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29 de enero de 2015

Hallan restos del palacio más antiguo del Real Alcázar de Sevilla

En concreto, se han encontrado los restos de dos arcos de herradura, con su policromía original, bajo uno de los muros tabicados de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas. Los análisis por termoluminiscencia datan el hallazgo entre los siglos XI y XII por lo que podrían pertenecer al palacio del rey Al Mutamid.
Gracias a los restos y a los indicios existentes, el equipo de arqueólogos del Alcázar ha podido reconstruir de manera hipotética cómo sería ese palacio islámico en su contexto original
Un gran descubrimiento para seguir ahondando en la historia y en la construcción del Real Alcázar. Unas obras de restauración y consolidación en las casas número 7 y 8 del Patio de Banderas, propiedad de Patrimonio del Estado, han permitido a los arqueólogos hallar restos del palacio más antiguo del primer recinto de Alcázar. En concreto, se han encontrado los restos de dos arcos de herradura bajo uno de los muros tabicados de este inmueble. El hallazgo ha sido calificado como "de alto valor científico por su significado a nivel cronológico, constructivo y arquitectónico". Falta por esclarecer si las estructuras encontradas corresponden al palacio original de Al Mutamid o si, por el contrario, habría que enmarcarlos en la época almorávide. En cualquier caso, se confirma con nuevos datos la fecha del inicio de la construcción del Real Alcázar durante el período postcalifal.

Hace dos años comenzaron los trabajos promovidos por Patrimonio del Estado en estas viviendas, dirigidos por el arquitecto Javier Ochoa. Para los trabajos arqueológicos previos han contado con el equipo habitual del Alcázar, con Miguel Ángel Tabales a la cabeza: "El estudio de los muros pertenecientes a las casas 1-2 y la 7-8 confirma que se conserva una gran parte de los paramentos de ese palacio primitivo. Ha aparecido la cimentación de la arquería del pórtico y sobre todo la dimensión original, cubierta incluida, de su nave principal".

El objetivo de los investigadores, como se explica de manera detallada en el número 15 de la revista Apuntes del Real Alcázar de Sevilla, publicado el pasado mes de diciembre, era encontrar las trazas del palacio islámico que se adivina en el inmueble número 2 del Patio de Banderas, contiguo al del objeto de la intervención. El resultado ha sido determinante: "Efectivamente nos encontramos ante el primer palacio del Alcázar de Sevilla, levantado durante los últimos años del siglo XI y principios del siglo XII, inmediato a la construcción del primer recinto. Será el referente para la arquitectura palatina posterior representada en el Alcázar por el Palacio del Yeso y el de la Contratación".

RECONSTRUCCIÓN HIPOTÉTICA DEL PALACIO
Gracias a los restos y a los indicios existentes, el equipo de arqueólogos del Alcázar ha podido reconstruir de manera hipotética cómo sería ese palacio islámico en su contexto original: "El edificio, con organización longitudinal norte-sur, se articula mediante un gran patio rebajado ante una estancia principal y única en el lado norte precedida de su correspondiente pórtico. Posiblemente el conjunto arquitectónico quedaría completado con los dos edificios situados al norte (las actuales casas número 1y 2) destinados a un uso doméstico". 

Viviendas del Patio de Banderas del Alcazar de Sevilla.

En resumen, concluyen que "nos encontramos con una residencia palatina de mayores dimensiones que la vivienda actual con disposición aterrazada cuyo esquema ha quedado fosilizado de manera general en el parcelario actual y conservado casi íntegramente hasta el siglo XVIII, tal y como recogen los testimonios gráficos de Van der Borcht o Fernández Latorre". El elemento que tomaron como referencia para proyectar la planta del edificio fue el primer recinto dentro del cual se integra.

POLICROMíA ORIGINAL
Desde el punto de vista patrimonial para los investigadores resulta muy importante saber que se conservan los restos in situ: "Eran conocidos los arcos y la bóveda de la casa contigua, estudiados por Manzano y Almagro, pero ignorábamos que aquí fuera a aparecer la bífora opuesta con la policromía original. Esperábamos como mucho encontrar sus cimentaciones. Gracias a los restos que han salido se confirma el esquema arquitectónico de aquel primer palacio".

En cuanto a las pinturas que se conservan en los arcos encontrados, actualmente en fase de restauración, los investigadores advierten que también se aproximan a un periodo de transición taifa-almorávide. Son pocos los ejemplos parecidos que se conservan de este momento histórico comprendido entre el final del siglo XI y el principio del XII. En Sevilla, tan sólo hay documentados dos ejemplos similares: uno durante la excavación del Patio de la Montería, de la misma época, y otro encontrado durante las obras de reforma de la casa de Hermandad de la Hiniesta (San Julián 2-4) que corresponde al frontal de una alberca de un palacio del siglo XI.

UN MODELO DE PALACIO APARENTEMENTE "SENCILLO"
Los arqueólogos del Alcázar estiman que desde el punto de vista formal, el primer palacio del primer recinto tendría su paralelo en el Palacio de la Contratación, "tanto por sus dimensiones, prácticamente idénticas, como por organización y orientación de sus espacios habitacionales en su lado norte". Este modelo de palacio es considerado "aparentemente sencillo" en comparación con otras edificaciones palatinas del siglo XII.

El equipo se encuentra actualmente profundizando en los estudios que permitan fijar el período de construcción dentro de la horquilla comprendida entre finales del siglo XI y principios del XII: "En Sevilla este margen temporal genera un problema de atribución que en otros períodos sería insignificante, pero que en ese en concreto resulta trascendente al centrarse en él procesos tan importantes como el reinado y caída de Al Mutamid y la conquista y consolidación almorávide". A falta de conocer las últimas dataciones radiocarbónicas y los estudios de termoluminiscencia, lanzan una primera hipótesis: "Es posible que la lógica política nos haga inclinarnos más por la autoría abbadí ya que parece lógico que un palacio de estas dimensiones y su centralidad con respecto al proyecto inicial del Alcázar sea obra de un rey y no de un gobernador".

Desde el patronato de Real Alcázar se le da una gran importancia a esta investigación, que aunque parte de Patrimonio del Estado, tiene una gran repercusión en la historia y la huella del recinto.

