Uno de los técnicos inspecciona los restos arqueológicos encontrados en las catas realizadas. Foto: LA VERDAD. |
Además, de los restos encontrados se desprende que estaba divido en tres zonas: una entrada principal con vestuarios incluidos, una zona de agua fría y otra de baños calientes en la parte norte de la edificación. También existe una zona en la que posiblemente se encontrasen instaladas letrinas.
Fue en el S.XV cuando una parte del edificio fue reconvertida en matadero y la otra fue adquirida por un particular para seguir teniendo la misma función que había desempeñado durante los cuatro siglos anteriores. Así se refleja en los archivos municipales, según explicó ayer Alonso, quien además aseguró que «posiblemente sean los baños que acogían a la gente de la Vega Baja que acudía a la ciudad en aquella época al estar en la Puerta de Guardamar de la antigua muralla».
Se trata de restos arqueológicos que «deben conciliar con el proyecto del nuevo Mercado Central», aseguró la alcaldesa, Mercedes Alonso. Además, según la regidora, «en el pliego de condiciones especificamos que, de encontrarse algo en las catas, la empresa adjudicataria debería incluir una serie de mejoras para poner en valor cualquier tipo de hallazgo».
PROTECCIÓN
Los restos de los baños árabes se encuentran expuestos a elementos como la lluvia y el viento. Es por esto que la alcaldesa anunció que «se está trabajando para proteger el entorno y hacerlo visible al público». Para ello cambiarán el vallado opaco actual por uno trasparente y estudiarán instalar una pasarela sobre las catas arqueológicas para que ciudadanos y visitantes puedan observar los hallazgos y los trabajos que los arqueólogos allí realizan.
Por otro lado, la alcaldesa aseguró que «todavía hay que esperar al resultado final de las catas y al posterior informe de la Dirección General de Patrimonio para saber si el proyecto es del todo viable». Se trata de un punto de inflexión que, además de determinar el nivel de protección de los elementos encontrados en el subsuelo, podría alargar el proceso si los técnicos y arqueólogos de la Generalitat deciden expandir las catas arqueológicas a otras zonas del entorno.
Asimismo, Alonso llamó posteriormente a algunos placeros para explicarles in situ lo que minutos antes había contado a la prensa sobre los nuevos hallazgos. Un acto que sirvió para tranquilizar los ánimos unos comerciantes que dependen del resultado de unas catas arqueológicas que finalizarán dentro de un mes y medio.
(Fuente: Las Provincias / David Sevilla)