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24 de junio de 2013

Hallan 19 enterramientos del siglo XVI y restos de cerámica en una ermita de Tavernes (Valencia)

Las catas descubren piezas de rosarios y joyas en la antigua cripta, que sirvió como fosa común cuando se abandonó el poblado en el XVII
Restos óseos encontrados en la vieja ermita de Sant Llorenç
de l'Alcudiola de Tavernes de Valldigna.
Foto: Las Provincias 
Las obras de acondicionamiento de la vieja ermita de Sant Llorenç de l'Alcudiola de Tavernes de la Valldigna se toparon hace unos meses con un importante enclave arqueológico que obligó a paralizar los trabajos. Localizaron restos de 16 enterramientos cristianos en lo que se pensaba que era un depósito de agua. Sin embargo, finalmente resultó ser la cripta de la antigua iglesia.

Fuera de estas dependencias se hallaron tres tumbas más, dos de niños y otra de una mujer, con lo que la cifra se eleva a 19. Los expertos dataron los enterramientos en el siglo XVI, y especialmente en el XVII, basándose en el abandono de esta antigua población situada entre Tavernes y Favara. En la prospección se localizaron restos de cerámica, joyas y piezas de rosarios.

Los expertos opinan que, al parecer, cuando se abandonó el poblado, se dejaron en la cripta los huesos de antiguos enterramientos. Esta hizo las veces de fosa común.

Los restos arqueológicos encontrados en el entorno de la ermita de Sant Llorenç de l'Alcudiola de Tavernes serán visitables cuando se ejecute el proyecto que pretende poner en valor histórico y turístico estos hallazgos.

Con el Plan Camps, Tavernes accedió a acondicionar la vieja ermita de Sant Llorenç de L'Alcudiola, que estaba en un grave estado de abandono. Las obras quedaron suspendidas al requerirse un estudio arqueológico de la zona. Se hizo una prospección con una inversión de más de 25.000 euros.

Gracias a esos trabajos se localizaron varios restos de enterramientos humanos, así como los cimientos de la antigua iglesia del desaparecido poblado de l'Alcudiola. Todos los hallazgos fueron catalogados y retirados de la zona. Ahora l'Alcudiola es una zona de estudio arqueológico y no se puede visitar.

La ermita de l'Alcudiola se encuentra en el término de Tavernes, pero estaba prácticamente abandonada. Se trata de una simple construcción de una sola altura y planta cuadrada. Allí se veneraba a Sant Llorenç, hasta que los vecinos dejaron de acudir para desplazarse a la ermita de Sant Llorenç que se construyó en el Racó de Joana.

En este espacio se encontraba el antiguo poblado de l'Alcudiola, uno de los que formaban la Valldigna y que desapareció. Se cree que en el siglo XVII y que los propios aldeanos habrían podido tratar de sepultar lo que allí se encontraba. Durante años, las romerías a esta ermita eran habituales, tanto por parte de vecinos de Tavernes como de Favara, pero ambas poblaciones abandonaron esta costumbre.

Ahora está en marcha el estudio arqueológico y un informe antropológico de los restos encontrados en l'Alcudiola.

Acondicionar el yacimiento
En el pleno del lunes, por unanimidad se aceptó solicitar una ayuda a la Generalitat para acondicionar este yacimiento y hacer posible que sea visitable. El coste del proyecto asciende a 30.000 euros, de los que Conselleria pagaría el 75% y el Consistorio el resto.

La idea es crear una pasarela que rodee las excavaciones y disponer un cristal en la ermita para que se pueda ver desde fuera la vieja cripta. Allí había parte de los restos encontrados para permitir a los visitantes que se hicieran una idea de cómo era l'Alcudiola. Una serie de paneles explicativos darían información extra sobre este paraje.

La edil de Contratación, Llum Sansaloni, apuntó en el pleno que la intención era hacer que este espacio fuera visitable para dar un valor más a los atractivos de la Vall.

(Fuente: Las Provincias / Carles Gimeno)

13 de junio de 2013

Recuperan la piscina climatizada de las termas romanas de Mura, en Llíria (Valencia)

La intervención arqueológica en las termas de Mura, en Llíria (Valencia), descubre una ingeniería hidráulica más innovadora que las de Pompeya, contemporáneas a las de la antigua Edeta
Es el conjunto termal más avanzado de toda
la Hispania Romana.
Foto: Descubrimundo
Uno de los aspectos más novedosos es que el conjunto termal edetano, datado en el siglo I d.c., cuenta con la primera piscina climatizada y cubierta de la Hispania de la época imperial. Vicent Escrivá, director del Museo Arqueológico Municipal, explicó que es la primera vez que en la Hispania del Imperio Romano se acredita una piscina climatizada "de unas características técnicas tan avanzadas", de hecho, el recinto de baño edetano es "80 años anterior a las Termas de Nerón que también tienen otra instalación similar". 

En segundo lugar, el también arqueólogo municipal de Llíria subraya que las termas romanas valencianas "constituyen el conjunto termal más importante de toda Hispania y por tanto de la Península Ibérica, porque para su época, la del Imperio, son más avanzadas incluso desde el punto de la vista de la ingeniería hidráulica que las de Pompeya". 

Si se miran con los ojos actuales, además, las termas de Edeta, "destacan por su buen estado de conservación y por su valor didáctico ya que son muy accesibles al público y fáciles de explicar, además de conservar elementos de lectura muy claros como grandes muros de sillería de 1,20 metros de ancho". 

Intervención concluída al 90%

La intervención del conjunto termal está concluida en su primera fase, casi al 90 por ciento. De hecho, desde fuera del entorno vallado de los 5.000 m2 que componen el parque arqueológico romano, se puede ver el centro de visitantes, que servirá para explicar la importancia de los vestigios así como el proceso de excavación, consolidación y puesta en valor de los mismos. Tal como explicó Vicent Escrivá, hace un año que las obras están paradas por la afectación del colegio Francisco Llopis a la intervención arqueológica. No en vano, el patio del centro escolar está integrado en la gran explanada de Mura por lo que ha sido necesario paralizar la obra en las termas y centrarse en habilitar un gran sótano arqueológico de unos 500 m2, que podrán disfrutar los alumnos del centro escolar así como el resto de ciudadanos. 

En este momento, Conselleria de Cultura y la empresa adjudicataria tienen que retomar las obras una vez lleguen a un acuerdo económico, tras elevarse el coste del presupuesto previsto -un millón de euros para la primera fase- por la aparición de estos nuevos hallazgos en el subsuelo del colegio.

Precisamente, la integración de estas ruinas romanas en el entramado urbano de Llíria, con la correspondiente urbanización y la adecuación de los accesos que se desarrollará en la tercera fase del plan, "le proporcionan un valor añadido a este complejo termal único en la Península Ibérica", afirma Escrivá. La segunda fase de rehabilitación se centrará en las denominadas termas menores, las que acogían a las mujeres. No en vano, la primera fase de la obra se ha centrado en el primer edificio del complejo: la termas mayores o masculinas.

17 de mayo de 2013

El yacimiento de Ruaya (Valencia) destapa una zona sacra de origen púnico anterior a la fundación de la ciudad

Como ya adelantamos en este blog el pasado mes de noviembre, los hallazgos arqueológicos localizados en el solar de la calle Ruaya de Valencia han desvelado la existencia de una zona sacra que dataría de la época púnica, de entre los siglos III y IV a.C, compuesta por pozos en los que se han encontrado restos óseos de animales que pudieron ser ofrecidos en señal de sacrificio, pequeños altares e, incluso, una pequeña figura que representaría a una deidad que los arqueólogos tratan de poner nombre.
Esta muestra supone un "aperitivo" de la "gran exposición" sobre este yacimiento que se presentará en cuestión de meses. Foto: EUROPA PRESS
Así lo ha indicado el jefe de la sección de Arqueología del servicio de Patrimonio Histórico, Albert Rivera, en una rueda de prensa ofrecida con motivo de la inauguración de la exposición 'Valencia antes de Valentia. De la Prehistoria a los Cartagineses. Hallazgos Arqueológicos de la calle Ruaya' que se exhibe en el Museo de L'Almoina.

La muestra recoge media docena de piezas extraídas de las excavaciones, como ánforas de Cartago o la pequeña imagen de la deidad cuyo simbolismo está siendo investigado. Asimismo, muestra en dos paneles la importancia de los restos, entre los que se encuentra el utensilio más antiguo hallado en el área metropolitana, un pequeño retocador que data de entre el 10.000 y el 7.000 a.C, una pequeña piedra que habría sido utilizada para preparar utilizado para preparar objetos de sílex.