(Fuente: DIario de Sevilla / Juan Paredo)

15 de julio de 2011

Los secretos del Alcázar de Sevilla


Hay muchas razones para descubrir la ciudad: para empaparse de la más pura esencia andaluza, asistir a alguno de sus multitudinarios eventos, darse el gusto con su exquisita gastronomía o desvelar uno a uno sus tesoros artísticos e históricos. Y en cada una de estas visitas, siempre vale la pena dar un paseo por el Real Alcázar de Sevilla, ya que nunca se acaba de agotar la lista de detalles, curiosidades y secretos que esconde este magnífico tesoro del tiempo.
Puerta del León del Alcázar de Sevilla.
El Real Alcázar de Sevilla es un mosaico de palacios de distintas épocas y estilos arquitectónicos que conviven en sorprendente armonía. Un halo mágico rodea al conjunto, y es que las leyendas que surgieron en torno a él ya forman parte del rico patrimonio inmaterial de Sevilla.
Prácticamente cada estancia del palacio tiene un mito que la redefine y cuenta mucho más de lo que se ve. Como el Patio de las Doncellas, quizás el lugar más famoso y fotografiado del Alcázar. Según la leyenda, los gobernantes musulmanes de Sevilla pedían a los reinos cristianos del norte como tributo anual la entrega de 100 doncellas vírgenes, además de elevadas cantidades en efectivo. El porqué de que esta sala recibiera con el tiempo este nombre se desconoce. Lo que si está claro es que las 100 doncellas vírgenes fueron un mito muy popular en la Edad Media que se usó profusamente para justificar y popularizar las guerras de la Reconquista en la población cristiana.
Es sabido que la Reconquista no significó la expulsión de los musulmanes de España, que no se produjo hasta 300 años después. Siguieron trabajando como arquitectos y artesanos, dando lugar al arte mudéjar. Uno de los reyes castellanos que más obras de reforma mudéjar realizó en el Alcázar fue Pedro I el Cruel. Y así, al mismo Patio de las Doncellas se pueden ver bellísimas inscripciones arabescas en las paredes que lo definen como “sultán de los creyentes”. Todo un ejemplo de realismo político y adaptación al terreno.
Otro de los lugares del Alcázar que esconde una leyenda en su nombre son los Baños de María de Padilla. En realidad no son unos baños, sino un aljibe árabe subterráneo situado bajo el Patio del Crucero. El mismo Pedro I el Cruel y Sultán de los Mudéjares parece que estaba locamente enamorado de una dama llamada María de Padilla. Hizo lo que pudo para seducir, incluso hacer asesinar a su marido, hasta que finalmente ella, en su desesperación, se desfiguró la cara con aceite hirviendo para frenar los reales impulsos.
Patio de las doncellas en el alcázar sevillano.
El llamado Patio de las Muñecas también tiene su historia. Se trata de un patio decorado mayormente con columnas y capiteles procedentes del palacio de Medina Azahara que esconden algunos rostros humanos de pequeño tamaño. Se dice que son nueve las caras de las muñequitas y que descubrirlas sin ayuda trae mucha suerte.
En cualquier caso, cada patio, estancia y rincón del Alcázar tiene su leyenda. Lo mismo ocurre con sus preciosos jardines, escenarios dignos de las Mil y Una Noches. En la recepción de la mayoría de los hoteles en Sevilla podrás contratar un tour con guía especializado, no sólo para no perder ante tanta belleza, sino también para escuchar atentamente las historias que se cuentan casi de cada una de sus piedras.

10 de septiembre de 2024

El Alcázar de Sevilla escondía un palacio almohade bajo el Cenador de Carlos V

El Cenador aprovecha una gran estructura islámica del siglo XII que originalmente era mucho mayor que la que hay ahora. Además, parece ser que dicha edificación estaba destinada al comedor y al ocio.
El alcalde José Luis Sanz justo a los hallazgos arqueológicos en el Alcázar de Sevilla Ayuntamiento de Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha presentado este lunes los hallazgos arqueológicos encontrados en el cenador de Carlos V del Real Alcázar que desvelan un palacio almohade También ha comparecido ante los medios Miguel Ángel Tabales, arqueólogo responsable del proyecto y que ha puesto el foco en la importancia del monumento hispalense y que "no es un edificio cualquiera".

Sanz ha señalado que estos descubrimientos son el fruto de la puesta en marcha de trabajos que habían sido paralizados pero que el nuevo patronato del Alcázar ha reactivado.

Estos proyectos están dentro de la primera fase, puesto que se aprovecharán los trabajos realizados para seguir profundizando en los estudios de los espacios que lo permitan.

Dichas excavaciones servirán de apoyo para la restauración y conservación del Cenador. El objetivo del gobierno es que este espacio esté "en las mejores condiciones" para el 2026, año en el que se celebrará el 500 aniversario de la boda de Carlos V con Isabel de Portugal.

Del conjunto de excavaciones se pueden extraer varias conclusiones. La primera confirma que el Cenador se aprovecha de una gran estructura islámica del siglo XII que originalmente era mucho mayor que la que hay ahora. Además, parece ser que dicha edificación estaba destinada al comedor y al ocio.

Los resultados provisionales han permitido conocer las modificaciones que han tenido lugar en el este punto de los palacios hispalenses desde su inicio -fechado en el siglo XII- hasta la actualidad.

Un monumento único en el mundo
Además, Sanz ha recalcado que la información obtenidas de estos hallazgos en un "monumento único en el mundo" suponen un "hito importantísimo" para conocer la historia de la ciudad de Sevilla.

Después de las investigaciones realizadas, atendiendo a las tumbas almohades -caracterizadas por estar en un lugar solitario- se ha descartado, por ahora, la función funeraria de esta estancia del Alcázar sevillano. Sin embargo, Miguel Ángel Tabales apunta que, aunque hay que ser "prudentes", "cosas más raras se han visto".

Tal y como ha señalado Tabales, los sondeos realizados -dos de pequeñas dimensiones - han tenido una duración de 20 días. Este es el tiempo mínimo que se necesita para un espacio con la envergadura de los palacios sevillanos sin hacer daño.

Un proyecto complejo
En paralelo, el director del proyecto arqueológico ha recalcado que se trata de un proyecto de restauración complejo y que no hay programadas intervenciones arqueológicas específicas. Aunque sostiene que la fuente que preside el Cenador deberá de ser saneada.

Tabales ha manifestado que "hay que completar un puzle que -sin olvidar el resto de espacios- pone el foco de la investigación en el mundo de los jardines".

Aunque en los últimos años se ha empezado a conocer mucho más sobre el Alcázar de lo que antes se sabía, este tipo de intervenciones hace que poco a poco se empiece a conocer más sobre las huertas musulmanas de las que antes no se sabía nada.

Tabales ha tildado la importancia de este monumento "que no es un edificio cualquiera". Además, ha señalado que en el mundo hay pocos edificios con características similares, estos se encuentran en Granada y Marrakech.
(Fuente: Ayuntamiento de Sevilla)

17 de febrero de 2023

Ni medieval ni de familia real, aunque sí de buena cuna

Las pruebas de ADN de los restos de la niña enterrada en el Alcázar de Sevilla han dado negativo por el plomo del sarcófago, la cal y la humedad, lo que mantiene abierta la incógnita de quién fue la pequeña y cómo fue enterrada en un lugar tan relevante. Todo apunta que vivió a finales del siglo XIX o principios del XX.
Parte del equipo investigador, junto a los restos de la pequeña. A.M.G.

