Durante la campaña de este año, los arqueólogos han constatado la existencia de la entrada principal del edificio a través de una torre en fachada con un doble pasillo que dota de un uso público y residencial al edificio.
Durante el desarrollo de la campaña de la villa romana de Salar 2024 se han alcanzado los objetivos planteados al inicio de la misma, en el sentido de documentar parte de la crujía sur, que constituye la fachada meridional del edificio monumental de segunda mitad del siglo V, y que nos permite hacernos una idea más completa de la configuración urbanística del mismo.
Se ha constatado la existencia de la posible entrada principal del edificio, a través de una torre en fachada que daba acceso directo tanto al mencionado pasillo meridional como, cruzando este, al pasillo de orientación N-S, perpendicular a aquel, y que conforman los espacios de circulación y uso público. Y esto es porque se propone un uso doble de este nuevo edificio monumental, por un lado el residencial, en torno a unos patios peristilados que ya no son tan grandes, ni articuladores del conjunto como los de la pars urbana del siglo IV, y toda una serie de grandes pasillos que deben rematar en diversas estancias donde se aplican la funciones de gobierno del territorio controlado por el dominus, que debe asumir aquellas que antes ostentaba el Estado romano (captación de impuestos, impartición de justicia, defensa y protección de sus ciudadanos, etc.), que está en estos momentos desestructurado y en desaparición en Occidente.
Se trata, por tanto, de un gran edificio residencial, de arquitectura de prestigio y monumental, con unas nuevas funciones, alejadas del concepto bajoimperial de este tipo de construcciones, del que existen muy pocos ejemplos en la península Ibérica, y que nos aporta datos valiosísimos para la reconstrucción histórica de un periodo muy desconocido en general, y en particular en la Bética, que se encuentra entre la caída del imperio romano occidental y la incorporación definitiva del sur en la órbita del reino visigodo, ya, durante la segunda mitad del siglo VI.
(Fuente: Universidad de Granada)