google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Mercedes Navarro
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10 de febrero de 2023

Los arqueólogos consideran la existencia de una segunda fortaleza en La Peña de Martos

Los arqueólogos de la Universidad de Jaén informaron de los primeros resultados de las investigaciones efectuadas en la Fortaleza Alta, que les han permitido documentar estructuras de los siglos XV y XVI -último periodo de ocupación de la fortaleza-, así como el foso defensivo del alcazarejo. Consideran la posibilidad que dentro de la propia peña haya otra fortaleza más que sirva de base a la Torre del Homenaje de la Peña de Martos.
Equipo de arqueólogos de la UJA que han participado en los sondeos de la Fortaleza Alta de Martos.

El alcalde de Martos, Emilio Torres y la concejal de cultura, María Eugenia Valdivielso, han avanzado junto al arqueólogo y catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Jaén (UJA), Juan Carlos Castillo, los primeros resultados de las investigaciones que se han realizado en la Fortaleza de la Peña.

A través de la Universidad de Jaén y con un equipo multidisciplinar compuesto por Mercedes Navarro Pérez, Carlos Cid Gaitán, Raquel Cámara López, José Luis Serrano Peña, Luis Nieto Albert, Juan Antonio Torres Cordero, Fernando Ortega Camacho y Miguel Ruiz Calvente, se ha trabajado en el terreno durante meses hasta llegar a las primeras conclusiones, de una primera fase de trabajo, apoyadas en una minuciosa investigación, en la que ha sido clave el uso de georradar y los sondeos realizados y que han arrojado resultados sorprendentes.

Según manifestó Juan Carlos Castillo, de las primeras investigaciones realizadas se obtiene una información muy interesante sobre los restos del castillo, pues se constata la existencia “de un complejo de estructuras, que se corresponden a la última fase de ocupación de la fortaleza, de finales del siglo XV primeros del siglo XVI y la existencia de una serie de edificios, ya documentados en los libros de visitas, que se ha empezado a documentar a raíz de los sondeos”.

Se constata también “la existencia de un foso defensivo que protegía el alcazarejo de la fortaleza, que se ha podido documentar”. Castillo adelantó “posiblemente dentro de la propia peña hay otra fortaleza más que sirve de base a la torre del homenaje de la peña de Martos”, pues los trabajos realizados hacen indicar la “superposición de estructuras muy interesantes” y “en trabajos posteriores podrá documentarse como era toda la organización interna de la fortaleza de La Peña de Martos”.

Emilio Torres, ha sostenido la firme convicción que tiene el equipo de gobierno “de trabajar por la recuperación del patrimonio de Martos, y la Fortaleza de la Peña” y calificó de “hito histórico” estos primeros trabajos. “Siempre se ha hablado de la necesidad de recuperar el castillo de la Peña, pero ha sido en esta legislatura, con este equipo de gobierno cuando se ha tomado la decisión y se ha empezado a trabajar”. Igualmente declaró “lo bueno está por venir y nuestro esfuerzo se centrará en seguir trabajando en el proyecto que estamos preparando junto a la UJA para concurrir a convocatorias futuras y conseguir fondos, para hacer un estudio integral y hasta donde la ley nos permita recuperar estos restos arqueológicos”.
(Fuente: Vivir Martos)

13 de agosto de 2020

Salen a la luz restos de los palacios islámicos de Jaén

El descubrimiento se ha realizado en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo y los restos encontrados se corresponderían a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades de los siglos XII-XIII
A lo largo de las últimas semanas se ha producido el descubrimiento, sin precedentes, de unas yeserías islámicas en Jaén en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo. Su excepcionalidad viene dada no solo por su excelente conservación, sino también porque se trata de la primera vez que son identificados restos de estas características en la ciudad. 

Según describe la arqueóloga, Mercedes Navarro, los restos hallados corresponden a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades (ss. XII-XIII) que ya fueron descubiertos hace más de una década en los solares contiguos/anejos. Por lo tanto, su documentación confirma las hipótesis que se formularon en su momento sobre la existencia de varios pabellones que conformarían un “espacio de poder” en pleno centro del casco histórico. 

Esta actuación se enmarcó en un contexto de transformaciones urbanas: se amplió la ciudad y su amurallado, se construyó un raudal subterráneo para el abastecimiento de agua y se levantó una nueva mezquita aljama (bajo la actual Catedral). El engrandecimiento y embellecimiento de la ciudad que se produjo durante este periodo almohade, llevó aparejada la construcción de nuevos edificios palaciegos de los que formaban parte las yeserías descubiertas. Sus paralelos más cercanos se encuentran en algunos de los palacios que conformaron el Alcázar de Sevilla, como el palacio del Yeso o el de la Contratación.