La niña cuyos restos aparecieron en unas obras de restauración de una capilla del Alcázar de Sevilla hace un par de años no es medieval, como se pensó en un principio. De hecho, ha rejuvenecido una pila de años, porque vivió entre finales del siglo XIX e incluso principios del XX. Y otra duda despejada: no es descendiente de reyes, y es que el palacio lleva siglos como residencia de los monarcas hispanos y aquello disparó la imaginación, hasta el punto de apuntarse que podría ser una hija bastarda del mismísimo Alfonso X. Ante estas historias, los arqueólogos siempre ponían rostro serio y apelaban a la prudencia, que la pequeña podía ser medieval o no, y que eso lo determinarían las pruebas que se hicieran, las cuales han certificado que no es de linaje real pero sí debió pertenecer a una buena familia, porque tuvo una buena alimentación (comía carne cuando no era un plato común) y fue enterrada en un lugar de privilegio.

Así que la niña no es medieval, pero eso no le resta a la calidad del trabajo científico desplegado, una labor detectivesca que se ha encontrado con que las pruebas de ADN no han sido determinantes. De ello tiene la culpa la humedad y la cal acumulada en el lugar, pero sobre todo el plomo del sarcófago con el que se recubrió el ataúd de madera en un aparente intento por protegerlo, aunque lo que hizo fue destrozar muchas evidencias. “No voy a engañar, no es lo mismo que si hubiese sido hija de la alta nobleza del siglo XIV, pero el valor arqueológico es el mismo, es ciencia”, defendía este jueves el arqueólogo Miguel Ángel Tabales, responsable del equipo de expertos, en la presentación de estos casi dos años de investigaciones impulsadas por el Ayuntamiento de Sevilla.

El cuerpo apareció cuando se iban a acometer obras en la capilla del Palacio Gótico, de 1260, la primera construcción cristiana de un recinto islámico en el que en ese momento aposentaba sus reales Alfonso X, que reinó entre 1252 y 1284. Los trabajos eran para proteger unos paños de azulejos de Cristóbal de Augusta de 1577, uno de los conjuntos cerámicos renacentistas más relevantes de Europa. “Es la sala más importante del Alcázar, no es un enterramiento debajo de un pino”, apostilla Tabales de manera bastante gráfica.

Murió por una extraña enfermedad
¿Y qué es lo que se sabe de la niña? Pues que tenía unos 4 años, que medía aproximadamente un metro, que era rubia y que “había comido bien toda su vida”. Falleció por una causa poco común, una malformación vascular intracraneal, y lo hizo en una Sevilla en la que eran frecuentes las epidemias, ya fuese cólera o fiebre amarilla. La propia rareza de la patología pudo llevar a pensar que falleciese por una enfermedad infecciosa, de ahí a lo mejor lo del sarcófago de plomo para intentar “hermetizar” el cadáver, pero eso no deja de ser una hipótesis.

El posible origen medieval se descartó relativamente pronto, y a ello ayudaron los escasos objetos encontrados junto al cuerpo. Los botones, por ejemplo, estaban tallados con máquinas de producciones industriales inglesas o norteamericanas del último tercio del siglo XIX, como también los restos de tela y el cuero del calzado, con un cosido manual propio también de esas fechas. ¿Más evidencias que haya aportado la investigación? Pues que el sarcófago de plomo no se abrió en un momento posterior al enterramiento, lo que se barajó por el mal estado del ataúd de madera que cobijaba. O que se descarta que en el emplazamiento haya una cripta como se llegó a plantear, aunque sí se han encontrado restos que pueden ser de otras tumbas, algo que sólo podría comprobarse si se levanta todo el suelo de la estancia. Han aflorado también restos de la muralla y una de las torres del primitivo palacio islámico, a caballo entre los siglos XI y XII.

La investigación ha despejado muchas dudas, pero también ha puesto sobre la mesa algunas incógnitas por las que todavía puede colarse la fantasía. La fundamental es qué hacía allí enterrada la niña, el primer cadáver que ha aparecido en el Alcázar hispalense. No se sabe si la inhumación fue legal o irregular, ya que la fecha parece coincidir con el momento en que se hizo obligatorio que los enterramientos fuesen en cementerios. Lo que sí es seguro es que la calidad del sarcófago y la ubicación elegida hacen imposible que se sepultase a espaldas de trabajadores o responsables del palacio, lo que nos lleva de nuevo a una familia acomodada muy posiblemente relacionada con los alcaides.

También cobra fuerza el componente devocional, ya que los restos aparecieron a los pies de la capilla consagrada a la Virgen de la Antigua, una advocación que no es de las más populares. La tumba no tenía ningún elemento que permitiera identificar quién fue la niña, y no se han encontrado referencias a un fallecimiento que se ajuste a sus características ni rastreando la vida de los reyes y bastardos de la época ni preguntando a los descendientes de los alcaides del Alcázar. Tampoco ha sido posible reconstruir y reproducir el rostro de la pequeña, ya que faltaba material óseo.

Los restos pueden volver a donde se encontraron
¿Y ahora qué? Pues puestos a dejar volar la imaginación, como ha ocurrido con esta historia desde que se produjo el hallazgo, se cruzan los dedos por si aparece alguien diciendo que en su familia se contaba la leyenda de que a una pequeña antepasada la enterraron en el Alcázar, teniendo en cuenta que no nos estamos remontando muchas generaciones atrás. La investigación científica no se cierra, y ahora se centrará en los archivos por si arrojan algo de luz sobre el origen de la niña, cuyos restos en teoría deberían ser depositados en el Museo Arqueológico pero que se va a proponer que vuelvan a ser enterrados “con dignidad y respeto” en el mismo lugar en el que aparecieron.

Esta aventura de casi dos años ha dejado también sus enseñanzas, como que “hemos aprendido las limitaciones de algunas técnicas que parecen infalibles”, admite Tabales. Y eso que en el equipo investigador ha trabajado de lo mejorcito, con expertos de las universidades de Sevilla, Granada, Santiago de Compostela y A Coruña, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, del Centro Nacional de Aceleradores y del Instituto Andaluz de Geofísica. Se han hecho estudios antropológicos, forenses, genéticos, paleontológicos, de isótopos, toxicológicos y con georradar, pero falló el ADN. “Eso fue relativamente frustrante”, confiesa el responsable del proyecto.

24 de julio de 2014

El yacimiento arqueólogico del Patio de Banderas de Sevilla será enterrado en septiembre

El origen de la antigua Híspalis, el asentamiento turdetano hallado en el Patio de Banderas y en el que se hacinan vestigios fenicios, romanos, visigodos, árabes y cristianos, será enterrado en septiembre hasta que el Ayuntamiento de Sevilla tenga dinero suficiente para poner en valor los restos encontrados.
Como alternativa, se habilitará un recinto de 150 m2 en el que se explicará lo descubierto en las excavaciones.
La primera intención del Ayuntamiento de Sevilla era construir una cripta arqueológica para visitar el asentamiento arqueológico e incluso la construcción de un centro de interpretación en el número 15 del citado Patio de Banderas, que estuviera conectado con los restos por un túnel. Sin embargo, ese anuncio, formulado por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, en febrero de 2012, chocó después con el presupuesto estimado por la Gerencia de Urbanismo para este proyecto, que rondaba los 3,5 millones de euros. Un montante que hizo que el Patronato del Alcázar se replanteara sus intenciones iniciales y determinase, finalmente, guardar el proyecto en un cajón hasta que las arcas municipales mejorasen.

