google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: julio 2017

31 de julio de 2017

La ciudad perdida de Caraca resurge del olvido en Driebes (Guadalajara)

Desde el pasado 17 de julio los arqueólogos sacan a la luz estructuras de esta urbe romana, nudo importante de comunicaciones en la vía de Complutum a Segóbriga camino a Cartago Nova
El georadar desveló las estructuras urbanas de la ciudad romana que antes fue un oppidum carpetano. 
Desde el cerro de la Virgen de la Muela no se divisa ni un pueblo, ni una casa aislada, nada. Driebes, la localidad más cercana, se encuentra a unos seis kilómetros de carretil de piedras, polvo y matojos. En este paraje olvidado de Guadalajara hoy solo quedan en pie las ruinas de la antigua ermita que da nombre al lugar, en medio de un extenso campo de cereal recién cosechado. En otro tiempo, sin embargo, aquí se levantaba la ciudad de Caraca, una importante urbe de la Hispania romana a la que acudían las gentes del entorno para ir al mercado, al foro o al templo. La empinada cuesta que baja hasta el Tajo era entonces un transitado tramo de la calzada romana que conducía a Cartago Nova (Cartagena).

«Donde ahora pisamos debía de estar el foro», indica el arqueólogo Emilio Gamo, mientras muestra el plano con los resultados del georradar y drones que sirvieron en febrero para anunciar el descubrimiento de esta ciudad perdida que citaron Plutarco o Ptolomeo, equidistante de Complutum (Alcalá de Henares) y Segóbriga (Saelices, Cuenca), según el Anónimo de Rávena.

Se la había situado anteriormente en lugares como Almoguera o Tarancón, pero el hallazgo en 1945 de un tesorillo de plata de unos 14 kilos durante la construcción del canal de Estremera hizo sospechar de la existencia de un yacimiento en Driebes. Los profesores Jorge Sánchez-Lafuente y Juan Manuel Abascal defendieron en los años 80 que se trataba de la ciudad romana de Caraca, pero hasta ahora nunca se había excavado en este lugar.

El georradar reveló que ante la ermita se extendía antiguamente un espacio diáfano, rodeado por una columnata a modo de pórtico. De ratificarse la existencia allí de un foro, como estos datos sugieren, se habrá dado con la primera ciudad romana de la que se tiene constancia en la provincia de Guadalajara.

Las excavaciones que se están llevando a cabo desde el 17 de julio vienen a confirmar el diagnóstico al que llegaron los arqueólogos. «Empezamos a constatar estructuras y una serie de materiales que ratifican los resultados que dio el georradar en la campaña precedente», subraya Javier Fernández Ortea, coodirector del proyecto junto con Gamo.

En las dos catas abiertas, ya se aprecian con claridad algunos muros de antiguas edificaciones públicas romanas, aunque aún es pronto para poder identificarlas como parte del foro y para datar la época en que éste fue erigido, un dato clave para saber cuándo esta población fue promocionada jurídicamente como ciudad romana.

Hay una tercera cata señalada, en el cruce del cardo y el decumano, las dos coordenadas que vertebraban toda urbe romana. Allí el georradar indica que podría conservarse un empedrado con un sistema de alcantarillado. Si es así, servirá para verificar hasta qué nivel de desarrollo llegó Caraca.

Con estas primeras intervenciones quirúrgicas, el equipo interdisciplinar que dirigen Gamo Pazos y Fernández Ortea pretende registrar la estratigrafía de la ciudad y conocer así la evolución histórica de este lugar que se cree que estuvo habitado desde comienzos del primer milenio antes de Cristo y fue un «oppidum», un asentamiento carpetano antes de la romanización.


UNA CIUDAD DE 1.800 HABITANTES
La ciudad, de unas 8 hectáreas en el perímetro que creen que pudo estar amurallado y otras cuatro de zona anexa, se abastecía de agua a través de un acueducto de tres kilómetros del que quedan unos 130 metros, según han podido comprobar los arqueólogos en las proximidades del cerro de la Virgen de la Muela. Calculan que llevaba 1,3 litros por segundo, lo que les lleva a pensar en una población de entre 1.500 y 1.800 habitantes.

Bajo el sol de justicia que cae sobre el yacimiento, Javier Fernández comenta que en época romana el clima era más húmedo y había más vegetación. «Posiblemente era un lugar más habitable y había más densidad de población en esta zona hace 2.000 años que ahora», dice.

La ciudad contó con templos, que estarían ubicados bajo la actual ermita derruida, con posibles termas y con un macellum (mercado) donde acudían los campesinos y artesanos de los alrededores para comprar y vender. «Debió de ser una ciudad como Valeria o Ercávica», apunta Gamo haciendo referencia a dos yacimientos romanos de Cuenca.

El arqueólogo de la UNED explica que por su posición estratégica sobre la vera del Tajo y la presencia de atochas en la zona, creen que se dedicaba a la explotación del esparto, tan apreciado en la época por su uso para confeccionar cabos para la navegación o la minería, o para usos cotidianos (calzado, cestas...).

Caraca se destacó también por la exportación del lapis specularis o espejuelo, un yeso traslúcido y brillante que los romanos utilizaron en sus ventanas antes del vidrio. «Quizá el declive del uso del lapis specularis tuvo relación con el abandono de Caraca en el siglo II d.C.», sugiere el arqueólogo Saúl Martín.


UN CSI ARQUEOLÓGICO
Los peones que ayudan en la excavación acaban de encontrar un fragmento de interés y requieren el examen de Gamo, que explica: «Esto es como en CSI, investigamos cada pieza, cada detalle, solo que no es una escena de un crimen».

Excavar en un yacimiento virgen como el de Caraca permite estudiarlo desde cero, documentando de forma exhaustiva cada hallazgo, con el apoyo de modernos métodos como el sistema de información geográfica del Instituto Geográfico Nacional o los sistemas de información geocientífica del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). El equipo multidisciplinar cuenta con la ayuda de especialistas en inscripciones latinas, expertos en gestión del patrimonio y especialistas del IGME, así como con la financiación de la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Driebes, la Asociación de Mujeres de Brea de Tajoy y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.

Los arqueólogos confían que Caraca arroje luz sobre un periodo histórico aún en parte desconocido. Es «otra tesela más en ese mosaico tan complejo de la romanización en el interior peninsular», subraya Fernández Ortea.

Hasta el 17 de agosto removerán la tierra en busca de cuanta información logren obtener, pero parte de Caraca siempre ha estado ahí, a la vista de cualquiera. En la construcción de la ermita de la Virgen de la Muela en el siglo XVI se reutilizaron fustes de columna que aún permanecen encajados en las paredes, uno incluso numerado con un cinco romano.

En las laderas del cerro, es fácil ver grandes piedras que formaron parte de edificios públicos de relevancia. Los agricultores las fueron arrojando a un lado cada vez que daban con alguna que les impedía arar el campo. No es ésa una buena tierra para cultivar. Allí donde antes se empedró una calle o se levantó una vivienda no crece igual el cereal.

El cerro de la Virgen de la Muela donde el pastor Mariano Vadillo jugaba solo en su niñez con aquellas piedras y trozos cerámicos de los que desconocía su origen, acapara ahora el interés de lugareños y curiosos, tanto que la Guardia Civil patrulla a menudo por los alrededores, no sea que una porción de la Hispania romana acabe olvidado en la vitrina de algún desaprensivo sin revelar sus secretos.


EL TESORO ESCONDIDO A FINALES DEL S. III a.C.
Durante la construcción del canal de Estremera en 1945 se descubrió en un talud del cerro de la Virgen de la Muela un tesorillo de plata de más de 13 kilos en forma de tortas, lingotes y fragmentos de adornos (torques, brazaletes, varillas, sortijas y fíbulas) que actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional. Son piezas de cultura carpetana, datadas entre los siglos IV y III antes de Cristo o principios del II a.C. «El peso de las tortas, entre 448 y 455 gramos y sus particiones indican que utilizaban un sistema metrológio estandarizado, similar al de Cancho Roano», se indica en la vitrina que contiene las piezas halladas en Driebes. Los fragmentos completarían el valor de su peso en una transacción comercial. Las monedas constituyen solo una pequeña parte del tesoro y en su mayoría están partidas, pues se usaron como pequeños lingotes. Algunas proceden de Cartago y por su datación se ha podido fechar cuándo se ocultó el tesoro, ya que las más modernas fueron acuñadas a finales del siglo III a.C.