Esta muestra supone un "aperitivo" de la "gran exposición" sobre este yacimiento que se presentará en cuestión de meses, una vez se hayan estudiado todas las piezas, con el objetivo de dar a conocer a los ciudadanos el "fascinante origen" de la ciudad de Valencia.

Los hallazgos de Ruaya han permitido abrir dos nuevos capítulos en la historia de Valencia, al dejar constancia de la existencia de actividad humana en la ciudad y en la huerta mucho antes de la fundación de la ciudad, fijada en el año 138 a.C. y atribuida a los romanos.

Rivera ha indicado que el yacimiento podría haber sido un lugar de culto, con decenas de pozos en los que se han hallado restos de animales como perros o caballos, que podrían haber sido sacrificados, quemaperfumes y hasta un pequeño altar con una imagen de una deidad en terracota. Así, ha indicado que el hecho de que se trate de una zona sacra no quiere decir que haya "grandes templos", sino que en la etapa púnica los templos podían ser pequeños habitáculos hechos por paredes de adobe. "Su valor es histórico, no monumental", ha insistido.


"Una Valencia anterior a la que conocíamos"
Precisamente los arqueozoólogos del IVACOR están estudiando los restos de animales encontrados, mientras que otros técnicos están restaurando las piezas --de Grecia, Italia, ciudades del sur de la Península Ibérica, Ibiza o Túnez-- encontradas para la futura exposición.

El arqueólogo ha apuntado que este enclave pudo ser una zona muy frecuentada, dada la variedad de restos encontrados, y ha agregado: "la globalización no se inventó hace 10 años, en la antigüedad también había, a su manera". Preguntado por si podría haber sido habitado, ha manifestado que en su opinión no, aunque aún se está investigando este aspecto. Por su parte, la máxima responsable del IVACOR ha resaltado el valor de estas pequeñas piezas que "nos hablan de una Valencia anterior a la Valencia que conocíamos hasta ahora".

(Fuente: Europa Press)

25 de abril de 2013

Resurge la muralla islámica de Valencia

Los arqueólogos localizan un tramo de época almohade en el Temple. Más de diez tramos del muro defensivo han sido recuperados con más o menos acierto en galerías de arte, comercios, hoteles e instituciones culturales.
Un torreón de época islámica en la calle En Borras
integrado en una vivienda. Foto: Levante-EMV
El descubrimiento de un nuevo tramo de la muralla islámica de época almohade en la intervención arqueológica previa a las obras de un aparcamiento en el Palacio del Temple, sede de la Delegación de Gobierno en Valencia, ha vuelto a poner de relieve la necesidad de un plan integral para la recuperación del único elemento de la ciudad islámica que se conserva en Valencia.

La muralla islámica aflora al mínimo movimiento de tierras en el barrio del Carmen y muchas partes se han perdido fruto de actuaciones sin control. 


El muro defensivo forma parte desde hace siglos de la vida de sus vecinos que en el siglo XIV empezaron a adosar sus viviendas a este colosal muro de carga, después de perder su finalidad defensiva por la construcción de la nueva muralla de época cristiana. La muralla islámica está integrada en viviendas, establecimientos comerciales, hoteles y galerías de arte. Entidades culturales y la universidad también han recuperado y hecho visitables los restos de la muralla.

El Ministerio de Cultura, como responsable de la actuación arqueológica en el Temple, estudia ahora una solución para la conservacion de este tramo de muralla. A falta de ver como resuelve el Ministerio de Cultura la integración del elemento patrimonial, que con toda seguridad obligará a modificar el proyecto de rehabilitación inicial, hay que recordar al menos una decena de actuaciones de iniciativa pública y privada que con mayor o menor acierto han contribuido a la «puesta en valor» de la muralla islámica.

El denominado "Plan de la Muralla", un plan urbanístico que prevé liberar cien metros del lienzo defensivo para hacerlos visitables y construir varios equipamientos vecinales, fue aprobado por la Conselleria de Infraestructuras, tras consensuarlo con los vecinos afectados, en 2003. Diez años después no se han llevado a cabo actuaciones de calado vinculadas al elemento defensivo.

«Pastiche insoportable»
Las intervenciones del plan de la muralla se han limitado a actuaciones cosméticas en el entorno de la plaza del Ángel como pavimentación, ampliación de aceras y colocación de alcorques y nuevo mobiliario urbano.


La muralla islámica, que se empezó a construir en el siglo XI y estuvo en uso hasta 1356, está catalogada como Bien de Interés Cultural, una protección genérica que le otorgan las leyes estatal y autonómica de Patrimonio Historico. Sin embargo, esta catalogación no ha evitado actuaciones de dudosa ortodoxia como la integración en una vivienda del torreón circular de la calle En Borrás con Mare Vella, considerado por los arqueólogos un «pastiche insoportable». Los arqueólogos confían en que las intervenciones en los patios interiores con restos de muralla incluidos en el plan de la muralla, entre ellos, el de la plaza del Ángel sean más acertadas.

Actuaciones

La recuperación de la muralla islámica se ha hecho, hasta la fecha, a partir de actuaciones aisladas, la mayoría financiadas por particulares. Una de las mejores actuaciones patrimoniales, según los arqueólogos consultados, es la del Centre Cultural Octubre, en la calle San Fernando. Las obras de la sede de esta entidad cultural empezaron en 2006 con un presupuesto de tres millones de euros. Durante las obras apareció un tramo completo del sistema defensivo (torreón, muralla, barbacana y foso). La recuperación del conjunto y la solución arquitectónica para hacerlo visitable supuso un sobrecoste de 60.000 euros. Los restos de la muralla del Centre Octubre son visitables, como también los de la galería del Tossal, de titularidad municipal, o los que recuperó el colegio Rector Peset en la calle Forn de San Nicolás. La muralla, en este último caso, queda integrada en la pared de una de las salas del colegio mayor a la que da nombre.

Otra intervención interesante y acertada porque es la única que recupera una tramo de muralla en toda su altura, hasta las almenas, es la que ha llevado a cabo la Fundación Florida State University (FSU) en el número 2 de la calle Blanquerías. En la construcción del edificio sede de esta fundación, que cuenta con una residencia para estudiantes americanos, se ha recuperado un torreón defensivo semicircular, una línea de almenas y varias balsas de tintado de curtidores de época medieval. Todos estos elementos se han ingrado en el salón de actos del edificio y están a la vista, aunque para verlos hay que solicitar autorización.

La Universitat de València optó por una solución de suelo acristalado pisable —similar al del Centre Cultural Octubre— para mostrar los restos de la muralla que afloraron en la calle la Nau.


Una de las actuaciones más mediáticas fue la que hicieron los promotores del hotel de lujo construido en el Palacio del Marqués del Caro, a pocos metros de la plaza del Temple, donde han aparecido los últimos restos de la muralla. Los restos arqueológicos, que fueron integrados en las habitaciónes de la planta superior y en el restaurante, son todo un reclamo turístico.

Pubes con restos del siglo XI
En la calle Roteros se han localizado numerosos restos de la muralla islámica que se han conservado en viviendas y locales comerciales, como una peluquería. Vicente Montaner integró un fragmento de ocho metros del muro defensivo en el horno que regente en el número 5 de la calle Roteros.

La muralla ha servido de reclamo para locales de ocio del barrio del Carmen como el pub Al -Hanax, que albergaba un torreón semicircular, aunque, según los arqueólogos, han sido actuaciones mediátias que se hicieron en su mayoría de forma asistemática y sin ninguna metodología arqueológica. La estructura defensiva también surgió en el solar del antiguo Círculo de Bellas Artes que hoy está ocupado por un edificio residencial.

La muralla islámica se empezó a construir a principios del siglo XI coincidiendo con la creación de la primera taifa por parte del rey Add Al Aziz ,en paralelo con el califato de Córdoba. La parte oriental se caracteriza por las torres cuadradas y es de epoca almohade (siglos XII y XIII). La parte más antigua de la muralla, que se caracteriza por los torreones circulares, está en el entorno de Bolsería.

22 de abril de 2013

Arqueólogos descubren nueve conjuntos rupestres en la comarca de La Costera (Valencia)

Se trata de nueve nuevos conjuntos de arte rupestre, localizados en diversos barrancos que vierten al río Canyoles, en la comarca de La Costera. Destaca el localizado en el barranc de Terrasos (Vallada) que conserva diversas escenas con figuras humanas de color negro, correspondientes a un estilo hasta ahora no documentado por los científicos 
Uno de los hallazgos más importantes ha sido el de pinturas esquemáticas 
en el interior de cuevas que podrían formar parte de los ritos funerarios
 del final del Neolítico.
Nuestros antepasados no dejan de sorprendernos. La Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, ha realizado un importante hallazgo arqueológico en la comarca de La Costera, concretamente en las localidades de Fuente la Higuera, Vallada y Montesa.

