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13 de febrero de 2012

En busca de la ciudad vaccea de Intercatia en Paredes de Nava (Palencia)

Intercatia fue una de las ciudades más importantes de la época romana, no sólo por sus dimensiones, sino también por su encarnizada resistencia ante el ataque de las legiones de Roma. Sin embargo, cualquier dato sobre su localización está rodeado de incertidumbre. Los historiadores han llegado a situar la urbe hasta en 39 puntos diferentes de la geografía española. Uno de ellos es Paredes de Nava (Palencia), cuyos habitantes están cada día más convencidos de que Intercatia se asentó en su territorio, bajo el pago de La Ciudad.
El arqueólogo alemán Helmut Becker, que ha colaborado
con los estudios.
Son muchos los indicios que acercan tan importante ciudad romana a tierras palentinas. La Asociación Cultural En busca de Intercatia, integrada por una veintena de personas, lleva cuatro años trabajando para demostrar que lo que hoy se conoce como La Ciudad fue hace siglos un importante asentamiento romano. Ilusión no les falta, y trabajo tampoco. Son muchas las pruebas que apuntan a que su teoría es cierta, pero no olvidan que es un proyecto «a largo plazo» que necesita tiempo y, sobre todo, financiación.
La Ciudad es un vasto yacimiento arqueológico situado a 1,5 kilómetros al Este de Paredes. Allí, han ido apareciendo cientos de objetos de la época romana: vasijas, joyas y monedas... La mayoría está en el Arqueológico Nacional y también en el de Palencia, pero otro se han perdido o pertenecen a colecciones privadas.
Uno de los hallazgos destacados se produjo en 1870, cuando se encontraron en la zona téseras del siglo I que hacen referencia a un pacto de hospitalidad entre el pueblo intercatiense y Pallantia –la Palencia romana-. De las cuatro encontradas, solo una permanece en el museo palentino; otra desapareció en un incendio y las dos restantes pertenecen a una colección privada.
Plano de Intercatia sobre el terreno.

Estos hallazgos animaron a la asociación a indagar sobre la posible ubicación de Intercatia bajo tierras palentinas. De momento se sabe que La Ciudad esconde una gran urbe vaccea anterior, luego romanizada, que estuvo asentada en los terrenos desde finales del siglo IX o X antes de Cristo hasta su decadencia en el siglo V, y que por sus dimensiones y por su desarrollada estructuración interna, así como por la destacada importancia de los hallazgos en ella recuperados, debió ser «una de las más boyantes entre las que se encontraron los ejércitos romanos a su llegada a las tierras del interior de la Meseta».
Desde 2009, el colectivo cultural cuenta con el apoyo de un equipo formado por seis arqueólogos que ha trabajado sobre el terreno y ha obtenido resultados, cuando menos, sorprendentes. Coordinados por Javier Pérez, arqueólogo del Museo de Palencia, y con la colaboración del alemán Helmut Becker, profesor de la Universidad de Munich, durante tres veranos han hecho una prospección geomagnética intensiva.
José Herrero Vallejo, presidente de la Fundación Intercatia.

Se han estudiado ya 50 de las 60 hectáreas del yacimiento, lo que ha posibilitado la elaboración de un plano detallado de la ciudad. Sin embargo, todas las evidencias indican que es una ciudad vaccea que se asentó en el territorio antes que la romana, pues «seguramente la zona que ocuparon los romanos es lo que más se ha destruido», explica Javier Pérez. Pese a ello, el hallazgo no es menos relevante, ya que «es el único plano de una ciudad vaccea que se conoce», añade el arqueólogo.

Un tesoro bajo tierra. Bajo lo que hoy ocupan tierras de labranza, se esconde un verdadero tesoro, una auténtica ciudad vaccea que albergó siglos después un asentamiento romano en el centro, reducido a un núcleo de pequeñas casas que probablemente tenían incluso una ermita. «Estamos seguros de que en el siglo X después de Cristo aún se conservaban restos de las paredes de las casas romanas. Cuando se perdió el asentamiento en alto –donde se encuentra el yacimiento- se creó el asentamiento en bajo –el pueblo actual- cuyo nombre, Paredes de Nava, responde a las paredes que aún se veían desde el pueblo en el asentamiento en alto», subraya el arqueólogo.
El trabajo desarrollado en estos años ha permitido realizar avances muy significativos. Y es que bajo esas tierras se esconden los restos de lo que en su día fue una muralla de más de 1.000 metros de longitud, con tres entradas, junto a las que se sitúan grandes construcciones que, a juicio de los expertos, son torres de control que formarían parte del sistema defensivo del poblado. Una gran muralla de 40 metros de anchura –la misma que las descubiertas en otras ciudades vacceas- construida a base de adobe y un revestimiento en piedra que protegía la ciudad de posibles ataques.
Tras los límites de la muralla se esconden en el mapa pequeños puntos negros que a los ojos de cualquier ciudadano de a pie no serían más que eso. Sin embargo, según han interpretado los expertos, esos pequeños puntos fueron en su día un templo, un taller de alfarería y las casas en las que habitaron hace siglos pobladores vacceos y, más tarde, romanos. «La gran incógnita es aún saber cómo serían las casas de la ciudad, pues probablemente muchas de ellas se quemaron y destruyeron», lamenta el arqueólogo.