La pieza más relevante del tesoro es una fíbula que debió de ser emblema de un personaje de la aristocracia. Muestra un personaje con casco y torques en el pie y una escena simétrica de un felino que devora una cabeza humana en el puente. Ésta representaría a un jefe guerrero que al ser comido por el león se convierte en héroe. Cuando se descubrió, el arqueólogo Julián San Valero Aparisi la llamó «Fíbula de Hércules», creyendo que la imagen del puente representaba al héroe griego vestido con la piel del león de Nemea.

28 de julio de 2017

Descubren un pasillo de acceso al dolmen de Salas (Asturias)

También se ha documentado un círculo de arcilla rodeando la tumba neolítica. Es la primera estructura del conjunto funerario y única en el noroeste peninsular
Rodríguez del Cueto explica los resultados de las excavaciones a un grupo de visitantes. FOTO: BELÉN G. HIDALGO
A pesar de que el sol no concedía una tregua y el mercurio superaba los 27 grados, en la Campa de San Juan decenas de personas de todas las edades no quisieron perderse la oportunidad de asomarse al pasado neolítico de Salas. En la segunda jornada de puertas de abiertas, que finaliza hoy, el arqueólogo Fernando Rodríguez del Cueto dejó de lado su labor de campo para ejercer de guía. «Este yacimiento es una magnífica muestra del megalitismo regional», apuntaba nada más comenzar. «Hemos constatado que el círculo de arcilla que rodea la cámara dolménica es la primera estructura previa. Es algo que solo nos hemos encontrado en esta necrópolis, único en el noroeste peninsular», explicó el arqueólogo. Sobre ella han hallado evidencias que señalan que hubo fuego. Desconocen si se trata de algo fortuito o bien obedece a algún ritual purificador.

PASADIZO A LA CÁMARA FUNERARIA
Pero no ha sido la única novedad de esta segunda campaña. Al haber ampliado la excavación, se ha descubierto un pórtico que permitía, a través de una suerte de pasadizo, el acceso a la cámara funeraria. El conjunto evidencia lo complejo de la estructura y de su construcción: «Hasta aquí han traslado cestas y cestas de tierra. 


Los estudios de los geólogos han determinado que la arcilla hallada no pertenece únicamente a este lugar, procede de la zona de Valderrodero», cuenta. Ese esfuerzo pone de manifiesto también la importancia que estos antepasados otorgaban a esta construcción: «Levantaron este conjunto funerario para honrar a alguien poderoso, respetado, querido...», relata Rodríguez del Cueto. Insiste en que resulta imposible hallar restos óseos de los antepasados salenses del Neolítico por las características de la tierra. «Lo que sí está constatado es la existencia de estructuras previas al dolmen. El discurso ha evolucionado y hemos comprobado que la cámara dolménica es el momento final de un proceso constructivo largo en el tiempo», concluye.

EQUIPO DE TRABAJO
En esta campaña han participado siete estudiantes del grado de Historia o Arqueología y del Máster de Arqueología de la Universidad de Oviedo, Barcelona, Santiago, las Palmas de Gran Canaria y la Universidad Complutense de Madrid. La coordinación corre a cargo del área de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, bajo la dirección del catedrático Miguel Ángel de Blas Cortina, director científico de los trabajos.

Olaya López también es estudiante de Historia y acudía por primera vez a este yacimiento como visitante. Aunque no estaba interesada en estudiar nada relacionado con la arqueología reconocía que «es un complemento a sus estudios».

A su compañera, Covadonga López, le llamaba la atención la estructura del monumento funerario: «Sobre todo, descubrir que no son únicamente las piedras del dolmen, que existe mucho más alrededor que aporta información muy relevante», señalaba.

Sorprendida e interesada, por partes iguales, se mostraba Clara García, que veranea en un caserío de La Mallecina, en Salas. «Me parece impresionante y me maravilla el trabajo de estos profesionales, que sean capaces de reconstruir una historia tan lejana en el tiempo y, sobre todo, me fascina el hecho de que si regresas el año que viene, esa historia que han ido armando se sigue completando, continúa», afirma.

27 de julio de 2017

El Seprona denuncia al autor de prospecciones ilegales en el entorno del yacimiento de Clunia

El Seprona de la Guardia Civil de Burgos ha identificado y denunciado a un varón de 46 años de edad por infringir la Ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León, al realizar actividades arqueológicas sin autorización en el yacimiento de Clunia.
La furgoneta tenía practicada un doble fondo en el que se hallaron 64 piezas de metal de época romana.
El Seprona de Santa María del Campo tenía conocimiento de la presencia de una persona, el pasado jueves 20 de julio, en las proximidades del yacimiento arqueológico de Clunia, que auxiliado de un detector de metales estuvo realizando búsquedas con el fin de localizar objetos enterrados.

Las pesquisas practicadas han permitido identificar y localizar a la persona en una localidad de La Demanda, conociéndose que llegó al lugar en una furgoneta.

Personados en su domicilio, fue hallado en el interior de su vehículo un detector de metales y una azada de mano y caídos entre los asientos delanteros un anillo y dos monedas de notable antigüedad.

Un registro más minucioso al habitáculo de la furgoneta ha permitido localizar, en un doble fondo ubicado debajo del asiento del conductor, camuflado por la alfombrilla, otras 64 piezas de metal de igual procedencia, pudiendo datarse de la época romana.


Trasladados al paraje donde realizó las prospecciones, en las cercanías del asentamiento romano, se encontraron dos hoyos excavados practicados recientemente con alguna herramienta.

Se han recuperado e inventariado: 11 monedas, 1 mini campana tallada a mano, 4 botones de metal, 2 figuras talladas a mano, 1 medalla, 1 anillo y otros 47 objetos aún sin identificar por su estado de deterioro.

Los hechos han sido puestos en conocimiento del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León en Burgos por infracciones a la Ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León, por realizar actividades arqueológicas sin autorización.

RECOMENDACIONES
Para realizar actividades arqueológicas, es imprescindible autorización previa y expresa de la Consejería competente en materia de cultura.

Se considera Prospección Arqueológica la utilización de aparatos detectores de metales para la búsqueda de objetos en Zonas Arqueológicas, Yacimiento Arqueológico Inventariado así como el resto de sitios o lugares arqueológicos inscritos en el Registro de Lugares Arqueológicos.

Los usuarios de estos aparatos deben poseer autorización para realizar actividades arqueológicas. Ante un hallazgo casual de un bien arqueológico están obligados a paralizar su actuación y comunicarlo inmediatamente a la Dirección General competente en materia de Patrimonio y Bienes Culturales.

Antes de utilizar un detector de metales debe de informarse de si el paraje es una zona arqueológica, yacimiento u otro lugar arqueológico, puesto que está prohibida su utilización en dichos lugares sin autorización.

(Fuente: Siete Semanal)

26 de julio de 2017

Hallan un asentamiento con cientos de restos arqueológicos dentro de la fortaleza de Tiñana

El sondeo realizado saca a la luz una cabaña de la época tardoantigua que «aportará importantes datos sobre la forma de vida durante los orígenes del Reino de Asturias»
Recreación de una fortaleza similar a la de Tiñana realizada por la empresa valenciana Aescala para el Museo de Asturias.
El momento de transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media es una época muy oscura. En Asturias, en ese momento, entre los siglos V y VIII, fue el del nacimiento de la aristocracia que dio lugar al Reino de Asturias,y apenas se conocen asentamientos que permitan saber cómo era la vida de los habitantes de la región en aquella época. Hasta ahora. 

El hallazgo de un asentamiento, una cabaña, con «cientos de restos arqueológicos» en el interior de la fortaleza de Tiñana, en Siero, permitirá a los investigadores «aportar datos sobre la vida de las poblaciones asturianas en este momento de transición histórico, la génesis del Reino de Asturias». El proceso para sacar a la luz todos los secretos de esta fortaleza, conocida como Castiello de Fozana, localizada en 1957, pero clasificada en su momento como asentamiento castreño, no ha hecho más que empezar.

A lo largo de tres días, el equipo que dirigen los profesores Pablo C. Díaz e Iñaki Martín Viso, con la colaboración de Luis R. Menéndez Bueyes y el arqueólogo Alfonso Fanjul Pedraza, en un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad en colaboración con la Universidad de Salamanca, realizaron un sondeo en lo que tienen identificado como el interior de la parte fortificada, hallando un muro de lo que sería uno de los pocos ejemplos de una zona de hábitat en ese periodo. 