OTRAS ESTRUCTURAS DOCUMENTADAS
Además de estos restos, se han documentado otras estructuras que evidencian la transformación de la ciudad tras la conquista cristiana en 1246, primero, y posteriormente, tras la construcción del convento de Santo Domingo. Por lo tanto, esta excavación muestra evidencias únicas del devenir histórico de la ciudad de Jaén y de su progresiva evolución a lo largo de los siglos medievales y modernos.

La excavación de estos restos corresponde a la intervención arqueológica que está realizando el Área de Hª Medieval de la Universidad de Jaén, dirigida por Irene Montilla, y en la que participan Mercedes Navarro, Ana Visedo, Vicente Salvatierra y Juan Carlos Castillo. Esta actuación se encuadra en las obras de emergencia que se están llevando a cabo en la iglesia del Convento de Santo Domingo por parte de la Delegación Provincial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de Jaén.

29 de abril de 2020

Documentan una fortificación iberorromana bajo el castillo de La Guardia (Jaén)

La fortaleza está considerada como una de las primeras fortificaciones árabes de la Península tras la invasión del año 711. Es la primera vez que se encuentran indicios arquitectónicos "in situ" que evidencian la existencia de esa fortificación iberorromana.
El castillo sufrió una importante transformación entre los siglos XV y XVI.
Los primeros resultados de los trabajos arqueológicos realizados por el grupo investigación 'Patrimonio Arqueológico de Jaén' de la Universidad de Jaén (UJA) en el castillo de La Guardia (Jaén) confirman la existencia de una fortificación iberorromana bajo su estructura, considerada una de las primeras fortificaciones árabes de la Península tras la invasión del año 711.

El catedrático de Historia Medieval de la UJA, Juan Carlos Castillo, ha explicado en un comunicado que "anteriormente habían aparecido indicios de materiales cerámicos y elementos constructivos realizados en las murallas que podían indicar el origen iberorromano de esa fortificación, pero es la primera vez que encontramos indicios arquitectónicos in situ que evidencian la existencia de esa fortificación iberorromana".

"Las evidencias arqueológicas de los restos de estas estructuras defensivas han sido localizadas en un solo sondeo porque el resto de áreas excavadas están muy alteradas por las cimentaciones de los edificios medievales y renacentistas, lo que dificulta determinar el origen y la composición de las mismas", "sin embargo, en ese corte han aparecido varias líneas de muralla que pueden relacionarse con fortificaciones iberorromanas", ha añadido.

A través de sus trabajos, los investigadores de la UJA tienen como objetivo analizar el origen del recinto amurallado y los usos de esta fortificación durante la Edad Media.

De esta manera, han determinado que la antigua fortificación se convirtió en la base de los nuevos elementos defensivos construidos sobre ella; así como la enorme transformación sufrida a finales de la Edad Media y a principios de la Edad Moderna, entre los siglos XV y XVI, por parte de los señores de La Guardia de Jaén, los Mesías.

IGLESIA DE SANTA MARÍA
El catedrático ha dicho que han constatado que "la antigua iglesia de Santa María, que se construyó dentro del recinto amurallado, tuvo dos fases constructivas: una medieval, correspondiéndose con un templo pequeño que adapta su cabecera absidal al interior de una bestorre; y otra un poco posterior de mayor tamaño al incorporar criptas funerarias y capillas en los laterales".

El plan de actuación del grupo de investigación actualmente se está centrando en la recuperación del alcázar del castillo, abarcando la restauración de sus cuatro torres y lienzos de muralla.

Paralelamente, se está llevando a cabo el análisis arqueológico y la recuperación de los sondeos realizados en investigaciones anteriores entre 1995 y 1997, que fueron las primeras actuaciones, en las que ya colaboró la UJA.

NUEVAS ÁREAS DE EXCAVACIÓN
A su vez, se han abierto dos nuevas áreas de excavación con el objetivo de seguir profundizando en el conocimiento de la evolución histórica del conjunto fortificado de La Guardia y también determinar el grado de conservación de todos sus elementos.

El equipo de la UJA que lidera Juan Carlos Castillo y lo conforman Mercedes Navarro, María Victoria Gutiérrez, Vicente Salvatierra, Irene Montilla, José Luis Castillo, Miguel Ruiz Calvente, Carlos Cid, Ana Visedo y Eva María Alcázar, trabaja con la técnica conocida como Arqueología de la Arquitectura.

