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6 de septiembre de 2022

Nuevos hallazgos en las excavaciones en La Motilla del Azuer

La excavación realizada el pasado mes de agosto ha permitido hallar restos de un individuo varón y fragmentos del cráneo de un niño. La Motilla del Azuer sigue siendo uno de los principales atractivos de Daimiel. Constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha (2200-1300 a.C.).
Excavaciones arqueológicas en La Motilla de Azuer.

El yacimiento arqueológico de La Motilla del Azuer sigue siendo uno de los principales atractivos de Daimiel. Constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha (2200-1300 a.C.), dentro de la tipología de las motillas, por lo que no es de extrañar que el Ayuntamiento y los arqueólogos centren sus miradas en él con el fin de reforzar un enclave que sitúa a la localidad como un referente del turismo de interior.

El pasado 8 de agosto volvieron las excavaciones al yacimiento y finalizaron el 20 del mismo mes. Tras dos intensas semanas de trabajo, el arqueólogo de Damiel Miguel Torres calificó la campaña de «satisfactoria» por los buenos resultados cosechados. Las labores, comenta, se centraron en el área exterior de la Motilla, «interviniendo en el sondeo, que ya se abrió el año pasado y en el que se han ido bajando los niveles, y en dos zonas en las que se ha identificado la aparición de enterramientos». De esta forma, la excavación ha permitido hallar restos de un individuo varón y fragmentos del cráneo de un niño. «Estamos muy contentos con los resultados y poder avanzar para definir La Motilla del Azuer», subraya el arqueólogo.

Hasta ahora, recuerda Torres, en el yacimiento de La Motilla se habían identificado un número «importante» de enterramientos en La Motilla, pero los últimos hallazgos son «muy relevantes para poder obtener información de cómo eran los habitantes de La Motilla». «Es cierto que se tenían detalles muy específicos, pero los resultados nos aportarán una información interesante para interpretar cómo eran», añade. Y es que, la fase de excavación se completa ahora con una fase de laboratorio y distintos análisis específicos sobre los prestigios encontrados que se extenderán hasta aproximadamente el mes de octubre.

En los trabajos de excavación han participado once alumnos en prácticas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Granada y Alcalá de Henares, además de dos técnicos. El proyecto, que ha seleccionado dentro del programa de investigación del patrimonio arqueológico convocado por el Gobierno regional, ha contado con una partida de 10.000 euros financiados a través de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Daimiel, que aporta el 51% de los fondos, a lo que se suman dos donaciones particulares.

Las excavaciones científicas en el yacimiento comenzaron en 1974, aunque con anterioridad el Instituto Laboral de Daimiel ya realizó algún tipo de actuación sobre el recinto, por lo que no es de extrañar que tras la finalización de esta campaña, Daimiel ponga ya su mirada en el año que viene, en el que espera que el programa vuelva a recaer en la localidad. De no ser así, apunta Torres, se trabajaría en buscar otras opciones. Hasta entonces, se llevarán a cabo actuaciones de mantenimiento y adecuación en un yacimiento visitable considerado «único» de la Edad del Bronce. Una de las motillas «más documentada y excavadas», por lo que gracias a esos trabajos se ha descubierto el «pozo más antiguo de la Península Ibérica», y que, sin duda, incide Torres, es el elemento más icónico del conjunto.

El TAC revelará los secretos del primer enterramiento íbero hallado en Jaén

La importancia de este hallazgo, más allá de la información que proporcione y que aún está por definir, es que es la primera vez que se encuentran enterramientos de época ibera en la ciudad de Jaén. El TAC permitirá conocer cuántas personas fueron enterradas en ellas, su edad, sexo o la causa de la muerte.
Una de las vasijas encontradas este verano en el yacimiento de Marroquíes Bajos de Jaén.

