La Junta de Andalucía ha comenzado la segunda campaña de excavación en el yacimiento arqueológico de Los Millares, en Santa Fe de Mondújar (Almería), una actuación financiada por el Gobierno andaluz con 60.000 euros anuales y a cargo del Grupo de Prehistoria Reciente de la Andalucía (GEPRAN) de la Universidad de Granada.
Según una nota del Gobierno andaluz, el objetivo principal de estas investigaciones bajo la dirección de los doctores Juan Antonio Cámara y Alberto Dorado es presentar al público “una imagen más completa de la vida de las poblaciones que vivieron en Los Millares durante el III milenio a.C., centrándose en el conocimiento de las zonas de residencia y los lugares de enterramiento”.
Durante esta campaña, que finalizó el 31 de octubre, se ha continuado con las investigaciones centradas en la ciudadela del poblado de Los Millares, definiendo otro de los tramos de la muralla que rodea a dicha acrópolis y se ha iniciado la excavación de un sector de la cisterna, que en caso de confirmar su funcionalidad, se convierte en la cisterna más grande localizada hasta el momento en Andalucía, con una capacidad de 270 metros cúbicos.
Asimismo, se ha seguido con la intervención arqueológica en el Gran Edificio de Los Millares, cuya funcionalidad y estructura está siendo investigada por el equipo de la Universidad de Almería. Su estructura y dimensiones contrastan con el resto de la arquitectura prehistórica del resto del poblado, no ya que no existe referente alguno en ningún otro lugar de España para este momento de la Edad del Cobre.
Ya se conocen algunas fechas de radiocarbono que lo sitúan en una fecha tan temprana como es la del 2.600 antes de Cristo.
Además, tras el descubrimiento mediante la técnicas geofísicas de georradar de la Tumba de la Chilena, que había pasado desapercibida durante mucho tiempo dentro de la necrópolis de Los Millares, se ha iniciado su investigación, siendo una de las más significativas por los materiales expuestos en el Museo de Almería, aunque su tipología y cronología continúan desconocidas.
En Los Millares se desarrolló una cultura agrícola, pionera en la introducción de la metalurgia del cobre en el Mediterráneo occidental y su poblado, protegido por cuatro líneas de murallas y una decena de fortines avanzados, presenta una necrópolis con más de cien tumbas colectivas, algo sin parangón en la Europa de la época.
En cada tumba se enterraban los miembros de un mismo clan con sus ajuares personales: armas, herramientas, adornos, cerámica simbólica e ídolos.
El poblado contó con un sistema defensivo, difícil de entender sin la existencia de unos pueblos megalíticos dedicados al pastoreo, con cuatro líneas de murallas, de las que la más exterior y moderna mide 310 metros desde los escarpes del río Andarax a la rambla de Huéchar, y presenta torres semicirculares o bastiones a intervalos regulares y dos puertas.