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18 de junio de 2015

La Guardia Civil impide la venta ilegal en internet de 200 piezas arqueológicas

Con la Operación "Gladiator" se han decomisado en Murcia monedas de diferentes épocas, bifaces, piezas de cerámica, puntas de flecha, conteras medievales –adornos de diferentes armaduras–, abundantes fíbulas, partes de ungüentarios o lacrimatorios, colgantes romanos, escarabeo egipcio, collar y hebillas romanas, y hojas de cuchillo bizantino, entre otros.
Parte de las piezas recuperadas por el Seprona. FOTO: LA OPINIÓN
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con el Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma, ha desarrollado la operación ´Gladiator´ una investigación dirigida a la localización de numerosos objetos arqueológicos, puestos a la venta a través de Internet, que se ha saldado con la recuperación de 187 piezas declaradas como integrantes del Patrimonio Histórico Español.

La investigación se inició el pasado mes de marzo, cuando especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se hallaban tras la pista del comercio ilegal, en páginas de venta de objetos de interés cultural a través de Internet.

COMERCIO ILEGAL ANUNCIADO EN INTERNET
Tras uno de estos anuncios localizaron a un particular que ofrecía, por precios nada desdeñables, piezas y objetos con una amplía cronología en diferentes épocas y culturas, como la ibérica, romana, bizantina y egipcia.

Las numerosas indagaciones realizadas por el SEPRONA han resultado positivas con la localización del domicilio del vendedor, un inmueble en Murcia, donde supuestamente acumulaba los objetos a la espera de ser vendidos.

En ese punto de la investigación, los guardias civiles se han desplazado al domicilio identificado para verificar la existencia de tales piezas, antes de que fueran enajenadas a terceras personas.

Han sido halladas y decomisadas monedas de diferentes épocas, bifaces –herramientas líticas prehistóricas reconocidas como las primeras utilizadas por el hombre–, piezas de cerámica, puntas de flecha, conteras medievales –adornos de diferentes armaduras–, abundantes fíbulas –pieza metálica utilizada en la antigüedad para unir o sujetar alguna de las prendas que componían el vestido–, partes de ungüentarios o lacrimatorios, colgantes romanos, escarabeo egipcio, collar y hebillas romanas, y hojas de cuchillo bizantino, entre otros.

PERJUICIOS PARA EL PATRIMONIO
También, piezas de paleontología entre las que se encuentran un ammonite gigante, una caracola, dos trilobites, dientes de tiburón y de mono saurio. Los objetos recuperados se hallaban en buen estado de conservación pese a los deterioros propios generados por el paso del tiempo.

El saqueo de este tipo de bienes culturales, consistente en la aprehensión de dicho patrimonio con fines lucrativos, suele finalizar con su venta a coleccionistas o aficionados, lo que ocasiona un perjuicio irreparable en el Patrimonio Histórico Español.

El poseedor de las citadas piezas ha sido denunciado a la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, pudiendo enfrentarse, atendiendo a la gravedad de las conductas, a la categoría de los Bienes, y a la producción o no de daños, a una sanción de hasta 100.000 euros.

Una vez constatada la representatividad de diferentes épocas en los objetos recuperados, han sido depositados en el Museo Arqueológico de la Región de Murcia ha disposición del Servicio de Patrimonio Histórico de la Región.

La operación está enmarcada en el ´Plan de Defensa del Patrimonio Histórico Español´, puesto en marcha por la Guardia Civil y que ha llevado consigo la realización de dispositivos específicos de servicio al objeto de incrementar la seguridad del Patrimonio Histórico Español y reducir la actividad delictiva en este sector.

(Fuente: La Opinión de Murcia)

13 de mayo de 2015

‘Cazatesoros’ expolian las excavaciones de la ciudad romana de Lesera (Castellón)

Si la semana pasada nos haciámos eco en éste blog del comienzo de las excavaciones en la ciudad romana de Lesera, en Forcall (Castellón) hoy tenemos que denunciar el expolio perpetrado en el yacimiento en los últimos días y en el que los asaltantes han aprovechado las acciones realizadas por los arqueólogos para conseguir sus objetivos.
Los hechos se descubrieron en la mañana de ayer con el regreso de los arqueólogos a la zona. FOTO: MEDITERRÁNEO.
La ciudad romana de Lesera, en el término de Forcall, ha sido víctima de un importante expolio por parte de ladrones cazatesoros. El botín se desconoce pero, presumiblemente, robaron monedas de gran valor de hace unos 2.000 años. También podrían haberse llevado metales preciosos o clavos, entre otros objetos, de aquella época. Los hechos se descubrieron ayer por la mañana, cuando los alumnos-trabajadores del taller de ocupación de la Mancomunitat de Els Ports dedicado a la arqueología llegaron al yacimiento donde están trabajando, en la Moleta dels Frares, y se encontraron 17 agujeros.

