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22 de noviembre de 2024

El Premio "Tomás Calleja" de Arqueología ya tiene ganadores

Los arqueólogos María Sheila Fernández Barrientos y Eloy García Gil se alzan con los premios de la segunda edición del Premio "Tomás Calleja" de Arqueología que promueve La Fundación Villa de Pedraza (Segovia).

La Fundación Villa de Pedraza celebrará el próximo día 30 de noviembre la entrega de premios de la II edición del Premio «Tomás Calleja» de Arqueología, que en esta ocasión distinguirá a los arqueólogos María Sheila Fernández Barrientos y Eloy García Gil por sus respectivos trabajos "Propuesta de conservación y restauración de un conjunto de materiales procedentes del yacimiento arqueológico de Ulaca (Solosancho, Avila)" que ha obtenido una puntuación de 95,5 puntos y "Análisis tecno-tipológico de la industria lítica del nivel 2 del yacimiento musteriense del Abrigo del Molino (Segovia)" con una puntuación de 93,5 puntos.

En esta edición del premio patrocinado por la Fundación Villa de Pedraza, el Centro Segoviano de Madrid y la Familia de Tomás Calleja, se han presentado un total de catorce trabajos.

La evaluación de los trabajos presentados se ha realizado utilizando el sistema objetivo de “pares ciegos” (con eliminación de la autoría del doc. entregado), de tal modo que cada uno de los miembros del Jurado han evaluado al menos 2 o 3). La adjudicación de la puntuación final la ha efectuado Joaquín Barrio, presidente del Jurado, y es el resultado lineal de la media de los puntos (1-100 ) atribuidos a cada trabajo por los evaluadores correspondientes.

El Jurado de esta edición ha estado integrado por los siguientes miembros

• Joaquín Barrio Martín. UAM. Presidente

Carlos Sanz Mínguez. Uva. Secretario.

Juan José Palao. USal

Eduardo Ramil. U. León

Carlos Fernández. U. León

• Francesca Romagnoli. UAM

• Jesús Álvarez Sanchís. UCM.

David Álvarez. UCM.

Margarita Sánchez Simón. U Burgos

• Fernando Vela Cossío. UPM.

• Manuel Pimentel. Editorial Almuzara.

Con este premio la Fundación Villa de Pedraza quiere recordar la figura del que fuera un pionero de la arqueología segoviana.

19 de noviembre de 2024

Confirmado el origen almohade del Cenador de Carlos V en el Real Alcázar de Sevilla

Las excavaciones del Cenador de Carlos V constatan que la construcción es una reforma de un gran edificio islámico almohade de final del S. XII y que cambió su estructura por una "gran inundación".
El Cenador de Carlos V del Real Alcázar. / Rocío Ruz. Europa Press

En este sentido, el delegado de Hacienda, Administración y Transformación Digital, Juan Bueno ha informado sobre el estudio de las excavaciones llevadas a cabo en la zona del Cenador de Carlos V por el equipo del profesor Miguel Ángel Tabales que concluyen que “originalmente el edifico islámico, era mayor que el Cenador actual y su función era palatina-lúdica, por lo que se ha descartado la función funeraria que era una de las principales hipótesis que se estaba barajando”.

“Como ya avanzó el alcalde, José Luis Sanz, se constata que el Cenador de Carlos V aprovecha una gran estructura islámica de finales del siglo XII. Esto significa que la zona que denominados de las huertas del Real Alcázar islámico, disponía de edificios de recreo que hasta ahora no conocíamos, zonas de vida pública perfectamente urbanizadas y planificadas. Este es el primer paso de una serie de trabajos de investigación futuros que mejoraran el conocimiento de estas antiguas huertas islámicas”, ha abundado Bueno.

El complejo sufrió serias inundaciones en el siglo XII final causantes de graves daños en la ciudad y constatadas en diferentes excavaciones del Alcázar. Lo cierto es que el resultado fue una fuerte subida de nivel destinada a impedir nuevas inundaciones. Es en el período almohade avanzado cuando los suelos pasan a situarse a escasos 30 cm bajo el nivel del XVI. En esa época se aprecian cambios de cota y algunas reformas en las estancias colindantes con el gran salón.

Sea como fuere, este sector del alcázar y sus dependencias fueron deteriorándose hasta que el emperador Carlos V acometió su reforma, que en realidad consistió en una simplificación del esquema original. A partir de ese momento y durante las siguientes décadas las ricas huertas dieron paso a los jardines de las Damas, la Danza, etc.. que hoy contemplamos.

Asimismo, Juan Bueno ha declarado que “este estudio que presentamos hoy van a servir de apoyo a la futura restauración y conservación del propio Cenador de Carlos V, desde la perspectiva arqueológica. Asimismo, durante los trabajos de repavimentación de las galerías del Cenador, se aprovechará para seguir avanzando en los estudios arqueológicos y de investigación”.

De igual manera, Bueno ha señalado que “como ha desarrollado el profesor Tabales en su informe, los resultados hallados son de gran importancia, ya que hemos logrado conocer cuál ha sido el proceso de transformación de este espacio desde su inicio fechado a finales del S.XII hasta la actualidad, tanto a nivel cronológico como funcional”.

Por último, el edil de Hacienda ha concluido manifestando que “el gobierno de José Luis Sanz ha empezado a trabajar para que el Cenador esté en las mejores condiciones para el Aniversario de la Boda de Carlos V, el próximo 2026, siempre y cuando no encontremos ninguna circunstancia durante los trabajos de restauración y conservación que lo impidan”.
(Fuente: El Correo Web)

4 de noviembre de 2024

Un puñal de Pintia para iluminar el tiempo de los celtas

El investigador Roberto Matesanz descifra la iconografía de un pomo vacceo hallado en Padilla de Duero, en 1986, descubriendo un calendario con el que releer otros objetos de la céltica europea
Dibujo e imagen de una parte del pomo hallado en PintiaCEVFW

Hay pasajes de la historia que tardan siglos en sacudirse el polvo del tiempo, y ni siquiera revelan sus secretos al ser recuperados para la memoria colectiva. Exhumados sus restos, depositados quizá en algún museo arqueológico, son contemplados cada día por cualquiera sin que nadie sea consciente de los arcanos que encierra. Eso podría decirse de uno de los hallazgos realizados en 1986 en la tumba número 32 de la necrópolis de Las Ruedas, en Padilla de Duero (Valladolid), en el conjunto arqueológico de Pintia. Allí se conservaba una urna cineraria junto a varios objetos que parecían pertenecer al ajuar de un guerrero vacceo: entre ellos, junto al broche de un tahalí, el pomo de un puñal de tipo Monte Bernorio del siglo III antes de Cristo, en plena Edad del Hierro.

A lo largo de estos años, diferentes especialistas interpretaron de forma variada las escenas, tanto la que incluye trece animales desfilando en el borde superior del pomo como la que adorna el reverso, simétrica en su composición, en la que se despliegan tres misteriosas figuras zoomórficas, cuatro animales identificados como suidos –jabalíes o verracos domésticos, como la docena que ocupa el canto– y sendas escenas de combate en los márgenes. Interpretaciones que dotaban a la pieza de una significación económica o productiva, o le asignaban una lectura que apelaba al coraje y la ferocidad propios de la sociedad vaccea. Hasta ahora.

Porque el investigador de la Universidad de Valladolid Roberto Matesanz Gascón ha conectado la rica y misteriosa ornamentación del reverso y el canto del pomo –los motivos geométricos se extienden por el anverso– con el calendario lunisolar celta de finales de la Edad de Hierro, que dividía el año en dos semestres, cuatro estaciones y doce meses –cada uno con dos quincenas separadas por el plenilunio– a los que había que sumar, de forma periódica, uno intercalar para sincronizar las fases –12 lunaciones suman 354 días, de ahí la necesidad de añadir días para sincronizar con el año solar–. Tanto días como meses y años se dividían, a su vez, en dos mitades, una nocturna u oscura y otra diurna o luminosa. Sus eras eran de 30 años.

