado de abandono del mausoleo que probablemente corona la tumba de Boabdil, se acercaron unos policías para exigirles explicaciones y pedirles su documentación.

"¿Cómo es posible que las mismas autoridades que no protegen el lugar de quienes lo ensucian y mancillan, molesten a los ciudadanos de bien que se acercan al monumento?", se pregunta Al Ketani, que escribió un artículo indignado en un conocido sitio web.

Los niños junto a la Puerta del Quemado han hecho del terreno junto al mausoleo un lugar de juegos; por la noche, los desocupados de Fez se refugian en el mausoleo abierto.

Si Boabdil se halla bajo el suelo de este antro, jamás hubo rey con tumba tan indigna.

3 de junio de 2010

¿Quienes eran los moriscos?

Los moriscos (palabra que deriva de "moro") fueron los musulmanes españoles bautizados tras la pragmática de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502. Tanto los convertidos con anterioridad al catolicismo romano de forma voluntaria como los convertidos obligatoriamente en adelante pasaron a ser denominados moriscos. Antes de la conversión forzada, a los musulmanes que vivían practicando de manera más o menos abierta su fe en los reinos católicos romanos la historiografía los llama mudéjares, aunque en la época esta denominación se refería sobre todo a los musulmanes del Reino de Castilla, ya que en Aragón se les llamaba simplemente moros y, en Valencia, sarraïns ("sarracenos"). (Wikipedia)


"Morisco" es la palabra que usa la historiografía para referirse a estos musulmanes catolizados, aunque en la época se usaba también con frecuencia cristiano nuevo, o más específicamente cristiano nuevo de moro, para diferenciarlos de los judíos bautizados, que también eran cristianos nuevos.

En 1491 Boabdil, el último rey nazarí, capituló ante los Reyes Católicos y negoció la entrega de Granada el 25 de noviembre. Entre otras cosas se acuerda:


Desembarco de moriscos en Orán.

«Que los moros podrán mantener su religión y sus propiedades. Que los moros serán juzgados por sus jueces bajo su ley, que no llevarán identificáis que delaten que son moros como las capas que llevan los judíos. Que no pagarán más tributo a los reyes católicos que el que pagaban a los moros. Que podrán conservar todas sus armas salvo las municiones de pólvora. Que se respetará y no se tratará como renegado a ningún católico que se haya vuelto moro. Que los reyes sólo pondrán de gobernantes gente que trate con respeto y amor a los moros y si estos faltasen en algo serían inmediatamente sustituidos y castigados. Que los moros tendrán derecho a gestionar su educación y la de sus hijos».

La población morisca se concentraba sobre todo en tres regiones de España: Castilla (menormente y con presencia muy localizada en las actuales provincias de Ávila y Salamanca) Aragón, Valencia y Granada.

Al haber sido el último reino islámico de la Península, en esta región se concentró hasta los años setenta del siglo XVI el mayor contingente morisco, mayoritario y muy escasamente aculturado: hablaban corrientemente el árabe, conocían bien el islam y conservaban la mayor parte de los rasgos culturales que les eran propios: vestido, música, gastronomía, celebraciones, etc.

Texto aljamiado (en castellano pero con grafía árabe).

Con motivo del primer levantamiento del Albaicín que se extendió por las Alpujarras en 1500 (del que hablaremos más adelante), los católicos aprovecharon para afirmar que los musulmanes habían quebrantado el pacto alcanzado en 1491. Por ello dictaron la Pragmática de 14 de febrero de 1502, que ordenaba la conversión o expulsión de todos los musulmanes del reino de Granada, exceptuando a los varones de menos de 14 años y las niñas menores de 12, antes de abril del citado año. Esta Pragmática supuso un quebrantamiento de los compromisos firmados por los Reyes Católicos con el rey Boabdil en las Capitulaciones para la entrega de Granada, en las que los vencedores castellanos y aragoneses garantizaban a los musulmanes granadinos la preservación de su lengua, religión y costumbres.

Con la Pragmática de 1502 los mudéjares de toda España tuvieron que ir a las iglesias a bautizarse. Se les preguntaba qué nombre querían tener, y si alguno no entendía bien el castellano, cosa que pasaba sobre todo en el antiguo reino de Granada, o no se le ocurría ningún nombre, se le ponía Fernando si era hombre e Isabel si era mujer. La conversión fue general en todas partes. A partir de esta conversión forzada, los mudéjares dejaron oficialmente de serlo, ya que estaban bautizados y se les llamaba moriscos.

Para evitar el exilio, la mayoría de los musulmanes optaron por la conversión al catolicismo. La conversión fue general en todo el Reino de Granada. Durante el reinado de Carlos V, gracias al apoyo que los moriscos prestaron al rey y a sustanciosos donativos, la corona adoptó una posición flexible con ellos y les permitió que conservaran sus usos y costumbres. De esta forma, los moriscos se mantuvieron como una comunidad propia sin integrarse en la sociedad española de su tiempo. Hasta el segundo levantamiento de las Alpujarras (1568-1571) (Continuará...)