UNA CIUDAD DOBLEMENTE AMURALLADA. El hallazgo más novedoso es la existencia de una segunda muralla que conforma un doble sistema defensivo basado no sólo en el muro principal. El segundo paramento, fuerte y exterior, tenía más fosos y ha sido toda una sorpresa para los expertos que ahora conocen la extensión, las medidas exactas e, incluso, el discurrir de las calles y las puertas de la ciudad.
El descubrimiento se debe en buena parte al trabajo y la ilusión del presidente de En busca de Intercatia, José Herrero Vallejo, quien durante años estuvo recopilando documentación sobre Paredes, seguro de que su pueblo se asienta cerca de Intercatia. En 2009 la Asociación empezó formalmente a trabajar y gracias al apoyo económico de la Diputación, se embarcó en un proyecto que quizá saque a la luz un nuevo yacimiento para la provincia.

24 de abril de 2020

Acercamiento virtual a la ciudad vaccea de Intercatia (Palencia)

Los arqueólogos realizarán análisis sedimentológicos y micromorfológicos con el fin de averiguar su particular sistema de construcción y recrearán en realidad virtual sus dos líneas de defensa.
Trabajos de excavación de la pasada campaña en Intercatia. FOTO: RAÚL MARTÍNEZ
La asociación cultural "En busca de Intercatia" realizará análisis sedimentológicos y micromorfológicos en el corte estratigráfico de la muralla exterior del asentamiento, con el fin de averiguar su particular sistema de construcción. Asimismo, recreará a través de realidad virtual las dos líneas de defensa de época vaccea, y efectuará un estudio de materiales con dibujo y reproducción 3D. Son acciones vinculadas a la investigación arqueológica del yacimiento de La Ciudad, en Paredes de Nava (Palencia), que la Junta, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, financia con seis mil euros y que tienen un plazo de ejecución de nueve meses.

Intercatia es una ciudad vaccea con orígenes del siglo V a C. que fue romanizada y pervivió hasta el siglo IV d C. En la cuarta campaña arqueológica, desarrollada el verano pasado, de nuevo bajo la dirección de los arqueólogos Francisco Javier Pérez, Jaime Gutiérrez y Javier Abarquero, se excavó en el centro de la ciudad con el objetivo de conocer las características de la vía principal que unía las puertas sur y norte. Se encontraron dos niveles de viviendas de época romana, uno del siglo 1 a C. y otro del finales del II o principios del III d C., de las que no se descubrieron los cimientos ya que habían sido saqueadas.

En este sentido, Francisco Javier Pérez, en una entrevista que se publicó en el programa de las fiestas, se mostró convencido de que las iglesias y muchas casas de Paredes están construidas con las piedras de las viviendas de época romana de Intercatia.

MURALLA
Otro de los ejes de la campaña fue documentar la muralla externa del asentamiento. La ciudad de Intercatia estaba defendida por dos recintos de murallas en el flanco oriental, que era el más débil, porque en el occidental la propia pendiente del páramo ya actuaba como defensa. En el oriental se encuentran dos líneas de muralla, una interior construida en tierra y precedida de dos fosas con una profundidad de hasta cuatro metros, y la exterior, de la que se han documentado diez metros de muralla. Los arqueólogos hablan de una muralla que tendría más de un kilómetro y medio y de la que se ha localizado su cara externa y una fosa que hay por delante. Falta localizar la interna para así determinar su anchura. Decir que murallas excavadas, de esas características, se conocen las de Pintia, y tiene un metro de alto, zócalo de piedras y unas adobas grandes, y la de Coca, de 30 metros de longitud, pero la cara externa estaba cortada. 