Se trata de nueve nuevos conjuntos de arte rupestre, localizados en diversos barrancos que vierten al río Canyoles. Una cantidad con la que se duplica el numero de estaciones rupestres inventariadas hasta ahora en esta comarca valenciana.

Un interesante tesoro arqueológico que invita a seguir reflexionando sobre los primeros «valencianos» que habitaron en la región.

Asimismo, sus características principales los han convertido en un conjunto de pinturas que pueden arrojar luz a los investigadores y arqueólogos que trabajan en esta zona.

Arte levantino esquemático

Entre las primeras conclusiones que se han extraído se ha podido saber que pertenecen a los artes levantino y esquemático. Entre los primeros destaca el localizado en el barranc de Terrasos (Vallada) que conserva diversas escenas con figuras humanas de color negro, correspondientes a un estilo hasta ahora no documentado por los científicos.

Sin embargo, uno de los resultados más significativos ha sido el de las pinturas rupestres esquemáticas halladas en el interior de cuevas, en algunos casos en zonas de total oscuridad y penumbra. Este es el caso de las encontradas en la Cueva Santa de Fuente la Higuera. Según explicó  el coordinador de arqueología de La Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts, Rafael Martínez Valle, la importancia de estas pinturas rupestres radica en que se encuentran dentro de la propia cueva un hecho insólito hasta el momento. «Puede que visualmente, su calidad no sea considerada de las mejores, pero este hallazgo no se había dado nunca».

En estos casos las pinturas rupestres se asocian a enterramientos colectivos. Su realización formaría parte de los ritos funerarios efectuados por los grupos humanos del Neolítico final, a finales del III milenio a. C. En el interior de ella se conservan diversos motivos pintados que técnica y formalmente se aproximan al Arte Macroesquemático, un estilo hasta ahora exclusivo de las tierras alicantinas relacionado con los primeros agricultores que ocuparon estas tierras hace 7000 años.

Unos descubrimientos, los nueve realizados hasta la fecha, que aseveran que esta comarca valenciana es la «Altamira» valenciana.

Arte abstracto neolítico

Realizadas con pigmentos naturales, estas pinturas rupestres ejemplifican motivos naturales. Estas representaciones son simbólicas, no figurativas. Este arte esquemático podría ser una de las primeras expresiones abstractas de la historia. Por ello, los arqueólogos resaltan el que se encuentren situadas dentro de las cuevas, lo que hace que se asocien a enterramientos colectivos de los ritos funerarios del Neolítico final.

14 de febrero de 2013

Recuperan piezas feno-púnicas en el yacimiento íbero de Carmoxen (Valencia)

La Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos descubrió en el campo de trabajo de Moixent tres piezas de adscripción feno-púnica con dataciones que fluctúan entre los siglos IV y III a. de C. El ánfora restaurada estaba destinada a contener salazones u otros productos como aceite y vino.
José Aparicio junto al ánfora recuperada. Foto: Diputación de Valencia.
La actividad investigadora de la Diputación Provincial de Valencia, que comenzó oficialmente el año 1927, continua sin interrupción actualmente, tanto desde el Museo de Prehistoria como de su Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos –SEAV-, estudiando científicamente los yacimientos arqueológicos valencianos, tras los trabajos de excavación correspondientes, así como los materiales que se obtienen en los mismos y que en realidad son los documentos que permiten la realización de los estudios.

Dichos materiales, además del estudio, exigen trabajos previos para su limpieza, dado que aparecen generalmente en el subsuelo cubiertos de tierra y, generalmente, con adherencias calcíticas que llevan las aguas al disolver las rocas y tierras calcáreas tan abundantes en nuestra Comunidad), consolidación y restauración subsiguiente.


Los frutos de Carmoxen

Los últimos trabajos se han realizado sobre materiales procedentes de las excavaciones de la Sección de Estudios Arqueológicos Valencianos en la ciudad ibérica de Carmoxen, en término de Moixent, en cuyo término municipal la dirección de la SEAV realizó la mayor parte de los trabajos que permitieron a La Bastida, el gran poblado ibérico destruido en el siglo IV antes de Cristo, convertirse en el gran museo arqueológico y lección permanente de Historia que es hoy.

Carmoxen, cuyo cementerio –necrópolis- ibérico ha proporcionado singulares materiales de la Etapa Orientalizante de la Escultura Ibérica, que aporta datos de primerísima mano para suponer la destrucción masiva de monumentos funerarios a través de la primera revolución social que registra nuestra historia, debe registrar también en su urbanismo rastros de dicho movimiento y, también y necesariamente, la evolución cronológico-cultural obtenida en la necrópolis.

Las excavaciones realizadas por la SEAV en esta ciudad así lo han constatado y las excavaciones del año pasado pusieron al descubierto tramas urbanas de dos ciudades superpuestas y la posibilidad de una tercera más profunda.

Los materiales también confirman las cronologías de la necrópolis pero, además, permiten recuperar singulares materiales arqueológicos, siendo, lo más espectacular, el hallazgo de tres ánforas de adscripción feno-púnicas con dataciones ahora en estudio pero que fluctúan entre los siglos IV y III a.C.

Primera ánfora restaurada

Una de las tres piezas ha sido restaurada hábilmente por el equipo que colabora con la SEAV, formado por Miquel Herrero Cortell, Clara Zanón Pastor, Nemesio Jiménez Jiménez y Laura Egido Alcaide, con estudios suficientes en la materia, titulación adecuada y la especialización precisa.

La pieza ahora restaurada y recompuesta es un ánfora destinada probablemente a contener salazones y se corresponde con la tipología T.8.2.1.1 de J. Ramón, aunque pudo contener otros productos como vino o aceite. Se encontró completa aunque agrietada por el peso de las tierras, lo que ha ocasionado un buen esfuerzo para eliminar sales y carbonatos para permitir su perfecto ajuste. Tiene forma cilíndrica con base apuntada y ensanchamiento en la parte próxima a ella -su tercio inferior- y dos asas de forma semicircular cerca del borde alargado y ligeramente exvasado al exterior.

Las excavaciones del SEAV

Las excavaciones arqueológicas que el SEAV de la Diputación de Valencia viene realizando en la ciudad ibérica de Carmoxen, situada en el término de Moixent (Valencia), dieron nuevos frutos en la campaña de 2012 en que se encontraron las primeras muestras de su trama urbana.

Desde principios de siglo es conocido este paraje por haberse encontrado en él uno de los más famosos tesoros de plata de época bárquida y, desde principios de los años setenta por las esculturas en piedra de época orientalizante, siglos VI y V antes de Cristo, que realizó la dirección del SEAV de la Diputación Provincial.

En esta necrópolis se enterraron los más pudientes habitantes del Castellaret, de ahí el interés de la Diputación de Valencia por adquirir el poblado y la necrópolis por ser uno de los conjuntos más importantes del mundo ibérico.

Hasta el momento no había sido posible su localización. La excavación en profundidad y en extensión había permitido recoger ingentes cantidades de cerámica ibérica y de importación griega desde el siglo VI al I antes de Cristo, pero entre tierras probablemente deslizadas por la ladera.

El primer recinto amurallado

En esta campaña se ha encontrado, ya, el primer recinto murado, con tres lienzos de piedra en seco en el primer nivel, uno de los cuales forma medianera con un segundo recinto.

Con más de un metro de alzada el zócalo, el resto se levantaba hasta la techumbre con adobes, con restos claros de los mismos. Se ha datado en el siglo III-II antes de Cristo.

Un tercer nivel contiene una nueva trama urbana, bajo la primera naturalmente, datada provisionalmente en los siglos IV y V. Dos ánforas de adscripción greco-púnicas, más cerámicas ática de figuras rojas y negras nos remiten a los siglos IV y V.

(Fuente: Diputación de Valencia)

16 de enero de 2013

Los arqueólogos vinculan el esqueleto del Temple a una nueva necrópolis islámica

Las excavaciones en el valenciano Palacio del Temple afectan al entorno de la prolongación de los siglos XII y XIII de la muralla islámica, cuyos terrenos fueron donados por Jaume I en 1238 a la orden del Temple para que se instalaran en la ciudad.
Esqueleto descubierto en las obras del palacio del Temple. Foto: EFE
El esqueleto humano que apareció el pasado viernes durante las excavaciones arqueológicas que se están efectuando en el Palacio del Temple de Valencia, un edificio protegido, podría ser un enterramiento de época islámica vinculado a una «maqbara» o cementerio islámico extramuros no documentado hasta ahora. De momento, sólo ha aparecido un enterramiento aunque no se descarta que puedan aparecer más.