INICIADO EL EXPEDIENTE PARA LA PROTECCIÓN DEL YACIMIENTO
Para la decisión solo faltaba encontrar una fecha y esta será después del verano. El Patronato del Alcázar ha anunciado el inicio de la tramitación del expediente para el proyecto de cubrición provisional para proteger el yacimiento del Patio de Banderas. Su decisión se ha abordado después de recibir el informe favorable por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio. El informe que maneja el Patronato es que los trabajos se inicien en septiembre y que duren unos tres meses para que concluyan antes de que finalice el presente ejercicio.

La construcción de la cripta arqueológica estaba incluido en el Plan Especial número 6 del Casco Histórico, que es el que compete al Real Alcázar. El planteamiento de habilitar una cripta es para poner en valor los resultados de la investigación sobre el yacimiento arqueológico de 400 metros cuadrados, cuyos restos son prueba palpable de todo el pasado de la ciudad desde los primeros colonizadores de finales de la Edad de Bronce hasta el inicio de las obras del Real Alcázar, allá por el siglo X. Sin embargo, esa deberá esperar. Como alternativa, se habilitará un recinto de 150 metros cuadrados en el que se explicará lo descubierto en estas excavaciones y los resultados obtenidos hasta poder ejecutar el proyecto de la cripta.

El Ayuntamiento sopesó si era conveniente enterrar el asentamiento. El equipo encargado de las excavaciones, dirigido por Miguel Ángel Tabales, se inclinaba por la puesta en marcha de la cripta. Sin embargo, desde el Consistorio se insiste en que también contaba con valoraciones de expertos favorables a la conservación de estos vestigios con su enterramiento. Y, con el hándicap de la economía, el Gobierno municipal se ha posicionado a favor de este segundo planteamiento.

VISITAS Y RODAJES
El Real Alcázar es una joya turística de primera magnitud. No en vano, durante el pasado año, visitaron el monumento 1,2 millones de personas, rozando su techo turístico alcanzado en el año 2011. Ante eso, el Ayuntamiento tiene ideado un plan para potenciar la llegada de visitantes en temporada baja, con propuestas diferentes cada año. De hecho, estaba previsto para el próximo mes de octubre el inicio de un programa de visitas que giraría bajo la temática de El Alcázar manierista. Una excursión que se realizaría en grupos de 20-25 personas en tres sesiones semanales durante los meses de octubre y febrero.

La apuesta por esta ruta tiene solo un pero. La coincidencia con el rodaje de la próxima temporada de Juego de Tronos. Una vez confirmada la presencia de la productora de la afamada serie, habría que ver cómo estas rutas afectarían al rodaje. No obstante, en caso de colisión está claro que la balanza caería a favor de la afamada serie, que va a suponer un impacto económico importante para la ciudad. Ya no solo los indirectos, sino lo que se embolsaría el Alcázar, que tiene una tarifa fija por rodaje con figurantes de 1.318,40 euros la hora. La previsión es que el rodaje dure varias semanas.
(Fuente: El Correo Web)

16 de febrero de 2012

Sevilla tendrá una cripta arqueológica en torno a las ruinas romanas, paleocristianas e islámicas

El Ayuntamiento de Sevilla redacta ya, con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución, un proyecto integral para instalar en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, una cripta arqueológica en torno a las ruinas romanas, paleocristianas e islámicas que guarda dicho espacio. 

El proyecto contempla, además, la transformación de la casa número 15 del Patio de Banderas en un centro de interpretación y la excavación de un túnel que conecte esta antigua vivienda con la propia cripta arqueológica.
Las obras arrancarán en marzo de 2013.
   El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), ha visitado este jueves el imponente yacimiento arqueológico del Patio de Banderas acompañado del primer teniente de alcalde y delegado del Real Alcázar, Javier Landa, y del arqueólogo director de este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad, Miguel Ángel Tabales.

   Tras inspeccionar el yacimiento, todos ellos han celebrado una rueda de prensa al objeto de exponer el resultado de las últimas excavaciones arqueológicas promovidas en el enclave y el destino de los activos patrimoniales descubiertos en el Patio de Banderas, uno de los lugares más simbólicos de Sevilla por su relación con el recinto palaciego.

La Historia antigua de Sevilla en un solo enclave

   Durante su comparecencia, el alcalde hispalense y Miguel Ángel Tabales han explicado que en los últimos años, el Patronato del Real Alcázar, que gestiona este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad, ha promovido una intensa campaña de excavaciones arqueológicas en el Patio de Banderas, donde de hecho se ubicaría el primitivo acceso al recinto fortificado. En este enclave, pero en 1974, el arqueólogo Manuel Bendala Galán había descubierto unos restos arquitectónicos de época medieval que él atribuía entonces a una antigua basílica paleo cristiana.
   Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y una nueva investigación impulsada en 1999, estas excavaciones han propiciado en los últimos tiempos la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense, fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo, según han explicado el primer edil y Tabales.

Desde la Hispalis romana a la Isbiliya Islámica

   Los arqueólogos han descubierto también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según ha detallado Miguel Ángel Tabales, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana. Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores han descubierto además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano.

   "No hemos encontrado la basílica que Manuel Bendala Galán pensaba que estaba en este entorno", ha dicho no obstante el arqueólogo director del Real Alcázar. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponden al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.

Nuevas excavaciones y proyecto técnico para la Cripta

   Ambos han destacado el valor de los vestigios arqueológicos que guarda el Patio de Banderas al reunir "la historia de Sevilla desde el siglo IX antes de Cristo hasta el siglo XI" de la era en curso. De hecho, el alcalde ha anunciado que la siguiente fase de la intervención arqueológica cuenta ya con un presupuesto de 234.800 euros, al objeto de que las excavaciones sean reanudadas en aproximadamente un mes y se prolonguen durante otros cinco meses.

   Pero lo más importante es que la Gerencia de Urbanismo, como ha anunciado el alcalde, redacta ya un proyecto integral destinado a instalar sobre el yacimiento arqueológico una "cripta" que acoja las ruinas y permita su visita. Juan Ignacio Zoido ha detallado que el proyecto técnico apunta un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo de ejecución de aproximadamente 20 meses y contempla, además, la creación de todo un "centro de interpretación" en la casa número 15 del Patio de Banderas, cuya cesión reclama el Consistorio hispalense a la Dirección Nacional de Patrimonio del Estado. El proyecto, además, incluye la construcción de un túnel que conecte el futuro centro de interpretación con la propia cripta arqueológica.

Sin afecciones al Patio de Banderas

   "Queremos que el yacimiento, que contiene la historia de Sevilla durante más de 2.000 años, pueda ser contemplado por todo el mundo y que sea un reclamo turístico para que la ciudad siga creciendo", ha enfatizado el primer edil, quien ha defendido que la cripta en cuestión será instalada "bajo rasante" y no afectaría a "la fisonomía tradicional y la imagen" del Patio de Banderas. El proyecto, además, contempla la integración del área excavada en 1974 por Manuel Bendala Galán en la propia cripta arqueológica, que así sumaría aproximadamente 600 metros cuadrados con una profundidad de entre cinco y seis metros.