Una organización del tiempo que se ha podido reconstruir, recuerda el experto, en base a antiguas referencias literarias como Julio César (Guerra de las Galias) y Plinio (Historia Natural), hallazgos como el calendario galorromano de Coligny (siglo II d.C.) y tardías tradiciones gaélicas que apuntan al 1 de noviembre como el inicio del calendario (Samain), comenzando la parte oscura del año, con festividades el 1 de febrero (Imbolc), 1 de mayo (Beltaine) y 1 de agosto (Lugnasad), las cuatro estaciones ya contempladas en los primeros siglos de nuestra era por los pueblos celtas de Irlanda.

«El pomo no solo es el documento iconográfico más importante que existe para comprender cómo concebían los pueblos célticos de toda Europa su ciclo anual durante la protohistoria, sino que, por eso mismo y porque es un objeto cuyo riquísimo programa figurativo se conserva prácticamente completo, es la piedra angular que nos permitirá analizar muchos otros objetos arqueológicos con una composición mucho más sencilla en su ornamentación. Sin las claves interpretativas que proporciona el equipo metálico de la tumba 32 jamás vislumbraríamos su posible significación calendárica», expone Matesanz Gascón, que traza conexiones con otros hallazgos como el llamado ‘Vaso de los Lobos’ de Rauda (Roa, Burgos) o el pectoral lusitano en forma de lúnula de Chao de Lamas.

El historiador, que ya ha defendido su trabajo en foros como la Real Academia de Bellas Artes de Valladolid, de la mano de académicos como Germán Delibes y Eloísa Wattenberg, así como en publicaciones como el Anuario del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg o la prestigiosa Paleohispánica –dependiente de la Institución Fernando El Católico, adscrita al CSIC–, asegura que la investigación iniciada hace ya más de dos años «apenas acaba de comenzar», habida cuenta de «toda la luz que la iconografía del pomo pintiano vierte sobre otros hallazgos arqueológicos o sobre textos antiguos».

Cuál pudo ser la motivación de quien hizo labrar el hierro naviforme: en una sociedad eminentemente ágrafa como era la vaccea, plasmar los ciclos temporales de una forma visual era un «mecanismo de conservación y transmisión de dicho conocimiento». Quien controlaba el tiempo en aquellas sociedades controlaba aspectos fundamentales como las actividades productivas, desde la siembra a la recolección; también las festividades o la vida pública, desde la duración de las sanciones al tiempo en el que un individuo podía ostentar un cargo. Si en la antigua Roma esa misión recaía en los sacerdotes del Collegium Pontificum, era la clase sacerdotal druídica la que se ocupaba de ello entre los celtas, explica el historiador.

«La necesidad de medir el tiempo es un anhelo universal», apunta el arqueólogo Carlos Sanz Mínguez, profesor de la Universidad de Valladolid y fundador y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg. «La interpretación calendárica es una hipótesis muy coherente y plausible. Existían calendarios vinculados a las élites y esta pieza contiene un conjunto interpretativo completo, con todos los segmentos temporales incluidos, cuando en otros casos es mucho más fragmentario», matiza el que es desde 1985 máximo responsable de las excavaciones en Pintia.

¿Cómo interpretar la iconografía del pomo? 
Según Matesanz Gascón, los suidos, animales de hábitos nocturnos, funcionarían como marcadores de las distintas subdivisiones temporales. Una figura simbólica asociada a la luna, referencia «básica de cómputo en los calendarios lunares y lunisolares».

Al fijar la mirada a uno y otro lado del reverso del pomo se aprecian sendos círculos reticulados junto a dos grandes jabalíes que representarían cada semestre del año: las figuras del lado derecho tienen un contorno doble y las del lado izquierdo, un contorno simple. «Las primeras denotan la parte inicial del año y las segundas, su parte final. Esta dicotomía que opone un mismo motivo trazado con un contorno simple o doble, asociada a conjuntos duodecimales en composiciones iconográficas más sencillas, también aparece sobre objetos prehistóricos de Europa central y de las islas británicas», subraya el historiador vallisoletano. Los combates, apunta, podrían representar tanto duelos celebrados en distintas festividades del calendario como episodios mitológicos en los que se enfrentasen las fuerzas de la luz y de la oscuridad.

En la embocadura del pomo, encarnando las estaciones celtas, otros cuatro suidos desfilan de derecha a izquierda, haciéndose sus cuerpos más abultados a medida que avanza la escena. Una evolución que invita a pensar en que es en el lado diestro donde está representado el comienzo del año.

Y en el canto, a cada lado de la escotadura central, avanzan ordenadas seis bestias, rematando la composición en el extremo izquierdo un decimotercer animal que Matesanz Gascón identifica como un mustélido que encara al resto de suidos, y que él interpreta como el citado mes intercalar. Asimismo, en la parte diestra, la que representa el lado oscuro del año, una figura muy diferente a la del resto de jabalíes o verracos ocupa el cuarto lugar, el correspondiente a la segunda estación del año céltico (Imbolc). Parece un tejón, señala el investigador, que recuerda la costumbre en regiones de Europa central ocupadas en la antigüedad por pueblos celtas de celebrar el 2 de febrero el Día del Tejón como despedida del invierno.

El investigador ilumina las sombras y establece conexiones para armar un relato en el que afloran nombres como el de Estrabón, que en su Geografía aludía a un ‘dios innominado’ celtíbero que era venerado de noche en los plenilunios. «En el ámbito celta, las dos quincenas del mes, que comenzaría con la luna nueva, parecen haber estado separadas por el plenilunio», advierte el estudioso, que dirige la atención al reverso del pomo, a su centro, a los dos conjuntos de 15 molduras que flanquean una figura zoomórfica. «Es la divinidad mencionada por el geógrafo e historiador griego, un icono que desde un punto de vista arqueológico aparece documentado entre esos pueblos peninsulares que él llamaba ‘los celtíberos y sus vecinos del norte’, entre turmogos, cántabros, astures o vacceos», asevera Matesanz Gascón.

Hoy, el «soberbio» pomo descansa como un tesoro más en una vitrina del Museo de Valladolid, sin reclamar gran atención para sí. «Es la mejor pieza de la época prerromana», sentencia un Sanz Mínguez preocupado por el posible deterioro de la reliquia pintiana: desde la restauración que hiciera Cristina Escudero a finales de los ochenta, el óxido ha hecho saltar del hierro la pequeña figura de un pájaro. «Sería conveniente exhibir una réplica y conservar el original en una atmósfera neutra, sin oxígeno, para evitar la corrosión», sugiere el director del Centro de Estudios Vacceos.

‘Un producto conservador del espíritu humano’
En la cabeza de Matesanz Gascón resuenan las palabras del arqueólogo Paul-Marie Duval (1912-1997), a quien cita para explicar el horizonte que se abre al descifrar la iconografía del pomo pintiano, por las conexiones que permite con otros tesoros del pasado: ‘Entre los productos del espíritu humano, no hay nada más conservador que el calendario’. Conexiones cercanas, como con el ‘Vaso de los Lobos’ de Rauda –a unos 20 kilómetros en línea recta de Padilla–, o más lejanas, con broches de tipo Miraveche, monedas britanas o estandartes galos cuya iconografía incluye la presencia de jabalíes o de series duodecimales.

10 de septiembre de 2024

El Alcázar de Sevilla escondía un palacio almohade bajo el Cenador de Carlos V

El Cenador aprovecha una gran estructura islámica del siglo XII que originalmente era mucho mayor que la que hay ahora. Además, parece ser que dicha edificación estaba destinada al comedor y al ocio.
El alcalde José Luis Sanz justo a los hallazgos arqueológicos en el Alcázar de Sevilla Ayuntamiento de Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha presentado este lunes los hallazgos arqueológicos encontrados en el cenador de Carlos V del Real Alcázar que desvelan un palacio almohade También ha comparecido ante los medios Miguel Ángel Tabales, arqueólogo responsable del proyecto y que ha puesto el foco en la importancia del monumento hispalense y que "no es un edificio cualquiera".