Esta misma técnica han empleado en el estudio de los castillos de Lopera, Villardompardo, o Alcaudete, entre otros, así como en el análisis de un sector de las murallas de Jaén, Beas de Segura, Sabiote o Arjona, entre otras.

El proyecto en el castillo de La Guardia arrancó en junio de 2019 y el trabajo de campo se extenderá en principio hasta el verano de 2020, se iniciarán todos los estudios de laboratorio, para culminar con la realización de la memoria final, prevista para 2021.

(Fuente: EFE)

2 de agosto de 2017

Sale a la luz un poblado calcolítico en el castillo de Villardompardo (Jaén)

También se han documentado un paño de muralla íbera y dos cisternas de agua de época romana.
El poblado tendría 4.500 años de antigüedad y sus casas cuevas son muy parecidas a las de Marroquíes Bajos de Jaén..
La Historia comienza con la invención de la escritura, pero antes que los garabatos, signos, letras y tratados de ortografía, todo el pasado desde la noche de los tiempos, está escrito en la tierra. Y para muestra un botón. Las últimas excavaciones arqueológicas realizadas en el castillo de Villardompardo, dentro del proceso de restauración de esta fortaleza medieval, han desvelado algo que ni propios ni extraños sospechaban: un pasado prehistórico soprendente. Los trabajos realizados por el Grupo Tragsa, en colaboración con la Universidad de Jaén, han puesto al descubierto un poblado calcolítico, es decir, de la Edad del Cobre, de 4.500 años de antigüedad.

CASAS CUEVA
“Han aparecido unas casas-cueva que, según los expertos son muy similares a las excavadas en Marroquíes Bajos de Jaén”, comenta el alcalde de Villardompardo, Francisco López Gay. Pero aun hay más. También se ha encontrado un paño de muralla ibera y dos cisternas de agua de época romana.

Esto, tratándose de la provincia de Jaén, no debería de llamar la atención, pero tratándose de Villardompardo sí. “Se sabe que el castillo fue construido en el siglo XIII y creemos que por los castellanos en 1245. también que nuestro pueblo es de época medieval, pero esta excavación demuestra que es mucho más antiguo. El castillo fue adquirido por el Ayuntamiento hace una docena de años y ya se ha excavado todo el interior. Se han hecho unas catas fuera y se van a hacer más, para saber si hay algo que valga la pena conocer”, precisa el alcalde. Añade que esta intervención, llevada a cabo por Tragsa con el apoyo de la Universidad de Jaén, forma parte del proceso de restauración del castillo, con cargo al 1,5% cultural del Ministerio de Fomento. “El Estado aporta el 70 por ciento de la restauración, la Diputación un 12,5%, la Junta de Andalucía otro 12,5% y el Ayuntamiento de Villardompardo el 5% restante”, aclara Francisco López Gay. “Nuestra intención es resturarlo, ponerlo en valor, abrirlo a vecinos y visitantes e incluirlo en la Ruta de los Castillos y las Batallas, a la que aún no pertenecemos por no ser un monumento histórico visitable”, asegura.

EN EL PATIO DEL CASTILLO
El castillo-palacio del siglo XIII situado en la zona más oriental de Villardompardo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Presenta preocupantes deterioros en sus restos, por lo que desde hace un año el Grupo Tragsa trabaja en su rehabilitación. Esta empresa de arqueología explica que durante esta intervención mientras se excavaba en la zona donde se encontraban el antiguo palacio renacentista y las caballerizas, se descubrieron unos hallazgos acordes con la época del castillo. Al excavar en la zona del patio se halló, con la consiguiente sorpresa para el equipo de arqueólogos, un poblado del Calcolítico de 4.500 años de antigüedad, murallas íberas y cisternas romanas, “que rompen con la creencia de que el primer asentamiento fue cristiano”. Tragsa añade que la primera fase de estas excavaciones comenzó en octubre de 2016 y tuvo una duración de dos meses. En marzo de este año se inició una segunda fase que finalizó en junio, dando así por concluidos los trabajos de excavación.