Hay una circunstancia determinante y es que los musulmanes enterraban a los muertos en posición de cúbito lateral y orientados a la Meca, un detalle que, sin embargo, está siendo difícil de determinar en el Temple porque los restos que han aparecido están muy alterados.
Otra hipótesis relaciona este enterramiento con un oratorio al aire libre de Balansiya. Lo que si parece descartarse casi por completo es que se trata de un cementerio templario.

Las excavaciones en el Temple afectan al entorno de la prolongación de los siglos XII y XIII de la muralla islámica, una de cuyas particularidades son los torreones de forma cuadrada y la existencia de un antemuro o barbacana. En la ampliación de la muralla también se construyó una puerta, denominada «Bab ibn Sajar».

Después de la Reconquista, en 1238, Jaume I donó terrenos próximos a la ampliación de la muralla islámica a la orden del Temple para que se instalaran en la ciudad.

Los templarios construyeron allí una fortaleza y otras construcciones de servicio, es posible que entre éstas hubiera un cementerio ya que la orden permaneció en la ciudad desde 1238 hasta principios del siglo XIV, cuando Jaime II de Aragón abrió un proceso inquisitorial contra los templarios que acabó con su disolución. El patrimonio de los templarios pasó entonces a manos de la orden de Montesa.

El actual Palacio del Temple es una construcción de 1761 obra de los arquitectos valencianos Vicente Gascó, Antonio García y Diego Cubillas. La intervención arqueológica se enmarca en las obras de remodelación del Palacio del Temple, sede de la Delegación de Gobierno, y llevan cerca de dos meses en marcha. El Ministerio de Cultura es el responsable del control arqueológico de las obras.

(Fuente: Levante-Emv / H.G.)

19 de diciembre de 2012

Los arqueólogos piden más protección para el entorno de las Torres de Serranos en Valencia

Por otra parte, el servicio de Patrimonio informa a favor del PEP (Plan Especial de Protección) que, entre otras intervenciones, propone construir túneles en las márgenes del viejo cauce de río Turia.
El plan especial de protección (PEP) del entorno de las Torres de Serrano saldrá a exposición pública en las próximas semanas. El plan lo ha redactado un equipo externo y ha sido informado favorablemente por los servicios municipales que han añadido algunas matizaciones en relación a las áreas de vigilancia arqueológica y las propuestas para dar protagonismo a los puentes históricos.
Las Torres de Serranos eran una de las doce puertas que custodiaban
la muralla de Valencia.
El plan de protección incluye siete monumentos BIC: las puertas medievales, el Museo San Pío V, la iglesia de Santo Domingo, el Palacio de Justicia, el antiguo convento del Carmen y el Palacio de los Condes de Cervelló. 

El objetivo del plan, que ahora saldrá a exposición pública, es mejorar la relación de estos monumentos con el cauce del Turia y para ellos propone ambiciosas medidas de peatonalización y reducción del tráfico, entre las que se incluye la construcción de túneles en los márgenes del viejo cauce. La propuesta remite al frustrado plan de túneles de Camps en su época de concejal de Tráfico.

El plan de protección, un documento que la ley de Patrimonio cultural obliga a elaborar para todos los BIC, analiza con detalle el entorno monumental de las torres y hace propuestas para su correcto mantenimento. 

El Servicio de Patrimonio Histórico valora, entre otros puntos, la ampliación de las zonas peatonales y que el plan otorgue protección integral a las esculturas de todo el ámbito, entre las que se incluyen las de las Alameditas, objeto como otras muchas de la ciudad, de actos vandálicos. También que se cree un perímetro de protección de seis metros para el pretil del viejo cauce y de diez metros para los puentes históricos. Sin embargo, rechaza la creación de lagos en la base de los puentes, como propone el plan para realzar estos monumentos, por los problemas de humedades que llevarían asociados.

El Servicio Municipal de Arqueología (SIAM) también sugiere que se incluya "de manera explícita" las intevenciones arqueológicas no sólo en el subsuelo sino en los elementos murarios de los edificios protegidos, y no sólo se refiere a los BIC también a los Bienes de Relevancia Local. 

El servicio de arqueología también propone que se incluya el trazado y los restos de las murallas islámica y bajomedieval de todo el sector norte paralelo al viejo cauce y no sólo el tramo comprendido entre la plaza dels Furs y la calle Cavallers. Recuerda que se está tramitando la declaración BIC para todo el trazado de las murallas. 

Uno de los factores que más contribuyó a que la Generalitat y el ayuntamiento aparcasen el proyecto de los túneles y aparcamientos de Camps fue la presencia de restos de la muralla.

El grupo municipal socialista defiende desde hace años la construcción de túneles en las marginales del río para liberar de tráfico el entorno de Serranos y la Alameda. 

El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, dará a conocer hoy los detalles del plan de protección. En redacción están los planes de protección de otros BIC de Valencia, entre ellos, la Lonja y la Catedral.
(Fuente: Levante / H.G.)

6 de noviembre de 2012

Nuevos hallazgos cuestionan la fundación romana de Valencia

El origen prerromano de Valentia (la Tyris ibérica) ha sido una de las cuestiones más polémicas a las que se ha enfrentado la historiografía valenciana en las últimas décadas. Las piezas encontradas en la calle Ruaya servirán para demostrar si Valencia es más antigua de lo que se piensa., 
Poco sabemos de la fundación romana de Valencia, datada en el año 138 antes de Cristo, a cargo del cónsul Junio Bruto en la parte alta de una pequeña terraza fluvial del Turia atravesada por la vía Heraclea y a medio camino entre Saguntum y Cartago Nova. Y anterior a esa época, se cuestiona todo conforme se descubren hallazgos arqueológicos.
Vista de los restos hallados en la calle Ruaya en 2008 durante la
construcción de un parking y que demuestran que en esta zona hubo
actividad humana en los S. III y IV a. de C.
Foto: Juan Carlos Cárdenas / EFE

El último descubrimiento, un conjunto de piezas cerámicas datado en el siglo III antes de Cristo, hace tambalear los orígenes anteriores a la Valencia romana. 

Este «tesoro», en palabras de la concejal de Cultura, se localizó en la calle Ruaya durante unas excavaciones realizadas en 2008 previas a la construcción de un parking. 

Estas piezas servirán para demostrar si «Valencia es más antigua de lo que se piensa», matizó Mayrén Beneyto, quien anunció que los restos cerámicos, una vez limpiados y recuperados, se expondrán en un museo municipal.

Alrededor de una veintena de piezas aparecieron en un solar tras las primeras obras.
Una parte aún se conserva en las instalaciones del Servicio de Arqueología Municipal y el resto está en el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Ivacor).

El origen prerromano de Valentia (la Tyris ibérica) ha sido una de las cuestiones más polémicas a las que se ha enfrentado la historiografía valenciana en las últimas décadas. En esta línea profundizan los técnicos del Ayuntamiento de Valencia al revisar «cerámica ibérica, romana y griega, dos monedas cartaginenses, ánforas de Cádiz y Túnez, además de bolsas de riego, zonas de desperdicios y algún pozo, que indican que era una zona de huerta habitada y cultivada en esta época, antes de la fundación de la ciudad de Valencia», explicó Albert Rivera, el jefe del Servicio de Arqueología de Valencia.

¿Este hallazgo significa que Valencia ya existía antes de la fundación romana? No hay una respuesta cierta, pero sí numerosas hipótesis. Los restos encontrados en la calle Ruaya demuestran que anterior al nacimiento de la Valencia romana había actividad humana. Los expertos desconocen si este descubrimiento arqueológico corresponde a la existencia de una ciudad colindante o es la misma Valencia.

Puerto o emporio comercial
«No necesariamente ha de ser una cosa urbana», apuntó Rivera. Podría tratarse de un puerto, ya sea conectado a la Albufera o al Mediterráneo, o quizá los restos respondan a la existencia de un emporio comercial. Certezas históricas, de momento, hay pocas. Aún así la arqueología es de la única herramienta que permite desenterrar partes importantes del pasado para devolverlo al futuro.

Los restos arqueológicos de la calle Ruaya son de los más antiguos encontrados en la capital. Su valoración histórica está vinculada a su ubicación, alejado del centro de Valencia, que fue fundada siglos después al poblado íbero que, según las primeras investigaciones, tuvo actividad agrícola y comercial en lo que hoy se conoce como la calle Ruaya.

La Valencia actual acumula en su subsuelo abundantes fragmentos de las estructuras urbanas y las arquitecturas de las sucesivas ciudades que la precedieron. Conforme pasan los años es más complicado descubrir las huellas de los primeros pobladores. Tampoco facilita nuevos hallazgos la crisis económica, que no sólo congela el presupuesto para obras sino que frena cualquier actuación inmobiliaria que obligue a excavar o remover el subsuelo.