DETECTORES DE METALES
Casualmente, no trabajaban en el espacio desde el pasado martes, ya que la semana pasada se dedicaron a estudiar una zona en Vilafranca. El director del taller, Ramiro Pérez, señalaba que los expoliadores de este patrimonio histórico “robaron en algún momento entre el martes por la tarde al domingo, posiblemente, aprovechando las horas solares, justo unos días que no estábamos en Forcall”. Al respecto del modus operandi, Pérez y los encargados de las excavaciones tienen muy claro que “lo hicieron con detectores de metales, como los que se gastan en las playas, y cuando detectaron algo, excavaron”.

Francesc Duarte, monitor y responsable de la excavación, señalaba con resignación que “ahora será muy difícil recuperar el material. Es un hecho muy grave. Nosotros ya no lo encontraremos en esta excavación, perderemos la información que podían aportar, así como un importante valor artístico, y pasará al mercado negro de compraventa de numismática”. 


"HAN PERJUDICADO LA INVESTIGACIÓN"
Además, los asaltantes aprovecharon las acciones realizadas hasta el momento. “Todo lo que habíamos tratado de forma metodológica y con riguroso cuidado ha ayudado al objetivo de los ladrones”, indicaba Duarte. Por otra parte, los cazatesoros han perjudicado la investigación. Ramiro Pérez explicaba que, a nivel científico, “han mezclado distintos niveles históricos, de periodos distintos, lo que dificulta el trabajo que estamos desarrollando”. Un agente de la Guardia Civil del cuartel de Morella visitó ayer el yacimiento y la denuncia se trasladará al Seprona.
(Fuente: El Periódico Mediterráneo / Miguel Agost)

2 de enero de 2015

Nuevo expolio en el yacimiento calcolítico de Gandul, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla)

Suma y sigue. El yacimiento arqueológico de Gandul, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) vuelve a mostrarse como un terreno libre para el expolio sistemático de su valioso patrimonio arqueológico. En esta ocasión le ha tocado el turno a la tumba del Pedrejón, un valioso enterramiento de época Calcolítica, que responde a la tipología de sepulcro de corredor.
Los expoliadores excavaron en la tumba a gran profundidad. FOTO: ABC
La tumba cuenta con declaración de BIC, figura en el catálogo de yacimientos de la Junta de Andalucía y su existencia es conocida de sobra desde la época de George Bonsor en 1910, que fue su descubridor y que llegó a excavarla. Se trata de un sepulcro similar en tipología y orientación al de la Cueva del Vaquero y sobre todo al de La Casilla.

AJUAR FUNERARIO DESAPARECIDO

El «trabajo» de los expoliadores ha sido profuso y debió llevarles bastante tiempo. Han abierto un hueco de importante tamaño en el lugar de la tumba que está enterrada y se aprecia direccionalidad en la excavación. En un determinado punto puede apreciarse como se busca la localización de la segunda cámara que suelen tener este tipo de enterramientos. Según explican desde la asociación ecologista Alwadi-ira, es probable que se haya empleado maquinaria de localización de restos metálicos y siguiendo sus indicaciones se haya realizado la excavación. Para esta asociación es bastante probable que se hayan llevado elementos del ajuar funerario que solía acompañar a este tipo de enterramientos.

En la excavación realizada por Bonsor se encontraron puntas de flecha, fragmentos de cerámica campaniforme, un punzón de cobre, restos óseos humanos de varios esqueletos, fragmentos de un brazalete de marfil, colmillos de jabalí y ciervo o un pectúnculo con restos de ocre y cuentas. Pero es muy probable que quedarán más restos enterrados que no fueran sacado entonces a la luz y que son los que podrían haber buscado y tal vez localizados los expoliadores.

ZONA SIN VIGILANCIA
La asociación Alwadi-ira ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil, la delegación provincial de Cultura y el Ayuntamiento de Alcalá. Según explican no es nada nuevo, porque la zona, a pesar de su riqueza cultural carece de una vigilancia efectiva que garantice la conservación de los restos. Ante esto, la actividad expoliadora en este punto es constante como se demuestra con la aparición permanente de hoyos excavados en la zona, en particular en la zona de El Toruño.

Esta entidad reclama desde hace años la declaración de la zona como Parque Cultural para asegurar su conservación. En este sentido el Pleno de Alcalá y también el de la Diputación Provincial llegaron a aprobar por unanimidad reclamar a la Junta que avanzara en esta declaración. Pero en la práctica no ha llegado a hacerse nada.