   Así, Juan Ignacio Zoido ha explicado que sus previsiones pasan por la "presentación" del proyecto integral de la cripta arqueológica y el centro de interpretación el próximo mes de septiembre, al objeto de que los primeros trabajos arranquen "en marzo" de 2013 una vez licitados y adjudicados.
(Fuente: Europa Press)

17 de enero de 2020

Salen a la luz nuevos vestigios del primer Alcázar del siglo XI

Los arqueólogos encuentran las fábricas de tapial originales en el local que acogerá las taquillas, un espacio que fue una de las alcobas del Palacio del Yeso. El Ayuntamiento de Sevilla destina 2,5 millones a comprar las casas del Patio de Banderas con los restos del palacio de Al Mutamid
El local donde se construyen las taquillas. JUAN CARLOS VÁZQUEZ
"Las nuevas taquillas estarán en la que era una de la alcobas del Palacio del Yeso". Estas palabras del arqueólogo Miguel Ángel Tabales resumen la importancia del último hallazgo realizado en el Real Alcázar. Las obras en el local de la casa número diez del Patio de Banderas han sacado a la luz las fábricas originales de tapial del siglo XI. Los trabajos que se realizan en esta hoy humilde estancia, que ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su historia, han aportado a los investigadores una información muy importante para comprender cómo ha sido la evolución del recinto primitivo del Real Alcázar.

Al local de la casa número diez del Patio de Banderas se accede por una calle que en el siglo XI era la nave principal del Palacio del Yeso. En este lugar, situado junto a la puerta del Apeadero, se puede ver parte de uno de los tres arcos de herradura que conectaban el jardín –que se contempla en la visita turística al monumento– y la nave principal, quedando el resto oculto tras los muros modernos. El hallazgo de los tapiales originales tras los revestimientos modernos ha permitido a los investigadores completar un complejo puzle.

"Aunque sean unos restos pequeños, son muy importantes desde el punto de vista de la información y la investigación. Todo lo que era el conjunto original del Alcázar estaba compuesto por un gran palacio del siglo XI, otros dos palacios domésticos menores y una zona de representación política que era el Palacio del Yeso. Todo eso está hoy compartimentado en diez edificios modernos, por eso aparecen restos cuando tocas cualquiera de ellos", explica Tabales.

ORIGEN EN EL SIGLO XI
Hasta ahora se había considerado que el Palacio del Yeso era de construcción almohade, aunque se especulaba con un origen anterior durante época taifa o almorávide. Estos últimos descubrimientos de los arqueólogos han corroborado que su origen hay que buscarlo en el siglo XI. "Esa es la conclusión tras los análisis arqueológicos y así lo constata la prueba del Carbono 14 que se ha realizado. El primer recinto se extiende hacia aquí con este edificio que completa los otros tres", indica Tabales.

Desde el siglo XI, este espacio del primitivo Alcázar ha sufrido grandes transformaciones. Se ha compartimentado en extensión y altura (originariamente estaría cubierto por una cúpula a doce metros), o se han abierto y cerrado puertas y ventanas. Por los planos históricos de los siglos XVII, XVIII o XIX, los arqueólogos han podido seguir este proceso. Ahora, pueden comprender mejor la traza del Palacio del Yeso con este espacio que les faltaba.

Las obras para instalar las taquillas en este local, junto la decisión de hacer las entradas nominativas, permitirá en unos meses cambiar la manera de acceder al Alcázar, como resalta Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo: "No sólo tratamos de evitar las colas y las reventas, sino que también contribuimos a distribuir la organización de las propias visitas en el interior del monumento".

Muñoz también resalta el "gran trabajo" de investigación de todo el equipo arqueológico del Real Alcázar de Sevilla, "que constantemente nos sorprende al contextualizar sus hallazgos en la historia del propio monumento y, por tanto, de la ciudad".

Los restos de los muros de tapial originales del siglo XI quedarán integrados en este recinto que acogerá las nuevas taquillas del monumento para que sean visibles por todos los visitantes.

24 de enero de 2013

Adjudican en Sevilla el proyecto de ejecución de la cripta del Patio de Banderas

El enclave, primigenio acceso del Real Alcázar, conserva ruinas romanas, paleocristianas e islámicas
El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial de Sevilla ha adjudicado al arquitecto Francisco Reina Fernández-Trujillo, por 71.390 euros, el contrato relativo a la redacción del proyecto básico y de ejecución de la cripta arqueológica promovida en el Patio de Banderas, donde descansan unas ruinas romanas, paleocristianas e islámicas y donde fue descubierto el más antiguo vestigio de la ocupación humana de lo que actualmente es la ciudad hispalense.

La adjudicación de este contrato responde a un procedimiento negociado sin publicidad, según un documento firmado el 18 de enero por el jefe de sección del Real Alcázar, José Rodríguez Cejudo, para zanjar la contratación del proyecto básico y de ejecución, así como el estudio de seguridad y salud, de las obras destinadas a crear una cripta arqueológica en el Patio de Banderas. El presupuesto de adjudicación, según este documento recogido por Europa Press, se eleva a 71.390 euros.

UNA OBRA COMPLEJA

El pasado mes de julio, cabe recordarlo, el Patronato del Real Alcázar contrató ya a la sociedad cooperativa 'Trifora', para la organización y el estudio de materiales relativo a la instalación de esta cripta arqueológica. El conjunto del proyecto, valorado en unos 3,5 millones de euros, contempla la instalación de esta cripta arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un centro de interpretación con la excavación de un túnel que conecte esta antigua vivienda con la propia cripta.

Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y la investigación impulsada en 1999, las excavaciones arqueológicas promovidas en los últimos tiempos en el Patio de Banderas propiciaron la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense. Se trataba de fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo.

DE LA HISPALIS ROMANA A LA ANTIGUA MEDINA MUSULMANA

Los arqueólogos descubrieron también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según Miguel Ángel Tabales, arqueólogo director del Real Alcázar, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana.

Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores descubrieron además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponderían al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.

El enclave, de cualquier modo, se ha convertido en una nueva apuesta por el patrimonio histórico y, en ese sentido, el proyecto promovido por el Ayuntamiento hispalense apunta a la creación de un espacio en el que los visitantes puedan acercarse a estos vestigios arqueológicos que muestran la evolución de las diferentes civilizaciones en el asentamiento humano que actualmente es Sevilla.