NUMEROSOS RESTOS
Una cabaña en la que, carbonizados, aparecieron numerosos restos de fauna, cerámica, escorias de producción metalúrgica y apliques de bronce, que en uno de los casos parece que estaba sujeto a una pieza de cuero carbonizada. «Probablemente un cinturón o unos correajes», detalla el investigador asturiano Alfonso Fanjul. Otra pieza importante, explica, es «un crisol de fundición de cobre», lo que les permitirá ver cómo fue evolucionando esa tecnología con el paso del tiempo.

Entre los restos de fauna, «una mandíbula de un herbívoro, una cabra o una oveja, que seguramente les servía de alimento, porque no parece un espacio para estabulación, al ser tan pequeño», detalla. Y además, algo muy importante: «Semillas». Y es que tras analizar esos restos de cereal y leguminosas se podrá conocer, por ejemplo, «si en su dieta conservaban la escanda o si ya hay algún cereal nuevo».

MUESTRAS DE POLEN
También han tomado muestras de polen para «completar una visión del paisaje campesino en la transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media». No en vano, el proyecto de investigación lleva por título 'Formación y dinámica de los espacios comunales ganaderos en el noroeste de la península ibérica medieval: paisajes e identidades sociales en perspectiva comparada'. A partir del polen pretenden reconstruir el paisaje vegetal inmediato a la fortaleza en ese momento de ocupación. Otro objetivo es realizar una datación por medio del Carbono 14 para fechar de forma exacta ese momento de ocupación.

Con todos esos datos en la mano, y los resultados de los análisis sobre los «cientos de restos arqueológicos encontrados, una barbaridad para el tamaño de la cata», estarán en disposición de dar un montón de respuestas sobre la forma de vida en lo que podría ser la primera fortaleza del reino astur. «Se han localizado algunas necrópolis, como en Argandenes o Belmonte, y también una capa del siglo VI en el castillo de Gauzón, pero este yacimiento, por su tamaño y por su riqueza, es el más importante de Asturias en ese periodo», explica Fanjul. «No es normal que con un sondeo tan pequeño saquemos tanto material». Por eso, tras los análisis, su objetivo es realizar una excavación más amplia de la zona. «Estaría bien sacar la cabaña completa, porque suponemos que habrá más, pegadas a la muralla por su parte interior». 

La fortaleza, de carácter defensivo y situada en un «punto estratégico de acceso del valle del Nalón al centro de Asturias, mide 139 metros de longitud y 94 metros de ancho y, además de dos torres, cuenta con un aljibe de acceso a una fuente de agua.

25 de julio de 2017

Talento y voluntariado juvenil para seguir descubriendo la historia de Cástulo

Los voluntarios realizarán tareas de limpieza, análisis y estudio de los materiales hallados además de labores de restauración, catalogación y siglado de cerámica, así como trabajos de limpieza y documentación en los sondeos planteados.
Los voluntarios contribuyen a descubrir el extenso yacimiento.
Veinticinco jóvenes procedentes de toda España (con edades comprendidas entre los 18 y 29 años) participan en la XIII edición del Campo de Trabajo que el Instituto Andaluz de la Juventud oferta en el Conjunto Arqueológico de Cástulo. A lo largo de dos semanas, los jóvenes contribuirán de forma voluntaria a seguir descubriendo el extenso yacimiento y apoyando las labores que ya realizan los técnicos y otros trabajadores en Cástulo. La delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo, valoró la implicación de los chicos. «Ellos hacen un verano diferente. Además de buscar ocio y diversión, buscan también aprendizaje, conocimiento y aportar algo a la sociedad desde el voluntariado y hay que darles las gracias», comentó Cobo.

En concreto y coordinados por arqueólogos, realizarán tareas de limpieza, análisis y estudio de los materiales hallados hasta el momento, además de la restauración, catalogación y siglado de cerámica, así como trabajos de limpieza y documentación en los sondeos arqueológicos planteados.

Los participantes pernoctarán en La Garza y completarán allí su jornada con otras actividades lúdicas y culturales. En el Campo de Trabajo de Cástulo colabora también el Ayuntamiento de Linares y el alcalde, Juan Fernández, alabó también la presencia de los jóvenes. «Todo ese trabajo de manera conjuntada y bien dirigido por los técnicos especialistas son apoyos que se van sumando en esa larga tarea para un yacimiento que tiene trabajo para todo este siglo. Estamos pendientes de la sinagoga judía y precisamente están trabajando en esa zona para ver si de alguna manera se certifica ese origen. Celebrar que los jóvenes emplean su tiempo aquí que va en pro del trabajo que hay que realizar en este yacimiento», sostuvo Fernández.


MÁS PERSONAL
El verano es la época en la que más concurrido está Cástulo. Recientemente, han finalizado su campaña de excavación e investigación de este año un equipo de la Universidad de Chapman (California, Estados Unidos), y también se encuentran trabajando en el yacimiento arqueológico treinta vecinos gracias al programa 'Emplea' (Emplea Joven y Emplea 30+) de la Junta de Andalucía. Asimismo, en agosto comenzará el campus 'Cástulo: Puerto de Encuentros', organizado por la Universidad de Jaén con el apoyo financiero de la Junta.

Por otro lado, la delegada del Gobierno hizo referencia a la mesa de trabajo que se creó para lograr aunar esfuerzos de todas las administraciones públicas. «Hacía mucha falta esa coordinación y desatascar algunas cosas porque somos muchas las administraciones que estamos ahí y estamos trabajando para que el resultado sea lo que hemos podido ver allí. Estuve aquí hace unos meses y esto ha cambiado muchísimo y ha sido por ese esfuerzo, trabajo y coordinación de todas las administraciones implicadas», añadió la delegada del Gobierno en Jaén.

Por último, el alcalde espera que en invierno se ponga la cubierta provisional y se proceda al acondicionamiento del edificio cristiano que financiará la Diputación de Jaén.

24 de julio de 2017

Las excavaciones revelan las grandes dimensiones del anfiteatro romano de Porcuna (Jaén)

Del coliseo, que podría albergar a más de diez mil espectadores, ya se han desenterrado los pilares de la fachada meridional que muestran un vano cegado con una sólida sillería de enormes bloques, ciclópea y almohadillada. Los derrumbes revelan estructuras constructivas de más de diez metros de altura.
El coliseo tendría capacidad para más de 10.000 espectadores.
Según informa el Ayuntamiento de Porcuna en una nota, por su dimensión, superior a la de un campo de fútbol, implica que tenía capacidad para más de 10.000 espectadores, de forma que el anfiteatro de la entonces romana Obulco es uno de los principales monumentos de su etapa histórica construidos en la Península Ibérica.

Los trabajos iniciales han propiciado que emerjan muros de gran envergadura en tan perfecto estado de conservación que el resultado ha sorprendido al impulsor del proyecto, el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno.

El regidor ha admitido que la apuesta municipal ha dado un fruto impensable, pues se "sabía que el hallazgo era importante y por eso se invirtió en él, pero lo cierto es que lo que se ha descubierto sobrepasa las expectativas más optimistas".

SILLERÍA ALMOHADILLADA
Moreno ha explicado que a pesar de que la excavación acaba de comenzar, ya han sido desenterrados los pilares de la fachada meridional, con un vano cegado de época, que muestran una sólida sillería de enormes bloques, ciclópea y almohadillada.

Para el director de la excavación arqueológica, Rafael Saco, las perspectivas son excelentes por la magnífica conservación de los muros exhumados, de casi tres metros de altura, sin bien admite que otras zonas están más alteradas.

ESTRUCTURAS DE 10 METROS
En ese aspecto, su buen estado se deriva de los grandes derrumbes de estructuras con una altura de diez metros, ya que protegió a los sillares de los frecuentes saqueos que se llevaban a cabo en otras épocas para utilizar las piedras en diversas construcciones.

El anfiteatro de Porcuna, que se encuentra bajo calles y viviendas, casi rozaba la superficie. De hecho, los arqueólogos apenas habían excavado medio metro en el subsuelo cuando surgió el coliseo, cuya magnitud es coherente con la de la antigua ciudad de Obulco, sobre la que se asienta Porcuna.

MAYOR QUE CÓRDOBA
Tal y como indican los arqueólogos, la superficie de Obulco era mayor que la de la Córdoba romana, de ahí la presencia de los numerosos vestigios arquitectónicos romanos que jalonan el municipio, como las cisterna de la Calderona, los recintos fortificados del Comendador y Jabonero y las fachadas de las casas nobles del sector de San Benito.