(Fuente: ABC / A. Mallado)

5 de diciembre de 2014

La Guardia Civil trabaja con el Archivo de Indias de Sevilla para localizar a posibles cazatesoros en sus salas

"El Correo de Andalucía" entrevista a Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que asegura que los científicos contratados por Odyssey "pensaban que estaban haciendo un trabajo completamente legal". 
Teniente Coronel Jesús Gálvez.
Sevilla fue Puerto de Indias en la época del Descubrimiento. De aquel momento glorioso nos queda en la ciudad, entre otras cosas, un archivo en pleno Centro, desconocido para muchos sevillanos, que alberga en sus salas miles de documentos de incalculable valor. Algo, que, desgraciadamente, sí que conocen las empresas que dedican su tiempo, y esfuerzo, a localizar los tesoros de aquellos barcos que, hace siglos, nunca llegaron a puerto y que en sus maderas hundidas en el mar esconden, además de una historia, un botín

«El de Indias es el archivo más importante del mundo para conocer ese tráfico de barcos, no sólo a América sino a Asia», asegura Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.

«Lo primero que hace un expoliador es acudir a los archivos. Por eso trabajamos estrechamente con el de Sevilla», dice.«Es fundamental localizar a los sospechosos», muchos de ellos están identificados, e intentar controlar «si realizan ellos las consultas o las hacen a través de otros». Esta no es una tarea fácil. 

«En el caso de Oddisey se valieron de una tercera persona, asentada aquí en Sevilla, de buena reputación, para contratar a unos científicos que pensaban que estaban haciendo un trabajo perfectamente legal», apunta Gálvez. Por ello, la arqueología subacuática es una de las áreas donde más trabaja este grupo de la Guardia Civil en Andalucía.

600 ACTUACIONES ANUALES
Además, particularmente en Sevilla se produce «muchísimo el expolio de arqueología terrestre». De hecho, se dan tantos robos, que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realiza «500 o 600 actuaciones anuales» en todo el país, principalmente de personas que localizan con el detector de metales intentando expoliar un yacimiento.

Para Gálvez, lo «fundamental» es la prevención. «Una vez que se produce el daño sobre el bien cultural y se descontextualiza, es muy complicado saber su origen», explica. En Andalucía, por ejemplo, «se expolian desde monedas a torsos romanos. Bienes que se venden muy fácilmente a nivel internacional».

UN MERCADO GLOBALIZADO
Y es que el mercado de obras de arte se ha globalizado. Por este motivo, la Guardia Civil mantiene reuniones internacionales, como la que tuvo lugar ayer en Sevilla, «para estrechar lazos de colaboración». Las obras de arte se mueven en los grandes mercados internacionales, que están en EEUU, Reino Unido y Bélgica, principalmente. Es decir, «países ricos» y en el caso de los estadounidenses, «con poca historia y mucho interés por tener antigüedades».

Aún así, el trabajo desarrollado durante estos años da su fruto. Y de lo conocido, puesto que hay mucho patrimonio que no está catalogado, «se recupera en torno al 70-80 por ciento tras muchos años de trabajo». Prueba de ello es que entre los mayores logros que cuentan en su haber, junto a la recuperación del medio millón de monedas del Oddysey, está la reciente localización de un tapiz sustraído en un pueblo de Huesca en 1979 por Erik el Belga, autor del robo de más de 6.000 obras de arte sacro.

29 de mayo de 2014

La Guardia Civil recupera en Cartagena dos cañones del siglo XVIII y restos arqueológicos romanos

La Guardia Civil ha recuperado dos cañones del siglo XVIII y hasta tres piedras de la época romana que se encontraban en una chatarrería y en una nave industrial, respectivamente. La operación llevada a cabo por la Benemérita se ha saldado con la imputación de una persona por un supuesto delito de apropiación indebida.
Un agente analiza una de las piezas romanas para redactar el correspondiente informe policial. Foto: LA OPINIÓN.
Según fuentes de la Guardia Civil, la colaboración ciudadana ha sido fundamental en la operación, ya que gracias a vecinos de ambas instalaciones, guardias civiles del equipo ROCA y del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Cartagena obtuvieron una valiosa información sobre la situación supuestamente irregular de las diversas piezas de un elevado valor histórico que se hallaban en la zona de la ciudad portuaria, por lo que se inició una investigación para esclarecer los hechos.

Los guardias civiles establecieron la primera línea de investigación sobre dos cañones con cientos de años de antigüedad que se hallaban en un establecimiento de gestión de residuos metálicos de Cartagena.

Poco después, los investigadores también hallaron en una nave industrial de la ciudad tres piezas consistentes en una basa toscana, una pileta y un sillar desbastado, todos de la época romana y de un valor arqueológico que aún está por determinar.