Sanz ha señalado que estos descubrimientos son el fruto de la puesta en marcha de trabajos que habían sido paralizados pero que el nuevo patronato del Alcázar ha reactivado.

Estos proyectos están dentro de la primera fase, puesto que se aprovecharán los trabajos realizados para seguir profundizando en los estudios de los espacios que lo permitan.

Dichas excavaciones servirán de apoyo para la restauración y conservación del Cenador. El objetivo del gobierno es que este espacio esté "en las mejores condiciones" para el 2026, año en el que se celebrará el 500 aniversario de la boda de Carlos V con Isabel de Portugal.

Del conjunto de excavaciones se pueden extraer varias conclusiones. La primera confirma que el Cenador se aprovecha de una gran estructura islámica del siglo XII que originalmente era mucho mayor que la que hay ahora. Además, parece ser que dicha edificación estaba destinada al comedor y al ocio.

Los resultados provisionales han permitido conocer las modificaciones que han tenido lugar en el este punto de los palacios hispalenses desde su inicio -fechado en el siglo XII- hasta la actualidad.

Un monumento único en el mundo
Además, Sanz ha recalcado que la información obtenidas de estos hallazgos en un "monumento único en el mundo" suponen un "hito importantísimo" para conocer la historia de la ciudad de Sevilla.

Después de las investigaciones realizadas, atendiendo a las tumbas almohades -caracterizadas por estar en un lugar solitario- se ha descartado, por ahora, la función funeraria de esta estancia del Alcázar sevillano. Sin embargo, Miguel Ángel Tabales apunta que, aunque hay que ser "prudentes", "cosas más raras se han visto".

Tal y como ha señalado Tabales, los sondeos realizados -dos de pequeñas dimensiones - han tenido una duración de 20 días. Este es el tiempo mínimo que se necesita para un espacio con la envergadura de los palacios sevillanos sin hacer daño.

Un proyecto complejo
En paralelo, el director del proyecto arqueológico ha recalcado que se trata de un proyecto de restauración complejo y que no hay programadas intervenciones arqueológicas específicas. Aunque sostiene que la fuente que preside el Cenador deberá de ser saneada.

Tabales ha manifestado que "hay que completar un puzle que -sin olvidar el resto de espacios- pone el foco de la investigación en el mundo de los jardines".

Aunque en los últimos años se ha empezado a conocer mucho más sobre el Alcázar de lo que antes se sabía, este tipo de intervenciones hace que poco a poco se empiece a conocer más sobre las huertas musulmanas de las que antes no se sabía nada.

Tabales ha tildado la importancia de este monumento "que no es un edificio cualquiera". Además, ha señalado que en el mundo hay pocos edificios con características similares, estos se encuentran en Granada y Marrakech.
(Fuente: Ayuntamiento de Sevilla)

16 de enero de 2024

Un agricultor destruye parte del yacimiento vacceo de Pintia (Valladolid)

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja de riego ejecutada por el agricultor se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia
La Junta de Castilla y León se personará contra él por causar «muchísimo daño» y destruir «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años», subraya el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja
Zanja para riego que ha afectado de forma irreversible a parte del yacimiento de Pintia en Padilla de Duero (ICAL).

Mal comienzo de año para el patrimonio cultural de Valladolid. Un agricultor ha destrozado 200 metros lineales del yacimiento arqueológico de Pintia en Padilla de Duero, al lado de Peñafiel. Son los restos de una ciudad vaccea, y por tanto milenaria, que a partir de ahora podrá contar con menos detalle el pasado de los hombres a orillas del Duero. El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la Universidad de Valladolid, coordinadora de las excavaciones y estudios realizados en el lugar, denunció el acto vandálico el pasado sábado, con un comunicado en su página web: «Abrimos el año de la peor forma posible, con un nuevo atentado contra la Zona Arqueológica Pintia (ZAP), recordemos, Bien de Interés Cultural desde 1993», apuntó el centro. «En esta ocasión, se trata de una zanja (otra más, cuánto picador desaprensivo suelto), realizada los pasados días 11 y 12, que ha venido a partir en dos el poblado de Las Quintanas».

La destrucción en el yacimiento «ha sido realizada a conciencia: 1,40 metros de profundidad x 0,5 metros de ancho x 230 metros lineales», detalló la entidad, dedicada al estudio de la civilización vaccea y con sede en Padilla de Duero. Los responsables del yacimiento avisaron al agricultor, explican en su comunicado, de que las rejas del arado «no pueden bajar en la ZAP más allá de 30 centímetros para no afectar a los niveles arqueológicos», a lo que el agricultor respondió que no lo sabía.

«El estrago se traduce en unos 1.200 metros cúbicos de terreno afectados, donde el patrimonio arqueológico ya ha sido alterado y carece por tanto de un contexto específico que permita su correcta interpretación», señalan desde la Universidad. El volumen de información destruida «supera en un tercio al volumen de excavaciones con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) realizado a lo largo de doce años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavación situada a tan sólo 120 metros del expolio realizado».

A la vista de los destrozos el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, visitaron en la mañana de este lunes el yacimiento, para conocer su estado después de que el agricultor ejecutara con dos máquinas y «sin ningún tipo de permisos», apuntó Santonja, la zanja, que iba a destinarse a riego, a lo largo de 230 metros de una tierra de cultivo situada en pleno yacimiento, provocando daños irreparables.

Agentes del Seprona paralizaron las obras tras la denuncia realizada por el director del yacimiento y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, Carlos Sanz, y este lunes Santonja confirmó que la Junta se personará en la causa contra el responsable de esta «fechoría» que ha causado «muchísimo daño», destruyendo «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años». apuntó en declaraciones que recogió Ical. «Hay que respetar las leyes y, si alguien las infringe, el estado de derecho tiene mecanismos para defenderse. En este caso ha intervenido el Seprona, la denuncia está cursada y nosotros vamos a hacer un informe exhaustivo y vamos a reclamar los daños que se hayan producido», explicó.

«Hay muy pocos yacimientos de esta entidad en todo el país, que abarquen desde la Edad del Bronce hasta los visigodos, que atesoren una ciudad vaccea, una ciudad-estado con su propia necrópolis y un barrio alfarero, como la ciudad de Pintia. Es un yacimiento importantísimo que está siendo muy bien estudiado en la Universidad de Valladolid», señaló Santonja. El consejero denunció que «no se puede entender» que un yacimiento como Pintia, que cuenta con la declaración como Bien de Interés Cultural desde 1993, hace más de treinta años, sufra un ataque así. «Estamos esperando los informes, pero la imagen es absolutamente desoladora», censuró antes de denunciar que «esto no es admisible». Según defendió, «la arqueología y yacimientos arqueológicos que son BIC son como las iglesias, como las catedrales, tienen exactamente la misma entidad. Son absolutamente sagrados, hay que respetarlos y es inadmisible que se atente contra ellos».

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja ejecutada se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia.

Se trata, apuntan, de una de las zonas más densamente pobladas, que pudo haber sido el punto de origen de la ciudad, por su trazado de orientación diferente, donde se acumulan más de cuatro metros de estratigrafía y una secuencia de 1.200 años de historia. La destrucción afecta a una superficie de 322 metros cuadrados y 1.610 metros cúbicos, y el volumen de información arrasada supera en un tercio al volumen de excavaciones realizadas con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) a lo largo de 12 años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavaciones situada a tan solo 120 metros del expolio realizado.

Gran tristeza y un mensaje claro
Por su parte, Carlos Sanz aseguró que «la riqueza del yacimiento es apabullante» y que en estos momentos se encuentran catalogando alrededor de 30.000 piezas. «Son muchos años de trabajo minucioso, intentando recuperar el contexto de las cosas, porque ese es el que nos sirve para reconstruir la historia. Los objetos en sí mismos tienen un valor relativo, pero lo importante es cómo se articulan», afirmó en alusión a «la esencia de la acción arqueológica».