La obra cuenta con la autorización de la Junta de Andalucía, una de cuyas inspectoras ha visitado recientemente la zona en la que ha surgido el anfiteatro. Precisamente, Moreno planteará a la administración autonómica, y también a la central, que respalden financieramente el proyecto para que Andalucía cuente con un monumento de la época romana a la altura de los anfiteatros de Mérida, Tarragona y Sagunto.

El alcalde porcunense está convencido de que el coliseo apuntalará el atractivo turístico del resto de los yacimientos del municipio, lo que, al propiciar un incremento de visitantes, lo convertirá en un "importante recurso económico para la población".

21 de julio de 2017

El Cerro de la Merced afronta su sexta campaña de investigación

Las labores se centrarán en el trabajo de laboratorio sobre los materiales encontrados en años anteriores, así como el cerramiento y la protección del yacimiento de Cabra (Córdoba)
Presentación de la campaña en el Museo Arqueológico de Cabra. FOTO: A.J. ROLDÁN
Por sexto año consecutivo el Ayuntamiento de Cabra ha dado inicio a la campaña estival de estudio en el yacimiento del Cerro de la Merced, un poblado íbero ubicado en el término municipal egabrense y en el que un equipo de arqueólogos comandados por el doctor en Prehistoria Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Quesada, viene desarrollando un concienzudo programa de excavación e investigación que está dando sus frutos, puesto que las conclusiones recabadas hasta el momento han conseguido llamar la atención de la comunidad científica internacional al considerarse un fiel testimonio de la vida de las comunidades íberas en la península entre los siglos IV y I antes de Cristo.

Para esta nueva edición, que dará comienzo en los próximos días, los investigadores fijarán la prioridad en la consolidación, protección y puesta en valor del yacimiento, empleando para ello novedosas técnicas de reconstrucción digital para una mejor comprensión por parte del visitante. Además, ya se trabaja en el estudio de los materiales hallados con vistas a su publicación, para lo cual se desarrollará una nueva campaña de análisis de las cerámicas, armas, molinos o utensilios de piedra y metal encontrados en el Cerro de la Merced.

Así se hizo público ayer en un acto al que asistió, además del alcalde egabrense, Fernando Priego, y el profesor Quesada, el arqueólogo provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Alejandro Ibáñez, dada la colaboración institucional entre ambas administraciones en torno a este proyecto.

TRABAJO DE LABORATORIO
"Por cada hora de trabajo en el campo hay tres en el laboratorio", indicó el arqueólogo, quien justificó que en este sexto año la actividad se centre en la investigación y el estudio de lo ya encontrado. Un trabajo que "está permitiendo descubrimientos" como, entre otros, el hallazgo de una moneda con estampaciones y símbolos que la ubican en 1659 y relaciona el yacimiento con el proceso de búsqueda de tesoros registrado tras la expulsión de los moriscos por Felipe IV, "que supuestamente habían dejado riquezas escondidas a la espera de su vuelta", o la aparición de cuatro hachas pulidas de origen neolítico "de casi 4.000 años antes de la datación del poblado" en la zona del palacio de aquel asentamiento.

Igualmente, el equipo investigador se encuentra culminando el proceso de dibujo técnico y digitalización de alrededor de dos millares de piezas encontradas en el Cerro de la Merced "con vistas a la presentación de la memoria provisional de resultados" a la Junta de Andalucía que permitirá "adelantar el proceso de declaración como Bien de Interés Cultural del yacimiento", algo que le otorgará "una categoría reconocida para su protección" y "gran valor", precisó Quesada.

APUESTA POR LA ARQUEOLOGÍA
"No va a haber excavación en el Cerro de la Merced pero eso no significa que el proyecto esté acabado", aclaró el regidor egabrense, quien agradeció la "importante responsabilidad" que asumieron el profesor Quesada y su equipo con el yacimiento, consiguiendo colocar al municipio en el mapa de la arqueología nacional gracias tanto a este asentamiento íbero como a las cuevas artificiales de La Beleña, que están siendo excavadas por expertos de la universidad canaria de La Laguna. Para ambos, el Consistorio ha destinado solo en esta anualidad más de 100.000 euros de presupuesto, a lo que hay que sumar la partida de 50.000 euros dirigidos a sufragar los gastos de construcción de muros de contención y cerramiento del campo de trabajo ayer presentado.

20 de julio de 2017

Las investigaciones confirman la localización de la ciudad íbera de Iliturgi en Mengíbar (Jaén)

Los trabajos, dirigidos por los investigadores del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Juan Pedro Bellón y Carmen Rueda, se han desarrollado durante los meses de junio y julio dentro de la campaña de excavación y microprospección realizada en el proyecto 'Iliturgi Delenda Est', que ha contado con la financiación del Ayuntamiento de Mengíbar y del Instituto de Estudios Giennenses (IEG).
El equipo de investigación ha encontrado evidencias del asedio que sufrió la ciudad ibérica. FOTO: EP
El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ha documentado un oppidum ibérico de los siglos IV y III antes de Cristo, en el paraje conocido como Cerro de la Muela, en Mengíbar (Jaén), y se corresponden con ciudad íbera de Iliturgi, destruida y abandonada como consecuencia del asedio militar romano en el contexto de la Segunda Guerra Púnica.

Juan Pedro Bellón aseguró en rueda de prensa que los restos del asedio localizados son trascendentales para la investigación de la historia militar romana y vuelven a poner en primer plano las investigaciones arqueológicas realizadas en la provincia de Jaén.

"Si la ciudad romana de Iliturgi se encuentra en Cerro Maquiz, el oppidum íbero estaría en el Cerro de La Muela, donde hemos constatado, por primera vez en la península, los restos de artillería romana, concentrados en el entorno de uno de los accesos a la acrópolis del asentamiento", dijo Bellón.

MÁQUINAS DE GUERRA
El director añadió que tras la toma de Carthagonova (209 a.C.), Escipión no sólo consiguió un importante botín, sino que accedió al arsenal cartaginés de la ciudad. Sólo tres años después, en el 206 a.C. las 'máquinas de guerra' capturadas como botín en Carthagonova fueron utilizadas por el ejército romano en el Cerro de la Muela para asediar y destruir la ciudad ibera de Iliturgi.

Es por ello por lo que el investigador considera que el hallazgo "convierte al sitio en único, desde el punto de visto arqueológico, del conocimiento y patrimonial, creándose una relación entre la puesta en valor del sitio en Mengíbar en un futuro y la aportación al futuro Museo de Arte Ibero, puesto que van a ser piezas únicas que aportarán valor al museo".

UNA CIUDAD NUEVA
Balas de plomo, monedas, puntas de flechas son algunos de los múltiples restos arqueológicos localizados en el entorno de la fortificación y con el que se demuestra el asedio que sufrió esta ciudad que quedó destruida. De hecho, los romanos optaron por Cerro Maquiz, a varios kilómetros, para volver a levantar la Iliturgi romana, lo que explica que debajo de los restos romanos no se encontraran los vestigios de la original ibera.

Para la localización del sitio la fotografía aérea de los años 45 y 46 ha sido "fundamental". "La descripción de Tito Livio sobre la destrucción de Iliturgi nos dice que primero se produjo la toma de la ciudadela y después se bajó al resto de la ciudad, lo que coincide con la topografía del sitio", ha explicado Bellón.

En 1945 la huella es muy evidente, la fortificación de la ciudad estaba conservada. Actualmente ha desaparecido esa huella, pero "estamos convencidos de que si excavamos, la vamos a encontrar". Aproximadamente, la superficie del oppidum tiene entre 12 y 14 hectáreas, lo que da cuenta de su importancia en el Alto Guadalquivir tanto en tamaño como por la posición estratégica que ocupa en el territorio.

En los trabajos han participado además miembros del Departamento de Cartografía, Geodésica y Fotogrametría de la Universidad de Jaén, equipos de la Universidad Complutense de Madrid que se ha encargado de la prospección georradar, así como los laboratorios de Paleoambiente y Arqueometría del propio Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA, que ha realizado los análisis químicos de los elementos encontrados como tachuelas y restos de artillería romana.