PLAN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO HISTÓRICO
Una operación que está enmarcada en el ´Plan para la defensa del Patrimonio Histórico Español´ puesto en marcha por la Guardia Civil y que ha llevado consigo la realización de diversos dispositivos específicos de servicio al objeto de incrementar la seguridad del Patrimonio Histórico y reducir la actividad delictiva en este sector.

Así, la Guardia Civil se coordinó con el Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia para concretar la antigüedad de los restos hallados y levantar la correspondiente acta de incautación y depósito de los efectos. Por este motivo, los cañones y las piezas arqueológicas de época romana han sido incautados y depositados de forma cautelar en el Museo Arqueológico Municipal cartagenero para custodiarlos y evitar su deterioro mientras se determina su titularidad catalogando los objetos.

Durante la investigación, los guardias civiles detectaron que el ahora imputado, supuestamente, ofertaba las piezas incautadas para su venta. De esta forma, al carecer de la preceptiva documentación que acreditara la titularidad de los cañones y los restos arqueológicos, la Benemérita ha procedido a la imputación de la persona en cuyo poder se hallaban los efectos, como presunta autora de delito de apropiación indebida.

El acusado, todas las piezas incautadas y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Cartagena, que llevará las riendas del caso.

(Fuente: La Opinión de Murcia / S.G.)

13 de mayo de 2014

Investigan los destrozos causados en el yacimiento romano de Fuente Caputa, en Mula (Murcia)

Guardia Civil y técnicos municipales y de la Región de Murcia, investigan y valoran los daños producidos en un yacimiento arqueológico romano ubicado en el paraje de Fuente Caputa, a unos 8 kilómetros del casco urbano de Mula. Los daños se han producido a consecuencia de la roturación de las tierras en que se ubican los restos –sin señalizar– para destinarlas al cultivo. Al parecer, el nuevo propietario desconocía la importancia arqueológica, histórica y medioambiental de la finca que pretendía poner en producción.
El yacimiento romano de Fuente Caputa ha sido roturado con un tractor.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita ha abierto ya expediente al tratarse –además de una zona de especial protección arqueológica– de terrenos protegidos medioambientalmente. Por su parte, los técnicos municipales y autonómicos también se han trasladado a la zona para redactar un informe sobre los posibles daños al yacimiento.

VILLA ROMANA DE LOS S. I y II d.C
En Fuente Caputa, se tiene conocimiento desde mediados de los años 80 de la existencia de restos romanos de una villa y una presa, en lo que debió ser un asentamiento fechado entre los siglos I y II d.c. En la zona se han hallado restos cerámicos de ánforas y fragmentos de vajilla de mesa y útiles de cocina, así como la estructura del 'impluvium', el patio sobre el que se organizaban las villas rurales agrícolas romanas.

ACTOS VANDÁLICOS EN PINTURAS RUPESTRES

Por otra parte, también las cruces del Charcón de Fuente Caputa, pintadas sobre la pared de piedra del abrigo rupestre, han sufrido daños vandálicos, al haber sido cubiertas en parte con pintura plástica. Las cruces que han sufrido la agresión vandálica datarían del siglo XVIII, según técnicos municipales, que creen que podrían ser obra de un eremita, más concretamente del padre Perea, que vivía en la zona e hizo varias cruces en su refugio.
(Fuente: El Pajarito)

5 de agosto de 2013

El patrimonio desprotegido: el expolio en yacimientos arqueológicos crece con la crisis

La práctica impunidad de los infractores y un floreciente mercado negro reabre el debate sobre la desprotección del patrimonio histórico, muy especialmente el de los yacimientos arqueológicos, mucho más diseminado y menos vigilado.
Dos estatuas del alto imperio romano recuperadas en  Jaén. Foto: José Manuel Pedrosa / EL PAÍS
Le ocurrió no hace mucho a una patrulla de la Guardia Civil cuando detuvo a un vecino de Sevilla que fue sorprendido expoliando un yacimiento arqueológico de Ciudad Real: “No me denuncien, deténganme”, les dijo el infractor a los agentes. Por sorprendente que parezca, el expoliador sabía muy bien lo que decía. La impunidad penal con la que casi siempre se despachan los ataques al patrimonio histórico es uno de los factores que ha alentado el resurgir de grupos y bandas especializadas. Y Andalucía, con más de 3.000 yacimientos arqueológicos catalogados, es uno de los lugares favoritos para los cacos, a los que anima un mercado negro que mueve millones de euros.

La detención esta semana de dos hermanos sevillanos —uno de ellos imaginero de profesión— acusados de haber esquilmado la Casa de la Provincia hispalense y numerosas iglesias de Andalucía y Portugal ha reabierto el debate sobre la desprotección del patrimonio histórico, muy especialmente el de los yacimientos arqueológicos, mucho más diseminado y menos vigilado.