A su juicio, «se ha destruido una parte sustancial del yacimiento, que puede parecer muy pequeña porque el yacimiento es muy grande». «Que en apenas dos días se pueda haber eliminado una información tan preciosa, en un yacimiento tan excepcional, solo deja una sensación de gran tristeza», valoró. Al mismo tiempo, Sanz aplaudió la «determinación» y la rápida reacción del consejero de Cultura, algo que «no se había producido en otros casos en legislaturas anteriores» y defendió que es fundamental transmitir la idea de que «el patrimonio hay que respetarlo en su integridad». «Frente a una tropelía como esta una acción inmediata es la forma más clara de mostrar a quien no quiere entenderlo después de 30 años de declaración de BIC que esto es un lugar estratégico», explicó.

«Poner puertas al campo y controlar los 23.000 yacimientos que hay catalogados en Castilla y León es muy difícil, pero hay que cuidar especialmente los que son realmente estratégicos y cuentan con la declaración BIC. Hay que lanzar un mensaje claro de que los bienes patrimoniales deben respetarse en su integridad», concluyó. Sobre los mecanismos de protección frente a otro tipo de expolios, Santonja recalcó que «no se puede entrar en un yacimiento con detectores de metales, ni se pueden hacer agujeros en esos terrenos de la misma manera que no se pueden robar carteras ni saltar semáforos. Es absolutamente ilegal. Es un delito y la ley hay que cumplirla. Si cualquier persona pasea por un yacimiento y ve a otro haciendo una zanja tiene la obligación de denunciarlo. El patrimonio es de todos, y quien tolera esto se está causando un año a sí mismo, a sus padres, a sus hijos y a sus nietos», remachó.

22 de diciembre de 2022

Concluye la campaña de excavación y consolidación en el Castillo de Borobia (Soria)

El objetivo es descubrir los restos de la antigua fortaleza y de la casa palacio de la familia de Luna y Arellano, y en paralelo realizar tareas de consolidación y restauración de los restos aparecidos para su puesta en valor.
Los trabajos de los últimos años se han centrado en la zona sur, donde en la última campaña se ha completado la excavación y restauración de una edificación de servicios o almacén.

El ayuntamiento de Borobia, con el fin de recuperar los restos del Castillo de la localidad, ubicado en el estrecho cerro de empinadas laderas donde se construyó el observatorio astronómico, lleva financiando campañas arqueológicas desde el año 2017. El objetivo es descubrir los restos de la antigua fortaleza y de la casa palacio de la familia de Luna y Arellano, y en paralelo realizar tareas de consolidación y restauración de los restos aparecidos para su puesta en valor.

Los trabajos de los últimos años se han centrado en la zona sur, donde en la última campaña se ha completado la excavación y restauración de una edificación de servicios o almacén.

Construida con muros de mampostería unidos con cal y apoyada sobre los afloramientos rocosos y las capas de nivelación que amplían la superficie edificable del cerro, esta edificación estaba flanqueada por pequeños patios empedrados en sus laterales.

El edificio consolidado este año, está conectado con el resto de las construcciones del palacio por una calle empedrada que atraviesa todo el sector sur del cerro y que comunicaba la residencia señorial, construida en torno al patio empedrado que se conserva junto al observatorio, con el resto de las dependencias y almacenes que ocupaban la zona superior de la elevación.

Todas estas estructuras son remodelaciones de época moderna de la Casa-Palacio que debió levantarse en el siglo XV, cuando la familia de Luna y Arellano asienta su residencia en el castillo de Borobia.

Estas nuevas construcciones se realizan sobre los restos del castillo medieval original, como se puede observar en la zona consolidada este año, en la que se conservan las trazas de alguno de los muros antiguos cortados por la cimentación de los nuevos.

Los trabajos de excavación han sido realizados por la empresa Areco Arqueología S.L., bajo la dirección de los arqueólogos Carlos Tabernero Galán, Juan Pedro Benito Batanero y Daniel Sanz Luis. Una vez concluidas las excavaciones se han consolidado las estructuras y adecuado los espacios para su puesta en valor en un futuro, a partir de un proyecto de consolidación elaborado por el arquitecto Julián Gallardo Verde.

Como años anteriores, la intención del Ayuntamiento de Borobia es acudir a la convocatoria de ayudas para trabajos de restauración arqueológica que anualmente convoca la Junta de Castilla y León y continuar con los trabajos de arqueología hasta su finalización en la zona del cerro de El Castillo.
(Fuente: Soria TV)

9 de septiembre de 2022

Los siete renaceres del Ave Fénix en Pintia

La última campaña en la ciudad vaccea permitirá afinar la datación de las consecutivas ocupaciones del yacimiento de Padilla de Duero
Recipientes hallados en las casas de Las Quintanas. Foto: Universidad de Valladolid.

Ave Fénix o gato. El hábitat urbano de Pintia, Las Quintanas, al que se bautizó con el nombre del pago que ocupa en Padilla de Duero, es un híbrido entre el ave mitológica y de la no menos mitológica longevidad del felino. Hasta siete veces renació de sus cenizas.

«Ave Fénix o gato», le gusta denominar a Carlos Sanz, con ironía, al yacimiento. El director de las excavaciones de Pintia y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, la denomina así porque la ciudad vaccea «se va reconstruyendo una y otra vez, hasta siete veces». Hacia atrás en el tiempo, «aquí teníamos una necrópolis visigoda; antes había hasta cuatro niveles romanos y luego ya empezaban los siete niveles vacceos. Niveles de destrucción por incendios y colmatación sucesiva sobre los escombros».

Ave Fénix cuyos vestigios bien definidos por cenicientos estratos están siendo de mucha utilidad para identificar algunos de los ocasos y renaceres de la ciudad de Pintia. Ahora se va a afinar más la datación de cada uno de ellos por medio del paleomagnetismo. De realizar estas mediciones, cuyos resultados pueden estar listos este otoño, se encargarán expertos del área de Geológicas de la Complutense.

Paleomagnetismo
El paleomagnetismo es una disciplina basada «en el principio de la variación del norte magnético terrestre en el tiempo, variaciones reflejadas en la orientación de los segmentos férricos en arcillas rubefactadas (pigmentadas de rojo)». Asimismo, la zona excavada conserva «estructuras termoalteradas» por los sucesivos incendios. «Aquí tenemos algo muy bueno. Aparte de los hogares de las casas, tenemos el incendio de toda la vivienda, con lo cual se mantiene la orientación de los suelos. Esas arcillas mantienen la orientación del polo magnético terrestre».

Este año la campaña se ha centrado en Las Quintanas, recuperando la actividad en este espacio después de 15 años centrados en la necrópolis de Las Ruedas. El objetivo es claro: a través del paleomagnetismo se trata de «datar y anclar la cronología del yacimiento» afinando la precisión cronológica en no más de 20 o 25 años. «Hace unos años teníamos márgenes de 150 años». Ahora, mejorados los parámetros que utiliza el paleomagnetismo «podemos datar, algunas zonas, de generación en generación, o sea, cada 20 años». Esto supone concretar mucha información del día a día de Pintia. Tecnología, arquitectura y materiales, fabricación y uso de útiles y de objetos y otras tantas cuestiones relacionadas con la evolución del pueblo vacceo en este enclave.

Entre el 2000 y el 2007 se excavó «una trinchera con la que conseguimos la primera secuencia completa que obtuvimos del asentamiento de Las Quintanas. Era un proyecto que pretendía dejar de forma escalonada los 1.200 años de historia que estuvieron aquí. Tenemos una secuencia espectacular», destaca Sanz.

Aquellos primeros trabajos en Las Quintanas destaparon un pozo artesiano de época romana. «Un pozo de agua fallido –utilizado como basurero por los romanos– que es como una ventana abierta a toda la estratigrafía». Es decir, en sus paredes el tiempo se muestra retratado en sucesiva capas de terreno bien definidas que ahora tratarán de poner fecha de forma precisa.