SOLICITUD BIC
Con el objetivo de preservar el sitio, el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA ultima el expediente para solicitar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), a instancias del Ayuntamiento de Mengíbar. En la presentación de estos resultados, el alcalde del municipio, Juan Bravo, ha anunciado además la intención del consistorio de adquirir los terrenos, con el objetivo también de facilitar futuras intervenciones arqueológicas, así como la compra de la Casa Palacio de Mengíbar, para habilitar un centro de interpretación.

"UNA INVERSIÓN SIEMPRE RENTABLE"
Por su parte, el Director del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica, Manuel Molinos, ha asegurado que "la inversión en arqueología siempre es rentable", ya que en su opinión "produce conocimiento, es un elemento de identificación cultural de la población con su pasado e historia, pero también tiene una rentabilidad a efectos económicos, porque poniendo en valor los sitios, esa transferencia a la sociedad acaba generando un reingreso de lo invertido en la economía de los municipios".

Por último, Carmen Rísquez, en representación de la Sección de Arqueología del Instituto de Estudios Giennenses, aseguró que "los resultados del proyecto cumplen los objetivos marcados" y ha apuntado la necesidad de incluir en un futuro el sitio en los circuitos ya existentes como el Viaje al Tiempo de los Iberos.

SERIE DOCUMENTAL
Tanto los restos documentados como la particularidad y originalidad de los mismos, únicos en el ámbito del Mediterráneo antiguo, permiten evaluar el inicio de un proyecto de puesta en valor del sitio, dada su privilegiada localización y fácil acceso desde una de las vías de comunicación de la provincia, la A-44. En este sentido, la productora británica October Films se ha interesado por los resultados del proyecto y los ha incluido en una serie documental de ocho capítulos sobre la Historia de Roma.

(Fuente: Ideal / EP)

19 de julio de 2017

Una excavación confirma que uno de los muros de la Mezquita-Catedral de Córdoba se reconstruyó en el siglo XV

Los trabajos de la segunda puerta analizan los distintos niveles en el suelo hasta la época de Abderramán I
Excavaciones en el vano de la nave 17 de la Mezquita Catedral. FOTO: ROLDÁN SERRANO
No sorpresas, pero sí confirmaciones. Las excavaciones arqueológicasen el vano de la nave 17 de la Mezquita-Catedral, necesarias para la construcción de la segunda puerta que sustituya a la celosía, han servido para encontrar mucha información que confirma las hipótesis de lo que se pensaba de la historia del edificio. Ahora hay pruebas físicas.

Gabriel Rebollo, uno de los arquitectos conservadores del templo, explicó que las excavaciones han corrido a cargo de la empresa Arqueobética, cuyos profesionales han analizado lo encontrado hasta una profundidad de dos metros. Allí han aparecido dos cuerpos enterrados, algo que no es extraño porque todo el subsuelo del templo está lleno de ellos. Son del siglo XV, de época cristiana, y están dispuestos de este a oeste.


INFORME A LA JUNTA
Lo esencial, sin embargo, ha sido el análisis de las estructuras, que ha permitido conocer el suelo de la Mezquita-Catedral en distintas épocas, desde ahora «hasta Abderramán I y antes». Y han confirmado algo que se sospechaba: «que los arcos de esta zona se derrumbaron y hubo que hacer una cimentación nueva». Es decir, que está el muro de Abederramán I, pero hubo que sustituirlo, en el siglo XV, por otro, ante el mal estado del primero.

Era algo que se suponía antes de empezar los trabajos, que allí estaría el muro de cimentación de la mezquita primitiva, y se ha confirmado. Ahora se elevará un informe a la Junta de Andalucía, para que la Comisión Provincial de Patrimonio determine qué hacer con los restos encontrados.

(Fuente: ABC / Luis Miranda)

18 de julio de 2017

Descubren una necrópolis prehistórica bajo otra visigoda en Sena (Huesca)

Un equipo de arqueólogos descubre un campo de urnas prehistórico de hace 3.000 años debajo de un cementerio visigodo del siglo V en la localidad oscense de Sena
Los arqueólogos y voluntarios trabajan contra reloj para recabar toda la información antes del próximo sábado. 
Una excavación arqueológica en una necrópolis visigoda en Sena (Huesca), ha revelado el hallazgo de un cementerio prehistórico anterior, perteneciente al rito funerario de los Campos de Urnas y que data aproximadamente del 1.000 a.C. Lo singular de los restos de cerámica encontrados en el asentamiento es que pertenecen a un rito importado de pueblos centroeuropeos y que en la península Ibérica se dio «de manera casi exclusiva en el noreste», explicó el arqueólogo Hugo Chautón, responsable de la asociación organizadora de la campaña, dedicada a la investigación arqueológica en la zona aragonesa de Los Monegros integrada por siete arqueólogos procedentes de universidades españolas en Guadalajara, Zaragoza y Madrid.

CAMBIOS CULTURALES
Los campos de urnas, que se encuentran ubicados en España en los territorios de lo que es ahora Aragón, La Rioja, Navarra, Cataluña o el norte de la Comunidad Valenciana, pertenecen a una época del paso de la Edad de Bronce a la Edad de Hierro, que conlleva una serie de cambios culturales muy relevantes «como son el paso a las inhumaciones en la cultura de la muerte» explico Chautón. «Dejaron de enterrar a los muertos y pasaron a incinerarlos. Los metían en urnas pequeñas en un agujero en el suelo», ilustró el arqueólogo.

El hallazgo de esta necrópolis prehistórica en el municipio monegrino de Sena fue posible gracias al descubrimiento de dos urnas y una tapadera en el mismo lugar en el que se ubicaba el cementerio visigodo del siglo V, objeto original de la excavación. «Teníamos indicios de que había algún tipo de asentamiento anterior cerca y este año hemos comprobado que estaba justo debajo de la necrópolis visigoda», señaló Chautón en cuanto a la campaña anterior, en la que ya localizaron algún fragmento de cerámica entre tumba y tumba.


Tal y como relató el arqueólogo, se trata de un hallazgo muy importante puesto que «va a permitir completar las investigaciones de los Campos de Urnas en los yacimientos que ya desde hace un siglo se han ido excavando en la zona» y que se une a los trabajos desarrollados por el mismo equipo en otra cercana necrópolis situada en Pallaruelo de Monegros, donde los iniciaron las excavaciones el pasado 27 de junio.

Las excavaciones concluirán este próximo sábado 22 de julio, lo que ha obligado a los profesionales a trabajar a contra reloj junto al voluntariado de la zona para recabar toda la información posible sobre esta necrópolis oculta entre restos visigodos antes de que venza el plazo. Tras lo cual quedará por delante todo un año para llevar a cabo analíticas, dataciones mediante carbono-14 y estudios de materiales.

14 de julio de 2017

Aparece un tramo de la muralla romana de Zaragoza en un sótano particular

Se trata de una parte del muro norte que se corresponde al arranque sur de la torre. Mide 4.75 metros lineales de lienzo y alcanza 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Forma parte del torreón exterior de los siglos III-IV y se encuentra en buen estado de conservación.
Los restos han permanecido sin documentar pese a estar a la vista. FOTO: FABIÁN SIMÓN / ABC
El Ayuntamiento de Zaragoza presentó el jueves los restos de un muro de sillares descubierto en los sótanos del inmueble número 147 del Coso, esquina con la plaza de la Magdalena y cercano a la derribada puerta o arco de Valencia. Forma parte del Torreón Exterior, datado en la segunda mitad del siglo III o comienzos del IV. Sin embargo, el hallazgo más novedoso corresponde al número 151, un sótano que en estos momentos es un local comercial de titularidad particular utilizado como zona de almacén.

Su extensión es prácticamente la de la totalidad de la planta rectangular: 62 metros cuadrados. Se trata de una gran parte del muro norte, y corresponde al arranque sur de la torre: 4.75 metros lineales de lienzo. Cubre 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Entre las hiladas inferiores de las torres se perciben también tres escalonamientos. Hay varios sillares que muestran abombamiento en buena parte de la cara expuesta.

SIN CATALOGAR
En el sótano del antiguo inmueble del número 153 se ha confirmado la existencia de la parte interior de este hallazgo, de la que se tenía constancia por parte de algunos expertos, pero que estaba sin catalogar ni documentar. Ahora se sabe que ocupa una superficie de construcción de unos 61 metros cuadrados. El estado de conservación de la parte interior de este torreón es bueno también pero ahora mismo necesitará una importante labor de limpieza porque parte está cubierto de algún tabique y estructura accesoria ya que ocupa el almacén de un bar.