En la misma operación, la Guardia Civil detuvo a seis personas en Alcolea del Río y Brenes (Sevilla) que llevaban casi una década desvalijando yacimientos arqueológicos de Castilla-León y que habían sustraído un busto de mármol del emperador romano Marco Aurelio en una iglesia de León. “Esta banda empezó a operar en Sevilla y más tarde, conforme fueron conociendo el mercado negro, se fue expandiendo por otras comunidades”, apunta Jesús Gálvez, jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO).

El expolio no tiene fronteras
Parece claro, pues, que los expoliadores no tienen fronteras. “Conocen bien la zona antes de perpetrar sus robos”, añade el comandante Gálvez. Los agentes sostienen que los saqueadores suelen contar con un intermediario que les compra la mercancía para, después, intentar introducirla en el mercado lícito con facturas falsas u otras formas de blanqueo. Otras veces, en cambio, la venta se hace directamente a coleccionistas nacionales e internacionales.

Uno de los expolios de este tipo que alcanzó mayor relevancia fue el de dos capiteles cordobeses de época omeya que acabaron en la sala de subastas Sotheby´s de Londres, aunque finalmente la puja (que llegó hasta las 70.000 libras) quedó desierta. En este caso, como en otros muchos, la principal dificultad de los investigadores es determinar el origen de las piezas. También el año pasado, agentes de la policía de Jaén recuperaron en Pedro Abad (Córdoba) dos estatuas de bronce del alto imperio romano que formaban parte del grupo escultórico de Castor y Pólux. La policía abortó la operación antes de la venta de estas piezas a un comprador italiano a través de intermediarios que operaban desde Jaén y Sevilla.

Detectores de metales y georradares
El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil realiza cada año más de 500 actuaciones por expolios arqueológicos en el país y Andalucía está, junto con Valencia y las dos Castillas, entre las comunidades más afectadas. “En los últimos tiempos están aumentando las denuncias por el uso ilícito de los detectores de metales”, indica Jesús Gálvez. Se trata de un artilugio cuya adquisición es legal en España y sobre el que no hay ningún control administrativo. Solo se puede denunciar su utilización si se ha constatado su uso en una zona próxima a un yacimiento o con la intención de expoliar. La Guardia Civil ha detectado también la utilización de georradares en algún expolio.

Las pinturas rupestres: en peligro
Más desprotección sufren aún las pinturas rupestres, muchas de las cuales ubicadas en las sierras de Jaén, Granada y Almería fueron declaradas hace 15 años Patrimonio Mundial por la Unesco. “El principal daño viene de la mano del hombre porque no existe la suficiente concienciación para conservar un legado con más de 6.000 años de antigüedad”, explica Manuel Gabriel López Payer, doctor en Prehistoria de la Universidad Complutense y consejero del Instituto de Estudios Giennenses (IEG).

23 de mayo de 2013

Imputado un arqueólogo por guardar piezas sin declarar

Las piezas procedentes de diversas obras de restauración deberían haber sido depositadas en el Museo Provincial. El arqueólogo de la empresa ha sido imputado por un presunto delito de apropiación indebida.
Las piezas intervenidas debían haberse depositado en el Museo
Provincial
El SEPRONA de la Guardia Civil ha recuperado gran cantidad de restos arqueológicos, entre ellos visigodos y romanos,procedentes de diferentes obras de restauración.

 Los restos fueron localizados en el interior de una nave de La Muela (Zaragoza) propiedad de una empresa especializada en este tipo de restauraciones y el arqueólogo de la empresa ha sido imputado por un presunto delito de apropiación indebida.

El pasado día 6 de mayo el equipo del SEPRONA de la Guardia Civil de Casetas tuvo conocimiento de que en una nave del polígono industrial Centrovía de La Muela, propiedad de una empresa especializada en la restauración de bienes muebles e inmuebles antiguos e intervenciones sobre el patrimonio histórico, existía una gran cantidad de restos arqueológicos procedentes de distintas obras y prospecciones realizadas por dicha empresa.

Por estos motivos, el día 8 de mayo los agentes procedieron a realizar una primera visita de inspección a las instalaciones, en colaboración con arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, donde fueron recuperadas 68 cajas con restos óseos humanos, restos cerámicos y otras piezas arqueológicas, tales como un cierre de arca de bronce de origen visigodo y varias monedas del mismo metal.

Proceden de tres restauraciones

Se pudo determinar que todas las piezas halladas correspondían a tres prospecciones arqueológicas realizadas bajo la dirección técnica del arqueólogo de la empresa durante los años 2006 a 2009. Restos que podrían proceder de las obras de restauración de la Iglesia de Santa María de la Huerta en Magallón, del Castillo de Montearagón en Quincena (Huesca) y de la Casa Parroquial de Villanueva de Gállego.