¿Qué puede aportar la medición paleomagnética de ese terreno delimitado en estratos?: «Sabemos que hay siete niveles de incendio y se ha reconstruido la ciudad siete veces, pero no sabemos qué distancia hay de un incendio a otro, no sabemos si ha pasado una generación, cinco años, un año... Conocer esto va a ser muy importante. Pero no nos podemos quedar solo en datar los niveles, necesitamos tener lugares asociados. Es decir, que también hay que excavar. En un futuro lo que esto significa es una vuelta a recabar información de cada uno de los niveles, pero con un poco de fortuna, sabiendo en qué cronología estamos».

Este año, de los siete niveles, se datarán dos, aquellos que comprende las guerras sertorianas (75 años a.C.) y el previo (151 años a.C.), que es el que hemos excavado. Para alcanzar «los niveles fundacionales, si seguimos a este ritmo, igual el año que viene es posible que podamos también datarlos». El 151 antes de Cristo «es una fecha crítica. Solamente saber que tenemos 75 años de distancia entre Sertorio y otro militar romano que es Lúculo, el que asola Intercatia y Pallantia, sería extraordinario, porque podríamos determinar qué pasó en Pintia», explica Sanz.

Datos de las cubiertas
En cuanto a los objetos hallados, estos no son diferentes a las tumbas en la necrópolis de Las Ruedas, pero en esta ocasión enmarcados en un ámbito doméstico. «Nos hemos encontrado algunas copas, algún recipiente de almacenaje grande encastrado en el suelo», y algo que va a ser de gran utilidad a la hora de interpretar las viviendas. «Hemos visto unos hoyos de poste descomunales que sustentan construcciones sólidas, e incluso hemos dado con algunos revoques de fachada que resultan un poco extraños por su espesor, y, que ahora –por el tamaño de los citados postes de sujeción–, ponerlos en horizontal tiene más sentido».

Volviendo a los objetos hallados, «el plus del poblado frente a todo lo que veníamos haciendo estos años de atrás, que es el mundo simbólico de la muerte con las excavaciones en la necrópolis de Las Ruedas y su representación, pues aquí lo que tenemos es el mundo cotidiano, el día a día sin el filtro ideológico tan marcado del mundo de la necrópolis. Este es el mundo real, por eso tiene ese atractivo. Y eso que no ha salido mucho material esta vez».

Pero el objetivo central, recuperar esta zona de Pintia, el poblado, escalonar la excavación para observar su evolución de un golpe de vista, y, sobre todo, dejarla preparada para la medición paleomagnética, se ha cumplido, por lo que Pintia irá resurgiendo de sus cenizas cual Ave Fénix.

9 de octubre de 2020

Premio "Hispania Nostra" para el yacimiento de Pintia

La Asociación Hispania Nostra ha otorgado el premio "Intervención en el Territorio" al Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, que avala el trabajo realizado durante cuatro décadas en la necrópolis de Las Ruedas, la cual forma parte de ciudad vaccea de Pintia.

El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, adscrito a la Universidad de Valladolid y cuya sede está en la pequeña pedanía peñafielense de Padilla de Duero, donde trabaja desde hace 40 años en el yacimiento arqueológico de Pintia, ha recibido el Premio Intervención en el territorio o el paisaje, galardón que le ha sido otorgado por la prestigios Asociación Hispania Nostra. El premio avala el trabajo realizado durante cuatro décadas en la necrópolis de Las Ruedas, la cual forma parte de Pintia, ciudad vaccea que se remonta a IV siglos antes de Cristo.

El galardón, entregado recientemente en el propio yacimiento pintiano, lo recibió Carlos Sanz, director del Centro de Estudios y del yacimiento, de manos de la presidenta de Hispania Nostra, Araceli Pereda, quien expuso que este galardón reconoce las buenas prácticas en los ámbitos citados en relación con el patrimonio cultural. El jurado reconoce la importante labor de protección y difusión que supone esta intervención, así como la implicación de personas de distintos ámbitos en un proyecto que contribuye en gran medida a concienciar a la población sobre la riqueza de su patrimonio y la necesidad de conservarla.

En el acto protocolario de entrega de la placa que reconoce el trabajo en Pintia, su director, Carlos Sanz realizó una mención especial para los vecinos de Padilla de Duero, lo cuales colaboran con los integrantes del equipo del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, desde de la Asociación Cultural Pintia.

El rector de la Universidad de Valladolid -Antonio Largo-, quien también asistió al acto, destacó el amplio trabajo hecho en Pintia, el cual es una muestra de distintas perspectivas de acción, como son la científica, la divulgativa y la de concienciación de la sociedad de la importancia de la recuperación y conservación del patrimonio.

7 de octubre de 2018

Premios Vaccea 2018

El pasado 5 de octubre tuvo lugar la entrega de los premios VACCEA 2018, que de forma bienal otorga el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattemberg de la Universidad de Valladolid y en los que el Jurado, por unanimidad, honró a este blog concediendo el Premio de Comunicación a su administrador. 

El acto tuvo lugar en el Aula Lope de Rueda de la Facultad de Fiolosofía y Letras de la Universidad de Valladolid y estuvo precedida de una jornada técnica sobre "Decoración en Excisión", en la que participaron los profesores Javier Abarquero Moras, Carlos Sanz Mínguez, Juan Francisco Blanco García, Fernando Romero Carnicero, Roberto de Pablo Martínez, Consolación González Casarrubios, Eugenio Cid Cebrián y José Ramón Cid Cebrián.


Entrega del Premio Vaccea 2018 en la categoría de Investigación y Divulgación Científicas a D. Martín Almagro Gorbea, por su decisiva contribución al conocimiento y difusión de las culturas célticas de la península Ibérica en Europa, así como por el ingente esfuerzo editorial desde su puesto de anticuario perpetuo de la Real Academia de la Historia. Entrega el premio D. Antonio Largo Cabrerizo, Rector Magfco. de la Universidad de Valladolid.


Entrega del Premio Vaccea 2018 en la categoría de Protección y Conservación del Patrimonio a D. Francisco Burillo Mozota, por su intensa labor en la protección del patrimonio arqueológico de la serranía Celtibérica y por su permanente compromiso intelectual en el reconocimiento de la identidad interregional de la serranía Celtibérica, en el marco de la Europa de las Regiones. Entrega el Premio Dª. Pilar Garcés, Directora General de Universidades de la Junta de Castilla y León.


Entrega del Premio Vaccea 2018 en la categoría de Comunicación a D. Enrique Garcés Hecht por su aplicación rigurosa de criterio periodístico con información de la actualidad arqueológica en el entorno digital, gracias a la publicación periódica en su Bitácora de la actividad generada por los yacimientos españoles desde 2010. Entrega el premio D. Javier Castán Lanaspa, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid 


Con estos premios que en 2018 cumplieron su sexta edición, el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattemberg quiere destacar la labor de personas, colectivos o entidades e instituciones en la salvaguarda, promoción y conocimiento del Patrimonio Arqueológico

14 de septiembre de 2017

Sale a la luz una calle empedrada celtibérica en el yacimiento de Ciadueña (Soria)

Los resultados de la excavación realizada en el conjunto arqueológico de "Las Eras", en Ciadueña (Barca, Soria) han sacado a la luz una calle empedrada con cantos de pequeño tamaño, con una anchura de cuatro metros y delimitada por amplias aceras de más de un metro y medio de ancho con bordillos realizados con grandes piedras.
Desde el año 2008, la inversión realizada supera los 126.000 euros.
Los trabajos arqueológicos en este conjunto arqueológico comenzaron en el año 2008, cuando la prospección para la redacción del catálogo arqueológico incluido en las Normas Urbanísticas del Municipio de Barca, realizado por la empresa soriana Areco Arqueología S.L., documentó la existencia de un yacimiento de época celtibérica que correspondería a una ciudad de tamaño medio, en torno a cinco hectáreas, junto al río Duero.
  • Los restos localizados pertenecen a una ciudad-estado celtibérica ocupada durante el siglo II y I antes de Cristo.
Hasta ahora ha aportado una gran cantidad de información sobre los espacios domésticos, tanto sobre las técnicas constructivas empleadas, y por lo tanto de sus acabados y el aspecto de las viviendas, como sobre la utilización de las diferentes estancias que las componen y la distribución de las estructuras interiores y los objetos en el momento del abandono, que permite un acercamiento a cómo circulaban entre los diferentes espacios y las actividades que desarrollaron sus moradores.