En el contexto del Plan Director de Vestigios Romanos de Caesaraugusta que los responsables de Arqueología querían hacer, el Ayuntamiento dio luz verde a un proyecto de investigación para intentar encontrar más vestigios de las murallas romanas de Caesaraugusta. Y en este contexto, fue cuando se encontró la posibilidad de que en estos sótanos tenía que haber algo.

ACCESO INDEPENDIENTE
Ahora, el objetivo es lograr ponerlo a disposición del público para que sea visitable. "Habría que encontrar el modo de lograr un acceso independiente del bar y de la tienda para unir los sótanos por debajo", según ha puesto de manifiesto el consejero municipal de Cultura, Fernando Rivarés, de manera que pueda ser visitado por zaragozanos y turistas porque "es un valor patrimonial muy importante porque es lo que era el límite de la ciudad".

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha visitado este tramo, que suponen un descubrimiento "bien interesante" para "ir cerrando el círculo del conocimiento de la ciudad romana a través de la Muralla". También permite comprobar cómo la Muralla se iba conformando a lo largo de una serie de torreones con una gran puerta como esta.

TORRE SUR
Paco Escudero, experto en la materia, ha explicado que hasta la fecha sólo se contaba con una parte de la puerta y ahora "se ha encontrado una parte de la Torre Sur". Allí se ha encontrado la parte inferior de la torre, pero quizá si se limpiara se encontraría incluso más". "Hasta ahora hay seis alturas de sillares muy bien conservados y tenemos una torre especial porque es de puerta", ha agregado Escudero.

La Zaragoza romana tenía cuatro puertas y hasta el momento se conoce "algo" de dos de ellas, ha dicho Escudero. Sin embargo, esta es la de más altura porque "hasta hace poco lo que teníamos de la puerta de Valencia era una fotografía de 1867, pero no había más, pero esto es estrictamente la jamba de la puerta". Históricamente se sabe poco de este torreón, ha reconocido, pero también ha dejado claro que a partir de ahora se seguirá investigando. Se trata de unos sótanos particulares, por lo que todo lo que se haga desde este momento "siempre sería mediante convenio con ellos".

MUY BUEN ESTADO 
Por su parte, el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, ha apuntado que, en una primera inspección realizada, el torreón se encuentra en un estado de seguridad "muy bueno", por lo que no hay que hacer ninguna actuación de apuntalamiento. Desde arqueología quieren hacer acciones para averiguar cuál es el resto y o que puede haber escondido y, en función de esos requerimientos, se tendrá que iniciar un proceso de aseguramiento de edificación para poder avanzar en su estudio.

En cuanto al futuro de la edificación y la muralla, también se actuará en función de lo que digan los servicios de Arqueología. Desde el punto de vista jurídico, a través del Plan General, "articularemos lo necesario para recoger este elemento de nueva aparición y darle la protección jurídica adecuada", ha indicado Abadía.

Begoña Bolea es la propietaria de la tienda en cuyo sótano se ha encontrado la parte más grande. Se ha mostrado "contenta y sorprendida" de todo el interés del Ayuntamiento. "Cuando compré el establecimiento en 2001 ya estaba visible el torreón, pero no sabía el valor ni el interés que tiene", ha explicado.

13 de julio de 2017

La primera motilla en altura podría estar en Cerro Bilanero (Ciudad Real)

Los arqueólogos datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo, en el Bronce Medio, contemporáneo de la Motilla del Azuer y señalan que es “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha"
Cerámica y punzón, algunos de los restos más relevantes hallados en la motilla del cerro Bilanero. El equipo también utiliza drones para escanear el subsuelo.
El cerro Bilanero de Alhambra podría albergar la primera motilla en altura localizada en La Mancha de hace tres mil quinientos años. Hasta ahora se presuponía que este tipo de poblados de la Edad del Bronce sólo se daban en llano, como la Motilla del Azuer de Daimiel con la que la comparan sus descubridores.

“Hemos hallado un asentamiento mucho más grande que los estudiados hasta la fecha en estos enclaves, las morras. Aquí tenemos una torre central a modo de almacén, anillos de muralla alrededor, con las casas o diferentes edificios en el exterior en los que se produciría la transformación de los alimentos”, explica el arqueólogo Alfonso Monsalve.

“No hemos encontrado pozo con agua, como en el Azuer, quizá eso pueda indicar que no era un recurso tan necesario para que se tuviera que proteger en esta zona, tal vez por la mayor accesibilidad al agua en ese momento en el Campo de Montiel y La Mancha, nos queda mucha investigación”.

Monsalve y su compañera de la Universidad de Granada Alexia Serrano forman parte de un equipo mutidisciplinar en el que también está Gonzalo de Pedro Andrés, de la Universidad de Burgos, que llevan tres años consecutivos excavando en este cerro de Alhambra, a 150 metros de altura.


BASTANTE MÁS GRANDE DE LO ESPERADO
Datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo (faltan los resultados del carbono catorce), contemporáneo de la Motilla del Azuer y “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha”, aseguran.

En estos años años de excavación creen además haber conseguido establecer una relación entre este tipo de poblados: “Pensamos que eran algo más frecuentes y que estas formas redondeadas de las torres podría obedecer a un patrón cultural común. Es posible que estas motillas pertenezcan a una cultura concreta, con un ente territorial que se regiría por unas leyes o unos patrones comunes”, asegura Monsalve.

Entre los hallazgos destacan restos de cerámicas (en proceso de restauración para que puedan ser expuestas), un diminuto brazal de arquero o adorno, un punzón, restos de marfil y de conchas marinas (comerciaban con pueblos del mar), de animales y cuatro individuos humanos, dos de ellos niños, pero no sus tumbas -en ese periodo los enterramientos humanos se hacían debajo de las casas- y sin signos de violencia.
El mayor compendio de metales de la península

Otro hallazgo importante es “un gran compendio de metales que generalmente se suelen encontrar en las tumbas. Está en una área de unos 250 metros cuadrados y creémos que es una de las colecciones de objetos de metal más importante de la península Ibérica para este época”.

SIN APOYO MUNICIPAL
Y todo eso lo están haciendo a título particular, con sus correspondientes permisos, “y sin ningún tipo de apoyo del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, que prefiere apoyar el yacimiento romano de Laminium”, recalcan, lo que está convirtiendo en más titánica si cabe su labor.

El trabajo de este equipo, del que saldrán varias tesis doctorales y proyecto de máster que se presentarán próximamente, también han concurrido a financiación de fundaciones, al ‘crowdfunding’, y a la venta de camisetas.

“Estamos pendientes de todas las ayudas que puede haber pero la situación de la arqueología es difícil. Hay muy pocos fondos para un buen número de investigadores y hay que pelear mucho por ellas”, relata. Por ejemplo la campaña arqueológica del Gobierno regional para este año no ha salido, depende de los presupuestos de 2017 que no están aprobados.

Pese a todo, pretenden iniciar una nueva campaña de excavaciones a finales de este año e ir entregando al Museo Provincial los hallazgos más relevantes para que se puedan exponer.

Desde que empezaron han sacado del cerro “entre 15 y 20.000 restos arqueológicos: fauna, industria lítica. Lo cribamos todo y lo interesante lo pasamos a la fase de estudio en el laboratorio”. Según explica ya han entregado a las autoridades competentes en patrimonio 6.000 restos, fundamentalmente cerámica.

EL CLIMA DE HACE 3.500 AÑOS
Su investigación, que incluye escaner del subsuelo también está centrada incluso el clima de la época, para eso cuentan con restos de barro del material con el que se construían las casas. En ellos han localizado paja y restos vegetales, “intentaremos reconstruir el clima de la zona de hace tres mil quinientos años”.

El equipo arqueológico del cerro Bilanero tiene la costumbre de hacer una jornada de puertas abiertas para los vecinos de Alhambra y público en general todos los sábados, durante sus periodos de excavación. El resto del año el yacimiento tiene que estar cerrado y protegido.

12 de julio de 2017

Buscan el campamento militar que dio origen a la ciudad romana de Pollentia (Mallorca)

El descubrimiento de una fosa de un campamento militar confirmaría que la ciudad romana es posterior al 123 a.C. Un centenar de arqueólogos y voluntarios se afana en desvelar los secretos de esta ciudad romana.
Un centenar de arqueólogos y voluntarios trabajan en las excavaciones de Pollentia. FOTO: MAR PÉREZ.
Los investigadores del yacimiento de Pollentia están cada vez más cerca de confirmar la verdadera edad de la ciudad romana. Sospechan que la metrópolis situada en Alcúdia data del 70 a.C. y no del 123 a.C. como recogen las fuentes escritas. Los arqueólogos, que siempre han sospechado de esta discordancia entre las fuentes arqueológicas y las documentales, basan esta hipótesis en el hallazgo de una fosa de un campamento militar"Siempre pensamos que quizás en el primer momento de conquista romana crearon un campamento y que, en generaciones posteriores, se levantó la ciudad que conocemos ahora", detalla el codirector del yacimiento Miquel Àngel Cau.