Dos vasijas. Parecen solo dos vasijas, pero son uno de los descubrimientos más importantes de este verano en Jaén. Los voluntarios del campo de trabajo de la Zona Arqueológica de Marroquíes Bajos, en la capital de la provincia, han encontrado lo que es el primer enterramiento íbero de la ciudad.

En efecto, son dos vasijas con pinturas iberas que albergan cenizas y restos óseos de lo que se presume eran dos personas. La importancia de este hallazgo, más allá de la información que proporcione y que aún está por definir, es que es la primera vez que se encuentran enterramientos de época ibera en la ciudad de Jaén. Ahora, está previsto que algunos de los secretos que albergan las dos vasijas se puedan conocer cuando pasen por un TAC próximamente. Esta prueba permitirá conocer cuántas personas fueron enterradas en ellas, su edad, sexo o la causa de la muerte.

6.000 años superpuestos
Se trata, pues, de un hallazgo que supone para arqueólogos y amantes de la historia un nuevo aliciente para adentrarse en lo que se conoce como Marroquíes Bajos, la zona de expansión urbana al norte de Jaén. Y hablamos de un motivo más porque, desde que se comenzara a excavar allí a principios de los años 90, no ha dejado de dar sorpresas.

Marroquíes Bajos tiene una de las secuencias culturales más completas y complejas de la arqueología de España. ¿Eso qué significa? Que se pueden observar seis mil años superpuestos, amalgamados en más de 130 hectáreas, incluyendo uno de los asentamientos calcolíticos más importantes de Europa, que ha llegado a ser calificado por una arqueóloga como la Nueva York de la prehistoria, sin olvidar a quienes lo relacionan con la leyenda de la Atlántida por la curiosa forma en que se construyó, con cinco círculos concéntricos de murallas.

Ibero tardío
Pero este último hallazgo habla de los iberos. Arturo Ruiz, presidente de la Asociación de Amigos de los Iberos y ex director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, ha explicado a elDiario.es Andalucía, que los restos parecen pertenecer a un enterramiento que podría datarse entre los siglos II y I antes de C., lo que se conoce como ibero tardío.

De momento, los materiales son escasos, ya que los restos se encuentran en dos urnas decoradas con pinturas ibéricas extraídas en un trozo de tierra. Ahora la cuestión reside en terminar de excavar la zona, para saber si se trata de una tumba o si forma parte de una necrópolis, que suele ser lo habitual en estos casos. De hecho, días después de encontrar las vasijas se localizó la estructura que se asociaría a la tumba, pero con diversas estancias o pequeños espacios que aún están por interpretar.

No se puede olvidar, como recuerda Arturo Ruiz, que en la ciudad de Jaén hay yacimientos iberos tan importantes como el oppidum (ciudad fortificada) de Puente Tablas o el del Cerro de Santa Catalina. Por eso se intuye que tienen que existir necrópolis (cementerios) iberas; el problema es que aún no se han encontrado. Esta circunstancia convierte el hallazgo de Marroquíes Bajos en “una importante novedad”.

Parque Arqueológico
Vicente Barba, coordinador de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jaén y director de las excavaciones que se realizan en la zona, explica que “los descubrimientos se han hecho en el marco del III Campo Arqueológico de Voluntariado de Marroquíes Bajos que ha reunido en esta edición a una treintena de voluntarios de distintos puntos”.

El enterramiento fue encontrado en una fosa, en una zona de rocas naturales que podría no haber sido elegida al azar para depositar los restos. Los trabajos se realizan en la llamada parcela C de Marroquíes, un espacio de unos 8.000 metros cuadrados que se reservó hace más de veinte años, en medio del boom constructor de la ciudad en esa zona, para dedicarlo a un Parque Arqueológico. Incluso la Junta de Andalucía redactó un proyecto para el mismo que nunca fue más allá, y que se abandonó durante más de dos décadas, tiempo en el que el terreno se llenó de malas hierbas y basura, además de olvido.