PACTO DE PROTECCIÓN
Entre los hallazgos de la pasada campaña, hay que hacer referencia a una pieza singular, un fragmento de una piedra de afilar muy bien trabajada y que en un costado presenta la inscripción en latín con letra capital arcaica que se puede fechar en torno al siglo I d C.
Recordar que en 2018 se cumplió el 150 aniversario del descubrimiento en La Ciudad de una pequeña lámina de bronce con una inscripción en latín en una de sus caras. Se trataba de una tésera de hospitalidad -documento jurídico- que sellaba un pacto de apoyo y protección entre un intercatiense y la ciudad de Pallantia. La pieza, según los arqueólogos de "En busca de Intercatia", ofrece interesante información de carácter filológico e histórico sobre personajes y gentilidades vacceas, así como de la estructura formal de lo que era un contrato o pacto de hospitalidad entre la población indígena en torno al cambio de era.

Pérez explica que, a largo plazo, «la idea es dejar estructuras visibles para hacer visitable el yacimiento. Aunque sean muy visibles y visitables, no será posible hasta que no se tenga un proyecto de consolidación, porque son estructuras de adobe, muy endebles. Si no hay un proyecto de conservación, en dos años se pierden. Aunque esté excavada, se vuelve a tapar y, hasta que no esté todo bien definido, no se reexcava para que sean visitables».
Lo que también se quiere hacer es completar la prospección geofísica y colocar algún panel explicativo de manera permanente en el yacimiento, al borde del camino.
(Fuente: Diario Palentino)

30 de junio de 2016

Junta y Diputación financian seis proyectos arqueológicos en Palencia

El apoyo económico servirá para la promoción e investigación de yacimientos y campos de trabajo
Yacimiento de Dessobriga, en Osorno. / FOTO: DESSOBRIGA.
La Junta de Castilla y León y la Diputación de Palencia financiarán un total de seis proyectos de investigación en yacimientos arqueológicos de la provincia. Los proyectos relativos a los yacimientos de ‘Dessobriga’ (Osorno), ‘Intercatia’ (Paredes de Nava), ‘Camino de las Ánimas’ (Herrera de Pisuerga) y ‘Cueva Guantes’ (Villanueva de Arriba) serán financiados por ambas instituciones y, a mayores, los proyectos de los yacimientos de Villa Romana ‘El Picón de Castrillo’ (Ampudia) y Monte Bernorio (Pomar de Valdivia) también contarán con una aportación de la Diputación de Palencia.

Además, los proyectos ‘Monte Bernorio’ en Pomar de Valdivia, ‘Huerta Varona’ en Aguilar de Campoo, e ‘Intercatia’ en Paredes de Nava, disponen de Campos de Trabajo concedidos por la Consejería de Familia, a través del Instituto de Juventud, en los que jóvenes participantes realizarán tareas arqueológicas para la puesta en valor del yacimiento como recurso natural.

En total cada una de las administraciones públicas aporta 26.000 eurosa cada uno de los proyectos distribuidos de diferentes maneras.

9 de septiembre de 2022

Los siete renaceres del Ave Fénix en Pintia

La última campaña en la ciudad vaccea permitirá afinar la datación de las consecutivas ocupaciones del yacimiento de Padilla de Duero
Recipientes hallados en las casas de Las Quintanas. Foto: Universidad de Valladolid.

Ave Fénix o gato. El hábitat urbano de Pintia, Las Quintanas, al que se bautizó con el nombre del pago que ocupa en Padilla de Duero, es un híbrido entre el ave mitológica y de la no menos mitológica longevidad del felino. Hasta siete veces renació de sus cenizas.

«Ave Fénix o gato», le gusta denominar a Carlos Sanz, con ironía, al yacimiento. El director de las excavaciones de Pintia y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, la denomina así porque la ciudad vaccea «se va reconstruyendo una y otra vez, hasta siete veces». Hacia atrás en el tiempo, «aquí teníamos una necrópolis visigoda; antes había hasta cuatro niveles romanos y luego ya empezaban los siete niveles vacceos. Niveles de destrucción por incendios y colmatación sucesiva sobre los escombros».

Ave Fénix cuyos vestigios bien definidos por cenicientos estratos están siendo de mucha utilidad para identificar algunos de los ocasos y renaceres de la ciudad de Pintia. Ahora se va a afinar más la datación de cada uno de ellos por medio del paleomagnetismo. De realizar estas mediciones, cuyos resultados pueden estar listos este otoño, se encargarán expertos del área de Geológicas de la Complutense.