El inicio de esta excavación y el posterior estudio confirmarán la verdadera edad de la ciudad. Después se decidirá la estrategia de cómo proseguir con los estudios de Pollentia.

Durante las campañas extensivas de 2015 y 2016 se realizó un programa de prospección y oficio de geofísica en el que se encontraron los restos de la fosa del campamento que en estos momentos se está empezando a excavar.

Por otra parte, el equipo que se encuentra en el yacimiento desde el pasado 3 de julio y que estará excavando hasta día 28, se distribuye en diversos puntos de la ciudad: en los foros; en la fortificación tardía y en la necrópolis del sur para encontrar restos de enterramientos y obtener información de cómo vivían. La novedad este año está en la zona norte, donde se encuentra la fosa militar, denominada Campament de'n França.

Más de 90 personas participan estos días en la XIX Edición del Curso de Arqueología Antonio Arribas. El equipo está formado por estudiantes, profesionales, colaboradores y voluntarios de diferentes partes del mundo que vienen a pasar el verano a la ciudad romana de Alcúdia bajo la dirección de Cau, del ICREA y la Universitat de Barcelona, y de Esther Chávez de la Universidad de La Laguna. Desde ArchaeoSpain de Connecticut, de la Universidad de Portland, de Portugal, Francia, Italia y toda España llegan expertos y estudiantes dispuestos a averiguar la verdadera historia y edad de Pollentia.


UNA ESCUELA DE ARQUEOLOGÍA
"Queremos aprovecharnos de vuestro trabajo", exclama el alcalde Alcúdia, Antonio Mir, quien agradeció la ilusión a todos los participantes de este verano. El estudio de Pollentia dentro de la arqueología romana es muy importante: "Este lugar es una escuela. Por aquí han pasado muchas generaciones que trabajan ahora en arqueología romana por España", explica Cau. "Sin el apoyo del Consorcio de Pollentia formado por Ayuntamiento de Alcúdia, el Govern Balear y el Ministerio de Cultura, no serían posibles estas excavaciones", continúa el investigador. Además, este año han contado con apoyo local. "Cualquier tipo de ayuda es buena" prosigue. "El Grupo Garden nos aporta una parte de la comida de los participantes", detalla.

Los responsables de Pollentia reinvindican un museo propio. Una idea que ha evolucionado y que ahora se materializaría en un centro de investigación de la época romana con el fin de dinamizar y mostrar el trabajo que se lleva a cabo en Mallorca. Es un proceso muy lento: "Un proyecto que va por fases, igual que esta excavación. Pero queremos poner la primera piedra en esta legislatura", dice el alcalde.

11 de julio de 2017

Descubren grabados rupestres "excepcionales" en una cueva de Rentería (Guipúzcoa)

Las siluetas de animales se grabaron sobre arcilla hace 14.000 años en la cueva de Aitzbitarte IV y su estado de conservación es «excepcional». Hay una galería en la cavidad que todavía no ha sido explorada.
Imagen de uno de los bisontes grabados con los dedos sobre la arcilla en la cueva de Aitzbitarte IV.
Un equipo de espeleólogos ha descubierto en la cueva de Aitzbitarte IV de Rentería (Guipúzcoa) unas imágenes que los arqueólogos consideran «excepcionales». El hallazgo se produjo en abril. Las quince representaciones que corresponden a bisontes, caballos y cérvidos, a las que hay que sumar dos vulvas, han sido datadas en el Magdaleniense Medio, es decir, hace unos 14.000 años. Algunas de las figuras fueron modeladas sobre las paredes de arcilla, lo que las hace «únicas» en la Península Ibérica.

El espacio donde se han hallado estos dibujos se encuentra entre las cuevas IV y V de Aitzbitarte, en la zona de Landarbaso. Los espeleólogos Javier Busselo, Sergio Laburu y Ainara Rodríguez, del grupo de Félix Ugarte, se adentraron en la cueva para explorar una serie de chimeneas. Trabajan allí desde 2014 en colaboración con el equipo del arqueólogo Diego Garate, prehistoriador del Museo de Arqueología de Vizcaya. «Ellos nos enseñan qué y cómo hay que buscar», reconoce Busselo.

Hace dos años hallaron grabados de hace unos 25.000 años en las cuevas III, IV y V de Aitzbitarte, y los últimos meses han continuado con su labor de búsqueda. El pasado 6 de abril se metieron en la Aitzbitarte IV, donde encontraron las nuevas figuras. Según Garate, algunas han sido modeladas sobre la arcilla con una técnica desconocida hasta ahora en otras cuevas de la Península Ibérica, pero que enlaza con hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ariège francés.


CON LOS DEDOS
Se trata de un bisonte y otro animal por determinar que fueron modelados sobre barro con un buril de sílex. «Con los dedos crearon volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando así la perspectiva de las extremidades. La ejecución del bisonte es de una maestría muy poco común», explica.

Los expertos anunciaron que hay una galería que no ha sido explorada aún. En los primeros metros se reconocen la imagen de un bisonte grabado al fondo, otra figura en el techo y, entre ambas, un bisonte con las patas replegadas, también modelado en la arcilla. Garate indicó que están buscando cómo entrar en esa parte de cavidad sin tocar el suelo ni las paredes. En este sentido, no descartan utilizar perchas con cámaras e incluso un dron.

Las representaciones se encuentran en un estado de conservación «excepcional», debido a las «condiciones estables de humedad y temperatura» de la cueva, que las ha mantenido en una especie de «frigorífico» en el que nada ha cambiado en los últimos 14.000 años, explicó Garate.

La Diputación de Guipúzcoa ha procedido al cierre de la cueva y ha notificado el descubrimiento al Gobierno vasco. Aitzbitarte IV pasará a tener la máxima protección por contener arte rupestre.

10 de julio de 2017

Descubren un poblamiento de la Edad del Hierro bajo el castillo medieval de Los Fayos (Zaragoza)

Las excavaciones arqueológicas en el enclave han permitido documentar un asentamiento de hace 2.600 años y estudiar las fortificaciones medievales de época cristiana.
Bajo las estructuras medievales han aparecido evidencias de población en la I Edad del Hierro. 
Las excavaciones realizadas durante los meses de junio y julio han permitido localizar estructuras vinculadas a las fortificaciones medievales y elementos militares como puntas de flecha de arco y ballesta que se ponen en relación con los continuos conflictos bélicos de los reinos de Aragón, Navarra y Castilla en la Edad Media, ya que el Castillo de Los Fayos por su importancia estratégica cambió de manos en numerosas ocasiones en este período.

ESTRUCTURAS MEDIEVALES Y DE LA EDAD DEL HIERRO
Bajo las estructuras medievales se han localizado niveles correspondientes a la I Edad del Hierro con objetos cerámicos elaborados a mano de superficies pulidas destinados al servicio de mesa y grandes vasijas de almacenamiento de alimentos. Estos elementos guardan una gran similitud con los localizados en la mina de hierro de “Plana del Cerro”, la más antigua documentada en la Península Ibérica, excavada en la primera fase de este proyecto.


El enclave se localiza en una estratégica posición de control y dominio visual del camino natural que une el Valle del Ebro con la Meseta Castellana a las faldas del Moncayo. El conjunto histórico patrimonial del Castillo de Los Fayos lo conforman un sistema de fortificaciones de época medieval de los siglos XII-XIV compuestas por una torre cuadrangular, una torre circular de 9 metros de diámetro, una cueva fortificada de tres pisos con entramado de madera protegida por una muralla de piedra y tapial y varios fosos concéntricos de cientos de metros de longitud convirtiéndola en una de las fortificaciones más impresionantes de la región.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Las excavaciones se han centrado en la zona más alta de la fortificación en un farallón rocoso de más de 80 metros de altura sobre el río Queiles en su confluencia con el río Val. Los trabajos arqueológicos de campo han consistido en primer lugar en una prospección intensiva para la que se ha utilizado un GPS de precisión y una aeronave no tripulada tipo dron. También se han realizado excavaciones en dos sectores en las inmediaciones de la torre circular que han permitido localizar aproximadamente 2000 elementos arqueológicos, entre los que destacan un notable conjunto de piezas cerámicas de la I Edad del Hierro de unos 2600 años de antigüedad. El registro se ha llevado a cabo combinando las técnicas tradicionales de la disciplina arqueológica con el uso de fotogrametría y modelado 3D.