Todos estos elementos constitutivos del Patrimonio Cultural Aragónes y que deberían haber sido depositados en el Museo Provincial cuando finalizaron las intervenciones, fueron decomisados por los agentes del SEPRONA y trasladados a las instalaciones del departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, siendo depositados a disposición de la Autoridad Judicial.

Exigencias incumplidas

La legislación vigente en materia de Patrimonio Histórico exige que todas las actividades relativas al Patrimonio Histórico se hallen previamente autorizadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural. Esta Dirección General, cada vez que autoriza una actividad de este tipo exige a la empresa adjudicataria que la prospección esté a cargo de un arqueólogo, que es la persona que dirige la excavación y se responsabiliza de entregar puntualmente los restos descubiertos en el Museo Provincial y de presentar una memoria de los hallazgos en el transcurso de los dos años siguientes a la finalización de la obra.


Cierre en bronce de arca de origen visigodo.
De las gestiones realizadas por los agentes con la Dirección General de Patrimonio Histórico sobre las tres excavaciones de las que provenían los restos hallados y, en particular, por la memoria presentada por el arqueólogo sobre la restauración de la iglesia de Santa María de Magallón (BIC, Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad UNESCO), en la que esta persona, presuntamente, no había entregado el "tesorillo" (en el argot arqueólogo, se conoce así a los restos que en una excavación destacan sobre el grueso del material por su valor, belleza o importancia histórico artística), confirmaron que el arqueólogo no había presentado las memorias correspondientes, no constando el resultado de la excavación pese a haber transcurrido más de 6 años desde su finalización y que tampoco había entregado los restos arqueológicos de ninguna de las obras que dirigió.

Restos hallados

Por todo lo anterior efectivos del SEPRONA junto con personal técnico de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón realizaron un registro en el domicilio del arqueólogo con la finalidad de localizar y recuperar las piezas arqueológicas que presuntamente hubieran sido objeto de expolio. En ese registro se recuperaron la mayoría de ellas. 

Entre los objetos recuperados destacan los siguientes:

  • Una vinajera y una aceitera de cristal soplado
  • Un anillo realizado en bronce y hueso
  • Un dado de seis caras realizado en hueso y de origen romano
  • Numerosas monedas de bronce de distintas épocas
  • Otros elementos antiguos de bronce tales como alfileres, hebillas y un dedal de cerámica
Todas las piezas anteriores provienen de la restauración de la iglesia Parroquial de Santa María de Huerta en Magallón. También fueron decomisados un aplique de bronce con decoración vegetal y un pequeño cristo de cerámica que podrían provenir de las obras de restauración de la Iglesia de Ponzano (Huesca).

Apropiación indebida de Patrimonio Histórico

Por todo lo expuesto anteriormente la Guardia Civil procedió a imputar al arqueólogo de la empresa un presunto delito de apropiación indebida en su modalidad agravada por realizarse sobre bienes pertenecientes al patrimonio histórico artístico.

Según los investigadores, las piezas no se encontraban catalogadas ni constaba denuncia por su desaparición, por lo que se ha solicitado a los responsables de Patrimonio el estudio de las mismas a fin de determinar su valor histórico y artístico e incluirlas en el inventario patrimonial de Aragón.

Se continúa con la investigación con la finalidad de hallar el resto de las piezas arqueológicas.

(Fuente: El Heraldo)

8 de mayo de 2013

Denuncian a 19 personas por utilizar restos arqueológicos para "decorar sus casas" en Niebla (Huelva)

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han imputado un delito contra el Patrimonio Histórico a diecinueve personas por expoliar el Conjunto Histórico de la Muralla de Niebla y el yacimiento arqueológico de Campo de Tejada (Huelva).
Piezas procedentes del yacimiento de Campo de Tejada, listas
para servir de ornamento en jardines.
Foto: Huelva24.com

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, la investigación comenzó el pasado mes de febrero y tenía como objetivo averiguar del origen de multitud de restos que podrían haber sido expoliados del Conjunto Histórico de Niebla, lugar de gran riqueza histórica por su cantidad y diversidad de elementos arqueológicos. 

Dichos restos habían sido observados por los propios agentes tanto en propiedades particulares como en empresas de materiales de construcción, por lo que se inició un recorrido por los lugares donde se sospechaba que pudieran encontrarse bien formando parte de fachadas de viviendas o como adornos en los accesos y repartidos por fincas particulares, o incluso acopiados como material pétreo en empresas para su posterior venta como materiales de construcción.
Piezas procedentes de la muralla de Niebla en una finca particular.
Foto: Huelva24.com

Estas gestiones concluyeron con una amplia relación de lugares y viviendas, que contaba con una descripción de los supuestos restos arqueológicos que pudieran haber sido expoliados. Posteriormente, se realizó un nuevo recorrido, esta vez junto a dos arqueólogos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, quienes emitieron, una vez inspeccionados todos los lugares, un informe técnico en el que se determinaba que las piezas encontradas, principalmente sillares, grandes sillares, sillarejos y algún ladrillo romano, pertenecían al Conjunto Histórico de la Muralla de Niebla y del yacimiento arqueológico de Campo de Tejada. 