29 de octubre de 2012

Localizan en Valencia el poblado íbero de Carmoxen

En la última fase de excavaciones se han localizado tres ánforas, probablemente fenicias, de los siglos IV y V a. de C. Junto con su cementerio (necrópolis) inmediato, en el Corral de Saus, el yacimiento de Moixent constituye uno de los conjuntos más completos y espectaculares del mundo ibérico.
El Dr. Aparicio Pérez con parte de su equipo examinan una de las piezas
halladas en la excavación. Foto: 
Las excavaciones arqueológicas que el Servicio de Arqueología de la Diputación Provincial de Valencia (SEAV) está realizando en la ciudad ibérica de Carmoxen, situada en término municipal de Moixent (Valencia), están dando sus frutos e iniciada la campaña de 2012, se han encontrado las primeras muestras de su trama urbana.

La ciudad, que se extiende por la ladera meridional de la Sierra de Engue elra en el Valle del Cáñoles, paraje conocido como Garmoixent o Gramogente en la actualidad, en la partida de La Solana, ocupa una superficie superior a los cien mil metros cuadrados. Junto con su cementerio (necrópolis) inmediato, en el Corral de Saus, constituye uno de los conjuntos más completos y espectaculares del mundo ibérico.

Situada en la cabecera del Río Cáñoles, valle que se extiende de oeste a este desde Albacete hasta la Ribera Alta, el paso más idóneo desde el Mediterráneo al centro peninsular y a Andalucía, de ahí que por aquí se trazara la Vía Augusta, forma conjunto con otras dos ciudades inmediatas, la Mola Torró o Sto. Domingo y el Frare. Cerca, la Bastida de les Alcusses, durante los siglos V y VI antes de Cristo, visible desde el Castellaret, compartió tiempo y debió mantener relaciones.

Paraje conocido desde principios de siglo
Desde principios de siglo es conocido este paraje por haberse encontrado en él uno de los más famosos tesoros de plata de época bárquida y, desde principios de los años setenta por las esculturas en piedra de época orientalizante, siglos VI y V antes de Cristo, que realizó la dirección del SEAV de la Diputación Provincial.

En esta necrópolis se enterraron los más pudientes habitantes del Castellaret, de ahí el interés de la Diputación Provincial por adquirir el poblado y la necrópolis por ser uno de los conjuntos más importantes del mundo ibérico.

El Castellaret ha sufrido graves alteraciones tras dos mil años de abandono y transformación en terrazas de cultivo, por ello las excavaciones ofrecen muchos inconvenientes a la hora de identificar lo que corresponde a hormas de los campos o a muros ibéricos, siendo las excavaciones labor imprescindible para su delimitación.

Su trama urbana, de asentamiento en ladera, debe ofrecer vestigios desde el siglo VI a la Romanización cuanto menos y los trabajos han ido en su busca.

Hasta el momento no había sido posible su localización. La excavación en profundidad y en extensión había permitido recoger ingentes cantidades de cerámica ibérica y de importación griega desde el siglo VI al I antes de Cristo, pero entre tierras probablemente deslizadas por la ladera.

El primer recinto amurallado
En esta campaña se ha encontrado, ya, el primer recinto murado, con tres lienzos de piedra en seco en el primer nivel, uno de los cuales forma medianera con un segundo recinto.

Con más de un metro de alzada el zócalo, el resto se levantaba hasta la techumbre con adobes, con restos claros de los mismos. Se ha datado en el siglo III-II antes de Cristo.

Un tercer nivel contiene una nueva trama urbana, bajo la primera naturalmente, datada provisionalmente en los siglos IV y V. Dos ánforas de adscripción greco-púnicas, más cerámicas ática de figuras rojas y negras nos remiten a los siglos IV y V.

La investigación, ya en curso, permitirá mayores precisiones, para la cual el Dr. Aparicio Pérez cuenta con la colaboración de Clara Zanón Pastor, Miquel Herrero Cortell, Nemesio Jiménez Jiménez, Laura Egido Alcaide y Paola Zincone.

11 de septiembre de 2012

Valencia se prepara para excavar en su historia

El anuncio de próximas excavaciones en el interior de la Seo reaviva el interés arqueológico sobre la fundación de la ciudad. El subsuelo entre la Catedral y la Almoina alberga restos de las épocas romana, visigoda y árabe. 
En pleno centro de Valencia, a espaldas de la Basílica y entre la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Almudín se sitúa el punto en el que los romanos fundaron Valentia en el año 138 a.C y a partir del cual trazaron la futura ciudad. La Almoina, hoy museo y antes solar, es el centro neurálgico de la historia de Valencia, testimonio de los vestigios más remotos de la ciudad que han ido viendo la luz en diferentes excavaciones entre los años 1985 y 2005.
La plaza de la Almoina es hoy un centro arqueológico en el que se puede
visitar los restos del antiguo foro de la Valentia romana.

Los restos arqueológicos de este museo permiten conocer cómo era el centro de la ciudad y la evolución de los edificios cercanos desde la época romana. La memoria arqueológica permite, por ejemplo, descubrir cómo fue la Catedral en los primeros siglos del cristianismo o durante la época visigoda, además de su transformación en mezquita y posterior conversión a catedral en la nueva cristianización de la ciudad.

El reciente anuncio del Cabildo de la Catedral de iniciar excavaciones para localizar la antigua mezquita y la seo visigoda dentro del proyecto de ampliación del Museo Catedralicio ha sido acogido con expectación por los arqueólogos valencianos, que califican la Seo valenciana y su entorno como una zona «muy interesante» desde el punto de vista arqueológico. Y es que los expertos son conscientes de que bajo el subsuelo de la plaza de la Virgen, la Basílica y la propia Catedral hay páginas arqueológicas de la fundación de la ciudad «todavía desconocidas», según apunta el jefe del Servicio de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM), Albert Ribera.

De momento, el proyecto de ampliación del Museo Catedralicio y, por tanto, la intención de poder recuperar los restos antiguos está pendiente de ser aprobado por la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria.

Discrepancias
El arquitecto de la Seo, Salvador Vila, menciona en una entrevista publicada en el último número de la revista Catedral de Valencia, «que lo mejor por descubrir está debajo del actual Museo Catedralicio y de la cripta situada bajo la actual capilla del Santo Cáliz». En este sentido, Vila precisa que bajo el museo, «en los subterráneos bajo el forjado, hay restos de la catedral más primitiva, restos visigodos y romanos, y también de la antigua mezquita, que seguramente estaba bastante próxima al crucero y presbiterio».

Sin embargo, Albert Ribera, quien ha dirigido varias excavaciones en el entorno de la Seo (entre ellas la del yacimiento de la Almoina), cree que en la zona apuntada por el arquitecto Vila podrían aparecer restos marginales del conjunto episcopal del siglo VII, así como ruinas de la época islámica y romana.

De hecho, durante la reforma del Palacio Arzobispal los arqueólogos se toparon con un pórtico que podría atribuirse a la antigua mezquita musulmana,que sigue siendo «la gran incógnita», puntualiza Ribera. De ella se conoce que correspondería con el actual transepto de la Catedral y que el lugar en el que se encuentra la actual puerta románica o de la Almoina sería el mihrab, que es el punto hacia el que han de mirar los que oran y también alberga el Corán. Una mezquita que, con las sentencias coranicas en las paredes, persistiría hasta el año 1262 cuando se demolió y construyó una catedral de nueva planta, que tardó varios siglos en finalizarse.

Otro de los puntos que apunta el jefe del SIAM como zona en la que podrían aparecer restos visigodos es el subsuelo de la plaza ubicada entre el museo de la Almoina y la Catedral. En este punto, según Albert Ribera, y en caso de realizarse excavaciones, saldrían a la luz restos del altar de la catedral visigoda y la tumba de San Vicente.

A la puerta de los Hierros de la actual Seo y a la Basílica, en la parte recayente a la plaza de la Virgen, corresponderían restos de la época romana, en concreto, la muralla y el foro, respectivamente.

2 de septiembre de 2012

Excavaciones en Requena revelan un asentamiento rural íbero de los siglos I-II a.C.

El equipo de investigación trabaja en el yacimiento Casa de la Cabeza desde 2009 cuando se diferenciaron dos sectores, en uno de los cuales se halló un área de trabajo con dos almacenes, espacios abiertos y restos de metalurgia. 
Los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento Casa de la Cabeza de Requena (Valencia) han revelado estructuras de un asentamiento rural, de ocupación corta, comparable al de una granja en una antigua ciudad ibérica y que datan del periodo de los siglos I-II antes de Cristo.
El yacimiento íbero de Requena sigue aportando datos sobre
esta cultura en el área mediterránea. Foto: Diputación de Valencia

Según un comunicado de la Diputación de Valencia, el equipo de investigación trabaja en la zona desde 2009 cuando se diferenciaron dos sectores, en uno de los cuales, al año siguiente, se halló un área de trabajo con dos almacenes, espacios abiertos y restos de metalurgia.