RESTAURACIÓN DE LA TORRE DEL HOMENAJE
Junto con los trabajos de excavación se rehabilitó la torre del homenaje, se restauró la muralla perimetral y se construyó un edificio nuevo. El Castillo de Villardompardo fue comprado en 2006 por el ayuntamiento de este municipio, pasando así a ser de titularidad pública. La primera mención expresa de Villardompardo se remonta a 1245 y alude a su conquista y repoblación por parte de Fernando III El Santo. El rey donó lo que entonces era una pequeña alquería a uno de los nobles que lo acompañaban: Pedro Aznar Pardo, de quien recibió su nombre El Villar de Don Pardo.

El hallazgo de elementos arqueológicos anteriores a la Edad Media como hachas neolíticas, pilas romanas o pavimentos de ladrillo, indica una ocupación más antigua. También se han encontrado vestigios de poblamiento en los alrededores de este municipio jiennense.

29 de mayo de 2015

Los arqueólogos descubren la puerta original del S. XIII en la torre del castillo de Villardompardo (Jaén)

Se trata de una puerta con arco enjarjado del S. XIII que en la actualidad está cegada por la construcción de un aljibe como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV. El hallazgo lo han realizado arqueólogos de la Universidad de Jaén durante la III campaña de excavaciones fruto del Convenio suscrito con el Ayuntamiento de Villardompardo.
Mercedes Navarro, Victoria Gutiérrez e Irene Montilla con parte del equipo de excavación en el interior de la torre. A la izquierda el arco interior de la puerta.
Poco a poco el castillo de Villardompardo va descubriendo sus secretos. Y es que después de dos campañas anteriores los arqueólogos de la Universidad de Jaén siguen sumando importantes logros en los trabajos de excavación del castillo-palacio de Villardompardo.

Según Mercedes Navarro, una de las arqueólogas que trabajan en el castillo bajo la dirección del profesor de Historia Medieval Vicente Salvatierra, "en la primera campaña de excavación realizada en el año 2012 los niveles documentados eran mayoritariamente de escombro pertenecientes a la demolición del edificio". "Después de dos campañas de excavación (2012-2013) que aportaron nuevos datos sobre la historia del castillo, a primeros de mayo se ha iniciado la tercera que está sorprendiéndonos con nuevos hallazgos".

Aspecto exterior de la puerta del S. XIII.

OCULTA HASTA NUESTROS DÍAS
De los descubrimientos que hemos realizado en el castillo -nos cuenta Navarro- el acceso original al torreón es uno de los mas destacados "Se trata de una puerta con arco enjarjado que ha permanecido oculta hasta nuestros días ya que fue cegada con la construcción de un aljibe en el interior de la torre , como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV".

La torre del castillo está levantada sobre la base geológica compuesta de margas y alcanza los 20 metros de altura. Por la parte en que la roca no aflora, los constructores dispusieron un zócalo de sillarejo. El resto de la torre es de mampostería en hileras regulares, mientras que las esquinas son de sillarejo más regular, que por la parte alta alterna con núcleos de ladrillo.

DIFERENTES REFORMAS
"La interpretación del castillo no es una tarea sencilla" -nos comenta Navarro- "ya que desde su edificación en el S. XIII en tiempos de Fernando III sobre un hipotético asentamiento islámico del que aún no tenemos ningún dato, el castillo ha pasado por diferentes reformas que lo han ido transformando y adaptando a diferentes usos".

"De todas las reformas realizadas, quizás la más importante es la que se llevó a cabo en el S. XVI, para adaptarlo como residencia palaciega". Según Mercedes Navarro, "en este momento, la torre defensiva queda integrada en el interior del palacio, lo que la hace invisible al exterior". "Se abren en ella nuevas puertas para comunicar diferentes estancias palaciegas y se construyen nuevas escaleras.

Fragmento del pavimento original del palacio. 

 "A esta importante reforma también pertenecería el actual acceso al recinto coronado con una imponente portada renacentista y la construcción de varios edificios en torno al patio central."

"De esta época -nos comenta Navarro- además de restos del pavimento cerámico original también hemos encontrado algunos elementos decorativos en yeso y una figura de plomo." 




DE PALACIO A PLAZA DE TOROS
Sin embargo, éste carácter palatino del castillo deja paso más adelante a su empleo como centro de concentración agrícola, debido a nuevas transformaciones en las naves residenciales que se convierten en zonas de almacenaje.

Posteriormente, ya en el S. XX el recinto del castillo es adaptado como plaza de toros, con lo que se destruyó una buena parte de la planta de los edificios.

Los trabajos en el castillo de Villardompardo son fruto del Convenio suscrito entre el Ayuntamiento de esta localidad gienense con la Universidad de Jaén para la recuperación de este espacio municipal que fué declarado Bien de Interés Cultural en 1985.