Ahora este proyecto ha sido retomado en cierta manera por el Ayuntamiento de Jaén, aunque según el propio Vicente Barba, no tiene nada que ver. “Es un nuevo proyecto con nuevas perspectivas” y con gestión público-privada, añade Barba.

De cualquier forma, ya lleva tres años funcionando y dando frutos. “Llevamos tres años quitando basura” del solar, asegura Vicente Barba, al tiempo que recuerda que es precisamente esta parcela la más representativa de todo el poblado calcolítico, el corazón del mismo.

Desde un enterramiento romano a los muros islámicos de la ciudad
Allí, en un rincón del solar de 10x10 metros, se han encontrado, desde que se retomaron las excavaciones tras veinte años, una zona con un aljibe romano, casas musulmanas, o el curioso enterramiento de una mujer adulta de época tardo romana (siglo VI después de C.) enterrada con los pies orientados hacia la salida del sol y cuyo esqueleto había sido invadido por las raíces de un árbol que crecía sobre su cabeza.

En los últimos días del campo de trabajo de este año, que ha finalizado en julio, también se han encontrado los muros islámicos de la ciudad y se ha documentado un recipiente completo posiblemente del periodo emiral.

“Sabíamos de la importancia de apostar por poner en valor como parque arqueológico este espacio que nos está dando una importante información histórica y además nos va a permitir contar a la gente de Jaén y a sus visitantes cómo se vivía en la que ahora es la capital hace miles de años”, asegura José Manuel Higueras, concejal de Cultura y Turismo.

Visitas guiadas
El próximo objetivo es su puesta en valor. Aunque ya se realizan visitas guiadas en programas como el ‘Otoño Arqueo’ o la ‘Primavera Arqueo’. Próximamente, se realizará una jornada de difusión con los estudios y resultados de los campos de trabajo.

La idea es que cuando se termine de instalar una valla perimetral que proteja la zona, se llegue a acuerdos con distintas empresas turísticas para poder visitarlo con un horario establecido, lo mismo que se ha hecho con los ‘Baños del Naranjo’ en el centro de Jaén.

2 de septiembre de 2022

Documentan un granero del siglo XII en la fortaleza de Isso, en Hellín (Albacete)

Los trabajos de investigación que lleva a cabo un equipo de la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, cuentan con la financiación del Ayuntamiento de Hellín y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Imagen del exterior de la fortaleza de Isso - Foto: G. González

Concluida la tercera campaña de excavación y estudio de la Fortaleza de Isso, por parte de arqueólogos y técnicos de la Escuela de Estudios Árabes (EEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), encabezados por Julio Navarro, se ha documentado la existencia de «un granero estatal construido sobre una llanura, un tipo de edificación único en la época árabe de la que data su origen, la primera mitad del siglo XII». 

En las conclusiones de la campaña de actuación, llevada a cabo con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Hellín y la propia EEA, también se ha identificado «parte de una de las torres, que es hexagonal, lo que demuestra el poder de quienes la construyeron».

Dos fases constructivas
La fortaleza andalusí «tiene al menos dos grandes fases constructivas, y fue reestructurada tras la conquista cristiana, descartando por completo que la fortaleza fundacional sea de época cristiana, por lo que no es un castillo feudal edificado por algún señor castellano o por alguna orden militar, ya que la estratigrafía que se le vincula es andalusí». Según Julio Navarro, «todo parece indicar que es un edificio de la primera mitad del siglo XII, y que no lo funda una comunidad campesina sino el propio estado para crear una imagen de poder en el paisaje. Todos los datos apuntan a un gran descubrimiento: se trata de un granero en llano, en un territorio durante la época almorávide o inicio de las segundas taifas con Ibn Mardanis (El rey Lobo) con la capital en Murcia. Así que nos hemos centrado en investigar la batería de silos anexa a la muralla y una segunda línea dejando un espacio central abierto». 