El otro sector constituye la plataforma principal del yacimiento y según ha explicado uno de los directos de los trabajos de exploración, David Quixal, piensan que "constituiría el hábitat principal del poblado, donde se han encontrado estructuras más complejas".

Para Quixal, becario de investigación del Museo de Prehistoria, el estado de conservación de los restos "no siempre es el deseado", aunque se intuye "una planta de un edificio, tipo granja".

Los trabajos han permitido descubrir también estructuras auxiliares como posibles hornos, una cubeta de sal que, según los expertos, "podría ser para transformar alimentos, producir vino o hacer aceite, aunque esto está todavía en fase de estudio".

Los investigadores han detectado una última fase de ocupación corta posterior, en los siglos VIII-XIX, cuando parte del yacimiento "se desmonta para la construcción de un horno islámico, por lo que se produce un contacto cultural".

Los trabajos de este año, concebido como campaña final, se han centrado en delimitar la extensión del yacimiento, conocer bien sus límites e intentar obtener una planta del edificio.
"La superficie general del yacimiento abarca una extensión de 0,15 hectáreas", según Quixal.
El grupo, que trabaja de forma voluntaria en el yacimiento, está formado por ocho personas entre estudiantes valencianos y Erasmus y algún licenciado en arqueología que se alojan, estos días, en la misma aldea.

En el día a día, los voluntarios no sólo excavan, sino que también documentan el material, completan fichas o dibujan lo hallado, lo que a su vez combinan con excursiones a otros yacimientos de la provincia.

El Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia mantiene un año más el programa de excavaciones que, para 2012 cuenta con un presupuesto de 60.000 euros repartido en seis proyectos y cuatro actividades de limpieza y mantenimiento.

El programa de actuaciones en yacimientos valencianos abarca un amplio cuadro cronológico desde el paleolítico inferior hasta la época romana.

Para el próximo mes de septiembre están programadas las excavaciones en la Bastida de les Alcusses en Moixent, la Lloma de Betxí en Paterna y la Cova del Bolomor de Tavernes de la Valldigna.

20 de julio de 2012

Valencia suprime la ayuda a las excavaciones de las universidades

La eliminación de la partida obliga a parar a equipos de las universidades públicas y motiva el recorte de días y personal en el trabajo de los yacimientos.
Aparte de complicar el presente y poner en peligro el futuro, la crisis también está enterrando el pasado. La Conselleria de Cultura ha suprimido por sorpresa la línea de subvención a las universidades públicas para las campañas de excavación arqueológica de verano, una partida que mantenía activa desde hace una década y que había ido menoscabando en los últimos años.
Yacimiento de la Edad de Bronce en La Mola de Agrés,
 también afectado por los recortes. Foto: Levante

Si el curso pasado la Universitat impulsó cuatro proyectos arqueológicos en la Comunitat Valenciana con los 10.500 euros de ayuda de Cultura, este verano algunos equipos de trabajo estarán parados y los otros —que cuentan con financiación externa— recortarán días y personal de excavación por la eliminación de la ayuda pública.

Aparte del impacto sobre la investigación y el conocimiento de dichos yacimientos, muchos alumnos de Historia se quedarán sin poder hacer prácticas este verano en yacimientos valencianos. 

La subvención de la Conselleria de Cultura, que entre 2004 y 2008 ascendía a 44.000 euros, ha ido cayendo con la crisis: 31.500 euros en 2009; 12.320 euros en 2010; y 10.500 euros en 2011. Para este año había previstos sólo 6.000 euros, pero ni eso: la conselleria ya ha avisado que esa partida no se abonará. Como consecuencia de ello, la institución universitaria dejará huérfano el yacimiento de la Mola de Agres, de la Edad de Bronce; en el Mas d'Is de Penàguila, del Neolítico, sólo tomará unas muestras para analizarlas; y reducirá en comparación al curso pasado las intervenciones en el yacimiento paleolítico de La Cova de les Cendres de Teulada-Moraira y en el asentamiento mesolítico de la Cova de Santa Maira de Castell de Castells.

Tras este recorte, asegura el jefe del Departament de Prehistòria i Arqueologia de la Universitat de València, Carlos Gómez, «se producirá un parón y un retraso en proyectos arqueológicos que llevan muchos años en estudio». Porque la Universitat, alega, «no tiene capacidad para financiarlos». Técnica y legalmente podría financiarlas, indica, como hacen otras universidades europeas. «Pero no tenemos dinero y no podemos suplir la financiación externa», añade Gómez.

Tras confirmar la supresión de la ayuda, fuentes de la Conselleria de Cultura aseguraron ayer que «la intención de la Generalitat es continuar, en la medida de lo posible en las actuales circunstancias, con las numerosas excavaciones arqueológicas que se realizan alrededor de toda la Comunitat Valenciana». Asimismo, afirman que «la voluntad de la Dirección General de Patrimonio es encontrar soluciones, en este caso con las universidades, para continuar desarrollando estas y otras acciones».

27 de mayo de 2012

Larga espera para la declaración BIC de la villa romana de Villamargo (Castellón)

El reconocimiento permitiría la llegada de dinero para protegerla
Con una extensión de más de 3.000 metros cuadrados, la villa romana
está orientada al mar y ofrece restos de lo que fue un pórtico de columnas.
La Conselleria de Cultura lleva dos años trabajando en el expediente de declaración de la villa romana del barranco de Fraga como Bien de Interés Cultural (BIC). El Ayuntamiento de Castellón pidió formalmente el inicio de los trámites en el pleno del 27 de mayo del 2010, justo hace hoy 24 meses.

Fuentes de la Dirección General de Patrimonio han señalado a Mediterráneo que el expediente está en fase de redacción, aunque no han querido precisar más detalles. Este reconocimiento arqueológico es de vital importancia porque garantizaría la obtención de ayudas para proteger la villa romana construida entre los siglos I y III de nuestra era a semejanza de otras existentes en la provincia como las de Benicató (Nules), Vinarrajell (Burriana) o el Mas d’Aragó (Traiguera).

Con una extensión de más de 3.000 metros cuadrados, la villa romana del camino Villamargo está orientada al mar y ofrece restos de lo que fue un pórtico de columnas. También incorpora instalaciones complementarias como termas, cocinas, talleres alfareros, cuadras, bodegas y almacenes para el grano. La villa romana es una construcción propia de la época de la decadencia del imperio, cuando se inició la diáspora de la población por el litoral mediterráneo.

De forma paralela, el Consell y el consistorio trabajan en un proyecto para proteger y salvaguardar los restos. Se consolidarán los muros y la estructura de la villa romana para evitar su deterioro con las inclemencias meteorológicas y el paso del tiempo.

4 de abril de 2012

Descubren en Alcira (Valencia) una necrópolis de época tardorromana

Los arqueólogos hallan enterramientos con una estructura de piedras calizas, uno de ellos doble con niños. Este es el segundo hallazgo de alcance en la localidad valenciana después de que la semana pasada se encontraran restos de la muralla medieval.
Una de las tumbas de la necrópolis hallada en Alcira.
Las obras de ampliación de la subestación eléctrica de Alcira han localizado una necrópolis que, en una primera hipótesis, los arqueólogos datan a finales de la época romana (siglos IV o V) y que vinculan con una villa rústica que debía estar ubicada en las inmediaciones de lo que actualmente es la Pileta del Martiri de Sant Bernat.

La excavación ha permitido identificar cinco tumbas construidas con piedra caliza y dos enterramientos más que carecen de esta estructura, todas al mismo nivel, a una cota de -1,80 metros respecto de los campos de cultivo del entorno, en las que han aparecido restos de una docena de personas ya que algunas de ellas fueron reutilizadas. 

En base a estos datos, los técnicos deducen que en el entorno hubo un asentamiento que utilizaba esta zona como cementerio hasta que, en un momento dado, el poblado se trasladó a otro lugar, según explicó ayer José Enrique López, uno de los arqueólogos que está al frente de la excavación. Se trata de la tercera necrópolis romana localizada en el término municipal de Alcira. 