También han sido hallados numerosos proyectiles de catapultas, que formaban parte de la ornamentación de viviendas y fincas. Estas piezas fueron halladas formando parte de muros de contención, acumulados en el interior de recintos vallados, colocados en la fachada de una vivienda de reciente construcción, como reparcheos exteriores de algunas viviendas, en los muros de otras, pero en cualquier caso no han cabido dudas a los técnicos de la Junta de Andalucía sobre el origen de los mismos.
(Fuente: Ideal / EFE)

4 de marzo de 2013

La Guardia Civil recupera del expolio 4.000 piezas celtíberas

La Guardia Civil detiene a un jubilado que desvalijó en 20 años yacimientos de Zaragoza y Soria. La operación está vinculada con la venta de cascos de bronce exportados ilegalmente y subastados en Alemania ante la pasividad del Gobierno.
Un modesto detector de metales al alcance de cualquier aficionado y mucha dedicación. Con esas dos armas de apariencia inocente, Ricardo G., de 60 años, jubilado y que vivía actualmente de un trabajo relacionado con la recogida de la trufa, llevó a cabo uno de los mayores expolios de los que se guarda memoria en España. Durante 20 años desvalijó yacimientos cercanos a su domicilio en Aranda de Moncayo (Zaragoza). Sobre todo, en la ciudad celtibérica de Arátikos, pero también en Tiermes y en los alrededores de Numancia, ambos en Soria. 
Material incautado por la Guardia Civil durante la operación "Helmet".
Foto: Uly Martín / El País
Del sistemático latrocinio ha dado noticia  la Guardia Civil, que ha detenido a Ricardo G. (para dejarlo en libertad tras declarar ante el juez) y se ha incautado de más de 4.000 piezas arqueológicas de diferentes épocas, sobre todo celtibéricas, como parte de la Operación Helmet (casco, en inglés).

La denominación no obedece al azar. Después de todo, del hilo de las actividades de Ricardo G. se pudo comenzar a tirar por unos cascos, en concreto 18 piezas de bronce de excepcional valía, producidas en España entre los siglos IV y II a. C., y salidas del país de forma ilegal para acabar en manos del industrial y coleccionista Axel Guttmann. La alarma la había dado en 2008 el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM), en la ciudad alemana de Maguncia. Fueron sus autoridades las que denunciaron la subasta del valioso lote.

El pasado verano, la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, directora de la operación, conoció que se iba a realizar la cuarta subasta en Alemania con otro conjunto de tres cascos. De nuevo, sorprendía su aspecto impecable, muy distinto del precario estado de conservación de las piezas atesoradas en los museos españoles.

Tras las primeras investigaciones, agentes del Seprona y de la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil localizaron el lugar del expolio: algún punto de la geografía aragonesa. Fue cuestión de tiempo dar con el presunto autor. En el registro de tres domicilios se hallaron las 4.000 piezas arqueológicas incautadas. El material recuperado fue trasladado a Madrid y el detenido reconoció que en un 90% las piezas provenían de Arátikos. El resto salió de Tiermes (en el término de Montejo de Tiermes) y alrededores de Numancia (Garray).


El tesoro recuperado está en su mayor parte relacionado con el ajuar propio de los enterramientos guerreros: pectorales, puntas de flecha y espadas, corazas, fíbulas, exvotos, joyas y algunas cerámicas, según la Guardia Civil, que también confirmó la presencia de fragmentos de cascos. El presunto expoliador vendía las piezas en el mercado negro. La mayoría iba a parar a las mismas manos: las del ávido coleccionista y magnate alemán de la construcción Axel Guttmann.

Cuando se puso a la venta su enorme colección, el museo de Maguncia denunció que entre los objetos había piezas procedentes de España exportadas ilegalmente.


La fiscalía de Múnich las retuvo y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. En 2009, 2010 y 2012 se volvieron a subastar nuevos lotes. Y se reprodujo la secuencia: denuncia del museo e inacción de las autoridades españolas.