La adscripción cronológica revelada este año «no excluye que, tras la conquista cristiana de mediados del siglo XIII no se hicieran importantes reformas, como la puerta mudéjar descubierta en la campaña de 2021. La regularidad de la planta de la fortaleza, la presencia en sus esquinas de torres hexagonales y la buena calidad del edificio, permiten afirmar que se trata de una fortaleza estatal y, por consiguiente, que no fue diseñada por las comunidades campesinas para su autodefensa». 

Y es que, según el arqueólogo de la Escuela de Estudios Árabes, «su anómala ubicación en el llano podría explicarse por su función como depósito de productos agrícolas como el grano, lo que no excluye que tuviera otros usos de carácter defensivo y estratégico. La coyuntura política del periodo al que, de manera general, podemos atribuir la fortaleza, favorece las interpretaciones a las que hemos llegado esta campaña». 

El equipo de Julio Navarro cree «que la fortaleza se fundó en época almorávide, aunque no se puede excluir que se edificara por orden de Ibn Mardanis, por lo que será preciso reunir más datos y continuar procesando la información para determinar con mayor exactitud su adscripción histórica».

El yacimiento íbero del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas será declarado Parque Arqueológico

El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas de Valdepeñas será declarado este mes de septiembre Parque Arqueológico por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El alcalde de Valdepeñas y el presidente de Castilla-La Mancha han visitado este jueves el yacimiento íbero.

El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas de Valdepeñas será declarado este mes de septiembre Parque Arqueológico por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El anuncio se ha realizado este jueves tras la visita que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acompañado del alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, y la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez Pérez, junto a otras autoridades, han realizado al yacimiento íbero y a su Centro de Interpretación.

El jefe del ejecutivo autonómico ha avanzado que “antes de que acabe el mes de septiembre, en el último consejo de Gobierno aprobaremos definitivamente la condición de Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas, será el séptimo y queda mucho por descubrir en la región pero queremos centrarnos en la huella histórica que civilizaciones previas han dejado en la península, y particularmente en esta zona”.

Page ha alabado la labor pedagógica del Centro de Interpretación para explicar la realidad del yacimiento, que recibirá además el próximo 21 de octubre la Medalla al Mérito Cultural con el Premio a la Conservación y Difusión del Patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Un referente
El yacimiento Cerro de las Cabezas es uno de los mejores puntos de referencia de la cultura íbera al tratarse de una de las pocas ciudades íberas conservadas íntegramente. Además, destaca por la monumentalidad de sus sistemas defensivos y la buena conservación general que presentan sus estructuras.

Presenta una secuencia cronológica que abarca desde el siglo VII a. de C. hasta el siglo III a. de C. y es un punto de referencia en la cultura ibérica, por la monumentalidad de sus sistemas defensivos, la excelente conservación de sus restos y por ser una de las pocas ciudades ibéricas conservadas en su integridad en la Península, que además cuenta con su propio Centro de Interpretación. Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica el 21 de abril de 1998.

Este yacimiento es un referente dentro de la arqueología del mundo ibérico peninsular, y es, en la actualidad, el espacio que está aportando todos los datos sobre urbanismo y sistemas defensivos de los siglos V-III a.C.

Como restos más destacados, se encuentran dos santuarios, uno de entrada, de clara influencia del mundo fenicio y púnico, y otro de connotaciones indoeuropeas; varios almacenes comunitarios, hornos de pan y alfareros; y un sistema defensivo con una extensión de 1.600 metros lineales, torres y bastiones cada 35 metros.

Está situado junto al río Jabalón dentro del término municipal de Valdepeñas, a tres kilómetros de distancia de su casco urbano. El yacimiento se ubica en un cerro de 805 metros de altura y posee una extensión aproximada de 140.000 metros cuadrados.

Descubren sistemas de evacuación del agua y calefacción en la villa romana de Noheda (Cuenca)

La intervención en la villa romana lleva aparejada investigaciones arqueológicas que han sacado a la luz una cavidad en el subsuelo que era utilizada por los propietarios de la misma romana para calentar las estancias y canalizar el agua.
Ha salido a la luz una cavidad en el subsuelo que era utilizada por los propietarios de esta villa romana para calentar las estancias y canalizar el agua.