Los arqueólogos detectaron, durante los trabajos de desmonte de la parcela en la que Red Eléctrica construirá la nueva subestación, unas estructuras con piedras calizas "que no son normales en esta zona" y finalmente confirmaron que se trata de enterramientos que, a falta de más estudios, son de la época romana tardía.
(Fuente: Levante)

30 de marzo de 2012

Hallan restos de la muralla medieval de Alcira (Valencia)

Los expertos estudian si podría tratarse del que se cita en la Crónica de Jaime I
Detalle del muro medieval. Foto: Ayuntamiento de Alcira.
Las obras de recuperación de la fachada del antiguio convento-hospital de Santa Lucía de Alzira (Valencia) ha sacado a la luz un fragmento de muro medieval de grandes dimensiones que podría atribuirse al que se cita en la Crónica de Jaume I, ha informado le Ayuntamiento.

Los restos han sido descubiertos en las excavaciones arqueológicas realizadas por el equipo de trabajo del Museo Municipal de Alzira (MUMA). Según los expertos, este muro, de grandes dimensiones, "podría atribuirse al que se cita en la Crónica de Jaime I al describir el pacto que realiza para la rendición de Alzira", han asegurado fuentes municipales en un comunicado.

Según recogen estas crónicas, el rey Jaime I se comprometió a construir un muro para dividir la zona musulmana y cristina de la ciudad: "E, quan nós haguem emparada la torre, pregam-los que'ells (els musulmans) volguessen que ens dessen tro a la tercera torre, e nós que hi faríem un mur, per ço que el crestians no entrassen als sarraïns ni els serraïns als crestians, e que hi faríem una portella qui eixiria a la Calçada per on entrassen en la villa...".

La torre que se indica, han explicado desde el Consistorio, podría tratarse de la conocida como Casa Real o la Casa de l'Olivera, situada frente al inmueble de Santa Lucía. De este modo el rey cerró y reforzó la parte ocupada, conocida como El Castellet, por medio de un muro, dividiendo la isla en dos partes, la cristiana y la musulmana.

El muro, "tanto por sus características de construcción, materiales y como por sus dimensiones, podría considerarse que es el referido en la documentación, por lo que su hallazgo contribuiría a definir el espacio habitado en un primer momento por las tropas que acompañaban al rey".
PROTECCIÓN

El hallazgo se ha protegido para continuar los trabajos de eliminación de cables y limpieza de la fachada ante la inminencia de la celebración de la procesión general del Viernes Santo. Está previsto que en posteriores estudios, como las excavaciones que están previstas realizar en la Casa Real, se pueda constatar si se trata realmente del histórico cierre de los dos espacios urbanos intramuros.

Estos trabajos que se están llevando a cabo entre el Ayuntamiento de Alzira y la empresa propietaria del inmueble, Martinez Cano Canarias S.A., son fruto de un convenio que suscribieron el pasado 20 de febrero. En estos momentos se ha procedido a la apertura de una zanja para eliminar los cables que atraviesan la fachada, que dañan sus muros y la estética del edificio que cuenta con la consideración de Bien de Relevancia Local en conjunto y de Interés Cultural por el escudo de armas de la ciudad que exhibe en la portalada.

(Fuente: Europa Press)

26 de febrero de 2012

Las obras del nuevo mercado descubren el barrio medieval de Torrente (Valencia)

El descubrimiento del tramo Este del foso confirma que la torre islámica era una fortificación exenta y que el foso sería cristiano.

El barrio medieval recién descubierto en Torrente (Valencia).
Los trabajos de arqueología finalizados este pasado viernes 24 de febrero en el solar donde está proyectada la construcción del futuro mercado municipal han descubierto los restos del barrio cristiano del siglo XV. El hallazgo tendría un gran valor ya que confirmaría los estudios hasta la fecha sobre la trama urbana medieval de Torrent documentados mediante las escrituras de propiedad existentes. También ha sido determinante el descubrimiento del tramo este del foso de la Torre que descartaría los estudios que aseguraban que la Torre formaba parte de un complejo defensivo mayor.
Finalización de los trabajos de demolición del mercado.

La arqueologa Lourdes Roca que ha dirigido los trabajos ha resaltado la importancia de estos trabajos para acabar con teorías infundadas sobre la posibilidad de que formara parte de un castillo. “Los trabajos han confirmado lo que ya se esperaba, que es una Torre alquería islámica y que el foso habría sido realizado posteriormente por los hospitalaris ya que es de tiempo posterior”. La arqueóloga que ha llevado los trabajos desde hace más de cinco años ha descartado que se pudiera tratar de un complejo y ha confirmado que se trata de una torre exenta.
La excavación arqueológica comenzó el 2 de noviembre y ha finalizado tras casi cuatro meses de trabajos. Se han encontrado casas completas con medianeras, y viviendas espacio artesanal, baldosas del siglo XV, y otros objetos de la época. Estos descubrimientos han permitido confirmar los estudios que se tenían sobre este barrio ya que el último plano del archivero municipal Ramón Sanchis que se tenía era del siglo XVI. Según los resultados no se han observados cambios importantes en la trama urbana del último mapa documentado. Respecto a ese último mapa no hay modificaciones importantes, especialmente la calle sin salida de la actual calle Cervantes y que al no escavarse la calle sigue sin resolverse.
Otro punto a destacar en los trabajos realizados es que no se han encontrado sin embargo restos de la muralla que se encontró en 2007 en la calle situada al oeste de la Plaça Major. Las teorías sobre esta muralla es que tal vez pudiera rodear la calle Virgen de Olivar y diera la vuelta por la calle Santo Domingo formando un conjunto cerrado donde se ubicaban las viviendas. Respecto a los restos encontrados, la Ley de Patrimonio protege los elementos defensivos como la Torre o el foso, pero no así las viviendas, que tan solo pueden ser documentados. En julio de 2009 el Consell Valencià de Cultura aprobó un informe en el que insta a la restauración y puesta en valor del foso.
Casas del Siglo XVI 
En noviembre de 2010 se derribaron las casas del fondo sur de la plaza. La Dirección General de Patrimonio de la Consellería de Cultura autorizó la demolición de las ocho casas en ruinas del siglo XVI al XIX que rodeaban la calle de San Antonio Abad junto a la Plaça Major con la condición de que se reconstruyeran manteniendo la estructura urbana y arquitectónica del conjunto, las características generales del ambiente, la silueta paisajística, así como las alineaciones y los volúmenes existentes tomando como referencia las tipologías originales”. El informe convertiría en papel mojado el proyecto vanguardista de la fachada sur presentado en 2006 por el alcalde socialista Pepe Bresó que tuvo un coste de 321.000 euros.
A pesar de ello, el hasta ahora concejal de Urbanismo, Santi Martí consideraba que la autorización “de momento sólo obliga a respetar la volumetría y no dice nada de que se tenga que reconstruir con el mismo estilo arquitectónico”. Desde el BLOC recordaron que “estas obligaciones se tienen que cumplir” y que es necesario la aprobación del Plan Especial Integral antes de acometer la reconstrucción. Las excavadoras comenzaron los trabajos de demolición el pasado 5 de noviembre derribando lo poco que quedaba del mutilado entramado de calles estrechas donde comenzó a crecer parte del casco urbano de Torrent.

20 de enero de 2012

Una ruina vergonzante en pleno centro de Valencia

Menos mal que lo que parece fue sarcófago de San Vicente Mártir, alguna alma sensible y piadosa lo rescató de ser abrevadero de animales y lo llevó al Museo de Bellas Artes de Valencia, por si acaso al final no queda nada del monumento.
La de Sant Vicent de la Roqueta es la ecclesia mater cristiana de Valencia, que hoy se nos muere de pie, como su convento. El lugar que fuera siempre, sobre todo en la Edad Media, lugar de grandes peregrinaciones europeas, lleva muchos años en ruina. Es sabido que cuando un edificio no interesa se le abandona, se le dejan las puertas y ventanas abiertas, se le agujerea el tejado y los vientos y las lluvias acaban con él con el tiempo. 
La iglesia en pleno centro de Valencia. En esta imagen se muestra
la "mutilización" del ábside para ensanchar el "Camino Real
de Madrid". 
A los fenómenos naturales, hay que añadirle que el histórico inmueble, cenobio y templo, le están afectando y mucho las fuertes vibraciones del Metro que pasa justo bajo él. Por contrapartida, nadie hace nada desde mucho tiempo atrás por salvarlo, desde que un canónigo, mossén Vicente Castell Maiques, en los años 70 evitó la piqueta y que allí se montara una colmena de viviendas. Forzó al ayuntamiento a adquirir el conjunto. Desde entonces, los munícipes no han hecho nada por salvarlo de la ruina vergonzante en que se encuentra. 

Cabe apelar al poder civil y al eclesiástico. Menos mal que lo que parece fue sarcófago del santo alguna alma sensible y piadosa lo rescató de ser abrevadero de animales y lo llevó al Museo de Bellas Artes, por si acaso al final no queda nada del monumento.

La puerta muestra el estado de abandono.