(Fuente: Europa Press)

13 de julio de 2012

Sevilla comienza los trabajos para la cripta arqueológica del Patio de Banderas

El enclave, que fuera primigenio acceso del Real Alcázar, conserva ruinas romanas, paleocristianas e islámicas.
 El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial de Sevilla ha contratado a la sociedad cooperativa 'Trifora', para la organización y el estudio de materiales relativo a la instalación de la cripta arqueológica proyectada en el Patio de Banderas, donde descansan unas ruinas romanas, paleocristianas e islámicas y donde fue descubierto el más antiguo vestigio de la ocupación humana de lo que actualmente es la ciudad hispalense. Cabe recordar que meses atrás, el Ayuntamiento de Sevilla había anunciado que su Gerencia de Urbanismo estaba ya redactando un proyecto para esta actuación con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución. 
El enclave, primigenio acceso del Real Alcázar,
conserva ruinas romanas, paleocristianas e islámicas.

El proyecto, en su conjunto, contemplaría la instalación de esta cripta arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un centro de interpretación con la excavación de un túnel que conecte esta antigua vivienda con la propia cripta arqueológica. 



CONTRATO PARA CENTROS DE INTERPRETACIÓN Y LA CRIPTA 
Ahora el patronato gestor del Real Alcázar ha encargado a la sociedad cooperativa 'Trifora' un contrato valorado en 6.7340 euros y denominado "Organización y estudio de materiales para la constitución de almacén, sala arqueológica, centros de interpretación y cripta arqueológica del Patio de Banderas". 

Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y la investigación impulsada en 1999, las excavaciones arqueológicas promovidas en los últimos tiempos en el Patio de Banderas propiciaron la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense. Se trataba de fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo. 

DE LA HISPALIS ROMANA A LA ANTIGUA MEDINA MUSULMANA 
Los arqueólogos descubrieron también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según Miguel Ángel Tabales, arqueólogo director del Real Alcázar, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana.

Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores descubrieron además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponderían al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.

1 de julio de 2012

Importantes hallazgos de época almohade en Aracena (Huelva)

También se ha podido documentar cerámica del tipo "verde manganeso" que podría precisar la fecha del asentamiento durante la etapa del Califato de Córdoba (s.X). Otros elementos que han visto la luz es la decoración epigráfica mediante estampilla en la cerámica, característica durante la etapa andalusí. Los textos que aparecen con mayor frecuencia son al-yumn (la fortuna, la felicidad), baraka (bendición), o al-mulk (el poder). También se documentan otros motivos decorativos: geométricos, vegetales, arquitectónicos o la "Mano de Fátima".
Imagen del recinto fortificado donde han
aparecido las monedas almohades.
El delegado de Cultura en Huelva, Ángel Romero, ha presentado junto al alcalde de Aracena, Manuel Guerra (PSOE), los hallazgos producidos en el contexto de la intervención arqueológica que se está llevando a cabo en el recinto fortificado de Aracena, entre los que se encuentran varias monedas de oro de época almohade.

Según ha informado la Junta en una nota, en la rueda de prensa, también han estado presentes los arqueólogos encargados de la intervención, Timoteo Rivera, y Eduardo Romero.

El delegado de Cultura ha destacado que "es una satisfacción" colaborar con el Ayuntamiento de Aracena dentro del Plan Director de la puesta en valor del recinto fortificado de Aracena, y ha señalado que el hallazgo "más que el valor material, es el valor científico, que nos permite reescribir la historia de la ciudad de Aracena, la sierra de Huelva y el conjunto de la provincia".

Por su parte, el alcalde de Aracena ha señalado que "estamos de enhorabuena por poder visualizar un proyecto que empieza a caminar, estamos avanzando abordando un proyecto muy ambicioso".

Las acciones de investigación arqueológica, integradas en el Plan Director del recinto fortificado de Aracena están promovidas por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, y se centran en la zona del alcázar y se encuadran dentro del conjunto de actividades que se han planificado para este conjunto histórico, de forma que permitan su puesta en valor.

Las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en el alcázar del castillo de Aracena han documentado un importante poblamiento islámico, principalmente de época almohade, previo a la edificación de la fortaleza. En concreto, se ha constatado una cultura material entre los siglos X al XIII y la presencia de viviendas islámicas de los siglos XII y XIII que formarían parte de la población conquistada por Portugal, a través de la Orden del Hospital, a mediados del s. XIII.

Las estructuras se encuentran en buen estado de conservación lo que permite el estudio de los elementos que se han documentado, así como la importancia de los materiales va a contribuir al conocimiento de esta época. Dado el valor científico en cuanto a la documentación de poblamiento islámico en el solar donde se erige el castillo bajomedieval y el estado de conservación de los restos, se va a integrar en el proyecto de restauración y puesta en valor del Alcázar del castillo de Aracena. La actuación arqueológica realizada en el castillo de Aracena tiene el objetivo de investigar este inmueble como paso previo para su conservación y puesta en valor.

La intervención también está permitiendo sacar a la luz una importante cultura material, cuyo máximo exponente es un tesorillo de 7 dinares acuñados en la Taifa de Sevilla, bajo el reinado de Al-Mutadid, en los años 441-450 de la Hégira (1049-1058 de la Era cristiana). Este conjunto monetal tiene un gran valor histórico porque permite, junto a otros elementos establecer la cronología del poblamiento islámico, así como precisar sus características.

También se ha podido documentar cerámica del tipo "verde manganeso" que podría precisar la fecha del asentamiento durante la etapa del Califato de Córdoba (s.X). Otros elementos que han visto la luz es la decoración epigráfica mediante estampilla en la cerámica, característica durante la etapa andalusí. Los textos que aparecen con mayor frecuencia son al-yumn (la fortuna, la felicidad), baraka (bendición), o al-mulk (el poder). También se documentan otros motivos decorativos: geométricos, vegetales, arquitectónicos o la "Mano de Fátima".

Las estructuras documentadas en los trabajos arqueológicos responden a los cánones de las viviendas islámicas. Este modelo de casas, datadas en los siglos XII y XIII, cuentan con patio central y una distribución periférica de las habitaciones. Desde la entrada se accedía al atrio o zaguán (satwuan) y desde este, al patio que contaba con jardines o estanques.

El patio de la casa islámica (wast al-dar) era el eje de la vida familiar, servía para comunicar, iluminar y ventilar todas las habitaciones de la vivienda. Ocupaba la parte central de la parcela y era un lugar de estancia, donde se realizaban muchas de las tareas diarias y se accedía a las otras dependencias: cocina, letrina y salones.

Los trabajos arqueológicos dirigidos por Eduardo Romero Bomba, Timoteo Rivera Jiménez y Omar Romero de la Osa, ha sido promovidos y financiados por el Ayuntamiento de Aracena, contando con el apoyo de la Delegación en Huelva de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

A través de la arqueología se ha constatado que en la cumbre del cerro no sólo se asentó el castillo y la población bajomedieval de Aracena, sino que, cuenta con una importante secuencia de poblamiento que hay que retrotraer hasta la Prehistoria, teniendo uno de sus máximos exponentes la etapa andalusí.

El castillo de Aracena es una de las fortificaciones medievales que se integran en la Banda Gallega, como se denomina al conjunto de castillos que se localizan en las estribaciones occidentales de Sierra Morena y que han sido objeto de revalorización patrimonial en los últimos años gracias a los trabajos del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía promovido por la Consejería de Cultura. El recinto fortificado de Aracena se componía de un primer anillo amurallado o cerca urbana que circundaba todo el cerro para ofrecer protección a los pobladores medievales. Entre esta muralla y el castillo se localizaban las viviendas y la iglesia Prioral.