La Diputación de Cuenca está financiando los trabajos de intervención en el balneum de Noheda que ya han superado el cincuenta por ciento por valor de un millón de euros. Esta intervención lleva aparejada investigaciones arqueológicas que han sacado a la luz una cavidad en el subsuelo que era utilizada por los propietarios de esta villa romana para calentar las estancias y canalizar el agua.

El diputado de Patrimonio y también arqueólogo, Miguel Ángel Valero, ha explicado que se encuentran en muy buen estado de conservación y es un descubrimiento que permite conocer mejor los sistemas que tenían los romanos para climatizar las estancias, así como la evacuación del agua.

“Lo más sorprendente” es que esté tan bien conservado porque ha aguantado el peso de las construcciones y el paso del tiempo con muy pocos daños, es decir, está prácticamente igual que en el siglo IV.

Desde la Diputación de Cuenca están “muy satisfechos” con este nuevo descubrimiento que añade un atractivo más a esta villa romana que es uno de los recursos patrimoniales que tiene la provincia. De hecho, Miguel Ángel Valero ha aprovechado la ocasión para reiterar la intención provincial de invertir otros 320.000 euros en una próxima actuación cuyo proyecto se está redactando para que sea “reversible y respetuoso con los restos arqueológicos”.

El área de Patrimonio está invirtiendo esta legislatura más de 5 millones de euros que están sirviendo para poner en valor el rico patrimonio romano, eclesiástico o medieval que hay por toda la provincia de Cuenca.

1 de septiembre de 2022

Los arqueólogos trabajan en la recuperación del Castilllejo de Güéjar Sierra (Granada)

La Diputación de Granada financia, junto al Ayuntamiento, las excavaciones en este yacimiento. Este espacio presenta distintas fases constructivas que se corresponden con distintas etapas cronológicas, desde su origen en el siglo XI en época Zirí, hasta los restos aparecidos de la Guerra Civil.
Los trabajos ya se desarrollan en el yacimiento | Foto: Gabinete

La Diputación de Granada financia los trabajos de excavación arqueológica en el yacimiento medieval denominado el Castillejo en Güéjar Sierra, ubicado en un cerro a 1.249 metros de altitud en las cercanías del actual casco urbano del municipio, junto al embalse de Canales. Estos trabajos se desarrollan en el marco del Programa de Conservación y Uso del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico Rural.


Además, el proyecto de recuperación está dirigido y coordinado por 'MEMOlab', laboratorio de Arqueología Biocultural de la Universidad de Granada, y cuenta con una aportación de la Diputación de 14.830,97 euros -el Ayuntamiento aporta 10.095 euros- a través de este programa de conservación provincial.


El objetivo de esta iniciativa es proteger espacios de gran valor histórico de la provincia y aprovecharlos para el desarrollo económico, turístico y cultural del territorio y, en consecuencia, para la lucha contra la despoblación. La segunda convocatoria de este programa de la Diputación ha duplicado su presupuesto y ha alcanzado los 600.000 euros de inversión total en la provincia.


Durante el mes de julio se han desarrollado los trabajos de excavación arqueológica en el Castillejo, uno de los castillos localizados a mayor altura de Granada. Tal y como han informado los técnicos, este espacio presenta distintas fases constructivas que se corresponden con distintas etapas cronológicas, desde su origen en el siglo XI en época Zirí, hasta los restos aparecidos de la Guerra Civil.

La fortificación, que es accesible desde la localidad a través de un sendero señalizado como una ruta, presenta un planta ligeramente triangular con una superficie de más de 9.000 metros cuadrados en la que se han podido documentar distintos recintos y estructuras de habitación. Además, se sabe que también sirvió de refugio después de la época árabe, durante la revuelta mudéjar de 1500.