Paleomagnetismo
El paleomagnetismo es una disciplina basada «en el principio de la variación del norte magnético terrestre en el tiempo, variaciones reflejadas en la orientación de los segmentos férricos en arcillas rubefactadas (pigmentadas de rojo)». Asimismo, la zona excavada conserva «estructuras termoalteradas» por los sucesivos incendios. «Aquí tenemos algo muy bueno. Aparte de los hogares de las casas, tenemos el incendio de toda la vivienda, con lo cual se mantiene la orientación de los suelos. Esas arcillas mantienen la orientación del polo magnético terrestre».

Este año la campaña se ha centrado en Las Quintanas, recuperando la actividad en este espacio después de 15 años centrados en la necrópolis de Las Ruedas. El objetivo es claro: a través del paleomagnetismo se trata de «datar y anclar la cronología del yacimiento» afinando la precisión cronológica en no más de 20 o 25 años. «Hace unos años teníamos márgenes de 150 años». Ahora, mejorados los parámetros que utiliza el paleomagnetismo «podemos datar, algunas zonas, de generación en generación, o sea, cada 20 años». Esto supone concretar mucha información del día a día de Pintia. Tecnología, arquitectura y materiales, fabricación y uso de útiles y de objetos y otras tantas cuestiones relacionadas con la evolución del pueblo vacceo en este enclave.

Entre el 2000 y el 2007 se excavó «una trinchera con la que conseguimos la primera secuencia completa que obtuvimos del asentamiento de Las Quintanas. Era un proyecto que pretendía dejar de forma escalonada los 1.200 años de historia que estuvieron aquí. Tenemos una secuencia espectacular», destaca Sanz.

Aquellos primeros trabajos en Las Quintanas destaparon un pozo artesiano de época romana. «Un pozo de agua fallido –utilizado como basurero por los romanos– que es como una ventana abierta a toda la estratigrafía». Es decir, en sus paredes el tiempo se muestra retratado en sucesiva capas de terreno bien definidas que ahora tratarán de poner fecha de forma precisa.

¿Qué puede aportar la medición paleomagnética de ese terreno delimitado en estratos?: «Sabemos que hay siete niveles de incendio y se ha reconstruido la ciudad siete veces, pero no sabemos qué distancia hay de un incendio a otro, no sabemos si ha pasado una generación, cinco años, un año... Conocer esto va a ser muy importante. Pero no nos podemos quedar solo en datar los niveles, necesitamos tener lugares asociados. Es decir, que también hay que excavar. En un futuro lo que esto significa es una vuelta a recabar información de cada uno de los niveles, pero con un poco de fortuna, sabiendo en qué cronología estamos».

Este año, de los siete niveles, se datarán dos, aquellos que comprende las guerras sertorianas (75 años a.C.) y el previo (151 años a.C.), que es el que hemos excavado. Para alcanzar «los niveles fundacionales, si seguimos a este ritmo, igual el año que viene es posible que podamos también datarlos». El 151 antes de Cristo «es una fecha crítica. Solamente saber que tenemos 75 años de distancia entre Sertorio y otro militar romano que es Lúculo, el que asola Intercatia y Pallantia, sería extraordinario, porque podríamos determinar qué pasó en Pintia», explica Sanz.

Datos de las cubiertas
En cuanto a los objetos hallados, estos no son diferentes a las tumbas en la necrópolis de Las Ruedas, pero en esta ocasión enmarcados en un ámbito doméstico. «Nos hemos encontrado algunas copas, algún recipiente de almacenaje grande encastrado en el suelo», y algo que va a ser de gran utilidad a la hora de interpretar las viviendas. «Hemos visto unos hoyos de poste descomunales que sustentan construcciones sólidas, e incluso hemos dado con algunos revoques de fachada que resultan un poco extraños por su espesor, y, que ahora –por el tamaño de los citados postes de sujeción–, ponerlos en horizontal tiene más sentido».

Volviendo a los objetos hallados, «el plus del poblado frente a todo lo que veníamos haciendo estos años de atrás, que es el mundo simbólico de la muerte con las excavaciones en la necrópolis de Las Ruedas y su representación, pues aquí lo que tenemos es el mundo cotidiano, el día a día sin el filtro ideológico tan marcado del mundo de la necrópolis. Este es el mundo real, por eso tiene ese atractivo. Y eso que no ha salido mucho material esta vez».

Pero el objetivo central, recuperar esta zona de Pintia, el poblado, escalonar la excavación para observar su evolución de un golpe de vista, y, sobre todo, dejarla preparada para la medición paleomagnética, se ha cumplido, por lo que Pintia irá resurgiendo de sus cenizas cual Ave Fénix.