EQUIPO DE TRABAJO
El proyecto dirigido por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada ha sido financiado por el Ayuntamiento de Los Fayos. El equipo técnico lo componen los arqueólogos Carlos Valladares Lafuente, Alicia María Izquierdo y Ángel Santos Horneros, la restauradora Miriam Pérez Aranda y estudiantes universitarios de los Grados de Historia y Arqueología.

7 de julio de 2017

El tesoro romano descubierto en Riotinto "es de un valor incalculable"

El hallazgo realizado esta semana ha supuesto un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. El tesoro lo componen entre 50 o 60 monedas del alto imperio romano, todas de oro y plata.
Todas las monedas descubiertas son de oro y plata y estaban en el interior de una bolsa que su dueño nunca llegó a recoger.
Un gran negocio que no llegó a fraguarse. Esta es la historia que está detrás de las monedas encontradas, esta semana, en la mina de Riotinto (Huelva). “La ocultación de estas monedas indica que la persona que las había escondido las dejó allí para luego volver a por ellas, sin embargo, nunca volvió”, relata Luis Iglesias, miembro del equipo de arqueólogos de Riotinto.

MONEDAS DE ORO Y PLATA
El hallazgo está compuesto por unas 50 o 60 monedas que estaban dentro de una bolsita. “Todas las monedas son de oro y de plata lo que suponía una gran cantidad económica para esa época. Hay que recordar que en esa época la moneda de uso común era de bronce, por eso creemos que la cantidad de monedas eran para un gran negocio”, señala Iglesias.

Todos los datos apuntan a que se trata de un tesoro escondido, cuyo dueño nunca pudo volver a recuperar. Al tratarse de una suma muy considerable se entiende que su propietario fue una persona de relevancia dentro de la jerarquía de la ciudad de Urium, la Riotinto romana, que gracias a este hallazgo podemos comprobar que se extendía más al oeste de lo que se pensaba hasta hoy.


MONEDAS DE VALOR INCALCULABLE
Según explica el arqueólogo, estas monedas tienen un gran valor histórico porque informan de la circulación monetaria a finales del alto imperio romano. “La fecha de la ocultación se establecerá teniendo en cuenta la moneda más moderna. Nosotros sacamos todas las monedas en bloque para que no sufrieran daños y las depositamos en el Museo Minero de Riotinto. Cuando las limpien podremos saber con exactitud cuántas hay y la edad de la más moderna. A primera vista, vimos una moneda de la época de Trajano de mediados del Siglo II d.c.", señala.

Esta es la primera vez que se encuentra algo de este valor. “Sí que habíamos encontrado mármol y abundante material arqueológico, pero hasta ahora no habíamos encontrado nada oculto. España junto con Italia y Grecia es uno de los países con más patrimonio arqueológico”, explica Iglesias.

Se trata de un hallazgo de incalculable valor y un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. “Encontrar algo de esta relevancia es algo que le ocurre a un arqueólogo una o dos veces en su carrera. Es un hallazgo de gran belleza, que viene a aportar datos a nuestro conocimiento Riotinto, que fue la gran mina del Imperio Romano”, concluye Luis Iglesias.

6 de julio de 2017

Hallado en Riotinto un tesoro de monedas romanas

El hallazgo se produjo el día que se declaró un gran incendio en la zona y está compuesto por un número indeterminado todavía de monedas de plata y un sólido de oro de Constantino I, del siglo IV.
Un grupo de trabajadores de las Minas de Riotinto (Huelva) ha hallado este lunes 3 de julio un tesoro de monedas romanas en el entorno de la actual explotación minera onubense, precisamente el mismo día que se declaró un gran incendio en el mismo término municipal y que, un día después, seguía activo.

El tesoro está compuesto por un número aún indeterminado de monedas de plata y también un sólido de oro de la época de Constantino I en el siglo IV, según ha podido conocer Diario16 de fuentes del yacimiento arqueológico.

Estos restos han sido hallados cerca de la denominada necrópolis de la Dehesa, en el interior del actual yacimiento minero en explotación, enclavado en un lugar cuyas minas han sido explotadas a lo largo de la historia por sucesivas civilizaciones, constituyéndose en la explotación a cielo abierto más antigua de la historia. Entre las civilizaciones que han pasado por este lugar destacan, según los expertos, tartesios y fenicios, aunque el principal desarrollo de extracción del mineral llegó con los romanos, que se asentaron en la zona durante varios siglos. Posteriormente los almohades también la utilizaron con diversos fines, aunque no en su vertiente extractiva.

El tesoro de monedas hallado de forma casual, y cuyos responsables aún no lo han hecho público, está siendo valorado por el equipo arqueológico del actual yacimiento y por los directivos del Museo Minero de Riotinto.

5 de julio de 2017

Espeleólogos de Motril hallan un importante tesoro nazarí en la Costa de Granada

Además de restos humanos, en la colección encontrada hay dos monedas de bronce de los Reyes Católicos, cuarenta perlas naturales de pequeño tamaño, una pieza prismática de base hexagonal de oro decorada de filigrana fina y hasta 22 elementos colgantes decorados en oro.
Monedas de bronce de los Reyes Católicos, perlas y diferentes elementos de oro encontrados en la cavidad. FOTO: GAEM.
Unas 70 piezas arqueológicas, además de restos humanos, que podrían pertenecer a la época nazarí, en concreto a la conquista castellana de la zona, han sido descubiertas por el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril en una cueva ubicada en la costa de Granada.

Según el presidente del Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril (GAEM), Francisco Gallegos, la zona del yacimiento está en un lugar de difícil acceso dentro de la cavidad.

Debido a las características geomorfológicas y de espeleogénesis de las cavidades, se piensa que debió existir otra entrada de fácil acceso y que hoy en día se encuentra obstruida y desaparecida.

Caso similar, según recuerdan desde el grupo, al yacimiento neolítico de la Sima de Los Intentos, también descubierto por GAEM en los años 80, a la que se acedía a través de pasos verticales hasta una sala donde que terminaba en un gran derrumbe que obstruía lo que debió ser la entrada original.

LOCALIZACIÓN SECRETA

La localización y el lugar exacto de acceso al yacimiento ahora descubierto se mantiene en secreto por razones de protección.

Además de las piezas señaladas, en el yacimiento se han encontrado cerámica y restos óseos humanos que en una primera estimación se pueden datar en la época nazarí, y por las circunstancias que rodean al lugar se podrían situar en una época posterior a la conquista castellana, según Gallegos.

Este hallazgo se ha producido durante una de las muchas exploraciones por las cuevas y grutas que realiza este grupo espeleológico en el sur de Granada, donde hacen en la actualidad mapas topográficos del terreno.

Uno de los descubridores, David Reyes, ha indicado que el descubrimiento fue fortuito porque una vez dentro de la cueva, el grupo compuesto por seis espeleólogos se dio cuenta que "quedaba una incógnita en una de las zonas" y decidieron seguir avanzando en esa dirección.

NOTIFICACIÓN A LAS AUTORIDADES
Lo primero con lo que se toparon fue un grupo de huesos al que no dieron mucha importancia porque pensaban que eran de animales, pero al seguir avanzando y descubriendo más restos óseos pensaron que podrían tratarse del Neolítico.

Reyes ha explicado que una vez fueron conscientes de lo que habían descubierto, decidieron recogerlo para entregárselo a las autoridades competentes, tal y como indica la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Los restos han sido puestos a disposición del Museo Arqueológico de Granada.

Así, mediante un acto protocolario y en presencia de un arqueólogo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y del director del museo arqueológico de Granada las piezas halladas quedaron en custodia. Con posteridad se acompañó al mencionado arqueólogo de la Administración y a miembros del GREIM y el SEPRONA de la Guardia Civil, que descendieron a la cavidad y al lugar donde se produjo el hallazgo, con el fin de conocer de primera manos la situación del yacimiento y levantar los pertinentes informes en aras de una posible actuación de urgencia, así como de dar una protección al yacimiento frente a posibles expolios.