La excavación de este yacimiento ofrece unas magníficas expectativas para estudiar la creación, desarrollo y reformas de un asentamiento celtibérico y obtener una imagen del paisaje urbano del mismo, previo a la implantación romana.

Las fases finales del mundo celtibérico estuvieron protagonizadas por ciudades-estados, centros políticos y económicos desde donde se controlaban a los pobladores y los recursos económicos del entorno.

En la zona del alto Duero el conocimiento arqueológico que se tiene de ellas es muy limitado. Las ciudades mejor investigadas tienen reocupaciones de época romana que han destruido la mayor parte del registro arqueológico celtibérico, como ocurre en Numancia, Uxama o Tiermes. En los casos que no existen reocupaciones modernas se han localizado restos muy alterados por la erosión del yacimiento (Segontia Lanca) o se excavó una superficie muy reducida (Los Villares de Ventosa de la Sierra).

EL MEJOR REFERENTE CELTIBÉRICO
La información que está aportando la ciudad localizada en Ciadueña se ha convertido en el mejor referente de las ciudades de este periodo para esta área geográfica y además, dado el estado de conservación de las estructuras constructivas, para todo el ámbito celtibérico y meseteño.

El delegado territorial, Manuel López, ha visitado esta mañana el yacimiento arqueológico ‘Las Eras’, en el que se está desarrollando un interesante proyecto de investigación, autorizado y financiado por la Dirección General de Patrimonio y Bienes Culturales y coordinado por el Servicio Territorial de Cultura de Soria.

Desde el año 2008, la inversión realizada supera los 126.000 euros, de los que 9.801 euros corresponden al actual programa de excavaciones.

El proyecto de investigación está dirigido por los arqueólogos Juan Pedro Benito Batanero, Alberto Sanz Aragonés y Carlos Tabernero Galán, de Areco Arqueología S.L.

Junto al delegado y los directores técnicos de las excavaciones, han asistido a la visita el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, y la arqueóloga territorial, Elena Heras, además del alcalde de Barca, José Ramos, y el alcalde pedáneo de Ciadueña, José Luis Aparicio.

Esta campaña de campo se ha centrado en la excavación en área de un sector de 35 metros cuadrados, delante de la denominada ‘Vivienda 2’, cuyo trabajo de identificación concluyó el año pasado, resultando una casa de 60 metros cuadrados con una distribución compleja.

El objetivo principal que se ha perseguido con estos trabajos ha sido confirmar la estructura de la calle documentada en el sondeo realizado en 2013 y localizar los muros de las viviendas de una nueva manzana y así ratificar la estructura urbana de este sector de la ciudad.

Los resultados de la excavación han sacado a la luz una calle empedrada con cantos de pequeño tamaño, con una anchura de cuatro metros y delimitada por amplias aceras de más de un metro y medio de ancho con bordillos realizados con grandes piedras.

21 de diciembre de 2016

Documentan otra importante vivienda en el yacimiento celtibérico de Ciadueña (Soria)

Tiene 60 metros cuadrados de planta rectangular distribuidos en cinco estancias. Incluye un hogar en forma de ‘U’ con trasfuego y un horno de pan de 1,6 metros de diámetro. También se han encontrado importantes restos cerámicos y piezas de vajilla completas. Esta vivienda se suma a otra encontrada en campañas anteriores
Los arqueólogos atienden al delegado territorial que visitó el yacimiento.  
Su emplazamiento se sitúa en un pequeño altozano, que se eleva 30 metros sobre el cauce del río, desnivel que se salva con una abrupta pendiente en las laderas norte y este, cayendo más suavemente hacia poniente, donde para dificultar el acceso se excavó un foso de grandes dimensiones.

Todo el perímetro debió estar rodeado, según los técnicos responsables de la investigación, por una muralla construida en tapial, cuyo derrumbe ha quedado marcado por un pequeño terraplén que se asoma sobre el foso en el sector no cultivado.

Las labores técnicas en este conjunto arqueológico se remontan al año 2008, cuando la prospección para la redacción del catálogo arqueológico incluido en las Normas Urbanísticas del Municipio de Barca, realizado por la empresa soriana Areco Arqueología S.L., documentó la existencia del yacimiento.

En su visita, el delegado territorial de la Junta en Soria, Manuel López, ha manifestado que, dado el interés de este espacio arqueológico, la Junta de Castilla y León está desarrollando, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y bajo la coordinación del Servicio Territorial de Cultura de Soria, el proyecto de investigación en Ciadueña, dirigido por los arqueólogos Juan Pedro Benito Batanero, Alberto Sanz Aragonés y Carlos Tabernero Galán, de Areco Arqueología S.L., cuya financiación hasta el momento asciende a 89.708 euros (a través de Fondos Feder), de los que 17.900 euros corresponden al actual programa de excavaciones.

Junto al delegado y los directores técnicos de las excavaciones, han asistido a la visita el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, y la arqueóloga territorial, Elena Heras.

VIVIENDA
Las actuaciones de esta última campaña se han centrado en concluir la excavación de la denominada ‘Vivienda 2’, iniciada el pasado año, así como en los trabajos de documentación de esta y sus elementos arquitectónicos.

Los resultados obtenidos han permitido identificar una vivienda de 60 metros cuadrados con una distribución compleja.


Esta vivienda de planta rectangular consta de cinco estancias: al fondo se encuentra una despensa, en la que se han hallado apoyos para grandes vasijas de cerámica; a continuación una gran sala central en la que se sitúa un hogar en forma de ‘U’ con trasfuego y un horno de pan de 1,6 metros de diámetro; seguidamente dos habitaciones de menor tamaño y, en paralelo a estas, un espacio alargado que se ha interpretado como una cuadra.

La vivienda tendría accesos independientes desde la calle a la cuadra y a la zona doméstica.

Todas las estancias estaban comunicadas a través de puertas con umbrales y marcos de madera, de los que se han conservado las improntas.

La excavación ha proporcionado numerosos restos cerámicos y piezas de vajilla completas, como platos, copas, cuencos y ollas de cocina, así como elementos de las techumbres que confirman que las casas disponían de cubiertas planas, construidas con vigas de madera y barro.

BUEN ESTADO DE CONSERVACIÓN
La importancia de estos hallazgos para la investigación radica en el buen estado de conservación de todos los elementos descubiertos, tanto estructurales (muros de adobe, silo u horno) como materiales (cerámicas, cestos de mimbre, estructuras de madera, etc.), debido a su repentino abandono a causa de un gran incendio. Gran parte del ajuar cerámico encontrado ha sido depositado en el Museo Numantino de Soria para su restauración.

Esta nueva vivienda se adosa a otra excavada en campañas anteriores, de mayor tamaño (100 metros cuadrados) y una estructura más compleja.

Los responsables del proyecto de investigación arqueológica están utilizando modernas herramientas en los trabajos de documentación, desde programas de registro tridimensional, mediante fotogrametría y escáner 3D, hasta sistemas de información geográfica.

Se han realizado análisis de paleomagnetismo y carbono 14 para la datación del yacimiento, así como cromatografía de gases para analizar el contenido de las cerámicas encontradas.

Los primeros resultados de estos análisis han proporcionado una fecha de ocupación de la ciudad en el siglo II antes de Cristo, produciéndose la destrucción y abandono de la misma durante el siglo I antes de Cristo.