La romanización, iniciada tres siglos antes de Cristo, fue la vía de entrada del cristianismo en tierras valencianas. El cristianismo llegó primero al medio rural, no a la grandess urbes, a la luz de los restos arqueológicos cristianos hallados en las últimas investigaciones. Sagunt, Camp del Turia, Xàtiva (San Félix), Santa Pola, Villajoyosa, Benimarfull, Benidoleig, la Plana de Castelló,… son lugares donde se ha encontrado indicios de presencia de comunidades y culto cristiano de la época de colonización romana. Una tradición medieval afirma que San Pablo pudo haber recalado en puertos de la costa valenciana para afianzar las primeras comunidades cristianas. 


La iglesia resistió la dominación islámica


El primer vestigio documentado, hasta el momento, de presencia cristiana en Valencia es la Pasión y Martirio de San Vicente, bajo la persecución de Dioclecianoo y Maximiniano. El relato se encuentra en la Passio y el Himno V del Peristephanon del poeta hispano Aurelio Clemente Prudencio. 

Murió (304 d. J.C), san Vicente mártir y su cuerpo sin vida fue enterrado sub sacro altari extra eisudem civitatis Valentiae ad quietem reponitur, en la Iglesia de la Roqueta, conservada durante dos mil años y salvada de sus destrucción incluso durante la dominación islámica, excepto cuando llegó la «civilización del progreso». Su ábside fue mutilada para ensanchar el Camino Real de Madrid en 1837 y su subsuelo perforado en tiempos recientes para la construcción del Metro, por lo que se cree que estas obras pudieron haberse llevado por delante como escombros importantes restos arqueológicos y, por qué no?, el cuerpo del protomártir valenciano.

(Fuente: Levante / Baltasar Bueno)

15 de noviembre de 2011

Zonas de peligro, derrumbes y robos amenazan al castillo de Sagunto (Valencia)


El monumento bimilenario se asfixia entre actos vandálicos, vigilancia bajo mínimos y cincuenta puntos negros en materia de seguridad 
Visitar el castillo de Sagunto es un paseo para exploradores intrépidos sin miedo a las alturas y arqueólogos expertos. La tarea de entregarse a la cultura y la historia de este monumento bimilenario es misión imposible para el común de los mortales.
Piedras acumuladas sin clasificar o explicar, ni un sólo panel informativo, lienzos de muralla cogidos 'por los pelos', chumberas por doquier y escaleras y accesos de tránsito libre para vivir el riesgo muy de cerca.
Sagunto es una de las ciudades con más historia de España.
La acrópolis saguntina esconde entre sus muros «más de cincuenta puntos negros en materia de seguridad. No hay barandillas de ningún tipo, ni zonas acotadas por riesgo de desprendimiento o caída. Ni siquiera avisos de peligro. Cualquiera puede acceder a cualquier parte, incluso los niños se suben a zonas realmente muy peligrosas», explica el investigador saguntino Francisco Herraiz, que ha realizado durante los últimos años varios estudios sobre la seguridad del recinto.
Los más de 80.000 turistas que visitan al año la acrópolis pueden subir por las murallas a discreción, arrancar piedras históricas o dañarlas e, incluso, asomarse al vacío desde miradores o ventanas que dan a la nada. Muchos de estos visitantes son menores que acuden en grupos escolares.
«Suben escalinatas sin barandillas o pasan por encima de dinteles partidos deteriorados porque no hay ningún acceso restringido o cartel que prohiba el paso». Y es que una vez cruzado el acceso principal, donde se encuentra la garita del vigilante, el control se esfuma. El amplio perímetro del castillo, unos cuatro kilómetros, deja multitud de zonas arqueológicas 'a mano' de insensatos, ladrones o vándalos.
Metros de cableado de la iluminación, focos protegidos por rejillas y anclados en el suelo y hasta material de los equipos de expertos que trabajan en la acrópolis desaparecen fruto de hurtos y actos vandálicos «constantes».
Sólo las pasarelas de aluminio colocadas en el acceso al recién concluido centro de visitantes, que por cierto lleva cerrado más de diez meses a la espera de que haya conexión eléctrica, se han sustraído hasta en tres ocasiones.
Junto a dicho acceso hay una docena de tumbas recreadas del antiguo cementerio judío, una joya prácticamente única en España, que pasa absolutamente desapercibida. No hay avisos, ni carteles. El recinto está al alcance de cualquiera porque algunas vallas del cerramiento llevan meses tiradas en el suelo. Los cipreses que se plantaron están secos porque no se han regado y no hay ni un sólo panel que aclare al estoico visitante qué demonios está viendo ahí.
«Si ya se acometen pocas inversiones y las que se realizan caen en saco roto, en el olvido o en la desidia y no se mantienen o promocionan de alguna manera, no sé cómo se va a potenciar todo esto», apunta Herraiz.
Aunque la Policía Local realiza con cierta asiduidad batidas de vigilancia por algunas zonas, especialmente cuando los robos proliferan, el amplio perímetro del recinto y los puntos de difícil acceso de la ladera dejan al Monumento Nacional prácticamente desprotegido, especialmente durante las noches.
A principios de este año «pillaron in fraganti a varios individuos que estaban excavando en el suelo para arrancar cables de la luz» y hace unos meses la Policía Nacional desarticuló una banda de cuatro hombres acusados de robar hasta seis veces cable de cobre en el castillo de Sagunto.
A punto de caer
Otro problema acuciante es el estado de muchos tramos de muralla. Las filtraciones de agua y la proliferación de vegetación invasiva, que afecta seriamente a la sujeción de los lienzos, junto a la falta de labores de mantenimiento y consolidación, extienden la degradación y el riesgo de derrumbe a muchos sectores amurallados.
«Hay trozos que ya se han desplomado y otros están a punto de caer. La tercera cisterna más grande del castillo está agrietada de parte a parte y si no se repara podría venirse abajo en cualquier momento. Tiene unos seis metros de profundidad y si alguien pasa por encima en ese momento podría ser fatal», apunta el investigador Manuel Civera, autor de varios libros sobre el patrimonio arqueológico de la ciudad.
El problema es que este tesoro histórico es «importantísimo e inmenso y las necesidades son muchas. Habría que realizar obras constantemente».
Pocas y ajustadas son las actuaciones que el propietario del monumento, el Ministerio de Cultura, ha realizado en el recinto fortificado en los últimos años.
Actualmente se están acometiendo tres rehabilitaciones puntuales en sectores degradados. Dicha obra, de 536.123 euros de inversión, arrancó en 2010 tras años de gestiones y tenía que haberse concluido en el mismo ejercicio pero hasta para eso ha habido mala suerte.
La adjudicataria entró en concurso de acreedores y la obra ha estado parada más de medio año. Hace poco más de un mes se retomaron los trabajos y la labor continua en la actualidad. La previsión es acabar, por fin, en febrero de 2012. Con actuaciones tan limitadas y espaciadas en el tiempo es imposible «mantener a flote un monumento de estas dimensiones».
Esa ha sido, durante años, la reivindicación histórica de expertos e investigadores como la catedrática del departamento de Arqueología de la Universitat de València, Carmen Aranegui, que efectuó campañas de excavación en el monumento en los años 1987, 1988, 1994 o 1995.
El ritmo de 'parcheos' es «insuficiente para que surta algún efecto». La experta considera que lo único que podría impulsar a Sagunto sería su entrada «en un circuito periódico de promoción turística y cultural, de llegada de visitantes lo que redundaría, a su vez, en inversiones. No hay una visión del pasado patrimonial como recurso pese a que en otras zonas, como Cartagena, está siendo rentable incluso en estos tiempos».
En definitiva, las intervenciones que se proyectan en el castillo «están bien, son correctas, pero van a un ritmo lentísimo», sentencia la investigadora.
No es el único frente abierto. El castillo que corona Sagunto lucha cada día contra otro ejército formado por millones y millones de soldados: la vegetación invasiva alóctona. En su mayoría de trata de chumberas o paleras y ya han tomado plazas, sepultado restos y afectado a la sujeción de los ya maltrechos muros.
En varias ocasiones, grupos de voluntarios o colectivos de la ciudad han acudido, rastrillo en mano, para retirar ejemplares pero el avance de este frente vegetal, a día de hoy y sin tareas periódicas de limpieza, es imparable.
Perdidos han quedado, por el momento, proyectos que expertos y colectivos pensaron en su día para impulsar los encantos del castillo como, por ejemplo, la construcción de un parador, una iniciativa que recibió entusiastas apoyos como el del presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía. Mientras tanto, el anciano castillo de Sagunto aguarda a que lleguen tiempos mejores. No es la primera batalla que libra.
(Fuente: Las Provincias / Marina Costa)