El equipo técnico ha precisado que el estado de conservación de los restos “es muy deficiente” en distintos puntos pero que se trata del castillo mejor conservado de la vertiente occidental de Sierra Nevada, por lo que es necesario “conocer mejor la su estructura, fases y funcionalidad, así como su estado y posibilidades para su uso social, cultural y turístico”.

Vuelve a Bornos el busto romano robado hace una década y localizado en Alemania

Se trata de la cabeza de Antonia Minor, del siglo I, que desapareció en 2010 de esta localidad gaditana y que se halló expuesta en 2020 en la Gliptoteca de Munich
El busto romano robado hace una década y localizado en Alemania 

El busto romano robado en 2010 en Bornos y localizado hace dos años en Alemania vuelve este jueves a Bornos.

La cabeza de Antonia Minor, hija menor de Marco Antonio y Octavia y madre y abuela de los emperadores Claudio y Calígula, que data del siglo I, fue sustraída de la localidad hace doce años y fue el catedrático de Arqueología de la Universidad de Sevilla, José Beltrán Fortes, quien localizó la pieza mientras estaba expuesta temporalmente en la Gliptoteca de Munich, Alemania, hecho que puso inmediatamente en conocimiento de la Guardia Civil y las autoridades españolas.

La cabeza de Antonia La Menor fue descubierta en el yacimiento de Carissa Aurelia en los años 60 del siglo XX por el vecino Francisco Álvarez. Durante años estuvo expuesta en el Ayuntamiento de Bornos y más tarde en el Centro de Interpretación del Castillo Palacio de los Ribera, hasta que, a finales de 2010, fue robada.

Ahora vuelve a Bornos y será expuesta en la escalinata de subida a la parte superior del Ayuntamiento, donde estuvo muchos años. El alcalde Hugo Palomares adelanta que la pieza se expondrá con un sistema de cámaras de vigilancia para garantizar su seguridad.

Así que el Ayuntamiento de Bornos invita, este jueves, a las once de la mañana a los vecinos que quieran al acto de recepción del busto, que se oficiará en el salón de plenos, donde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, hará entrega de esta pieza a la institución municipal.

Datan el asedio romano a Olmillos de Sasamón (Burgos)

La campaña arqueológica desarrollada entre entre el 8 y el 26 de agosto ha permitido datar y obtener información muy valiosa acerca de este asedio. Los trabajos se han centrado en la prospección con métodos geofísicos y la excavación alrededor del poblado prerromano del Cerro de Castarreño
Trabajo con el Georradar StreamC del Instituto de Arqueología, Mérida. JESÚS GARCÍA.

El equipo de arqueólogos dirigidos por Jesús García Sánchez (Instituto de Arqueología, Mérida-CSIC) y José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca) continúa avanzando en el conocimiento del pasado de la comarca segisamonense por sexto año consecutivo.

Esta intervención, financiada por la Diputación de Burgos y los Ayuntamientos de Sasamón, Olmillos de Sasamón y Villasandino, ha tenido como objetivo estudiar los restos de un importante sistema de asedio romano alrededor del Cerro de Castarreño (Olmillos de Sasamón), así como continuar generando nueva información arqueológica sobre la importante ciudad romana de Segisamo (Sasamón) y otros asentamientos del mismo periodo ubicados en sus proximidades.

Mediante el uso de distintas técnicas de teledetección –incluyendo drones y equipos de prospección geofísica-, los arqueólogos lograron documentar en los últimos años varios campamentos situados en las inmediaciones del cerro, así como un sistema de dobles fosos que, por espacio de más de 6 km, rodearía el asentamiento indígena, aislándolo por completo.

La prospección geofísica con georradar y magnetómetro, empleados en esta campaña arqueológica, son métodos en auge que permiten obtener imágenes tridimensionales del subsuelo sin necesidad de excavaciones. Hasta la fecha, los miembros del equipo han prospectado con georradar lugares tan emblemáticos como la necrópolis de Pinilla Trasmonte, complejos vilicarios en Almenara de Adaja o amplios sectores de la ciudad romana de Segisamo.