El castillo se dividía, a su vez, en dos zonas: patio de armas y alcázar, separadas por una muralla diafragma en cuyo centro destacaba la Torre Mayor, siendo ésta, el último de los reductos defensivos del castillo.

El conjunto fortificado se construye a mediados del siglo XIII, siendo en el s.XV cuando la población comienza a expandirse extramuros, por la ladera noreste. La zona de actuación arqueológica se ha ubicado en el extremo oeste del cerro que domina a la localidad serrana, donde se erige la zona del alcázar.

(Fuente: Europa Press)

1 de abril de 2016

La Guardia Civil investiga la desaparición de una yesería mudéjar en los Reales Alcázares de Sevilla

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil investiga el presunto robo de un hallazgo arqueológico crucial que se ha producido en uno de los camaranchones del Cuarto Real Alto del Alcázar, la zona de máxima seguridad del monumento, ya que se trata de las estancias de la Familia Real en el palacio sevillano.
La pieza desaparecida podría tener gran valor en el mercado negro.
Un paño de yesería que podría cambiar la historia de los Reales Alcázares de Sevilla ha desaparecido sin dejar rastro.

Según fuentes del caso, los hechos fueron denunciados por el director anterior, Jacinto Pérez Elliot, en la primavera del año pasado. Pérez se dirigió a la Guardia Civil para poner en su conocimiento que un paño de yesería de gran valor había desaparecido del lugar en el que había sido descubierto por el arquitecto Antonio Almagro, que estaba realizando una investigación sobre el Palacio Mudéjar y que fue quien dio con esta pieza única. Almagro también se dirigió a la Guardia Civil poco después, en cuanto tuvo conocimiento de lo sucedido, para ofrecer detalles a los agentes sobre el descubrimiento, que, en su opinión, podría demostrar que el Palacio de Pedro I tuvo en su origen tres plantas, y no las dos con que lo conocemos en la actualidad. A partir de ahí se inició una investigación que dura ya un año y de la que apenas han trascendido detalles sobre la forma en que desaparecieron las piezas. Las mismas fuentes sostienen que se trata de una yesería mudéjar de gran valor en el mercado negro, pero hasta ahora no hay ninguna hipótesis clara sobre el «modus operandi» del supuesto robo.

La Guardia Civil ha tomado ya declaración a los dos últimos directores del monumento, el propio Jacinto Pérez y la actual, Isabel Rodríguez, nombrada por el nuevo alcalde, Juan Espadas. Ambos han certificado que en la zona donde se produjo el hallazgo y la posterior desaparición sólo actúan personas acreditadas expresamente para ello. A partir de ahí, los agentes de la UCO han interrogado a diez personas más, la mayoría de ellas trabajadores del Alcázar y de la empresa a la que el monumento tiene subcontratados los trabajos de restauración, Bellido. De esta última compañía han sido citados exactamente cuatro empleados. Pero las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora no han servido para aclarar cómo pudo desaparecer de allí un vestigio de tanto valor y de considerable tamaño –el paño es de 50 por 30 centímetros- sin que nadie se haya dado cuenta, ya que, en efecto, esas estancias del Alcázar no sólo están protegidas por la empresa de seguridad contratada por el Patronato, sino que también tiene vigilancia policial al tratarse de las estancias de la Casa Real.

Desde la actual dirección del Alcázar se ha llevado con secretismo todo este asunto, ya que el presunto robo pone en serias dudas las medidas de seguridad del monumento, que tiene casi un millón y medio de visitantes al año y, con los servicios que hay actualmente contratados, sufre una clara insuficiencia de personal para poder llevar a cabo su correcta protección. El gobierno municipal de Juan Espadas informó a los miembros del Patronato, donde están representados todos los partidos municipales, y el arquitecto que descubrió la yesería, Antonio Almagro, también ha denunciado en algunos foros la situación, pero hasta el momento la noticia no había trascendido porque se pidió a los empleados que tuvieran discreción con un asunto tan delicado. Los agentes que llevan a cabo la investigación siguen tomando declaraciones a empleados y directivos para saber qué personas tenían exactamente permiso para acceder a ese espacio, ya que se trata de una parte del Alcázar que no es accesible para el público y que tiene grandes controles de seguridad, por lo que las primeras diligencias se dirigen a esclarecer quiénes eran los habilitados para entrar en el camaranchón y si existe algún control de acceso que registre las entradas y salidas, con sus correspondientes horarios a ese cuarto durante los días en los que se sospecha que se produjo el robo.

Lo que ya está confirmado es que en el sitio donde se halló el paño no hay cámaras, por lo que los agentes sólo se pueden remitir al control de entrada que llevaba el jefe de seguridad de Patrimonio Nacional, que ya no está destinado en este puesto.

19 de julio de 2010

Sevilla: Hallan un bajorrelieve fálico de época romana en uno de los muros de los Reales Alcázares

Un relieve fálico de piedra ha sido hallado en uno de los muros exteriores del antiguo edificio romano del siglo I antes de Cristo, situado en el Patio de Banderas de Sevilla, dentro del conjunto del Real Alcázar, durante las excavaciones arqueológicas que se realizan en este céntrico espacio.
El equipo arqueológico que dirige Miguel Ángel Tabales ha hallado este bajorrelieve pétreo durante las tareas de limpieza que se llevan a cabo en este área, previas al inicio de la tercera campaña de investigaciones arqueológicas encargadas por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial dependiente del Ayuntamiento sevillano, ha informado hoy la institución municipal.
Se trata de una imagen fálica en bajorrelieve "con una clara justificación profiláctica y apotropaica", algo común en la época romana y muy especialmente en los momentos finales de la República, época a la que pertenece el antiguo edificio en el que se dispuso, ha destacado en un comunicado el Ayuntamiento de Sevilla.
El relieve encontrado muestra este elemento sustentado por dos extremidades traseras en movimiento, que los responsables de la excavación creen que serían patas de bóvido, y cola de león, motivo con abundantes paralelos como los ejemplares localizados en el "decumano" de las antiguas ciudades romanas de Leptis Magna o Clunia.
Según los arqueólogos que trabajan en esta zona, su interés radica especialmente en su "significado como elemento arquitectónico que podría justificar una función para el edificio" que se está excavando, cuyos restos están superpuestos junto con otros bajo el primitivo Alcázar sevillano.
Este bajorrelieve fálico también consolida la teoría del equipo arqueológico de la existencia de una calle en ese espacio durante el periodo republicano, y con independencia de su interés científico y de su localización "in situ" contribuye a la valorización del yacimiento y a su futura puesta en valor, por "la calidad de la talla y su fuerza formal", ha subrayado el Ayuntamiento.
Este tipo de imagen aparece frecuentemente en edificios romanos de todo tipo y sobre todo públicos, como puentes (Emerita Augusta); acueductos (Segovia); murallas (Ampurias); puertas urbanas e incluso en simples 'domus' (Clunia).
En ocasiones, como sucede en Pompeya, fue utilizado en fachadas y pavimentos como indicadores de la situación de lupanares.
No obstante, en este caso la justificación parece ser otra, pues la costumbre de atribuir al falo erecto poderes para combatir el mal ojo -la 'fascinatio'- y evitar a los malos espíritusestuvo tan extendida entre los hispano-romanos que fue común llevar amuletos de este tipo, sobre todo en mujeres y niños, hasta bien avanzada la cristianización, según los responsables de esta excavación. (Fuente: EFE/nortedecastilla.es)