(Fuente: El Mirador de Soria)

15 de junio de 2016

Comienza la nueva campaña de excavaciones en la ciudad vaccea de Pintia, en Padilla de Duero (Valladolid)

El Centro de Estudios Vacceos organiza en el yacimiento el programa Arqueología en Familia y el III Ciclo de Cine Arqueológico
Alumnos de los cursos realizados en el primer turno de junio. FOTO: CENTRO ESTUDIOS VACCEOS.
La zona arqueológica de Pintia en Padilla de Duero cuenta con 19 alumnos extranjeros matriculados en la XXVII campaña de excavaciones que se desarrolla en el yacimiento vacceo. El primer turno comenzó a excavar el 30 de mayo y mañana se clausurará el curso, el segundo durará del 20 de junio al 7 de julio y el último, del 11 al 28 de julio.

La mayor parte de los alumnos, de entre 19 y 70 años, proceden de Estados Unidos, y se han dedicado a excavar las tumbas 296 y 297 de la necrópolis de Las Ruedas, en las que han aparecido una treintena de estelas funerarias. Aunque cada año se añaden nuevas tumbas al catálogo del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, su director Carlos Sanz Mínguez, señala que «los 297 enterramientos descubiertos están todavía distantes del medio millar que perseguimos obtener para hacer una relectura desde la perspectiva de la arqueología de la muerte»,.

Sobre la excavación en esas dos tumbas en las que se ha centrado el inicio de esta campaña, apuntó Sanz Mínguez que la alta densidad de estelas funerarias de los siglos II y I antes de Cristo localizadas sobre el terreno «nos hace albergar grandes esperanzas sobre la conservación de los conjuntos de han de aflorar en el segundo turno de excavaciones».

El pasado verano fueron una treintena los estudiantes internacionales que recalaron en Pintia frente a los 19 de esta edición, una caída «coyuntural» que Sanz Mínguez atribuye al cambio en la propiedad de Archeospain, empresa intermediaria que se encarga de captar alumnos extranjeros.

III CICLO DE CINE ARQUEOLÓGICO
Al igual que el año pasado, se organizará el III Ciclo de Cine Arqueológico en Pintia, que comenzará el domingo 14 de agosto y continuará los sábados 20 y 27 de ese mes. A las 22:00 horas se proyectarán los filmes ‘En busca de Djehuty: entre momias, tumbas y jeroglíficos’, de Javier Trueba y José Latova; ‘Petra, capital del desierto’, de Olivier Julen, y ‘Los secretos del coliseo’, de Paul Rambaud.

"ARQUEOLOGÍA EN FAMILIA"
También tendrá continuidad el programa de Arqueología en Familia (hay cuatro familias apuntadas para esta edición) y a lo largo de junio, julio y agosto se desarrollarán visitas guiadas individuales o para grupos sin necesidad de concertación, de miércoles a domingo a las 10:30 y a las 12:30 y a las 17:30 y 19:30 horas, con inicio en el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg en la Plaza Mayor de Padilla de Duero.

(Fuente: El Norte de Castilla)

19 de junio de 2015

Descubren cinco nuevos enterramientos vacceo-romanos en el yacimiento de Pintia

En las cinco nuevas sepulturas documentadas se han encontrado una treintena de piezas arqueológicas con elementos "muy novedosos". Desde 2002 ya se han descubierto 282 enterramientos en este yacimiento próximo a Padilla de Duero (Valladolid).
Necrópolis vacceo-romana de Las Ruedas en el yacimiento de Pintia. FOTO: PINTIAVACCEA.ES
El primero de los turnos de la XXVI campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Pintia situado entre las localidades vallisoletanas de Padilla de Duero y Peñafiel, ha descubierto en menos de 18 días cinco nuevas tumbas constituidas por una treintena de piezas arqueológicas en el cementerio vacceo-romano de Las Ruedas.

El director del Centro de Estudios Vacceos 'Federico Wattenberg', institución organizadora de las excavaciones arqueológicas, Carlos Sanz Mínguez, ha explicado que en los ajuares de las cinco nuevas tumbas se han descubierto "elementos novedosos" por lo que será necesario llevar a cabo un "trabajo muy exhaustivo" para lo que se requiere "mucho tiempo y esfuerzo" por lo que mantienen una baja intensidad de excavación para poder hacer frente a esta dimensión de trabajo. 

FALTA DE APOYOS
Sanz, que también es profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Valladolid (UVA), ha resaltado la "falta de recursos suficientes" para dedicar el tiempo "necesario" a toda "la riqueza" que se descubre en las excavaciones. En esta línea, el director de las excavaciones ha señalado que el fin último de la iniciativa es la sostenibilidad para lo que existe una "falta" de apoyo por parte de la Administración autonómica, provincial o municipal, entes que no contribuyen "tanto como se desearía".
Alumnos que participan en la campaña de excavación en Pintia.

Desde 1979 se trabaja en la Zona Arqueológica de Pintia, primero a través del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad y desde 2001 por medio el Centro de Estudios Vacceos 'Federico Wattenberg'. A día de hoy, los trabajos de investigación están centrados en el cementerio vacceo-romano de Las Ruedas —situado a unos 300 metros al sur de Las Quintanas— en el que, desde su descubrimiento en los años 70, se han llevado a cabo sendas campañas de excavación que han permitido la elaboración del primer estudio sobre los rituales funerarios vacceos con seis siglos de antigüedad. 

500 AÑOS DE OCUPACIÓN
Este cementerio, de unas seis hectáreas de extensión, fue objeto de uso a lo largo de más de medio milenio, entre finales del siglo V antes de Cristo y el inicio del II después de Cristo, durante los cuales la incineración fue el ritual fúnebre mayoritariamente practicado, en el que el cadáver era ataviado con los elementos característicos de su condición social durante la cremación. 

Desde el año 2002, año en el que el proyecto de Pintia comenzó su investigación en esta zona, se ha descubierto hasta la tumba número 284 a la que se han sumado los cinco nuevos sepulcros encontrados desde el pasado 1 de junio. 

CURSOS INTERNACIONALES
Los responsables de estas novedades han sido los participantes del primero de los tres turnos, los cuales a su vez se corresponden con los XXX, XXXI y XXXIII Cursos Internacionales Teórico-Prácticos de Arqueología en los que, a lo largo de 150 horas, se combina el trabajo de campo directo con diversos seminarios y conferencias impartidos por profesores de la UVA. De esta forma, cada uno de los tres turnos cuentan con una capacidad de doce alumnos, de los cuales se han cubierto 30 plazas del total, entre los que se encuentran nacionalidades de toda índole, como Estados Unidos, Inglaterra, Australia o las provincias españolas de Asturias, Valencia o Valladolid. 

Con el objetivo de dar a conocer esta labor se ha puesto en marcha el sitio web de Pintia bajo la dirección www.pintiadata.infor.uva.es como proyecto digital integral del catálogo de la zona arqueológica con el fin de que sirva como herramienta de consulta para quienes "quieran acercarse" al patrimonio que alberga esta ciudad de los "confines orientales del territorio vacceo". Esta aplicación ya ha atravesado su primera fase con la implantación de todos los sistemas necesarios para poner en marcha la base de datos, por lo que en este momento se encuentra en proceso de cumplimentar la segunda de las fases en la que se persigue la explotación propiamente dicha de sus potencialidades. 
(Fuente: 20 Minutos)


21 de agosto de 2014

Los arqueólogos intervienen en la recién aparecida muralla vaccea de Coca (Segovia)

La Comisión Territorial de Patrimonio ha autorizado la realización de una intervención arqueológica de carácter preventivo en los restos de la muralla vaccea que han aparecido recientemente en un campo de fútbol de la villa segoviana de Coca. La intervención en la muralla, que ha permanecido oculta e ignorada durante siglos hasta su descubrimiento hace escasos días, la realizarán los arqueólogos que actualmente trabajan en el yacimiento de Pintia.
De la potente muralla de Coca (Cauca) da cuenta el historiador romano Appiano utilizando noticias de Polibio. Esta muralla ha permanecido oculta e ignorada durante siglos, hasta su descubrimiento hace escasos días.
Foto: FRANCISCO BLANCO
La Comisión ha autorizado la actuación propuesta, dada la importancia arqueológica del hallazgo que hace imprescindible llevar a cabo de forma inmediata la documentación arqueológica de los restos, con un análisis estructural, estratigráfico y cronológico y la propuesta de medidas correctoras para garantizar su conservación.