La prospección de 2022 ha cubierto otro sector del cerco completamente inédito, permitiendo definir los límites de los campamentos romanos y otras estructuras asociadas. Asimismo, se ha investigado otro pequeño recinto militar recientemente documentado en las proximidades de Villasandino, una villa suburbana en las inmediaciones de Olmillos y varios sectores de la ciudad de Segisamo.

Por su parte, la excavación de diversos sondeos durante las campañas de 2021 y 2022 ha sido clave para la documentación de las estructuras del cerco de asedio. Dado que los trabajos agrícolas han ido erosionando las estructuras que pudiesen existir en superficie, los elementos más reconocibles son frecuentemente los fosos excavados en la roca caliza local por el ejército romano. Una vez concluido el asedio, estas defensas fueron rápidamente cubiertas por sus mismos constructores, de modo que el estudio arqueológico de estos depósitos es clave para la datación de un episodio histórico desconocido hasta hace poco.

Así, se han podido recuperar algunas piezas cerámicas -tanto indígenas como romanas- y metálicas -proyectiles de honda, flechas, tachuelas de calzado militar, etc.-, pero se han tomado también muestras de carbones y sedimentos que, mediante la datación por radiocarbono o luminiscencia, afinan la cronología. Unos y otros elementos apuntan que las tropas romanas habrían cercado el castro turmogo en el siglo I a.C. -probablemente a mediados del mismo-, un periodo histórico mal conocido en la zona.

Gracias a esta investigación, ahora se sabe que los romanos emplearon su fuerza, ingenio y tecnología militares para cercar y asediar el cerro. Los investigadores plantean ahora que el castro fue considerado por Roma un importante foco de resistencia, si bien no es posible saber si todos los turmogos se opusieron en igual medida a los romanos o pudo haber disensión entre ellos.

Se desconoce, además, cuál fue el resultado de ese asedio: ¿se rindieron los turmogos que habitaban el Cerro Castarreño? ¿Sucumbieron acaso por el hambre? ¿Fue el castro totalmente destruido o simplemente abandonado? Dado el nivel de arrasamiento actual del yacimiento, es difícil precisar estos hechos, pero es segura la presencia del ejército romano en el mismo en relación con estos eventos.

Además, con carácter anual, los arqueólogos desarrollan campañas de prospección aérea con drones en esta zona para monitorizar las estructuras arqueológicas soterradas y documentar nuevas trazas de su presencia mediante la generación de cartografías a partir de fotografías tomadas por medio de drones. De este modo se ha logrado conocer mejor el urbanismo romano de Segisamo o de complejos suburbanos como los de Tisosa y Santa Eulalia. Durante el desarrollo de estas actividades se han podido recuperar materiales arqueológicos relacionados con la vida cotidiana durante la Antigüedad.

Una consolidada iniciativa de divulgación
Este colectivo reúne a un conjunto de arqueólogos profesionales e investigadores de diversas instituciones que estudian la presencia del ejército romano en el norte peninsular. En los últimos años, el colectivo ha descubierto y estudiado numerosos yacimientos arqueológicos, lo que le ha permitido ofrecer visiones innovadoras sobre este proceso.

A través de una iniciativa centralizada en la web romanarmy.eu y en las redes sociales vinculadas, están llevando a cabo una tarea de difusión y visibilización de los nuevos hallazgos y análisis sobre estas evidencias arqueológicas, más de dos mil años después del fin de las operaciones militares. Asimismo, se han organizado tanto charlas (en Villasandino y Sasamón) como visitas a las zonas de excavación (en Olmillos de Sasamón) con el fin de dar a conocer a la población local los resultados obtenidos y concienciarla de la necesidad de su conservación para generaciones futuras.