Raimon Graells, investigador del museo alemán, confirmó este viernes, a partir de las fotografías difundidas, que las piezas pertenecen al horizonte cronológico y geográfico de los cascos cuya venta denunció. “Es importante que el detenido sitúe la procedencia. Sin el contexto, los materiales pierden el 50% valor”. De quienes no hubo demasiadas noticias fue de las autoridades advertidas en varias ocasiones del posible expolio. Tanto Cultura como el Gobierno de Aragón esperarán a conocer más datos antes de pronunciarse.

Quizá todo esto sirva al menos para colmar las aspiraciones de María del Rosario Cabrera. La alcaldesa de Moncayo de Aragón (223 habitantes) solicitó hace meses la declaración de Bien de Interés Cultural para el yacimiento predilecto de Ricardo G.

(Fuente: El País / Jesús Duva / José Angel Montañés)
Expoliar en España sale barato
Al hilo de la "operación helmet" el portavoz de la Guardia Civil ha recordado que ‘expoliar un yacimiento arqueológico es delito’, pero es un delito sin definición en nuestro Código Penal. La ley deja claro que el Patrimonio Histórico es un bien colectivo, es decir de todos los españoles; pero en nuestra legislación penal no se recoge específicamente ese hecho delictivo; y se considera hurto, sin más, por lo que los expoliadores sólo pagan multas. Un vacío legal que debiera considerarse en su justo término.

25 de febrero de 2013

El Supremo intenta evitar una nueva subasta de cascos celtíberos expoliados en Zaragoza

El Seprona detiene a un vecino de Illueca sospechoso de expoliarlos en Aranda de Moncayo (Zaragoza). El juez de La Almunia ordena registrar su vivienda y el yacimiento. 
Una galería de Munich (Alemania) tiene previsto sacar a la venta un nuevo lote de las piezas expoliadas en España.
La Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Supremo, en coordinación con la de Zaragoza, lleva semanas desarrollando una investigación destinada a evitar una nueva subasta de cascos celtíberos procedentes del yacimiento de Aranda de Moncayo. Una galería de Múnich (Alemania) tiene previsto sacar a la venta un nuevo lote de piezas arqueológicas en unos días.

Agentes de la Unidad Central del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil, especializados en patrimonio, desplegaron la semana pasada un amplio dispositivo en Illueca y Aranda de Moncayo.

En la primera detuvieron el jueves a un vecino sospechoso de haber expoliado el yacimiento de Aranda de Moncayo del que, según los datos que manejan los investigadores, proceden los cascos que van a salir a la venta en Múnich.

  • En 2008  el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM) de Mainz denunció que los cascos de la colección de Axel Guttmann eran de procedencia española y que se habían exportado ilegalmente. La fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. Las piezas pasaron a manos de sus nuevos dueños
Los guardias civiles registraron su domicilio con una orden del juez de La Almunia y, posteriormente, el sábado, se desplazaron con él hasta el yacimiento, donde también efectuaron una inspección.

Durante el registro domiciliario, una parte de los agentes que integraban el dispositivo interceptaron varios vehículos que iban a salir de la localidad para inspeccionarlos.

El detenido quedó en libertad tras prestar declaración ante los agentes del Seprona, a la espera de que lo cite a declarar el juez que asuma el caso.

OBJETIVOS 

Fuentes conocedoras de la investigación explicaron que esta tiene dos finalidades. Por una parte, tratar de impedir la subasta, para lo que será necesaria la intervención de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura, además del Gobierno de Aragón. Para lograrlo, las instituciones deberán acreditar que se trata de piezas procedentes del yacimiento de Aranda y reclamar su entrega como integrantes del patrimonio español y aragonés.

Las pesquisas comenzaron hace unos meses, cuando un arqueólogo alemán comunicó a las autoridades españolas su convencimiento de que las piezas que iban a salir a subasta en Alemania procedían del yacimiento de Aranda. Las posteriores gestiones de la unidad de Patrimonio Histórico del Seprona apuntaron en la misma dirección. De su confirmación dependerá que las administraciones puedan evitar la subasta programada en Alemania.

El otro objetivo de las pesquisas, cuya instrucción recaerá en uno de los juzgados de La Almunia, es poner fin al supuesto expolio que desde hace años sufre el yacimiento zaragozano.

Las fuentes consultadas explicaron que el Seprona dispone de algunos indicios que apuntan al detenido como sospechoso. Según indicaron, algunas veces había sido visto por la zona con un detector de metales.

REGISTROS 
Los investigadores intervinieron en el registro de la vivienda algunas piezas antiguas de hierro. El detenido, por su parte, aseguró en su declaración que estas pertenecen a su colección personal y que hace más de 25 años que las posee. Los agentes se las llevaron para analizarlas y datarlas.

Una vez haya finalizado ese trabajo, el Seprona remitirá el atestado a la Fiscalía de Medio Ambiente del Supremo para que su responsable, Antonio Vercher, decida si judicializa las actuaciones.