13 de agosto de 2020

Salen a la luz restos de los palacios islámicos de Jaén

El descubrimiento se ha realizado en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo y los restos encontrados se corresponderían a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades de los siglos XII-XIII
A lo largo de las últimas semanas se ha producido el descubrimiento, sin precedentes, de unas yeserías islámicas en Jaén en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo. Su excepcionalidad viene dada no solo por su excelente conservación, sino también porque se trata de la primera vez que son identificados restos de estas características en la ciudad. 

Según describe la arqueóloga, Mercedes Navarro, los restos hallados corresponden a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades (ss. XII-XIII) que ya fueron descubiertos hace más de una década en los solares contiguos/anejos. Por lo tanto, su documentación confirma las hipótesis que se formularon en su momento sobre la existencia de varios pabellones que conformarían un “espacio de poder” en pleno centro del casco histórico. 

Esta actuación se enmarcó en un contexto de transformaciones urbanas: se amplió la ciudad y su amurallado, se construyó un raudal subterráneo para el abastecimiento de agua y se levantó una nueva mezquita aljama (bajo la actual Catedral). El engrandecimiento y embellecimiento de la ciudad que se produjo durante este periodo almohade, llevó aparejada la construcción de nuevos edificios palaciegos de los que formaban parte las yeserías descubiertas. Sus paralelos más cercanos se encuentran en algunos de los palacios que conformaron el Alcázar de Sevilla, como el palacio del Yeso o el de la Contratación.

OTRAS ESTRUCTURAS DOCUMENTADAS
Además de estos restos, se han documentado otras estructuras que evidencian la transformación de la ciudad tras la conquista cristiana en 1246, primero, y posteriormente, tras la construcción del convento de Santo Domingo. Por lo tanto, esta excavación muestra evidencias únicas del devenir histórico de la ciudad de Jaén y de su progresiva evolución a lo largo de los siglos medievales y modernos.

La excavación de estos restos corresponde a la intervención arqueológica que está realizando el Área de Hª Medieval de la Universidad de Jaén, dirigida por Irene Montilla, y en la que participan Mercedes Navarro, Ana Visedo, Vicente Salvatierra y Juan Carlos Castillo. Esta actuación se encuadra en las obras de emergencia que se están llevando a cabo en la iglesia del Convento de Santo Domingo por parte de la Delegación Provincial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de Jaén.

18 de noviembre de 2010

Écija (Sevilla) iniciará las obras de adecuación del yacimiento de "El Picadero" antes de final de año

Las obras del futuro Parque Arqueológico de la Plaza de Armas de Écija, conocido popularmente como 'El Picadero', que pondrá a disposición de los visitantes un recorrido por los vestigios del primitivo poblado ibero-turdetano de Astigi, la época romana y el alcázar medieval, comenzarán antes de final de año.
"El Picadero" de Écija.
   Según han informado a Europa Press desde el Ayuntamiento de Écija, están a la espera de que el Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE), que financia un alto porcentaje del proyecto, dé su visto bueno definitivo al mismo para iniciar los trabajos, posiblemente entre finales de noviembre y principios de diciembre.

   Con esta actuación se pretende integrar el entorno de la Plaza de Armas en la trama urbana de la ciudad, potenciando la actividad turística de la misma y poniendo en valor y funcionamiento un espacio arqueológico desconocido. Además, ayudará a reiniciar la actividad científica y arqueológica de la zona, compatibilizando ésta con el turismo.
   Concretamente, el proyecto tiene un coste de 385.000 euros, de los cuales el SPEE financiará 217.000 euros, dentro de las subvenciones a Proyectos Generadores de Empleo Estable, y la Junta de Andalucía, la Diputación y el Consistorio astigitano aportarán el resto.

   Con la subvención solicitada al SPEE se pretende financiar los costes salariales y cotizaciones empresariales a la Seguridad Social de las 86 contrataciones previstas de trabajadores desempleados. La duración del proyecto se estima en diez meses.

   Entre noviembre de 2001 y octubre de 2002 se realizó una intervención arqueológica puntual en la plaza de Armas de Écija, conocida popularmente como El Picadero, que sirvió como estudio previo para la recuperación y puesta en valor de esta zona bajo tres premisas: recuperar el espacio público erradicando el barrio marginal que allí se ubicaba, documentar la secuencia cronológica de Écija desde sus orígenes y musealizar este espacio para integrarlo en la actividad turística de Écija.

   A partir de esto, con la intención de poner en valor la zona, se pretende crear un centro de interpretación fuera del recinto amurallado, pero integrado en la ordenación y accesos del yacimiento arqueológico.

   El proyecto abarca la adecuación de los cerramientos exteriores del yacimiento, creación de un edificio que albergue el centro de interpretación y la integración del complejo arqueológico en los recorridos turísticos. Además, se colocará un sistema de videovigilancia en el recinto junto a un nuevo cerramiento en el flanco sur, en concreto, en la medianera de las viviendas que dan a La Merced.

   El centro de interpretación ubicado en el flanco oeste de la ordenación tendrá acceso directo desde el exterior y desde él se accederá al recinto amurallado y los yacimientos arqueológicos. Se organizará en tres alturas: planta baja --cota de la Plaza de Armas--, donde se ubica el control y acceso, tienda, aseos públicos, ascensor y taller de arqueología; planta alta --cota pasarelas interiores--, para la sala de exposición y la de audio; y planta ático, donde habrá un bar y una terraza mirador.

   Las previsiones de contratación directa que se estiman una vez puesto en funcionamiento el centro de formación son numerosas, entre guías turísticos, técnicos de restauración, arqueólogos, administrativos, dependiente de pequeño comercio, conserje-guarda y personal de limpieza. Asimismo, también se prevé la creación de muchos puestos de trabajo indirectos ante la ampliación del sector turístico.

MOSAICO DOBLE

   En concreto, el yacimiento conserva restos del primitivo pueblo turdetano, la acrópolis romana y el alcázar musulmán. Uno de los ejemplares más valiosos conservados 'in situ' es el Mosaico Doble, que presenta un juego óptico: si se mira por un lado se un anciano calvo y barbado y, si se mira por el otro, un niño.

   Se trata de personajes relacionados con el cortejo de Baco. El anciano es un sileno y el niño podría ser el propio dios, ambos portando atributos báquicos, como el cayado de pastor y el tympanon o pandereta báquica.
Fuente: Europa Press