LIENZO DE 20 METROS

Las obras para reparar los daños causados por un temporal durante el pasado invierno han dejado al descubierto un lienzo murario de 20 metros de longitud con dos metros de altura en alguna zona, formado por un basamento de lajas de pizarras y cuarcitas sobre el que apoyan las hiladas de adobes.

La dirección técnica de la actuación corre a cargo del investigador Juan Francisco Blanco, con el apoyo técnico del Centro de Estudios Vacceos ‘Federico Wattenberg’ de la Universidad de Valladolid y de su responsable, el arqueólogo Carlos Sanz, que el martes desplazó a un equipo de arqueólogos para llevar a cabo la intervención. Hay que destacar el hecho de que todos los arqueólogos implicados en la actuación trabajarán de forma voluntaria y sin contraprestación.

El Ayuntamiento de Coca se ha hecho cargo de la seguridad de los restos, y aporta también los medios auxiliares y humanos necesarios en el curso de los trabajos.

TRABAJOS A LLEVAR A CABO
En el curso de esta intervención, se van a desarrollar solo los trabajos básicos para la caracterización del hallazgo y la definición de las medidas de protección que sean precisas. Por tanto, se realizará la limpieza y perfilado de la superficie aparente de la muralla, el estudio del sistema constructivo y sus posibles relaciones con material arqueológico que permita su correcta localización cronológica y la toma de muestras para análisis posteriores (antracología, etc.). También se va a buscar la cara exterior de la muralla en el sector sur oeste y, por último, se realizará una propuesta de medidas de protección y mantenimiento en una zona visitable o, al menos, practicable.


El estudio del núcleo de la muralla, su cara interior y el encuentro con la zona de ocupación de la ciudad, con ser actuaciones cuya importancia está fuera de toda duda, no corren sin embargo ningún riesgo, por lo que pueden mantenerse como zona de reserva arqueológica. Su estudio e investigación histórica deberán ser objeto de un proyecto de investigación específico.

EL HALLAZGO DE LOS RESTOS DE LA MURALLA
Los restos de la muralla vaccea han aparecido al desmontarse parte de un talud de tierra en el curso de unas obras autorizadas por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural en Coca. La primera identificación de la muralla y el aviso de su importancia se deben al arqueólogo Francisco Blanco, natural de Coca e investigador de reconocido prestigio, especialista en el mundo vacceo.

El Ayuntamiento de Coca puso el hallazgo en conocimiento del Servicio Territorial de Cultura de forma inmediata, y simultáneamente paralizó las obras en curso, el viernes 8 de agosto. La visita técnica y de valoración del hallazgo se hizo el lunes 11 de agosto, para iniciar en ese momento las actuaciones para la documentación y conservación de los restos.

UNA POTENTE MURALLA
Como las restantes ciudades de la Celtiberia, Coca contaba para su defensa con una potente muralla, de la que da cuenta el historiador romano Appiano utilizando noticias de Polibio. Esta muralla ha permanecido oculta e ignorada durante siglos, hasta su descubrimiento hace escasos días.

Hay muy pocos datos sobre obras defensivas de las ciudades vacceas, en la zona sedimentaria de la Cuenca del Duero, por eso, el hallazgo de la muralla de Coca adquiere una mayor relevancia.

A la vista de los restos aparecidos, cabe suponer en Coca un sistema parecido al del yacimiento de Pintia (Padilla de Duero, Valladolid) en el que se descubrió por primera vez el complejo sistema defensivo de una ciudad vaccea, con una muralla de considerable envergadura (casi siete metros de anchura), protegida hasta por tres fosos consecutivos reforzados con resaltes y estacadas.

(Fuente: Junta de Castilla y León)

22 de septiembre de 2012

Las excavaciones de Pintia sacan a la luz once tumbas vacceas y su ajuar funerario

Los enterramientos, del siglo I antes de Cristo, se suman a los 260 hallados desde 1985 en la necrópolis vaccea de Las Ruedas, donde se estima hay más de noventa mil Verano tras verano las tierras de Pintia siguen aportando vestigios de la cultura vaccea que desde el siglo IV antes de Cristo ocupó este paraje de Padilla de Duero (Valladolid), el mismo donde en centurias posteriores siguieron imprimiendo su huella pobladores romanos y visigodos hasta el siglo VIII.
Estelas de sepulturas junto al antiguo cauce del Arrollo de la Vega.
Foto: El Norte de Castilla

Las excavaciones arqueológicas del yacimiento pintiano empezaron en junio y se han cerrado con el descubrimiento de once enterramientos del siglo I antes de Cristo y un centenar de objetos hallados en el entorno de la necrópolis de Las Ruedas.

Este recinto histórico declarado Bien de Interés Cultural recibe cada período estival la visita de medio centenar de estudiantes llegados desde diversos países para excavar y conocer la cultura vaccea del siglo IV antes de Cristo. En esta campaña, el yacimiento ubicado en Padilla de Duero ha surtido de abundante material que actualmente está siendo catalogado e investigado por expertos.

Carlos Sanz Mínguez, director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattemberg de la Universidad de Valladolid, se muestra satisfecho de los resultados de las extracciones en esta 22 campaña, una cita que ha venido repitiéndose desde 1985 a 1987 y desde el año 2000 hasta el actual con el descubrimiento global de 260 tumbas en la necrópolis de Las Ruedas. «Se ha intervenido en seis sectores de excavación que ocupan unos 96 metros cuadrados; el estado de conservación de las tumbas puede calificarse de bueno en la mayoría de los casos y solo dos de ellas mostraban signos de alteración importantes».

En las tumbas encontradas se ha hallado una doble y otra triple, «tipología de enterramiento este último hasta ahora inédito en su configuración característica con la particular distribución de medio centenar de objetos formando una especie de frontón, con dos conjuntos más profundos y algo separados entre sí y uno superior dispuesto entre ambos a mayor altura», explica Sanz Mínguez.

Entre los objetos desenterrados han salido a la luz un centenar de vasijas, una veintena de canicas, alguna fusayola (contrapeso de huso de hilar) que identificaría tumbas femeninas, además de hierros diversos identificados como parrillas, pinzas para el fuego o cuchillos que simbolizan el banquete funerario, «elementos todos ellos que incrementan el ya notorio registro de Las Ruedas y que hace de ese cementerio uno de los más importantes en su género de toda la Península Ibérica».

Más datos sobre el pasado
Otra de las sorpresas que ha deparado esta campaña de excavaciones es el paleocauce del arroyo de La Vega, el curso fluvial por el que discurría hace dos mil años este arroyo, que en este tiempo ha modificado de forma natural su trayectoria en más de cuarenta metros y ha condicionado el movimiento de tierras. También se ha podido documentar cómo la margen izquierda del arroyo, en su zona de inundación y de transición al cauce, «se utilizó en el siglo I antes de Cristo como lugar de enterramiento ocasional, a juzgar por la escasa densidad de tumbas halladas en este espacio con respecto al superior y más occidental, constituido por gravas y arenas».

La labor de los arqueólogos no concluye con la captación de nuevos datos y va más allá del traslado de los materiales para ser estudiados, pues se está acondicionando el terreno excavado con el relleno de las catas abiertas. También se ha vaciado el antiguo cauce del arroyo en una anchura de unos cuatro metros y se han plantado carrizos para marcar su trazado milenario, «convirtiéndose en un punto de vista en el recorrido existente en el cementerio de Las Ruedas». Sanz Mínguez explica que esta actuación es una más de las que se siguen emprendiendo en el yacimiento de Padilla de Duero con el propósito de «incrementar su conocimiento y otorgar valores añadidos para el disfrute colectivo de esta herencia patrimonial recibida desde el pasado».